Situacion de Los Derechos Economicos Sociales y Culturales Con Perspectiva de Genero en Bolivia

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Comité de América Latina y El Caribe para la

Defensa de los Derechos de la Mujer


CLADEM Bolivia

SITUACIÓN DE LOS DERECHOS ECONÓMICOS,


SOCIALES Y CULTURALES CON ENFOQUE DE
GÉNERO EN BOLIVIA – 2007

Consultora
M. Elizabeth Cabero C.

Investigadores
Carmen Tavera
René Cabero C.

Con el apoyo de:


Presentación 4

ESTADO DEMOCRATICO Y CIUDADANÍA FEMENINA 5


Marco contextual 5
La asamblea constituyente y la configuración del nuevo Estado 5
Derecho de la mujer a la igualdad 5
Igualdad ante la ley: ¿En Bolivia, es real la igualdad jurídica? 6
Igualdad formal/discriminación real: una dicotomía recurrente 7
La desigualdad en cifras 7
Ausencia de espacios de interlocución 9
Participación política de las mujeres 9
La legislación nacional y avances hacía la igualdad de las mujeres 15
Conclusiones 22

TRABAJO Y CONDICIONES LABORALES DE LA MUJER 24


El derecho laboral boliviano 24
Situación del empleo en Bolivia 25
La flexibilización laboral 26
El fracaso de las políticas de empleo emprendidas desde el Estado 26
Derecho de la mujer al trabajo libremente escogido o aceptado 28
Derecho de la mujer al salario y a condiciones de trabajo equitativas y
Satisfactorias 29
Características del trabajo y el empleo femenino 29
La evolución del desempleo femenino 31
La duración del desempleo femenino 31
Población ocupada en sectores informales 32
El empleo en los sectores público y privado 33
El trabajo doméstico 34
Derecho de la mujer a la sindicalización y a la huelga 35
Conclusiones 36

SALUD Y SEGURIDAD SOCIAL 37


Marco normativo 37
Derecho de la mujer a la salud física y mental 37
Derecho de la mujer a la seguridad social 40
El sistema de seguridad social 40
El sistema nacional de salud pública 41
El seguro nacional de maternidad y niñez (SNMN) 41
El seguro básico de salud (SBS) 41
El seguro universal materno infantil (SUMI) 41
El seguro universal de salud (SU-SALUD) 42
Las cifras de los seguros público de salud 44
Conclusiones 45

2
PROTECCIÓN DE LA FAMILIA, MADRE Y NIÑAS Y NIÑOS 46
Marco normativo 46
Derechos de las madres 47
La violencia contra las mujeres 48
Derechos de los niños, niñas y adolescentes 52
Maltrato y violencia a niños y niñas 55
Violencia sexual 55
Feminicidio o Femicidio 57
Políticas Públicas 59
Debilidad del Estado para abordar el fenómeno de la violencia 60
Conclusiones 61

NIVEL DE VIDA DIGNO: EL PROBLEMA DE LA POBREZA


Y SU INCIDENCIA EN LAS MUJERES 63
El problema de la pobreza estructural 63
La estrategia boliviana de reducción de Pobreza (EBRP) 64
Las nuevas cifras de la EBRP 65
Derecho de la mujer a un nivel de vida adecuado 67
Derecho a la alimentación 67
Agricultura entre la soberanía alimentaria y las presiones del mercado 69
Los agrotóxicos en Bolivia y el acceso a los alimentos libres de substancias
Adversas 70
La nueva política alimentaria 71
Conclusiones 71

EDUCACIÓN Y CULTURA 72
Derecho de las mujeres a la educación 72
Datos de la educación 72
La educación mixta de la reforma educativa 73
Programa Nacional de Alfabetización 74
Derecho de la mujer a la cultura 76
Los medios de comunicación y el enfoque de género 76
Conclusiones 77

DERECHOS SEXUALES Y DERECHO REPRODUCTIVOS 78


Marco normativo 78
Situación de los derechos sexuales y derechos reproductivos en Bolivia 79
Datos sobre salud sexual y reproductiva 79
Derechos sexuales y derechos reproductivos 81
Ley marco de derechos sexuales y reproductivos 82
Conclusiones 82
Recomendaciones al Estado boliviano 83
Bibliografía 84

3
PRESENTACIÓN

El Comité Latinoamericano y del Caribe para la Defensa de los Derechos de las Mujeres
y Hábitat Internacional Coalition (HIC), una red de ONGs. que trabaja con el tema de la
vivienda, han desarrollado un esfuerzo conjunto con el fin de elaborar un informe de la
situación de los Derechos Económicos, Sociales y Culturales (DESC.) de las Mujeres en
Bolivia, con énfasis en el derecho a la vivienda, como parte integrante de los países
andinos.

El presente informe constituye un diagnóstico sobre los DESC. de las mujeres en


Bolivia, por lo mismo, bajo un enfoque de género, que abarca el lustro 2003 - 2007,
periodo en el cual en Bolivia debía continuarse con las reformas de la legislación
nacional en adecuación a los compromisos adquiridos por el Estado a partir de la
suscripción de Convenios y Tratados Internacionales de Derechos Humanos.

En Bolivia, al igual que en gran parte de los países de la región, a finales de la década
de los 80’ se realiza la ratificación de la Convención para la Eliminación de Todas las
Formas de Discriminación contra la Mujer, a partir de la cual se procede a introducir
reformas legales, en un proceso progresivo de reconocimiento de derechos de las
mujeres, acompañado de aplicación de planes y programas para la efectivización de los
mismos.

El reconocimiento de los derechos de las mujeres son el resultado de luchas sostenidas


por el movimiento de mujeres y organizaciones no gubernamentales comprometidas
con estos derechos, las que mediante propuestas y movilizaciones fueron alcanzando la
consecución de los derechos para todas. El logro de este objetivo no fue una tarea fácil,
dado que se tuvo que desplegar un conjunto de estrategias creativas e innovadoras,
generando mayores niveles de conciencia en espacios de la sociedad civil y del Estado.

Los esfuerzos desplegados por las mujeres, justifican el argumento de que el


reconocimiento de sus derechos no fue de forma gratuita, sino que fue el resultado de
una permanente confrontación ideológica por las características de la sociedad
boliviana, tradicionalista y patriarcal.

En este contexto, caracterizado por avances, estancamientos y retrocesos que significó


la “lucha” por el pleno ejercicio de los derechos humanos de las mujeres, se desarrolla
el presente diagnóstico, utilizando como fuente de información las de origen oficial
(publicaciones oficiales), informes alternativos de la sociedad civil, datos
hemerográficos y aportes de algunas instituciones, con el objetivo de reflejar la realidad
concreta relacionada con los derechos humanos de las mujeres, con énfasis en la
vivienda .

Metodológicamente el informe fue realizado a partir del cuestionario guía y se halla


dividido en siete capítulos: Estado Democrático y Ciudadanía Femenina; Trabajo y
condiciones Laborales de las Mujeres; Salud y Seguridad Social; Protección de la
Familia, Madre Niñas y Niños; Mujer y Nivel de Vida Digno; Educación y Cultura y,
finalmente, Derechos Sexuales y Derechos Reproductivos.

4
CAPÍTULO 1

ESTADO DEMOCRÁTICO Y CIUDADANÍA FEMENINA

Marco Contextual

La Asamblea constituyente y la configuración del Nuevo Estado

Con referencia a la Asamblea Constituyente, como oportunidad histórica de cambio, la


Coordinadora de la mujer expresa lo siguiente:

El país vive hoy un proceso de transición que está planteando la redefinición de [los]
parámetros organizativos de la sociedad desde la dimensión económica, social, cultural
y política, para así construir una relación más igualitaria y más inclusiva de su compleja
sociedad. El debate redefinitorio de esta transición se desarrolla en el marco de la
Asamblea Constituyente y en procesos que promueven el replanteamiento de los
términos de la distribución de la riqueza social, así como de las relaciones inequitativas,
principalmente a través de las propuestas de descolonización y de igualdad de género,
como parte de esas redefiniciones.
El actual escenario muestra el desplazamiento del quehacer político desde los partidos
políticos tradicionales y los movimientos sociales corporativos hacia aquellos
movimientos políticos y sociales de base campesino-indígena que poseen referentes
comunitarios y de culturas originarias. El desplazamiento también se realiza hacia
organizaciones sociales populares de corte urbano, cuya constitución difiere, aunque no
está desvinculada, de la dinámica económica, del mercado capitalista y de los actuales
parámetros de desarrollo en el contexto de la globalización.
En este marco se va dando la apropiación de las reivindicaciones de género, que cobran
fuerza a partir de una suerte de apropiación que de ellas hacen las organizaciones
sociales y los sectores más amplios de la sociedad.

Por tanto, en la actualidad, algunos de los aspectos que se debe analizar en este
informe, están referidos a los últimos momentos del viejo orden. De todas maneras, aún
a riesgo de realizar un informe in extremis, resulta conveniente visibilizar lo malo que
era necesario cambiar, y también lo bueno, que convendría conservar.

Derecho de la mujer a la igualdad

Mucho se ha dicho y escrito sobre la igualdad de género fundamentalmente en lo que


respecta a su vertiente social, es decir la igualdad como realidad humana; con resultados
y consecuencias en su aplicación real.

En Bolivia, los gobiernos neoliberales –que en los hechos profundizaron las


desigualdades económicas y sociales que dividen a la sociedad– adoptaron, aunque sólo
formalmente, el derecho a la igualdad como un principio axiológico. Es así que, el
Estado boliviano, como instrumento para perpetuar las condiciones económico-sociales
en provecho de la clase dominante a la cual debían su concepción y estructura,
necesitaba “mostrar” un cuerpo jurídico que –paradójicamente- enmascaraba los
antagonismos sociales caracterizados por determinadas relaciones de dominación. En
ese contexto, Bolivia se convirtió en una de las mayores signatarias de tratados y

5
acuerdos internacionales de protección de los derechos humanos, en particular de las
1
mujeres .

Este culto al formalismo jurídico ha servido solamente para “vaciar” el contenido


instrumental de los tratados internacionales. En este sentido, el Informe de Monitoreo
(Abril-Mayo de 2001 – Ginebra) presentado al Comité de Derechos Económicos,
Sociales y Culturales de la ONU, en su 25va sesión, indica con referencia a la situación
de los DESC. en Bolivia lo siguiente:

La difusión del pacto como de las otras convenciones internacionales no es asumida


como responsabilidad del Estado, las Gacetas Oficiales en las que se publican las leyes
aprobadas se limitan a registrar la Ley de aprobación y el Título de la Convención
Internacional, mas no el contenido del mismo, de tal manera que las autoridades
encargadas de aplicarlas ignoran su contenido.

El análisis crítico en torno al cumplimiento y la tutela de los derechos de las mujeres en


el orden jurídico boliviano, es una de las principales preocupaciones de las mismas,
comprometidas con la necesidad de cambio de las condiciones actuales, que reclaman la
igualdad de derechos entre hombres y mujeres. La consideración del tema de la igualdad
jurídica, que no supone una igualdad de facto por lo expresado líneas arriba, es un
primer paso –imprescindible– en el camino de la construcción de una sociedad sin
espacios restringidos.

Iguales ante la Ley: ¿En Bolivia, es real la igualdad jurídica?

El supuesto básico de un Estado democrático es la igualdad ante la ley. Bolivia está


constituida como Estado democrático social, pero, ¿Se cumple este principio? Veremos
a continuación:

En la actual Constitución Política del Estado (CPE) el derecho a la igualdad no está


declarado explícitamente, pero los siguientes artículos de su texto lo reconocen de
manera implícita:

Artículo 1°
II. Es un Estado Social y Democrático de derecho que sostiene como valores superiores
de su ordenamiento jurídico, la libertad, la igualdad y la justicia.

Artículo 6°
I. Todo ser humano tiene personalidad y capacidad jurídica, con arreglo a las leyes.
Goza de los derechos, libertades y garantías reconocidos por esta Constitución, sin
distinción de raza, sexo, idioma, religión, opinión política o de otra índole, origen,
condición económica o social, u otra cualquiera.

Cabe aclarar que este derecho, por su relevancia y compleja naturaleza de principio
genérico, se proyecta en toda la economía jurídica nacional. Los distintos tipos de
relaciones jurídicas se guían por este derecho. Sin embargo, aún cuando este derecho
parece tener entidad propia, debe necesariamente ser jurídicamente instrumentalizada

1
El Capítulo Boliviano de Derechos Humanos, Democracia y Desarrollo (CBDHDD) en el Informe de la
Sociedad Civil al Comité del PIDESC de las Naciones Unidas, titulado: “Estado de Situación de los
Derechos Económicos, Sociales y Culturales en Bolivia al año 2005”, presenta un inventario de 30 de
leyes, entre específicas y universales con disposiciones de protección de los derechos de las mujeres.

6
en su doble vertiente: igualdad ante la ley en sentido positivo, no discriminación en
sentido negativo. La ausencia de una declaración explícita de este sentido negativo en la
legislación boliviana, inviabiliza las posibilidades efectivas del Estado como garante de
2
la igualdad jurídica. La discriminación hasta ahora no ha estado tipificada como delito .
Por esta razón, el Derecho boliviano, muestra debilidades en garantizar la no
discriminación o la restitución de los derechos de igualdad vulnerados.

Igualdad formal / discriminación real: una dicotomía recurrente

Como hemos visto, la legislación boliviana consagra formalmente la igualdad entre


hombres y mujeres, empero, en un nivel fáctico, esta igualdad no se refleja en las
diferentes esferas de interacción entre hombres y mujeres. El derecho de la mujer a la
igualdad tiene a menudo muy difícil realización debido a obstáculos prácticos
relacionados con la falta de conocimiento de las leyes, no solamente de la ciudadanía,
sino -en muchos casos- de los propios funcionarios públicos. Consideramos, por esta
razón, que los obstáculos no son solamente de carácter institucional sino también
cultural, como iremos mostrando a lo largo de este desarrollo. Si bien debemos poner el
acento en el Estado, no debemos perder de vista las características de la sociedad
boliviana.

La Coordinadora de la Mujer ha preparado un informe de Análisis de la Encuesta sobre


Exclusión y Discriminación desde la Perspectiva de las Mujeres y sobre esta temática
señala lo siguiente:

El análisis de la autopercepción respecto a la discriminación (si se considera haber sido


objeto de discriminación) arroja datos relevantes. Sólo el 23% reconoce haber sufrido
discriminación, contra un 77% que no. Pese a que las mujeres entrevistadas tienen una
amplia comprensión del tema y asignan diversos significados a la discriminación,
tienden a considerar que quienes son mayormente objeto de discriminación son los
indios, los pobres, los campesinos, la gente del campo y, en menor medida, las mujeres.
Llama la atención esta visibilización de la discriminación étnica y la virtual
invisibilización de la discriminación hacia la mujer por parte de un poco más de dos
tercios de la población femenina, lo cual podría atribuirse a que la desigualdad en las
3
relaciones de género, según la percepción de las propias mujeres, es algo natural .

La desigualdad en cifras

De acuerdo al Instituto Nacional de Estadística (INE), Bolivia presentaba los siguientes


4
índices de pobreza para el año 2003 .

2
La Convención Internacional sobre la Eliminación de todas las Formas de Discriminación Racial que ha
sido ratificada por Bolivia mediante Ley 1978, de 14 de mayo de 1999, establece en su Artículo 4 inciso
a), que los Estados partes: “Declararán como acto punible conforme a la ley toda difusión de ideas
basadas en la superioridad o en el odio racial, toda incitación a la discriminación racial”.
3
Coordinadora de la Mujer, Análisis de la Encuesta sobre Exclusión y Discriminación desde la
Perspectiva de las Mujeres. 2007, Pág. 32.
4
Existe un marcado rezago de información estadística oficial en Bolivia. Los datos más actualizados que
proporcionan las entidades nacionales encargadas del procesamiento de los datos estadísticos son del año
2003. En este trabajo, para la obtención de datos actualizados, se recurrirá a documentos generados por
organismos internacionales y algunas entidades públicas o privadas que trabajan en el área social. En
casos extremos, cuando la naturaleza de la información lo aconseje, se utilizarán proyecciones y/o
estimaciones propias.

7
Incidencia de pobreza: 67.30%
Incidencia de extrema pobreza: 39.66%

La desigualdad representada por la brecha de la pobreza y la brecha de la extrema


pobreza eran del 33.42% y del 41.62% respectivamente para ese mismo año.

El Cuadro A1-1 del Anexo 1, muestra la evolución de estos índices en el periodo 1999-
2003. De acuerdo a estos datos, la incidencia de pobreza y extrema pobreza se ha ido
profundizando en el periodo 1999-2003. La brecha de pobreza también se ha
incrementado. Con referencia a la extrema pobreza el porcentaje ha disminuido
ligeramente en el periodo indicado.

De acuerdo al estudio Pobreza y Desigualdad en Municipios de Bolivia, de la Unidad de


Análisis de Políticas Sociales y Económicas (UDAPE), los indicadores de pobreza a
nivel nacional (sobre datos del Censo 2001) son los siguientes:

Línea de pobreza alta: 71% de la población


Línea de pobreza baja: 56% de la población
Línea de pobreza extrema: 40% de la población

La misma fuente, indica con referencia a estos datos: “Bajo cualquier definición de la
línea de pobreza, una elevada proporción de la población boliviana tiene niveles de
consumo menores al costo de satisfacción de las necesidades básicas”.

Con referencia a la desigualdad, los porcentajes referidos a la brecha de pobreza y


5
pobreza extrema muestran niveles elevados . Los datos se tornan más dramáticos si se
muestra la relación entre los dos extremos del espectro económico de la sociedad
boliviana.

Para ilustrar esta afirmación tomemos como medida de desigualdad la razón de ingreso per
cápita promedio del 10% más rico de la población respecto del 40% más pobre. Mientras que
para gran parte de los países de LAC el ingreso per cápita promedio del 10% más rico es
entre 10 y 15 veces superior al ingreso per cápita de los 40% más pobres, para Bolivia y
6
Brasil la misma razón es mayor a 20 veces (28.5 para el periodo 1999-2001)

Los datos precedentes muestran que Bolivia es el país más desigual de América Latina.
Si se cruza la información estadística de pobreza y desigualdad con los datos
relacionados con el empleo (véanse los cuadros 1 del Anexo 2) se puede inferir que las
mujeres son pobres entre los pobres. La desigualdad se hace más patente cuando tiene
un enfoque de género.

Los datos muestran con claridad que la situación de pobreza de las mujeres es mayor en
el área rural. Como una suerte de corolario estadístico podemos decir que la
polarización económica boliviana disgrega a la mujer campesina al nivel más bajo de la
estratificación socioeconómica.
5
La brecha de pobreza y la brecha de pobreza extrema son medidas que se relacionan con la pobreza
promedio, es decir, son índices que no reflejan la dispersión de valores (datos) con los estratos altos de la
sociedad.
6
Investigación realizada para el INE y el Fondo de Estudios del Programa de “Mejoramiento de las
Encuestas de Medición de Condiciones de Vida” por Werner Hernán Limarino bajo el título: Mercado
Laboral, Pobreza y Desigualdad en Bolivia - 2003

8
La ausencia de espacios de interlocución

En general, existe una marcada carencia de espacios de interlocución con el gobierno,


no solamente en el tema de los Derechos Económicos, Sociales y Culturales de las
mujeres, sino en temas de género en general.

El poder ejecutivo contó hasta fines de 2005 con el Viceministerio de la Mujer a partir
del Ministerio de Desarrollo, que se constituyó en el ente rector de las políticas públicas
para el ejercicio de los derechos de las mujeres bolivianas. Debido a barreras
burocráticas y otros aspectos de índole administrativo no se ha logrado generar espacios
de interlocución entre la sociedad civil y el gobierno.

Lamentablemente durante el actual gobierno, le Viceministerio de Asuntos de la Mujer


se ha fusionado con el Viceministerio de la Niñez y Asuntos Generacionales pasando a
depender del Ministerio de Justicia, constituyendo lo que hoy se ha venido a llamar
Viceministerio de Género y Generacional, con el advertido de que estos sectores de la
población ya no son considerados como factor de desarrollo, capaces de influir en todas
las políticas públicas del país, sino de justicia.

En el Poder Legislativo, funcionan comisiones de Derechos Humanos, que incorporan


en sus agendas aspectos transversales de género, sin embargo, no se conocen acciones
7
destinadas a propiciar verdadero diálogo con las mujeres organizadas .

El Defensor del Pueblo es un referente para la ciudadanía, tanto por la recepción de


quejas como por la difusión y capacitación en Derechos Humanos. En cuestiones de
género, constituye más que un espacio de interlocución un canal de reclamo ante hechos
consumados.

Para redondear el tema de los espacios de interlocución con el gobierno, se debe hacer
notar que el actual gobierno del Movimiento al Socialismo (MAS), caracterizado por
una marcada tendencia dialógica y populista, hace de la consulta, principalmente a los
sectores sociales, un mecanismo de participación y planteamiento de demandas que dan
forma a las políticas públicas. Lamentablemente, este mecanismo que pretende ser muy
democrático, funciona en la mayoría de los casos sólo al interior del mismo
8
movimiento .

Participación Política del las Mujeres.

La participación política de las mujeres constituye un espacio en el que se refleja la


existencia o no de políticas en caminadas a la igualdad real entre hombres y mujeres, al
respecto se puede señalar que “es una de las áreas que ha experimentado una dinámica

7
La impronta personal es una característica común a las propuestas presentadas a esta comisión. Cada
parlamentaria/o, cree concretar en su persona la representación genuina de los intereses del sector
involucrado en el tratamiento de alguna ley.
8
Se ha repetido con mucha frecuencia que los regímenes neoliberales, privilegiaron la estabilidad
macroeconómica generando un déficit social acumulado por más de 20 años. Es también muy conocido
que en ese contexto, las organizaciones sociales sólo eran escuchadas cuando existía conflicto. Por lo
tanto, se puede afirmar que hay un cambio importante en las prácticas para gestionar el diálogo.

9
importante en cuanto al incremento de la inclusión de mujeres en espacios de poder,
9
aunque la brecha de género se mantiene” .

La legislación boliviana ha ido adecuándose de acuerdo a los compromisos asumidos


por el Estado boliviano a partir de la suscripción de acuerdos y convenios
internacionales. Es así que se ha promulgado la Ley de Cuotas (1997), la Ley de
Participación Popular, la Ley de Partidos Políticos que establece que las nóminas de
candidatos que presenten estas organizaciones políticas tenga que tener una presencia
del 30% de participación de mujeres, el Código Electoral, que señala que de cada cuatro
candidatos a senadores titulares y suplentes por lo menos una representante deberá ser
mujer, la Ley de Municipalidades, la Ley de Agrupaciones Ciudadanas y Pueblos
Indígenas que establece una cuota de candidatas de hasta el 50% y últimamente, la Ley
de Convocatoria a la Asamblea Constituyente, dispone en el Artículo de Equidad de
Género que deberá existir alternancia tanto en las listas plurinominales y uninominales
en la Elección de constituyentes.

