Guía Práctica para La Construcción de Los Códigos de Conducta 5 Feb 2014-8-19
Guía Práctica para La Construcción de Los Códigos de Conducta 5 Feb 2014-8-19
Guía Práctica para La Construcción de Los Códigos de Conducta 5 Feb 2014-8-19
Los códigos de ética y de conducta son declaraciones en las que se definen los valores y las
conductas que deben prevalecer en el diario actuar de las personas y en nuestro caso, de los
servidores públicos.
El código de ética se integra de los valores que en el apartado de generalidades definimos como
cualidades que poseen algunas realidades consideradas bienes, por lo cual son estimables. Un
valor es un ideal, una creación, un impulso del hombre hacia fines libremente afirmados,
siempre es objeto de tendencia, de deseo o de apreciación.
Los valores son convicciones profundas de los seres humanos que determinan su manera de ser y
orientan su conducta. Los valores siempre se relacionan con actitudes y éstas a su vez con
conductas.
Los valores se jerarquizan por criterios de importancia y cuando las instituciones o las personas
construyen su propia escala de valores van definiendo parte de su identidad. Esta jerarquización
puede ir cambiando con el tiempo según las necesidades o prioridades determinadas por los
gobiernos. En el siguiente cuadro presentamos algunos valores comúnmente presentes en los
códigos de ética de los gobiernos nacionales que integran la Organización para la Cooperación y
Desarrollo Económicos (OCDE).
Pese a que los códigos de conducta son instrumentos para la promoción y fomento de los valores,
no son un fin en sí mismo, es decir, no basta con lograr que las dependencias y entidades elaboren
sus códigos o que el Estado publique un código de ética, los códigos son un medio importante en el
Beneficios externos:
Mejora la confianza de los ciudadanos en su gobierno, familias, empresas e incluso de
otras instancias gubernamentales, tanto federales como municipales, brindando certeza de
que la conducción de las políticas públicas se lleva a cabo bajo el máximo de los principios
establecidos para el Estado, el bien común.
Atrae a los mejores hombres y a las mejores mujeres para la incorporación en las tareas
y responsabilidades del Estado.
Permite a las dependencias y entidades proyectar una imagen más sincera y concreta
respecto al compromiso que éstas como parte del gobierno asumen para con la sociedad.
Fundamentalmente desincentiva las prácticas de corrupción, la obtención de esos
beneficios que de particular pudiera hacerse el servidor público con los recursos de la
población.
Permite la protección de los intereses sociales y económicos de los ciudadanos que
están en custodia y poder del gobierno, al establecer normas para salvaguardar los activos
tangibles e intangibles del Estado.
Uno de los principales objetivos de la Administración Pública del Estado de Veracruz, es el prevenir
y abatir la corrupción e impunidad fomentando una gestión pública eficiente y transparente, que
genere confianza y certidumbre de la sociedad respecto a sus instituciones, representadas por
servidores públicos que impriman principios y valores éticos en su desempeño, asumiendo con toda
responsabilidad, honestidad y diligencia las funciones inherentes a su cargo.
LEALTAD.- El servidor público debe asumir las responsabilidades inherentes a su cargo por
el compromiso y la convicción personal de servir a la sociedad a través de sus instituciones
y no sólo por la retribución económica que recibe.
IMPARCIALIDAD.- El servidor público debe ejercer sus funciones de manera objetiva y sin
perjuicios, proporcionando un trato equitativo a las personas con quien interactúe, sin que
existan distinciones, preferencias personales, económicas, afectivas, políticas, ideológicas y
culturales y demás factores que generen influencia, ventajas o privilegios indebidos,
manteniéndose siempre ajeno a todo interés particular.
BIEN COMÚN.- El servidor público debe dirigir todas sus acciones y decisiones a la
satisfacción de las necesidades e intereses de la sociedad, por encima de intereses
particulares ajenos al bienestar de la colectividad, dejando de lado aquellos intereses que
puedan perjudicar o beneficiar a personas o grupos en detrimento del bienestar de la
sociedad, debiendo estar consciente de que el servicio público constituye una misión que
sólo adquiere legitimidad cuando busca satisfacer las demandas sociales.
A partir de estos valores los servidores públicos de las dependencias y entidades determinarán las
conductas que conducirán su acción, teniendo incluso la posibilidad de incorporar algún valor
adicional pero nunca en detrimento de los ya establecidos.
