Las Ballenas
Las Ballenas
Las Ballenas
Tienen un oído excelente y son dos o tres veces más eficientes que los mamíferos
terrestres para utilizar el oxígeno del aire que respiran. Las ballenas tienen cajas
torácicas colapsables que las ayudan cuando se sumergen a profundidad. Además,
poseen una capa de grasa muy gruesa que las aísla para protegerlas del frío.
Los científicos creen que las ballenas evolucionaron de mamíferos terrestres de cuatro
patas. Ahora, están perfectamente adaptadas a una vida submarina. Tienen un cuerpo
aerodinámico y han perdido casi todo el pelo externo para evitar la fricción y mejorar el
deslizamiento por el agua. Sus extremidades se transformaron en aletas.
Existen dos tipos principales de ballenas: las dentadas (como el cachalote y la orca) y
las barbadas (como la ballena jorobada y la azul). Las barbadas tienen placas en forma
de peines que están formadas por estructuras compuestas de pelos rígidos. Estos forman
una red que filtra la comida del agua del mar. La gran mayoría de las grandes ballenas
son barbadas y se alimentan fundamentalmente de minúsculas criaturas llamadas krill,
parecidas a los camarones.
Desde fines del siglo XIX los avances alcanzados en la navegación, particularmente en
la propulsión y autonomía de las embarcaciones, provocaron que la industrialización
ballenera llegara a altamar. De esta manera, la antigua cacería costera de diversos países
se dirigía a los lugares más remotos del planeta en busca de los grandes cetáceos.
¨La historia de la caza de ballenas es testigo del agotamiento de una zona tras otra y de
una especie tras otra, hasta tal punto que resulta esencial la protección de todas las
especies de ballenas para evitar su extinción¨. Comisión Ballenera Internacional [CBI],
1946.
La contaminación de los mares crea las condiciones ideales para los brotes de marea
roja, cuyas biotoxinas ya han causado la muerte masiva de organismos marinos,
incluyendo cetáceos.
• Cambio climático
“En el sureste del Pacífico las mareas rojas son raras y desde hace más de 20 años no
se tenía conocimiento de ellas. Recientemente, han aparecido mareas rojas casi
anualmente durante el invierno favorecidas por la presencia de El Niño…” (Cortés-
Altamirano et. al. 1995).
• Caza comercial
La captura de estos cetáceos está prohibida desde 1986, cuando entró en vigencia una
moratoria mundial sobre la caza de ballenas. Sin embargo, Japón, Islandia y Noruega
continuaron captúrandolas a través de un falso programa científico. El comercio que se
desarrolló fue exclusivamente de la caza que provenía de “pesca científica”, por lo que,
en estricto rigor, fue ilegal.
En 2019 Japón anunció que volverá a capturar ballenas en su zona económica exclusiva.
Sin embargo, el mercado para productos derivados de la caza es casi inexistente, por lo
cual es poco probable que esta práctica se mantenga en el tiempo, excepto que el
gobierno japonés la continúe subvencionando.
Comenzamos esta histórica campaña en 1975 debido a que las poblaciones de ballenas
se encontraban en una situación muy crítica después de casi tres siglos de cacería
comercial, y más de medio siglo de caza industrial descontrolada.
La moratoria fue un gran logro, pero no una prohibición a la cacería, sino que estableció
una especie de “acuerdo comercial” entre los balleneros para no cazar. La resolución
podría anularse si se consigue el 75% de los votos para esta acción.
Japón, al ver que no pudo detener esta decisión, utilizó un resquicio legal para
“reservarse” el derecho a cazar ballenas Minke. Por su parte, Noruega e Islandia se
“reservaron” el derecho de aceptar la moratoria.
La CBI estableció tres santuarios, aunque solo dos tienen vigencia: el santuario del
océano Índico (fundado en 1979) cubre todo el océano Índico al sur de 55 ° S, y el
santuario del océano Austral (declarado en 1994) cubre las aguas del océano Austral
alrededor de la Antártica.
De todas las naciones que cazaban ballenas en 1986, cuando la moratoria entró en
vigencia, solo Japón, Noruega e Islandia continúan con esta actividad (mediante la
utilización de vacíos legales o desafiando abiertamente las resoluciones de la CBI). En
la actualidad, los tres países promueven el fin de la moratoria, lo cual tendría un
impacto devastador sobre las poblaciones remanentes de ballenas.
En Greenpeace hacemos campaña para que no solo la presión externa genere un cambio
de conciencia en Japón, Noruega e Islandia, sino también para que sus propias
sociedades conozcan la realidad que no es reflejada por los gobiernos de cada uno de los
países.