La participación de la mujer en cuanto al ejercicio de la ciudadanía tal como aparece en


las disposiciones legales bolivianas para el año 2005, año en que se convocó de manera
extemporánea a elecciones, se determina estos resultados, en los que las mujeres
alcanzan parámetros similares a los hombres.
Cuadro 1. 1

Bolivia: Habilitación para el voto Tipo de elección:


Elecciones generales Año: 2002 hasta 2005
Fuente: Corte Nacional Electoral – CNE

ANO SEXO CANTIDAD PORCENTAJE


2005 Hombres 1641036 50.31 %
2005 Mujeres 1620661 49.69 %
Elaboración: SIVICIGE
Grafico 1. 1

Elaboración:
E SIVICIGE

9
Capitulo Boliviano de Derechos Humanos, Pág. 241.

1
Para el año 2006, año en el que se determina convocar a la Asamblea Constituyente,
respondiendo a los planteamientos desde el año 1992 de los pueblos indígenas del
oriente boliviano, propuestas que muchos sectores de la población fue haciendo suya, es
que en marzo de 2006 se promulga la Ley Especial de Convocatoria a la Asamblea
Constituyente, como parte de los compromisos electorales asumidos. Se convoca a la
elección de constituyentes, la alternancia entre hombres y mujeres, de tal manera que se
garantizó que un tercio de los/as Asambleístas sean mujeres. Como electoras se obtuvo
la siguiente relación:

Cuadro 1. 2
Bolivia: Habilitación para el voto
Tipo de elección: Asamblea Constituyente
Año: 2006 hasta 2006
Fuente: Corte Nacional Electoral – CNE
ANO SEXO CANTIDAD PORCENTAJE
2006 Hombres 1857202 50.01 %
2006 Mujeres 1856174 49.99 %
Elaboración: SIVICIGE
Gráfico 1.2

Elaboración: SIVICIGE

La composición de la Asamblea Constituyente por sexo y departamento para la elección


de Plurinominales, resulta ser en siete departamentos a cuatro hombres y en dos
departamentos a tres, en tanto que mujeres en estos dos departamentos a dos mujeres y
en el resto a una mujer tal como se demuestra en el siguiente cuadro:

Cuadro 1. 3
Bolivia: Igualdad de acceso a la Asamblea Constituyente por sexo, según año
Tipo Elección: Plurinominal
Año: 2006 hasta 2006
Fuente: Corte Nacional Electoral – CNE
Constituyentes
Sexo Departamento Porcentaje (%)
elegidos
Hombres Chuquisaca 4 80.00
Hombres La Paz 4 80.00
Hombres Cochabamba 3 60.00
Hombres Oruro 4 80.00
Hombres Potosí 4 80.00
Hombres Tarija 4 80.00

1
Hombres Santa Cruz 4 80.00
Hombres Beni 3 60.00
Hombres Pando 4 80.00
Mujeres Chuquisaca 1 20.00
Mujeres La Paz 1 20.00
Mujeres Cochabamba 2 40.00
Mujeres Oruro 1 20.00
Mujeres Potosí 1 20.00
Mujeres Tarija 1 20.00
Mujeres Santa Cruz 1 20.00
Mujeres Beni 2 40.00
Mujeres Pando 1 20.00
Elaboración: SIVICIGE

El porcentaje alcanzado en mujeres elegidas es de 34.51%, es decir de 255 bancadas


corresponden 88 para mujeres y 167 a hombres, habiéndose establecido la relación
prevista de acuerdo a la Ley Especial de Convocatoria a la Asamblea Constituyente:

Cuadro 1. 4
Bolivia: Igualdad de acceso a la Asamblea Constituyente por sexo, según año
Tipo Elección: Total de Asambleístas Constituyentes
Año: 2006 hasta 2006
Fuente: Corte Nacional Electoral – CNE
Sexo Constituyentes elegidos Porcentaje (%)

Hombres 167 65.49


Mujeres 88 34.51
Elaboración : SIVICIGE

La participación de las mujeres en otros espacios públicos se encuentra determinada de


la siguiente manera: En el Poder legislativo de acuerdo a las elecciones del 2005 se
tiene que de los 27 representantes para senadores/as se obtuvo una sola senadora mujer
titular, estableciéndose un 3.7%, muy distante del resultado obtenido en las elecciones
de 2002, en la que se alcanzó un total de 14.8% de representación femenina, lo cual
refleja que se está muy lejos de lograr la normativa (SIVICIGE, 2006, 12), que
establece que las mujeres deberán contar con 30% de participación en la Ley de
Partidos Políticos y 50% en la Ley de Agrupaciones Ciudadanas y Pueblos Indígenas o
Campesinos.

En cuanto a la cámara de diputados/as de una composición de 60 diputados


plurinominales y 70 uninominales, se cuenta con 17 diputadas uninominales que
representa un 28.3% y 5 diputadas uninominales elegidas representando un 7.5% del
total (SIVICIGE, 2006, 12).

En cuanto a las directivas en las cámaras legislativas se tiene que desde 1993 al 2006,
sólo en dos oportunidades ha sido elegida una mujer para ocupar dichos cargos en la
cámara de senadores:

1
Cuadro 1. 5
Bolivia: Igualdad de acceso a las directivas de las cámaras Legislativas por sexo, según añ
Cámara Legislativa: Senadores
Año: 1997 hasta 2006
Fuente: Congreso Nacional de la Republica

ANO SEXO PERSONA_ELEGIDA PORCENTAJE

1997 Hombres 1 100%


1997 Mujeres 0 0%
1998 Hombres 1 50%
1998 Mujeres 1 50%
1999 Hombres 1 100%
1999 Mujeres 0 0%
2000 Hombres 1 100%
2000 Mujeres 0 0%
2001 Hombres 1 100%
2001 Mujeres 0 0%
2002 Hombres 1 100%
2002 Mujeres 0 0%
2003 Hombres 1 50%
2003 Mujeres 1 50%
2004 Hombres 1 100%
2004 Mujeres 0 0%
2005 Hombres 1 100%
2005 Mujeres 0 0%
2006 Hombres 1 100%
2006 Mujeres 0 0%
Elaboración: SIVICIGE

La composición de la Cámara de Baja por sexo en cuanto a disputados/as


plurinominales siempre ha estado por debajo de la previsión legal, siendo el dato
histórico más levado el de las elecciones de 2005, con un 28.33% de representación
femenina y 71.67% para los varones:

Cuadro 1. 6
Bolivia: Igualdad de acceso al Poder Legislativo por sexo, según año
Cámara Legislativa: Diputados Plurinominales
Condición Parlamentara: Titulares
Año: 1997 hasta 2005
Fuente: Corte Nacional Electoral – CNE

AÑO SEXO PARLAMENTARIOS/AS PORCENTAJE


1997 Hombres 52 83.87 %
1997 Mujeres 10 16.13 %
2002 Hombres 45 72.58 %
2002 Mujeres 17 27.42 %
2005 Hombres 43 71.67 %
2005 Mujeres 17 28.33 %
Elaboración: SIVICIGE

1
Las Diputadas titulares uninominales, presentan un porcentaje menor mucho menor en
comparación a las plurinominales, así se tiene que el año 1997 fue el año que se alcanzó
un mayor número de escaños con un 14.71% de mujeres:

Cuadro 1. 7
Bolivia: Igualdad de acceso al Poder Legislativo por sexo, según año
Cámara Legislativa: Diputados Uninominales
Condición Parlamentara: Titulares
Año: 1997 hasta 2005
Fuente: Corte Nacional Electoral – CNE

AÑO SEXO PARLAMENTARIOS/AS PORCENTAJE


1997 Hombres 58 85.29 %
1997 Mujeres 10 14.71 %
2002 Hombres 63 92.65 %
2002 Mujeres 5 7.35 %
2005 Hombres 65 92.86 %
2005 Mujeres 5 7.14 %
Elaboración: SIVICIGE

En cuanto al Poder Judicial la situación, no es muy halagüeña, pues de las nuevas


designaciones se tiene que de eligieron a cuatro hombres y una sola mujer para el cargo
de ministros:

Cuadro 1. 8
Bolivia: Igualdad de acceso al Poder Judicial por sexo, según año
Institución: Corte Suprema
Cargo: Ministros
Año: 2006 hasta 2006
Fuente: Corte Suprema de Justicia

ANO SEXO DESIGNADOS_AS PORCENTAJE


2006 Hombres 4 80%
2006 Mujeres 1 20%
Elaboración SIVICIGE

La presencia de mujeres en el poder ejecutivo se ha venido fortaleciendo a través de los


diferentes gobiernos, así para el año 2003 se tenía que una sola mujer de ministra, en
cuanto al acceso a cargos jerárquicos para las mujeres en la misma gestión se tiene hasta
un 10.75% de cargos para mujeres. El actual gobierno ha determinado una mayor
participación de las mujeres llegando al 18.18% sin que de ninguna manera sea el nivel
adecuado de participación femenina, circunstancia que se constata de los siguientes
datos:

1
Cuadro 1. 9
Bolivia: Igualdad de acceso al Poder Ejecutivo por sexo, según año
Cargo: Ministros(as) Año:
2003 hasta 2004
Fuente: Vice – Ministerio de la Presidencia

AÑO SEXO PERSONAS_DESIGNADAS PORCENTAJE


2003 Hombres 12 92.31 %
2003 Mujeres 1 7.69 %
Elaboración: SIVICIGE

Cuadro Nº 1. 10
Bolivia: Igualdad de acceso al Poder Ejecutivo por sexo, según año
Cargo: Direcciones generales
Año: 2003 hasta 2003
Fuente: Vice – Ministerio de la Presidencia

AÑO SEXO PERSONAS_DESIGNADAS PORCENTAJE


2003 Hombres 83 89.25 %
2003 Mujeres 10 10.75 %
Elaboración: SIVICIGE

Cuadro Nº 1. 11
Bolivia: Igualdad de acceso al Poder Ejecutivo por sexo, según año
Cargo: Ministros(as) Año:
2005 hasta 2006
Fuente: www.comunica.gov.bo

AÑO SEXO PERSONAS_DESIGNADAS PORCENTAJE


2005 Hombres 27 81.82 %
2005 Mujeres 6 18.18 %
Elaboración: SIVICIGE

El acceso de las mujeres a cargos públicos, merece una reflexión sobre la participación
efectiva de las mujeres pues “se considera que el espacio público ocupado por una
mujer es ilegítimo, por que sólo correspondería a una concesión dada por la Ley de
cuotas y correspondería a un “relleno”de las listas. La norma convencional en los
partidos políticos subordina la práctica de sus militantes a los intereses que tienen sesgo
masculino. El acoso político corresponde a una desvalorización de las mujeres a través
de insultos con contenidos sexuales y diferentes tipos de presión que las intimidan
10
evitando su continuidad, su participación regular o finalmente su elección” .

Legislación Nacional y avances hacía la igual de las mujeres

Dentro los avances para lograr la igualdad real de las mujeres se debe hacer referencia a
los ajustes realizados a la legislación nacional en procura de eliminar aspectos
discriminatorios para las mujeres, así como en las disposiciones nuevas se determina
aspectos de participación de las mujeres y equidad de género, es así que tomamos la
siguiente relación de disposiciones legales:

10
Capitulo Boliviano de Derechos Humanos, Obcit. Pág. 247.

1
NUMERO NOMBRE FECHA DE CONTENIDO BÁSICO
LEY DS PROMULGACIÓN
Constitución Política del
Estado
Ley 1551 Ley de Participación 20/04/94 Reconoce y promueve de manera
Popular específica el derecho de la mujer a
integrarse y ser parte activa en el
proceso de Participación Popular
Art. 1, 8,10.
DS 23858 Reglamento de las Art. 2. “Las Organizaciones
Organizaciones Territoriales de Base deberán
Territoriales de Base incorporar en la conformación de
sus directivas a las mujeres en
igualdad de oportunidades y
funciones que los hombres”
Ley 1565 Ley de Reforma Educativa 07/12/95 Legisla y sanciona la violencia
física, sexual y psicológica dentro
de la familia
Ley 1674 Ley Contra la Violencia en 18/10/96 Establece la igualdad de derechos
la Familia o Doméstica entre hombres y mujeres en cuanto
a la distribución, administración
tenencia y aprovechamiento de la
tierra.
Ley 1732 Ley de Capitalización 22/11/96
Individual o Ley de
Pensiones
Ley 1760 Ley de Abreviación Proceso 28/02/97 Acorta y agiliza los procesos de
Civil y de Asistencia asistencia familiar
Familiar
Ley 1768 Ley de Modificación al 10/03/97 Incorpora demanda de los
Código Penal movimientos de mujeres y suprime
el término mujer honesta, haciendo
punibles los delitos cometidos
contra niños y mujeres.
Ley 1779 Ley de Reforma y 19 de marzo de 1997 Establece las cuotas de
Complementación al participación de las mujeres a la
régimen Electoral política.
Ley 1788 Ley de Reforma del Poder 16 de septiembre de Crea el Viceministerio de Asuntos
Ejecutivo 1997 de Género, Generacionales y Familia
(VAGGF), cambio de jerarquía y de
nombre de la anterior Subsecretaria
de Género (SAG) creada en 1994.
Dispone medidas para la
institucionalización de la perspectiva
de género en los proyectos de
desarrollo: sistematización y uso de
la información sobre la mujer;
reformas legales; favorecer cambios
socioculturales y posibilitar el acceso
a las mujeres a servicios
para potenciar su participación en la
toma de decisiones.

DS 24864 Decreto para la Igualdad de 10 de Octubre de Establece la responsabilidad de


Oportunidades entre 1997 estado de garantizar la igualdad de
hombres y mujeres derechos entre hombres y mujeres
en los ámbitos político, económico,
social y cultural y la incorporación
de la transversal de género en las
políticas públicas.

16
NUMERO NOMBRE FECHA DE CONTENIDO BÁSICO
LEY DS PROMULGACIÓN
Ley 1818 Ley del defensor del Pueblo 17 de diciembre de Establece el derecho de postulación
1997 de hombre y mujeres en igualdad de
oportunidades y otorga atribuciones
para investigar y denunciar de
oficio violaciones de los derechos
humanos, de las garantías y
derechos individuales o colectivos
contemplados en la CPE; y
promover y recomendar en sus
actuaciones la observación de la
normativa internacional sobre los
derechos humanos de las mujeres.
DS 25055 Norma complementaria al 23 de mayo de 1998 Establece las funciones específicas
DS 24855 del Viceministerio de Asuntos de
Género, Generacionales y Familia.
Ley 1864 Ley de Propiedad y Crédito 15/06/98 Art. 22 y 23
Popular

Ley 1984 Código Electoral 25/06/99 El código fija en un ministerio de


30% la cuota de participación de las
mujeres en el Parlamento y en los
conceptos, de manera alternada.
Art. 8, 112 inc. 1b y c, 2ª, b y c.
Ley de Reformas y Art. 5, inc. b, c y d.
Complementación al
Régimen electoral
Ley 1983 Ley de Partidos Políticos 25/06/99 Promueve la participación de la
mujer en las directivas partidarias y
en las listas de candidaturas a
representación parlamentaria y
municipal en el marco de la igualdad
de oportunidades. Art. 19,
1 y 4: Art. 28 p7
Ley 25028 Decreto Supremo de 1998 Reglamenta la Ley 1674
reglamentación de la Ley
1674 contra la Violencia en
la Familia o Doméstica.
Ley 2028 Ley de Municipalidades 1999 Los municipios constituyen las
(Art. 8 inc. 14, 19 y 22) instancias encargadas de velar por
la transversalización de género en el
gobierno municipal y por el
establecimiento de los Servicios
Legales Integrales en todos los
municipios del país

Ley 2033 Ley de Protección a 1999 Tipifica ya grava las penas contra
Víctimas contra la Libertad los delitos sexuales. Establece
Sexual medidas de atención, protección,
orientación y apoyo a las víctimas
de delitos contra la libertad sexual.
Ley 2026 Código Niño, Niña y 1999 Protege los interese generacionales
Adolescente de niños, niñas y adolescentes.
Los artículos específicos dirigidos a
las mujeres:
• Art. 15: Protección a la
maternidad
• Art. 17: Lactancia
materna.

17
NUMERO NOMBRE FECHA DE CONTENIDO BÁSICO
LEY DS PROMULGACIÓN
Ley Ley de Necesidad de 2001 Incorpora parcialmente los tres
Reformas a la Constitución principios de equidad e igualdad de
Política del Estado género en la carga magna del país:
• Igualdad Jurídica.
• Obligatoriedad de
sancionar la
discriminación contra la
mujer
• Reconocimiento de los
derechos específicos.
Ley 2175 Ley Orgánica del Ministerio 13/02/01 Regula la organización,
Público funcionamiento y atribuciones del
Ministerio Público.
Ley 2273 Ley para prevenir y 22/11/01 Protocolo para prevenir y sancionar
sancionar la trata de la trata de personas especialmente
personas especialmente mujeres y niños.
mujeres y niños
Resolución Vicemiinisterial 01/03/02 Pone en vigencia el Decreto Ley
de los ministerios de 1314 de 24 de diciembre de 1975,
Hacienda y Educación sobre que otorga a las maestras el
el subsidio de maternidad a beneficio del subsidio de
las maestras de la educación maternidad.
pública.
Ley 2426 Ley del Seguro Universal 21/11/02 Modifica el Seguro Materno
Materno Infantil (SUMI) Infantil, disminuyendo prestaciones
de salud de las mujeres y
concentrándose en la maternidad.
2450 Ley de regulación del 6/04/03 Establece derechos laborales de los
Trabajo Asalariado del y las trabajadores/as asalariados/as
Hogar del hogar, contratos, jornada
laboral, obligaciones del empleador
y los/as empleados/as, beneficios
sociales, remuneración, edad de
trabajo, días de descanso,
vacaciones, afiliación a la Caja
Nacional de Salud y otros.
Ley 1984 Nuevo Código de Considera por primera vez el acoso
Procedimiento Penal sexual como un delito civil. Con
ello, los casos de acoso sexual se
encuentran bajo la aplicación de la
Ley. .
Código Civil Art. 1, Art. 2, Art. 3, Art, 4, Art. 5,
Art. 9, Art. 11, Art. 12, Art. 22, Art.
23.
Código de Familia Art. 96, Art. 101.
Ley Especial de 6/03/2006 Determina la participación de las
Convocatoria a la Asamblea mujeres de forma alternada hombre
Constituyente mujer o mujer hombre, en todas las
candidaturas.
Cuadro extractado del informe del Capitulo Boliviano de Derechos Humanos, Democracia y Desarrollo
con modificaciones y actualizaciones.

En este contexto de avances legales también se observa cual es el tratamiento que dieron
los diferentes gobiernos a la institucionalización de las instancias gubernamentales de
atención a las políticas y problemática de género, es ese sentido se tiene la siguiente
evolución a partir de la creación del primer ente rector de políticas públicas para las
mujeres:

18
Número NOMBRE FECHA CONTENIDO BÁSICO
Ley DS PROMULGACIÓN
1493 Ley de Organización del poder Septiembre de 1993 Promocionar políticas y programas especiales
Ejecutivo destinados al desarrollo, protección y defensa
de la familia, la mujer, la niñez, la juventud y
la ancianidad.
23660 Subsecretaria de Asuntos de Septiembre de 1993 Responsable de políticas de la mujer
Género.
1788 Ley de Organización del Poder Septiembre de 1997 Crea el Ministerio sin Cartera responsable de
Ejecutivo Asuntos Campesinos e Indígenas, Género y
Generacionales. Formular políticas y
estrategias, así como supervisar programas y
proyectos relacionados con asuntos indígenas
y pueblos originarios.
26772 Viceministerio de la mujer Septiembre de 1997 Formular y coordinar políticas y acciones;
supervisar programas y proyectos relacionados
con los asuntos de género, la mujer y la
familia.
Políticas y normas para la difusión y la
asimilación del enfoque de género.
Políticas y estrategias para la incorporación
equitativa de la mujer en el ámbito político,
económico y social.
Cumplimiento del Plan Nacional de Equidad de
Género, el plan Nacional de Prevención y
erradicación de la violencia en razón de género
y el Programa de Reducción de Pobreza relativo
a ala mujer.
Coordinar con el Servicio Nacional de
Administración de Personal, la incorporación
equitativa de la mujer en el ámbito público
laboral.
Cumplimiento de la Legislación y normas, así
como de los convenios y compromisos
internacionales en asuntos de género y de
familia.
Políticas que promuevan el concepto de la
familia como eje fundamental de la sociedad y
como uno de los principales objetivos de la
protección del Estado.
Controlar la aplicación de las políticas
destinadas a erradicar la violencia y el
abandono familiar.
2446 Ley de Organización del Poder Marzo de 2003 Ministerio de Desarrollo Sostenible.
Ejecutivo Formular, ejecutar y supervisar políticas sobre
asuntos de género y generacionales.
26973 Viceministerio de la Mujer Marzo de 2003 Formular políticas, reglamentos e instructivos
para la asimilación del enfoque de género,
sobre bases de equidad e igualdad de
oportunidades.
Formular políticas, reglamentos e instructivos
para fortalecer los mecanismos de prevención,
atención, recuperación, protección y sanción de
la violencia intrafamiliar.
Coordinar con el Servicio Nacional de
Administración de Personal la generación de
oportunidades para promover la incorporación
equitativa de la mujer en el ámbito público
laboral.

19
Fortalecer los mecanismos de representación y
acceso de las mujeres a la decisión política.
Vigilar el cumplimiento de la legislación y
convenios internacionales en asuntos de
género.
Articular con las prefecturas y gobiernos
municipales la ejecución de políticas y
programas de género.
3351 Ley de Organización del 21 de febrero de Ministerio de Justicia
Poder Ejecutivo 2006 Formular y coordinar políticas de género y
generacionales
28631 Viceministerio de Género y 8 de marzo de 2006 Formular, ejecutar, dirigir, concretar y vigilar
Asuntos Generacionales políticas, normas y planes que promuevan
oportunidades ente mujeres y hombres,
personas con discapacidad en lo físico,
económico, productivo, social, político y
cultural.
Evaluar la ejecución y cumplimiento de planes y
programas relativos a la equidad de género,
generacional, personas con discapacidad y sectores
vulnerables.
Transversalizar el enfoque de género,
generacional y la igualdad de oportunidades
para personas con discapacidad en las políticas
sectoriales y de la gestión pública, articulando
acciones con los poderes del Estado y la sociedad
civil.
Formular y ejecutar la política nacional de
defensa y protección y promoción de los
derechos de las mujeres, niños, niñas,
adolescentes, jóvenes, adultos, mayores
personas con discapacidad y sectores
vulnerables.
Fuente: Elaboración propia en base a publicaciones de la Gaceta Judicial de Bolivia.