El Comité de Ética es el grupo representativo conformado por servidores públicos de todas las áreas
de la institución que conducirá el proceso de elaboración, difusión, implementación y evaluación del
código de conducta, deberá formarse como un órgano colegiado de personas que estén
identificadas con la institución, dichas personas serán elegidas de la siguiente manera:
Cabe señalar que la instalación del Comité de Ética de la institución, deberá ser en un plazo no
mayor a treinta días una vez publicada la presente guía e informar a la Contraloría General, de
manera oficial el nombre, cargo, correo electrónico y teléfono de los miembros que integran el
Comité. Ver anexo 1: Formato de integración del Comité de Ética.
El Comité de Ética con la participación de todos los servidores públicos de la institución será el
encargado de organizar y llevar a cabo la detección de las conductas propias para la institución,
organizar la información, elaborar el proyecto y darlo a conocer, tiene como atribución verificar el
cumplimiento del código o en su caso fungir como mediador donde los miembros de la
administración pública susciten una problemática que contravenga al código teniendo entre sus
principales funciones, las siguientes:
El Comité de Ética para el cumplimiento de sus funciones se apoyará en los recursos humanos,
materiales y financieros con que cuente la institución, por lo que su funcionamiento no implicará la
erogación de recursos adicionales.
El Comité de Ética revisará la misión y visión de la dependencia o entidad de tal manera que se
puedan identificar los valores expresados en las mismas, así como la cultura que distinga o defina a
la institución. En caso de que la dependencia o entidad no tenga definida su misión y su visión se le
recomienda proponerla y someterla a la autorización del titular de la misma.
El Comité de Ética hará un listado de las situaciones de conflicto o tensión que haya tenido la
dependencia o entidad en los últimos tiempos y que haya involucrado a algún grupo de interés
(servidores públicos, ciudadanos en general, sindicatos, proveedores, instancias reguladoras, grupos
directivos, etc.) y analizará como se solucionaron. Cada representante que integra el Comité pondrá
sobre la mesa los temas más relevantes que correspondan a su área de trabajo de tal manera que
Una vez que se identificaron las conductas riesgosas y se jerarquizaron las prioridades a atender por
tema, el Comité debe definir cuáles deben ser los comportamientos esperados de los servidores
públicos de la dependencia o entidad. El Comité debe tomar una posición ética ante las situaciones
encontradas. El secretario del Comité deberá llevar registro de las situaciones que pueden ser
introducidas en el código.
Cumplidas las fases anteriores, la etapa siguiente es la redacción del código de conducta, para ello
se requiere de un grupo más reducido en su integración (máximo 3 personas). Los integrantes de
este grupo de trabajo tendrán las facultades para seleccionar la información recabada anteriormente
y redactar los contenidos del código de conducta, tomando en consideración los elementos
planteados más adelante en el apartado 2.5.1. Contenido de un código de conducta, especificado en
esta guía.
Se recomienda tener presente lo siguiente en el momento de redacción:
a) El lenguaje del código debe ser simple, conciso y entendible a todos los servidores
públicos a quienes aplique.
b) Debe ser un documento práctico, de acceso y disponibilidad para todos aquellos a
quienes esté dirigido.
El Comité de Ética de la dependencia o entidad podrá solicitar la opinión de su área Jurídica con la
finalidad de mantener coherencia con los elementos que regulan la actuación de los servidores
públicos establecidos en la ley.
Un código de conducta no es un instrumento que prohíbe absolutamente todo, de ser así corre el
riesgo de convertirse en un documento rígido cuya respuesta por parte de los servidores públicos
será de total incumplimiento. El código de conducta debe ser un documento que establezca de
manera clara y concisa las expectativas de la dependencia o entidad, describa los comportamientos
o conductas obligatorias, óptimas y deseables y presente además, de manera clara la forma en que
va a operar este instrumento.
El contenido recomendado para la elaboración del código de conducta es el siguiente:
Esta carta debe escribirla el titular de la dependencia o entidad dirigida a todos los servidores
públicos que forman parte de la misma. En ella se establece la importancia de la ética en el
cumplimiento de las funciones que realiza cada uno de los integrantes de la institución y el beneficio
que se genera tanto en el cumplimiento de los objetivos establecidos en los programas ejecutados,
en el desarrollo personal y profesional de los servidores públicos y en la sociedad a la cual se
gobierna.
Deberá asentar claramente el objetivo que se persigue con la puesta en marcha del código de
conducta como el alcance del mismo, planteando en un lenguaje sencillo el compromiso del titular
por adoptar y promover la ética pública en su dependencia o entidad.