En cuanto a otras normas se realiza especial énfasis en el Código Penal, a partir de las
modificaciones establecidas por la Ley 2033, de Protección a las víctimas de delitos
contra la libertad sexual, así tenemos algunas disposiciones del referido Código:

Cuadro - Código Penal

Cumplimiento y
ejecución de
penas
Art. 53 Las penas de privación de libertad impuestas a mujeres, se cumplirán en establecimientos
especiales o bien en otras dependencias, pero siempre separadas de los hombres.
Art. 56 Las mujeres, los menores de veintiún años y los enfermos (que cumplen penas), no podrán
ser destinados sino a trabajos del establecimiento y de acuerdo a su capacidad.
Art. 57 Cuando la pena no excediere de seis meses, podrán ser detenidas en sus propias casas las
mujeres de buenos antecedentes y las personas mayores de sesenta años o valetudinarias
Delitos contra los deberes de asistencia familiar
Art. 248 Delitos contra los deberes de asistencia familiar
El que sin justa causa no cumpliere las obligaciones de sustento, habitación, vestido, educación y
asistencia inherente a la autoridad de los padres, tutela o condición de cónyuge o conviviente, o
abandonare el domicilio familiar o se substrajere al cumplimiento de las indicadas obligaciones, será
sancionado con reclusión de seis meses a dos años o multa de
cien a cuatrocientos días.
Art. 250 El que fuera de matrimonio hubiera embarazado a una mujer y la abandonare sin prestarle la
asistencia necesaria, será sancionado con reclusión de seis meses a tres años.

20
La pena será de privación de libertad de uno a cinco años, si a consecuencia del abandono la
mujer cometiere un delito de aborto, infanticidio, exposición o abandono de recién nacido, o
se suicidare.
Art. 263 El que causare la muerte de un feto en el seno materno o provocare su expulsión prematura,
será sancionado:
1) Con privación de libertad de dos a seis años, si el aborto fuere practicado sin el
consentimiento de la mujer o si ésta fuere menor de diez y seis años.
2) Con privación de libertad de uno a tres años, si fuere practicado con el
consentimiento de la mujer.
3) Con reclusión de uno a tres años, a la mujer que hubiere prestado su consentimiento.
La tentativa de la mujer, no es punible.
Art. 264 Cuando el aborto con el consentimiento de la mujer fuere seguido de lesión, la pena será de
privación de libertad de uno a cuatro años; y si sobreviniera la muerte, la sanción será
agravada en una mitad.
Cuando del aborto no consentido resultare una lesión, se impondrá al autor la pena de privación
de libertad de uno a siete años; si ocurriere la muerte, se aplicará la de privación de
libertad de dos a nueve años.
Art. 265 Si el delito fuere cometido para salvar el honor de la mujer, sea por ella misma o por terceros,
con consentimiento de aquella, se impondrá reclusión de seis meses a dos años, agravándose la
sanción de un tercio, si sobreviene la muerte.
Art. 266 Cuando el aborto hubiere sido consecuencia de un delito de violación, rapto no seguido de
matrimonio, estupro e incesto, no se aplicará sanción alguna, siempre que la acción penal
hubiere sido iniciada.
Tampoco será punible si el aborto hubiere sido practicado con el fin de evitar un peligro para la
vida o la salud de la madre y si este peligro no podía ser evitado por otros medios
Art. 268 El que por culpa causare un aborto, incurrirá en prestación de trabajo hasta un año.
Art. 269 El que se dedicaré habitualmente a la práctica de aborto, incurrirá en privación de libertad de
uno a seis años.
Art. 279 La madre que abandonare al hijo recién nacido para salvar su honor, será sancionada con
reclusión de un mes a un año. Si del hecho derivare la muerte o lesión grave, la pena será
aumentada hasta tres o dos años respectivamente.
Art. 292 El que de cualquier manera privare a otro de su libertad personal, incurrirá en reclusión de
seis meses a dos años y multa de treinta a cien días.
Art. 293 El que mediante amenazas graves alarmare o amedrentare a una persona, será sancionado con
prestación de trabajo de un mes a un año y multa hasta sesenta días.
La pena será de reclusión de tres a diez y ocho meses, si la amenaza hubiere sido hecha con
arma o por tres o más personas reunidas.
Art. 294 El que con violencia o amenazas graves obligare a otro a hacer, no hacer o tolerar algo a que
no está obligado, incurrirá en reclusión a seis meses a dos años.
La sanción será de reclusión de uno a cuatro años, si para el hecho se hubiere usado armas.
Delitos contra la Libertad Sexual
Art. 308 (Violación) Quien empleando violencia física o intimidación, tuviera acceso carnal con
persona de uno u otro sexo; penetración anal o vaginal o introdujere objetos con fines
libidinosos, incurrirá en privación de libertad de cinco (5) a quince (15) años.
El que bajo las mismas circunstancias del párrafo anterior, aunque no mediara violencia
física o intimidación, aprovechando de la enfermedad mental, grave perturbación de la
conciencia o grave insuficiencia de la inteligencia de la víctima, o que estuviere incapacitada
por cualquier otra causa para resistir, incurrirá en privación de libertad de quince (15) a veinte
(20) años.
Art. 308 Bis (Violación de niño, niña o adolescente) Quien tuviera acceso carnal con persona de uno u
otro sexo menor de catorce años. Penetración anal o vaginal o introdujere objetos con fines
libidinosos, será sancionado con privación de libertad de quince (15) a veinte (20) años, sin
derecho a indulto, así no haya uso de la fuerza o intimidación y se alegue consentimiento.
Quedan exentas de esta sanción las relaciones consensuadas entre adolescentes mayores de doce
años, siempre que no exista diferencia de edad mayor de tres (3) años, entre ambos, y no se
haya producido violencia ni intimidación.
Art. 308 (Violación en estado de inconsciencia) Quien tuviera acceso carnal, penetración anal o
Ter vaginal o introdujere objetos con fines libidinosos, a personas de uno u otro sexo, después de
haberla puesto con este fin en estado de inconsciencia, será sancionado con pena de privación
de libertad de diez (10) a quince (15) años.

21
Art.309 (Estupro) Quien, mediante seducción o engaño, tuviera acceso carnal con persona de uno u
otro sexo. Mayor de catorce (14) años y menor de dieciocho (18), será sancionado con
privación de libertad de dos (2) a seis (6) años.
Art. 310 (Agravación) La pena será agravada en los casos de los delitos anteriores, con cinco años:
1. Si como producto de la violación se produjera alguna de las circunstancias previstas
en los Arts. 270 y 271 de este Código.
2. Si se produjera un grave trauma o daño psicológico en la víctima.
3. Si el autor fuera ascendiente, descendiente o pariente dentro del cuarto grado de
consanguinidad o segundo de afinidad.
4. Si el autor estuviere encargado de la educación o custodia de la víctima, o si ésta se
encontrara en situación de dependencia o autoridad.
5. Si en la ejecución del hecho hubieran concurrido dos o más personas.
6. Si el autor utilizo, armas u otros medios peligrosos susceptibles de producir la
muerte de la víctima; o
7. Si el autor hubiera sometido a la víctima a condiciones vejatorias o degradantes.
Si como consecuencia del hecho se produjera la muerte de la víctima, se aplicará la pena
correspondiente al asesinato.
Art. 312 (Abuso deshonesto) El que en las mismas circunstancias y por los medios señalados en los
artículos 308, 308 bis y 308 ter, realizara actos libidinosos no constitutivos de acceso carnal,
será sancionado con privación de libertad de uno a cuatro años. Si la víctima fuere menor de
catorce (14) años, la pena será de cinco (5) a veinte (20) años.
Rapto
Art, 314 El que con el mismo fin del articulo anterior raptare una mujer honesta que hubiere llegado a
la pubertad
Art. 315 El que con violencia, amenazas o engaños substrajere o retuviere a una persona con el fin de
contraer matrimonio, será sancionado con reclusión de tres a diez y ocho meses.
Art. 316 Las penas serán atenuadas en una mitad, si el culpable hubiere devuelto espontáneamente la
libertad a la persona raptada o la hubiere colocado en un lugar seguro, a disposición de su
familia.
Art. 317 No habrá lugar a sanción cuando los reos, en los caos respectivos, no teniendo impedimento
alguno, contrajeren matrimonio con las ofendidas, antes de que la sentencia cause ejecutoria.
Cuadro extractado del informe del Capitulo Boliviano de Derechos Humanos, Democracia y Desarrollo,
complementado y actualizado propio.

Conclusiones

La igualdad es todavía una lejana realidad para la inmensa mayoría de las mujeres
bolivianas. Por muy fuertes y alentadores que fueran los cambios institucionales, su
“aprovechamiento” continuará siendo regido por las relaciones de poder existentes, la
cultura patriarcal imperante, con estructuras de subordinación y resultados
desventajosos persistentes.

El derecho a la igualdad en Bolivia, se vincula casi de manera exclusiva a la


desigualdad en el orden jurídico-social. Las mujeres, en particular aquéllas de los
sectores más empobrecidos, a menudo carecen de las capacidades necesarias para
apropiar –en el ámbito de su cotidianidad- sus derechos jurídicamente consagrados.
Esto no es en modo alguno paradójico en espacios donde la ausencia de determinados
elementos básicos que garantizan un bienestar mínimo, no permiten extender las propias
capacidades. Tal es el carácter sistémico de la desigualdad.

En cuanto a la participación de las mujeres en espacios políticos y públicos, se concluye


que si bien existen modificaciones y avances en materia legislativa, de manera general,
no se ha alcanzado los parámetros establecidos dentro de dicha normativa, por lo que
corresponde realizar mayores esfuerzos y generar conciencia ciudadana en la

2
participación desde las mujeres, consensuando políticas participativas con el 49.8% de
la población masculina.

Desde el punto de vista político-institucional, la atención de la problemática de la mujer


ha sufrido un importante retroceso. En la actual Ley Orgánica del Poder Ejecutivo
(LOPE), ha desaparecido el Viceministerio de la Mujer, dependiente del Ministerio de
Desarrollo Sostenible y en su lugar se ha creado la Secretaría de Asuntos de Género
dependiente del Ministerio de Justicia. Al margen de este aspecto de orden formal, lo
sustantivo del retroceso tiene que ver con el alcance de las políticas, las mismas que no
sólo deben enfocarse en los aspectos de respeto y cumplimiento de la normativa vigente,
sino que, su alcance, también, debe considerar procesos de equiparación, que implican
el uso de recursos de inversión social con enfoque de género.

2
CAPÍTULO 2

TRABAJO Y CONDICIONES LABORALES DE LA MUJER

El Derecho laboral boliviano


11
La legislación boliviana, en el marco de disposiciones instituidas en tono genérico ,
consagra el derecho de las mujeres al trabajo.

La Constitución Política del Estado reconoce el derecho al trabajo libremente aceptado


y al salario justo. El Art. 5 dispone que “nadie podrá ser obligado a prestar trabajos
personales sin su pleno consentimiento y justa retribución”. En concordancia con esta
disposición, en su Art. 7 inc. d) señala que toda persona tiene derecho a “trabajar y
dedicarse al comercio, la industria o a cualquier actividad lícita, en condiciones que no
perjudiquen al bien colectivo.”

Por otra parte, la ley fundamental de Bolivia, mediante el Artículo 159º inc. II establece,
el derecho de huelga como el ejercicio de la facultad legal de los trabajadores de
suspender labores para la defensa de sus derechos, previo cumplimiento de las
formalidades legales. Asimismo, en su Régimen Social, consagra también, la estabilidad
laboral para todo trabajador, hombre o mujer.

De acuerdo a la Ley General del Trabajo se ha establecido para las mujeres una jornada
laboral máxima de 7 horas diarias de lunes a viernes y 5 horas los días sábados.
Asimismo, determina la protección a la maternidad de las trabajadoras regulando las
licencias y el goce de descansos para las mujeres embarazadas de 45 días anterior y 45
días posteriores al parto, susceptible de ser ampliado de acuerdo a requerimiento de
salud de la trabajadora, estos días de descanso con la percepción del 100% de su sueldo.
Como efecto también de la protección a la maternidad y la niñez se establece una hora
diaria de licencia para lactancia durante un año.

La legislación laboral boliviana garantiza la estabilidad de la mujer embarazada. La Ley


875 de 2 de mayo de 1988 determina la inamovilidad en su puesto de toda mujer en
periodo de gestación hasta un año después del nacimiento de su hijo.

El Decreto Supremo 24864, de Octubre 1997, sobre "Igualdad de oportunidades entre


Hombres y Mujeres" propone eliminar la discriminación de las mujeres en el acceso al
empleo.

Por otro lado, el Decreto Supremo 21637, del 25 de junio de 1987, redefine los
subsidios que deben ser entregados en especie y no en dinero.

Con referencia al trabajo doméstico remunerado, la Ley General del Trabajo establece
un régimen especial para el trabajo doméstico. En este sentido, realizando un avance

11
Se ha venido afirmando, en forma recurrente, que el Estado reconoce constitucionalmente los DESC de
las mujeres, sin embargo, por la visión androcéntrica del texto constitucional, las mujeres deben asumirse
incluidas en el masculino genérico universal. Es de esperar que esta discriminación formal en el lenguaje,
desaparezca en la nueva CPE y se establezcan políticas adecuadas para combatir la desigualdad real.

2
sustancial el 9 de abril de 2003, se ha promulgado la Ley de Regulación del Trabajo
Asalariado del Hogar, que garantiza los derechos de las trabajadoras y trabajadores del
hogar, estableciendo de forma clara el monto que deben percibir por el trabajo realizado
en u mínimo nacional, y todos los beneficios sociales al igual que para otros
trabajadores/as.

Sobre los derechos laborales, el ordenamiento interno, generalmente, de nuestro Estado


considera las directivas emanadas de organismos internacionales. En este contexto,
Bolivia ha ratificado los convenios de la OIT en materia laboral. Cabe hacer notar que
como consecuencia de estos convenios, el Estado boliviano ha promulgado los
instrumentos legales correspondientes, como se muestra en el detalle siguiente:

• Igualdad de oportunidades y de trato; Decreto supremo núm. 24864, que garantiza


la igualdad de derechos entre hombres y mujeres en los ámbitos político,
económico, social y cultural.

• Eliminación del trabajo infantil, protección de los niños y jóvenes; Ley Nº 2026,
de 27 de octubre de 1999, Ley del Código del niño, niña y adolescente.

• Trabajadores inválidos; Ley Nº 1678, de la persona con discapacidad.

• Seguridad y salud del trabajo; Decreto Ley Nº 16998, de 2 de agosto de 1979, Ley
General de Higiene, Seguridad Ocupacional y Bienestar.

• Prestaciones de vejez, invalidez y supervivencia; Ley Nº 1732, de pensiones.

• Pueblos indígenas y tribales; Ley Nº 1777, Código de Minería.

• Trabajos subterráneos de toda clase en minas; Decreto Supremo de 4 de mayo de


1940, que prohíbe el trabajo de mujeres y menores de 18 años en las minas

Al respecto, evidentemente se ha adecuado la legislación a lo establecido por los


Convenios de la OIT y estos mismos “en la mayoría de los casos no se cumplen, ni
existen los mecanismos administrativos y de sanción para su cumplimiento ejercidos
por el organismo competente. Esta normativa tiene un carácter protectivo para los y las
trabajadoras, empero la flexibilización laboral aplicada de facto, estructuralmente niega
12
y debilita su aplicación .

Situación del empleo en Bolivia

Como se observa, la legislación boliviana vigente establece un alto grado de respeto a


los derechos económicos y laborales de los trabajadores; no obstante, como
consecuencia de la aplicación del denominado “Programa de Ajuste Estructural (PAE)”,
13
que privilegió la estabilidad macroeconómica , aún prevalecen prácticas que infringen

12
Capítulo Boliviano de Derechos Humanos, 2005. Pág. 274.
13
En el largo periodo de 1985 al 2006, se sucedieron gobiernos de corte neoliberal, dominados por grupos
empresariales que profundizaron la flexibilización laboral. El deterioro de las condiciones de trabajo,
junto con la “libre contratación y el libre despido” fueron los elementos que dieron el tono a la política
socio-laboral en Bolivia.

2
dicha normativa. En esta etapa, desde el Estado, se implementaron políticas estatales de
desregulación y de flexibilización laboral, dando marco al llamado proceso de
14
“capitalización” de las empresas estatales . Este contexto de política económica se
constituyó en el instrumento que fomentó la precarización del empleo, que en la
actualidad se está revirtiendo.

La Flexibilización Laboral

A partir de la promulgación del decreto 21060 (21 de agosto de 1985), en el marco del
PAE, y de otras reformas, se implementaron procesos de flexibilización laboral. Es así
que la libre contratación y el libre despido, promovida por esta norma, sirvió para
generar la “eventualización” del trabajo asalariado.

La flexibilización laboral en el periodo 1985-2005, en el caso de las mujeres, determinó,


en ciertos casos, su inserción en el sector informal o, en otros, formar parte de los
desempleados. Los empresarios prefieren contratar hombres antes que mujeres, debido
principalmente al Artículo 61 de la Ley General del Trabajo y disposiciones conexas,
que establecen el Subsidio de Maternidad, la Estabilidad de la Embarazada,
Asignaciones Familiares y Seguro de Maternidad. Por lo tanto, la discriminación es
flagrante en el marco de la contratación directa establecida por el controvertido decreto
21060.

La emergencia del denominado sector informal, constituido por pequeños


emprendimientos, generalmente, de escala familiar, resultado de la aplicación de las
reformas estructurales de corte neoliberal, le ha conferido rasgos muy particulares al
actual mercado de trabajo. Este fenómeno es de particular interés, para el presente
trabajo, porque en los hechos, la actividad informal es la que mayor mano de obra
femenina absorbe. Por otro lado, estas actividades representan nuevas formas de trabajo
caracterizadas por la ausencia de mecanismos de protección social.

Los datos del Instituto Nacional de Estadística (INE), reflejan con claridad los efectos
de la flexibilización laboral en la estructura del empleo (véase cuadros del Anexo 1).

No obstante las condiciones adversas en las que se desenvuelve el mercado laboral


boliviano, los elevados índices de desempleo y subempleo siguen constituyendo el
mayor problema para la economía nacional.

El fracaso de las políticas de empleo emprendidas desde el Estado

La problemática del empleo, en general, es una de las mayores preocupaciones no sólo


del gobierno sino de todos los sectores sociales que demandan mayor cantidad de
puestos de trabajo, tanto para las mujeres como para los hombres.

14
El gobierno del MNR que propuso -e instrumentó- estas políticas, “vendió” la idea de que los
inversionistas extranjeros prefieren los países cuyas normas laborales son menos estrictas. Se argumentó
que las normas aumentan el costo de la mano de obra, y que por lo tanto, los inversionistas se interesarían
por las empresas estatales bolivianas si el margen de beneficio se acrecentaba al descontar una menor
masa

2
El Estado dentro de sus estrategias de reducción de la pobreza ha desarrollado políticas
15
de empleo , considerando que la pobreza, principalmente la urbana, está asociada con
esta problemática.

En este desarrollo analizamos los resultados de uno de los programas que,


mediáticamente, se constituyo en la “estrella” de los últimos gobiernos pasados; el Plan
Nacional de Empleo de Emergencia (PLANE) que tuvo duración de casi 4 años, desde
finales del año 2001 hasta diciembre de 2005.

De acuerdo al documento “Evaluación de Impacto del PLANE III: Un programa que


16
permitió adquirir experiencia laboral a los obreros” :

El PLANE fue ejecutado en sus tres fases tan sólo con recursos externos. Tal como era
esperarse, el PLANE al ser un Programa de Emergencia debería preverse que dejaría de
existir en algún momento, considerando que los recursos de cooperación externa cada año
fueron disminuyendo y no se previeron recursos del TGN.

La cita que precede refleja el carácter coyuntural que tuvo. A este respecto es
importante señalar que en este programa estaba totalmente ausente una política de
creación de empleo productivo y de recuperación económica de la industria y
producción nacionales.

La misma fuente revela que en las tres fases se gastó aproximadamente $us 79 millones,
“en el PLANE-I se ejecutó alrededor US$ 32 millones, para el PLANE-II US$ 27
millones y para el PLANE-III se ejecutó US$ 20 millones”.

Los mayores montos de ejecución se concentraron en proyectos sobre “manejo


preventivo de caminos” y “mejoramiento de áreas y vías públicas”.

Con referencia a la participación de las mujeres, en el PLANE-I había una mayor


participación femenina (61.1%) en tanto que para el PLANE-II la participación por
sexos fue aproximadamente igual y, para el PLANE-III, nuevamente, hubo mayor
participación de las mujeres (83.6%).

El documento con referencia a los beneficios no monetarios indica lo siguiente:

La conclusión principal a la que arriba el documento es que, el impacto medido sobre la


probabilidad de encontrar empleo post PLANE-III, es más significativo para los hombres.
Este hecho se corrobora con una encuesta en la que una gran proporción de las personas que
trabajaron en el Plan pudieron obtener un empleo.

Lo que el documento no refleja, es que el manejo preventivo de caminos y el


mejoramiento de áreas y vías públicas se realizaban en forma rudimentaria, a pala y
pico.

15
Se debe aclarar que, en el marco del cuestionario de este Diagnóstico, que las políticas de empleo que
se han desarrollado no han estado focalizadas en las mujeres, aún cuando su participación haya sido
mayoritaria. La visión que prevalece en las políticas de empleo establece que el problema del ingreso de
las familias se resuelve con el trabajo del “jefe de familia” sea hombre o mujer.
16
CASASOLA Landa Fernando y LIZARRAGA Susana I. en el Volumen 22 de enero de 2007 –
UDAPE.

2
La experiencia laboral adquirida que se reivindica, en el documento citado, al Plan
queda minimizado cuando se observa que solamente el 19.6% de los obreros del
PLANE-III estaban trabajando por primera vez. En el PLANE-II el porcentaje es de
8.6%; que refleja que una importante mayoría ya tenía experiencia laboral.

Las conclusiones que se pueden obtener, a partir de los datos consignados en el


documento, son las siguientes:

• Una vez concluidas las etapas, las mujeres, que representaban el mayor
porcentaje de obreras del PLANE, quedaron mayoritariamente desocupadas.
• La supuesta articulación entre la política económica y la social de los gobiernos
neoliberales, estuvo determinada por la situación de “emergencia política” ante
17
el crecimiento del desempleo y el descontento de la población.

Derecho de la mujer al trabajo libremente escogido o aceptado

Formalmente, el Estado tiene la obligación de “crear condiciones que garanticen para


todos posibilidades de ocupación laboral, estabilidad en el trabajo y remuneración
justa”. Sin embargo, por la situación económica del país, la poca oferta de empleo y las
condiciones –generalmente inadecuadas– en que se desempeñan ciertas actividades
determinan que la elección de empleo sea una cuestión con muy pocas opciones. A
esto, se suman los condicionamientos culturales que también impiden la libre elección
del trabajo. Dentro de los roles de género tradicionalmente establecidos, se considera
que ciertos tipos de trabajo son más apropiados para las mujeres que otros.

El empleo precario y el trabajo a tiempo parcial -con muy baja remuneración- siguen
estando enormemente feminizados. El trabajo a tiempo parcial no es una opción laboral
elegida por las mujeres, como a veces pretende argumentarse, sino la única vía de
acceso al mercado laboral que encuentran muchas mujeres, como medio para obtener
algún ingreso y seguir atendiendo las responsabilidades familiares. La
“informalización” del empleo es una alternativa estratégica de supervivencia. Grandes
cantidades de trabajadoras se desplazaron del empleo formal al informal.

El resultado más importante de los tres últimos quinquenios, es la masiva incorporación


de la mujer al mercado de trabajo, aspecto que determinó una nueva realidad en este
contexto. Los indicadores para medir y caracterizar esta importante participación y los
cambios operados en el mercado laboral siguen utilizando indicadores que corresponden
a realidades diferentes, con otros actores distintos y con otros requerimientos de
políticas, aspectos que dificulta la formulación de políticas desde la perspectiva de
18
género; esta situación es mucho más palpable para mujeres rurales.

Está claro que en el ámbito informal del mercado de trabajo, el Estado no ha cumplido
con su obligación de asegurar, bajo el imperio de la ley, principios básicos relacionados
con la justicia social ni con los DESC de las mujeres.

17
El informe especial: “Desempleo, Subempleo e Informalidad en Bolivia 1996 – 2005” publicado por
UDAPE (Octubre, 2006) indica que la cesantía urbana se incrementó de 2.4% en 1996 hasta 6,21% en el
2005. Con referencia a la población ocupada en subempleo se incrementó de 20,18% en 1996 a 27.47%
en el 2005.
18
Capitulo Boliviano de Derechos Humanos Op cit. Pag. 266.

2
Los cuadros del Anexo 2, muestran los datos correspondientes a la población de
mujeres económicamente activa. Los cuadros A2-7, A2-8 y A2-9, muestran el grado de
segregación laboral que ubica a las mujeres en determinados puestos de trabajo.

Derecho de la mujer al salario y a condiciones de trabajo equitativas y


satisfactorias

Los avances logrados en materia legislativa en favor de las mujeres no guardan


correspondencia con las prácticas excluyentes y discriminatorias que subsisten. En la
sociedad boliviana siguen existiendo poderosos obstáculos estructurales, principalmente
de carácter psicosocial y/o cultural, para la plena equiparación laboral de hombres y
19
mujeres .

La persistencia de las discriminaciones salariales para las mujeres, que continúan


operando a través de agentes sociales a todo nivel, se funda en estereotipos, sin ninguna
correspondencia con los –indiscutibles- avances que las mujeres han logrado en materia
de preparación y/o capacitación para el trabajo.

Los obstáculos para el acceso al mercado de trabajo son múltiples y difieren según áreas
geográficas y niveles socioeconómicos.

Sin embargo, el obstáculo más generalizado tiene que ver con la responsabilidad de la
mujer en el cuidado del hogar, hijas e hijos. En general, en la sociedad boliviana,
prevalece una vieja cultura patriarcal fundada sobre la diferencia entre sexos. Esta
estructura ideológica reproduce la idea de que la mujer debe asumir papeles
protagónicos en cuanto a la maternidad y por ende el cuidado del hogar, de las hijas e
hijos, liberando –casi en forma automática- al hombre de tales deberes. De tal modo, los
hombres quedan libres para dedicarse de lleno al trabajo remunerado.

Con la “carga” del cuidado del hogar y la alimentación de los miembros de la familia
sobre sus espaldas, es difícil que la mujer pueda disponer del tiempo y las energías para
desarrollar un trabajo remunerado. “Los ingresos marcan sustanciales diferencias entre
sexos y por condición étnica. Estas dos condiciones tienen incidencia no sólo en la
20
jerarquía ocupacional sino también en la percepción de ingresos” .

Características del trabajo y el empleo femenino

Existe una gran coincidencia en la mayoría de los estudios, que sobre la situación de las
mujeres se realizan en el país, en señalar que el ámbito del trabajo es el lugar donde con
21
mayor nitidez se puede apreciar la discriminación sexual . El “Informe de Análisis

19
El Comité DESC, con referencias al derecho de la mujer al salario y a condiciones de trabajo
equitativas y satisfactorias, ha manifestado su preocupación por la desigualdad de remuneración por igual
trabajo y la elevada proporción de mujeres que trabajan en condiciones inadecuadas en el sector no
estructurado o como empleadas domésticas.
20
Capítulo Boliviano de Derechos Humanos, Pág. 271.
21
La discriminación laboral en razón de género, se refleja también en la poca importancia que se le brinda
desde los organismos estatales encargados de manejar la información. Los datos oficiales de empleo de
las mujeres, tienen normalmente un carácter general que oculta la realidad socioeconómica de
importantes grupos de la población femenina. No se tiene datos básicos para saber cual es la situación de
las mujeres cabeza de familia, madres solteras, madres abandonadas, mujeres refugiadas, mujeres
desplazadas, mujeres adultas, mujeres rurales, indígenas, inmigrantes y emigrantes.

2
Exclusión y Discriminación” elaborado por la Coordinadora de la Mujer señala al
respecto lo siguiente:

El principal ámbito de discriminación es el trabajo, según lo expresa el 40,4% de las


mujeres entrevistadas, tendencia que presenta leves variaciones entre ciudades: en
Tarija alcanza el 54,9%, en La Paz el 43,7% y en Cochabamba el 41%. Este
comportamiento se da en un contexto de amplia participación laboral de las mujeres,
con desbalance entre la oferta y demanda laboral, atravesado por la vigencia de pautas
segregacionistas y de segmentación del mercado laboral por razones de género (2007,
56).

La exclusión y la discriminación que la mujer sufre en el ámbito laboral, configura un


contexto de inequidad que tiene –entre muchas otras- las siguientes formas y
características:

Acceso al empleo
Resulta muy difícil el control jurídico-institucional de las discriminaciones en el
momento previo al empleo. Los organismos encargados de los derechos laborales no
ejercen su competencia, sino desde la existencia de la relación contractual de la
trabajadora o del trabajador.

Continuidad en el empleo
La continuidad en el trabajo de las mujeres se ve afectada por su rol reproductivo y por
la asunción, de forma casi exclusiva, de las responsabilidades familiares.

Discriminación salarial
La discriminación retributiva se deriva del establecimiento de categorías ocupacionales;
de la especialización o configuración de grupos dentro de cada categoría; o del
establecimiento de complementos salariales. La forma de remunerar menos a las
trabajadoras se basa en criterios o procedimientos cada vez más sutiles.

Que [e]n la participación por sexo según rama de actividad las diferencias son
relevantes. A nivel general el ingreso de las mujeres alcanza el 52% de los hombres,
que en una relación proporcional corresponde a que el ingreso de los hombres es 1.9
veces de las mujeres. En el área rural la relación es un poco mayor que el dato nacional,
alcanza a ser 2.32 veces más el ingreso de los hombres rurales que el de las mujeres
rurales. Es decir que el ingreso de las mujeres rurales es de 43% menos de la mitad que
22
el de los hombres (ver anexo).

Acoso sexual en el trabajo


La precariedad laboral agudiza el problema del acoso sexual en el ámbito laboral,
23
aunque ésta sea una de las formas de violencia contra las mujeres menos denunciadas
por las dificultades que entraña la prueba o por el miedo a perder el trabajo.

Acerca de la Legislación sobre acoso-abuso sexual en el espacio laboral, al Ley 1599


del 18 de de octubre de 1994, establece en un artículo único aprueba y ratifica la

22
Capítulo Boliviano de Derechos Humanos, Pág. 271.
23
En relación a esta característica, en el capítulo correspondiente a los Derechos Sexuales y Derechos
Reproductivos de este diagnostico, se describe la forma en que esta presente en la sociedad boliviana esta
y otras formas de violencia sexual.

3
CEDAW y la Convención de Belen Do Pará, suscrita por el gobierno boliviano el 14 de
septiembre de 1994.

La CEDAW en el art. 2 inc b) tipifica el acoso sexual en el lugar de trabajo como parte
de la violencia; lo que supondría que de darse este hecho se daría legar al despido
indirecto de la trabajadora con el goce de todos sus beneficios sociales equivalente a un
24
despido no justificado.

Las características identificadas y descritas, tiene las siguientes cifras que las respaldan:

La evolución del desempleo femenino

De acuerdo al informe especial: “Desempleo, Subempleo e Informalidad en Bolivia


1996 – 2005” que UDAPE ha publicado, en el marco del tercer informe sobre el estado
de situación de la economía boliviana de la gestión 2006, el crecimiento del desempleo
25
abierto , en dicho periodo, ha seguido la siguiente evolución:

Cuadro 2.1
Área Urbana: Tasa de Desempleo Abierto por Sexo

Indicador(%) 1996 2000 2001 2002 2003 2005 (p)


Tasa de desempleo abierto 3.12 7.46 8.50 8.69 8.71 8.15
Hombres 3.03 6.22 7.47 7.31 6.84 6.76
Mujeres 3.23 8.99 9.67 10.32 10.98 9.87
(p) Preliminar
Fuente: UDAPE, en base a datos del INE – Encuesta a Hogares

En el Cuadro 2.1, se observa que en 1996 la tasa de desempleo femenino era


prácticamente igual que el observado por los hombres; esta brecha se fue ensanchando
llegando el desempleo femenino, a partir del 2003, a superar por más de 4 puntos
porcentuales al desempleo masculino. Como conclusión, se puede expresar que la
desaceleración económica impactó con mayor fuerza a las mujeres.

La duración del desempleo femenino

El documento de UDAPE, que utilizamos como base de información, presenta los


siguientes datos con relación a la duración del desempleo femenino:

24
SANDOVAL Isaac, 2001: 136, en Capitulo Boliviano de Derechos Humanos, Pag. 274.
25
La Tasa de Desempleo Abierto se define como la razón de la Población Desempleada Abierta
(Población Cesante + Población Aspirante) entre la Población Económicamente Activa.

3
Cuadro 2.2
Área Urbana: Duración Promedio de Desempleo
(En meses)

Indicador 1999 2000 2001 2002 2003 2005 (p)

Promedio 19.5 23.0 18.0 17.8 15.1 13.3


Por Sexo
Hombres 9.8 12.6 14.0 10.6 7.8 8.5
Mujeres 31.5 31.7 21.9 24.0 21.4 17.8
Por Educación
Primaria o menos 24.3 30.9 24.0 20.0 16.6 11.3
Secundaria 16.0 18.5 13.8 16.8 9.6 14.4
Superior 19.7 15.2 15.5 15.8 23.6 13.9

(p) Preliminar
Fuente: UDAPE, en base a datos del INE – Encuesta a Hogares

La duración promedio de desempleo de las mujeres fue disminuyendo a casi la mitad,


de más de 35 meses en 1999 a menos de 18 meses en 2005, empero la brecha con
respecto al tiempo de duración de desempleo con relación a los hombres es más del
doble.

Por otra parte, en los últimos años se ha observado una disminución de la brecha entre
quienes presentaban más tiempo en situación de desempleo por razones educativas, de
manera que para el 2005, prácticamente no existe diferencia en el tiempo de búsqueda
entre egresados de primaria vs. otro de nivel universitario o superior. Esto tiene como
factor explicativo, la mayor presencia femenina en el mercado laboral, a través –como
veremos a continuación- de su inserción a los sectores informales.

Población ocupada en sectores informales.

Los establecimientos -según UDAPE- se clasifican de acuerdo a los siguientes sectores


del mercado de trabajo: sector estatal, empresarial, semiempresarial y unidades
familiares y domésticas. Del cuadro que sigue, se aprecia que el sector informal,
absorbe casi el 60% de los ocupados del área urbana, lo que implica que la mayoría de
la población trabaja en condiciones precarias y con bajos ingresos. De esta población
una gran parte, son mujeres.

3
Cuadro 2.3
Población Ocupada Según Sector del Mercado de Trabajo, Población Ocupada Informal
(En porcentaje)

Indicador 1996 2000 2001 2002 2003 2005 (p)


Total 100.0 100.0 100.0 100.0 100.0 100.0
Doméstico 4.6 4.2 5.1 3.9 4.4 3.8
Estatal 11.6 10.7 11.3 10.7 9.7 9.8
Familiar (A) 46.8 48.3 47.2 46.5 46.5 42.3
Semi-empresarial (B) 16.2 12.6 14.1 17.6 16.7 16.9
Empresarial 20.8 24.2 22.3 22.6 27.2
Pob. Ocupada Informal (A+B) 63.0 60.8 61.3 64.1 63.2 59.1

(p) Preliminar
Fuente: UDAPE, en base a datos del INE – Encuesta a Hogares

El empleo en los sectores público y privado

El Estado, a pesar de la abundante base legal formalmente instituida en materia laboral,


solamente ha implementado medidas positivas concretas en el aparato estatal. Entre las
medidas que favorecen al propósito de eliminar la discriminación por sexo u otro
motivo en la función pública se ha dictado el Decreto Supremo 26115, de 16 de marzo
de 2001, que aprobó las Normas Básicas del Sistema de Administración de Personal, las
cuales tienen por objeto regular el Sistema de Administración de Personal y la Carrera
26
Administrativa en el marco de la Constitución Política del Estado y la Ley 2027 del
Estatuto del Funcionario Público. Dichas normas son de uso y aplicación obligatoria en
todas las entidades del sector público.

Con referencia a la remuneración, en todo el aparato estatal, cada ítem (puesto) tiene un
nivel salarial preestablecido que no varia en función del sexo del funcionario o
empleado. Sin embargo, la discriminación se hace evidente a través de la disgregación
jerárquica. El posicionamiento en niveles altos del aparato estatal es casi una
prerrogativa de los hombres.

En el ámbito privado, las diferencias salariales, dependen no sólo de las diferentes


dotaciones de educación que tienen las personas, sino –generalmente- de aspectos
discriminatorios como el sexo, la edad o hasta la raza. Son frecuentes las
renumeraciones diferentes por iguales funciones o desempeños. Lamentablemente el
Estado no ha desarrollado mecanismos de control cruzado entre los entes que regulan
los aspectos organizacionales de las empresas privadas y los encargados de velar por el
27
cumplimiento de las disposiciones socio-laborales .

26
Esta norma posibilita y promueve la creación de una nueva cultura de servicio público, mediante
programas de administración de personal donde se privilegia la promoción del desempeño eficiente y la
productividad, sin distinción alguna en razón de sexo.
27
El Estado ha desarrollado, principalmente en el ámbito del sistema de control medioambiental, sub-
sistemas de seguridad industrial, ocupacional e higiene, que exigen la presentación de organigramas y
manuales de funciones que podrían servir para el control cruzado planteado.

3
Con relación al acceso de las mujeres a la empresa privada, se debe mencionar como un
obstáculo muy difundido el temor del empresariado a asumir los costes económicos y
sociales derivados de la posible maternidad de las trabajadoras.

El trabajo doméstico

El trabajo doméstico tiene dos formas claramente diferenciadas, desde la perspectiva


económica: el trabajo no remunerado de la mujer en el ámbito de su propio hogar y el
trabajo de las empleadas domésticas.

El trabajo del hogar no remunerado es invisible para la estadística y la contabilidad


nacional. No existe valoración de la contribución del trabajo doméstico con la Población
Económicamente Activa (PEA). Sólo aparecen en las estadísticas las mujeres que tienen
trabajos remunerados. Estas mujeres, generalmente desarrollan doble jornada laboral, la
remunerada y la del hogar. El trabajo doméstico, es también una contribución social sin
la cual el sistema económico no podría funcionar.

La invisibilidad de la contribución de la mujer se extiende también al mundo rural.


Fuera de su trabajo doméstico, las mujeres del campo realizan actividades reproductivas
y agrícolas tales como el cuidado del ganado, corral, postcosecha, recolección y
selección de granos, entre otras, actividades generalmente consideradas no económicas.

Con referencia al trabajo de las trabajadoras del hogar, se debe indicar que el
incumplimiento a las normas laborales no esta muy difundido, no solo por el
desconocimiento de las mismas, de sus derechos, sino mayormente, por patrones
28
discriminatorios tradicionales de sus empleadoras(es) .

La discriminación que se observa en este sector, tiene además un componente racial.


Una importante mayoría, no cuantificada, de las mujeres indígenas en las ciudades
trabajan como empleadas domésticas. Estos empleos, por lo general se caracterizan por
29
las carencias de servicios sociales y los salarios por debajo del sueldo mínimo .

El trabajo doméstico en Bolivia según la CEPAL y la Unidad Mujer y Desarrollo, sobre


la base de tabulaciones especiales de las encuestas de hogares, alcanzaba al 2002 a un
22,6% de actividad en el área urbana y un 22,2% en el área rural. En las estadísticas del
INE, la Categoría en el Empleo que les asignan es “Empleada del hogar” (ver: Anexo 2
– Cuadros A2-1, A2-2 y A2-3)

28
El arcaico denominativo “sirvienta”, que todavía se utiliza en algunos niveles socioculturales, tiene un
contenido simbólico que refleja el poco valor que le reconocen a la empleada doméstica como persona.
29
El salario mínimo mensual fijado, mediante Decreto Supremo, para el año 2007 es de Bs 525
(quinientos veinticinco Bolivianos) que equivalen a $us 66.88 (sesenta y seis 88/100 dólares
norteamericanos). La adopción del monto del salario mínimo nacional se realiza mediante el IPC, que
pondera la variación de los precios de una canasta familiar básica representativa del consumo de los
hogares.

3
Derecho de la mujer a la sindicalización y a la huelga

La libertad sindical y el derecho a la huelga se consagran como derechos


constitucionales, que entre otras significaciones, tienen la de legitimar medios de
defensa a los intereses de grupos y estratos de la población, económica, social y
políticamente más débiles. Al mismo tiempo, representan conquistas históricas de los
trabajadores y son, a la vez, derechos fundamentales. La función social que estos dos
institutos desempeñan como instrumento de equilibrio, en la relación laboral y defensa
de los intereses generales de los trabajadores, es de gran importancia en la vida social y
política del país.

En la legislación boliviana, no existen requisitos adicionales a las exigidas a los


hombres, para que las mujeres funden un sindicato o se afilien al de su elección. Del
mismo modo, no existen requisitos diferenciados para que las mujeres ejerzan el
derecho a la huelga.

En el pasado próximo, no obstante existir regulación adecuada sobre el derecho de


huelga, la propia naturaleza del modelo neoliberal vigente en Bolivia, había generado un
30
quiebre en la práctica de dicha regulación . En estas condiciones, el Comité DESC,
realizó una recomendación sobre el largo procedimiento para declarar una huelga en el
país. Aún cuando no existen en él mecanismos de mediación y arbitraje en materia
laboral, la eficacia del control gubernamental sobre el cumplimiento de la Ley General
del Trabajo y las disposiciones sociales han sido suficientes para cambiar la situación
que motivó la recomendación del Comité DESC. Sin duda, el problema era político no
legal.

Estos derechos de indiscutida vigencia general, solamente tiene una excepción en el


ordenamiento legal del país. Está expresamente prohibida la sindicalización de los
miembros de las Fuerzas Armadas y de la Policía Nacional.

Con referencia al real ejercicio sindical de la mujer, se ha observado que su presencia en


la estructura de las organizaciones obreras y de los/as trabajadores/as es mínima. Aún
cuando no existen datos, ni en la misma Central Obrera Boliviana (COB), sobre la
presencia de las mujeres en la dirigencia sindical, basta anotar que sólo una mujer ha
estado en el comité ejecutivo de la misma. Del mismo modo, ninguna mujer ha sido
ejecutiva máxima de la Central Obrera Departamental (COD) de ningún departamento.

30
Como ya se ha explicado en acápites anteriores, la política social de los gobiernos “empresarios”
generaron excesiva gubernamentalización y unilateralidad en las relaciones laborales. Toda declaratoria
de huelga estaba cargada de una extraordinaria conflictividad inducida y su irregular aplicación por parte
de la autoridad gubernativa, han materializado no sólo formas de lesión del derecho de huelga sino
fundamentalmente de la función sindical.

3
Conclusiones

Este análisis del empleo y las condiciones laborales, ha puesto de manifiesto que no se
trata de un problema marginal para las mujeres bolivianas, sino que supone un
obstáculo de primer orden para su plena integración económica, social y política.

No existen políticas de equiparación de oportunidades en el ámbito laboral, que


permitan superar las inequidades históricamente construidas. La autonomía de
económica de las mujeres es afectada por el menor ingreso y, en otros casos, por el
desempleo resultante de prácticas discriminatorias

Los binomios madre/hijo y mujer/familia -sacralizadas por el Estado y asumidas por la


sociedad- asignan a las mujeres funciones sociales que dificultan la conciliación de su
vida laboral con su vida familiar y personal. El Derecho laboral no ha establecido un
sistema de protección adecuado y suficiente en relación con la dimensión biológica de
la reproducción, a lo que hay que sumar el desigual reparto de las responsabilidades
familiares.

Existen serias dificultades para la tutela de los derechos de las trabajadoras, debido
fundamentalmente, a las actitudes de los juzgadores frente a las cuestiones de género.
Aparte de interpretaciones judiciales cargadas de argumentos sexistas, existen
administradores de justicia que ignoran el carácter transversal del género.

No existe una legislación suficientemente clara en materia de acoso sexual en el ámbito


laboral. Es necesaria la constitución de instrumentos jurídicos desde las mujeres, de
manera no solamente de legitimar discursivamente las normas, sino de concienciar a las
afectadas de sus propios derechos.

3
CAPÍTULO 3

SALUD Y SEGURIDAD SOCIAL

Marco normativo

En Bolivia por mandato constitucional, es obligación estatal brindar servicios de salud a


toda la población, así mismo brindar seguridad social. El texto constitucional, en su
Artículo 7, señala que “Todos los bolivianos tienen derecho a la vida, la salud y la
seguridad”; en concordancia, el Artículo 158º establece que se debe tener presente que:

I. El Estado tiene la obligación de defender el capital humano protegiendo la salud de la


población; asegurará la continuidad de sus medios de subsistencia y rehabilitación de las
personas inutilizadas; propenderá asimismo al mejoramiento de las condiciones de vida
del grupo familiar.
II. Los regímenes de seguridad social se inspirarán en los principios de universalidad,
solidaridad, unidad de gestión, economía, oportunidad y eficacia, cubriendo las
contingencias de enfermedad, maternidad, riesgos profesionales, invalidez, vejez,
muerte, paro forzoso, asignaciones familiares y vivienda de interés social.

La Ley General del Trabajo en la cual, el Estado boliviano reconoce el derecho de toda
mujer embaraza al subsidio de maternidad, asignaciones familiares y el seguro de
maternidad. La seguridad social se rige por el Código de Seguridad Social y otras
disposiciones de menor jerarquía jurídica.

El derecho a la salud se concreta mediante el Convenio Nº 17 de la OIT, ratificado por


Bolivia; Convenio que hace referencia a la indemnización por accidente de trabajo, el
Convenio Nº 120 sobre Seguridad Social, el Convenio Nº 103 de Protección de la
Maternidad; el Convenio Nº 121 sobre Prestaciones en caso de Accidentes de Trabajo y
Enfermedades; y el Convenio Nº 128 de Prestaciones de Invalidez, Vejez y
Sobrevivencia.

Por otra parte, la Ley 1678, Ley de la Persona con Discapacidad, norma los procesos de
equiparación de oportunidades de las personas discapacitadas mediante discriminación
positiva ampara su incorporación al ámbito laboral.

Derecho de la mujer a la salud física y mental

La Organización Mundial de Salud (OMS) define la salud como “un estado de completo
bienestar físico, mental y social y no solamente la ausencia de dolencia o enfermedad”.
Por tanto, el derecho a la salud no se restringe a la atención oportuna y adecuada, se
refiere a uno de los valores más importantes de la vida, que la condiciona en duración y
31
calidad .

31
La salud tiene la característica de ser por un lado un derecho en sí mismo y por el otro, ser condición
habilitante para el ejercicio de otros derechos. En ningún otro derecho como en la salud se observa la
interdependencia entre los derechos tan claramente como en éste, ya que a la vez, la salud depende del
cumplimiento de los otros derechos.

3
El derecho a la salud entraña ciertas condiciones relativas a la existencia de sistemas de
protección de la salud que brinde a las personas oportunidades iguales para disfrutar -en
toda su integralidad- del más alto nivel posible de salud. En este sentido, el Estado debe
desarrollar las políticas destinadas a equiparar las oportunidades al acceso a los
servicios que implemente.

Referente al derecho de la mujer a la salud, la Coordinadora de la Mujer sostiene que


“la mayor cantidad de población que accede a los servicios de salud es la urbana,
observándose que la asistencia a los servicios públicos por casos leves es mayor en la
población no pobre y que en ambos casos la justificación para su uso está determinada
por la falta de dinero, especialmente para las mujeres pobre urbanas y rurales. Otros
aspectos importantes que limitan el acceso es la distancia a los centros de salud para las
32
mujeres rurales y la frecuencia en la automedicación” .

El acceso de las mujeres al derecho a la salud en Bolivia es un aspecto que lleva a


amplia reflexión sobre su cumplimiento o no, toda vez que las políticas encaminadas a
la prestación de estos servicios no son de conocimiento de las personas beneficiarias,
mucho menos en áreas rurales, es así que, el país mantiene un cuadro de salud de la
población preocupante, agudizado por la condición de pobreza. Las políticas y acciones
de salud han tenido resultados importantes expresados en la reducción de la mortalidad
infantil y la mortalidad materna, el aumento de la esperaza de vida y la disminución de
las enfermedades prevalentes, aunque la constante en la anterior y ésta década han sido
las bajas coberturas, la asimetría en la oferta de servicios de salud entre el área urbana y
rural y la precariedad de los servicios públicos, definen un perfil de baja calidad de los
servicios. Se estima que la relación por cada médico es de 1346 personas, de 4300
pacientes por enfermera y 1670 por cada auxiliar de enfermería.

Por otro lado, el derecho a la salud implica también la garantía de ciertas libertades.
Toda persona tiene la libertad: de controlar su salud y su cuerpo, con inclusión de la
libertad sexual y reproductiva; a no padecer injerencias; a estar libre de torturas o de
padecer tratamientos médicos no informados.

El derecho a la salud de las mujeres se encuentra directamente vinculado a aspectos


reproductivos, en ese sentido el Estado prevé prestaciones de salud para las mujeres
vinculados a la maternidad y la edad fértil, además en oportunidades únicamente en
cuanto al binomio madre –niño. Así se tienen los datos de la salud femenina
relacionada a indicadores de natalidad:

32
En Capitulo Bolivianazo de Derechos Humanos, Pág. 264.

3
Cuadro 3.1
Tasa global de fecundidad según área y departamento.

Departamento Total Área Urbana Área Rural


Bolivia 4.4 3.6
Chuquisaca 5.2 3.3
La Paz 4 3.4
Cochabamba 4.4 3.4
Oruro 4.1 3.6
Potosí 5.7 4
Tarija 3.9 3.4
Santa Cruz 4.2 3.8
Beni 5.4 4.7
Pando 5.7 4.1
Fuente: Elaborado por INE-
ST/CODEPO

Es importante tomar en consideración que otro factor que incide en el acceso a la salud
de las mujeres es la ubicación del establecimiento de salud, las mujeres de áreas rurales
en una mayor proporción son atendidas en sus domicilios alcanzando un 69.18% y sólo
el 22.03% acuden a establecimientos de salud, este indicador puede obedecer a factores
culturales, pero también a situaciones de información y falta de confianza a dichos
centros e incluso a la discriminación que se haya podido ejercer contra estas mujeres
por los prestadores de salud.
Cuadro 3.2
Bolivia: lugar de atención del último parto
de las mujeres de 15 años o más
POR ÁREA, CENSO 2001 CIFRAS ABSOLUTAS CIFRAS RELATIVAS
LUGAR DE Total Área Área Total Área Área
ATENCIÓN DEL Urbana Rural Urbana Rural
ÚLTIMO
TOTAL PARTO 1.812.810 1.161.342 660.488 100 100 100
En establecimiento de salud 963.752 818.263 145.489 52.9 70.45 22.03
En un domicilio 754.12 297.183 456.937 41.39 25.59 69.18
En otro lugar 37.364 16.911 20.553 2.05 1.45 3.11
Sin especificar 665.740 29.085 37.489 3.65 2.5 5.68
Fuente: INE 2003b

Un aspecto a ser tomado en consideración y que muy poco se hace desde las instancias
estatales es el derecho a la salud mental, en ese entendido no se da importancia a
aspectos que tienen que ver a la atención psicológica de las mujeres en particular y de la
población en general. Si bien se ha establecido la obligatoriedad de la existencia de
equipos interdisciplinarios de atención a mujeres, velando por la salud mental y la
estabilidad psicoemocional, estos no se encuentran institucionalizados y resultan
siempre una instancia emergente de la voluntad política de las autoridades del momento.
Por otro lado no se prevé espacios de socialización ni recreación para las mujeres, sino
aquellos que reproduzcan su rol doméstico.

3
Derecho de la mujer a la seguridad social

A partir del mandato constitucional que consagra el derecho a la salud y la seguridad


33
social, el Estado boliviano, mediante el Código de Seguridad Social establece “un
conjunto de normas que tiende a proteger la salud del capital humano del país, la
continuidad de sus medios de subsistencia, la aplicación de medidas adecuadas para la
rehabilitación de las personas inutilizadas y la concesión de los medios necesarios para
el mejoramiento de las condiciones de vida del grupo familiar”.

El sistema de seguridad social, desde su implementación ha estado asociado al régimen


laboral. Se trata de una concepción de salud en el trabajo de carácter integral, que se
centra no sólo en conseguir que no se produzcan accidentes o enfermedades
profesionales. Se orienta también, al mantenimiento y la promoción de la salud de los
trabajadores y sus familias, promoviendo así un clima social positivo que redunde en la
productividad de las empresas.

En la última década, se han desarrollado seguros de salud gratuitos para las personas
que no se encuentren dentro del sistema de seguridad social, principalmente, a aquellos
grupos de personas que no cuenten con recursos económicos para acceder a esos
servicios en un establecimiento privado. Estos seguros han focalizado sus prestaciones
en la atención a los grupos más vulnerables de la población, entre ellos niños y niñas,
mujeres embarazadas, ancianos y personas discapacitadas.

El Sistema de Seguridad Social

El Sistema de Seguridad Social está compuesto por el Seguro Social Obligatorio (SSO)
de Corto Plazo y de Largo Plazo. El primero es administrado por los entes gestores de la
seguridad social, cuyo órgano rector es la Caja Nacional de Salud (CNS); y el segundo,
por las Administradoras de los Fondos de Pensiones (AFP’s).

La Caja Nacional de Salud es la única gestora del seguro a corto plazo, cubriendo las
prestaciones en servicios, especie y dinero y supervisando el cumplimiento de las
asignaciones familiares.

Las Fondos Privados de Pensiones (AFPs) son instituciones financieras privadas,


encargadas por el Estado para administrar el fondo de capitalización individual,
compuesto por los aportes propios de los/as trabajadores/as.

33
El Código de Seguridad Social, promulgado mediante Ley de 14 de diciembre de 1956, ha sufrido
modificaciones sustantivas como efecto de la reforma estructural del sistema de pensiones de1997. Esta
reforma alteró el objetivo solidario y de preservación o mejoramiento del bienestar comunitario del
anterior sistema de reparto, la delimitación de la cobertura y el tipo de financiamiento para sustentar las
prestaciones que emergen de la seguridad social.

4
El Sistema Nacional de Salud Pública

El Sistema Nacional de Salud (SNS) es el conjunto de entidades, instituciones y


organizaciones públicas y privadas que prestan servicios de salud bajo la regulación del
Ministerio de Salud y Deportes (MSD).

El Estado ha llevado adelante una política de aseguramiento gratuito. Los seguros


públicos de salud mediante los cuales se ha intervenido para reducir las elevadas tasas
de mortalidad materna e infantil existentes han sido el Seguro Nacional de Maternidad y
Niñez (SNMN) y el Seguro Básico de Salud (SBS). Actualmente, opera el Seguro
Universal Materno Infantil (SUMI).

El Seguro Nacional de Maternidad y Niñez (SNMN)

El Seguro Nacional de Maternidad y Niñez (SNMN) fue establecido el 24 de mayo de


1996 mediante Decreto Supremo No. 24303 y entró en vigencia a partir del 1 de julio
del mismo año.

La política de salud del Estado había identificado como eje de su acción al binomio
madre-niño, para disminuir las elevadas tasas de mortalidad materna e infantil. Para
extender la cobertura de la salud institucional se creó el SNMN bajo la premisa de
eliminar las barreras económicas en el acceso a servicios médicos de calidad. El SNMN
ha sido la primera experiencia nacional en la implementación de los seguros públicos de
salud en Bolivia con participación de los Gobiernos Municipales en su financiamiento.

El Seguro Básico de Salud (SBS)

El 31 de diciembre de 1998 se promulga el Decreto Supremo No. 25265 que crea el


SBS y dispone su plena vigencia a partir del 1 de enero de 1999.

Este seguro mantiene como eje focal de su acción al binomio madre-niño, pero además,
busca mejorar las condiciones de vida de la población de escasos recursos económicos.
Institucionaliza criterios transversales de equidad, universalidad y solidaridad en el
cumplimiento de la obligación del Estado a brindar servicios de salud y luchar contra la
desnutrición y las enfermedades que prevalecen en la población boliviana.

El Seguro Universal Materno Infantil (SUMI)

El SUMI, ha sido creado mediante Ley No. 2426 del 21 de noviembre de 2002 y entró
en vigencia a partir del 1 de enero de 2003; su objetivo central es la eliminación de las
barreras económicas que impiden el acceso a servicios de salud en la atención gratuita
de salud a madres y niñas y niños de hasta cinco años de edad.

El SUMI ha surgido como un seguro diferente a los anteriores seguros públicos. La


principal diferencia –como su nombre lo indica- radica en su carácter universal, es decir

4
no está focalizado como los anteriores seguros en la población de escasos recursos. Su
estructura, procesos y resultados esperados tienen esta orientación más abarcativa.

Un aspecto sobresaliente del SUMI, se encuentra relacionado con la atención de la


madre hasta los 6 meses después del parto. El análisis de la Mesa de Maternidad y
Nacimiento Seguro identificó los periodos de parto y puerperio como los momentos de
mayor riesgo de muerte, tanto para la mujer como para el recién nacido, pero
paradójicamente apenas cerca de 13 por ciento de madres acceden al control postnatal.

El Seguro Universal de Salud (SU - SALUD)

Dentro de la política de universalización de los servicios de salud, que lleva adelante el


actual gobierno, la Cámara de Diputados ha aprobado la Ley del Seguro Universal de
34
Salud (SU - SALUD) . Este nuevo seguro, tiene el objetivo de ofrecer una cobertura
integral y sin costo a la población en general. SU - SALUD tiene el objetivo de proteger
y cuidar la salud de los ciudadanos bolivianos que no se encuentren asegurados en
alguno de los entes gestores de los seguros a corto plazo.

En una primera etapa, SU- SALUD beneficiará a personas de 0 a 21 años y mujeres de


21 a 59 años con prestación de salud sexual y reproductiva, embarazo, parto y consulta
externa a toda la población.

El Cuadro Nº 3. 3, presenta a manera de resumen las características de los tres seguros


aplicados en el país. Este cuadro permite apreciar sus diferencias y algunas similitudes.

Cuadro 3. 3

COMPARACIÓN DE SEGUROS DE MATERNIDAD Y NIÑEZ


APLICADOS EN EL PAÍS
SNMN D.S. Nº SBS SUMI Ley
Instrumento
24303 D.S. Nº 25265 Nº 2426
Legal
de julio de 1996 de diciembre de 1998 de noviembre de 2002
Disminuir la tasa de Garantizar a todos los Brindar prestaciones de
mortalidad materna e habitantes del país el acceso salud en todos los niveles de
infantil. a un paquete de prestaciones atención del SNS dirigidas a
de carácter promocional, mujeres embarazadas, desde
preventivo, curativo, el inicio de la gestación hasta
Objetivo orientado a reducir la seis meses posteriores al
mortalidad materna e parto; y a niños y niñas
infantil. menores de cinco años.
Eliminar la barrera
económica de acceso a
servicios de salud.

34
Las prefecturas de los departamentos de Tarija, Beni y Pando se oponen rotundamente a la
implementación del Su-SALUD, porque el Gobierno se estaría apropiando de los recursos del Impuesto
Directo a los Hidrocarburos (IDH) departamental. De acuerdo a la Ley aprobada en detalle en sus 14
artículos, se establece que tanto el Ministerio de Salud como el Gobierno no manejaran en absoluto los
recursos del IDH Prefectural, destinado al Seguro Universal de Salud SU-SALUD debido a que serán
administrados por Prefecturas y Municipios, control social y la población.

4
Mujeres y niños y niñas Mujeres en edad fértil, niños Mujeres embarazadas, hasta
Población menores de cinco años. y niñas menores de cinco los seis meses después del
Objetivo años y población en general. parto y niños y niñas
menores de cinco años.
Número de
32 92 547 (protocolizadas)*
prestaciones
Municipios: el 3.2% del 85% Municipios: el 6.4% del 85% Municipios: el 10% del
de los recursos de de los recursos de 100% de los recursos de
Financiamiento Coparticipación Tributaria. Coparticipación Tributaria. Coparticipación Tributaria.
TGN y Cooperación TGN y Cooperación TGN y Cuenta Diálogo
Internacional. Internacional. 2000: hasta el 10%.
Establecimientos de Salud y Establecimientos del Sector Brigadas Móviles de salud,
de la Seguridad Social. La Público y las Cajas de salud. Establecimientos del Sector
Iglesia y ONGs a través de la Otros proveedores mediante la Público y la Seguridad
firma de convenios. firma de convenios Social de Corto Plazo. La
Proveedores especiales. Iglesia, ONGs, privados sin
fines de lucro y medicina
tradicional que ingresen bajo
convenio.
* Una prestación es protocolizada cuando se encuentra dentro de la lista de prestaciones oficiales del SUMI.
Fuente: Ministerio de Planificación del Desarrollo, UDAPE – UNICEF

Como puede apreciarse, del cuadro y la exposición precedentes, formalmente no existe


ningún grupo “de mujeres que no goce en absoluto del derecho a la seguridad social o
que se encuentre en grado significativamente inferior al de la mayoría de la población”.
Sin embargo, existen mujeres de las áreas rurales que debido a condiciones relacionadas
con los medios de comunicación, patrones de asentamiento poblacional disperso y/o
distancia a los centros de atención médica, no se benefician con las prestaciones que
establece el sistema de seguridad social. A este respecto, la Unidad de Análisis de
Políticas Sociales y Económicas (UDAPE) en el documento titulado “BOLIVIA •
Evaluación de Impacto de los Seguros de Maternidad y Niñez en Bolivia 1989 – 2003”,
señala lo siguiente:

Entre otros factores, las barreras económicas y geográficas impiden el acceso universal
a los servicios públicos de salud. A pesar de la subvención que otorga el Estado, muchas
personas no acceden a estos servicios por el costo que conllevan. Además de costos
como la remuneración al médico, el pago a los establecimientos de salud por la cama o
el servicio de enfermería, los costos de transporte y medicinas impiden el acceso de las
personas a los servicios de salud. Respecto de las barreras geográficas, existen zonas
dentro del territorio boliviano en las que las personas deben realizar un largo viaje para
acceder a los servicios de un centro de salud. En muchos casos, ese viaje puede durar
horas, e incluso días. Según la Encuesta Continua de Hogares (ECH) 2003-2004,
realizada a nivel nacional, el 5,4% de las personas no utilizan los servicios de salud
debido a que el lugar de consulta se encuentra lejos de sus hogares. En el área rural, el
10,7% de las personas tienen este problema, mientras que en el área urbana, las
dificultades de traslado afectan al 0,7% de la población (…). Adicionalmente, algunas
enfermedades no pueden ser tratadas en los establecimientos de salud más cercanos
(2006, 14).

Con la salvedad que precede, que sin duda no es la única, podemos afirmar en términos
generales que se han logrado notables avances en materia de salud y seguridad social.
Una muestra de ello es la reducción de los niveles de mortalidad materna e infantil. El

4
acceso a los servicios de salud, expresado en el crecimiento en el uso de las prestaciones
ofrecidas por los diferentes seguros gratuitos a su vez, también ha mejorado.

Las cifras de los Seguros Públicos de Salud

De acuerdo a datos del INE, en 1989 la mortalidad materna era de 416 mujeres
fallecidas por cada 100.000 nacidos vivos, a 1998 esta cifra descendió a 390 mujeres
muertas. La Encuesta Nacional de Demografía y Salud de 2003, reveló una tasa de 229
35
muertes maternas por cada 100.000 nacidos vivos en Bolivia .

El Ministerio de Salud estima que las principales causas de mortalidad materna en


Bolivia son las hemorragias, con 23 por ciento, las infecciones vinculadas al parto, con
14 por ciento, las complicaciones de abortos inseguros, 16 por ciento, y las eclampsias,
con 12 por ciento.

Todas estas causas son evitables desde el punto de vista médico, siendo el aborto
inseguro la única causal que escapa de los esfuerzos sanitarios, pues es una
consecuencia de la penalización de la interrupción del embarazo en el país.

La tasa de mortalidad de la niñez también ha disminuido, pero las proyecciones


gubernamentales no son optimistas para alcanzar el Objetivo del Milenio de reducirla en
dos terceras partes. De 1989 a 2003, la mortalidad infantil se redujo casi a la mitad,
36
pasando de 120 fallecidos a 54 por cada 1.000 nacidos vivos .

La Encuesta Nacional de Demografía y Salud del 2003 señala que el 60 por ciento de
las mujeres embarazadas fueron atendidas por personal calificado. Añade que el 82 por
ciento de las mujeres no indígenas acuden a un hospital para dar a luz, pero en el caso
de las indígenas, el porcentaje llega solamente al 51 por ciento. De acuerdo al Programa
de Apoyo a la Gestión Pública Descentralizada y Lucha contra la Pobreza (PADEP)
esto se debería, entre otras razones, al “choque cultural entre la práctica medicinal
moderna y […] las tradiciones ancestrales. La atención médica que se presta en el país
es distinta a la creencia que tiene la mujer indígena en el momento del parto”.

Cuadro 3.4
Población femenina que enfermó y/o tuvo accidentes
según área geográfica y tipo de atención

Área/Lugar de atención Mujeres


y personal No pobre Pobre Total
Urbano rural urbano rural urbano rural
Total 193.894 56.650 278.482 247.404 472.376 304.054

35
Esa cifra representa una disminución en el número de mujeres que mueren como consecuencia del
embarazo, parto y puerperio, pero aún falta mucho para cumplir la meta de reducir en tres cuartas partes
la mortalidad materna para el año 2015, establecida en los Objetivos de Desarrollo del Milenio que
adoptó la comunidad internacional para Bolivia en el año 2000.
36
Según el Informe del Estado de la Salud de las Madres 2006, de la organización internacional Save the
Children, Haití y Bolivia son los países con mayor inseguridad para la maternidad y el nacimiento en
América Latina.

4
% 15.62 27.84 18.78 19.23 17.34 20.41
Lugar de atención
Sub sector público 22.83 39.73 30.44 22.74 27.32 25.90
Seguridad Social 19.89 6.16 9.02 0.43 13.48 1.50
Sub sector privado 18.31 6.78 8.92 1.82 12.78 2.74
Domicilio 18.66 27.46 23.09 47.17 21.27 43.50
Otro lugar 3.02 2.40 5.78 3.22 4.65 3.06
Ningún lugar 17.28 17.47 22.74 24.62 20.50 23.29
Personal que atendió
Personal capacitado 61.81 52.5 48.60 25.3 54.02 30.37
Un familiar 16.93 24.23 21.03 42.88 19.35 39.40
Otros 3.99 5.80 7.63 7.20 6.13 6.94
Ninguna persona 17.28 17.47 22.74 24.62 20.50 23.29
Fuente: Coordinadora de la Mujer sobre datos del INE

Las diferencias entre las madres rurales y las urbanas, son en verdad dramáticas. Las
primeras, viviendo en condiciones de pobreza, generalmente indígenas y con bajos
niveles de escolaridad, mueren hasta en un 30 por ciento más que aquellas que viven en
el área urbana.

Cuadro 3.5
Población femenina por condición de
pobreza según área y lugar de atención

Área/Lugar de atención y Mujeres


personal No pobre Pobre Total
Área urbana urbano Rural Urbano rural urbano rural
Caso leve 193.894 56.650 278.482 247.404 472.376 304.054
El servicio es malo 15.62 27.84 18.78 19.23 17.34 20.41
Falta de dinero
Problemas con el horario de
atención 22.83 39.73 30.44 22.74 27.32 25.90
El lugar de consulta esta lejos 19.89 6.16 9.02 0.43 13.48 1.50
Se automedicó 18.31 6.78 8.92 1.82 12.78 2.74
Otras 18.66 27.46 23.09 47.17 21.27 43.50
Fuente: Coordinadora de la Mujer sobre datos del INE

Conclusiones

La reducida eficacia en la implementación de los sistemas de salud, principalmente en el


área rural, tiene que ver con su enfoque reduccionista. La perspectiva técnica-médica
con la que se trabaja resulta insuficiente para abordar los aspectos socioculturales
presentes en la problemática de salud.

La política estatal que busca garantizar que la salud llegue a todos y todas no encuentra
correlato en los niveles subnacionales, prefecturas y municipios. El compromiso
político partidario por parte de las autoridades y los funcionarios públicos de estos
niveles entraba iniciativas nacionales de salud. El aseguramiento de salud tiene que ver
con los derechos de las personas, en tal sentido, hacer “oposición” desde la salud es
inadmisible.

4
CAPÍTULO 4

PROTECCIÓN DE LA FAMILIA, MADRE, NIÑAS Y NIÑOS

Marco normativo

La norma constitucional prevé en su artículo 193 que “el matrimonio, la familia y la


maternidad están bajo la protección del Estado” y en su Art. 199, establece que “el
Estado protegerá la salud física, mental y moral de la infancia, y defenderá los derechos
37
del niño al hogar y a la educación”, restringiendo los derechos de niños, niñas y sobre
todo el cuidado a un ámbito netamente doméstico.

El Código de Familia, no establece en forma clara lo que se va a considerar por familia,


pero si señala que lo que se va a entender por parentesco, ‘es la relación de familia que
existe entre dos o más personas. Es de consanguinidad y civil o de adopción’ (Art. 7).
Esta concepción de familia determina una forma de exclusión a las familias diferentes a
las convencionales.

Las normas del derecho de familia, pese al transcurso del tiempo aun continúan siendo
desconocidas por una gran parte de las mujeres, determinando de esta manera que
continúen siendo engañadas en su derecho ganancialicio, es decir en la posibilidad de
participar de una división y partición de bienes justa luego de una relación matrimonial
o unión libre o concubinaria, que deciden vivir en concubinato por la fuerza de las
circunstancias, es decir aceptar esa situación no por convicción sino por estar
indocumentadas, por lo tanto esta indocumentación también las lleva a no consignar sus
nombres como titular de derechos propietarios adquiridos en pareja dentro de las
38
relaciones concubinarias , lo cual redunda a tiempo de una ruptura, en la firme
convicción de la mujer, de no poder acceder al derecho propietario, por no haber
incluido su nombre.

37
Debemos “[e]ntender a la vivienda como fruto cultural, y como tal articula no sólo un lugar sino a su
historia y su entorno natural y construido. Implica una relación cultural y afectiva entre el habitante y el
lugar que ocupa, es fruto de los procesos de poblamiento de un territorio; no responde a normas estrictas
ni a espacios prefigurados; deja huellas, trazas urbanas, es un producto VIVO que soporta el tiempo, que
se adapta a la vida cambiante de la familia y de las transformaciones históricas, genera arraigos,
pertenencia, aloja y da marco digno a todas las funciones individuales, familiares y comunitarias, sin
dejar de lado las funciones económicas. Es generadora de ciudad, se caracteriza por producir espacios
que a su vez son diversos, armónicos y ordenados. No es el orden impuesto y monótono sino el que la
gente construye para vivir con sus costumbres y culturas propias: relieva lo espiritual, ES HOGAR”, de
este concepto se tiene que la vivienda resultaría cumplir el rol directivo y donde se efectivizan los
derechos de la familia, niños, niñas y adolescentes. Red Hábitat construido en base a notas sobre
producción social de vivienda de Enrique Ortiz 2006
38
La CPE. en el Art. 194º establece que: I. El matrimonio descansa en la igualdad de derechos y deberes
de los cónyuges.
II. las uniones libres o de hecho, que reúnan condiciones de estabilidad y singularidad y sean mantenidas
entre personas con capacidad legal para contraer enlace, producen efectos similares a los de matrimonio
en las relaciones personales y patrimoniales de los convivientes y en lo que respecta a los hijos nacidos de
ellas.

4
Derechos de las Madres.

De manera expresa las disposiciones constitucionales, tal como ya se identificó


anteriormente, proclama la protección de la maternidad y la familia. Lamentablemente
más adelante no existe legislación clara de protección a la maternidad como institución
en sí sino en el aspecto de salud, vinculando a la mujer con la función reproductiva, es
decir brindando cobertura de salud a la mujer madre dentro del periodo o edad
reproductiva o fértil, las normas son establecidas para el grupo étareo de mujeres entre
los 14 años a los 40 años, en que son beneficiarias de las prestaciones de salud que
oferta el Estado, aspectos que han sido vistos en el Capítulo 3 de este diagnóstico.

El Código de Familia en el Capítulo de los Deberes y Derechos de los esposos, señala:


“La mujer cumple en el hogar una función social y económicamente útil que se halla
bajo la protección del ordenamiento jurídico”. (Art. 98 Necesidades Comunes, parte
tercera). Esta función social establece una recarga de obligaciones para la mujer –
esposa o madre- perpetuando los roles estereotipados y la división del trabajo doméstico
entre ambos sexos. Llama la atención que aún se presente como Necesidades Comunes
el hecho de mostrar mayores obligaciones para las mujeres, aspecto que al parecer no ha
sido advertido para su correspondiente modificación.

La violencia contra las mujeres.

La violencia es uno de los problemas más frecuentes que enfrentan las mujeres y que
afectan a las familias bolivianas. “La violencia en cualquiera de sus formas es, sin lugar
a dudas la expresión más cruda del ejercicio del Poder, el hombre sobre la mujer, el
adulto de ambos sexos sobre los niños y niñas, el rico sobre el pobre y en general el
fuerte sobre el débil. Las sociedades humanas han tratado de regular, mediante la
promulgación de leyes, el ejercicio arbitrario de la violencia, fundamentalmente con el
39
fin de proteger a los más vulnerables” . Es evidente que a partir de la promulgación de
la Ley 1674, “Ley contra la Violencia en la Familia o Domestica"(en adelante Ley
1674), se ha visibilizado la violencia por la que atraviesan las mujeres y las familias en
40
su conjunto , estableciéndose que así todos/as los/as componentes de la familia puedan
acudir ante las instancias determinadas por ley, en busca de una efectiva protección de
sus derechos contra actos que vulneran su integridad física, psicológica y sexual.

La prevención de la violencia en la familia no se reduce simplemente a disposiciones


legales, sino que debe ser encarada con una serie de medidas y políticas establecidas
desde el Estado, es así que dentro de esas políticas el año 2004, desde el Viceministerio
de la Mujer se estableció el Plan Nacional de Políticas Públicas para el Ejercicio Pleno
de los Derechos de las Mujeres, plan en el que se determina que “la promulgación de la
Ley 1674 contra la Violencia en la Familia o Doméstica y su Decreto Reglamentario
marcó un hito en el agendamiento de las acciones estatales en la lucha contra la
violencia familiar, que fue seguido de una serie de acciones estatales que fortalecen y

39
ENSA, 2003, INE 2005, Pág. 267.
40
Haciendo una retrospectiva a la aprobación y promulgación de la Ley 1674, esta ley fue proyectada
como Ley contra la violencia a la mujer, lamentablemente no fue posible su aprobación y el proyecto se
fue modificando en el sentido que debía proteger a la familia en su conjunto contra actos de violencia,
determinando que se impongan las tendencias familistas, siendo la mujer uno de los sujetos más de
protección de esta ley.

4
profundizan la estructura institucional para la prevención, atención y sanción de la
41
violencia intrafamiliar” .

El Plan que fue concebido de manera integral para su aplicación en todo el territorio
nacional a partir de un ente rector, en el que se constituía el Viceministerio de la Mujer,
lamentablemente este plan se encuentra suspendido en su ejecución a partir del año
2006, año en que se produce el recambio del gobierno, pese a que desde la actual
Dirección de la Mujer del Ministerio de Justicia se informa que el mismo se habría
cumplido y que en la actualidad se viene elaborando uno nuevo para el próximo
quinquenio, aspecto que no deja de llamar la atención puesto que nos encontramos a
mediados del año 2007 y por tanto ese Plan aún debería estar en ejecución para su
cumplimiento efectivo, es así que en la Encuesta Nacional de Salud y Demografía se
establece:

Dentro de las políticas preventivas “se ha venido a identificar que la violencia


intrafamiliar es también un problema de salud pública y desde el punto de vista de la
Salud Pública, se concibe la violencia contra miembros del entorno más íntimo, la
familia y contra la persona, (...)” Es en ese sentido que se señala que “en los casos de
violencia intrafamiliar, tanto la víctima como el agresor merecen la atención pertinente
42
de parte de las políticas públicas y operadores de salud” .

De todas maneras, a partir del establecimiento de la Ley 1674 y su implementación las


instancias de denuncia de situaciones de violencia son espacios formalizados,
visibilizándose las diferentes formas de violencia que sufren las mujeres. Pero,“existe
una percepción generalizada de que Ley 1674 no ha cumplido plenamente con sus
objetivos, sobre todo porque debido a su carácter preventivo no contempla sanciones
que resulten efectivas para la protección y defensa de las víctimas y que, al mismo
43
tiempo, eviten la reincidencia y la impunidad” .

No obstante el esfuerzo que algunas instituciones han realizado para una mejora de la
atención a las víctimas de violencia, el proceso de recojo y procesamiento de esta
información en fuente primaria ha permitido identificar que tanto la Ley 1674 sobre
Violencia Intrafamiliar y Doméstica, como las instancias públicas creadas a través de
ella confrontan vacíos y dificultades en su implementación – que se reflejan también en
el registro de datos-, puesto que aún persiste una carencia de condiciones mínimas
requeridas para realizar un trabajo eficiente a favor de las mujeres que acuden a los
servicios en busca de auxilio y asesoramiento profesional, debido principalmente a que
las autoridades departamentales y municipales no dan importancia ni suficiente apoyo
44
para impulsar el trabajo de lucha contra la violencia” .

“La investigación que el sistema de Información realiza periódicamente para establecer


la incidencia de la Violencia Intrafamiliar en el país, no ha descubierto nada
sorprendente, sino más bien ha confirmado que los avances para combatirla son
insuficientes y que por lo tanto el panorama no ha cambiado sustancialmente, hecho que
debe llamar seriamente la atención de las autoridades gubernamentales, tomando en
cuenta que la violencia vulnera los derechos elementales de las personas y tiene un

41
Plan, 2005, Pág. 27
42
ENSA 2005, Pág. 267
43
SIVICIGE-CIDEM, 2006, Pág. 13.
44
Obcit, Pág. 13.

4
impacto negativo en el tejido social y, sobre todo, en la vida e integridad física y mental
de las mujeres que son el 50% de la población”.(SIVICIGE, 2006 14).

Brigada de Protección a la Familia

A partir de la Ley 1674, se crean las Brigadas de Protección a la Familia, como


instancia de denuncia de casos de violencia intrafamiliar, y “a inicios del año 2005 se
cuenta con 24 Brigadas de Protección a la Familia”, instancias en las que se puede
visibilizar los casos de violencia familiar de las principales ciudades de Bolivia,
puntualizando que las denuncias obedecen a una sola instancia, sin consignar otras, tales
como los Servicios Legales Integrales Municipales, las defensorías de la Niñez y
Adolescencia o los Juzgados de Familia y las ONGs de atención a la violencia contra la
mujer.

Al presente las Brigadas, luego de transcurridos más de 10 años de su implementación


han adquirido institucionalidad, lo cual no significa estabilidad y calidad en cuanto a
atención a víctimas de violencia, puesto que es una de las reparticiones de la policía que
mayor rotación realiza dentro del personal.

Gráfico 4. 1
BOLIVIA
VICTIMAS EN SITUACION DE VIOLENCIA INTRAFAMILIAR Y/O DOMESTICA
CIUDAD: Principales ciudades de Bolivia
FUENTE: Brigadas de Protección a la Familia - BPF
GESTION: 2000 - 2006
Elaborado por: CIDEM - SIVICIGE

4
Grafico 4. 2

BOLIVIA
VICTIMAS EN SITUACION DE VIOLENCIA INTRAFAMILIAR Y/O DOMÉSTICA
CIUDAD: Principales ciudades de Bolivia
FUENTE: Brigadas de Protección a la Familia - BPF
GESTION: 2006
Elaborado por: CIDEM - SIVICIGE

Del total de casos atendidos en las Brigadas de Protección a la Familia, el 32.6%


corresponde a violencia física, el 67.1% a violencia psicológica y el 0.49 a violencia
sexual. Advirtiéndose que la violencia psicológica tiene mayor incidencia a nivel
nacional. Las denuncias de violencia sexual, no refleja la real magnitud, al no ser
instancias de atención a esa problemática en forma específica.

Servicios Legales Integrales Municipales (SLIM’s)

Según datos proporcionados por el entonces Viceministerio de la Mujer se cuenta con


128 SLIM’s, de los 314 municipios existentes a nivel nacional.

También señalar que las autoridades locales ni nacionales no han dado la debida
importancia a estas instancias de atención a los problemas de las mujeres. Puesto que
los Servicios Legales Integrales a diferencia de las Brigadas, son instancias de atención
45
a mujeres, así determina el ordenamiento jurídico nacional .

45
Los Servicios Legales Integrales constituyen organismos de apoyo para la lucha contra la violencia en
la familia, y que deben funcionar en los diferentes municipios del país como parte integrante de los
programas municipales de la mujer (PMM, siendo un servicio municipal permanente de defensa

5
Los SLIM’s, en cuanto a estabilidad de atención, presentan un alto grado de
inestabilidad, debido principalmente al presupuesto y debilidad institucional, por la
poca importancia que otorgan los municipios a problemas sociales, solo en las capitales
de departamento han adquirido institucionalidad, siendo que en el resto de los
municipios se encuentran sujetos a la voluntad y visión de las autoridades de turno.

El Riesgo de la atención en estas instancias, tanto en la Brigada como en los SLIM’s es


que el espacio se constituya en una espacio de conciliación por el tratamiento que se da,
al respecto se debe tomar en cuenta que ese no es el espíritu de la Ley 1674, inclusive
existe interpretación al respecto que señala que no son instancias de conciliación sino
son instancias de atención de casos, tomando en consideración la vulnerabilidad de las
personas, de tratarse de una conciliación se atenta contra los derechos de las víctimas.

Se ha visto que la violencia contra la mujer desde los primeros años que se viene
realizando su estudio no sufre cambios sustanciales. Se puede percibir que para los
datos de la Encuesta Nacional de Salud el año 2003, se tiene que cerca del 64% de
mujeres sufre o ha sufrido en alguna etapa de su vida violencia.

Grafico 4. 3
Maltrato a la Mujer por parte del cónyuge en contextos urbanos y rurales
2003 (porcentajes)

Fuente: ENSA 2003, UNICEFF.

Atendiendo al estado conyugal se constata que entre las mujeres actualmente casadas o
unidas, la frecuencia del maltrato es menor (62%) con respecto a las mujeres que alguna
vez estuvieron unidas o casadas (viudas, divorciadas y separadas, 75%).

Siendo que un 64% de mujeres ha sufrido violencia emocional, física o sexual por parte
de sus parejas a diferencia de un 45.2% de hombres. Asimismo, 53.3% de mujeres han

psicosociolegal a favor de las mujeres, para brindar un tratamiento adecuado a las denuncias de violencia
y discriminación (Art. 20, Reglamento de la Ley 1674, D.S. 25087).

5
sido víctima de violencia física o sexual por parte de sus parejas y un 27.4% de hombres
que dicen sufrir el mismo tipo de agresión.

Cabe indicar que el maltrato contra las mujeres es mayor cuanto más bajo es el estatus
socioeconómico. En efecto la frecuencia de agresión física y psicológica entre las
trabajadoras manuales es mayor con respecto a las mujeres de otras ocupaciones. Por
tanto, en atención a la frecuencia de los hechos y las formas de ejercer el poder en el
ámbito del hogar sobre las mujeres.

• La forma más frecuente de violencia física son los empujones y jalones, reportada
por el 48% de las mujeres y seis puntos porcentuales por debajo, el 42% ellas
reportan golpes con las manos o los pies.
• La forma más común de violencia física que son de víctimas las mujeres
entrevistadas, los empujones y jalones, con mayor frecuencia entre las mujeres
divorciadas o separadas (32%).
• La forma más común de violencia física (“a menudo”) son los empujones,
reportada por el 8% de las mujeres que convivieron alguna vez con su pareja; y el
7% reporta golpes con la mano o el pie, situaciones que se observan
especialmente entre las mujeres sin educación, las de mayor edad (45-49 años) y
46
las residentes en el Valle, particularmente Cochabamba y Tarija .

También es importante realizar el análisis de la violencia contra las mujeres por razón
de edad, y tipo de violencia sufrida y las que no sufren ningún tipo de violencia se tiene:
• Mujeres jóvenes de 15 a 19 años (48%)
• Mujeres con 13 o más años de instrucción (49%)
• Mujeres que desempeñan actividades con calificaciones de profesionales,
técnicos y administrativos (46%)
47
• Mujeres que no tienen hijos (50%)

En cuanto a la variable edad, que las mujeres entre los 35 y 49 años sufren más
violencia que otras mujeres. Los datos de la ENDSA permiten constatar que en las
48
generaciones más jóvenes la violencia ejercida es menos frecuente

Derechos de los Niños, Niñas y Adolescentes

En lo referente a las políticas públicas implementadas para la defensa de los derechos de


la familia y la niñez estas aun son deficientes principalmente porque la asignación
presupuestaria para el sector de la niñez y adolescencia es catalogada como gasto y no
como inversión social, por lo que las acciones mantienen un carácter asistencial y
dependen en gran medida de cooperación internacional. Por otro lado, se mantiene la
idea de la prescindibilidad de niños, niñas y adolescentes en el ámbito político, ya que
estos no son reconocidos como ciudadanos, se desconoce su aporte al desarrollo y se los
excluye de los espacios de decisión.

Estos problemas son percibidos en el Plan Nacional de Acción de Derechos Humanos


de Bolivia y sin embargo, las acciones propuestas para la intervención están dirigidas a

46
INE – UNICEF, Violencia contra la Niñez en Bolivia, 2005, Pág. 136.
47
INE – UNICEF, Violencia contra la Niñez en Bolivia, 2005, Pág. 134.
48
Ibidem

5
la ampliación de la cobertura de servicios, optimización de la educación, respeto a la
identidad cultural y el fortalecimiento del soporte institucional estatal, no venciendo así
la situación de subordinación y el carácter asistencial de las políticas públicas a favor de
la niñez que continua sumamente ligado a la disponibilidad de recursos en la ejecución
del presupuesto nacional, departamental o municipal.

El Estado boliviano ha ratificado los siguientes Convenios y Protocolos con relación al


reconocimiento de los derechos del niño, niña y adolescente.

• Convención sobre los Derechos del Niño, ratificada el 14 de mayo de 1990


• Protocolo Facultativo de la Convención sobre los Derechos del Niño relativo a la
venta de niños, la prostitución infantil y a la utilización de niños en la pornografía,
ratificado el 25 de agosto de 2004
• Protocolo Facultativo de la Convención sobre los Derechos del Niño con relación
a la participación de los niños en los conflictos armados, ratificado en fecha 25 de
agosto de 2004
• Convención Interamericana sobre Tráfico Internacional de Menores, ratificada el
13 de noviembre de 1996
• Convención Interamericana sobre Restitución Internacional de Menores, ratificada
el 13 de noviembre de 1996
• Convención Interamericana sobre Obligaciones Alimentarias, ratificada el 13 de
noviembre de 1996

Dentro de este marco normativo, el año 1999 se promulga el Código Niño, Niña y
Adolescente, mediante Ley Nº 2026 de 26 de octubre, una de las primeras disposiciones
que incorpora el lenguaje de género en su texto, visibilizando dentro su población
beneficiaria a las niñas. Este código constituye un avance pero, como ya señalamos que
en muchas de las disposiciones no basta con tener el lenguaje de género, sino establecer
las políticas adecuadas desde el Estado de manera que la población en su conjunto
avance en la eliminación de las actitudes estereotipadas y discriminadoras de género.

El Código Niño, Niña y Adolescente, ha pasado de la doctrina de la situación irregular


de los menores de edad, a la de protección efectiva de esta población. Hasta fines del
año 2005 las políticas con referencia a los niños, niñas y adolescentes se encontraban
establecidas y con cierta estabilidad, al presente las políticas se vienen desarrollando de
manera discontinuada.

En cuanto a la igualdad de los hijos e hijas nacidos/as dentro del matrimonio, de


relaciones concubinarias o extramatriomoniales, la Constitución Política del Estado ya
en 1967, el artículo 195 Inc. I establece que todos los hijos, sin distinción de origen,
tienen iguales derechos y deberes respecto a sus progenitores. En el Inc II del mismo
artículo se dispone que la filiación se establezca por todos los medios que sean
conducentes a demostrarla, de acuerdo al régimen que determine la ley. Estas
disposiciones encuentran su correlato en el Código de Familia en el artículo 173. Por su

5
parte el artículo 174 establece los Derechos Fundamentales de los hijos 49, Los hijos
tienen los derechos fundamentales siguientes: 1º A establecer su filiación paterna y
materna, y de llevar el apellido de sus progenitores; 2º A ser mantenidos y educados por
sus padres durante su minoridad; 3º A heredar a sus padres.

Estas disposiciones si bien establecen que los hijos, son iguales ante la ley sin distinción
de su origen o procedencia, en los hechos no tienen igualdad real, por lo que existe
discriminación de facto. En primer lugar los/as hijos/as nacidas dentro del matrimonio
no requieren del reconocimiento del padre y de la madre, es decir se establece la
filiación a partir de la presentación del certificado de matrimonio, situación que se
dificulta para los/as hijos/as de relaciones de hecho o extramatrimoniales, que deben ser
reconocidos por el padre y por la madre.

Si el progenitor niega el reconocimiento, la madre en representación del hijo o hija,


debe realizar un proceso ordinario de declaración judicial de paternidad – trámite largo
y costoso que en muchas oportunidades queda fuera del alcance de sus reales
posibilidades económicas. - tedioso, invasivo, atentatorio a la intimidad y dignidad de
la mujer.

Este aspecto, constituye una flagrante violación a los derechos de los hijos e hijas, al
derecho a la identidad, a gozar de nombre y dos apellidos (establecidos en el Código
Niño, Niña y Adolescente). El Estado no ha establecido políticas ni mecanismos de tal
manera que las mujeres puedan acceder a la justicia por sus hijos/as y por ellas mismas,
50
de manera ágil y gratuita . Dentro de la normativa vigente habría sido ideal que el
Estado establezca laboratorios especializados o dependientes del instituto de
investigaciones forenses en todo el país, velando por la gratuidad de la justicia y el
acceso a la misma.

Del análisis anterior se tiene que los hijos y las hijas de relaciones concubinarias o
extramatrimoniales no gozan de igualdad de derechos con relación a los hijos nacidos
dentro del matrimonio y por lo tanto se violan sus derechos. En esa misma perspectiva
al no haber accedido a la justicia y no contar con la filiación paterna, estos resultan ser
burlados en su derecho sucesorio.

Como quiera que este es uno de los principales problemas que enfrentan las mujeres que
51
viven relaciones libres se ha propuesto en primer lugar que se establezca que los
hijos/as deban ser registrados con el apellido del hombre a quien la madre señala como
a padre y de no ser el padre este tiene la posibilidad de realizar un proceso de exclusión
de paternidad, esto velando por el mejor interés de niños, niñas y adolescentes, que en
un buen porcentaje tienen que ser privados de la filiación paterna y por tanto no acceden
al derecho a que los padres provean para su manutención, salud y educación.

49
Nótese que la redacción del Código de Familia de 23 de agosto de 1972, elevado a rango de Ley el 4
de abril de 1988, se encuentra redactado en lenguaje sexista, para el legislador dentro de ese lenguaje
inclusivo que debe entenderse por ejemplo cuando señala hijos, también a las hijas. Disposiciones que
requieren una urgente reforma, de acuerdo a los compromisos adquiridos por el Estado.
50
La gratuidad, en el caso de procesos judiciales que involucren a niños, niñas y adolescentes se
encuentra establecida para todos los casos pero lamentablemente en tanto no se le recuerde al operador de
justicia la norma, no cumple con ese mandato legal.
51
Propuesta para una Constitución Política del Estado con Perspectiva de Género Enero 2007.

5
Maltrato y violencia a niños y niñas

Este es uno de los problemas que requiere políticas urgentes y un seguimiento riguroso
de parte de los organismos estatales, los que no pueden permitirse tregua. Se ha
identificado que la violencia a la niñez y adolescencia se dan en diferentes ámbitos ya
sea en el familiar y el educativo.

En cuanto al conocimiento de las instancias estatales sobre los informes de instituciones


como el ‘Viceministerio de Asuntos de Género y Generacionales y Defensa del Niño
Internacional destacan que 9 de cada 10 niños son maltratados física y psicológicamente
y que el 10% de estos últimos son víctimas de agresión sexual. Esta situación es más
grave aun si se tiene en cuenta que provoca la deserción escolar entre la población
infantil en magnitudes importantes, pues, según datos oficiales, sólo 75 de cada 100
menores terminan la educación primaria y 54 de cada 100 concluyen la educación
52
secundaria’ .

En el informe denominado Violencia hacia la Niñez y Adolescencia, basado en los


resultados del Sistema de Información de Defensorías, se sostiene que de acuerdo a:

Estudios realizados en 1997, aproximadamente el 87% de los menores sufren algún tipo
de maltrato dentro de la familia, la mayor parte en castigos con fines supuestamente
“educativos”. El 70% declaró recibir maltrato psicológico y el 60%, maltrato físico.
Asimismo, afirma que nueve de cada diez niños que asisten a escuelas o colegios
reciben reprimendas insultos, son ridiculizados, o son castigados de cara a la pared; 5 de
cada 10 son maltratados con golpes en las manos, jalones de orejas y otras formas de
maltrato físico y 50% de los maestros asocian el castigo a la disciplina, al igual que los
53
regentes, quienes aplican el maltrato en un 27% .

Otro aspecto identificado con referencia al maltrato infantil es el referido a la violencia


por acción u omisión. Respecto a la identificación del autor de la violencia, en el 45%
de las atenciones del maltrato psicológico se señala al padre como principal agresor, en
el 23% a la madre y a otros adultos en un 9%. De igual manera, ambos progenitores son
54
los principales responsables de un 32% de los casos de maltrato físico .

Violencia Sexual

La violencia sexual reviste una serie de facetas, desde los toques impúdicos hasta la
violación sexual propiamente dicha. Este tipo de agresiones siempre conllevan ejercicio
de poder de parte del agresor sobre la víctima, que se utiliza los genitales para agredir.
La violencia sexual daña gravemente el bienestar físico, mental, social y
psicoemocional de la víctima, mermando en ocasiones, en forma irreversible, su
capacidad de disfrutar de una vida sexual satisfactoria y sin riesgos. Es un acto de poder
que usa el sexo como arma para dañar y humillar a la víctima. Generalmente la
motivación primaria es la necesidad del abusador de sentirse poderoso y capaz de
dominar y degradar a la víctima 55.

52
INE Y UNICEF, Violencia contra la niñez en Bolivia, 2005, Pág. 111.
Ibidem.
53
54
Ibidem.
55
Oficina Jurídica para la Mujer 2005, Pág. 3.

5
Son los actos más violentos que se comenten en contra de las mujeres, adolescentes y
niñas o niños en todo el mundo, y sin embargo está encubierta en mitos y conceptos
erróneos que frecuentemente se minimiza o hasta es descartada en la mente del público.

Los mitos y las actitudes sociales son las barreras que evitan que las sociedades
reconozcan el alcance y la magnitud de este problema y que consecuentemente se tomen
medidas serias para su prevención.

La violencia sexual tiene un subregistro, que no refleja la realidad de estos delitos, así
de un relevamiento de datos realizado por la Oficina Jurídica para la Mujer el año 2005,
resulta que de las denuncias presentadas ante la Fiscalía, por casos de violencia sexual,
menos del 10 % continúan con el proceso investigativo hasta lograr sentencia.

También existe un manejo de datos que señalan que cuatro de cada cinco niños/as ha
sufrido algún tipo de violencia sexual.

La normativa vigente en el país ha permitido que las personas agredidas sexualmente


tengan en cierta medida protección de sus derechos. La ley 2033 de Protección a las
Víctimas de delitos contra la Libertad Sexual, ha realizado una nueva catalogación de
estos delitos, estableciendo así también agravantes. En lo que se ha producido un avance
56
en cuanto a la norma es la incorporación del artículo de los derechos de las víctimas .

Asimismo se ha avanzado en lo que se refiere a la aplicación de la normativa


internacional (ratificada y por lo tanto Leyes de la República) en los procesos
57
judiciales.

56
“La víctima de delitos contra la libertad sexual tendrá, además de los derechos y garantías reconocidas
en la Constitución Política del Estado, en el Código de Procedimiento Penal y demás leyes, los siguientes
derechos: 1) A presentar denuncia,…,2) A la información desde el inicio del procedimiento penal, de
todas sus prerrogativas y las consecuencias de cada una de las actuaciones; 3) Al conocimiento de todos
los datos que requiera para participar en el desarrollo del procedimiento y a contar con copias certificadas
de las actuaciones siempre que lo solicite, sin que importe que se constituya en parte; 4) A no comparecer
como testigo, si considera que los elementos de prueba que presenta o que se presentaron, son suficientes
para probar los elementos del delito y la responsabilidad del imputado; 5) A emplear, en la etapa del
juicio, un nombre sustituto en aquellos casos en los que sea necesaria su participación y no se disponga la
reserva de la publicidad; 6) Al anonimato en los medios de comunicación, y a que no se brinde
información sobre su familia o su entorno, que permita su identificación; 7) A realizarse el examen
médico forense una sola vez, no pudendo ser presionada u obligada a repetir el examen; en caso de que
acceda, a poder estar acompañada de su abogado y personas de su confianza durante la realización del
acto. En caso de ser persona menor de catorce (14) años el consentimiento lo darán los padres o
responsables y, para el efecto estarán acompañados de un psicólogo, de su abogado y de una persona de
su confianza; 8) A recibir atención de urgencia, material y médica por los hospitales estatales y centros
médicos; 9) A recibir tratamiento pos-traumático, psicológico y terapia sexual gratuito, para la
recuperación de su salud física y mental en los hospitales estatales y centros médicos; 10) A la seguridad,
por lo que la autoridad investigadora y la jurisdiccional están obligadas a ordenar las medidas necesarias
para la protección de la víctima, sus familiares, dependientes y testigos de cargo, de su domicilio y
posesiones …; 11) A la renuncia del careo con el imputado. En caso de aceptación de la víctima este
debe realizarse en presencia de su defensor; 13) A que en la etapa de diligencias de policía judicial, los
interrogatorios sean realizados bajo la supervisión de un psicólogo o de instituciones de servicio social sin
fines de lucro, el fiscal y su abogado defensor. Debiendo realizarse únicamente en el domicilio de la
víctima”. Asimismo se cuenta con Declaración de Naciones Unidas, aprobada por la Asamblea General
por Resolución 40/34 del 29 de noviembre de 1985. Principios Fundamentales de Justicia para las
Víctimas del Delito y del Abuso de Poder.
57
Así en el Estatuto de Roma de la Corte Penal Internacional en su Art. 68.2 se establece que “Las Salas
de las Cortes podrán, a fin de proteger a las víctimas y los testigos o a un acusado, decretar que una parte

5
Otro aspecto identificado, dentro la violencia sexual, es el hecho de haber establecido a
partir de la Ley 1674 como una de las formas de la violencia intrafamiliar entre la pareja
la violencia sexual que antes de la promulgación de esta ley caía dentro de lo que se
conoce como debito conyugal. La violencia sexual en las parejas es una práctica
recurrente de los hombres para someter a sus compañeras. Para el imaginario colectivo,
al no haberse establecido políticas educativas adecuadas, permanece dentro del ámbito
de lo privado y como parte del relacionamiento habitual de las parejas. Sobre los
abusos sexuales dentro del matrimonio o relaciones de pareja no existen datos, puesto
que generalmente se realiza la denuncia por violencia familiar y por añadidura ellas
comentan las circunstancias de la violencia sexual sufrida. Para muchos operadores de
justicia las mujeres no pueden invocar esta circunstancia para recurrir en un proceso de
divorcio o separación pues no existen pruebas.

Feminicidio o Femicidio en Bolivia

El feminicidio es un concepto reciente y recibe este denominativo “los asesinatos de


seres humanos por el solo hecho de ser mujeres”. Es una forma extrema de violencia
basada en la inequidad de género, entendida como la violencia ejercida por los hombres
58
hacia las mujeres en su deseo de obtener poder, dominación o control .

Es necesario remarcar que [l]os Estados tienen el deber de proteger la vida, la integridad
personal y la libertad de todas las personas. Respecto de las mujeres han afirmado su
preocupación por la sistemática violación de sus derechos, fundamentada en la
desigualdad de las relaciones de poder entre los hombres y las mujeres. Han expresado

del juicio de celebre a puerta cerrada o permitir la presentación de prueba por medios electrónicos u otros
medios especiales. En particular, se aplicarán estas medidas en el caso de una víctima de agresión sexual
o de un menor de edad que sea víctima o testigo, salvo decisión en contrario adoptada por la Corte
atendiendo a todas las circunstancias, especialmente la opinión de la víctima o el testigo”.
Es así que si se equipara el derecho a la dignidad humana de la víctima de delitos de agresión sexual -
persona que ha sufrido uno de los peores agravios y agresiones degradantes a los que puede ser sometido
un ser humano a través de un acto no sólo contrario a su voluntad, sino realizado venciendo su resistencia
por la violencia, lesionando en grado máximo su dignidad personal y libre desarrollo de su personalidad,
además de vulnerar el derecho a su integridad física, moral, su honor, imagen e intimidad- que
simplemente pretende no tener que enfrentar otra vez a su agresor, aspecto admitido y dispuesto por las
normas legales e internacionales anotadas en este fallo, en un acto judicial donde tendrá que relatar y,
prácticamente, revivir psicológica y emocionalmente el hecho ilícito al que ha sido sometida, con el
derecho de este último de estar presente en esa audiencia (que es un acto único), clara y obvia es la
necesidad de proteger con mayor cuidado el derecho de aquella víctima, porque el ejercicio de ese
derecho no está impidiendo de modo alguno que el sindicado pueda ejercitar su defensa en todo el juicio,
en todas las instancias y utilizando todos los recursos y medios que la ley le franquea al efecto. SS.CC.
1015 de 2 de julio de 2005.
57
Es absolutamente razonable que la normativa nacional e internacional permita una protección especial
para las víctimas de agresiones sexuales, pues la violación es un crimen tan horrendo y grave como el
asesinato, siendo sus consecuencias distintas a las de los otros crímenes. En ese orden, en la medida en
que deja secuelas y, en muchos casos, daños irreversibles, la cultura, ambiente y procedimientos
judiciales son especialmente intimidantes para las mujeres abusadas sexualmente, además de que, brindar
testimonio sobre la violación sexual frente al violador, puede significar para ella una doble victimización
y mucho más si es menor de edad, en la medida en que la sola presencia del violador reproducirá los
traumas provocados en el acto criminal, prolongando el sufrimiento y dolor. SS.CC. 1015 de 2 de julio de
2005.
58
Salguero Elizabeth, Periodista de la Red Ada. Artículo de Prensa.

5
también su compromiso por garantizar estos derechos con medidas acordes a las
59
necesidades y la condición de las mujeres .

En países como Bolivia, […] el tema del feminicidio/femicidio no se ha visibilizado en


las instancias oficiales, pareciera que este problema no existe y los gobiernos no han
60
llevado a cabo acciones tendientes a su erradicación .

A pesar de la ratificación por parte del Estado de los tratados internacionales


especializados en la lucha contra la violencia hacia las mujeres (CEDAW y Convención
de Bélem do Pará), pocas acciones se han llevado a cabo, encaminadas al respeto y
aplicación de los principios establecidos en estas convenciones. En efecto, respecto al
feminicidio se puede afirmar que la implementación de estos tratados es incipiente en
nuestro país y las mujeres continúan sufriendo discriminación y violencia en las
61
diferentes esferas de la vida .

De acuerdo al informe presentado ante la Comisión Interamericana de Derechos


Humanos, por los países de América Latina, a fines del año 2006 se tiene que en
“Bolivia se registraron 373 asesinatos de mujeres, en donde el 7.7% corresponde a
menores de 20 años, el 6.17% a mujeres entre 21 y 30 años, el 2.9% a mujeres entre 31
y 40 años, el 4.02% a mujeres de mas de 41 años y el 80.16% a mujeres de quienes se
62
desconoce su edad” .

El estudio de feminicidio/femicidio de la RED ADA, comprende de 2003 a 2004, y


señala que [e]n Bolivia, varias organizaciones de mujeres realizaron la campaña “Basta
63
de violencia: Denunciemos el Asesinato de Mujeres en Bolivia” . El objetivo de la
misma fue visibilizar y denunciar ante la opinión pública, principalmente ante los
encargados de administrar justicia y de brindar seguridad ciudadana, la impunidad
existente frente al asesinato de mujeres o feminicidio en Bolivia.

Dentro de esta situación en la que se tiene que enfrentar asesinatos contra mujeres, se
han realizado denuncias, consiguiéndose el procesamiento de los asesinos, pero [s]in
embargo, la mayoría de los casos que han recibido sentencia, incluso de treinta años sin
derecho a indulto, han apelado y los asesinos siguen gozando de libertad (…).

Es alarmante la cantidad de casos de violencia que terminan en asesinatos, donde la


mayoría de las víctimas son mujeres. Según el informe citado, se tiene en la ciudad de
El Alto durante los años 2001, 2002 y 2003 se registraron 23 casos en la División de
Homicidios de la Policía Técnica Judicial.

Continuando con la misma fuente, [d]urante los mismos años, en la ciudad de La Paz se
registraron 38 casos, en su mayoría mujeres de 30 y 39 años. Es decir que en el lapso de
tres años han sido asesinadas un total de 61 mujeres en las ciudades de La Paz y El Alto.
En Santa Cruz el número de víctimas en los mismos años es aún más alarmante,
registrándose 49 casos de feminicidios y 150 tentativas de homicidios contra mujeres,
haciendo un total de 200 casos. Estas son muestras de lo que esta sucediendo en el país.

59
Comisión Interamericana de Derechos Humanos, informe
60
Ibidem.
61
Red Ada.
62
Informe ante la Comisión Interamericana de Derechos Humanos, año 2006.
63
Ibidem. Año 2006.

5
En cuanto al tipo de relación existente entre la víctima y el agresor, en la mayoría de los
casos eran esposos, enamorados o concubinos. Es decir que las mujeres conviven con el
asesino, cuyas edades promedio oscilan entre 20 y 50 años. El informe indica que los
64
mayores agresores son los cambas, luego los camba-collas y les siguen los collas .

Los avances impulsados desde el organismo rector (viceministerio de la mujer) contaron


con el apoyo de la cooperación internacional, aunque las acciones fueron efectuadas
por la discontinuidad de la gestión gubernamental y las dificultades para que las
responsabilidades de los servicios de atención a nivel departamental y municipal sean
asumidas por recursos públicos prefecturales y municipales. Muy pocos SLIMs han sido
asumidos presupuestariamente por algunos municipios. Los servicios en general se
65
desenvuelven en condiciones de precariedad .

En torno al feminicidio, remarcar que es otra de las formas de expresión de violencia


contra las mujeres que requiere ser atendida desde instancias estatales y requiere el
despliegue de políticas públicas, tal vez esta expresión es la que se encuentra más
invisibilizada entre la falta de acceso a la justicia para las mujeres y la impunidad para
los agresores, además que permanece invisibilizada en los subregistros de las instancias
policiales y del propio aparato judicial.

Políticas Públicas

El Estado boliviano tiene previstos algunos mecanismos institucionales de protección a


la mujer, la niñez y la adolescencia, a partir de lo que en la actualidad constituye el
Viceministerio de Género y Generacional, del Ministerio de Justicia que tiene la
responsabilidad de establecer las políticas públicas para la prevención y atención de la
temática de violencia.

(…) la violencia es un campo donde se han concentrado los esfuerzos desde el


organismo rector, de las ONGs y mujeres comprometidas con la problemática. Los
avances normativos legales y de política pública se ubica como un desarrollo necesario
e importante, que se ubican como un desarrollo necesario e importante, que se ve
obstaculizado en su aplicación por la falta de reconocimiento como problema público
que permita su priorización. Las disposiciones normativas no tienen correspondencia
con los dispositivos institucionales, con los mecanismos procedimentales, con personal
calificado, con las condiciones financieras, materiales e infraestructurales; pero
básicamente con un grado aceptable de conocimiento de la ley y su reglamentación, por
parte de autoridades, de la población y de las propias mujeres. Las autoridades
mantienen visiones y prácticas legalistas, formales y de énfasis en el procedimiento
66
antes que en la persona .

Se constituyen parte de las instancias que deben llevar adelante las políticas públicas,
las Brigadas de Protección a la Familia, las reparticiones prefecturales denominados
Servicios Departamentales de Gestión Social, y las Municipales que son los Servicios
Legales Integrales y las Defensorías de la Niñez y Adolescencia.

64
Elizabeth Salguero, datos y procedencia regional de los agresores, cambas habitante del oriente
boliviano, camba- colla, mestizo entre oriental y occidental de Bolivia, colla el habitante occidental, se
refiere más a procedencia étnica.
65
Red Ada, artículo de internet.
66
Capitulo Boliviano de Derechos Humanos, Democracia y Desarrollo, 2005, Pág.

5
“Con las disposiciones que emanan de las leyes de Descentralización, Participación
Popular, la Ley de Municipalidades, se dispone que la atención de la problemática de la
mujer y la familia se encuentra en el marco de las responsabilidades municipales, para
impulsar actividades de atención a la violencia. Para este propósito se crean Servicios
Legales Integrales (…) (SLIM) y la instalación de Brigadas de Protección a la Familia
67
dependientes de la Policía .

En cuanto al Viceministerio de la Niñez, Juventud y Tercera Edad, ha sido fusionado al


Viceministerio de Asuntos de la Mujer constituyendo en la actualidad el Viceministerio
de Género y Generacional, ambos a su vez se han constituido en direcciones
dependientes del Ministerio de Justicia, lo que significa que ni las mujeres, ni los niños,
niñas, adolescentes, jóvenes y tercera edad, constituyen factor de desarrollo en este país,
sino factor de justicia, es decir ya no generan políticas públicas para el desarrollo sino
para la demanda de justicia, lo cual constituye una retroceso, tanto desde la mirada a la
jerarquía institucional, como a la importancia y el rol protagónico que se les debe
otorgar a estos segmentos de la población.

Debilidad del Estado para abordar el fenómeno de la violencia

Se debe considerar que la violencia doméstica e intrafamiliar afecta de manera


considerable al ejercicio de los derechos de las mujeres, ya que ellas no sólo son
maltratadas físicamente sino que llegan a ser privadas de su libertad, privadas de su
derecho a trabajar, a la educación y a la cultura y a su derecho a la salud física y mental,
por lo que la vulneración de los DESC en casos de violencia doméstica e intrafamiliar
en Bolivia es evidente.

Algunos avances no han determinado la disminución de la violencia intrafamiliar y esta


sigue siendo un problema que afecta a las mujeres, ya que 7 de cada 10 mujeres sufren
algún tipo de violencia en sus hogares, en un 75% de los casos, tiende a ser repetitiva y
no suele ser denunciada por las víctimas. Del total de mujeres que declararon haber
sufrido violencia en sus hogares, el 53% no tomó ninguna acción y sólo poco más de un
17% realizaron denuncia ante las Brigadas de Protección a la Familia, los Servicios
Legales Integrales o el Sistema Judicial; el 30% restante, optó por hallar soluciones en
68
el marco de sus propios núcleos familiares .

Los avances en el marco normativo y legal contra la violencia intrafamiliar conlleva


excesivos esfuerzos de las instituciones interesadas en este campo, ante las dificultades
de aplicación de la Ley por el desconocimiento de la misma, por parte de autoridades,
de la población y de las propias mujeres, a pesar de periodos intensos de difusión de la
ley a través del organismo rector de género y de las ONGs que trabajan con la temática.
Por otro lado los mecanismos institucionales para la aplicación de la ley expresan
debilidad por la falta de apoyo de las autoridades, no priorización de la problemática,
que conduce a que los municipios no asuman la responsabilidad asignada de establecer
los Servicios Legales Integrales Municipales (SLIMs). A ellos se añade la escasez de
recursos humanos capacitados, escasa asignación de recursos financieros y las
dificultades para que los municipios asuman orgánica e institucionalmente el
69
funcionamiento de tales servicios .

67
Ibidem, Pág. 253.
68
Viceministerio de la Mujer, 2005,Pág. 9
69
Capitulo Boliviano de Derechos Humanos, Democracia y Desarrollo, 2005, Pág.

6
Otra debilidad de las instancias creadas por la Ley 16 74 es que no se ha logrado que los
municipios, instancias que representan la presencia estatal más próxima, no han
asumido su responsabilidad de implementar estas instancias, mucho menos de dotarles
de financiamiento, es así que se reportaba que de los 326 municipios existentes en
Bolivia, tan solo 126 contaban con SLIMs, cuyo servicio termina por ser deficiente
tanto por la falta de contratación de personal capacitado para atender la temática como
por la falta de dotación de ambientes adecuados y equipamiento, es decir falta de
asignación presupuestaria.

Otro aspecto que debe ser remarcado, es la inestabilidad funcionaria, generalmente por
la falta de asignación presupuestaria se realizan contratación de personal bajo la
modalidad de consultaría, determinando el recambio de funcionarios a la conclusión del
contrato, lo cual imposibilita la continuidad en la atención y por otro lado la
imposibilidad de ejecutar planes o programas.

Conclusiones

Por razones metodológicas realizaremos consideraciones en relación a los tres poderes


del Estado por sus ámbitos de competencia:

Desde el ejecutivo
En conclusión las políticas públicas encaminadas al ejercicio de los derechos de las
mujeres y de los niños, niñas y adolescentes no son sostenibles y cambian con los
avatares de la política y el ánimo de los gobiernos de turno, lo que redunda en una mala
calidad de vida para estos dos grandes sectores y por lo tanto dificulta el acceso a los
DESC.

La fusión del Viceministerio de la Mujer con el Viceministerio de asuntos


generacionales, además de haber cambiado de sector, constituye un retroceso para que
el Estado asuma una política agresiva en contra de la violencia en todas sus
manifestaciones.

Las acciones preventivas se van asumiendo por las instancias privadas en lugar que
desde el propio Estado, lo cual incide que estas instancias focalicen sus acciones en
ciertos sectores sin brindar una adecuada atención a todos los sectores de la población.

Desde el Legislativo:
Se considera que se deberá establecer reformas legales, conforme a las recomendaciones
del Comité de Derechos Económicos Sociales y Culturales, en la perspectiva de
disminuir los altos niveles de violencia y discriminación contra las mujeres, niños niñas
y adolescentes.

Desde el Judicial:
En este plano remitirse a la aplicación de las disposiciones legales entendidas de manera
integral y en el espectro amplio de la normativa internacional. Posibilitar el acceso a la
justicia para estos sectores de la población, procurando procedimientos ágiles y en los
plazos establecidos por ley, evitando la retardación de justicia.

6
Asimismo, es importante que el poder judicial tomo conciencia de las graves
apreciaciones en relación a la administración de justicia, emitidas por la Comisión
Interamericana de Derechos Humanos, a raíz de la información obtenida en la visita in
locu, realizada en el mes de noviembre de 2006 al país.

6
CAPÍTULO 5

MUJER Y NIVEL DE VIDA DIGNO:


EL PROBLEMA DE LA POBREZA Y SU INCIDENCIA
EN LAS MUJERES

Una vida digna, más allá de cualquier connotación que se le asigne al concepto, está
condicionada por la disponibilidad de bienes y servicios para satisfacer un nivel
convencional mínimo de necesidades, entendido, en el argot económico, como
“bienestar”. Por tanto, el análisis del derecho respecto de un nivel de vida digno, nos
remite irremisiblemente al análisis de la problemática de la pobreza y la desigualdad
socioeconómica, resultante, entre otros factores, de la deficiente distribución de recursos
y conocimientos, que se comportan, al mismo tiempo, como causa y como efecto.

De las varias discriminaciones descritas y analizadas en este diagnóstico, la causa y el


resultado principal es la pobreza y desigualdad, que caracteriza a gran parte de la
población boliviana.

El problema de la pobreza estructural

Los estudios sobre desarrollo humano, históricamente, han colocado a Bolivia en los
lugares más extremos de pobreza. La pobreza y la desigualdad, parecen ser un rasgo
característico de la sociedad boliviana.

Como se ha venido insistiendo en los capítulos anteriores, en los últimos años el nivel
de vida de los bolivianos se ha visto socavado por políticas económicas de corte
neoliberal. Sin embargo, también es necesario precisar que antes del PAE, iniciado en
1985, una serie de políticas erradas desencadenaron procesos inflacionarios
descontrolados y desequilibrios macroeconómicos sin precedentes. Aún cuando se
puede discutir la opción política del ajuste, lo que queda claro es que como resultado de
este proceso, la población boliviana ha sufrido un intenso empobrecimiento. Esto,
lógicamente, ha determinado peores condiciones de vida para gran parte de la
población. Al respecto, en el capítulo primero se analiza los niveles de desigualdad y
pobreza, tal como se establece en los anexos, para lo que se debe tener presente que:

Se considera a la pobreza por la magnitud absoluta de carencias, que operativamente se


traduce, por un lado, en las líneas de pobreza (el mínimo de ingresos por debajo del cual
una persona no podría reproducirse) y, por el otro, en las necesidades básicas
insatisfechas (paquete mínimo de satisfactores sin los cuales no se puede cubrir las
necesidades sociales mínimas o básicas). La línea de pobreza marcaría un ‘derecho de
los pobres’; quienes estén por debajo de ella merecen un trato económico protector y
capacitador por parte del Estado. En cambio, quienes quedan por encima de esa línea
estarían en condiciones de competir autónomamente según las reglas del mercado.
Estas son las premisas que sostienen las políticas de alivio o reducción de la pobreza
que miden a los pobres bajo los dos criterios antes señalados […]
Esto ocurre también con el alivio o la reducción de la pobreza relativa de las mujeres,
que tiene causas estructurales (la división sexual del trabajo, la imposibilidad de
sustituir a las mujeres en funciones reproductivas, como el parto) y otras de carácter
intermedio, pero estrechamente ligadas a las primeras (modalidades distintas de

6
inserción laboral, dificultades de aprovechamiento de oportunidades diversas, etc.), que
70
deberían ser tomadas en cuenta .

Tomando en consideración los datos sobre la pobreza, resulta difícil visibilizar a las
mujeres, ellas como en gran parte de la información se encuentran subsumidas en los
datos de la población en general, “Las informaciones sobre la pobreza no discriminan
por sexo, sobre todo cuando para su medición se utiliza las necesidades básicas
insatisfechas definidas a partir de la inadecuación a umbrales o parámetros mínimos de
bienestar asociados con los equipamientos de las viviendas (características de la
vivienda, disponibilidad de servicios de agua y saneamiento básico), insumos
energéticos (electricidad y combustible para cocinar), nivel educativo y acceso a
servicios de salud ( donde se atienda también en el parto)” 71.

En tanto las mujeres tengan mejores oportunidades económicas es que podrán mejorar
sus condiciones de vida, de acuerdo a los datos estadísticos del INE, se tiene que “las
oportunidades económicas de las mujeres están vinculadas a sus oportunidades de
trabajo remunerado, las que deben analizarse dentro del marco del total de trabajos de
distintas características que ellas desempeñan. La división social del trabajo por sexo y
la ideología que las fundamenta, constituyen las principales barreras de género que
enfrentan las mujeres para insertarse en el mercado de trabajo en condiciones de
72
igualdad” .

Cuadro 5. 1
Acceso a Recursos Económicos por sexo censo 1992 y 2001

Condición de 1992 2001


Actividad Mujeres Hombres Mujeres Hombres
Población Ocupada (PO) 956.317 1.475.170 1.215.873 1.780.183
Población Desocupada (PD) 11.993 49.992 34.708 101.049
Población económicamente 1.364.328 703.494 1.792.900 1.706.155
Inactiva (PEI)
Fuente: Instituto Nacional de Estadística

La Estrategia Boliviana de Reducción de Pobreza (EBRP)

Bolivia ingresó al programa de alivio de la deuda externa de los países pobres altamente
endeudados (Heavily Indebted Poor Countries - HIPC II) en el año 2001, lo que le
73
permitió al país recibir, de acuerdo a datos oficiales del BID , una reducción de deuda
total por concepto de estas iniciativas que asciende a US$ 1.302 millones en VPN o
aproximadamente US$ 2.100 en términos nominales. Como condición para alcanzar la
efectivización de dicho alivio, el país tuvo que elaborar una estrategia de reducción de
74
la pobreza como mecanismo concertado de distribución de los recursos .
70
Viceministerio de la Mujer, 2003, Pág. 72
71
Ibidem Pág. 73.
72
Mujeres y Hombres en Cifras Brechas de Género, Viceministerio de la Mujer e Instituto Nacional de
Estadística, 2005, Pág. 26.
73
Banco Interamericano de Desarrollo; Unidad de Pobreza y Desigualdad. Publicación “Equidad”,
Octubre 2001, Vol. 1I, Número 2;
74
La estructuración de la EBRP ha seguido un recorrido relativamente largo, iniciado en 1997 con el
Primer Diálogo Social bajo el lema “Bolivia hacia el siglo XXI”. Posteriormente, se llevaron adelante
procesos participativos y “negociados” con actores sociales, hasta la promulgación en julio de 2001 de la
Ley del Diálogo Nacional, mediante la cual se definen los lineamientos básicos para la gestión de la

6
A este respecto, el Resumen Ejecutivo del “Informe de Evaluación y Monitoreo de las
75
Estrategias de Reducción de la Pobreza (ERP) en América Latina” , sobre la ERP de
Bolivia, refiere que:

Con la aprobación de la Estrategia Boliviana de Reducción de la Pobreza (la EBRP) por


los directorios del Banco Mundial y el Fondo Monetario Internacional en el 2000,
Bolivia llegó a ser uno de los primeros países en cumplir con los requisitos de HIPC II y
beneficiarse del alivio de deuda comprometido. La estrategia fue anunciada en los
círculos internacionales como un buen ejemplo de una Estrategia de Reducción de
76
Pobreza en cuanto a contenido y a proceso se refiere .

Pese a los méritos que le atribuían a la EBPR los organismos financieros que manejaban
los recursos de HIPC II, en el país se hacían conocer críticas no solamente al proceso de
concertación marcado por la cooptación gubernamental, sino también, por los criterios
estratégicos, como se manifiesta en el Informe antes citado:

Las causas estructurales de pobreza no reciben suficiente atención en la estrategia. Entre


ellas, se puede resaltar tres: (1) el “modelo económico”, (2) la distribución y condición
de los recursos naturales, y (3) las estructuras de poder y de exclusión. Otras debilidades
del análisis de pobreza son la falta de análisis de los riesgos y vulnerabilidades que
tienden a empobrecer a los hogares y la ausencia de las políticas de Estado en aliviar
77
[…] . (2003, 10).

Por otra parte, la sociedad civil criticó la EBRP por su clara orientación política antes
78
que social . Esta crítica que en su momento fue acusada de extrema, tenía fundamento,
como se puede evidenciar en el documento elaborado por el Gobierno de Bolivia, bajo
el título Bolivia: Estrategia Boliviana de Reducción de Pobreza y presentado al BID en
diciembre de 2001:

La Estrategia Boliviana de Reducción de Pobreza (EBRP) parte de una premisa


irrefutable: la pobreza, la inequidad y la exclusión social son los problemas más severos
que afectan a la democracia y gobernabilidad en Bolivia, consecuentemente, la
preservación de la democracia exige atender prioritariamente esos retos.

La instrumentalización política de la movilización de los recursos del HIPC II, no era


desconocida por los organismos que administraban estas fuentes externas. Esto se
refleja no sólo por la cita que precede, sino principalmente, por la persistencia – en el

estrategia y los criterios de distribución de los recursos destinados a los programas de reducción de la
pobreza.
75
La Agencia Sueca de Cooperación Internacional para el Desarrollo (ASDI), ha solicitado al Institute of
Social Studies (ISS) de La Haya, la “Evaluación y Monitoreo de las Estrategias de Reducción de la
Pobreza (ERP) en América Latina”. El Informe País, presentado en diciembre de 2003, ha sido titulado:
La Estrategia Boliviana de Reducción de Pobreza: “La Nueva Brillante Idea?”
76
Estrategia de Reducción de la Pobreza, 2003, Pág. 10.
77
Ob cit: 2003, Pág. 10
78
Esta puede parecer una mera cuestión retórica, empero, muestra la importancia que reviste el sentido de
las políticas públicas aplicadas en el país. Los sectores sociales exigían al gobierno que la política social,
en particular la lucha contra la pobreza, se enmarque en lo que ellos denominaban el pago de la deuda
social. Sin duda, esto significaba el reconocimiento de que la pobreza es resultado de procesos históricos,
económicos y políticos que han incidido sobre la creación y distribución de la riqueza socialmente creada
y su concentración en grupos empresariales minoritarios, de los que formaban parte quienes detentaban el
poder.

6
documento oficial de la EBRP – del enfoque de la “teoría económica del derrame”, que
en los hechos resultaba la base de la política económica, tan resistida, de Sánchez de
79
Lozada .

A diciembre del año 2003, la evaluación de la primera etapa de implementación del


programa, que se consigna en el Resumen Ejecutivo solicitado por ASDI, es por demás
elocuente respecto de los “resultados”. No obstante, en sus dos años de vida, la EBRP
ha transitado un camino difícil. Oficialmente, la EBRP […] sigue vigente, pero la gran
mayoría de los bolivianos o no la conocen o la consideran un documento “muerto”. La
implementación de la estrategia (en un clima económico recesivo y un clima social
tenso) no ha logrado reducir la pobreza monetaria y pocos tienen confianza en que la
estrategia pueda resolver los problemas económicos del país.

Como es bien sabido, el proceso de diálogo y concertación nacional en torno a la EBRP


80
tuvo lugar en un contexto sumamente crítico . El proceso sirvió, en esas condiciones,
para mitigar los conflictos temporalmente, ya que las causas que las originaban se
81
mantenían sin resolver .

Las nuevas cifras de la EBRP

El Tercer Diálogo Nacional: Bolivia Productiva que se realizó el 2004 y que culminó
con un encuentro nacional en enero del 2005, presentó el Plan Bolivia Competitiva y
Solidaria (Mayo 2005), que pone énfasis en el fortalecimiento de la economía y en su
crecimiento. Aunque sus resultados englobarían a las mujeres, no ha sido formulado en
una perspectiva de género.

Con relación al financiamiento, la asignación de recursos del Fondo de Operaciones


Especiales (FOE) del BID para la gestión 2006, Bolivia tendría acceso a la suma de casi
$us 76 millones, si se considera el monto trasladado de 2005, el monto disponible para
2006 asciende a $us 105 millones; por otro lado, si se toma en cuenta el servicio de
deuda al BID en los últimos seis años, el flujo anual de condonación estaría alrededor
de $us 97 millones anuales (capital e intereses); por tanto, después del alivio, Bolivia
dispondría, a través de los recursos condonados por el FOE, de poco más de $us 8
millones.

79
La “teoría económica del derrame”, concepción económica que prioriza el crecimiento económico
privilegiando a ciertos sectores que consideran los que podrían generar ese crecimiento, y dinamizar la
economía, posibilitando así que los otros sectores se beneficien de los excedentes de la concentración
dejando que el mercado sea el que establezca una suerte de equilibrio, es una concepción netamente
liberal que no ha tenido los efectos esperados y lo único que se ha logrado es la concentración económica
y el ensanchamiento de la brecha entre ricos y pobres.
80
Es conocido por todos que la gestión gubernamental de Gonzalo Sánchez de Lozada, el presidente ultra
neoliberal, se caracterizó por el gran descontento popular y rechazo a su política económica. Las
manifestaciones y protestas a su gobierno culminaron con su derrocamiento en octubre del año 2003 por
una sublevación popular con un saldo nefasto de 60 muertos y 400 heridos.
81
La EBRP junto con el PLANE, que se analiza en el Capítulo 2 de este trabajo, son claros ejemplos de
emprendimientos gubernamentales de “emergencia política” que no apuntan a la resolución de los
problemas estructurales, que están en la base de los conflictos sociales que pretenden controlar.

6
Por otra parte, el 6 de enero de 2006 el FMI condonó a Bolivia alrededor de $us 232
millones en derechos especiales de giro (DEG), dejando como saldo al mes de mayo de
2005 la suma de $us 15 millones.

A la fecha, no se han realizado aún estudios de evaluación del impacto de las políticas
que se habrían desarrollado con estos recursos. Solamente podemos indicar, que se han
llevado adelante procesos de reconducción política orientados a definir nuevos enfoques
de inversión social, como veremos en los capítulos siguientes.

Derecho de la mujer a un nivel de vida adecuado

El Artículo 11º del PIDESC proclama el derecho de toda persona a un nivel de vida
adecuado para sí y su familia, incluso alimentación, vestido y vivienda adecuados, y a
una mejora continua de las condiciones de existencia.

El derecho de las personas a vivir dignamente se establece a partir de la CPE de Bolivia


mediante su Artículo 8 inciso e), que dispone que toda persona tiene como deber
fundamental: asistir, alimentar y educar a sus hijos menores de edad, así como de
proteger y socorrer a sus padres cuando se hallen en situación de enfermedad, miseria o
desamparo. Una característica, también fundamental, de este precepto constitucional, es
su carácter vinculante para la sociedad. No solamente es una garantía del Estado, sino
que se constituye en un deber de todas las personas como miembros del Estado.

El derecho a un nivel de vida adecuado, tiene un carácter múltiple en cuanto a sus


componentes, como se refleja en las disposiciones mencionadas. Por tanto, su
tratamiento requiere de enfoques holísticos e integrales. Todas las políticas económicas
y sociales influyen de algún modo en el nivel de vida.

En el orden aplicativo, el Estado boliviano aborda -con diversos resultados- una serie de
políticas destinadas a posibilitar el derecho de toda persona a un nivel de vida adecuado.
No existe en este marco, un verdadero enfoque de género. Solamente existen servicios y
facilidades destinadas a las mujeres madres, reproductoras del capital humano que
necesita el país.

Derecho a la alimentación

El comentario general N° 12 del PIDESC declara que “el Derecho a una alimentación
adecuada se realiza cuando cada hombre, mujer y niño, solos o en comunidad con otros,
tienen acceso físico y económico, en todo momento, a la alimentación adecuada o a
medios para obtenerla”.

La falta de acceso a la alimentación adecuada o a medios para obtenerla está


directamente relacionada con la pobreza, la cual, como vimos en la primera parte de este
capítulo, no es debidamente abordada por parte del Estado boliviano, a pesar de los
avances que se observan en los años recientes.

El hambre y la malnutrición, continúan azotando a gran parte de la población boliviana,


que como se refleja en el Capítulo 1, se ubica por debajo de la línea de la pobreza. En
estas condiciones, no es extraño que se tengan elevados niveles de prevalencia de
desnutrición, como se aprecia en el siguiente cuadro:

6
Cuadro 5. 2
PREVALENCIA DE DESNUTRICIÓN SEGÚN
DEPARTAMENTO NIÑOS/AS MENORES DE 5 AÑOS

DEPARTAMENTO PORCENTAJE
CHUQUISACA 42.7
POTOSÍ 42.3
COCHABAMBA 36.6
ORURO 32.7
TARIJA 32.7
BENI Y PANDO 29.5
LA PAZ 28.8
SANTA CRUZ 13.2
Fuente: Encuesta Nacional de Demografía y Salud (ENDSA) 2003

Las desigualdades departamentales que se observan en el cuadro 5.1, tienen su correlato


regional. Los departamentos del occidente boliviano, con excepción de La Paz -que es
82
la sede del gobierno boliviano- tienen la mayor prevalencia de desnutrición .

Reflejando esta realidad, la Propuesta de Estrategia e Instrumentos para Mejorar la


Seguridad Alimentaria en Bolivia (FAO – Octubre 2004) describe la situación del
hambre y la inseguridad alimentaria en el país, de la siguiente manera:

Estudios recientes han identificado a través de un mapa de vulnerabilidad a la Inseguridad


Alimentaria, a los municipios y a las organizaciones comunitarias con mayor probabilidad de
sufrir hambre. Dicho mapa señala que el 52.86% de las comunidades bolivianas se
encuentran en los grupos de mayor vulnerabilidad a la inseguridad alimentaria. Así mismo,
el 16% de la población total de Bolivia se concentra en 7.718 comunidades más vulnerables,
y el 78% de esa población es extremadamente pobre.

La desnutrición crónica, cuya manifestación más evidente es la talla baja, afecta a más
de 350.000 niños y niñas menores de 5 años en Bolivia. Muchos de ellos comienzan el
proceso desde el vientre materno, es decir, nacen con bajo peso y continúan siendo
desnutridos durante su infancia. Estos niños y niñas desnutridos tienen tendencia a tener
un desarrollo intelectual limitado, junto a enfermedades infecciosas frecuentes,
prolongadas y severas.

Los efectos de una situación de insuficiente alimentación y nutrición se reflejan en


estados nutricionales deficientes como: Las anemias nutricionales, siendo las mujeres en
82
El desarrollo desigual de las regiones oriental y occidental, constituye una cuestión muy controvertida
en el ámbito político regional. Lo cierto es que, en los últimos 55 años la inversión pública –aún a costa
de una alta deuda externa para el Estado boliviano- se orientó principalmente al Departamento de Santa
Cruz, que junto con la existencia de recursos naturales, propios de la región, tuvo un mayor desarrollo que
el resto de los departamentos, lo que permite explicar las mejores condiciones de vida de sus habitantes.

6
edad reproductiva y los niñas/os los grupos de población con mayor riesgo. Los
resultados obtenidos por la ENSA/03 revelan que casi 33 de cada 100 mujeres
bolivianas en edad fértil presentaban algún grado de anemia, siendo la más frecuente el
leve (26,4%). En niñas/os de cinco años es la elevada magnitud de la anemia
ferropénica, quienes presentaban una prevalecía de 51% con una alta proporción de
83
anémicos en grado leve (25.1%) .

Estos aspectos se traducirán a la postre, en una productividad menor. Por lo tanto, la


probabilidad de que sean adultos y adultas pobres y de que su pobreza se perpetúe, es
alta.

La realidad descrita, es el resultado acumulado de muchos años de deterioro de la


situación económica, así como de inadecuadas políticas públicas en el tema de la
seguridad alimentaria. Se puede decir que la inseguridad alimentaria ha crecido más por
calamidades políticas que por desastres naturales o plagas. Las limitaciones en el
potencial agrícola no generan más hambre que la sustitución de alimentos nativos por
otros provenientes de donaciones.

Los alimentos que se producen en el país más los que se importan y reciben de donación
cubren hasta el 95 por ciento del requerimiento nutricional de la población.

En este contexto, la prolongada crisis económica de la etapa neoliberal ha generado


fuertes efectos sociales con repercusiones hasta el presente. Recién en los últimos años
se percibe una leve mejoría. Pero todavía falta mucho con respecto a la plena
satisfacción de las necesidades de alimentación; una gran parte de los indígenas y
campesinos consume menos de 2000 calorías al día y la desnutrición infantil crónica
alcanza al 27% de los/as niños/as menores de tres años (INE 2004). Estos datos, sin
duda muestran de manera implícita la situación de las mujeres rurales e indígenas.

Agricultura: Entre la soberanía alimentaria y las presiones del mercado

El tema de la expansión de los cultivos transgénicos, agudiza la dependencia


alimentaria, otorga mayor poder a las transnacionales sobre los recursos fitogenéticos,
aumenta el consumo de plaguicidas, y crea nuevos riesgos de contaminación genética
ambiental afectando la biodiversidad, y genera nuevas amenazas a la salud de la
población, con referencia a este acápite en noviembre del año 1996, en La Cumbre
Mundial sobre la Alimentación realizada en Roma – Italia, Bolivia junto a varios países
se comprometió “[…] A conseguir la Seguridad alimentaria para todos y a realizar un
esfuerzo constante para erradicar el hambre de todos los países, con el objetivo
inmediato de reducir el número de personas desnutridas a la mitad de su nivel actual no
84
más tarde al año 2015” .

Un tema muy particular dentro de la problemática agrícola boliviana es la expansión de


las plantaciones de monocultivos a gran escala para la producción de celulosa, aceite y
otros insumos industriales que causan deforestación, pérdida de biodiversidad y

83
Capítulo Boliviano de Derechos Humanos, pág. 183.
84
Declaración de Roma sobre la Seguridad Alimentaria Mundial – FAO, Roma, en Capitulo Boliviano,
pág. 182.

6
contaminación por el uso intensivo de plaguicidas que conllevan impactos
socioeconómicos negativos.

Los agrotóxicos en Bolivia y el acceso a los alimentos libres de substancias adversas

Bolivia ha sido el primer país en América del Sur (octubre del año 2003) en haber
ratificado el Convenio de Estocolmo sobre Contaminantes Orgánicos Persistentes
85
(COPs) . El haber iniciado actividades administrativas en el aparato estatal de forma
temprana, no ha significado la generación de fortalezas y capacidades en cuanto a la
temática de los COPs.

El problema de la utilización de agrotóxicos en el país es de larga data. En los años 50 y


86
60, durante el proceso de colonización del oriente se empezó a difundir su uso. Sin
embargo, recién para el año 2005, en el marco del Plan General de Desarrollo
Económico y Social del país, se ha insertado dentro de las Políticas Ambientales el tema
de Sustancias Químicas Peligrosas, como uno de los temas prioritarios de seguridad y
desarrollo sostenible. Sin embargo, como se observa en la cita que transcribimos, los
resultados no son –en medida alguna- los esperados.

Más del 75 por ciento de los productores de los municipios paceños Caranavi, Guanay,
Mecapaca y Palca, usan venenos extremadamente tóxicos, obsoletos y prohibidos (incluso
los tachados por los convenios y organismos internacionales); más del 85 por ciento no
respeta las dosis recomendadas para su empleo; y un porcentaje mayor al 80 por ciento no
usa el equipo de protección personal adecuado y necesario, ni sigue la reglas de higiene
personal básicas.
Eso no es todo. Más del 78 por ciento de estos cosechadores elimina los envases de forma
incorrecta y menos del 10 por ciento de los agrotóxicos está guardado “bajo candado”, es
decir, en depósitos seguros. Además, pocos campesinos tuvieron capacitación sobre la
toxicidad y manejo de venenos (Informe de investigación del proyecto piloto Plaguicidas
Bolivia - Plagbol).

El uso de plaguicidas químicos y COPs violan los derechos a la salud y a un medio


ambiente adecuado, poniendo en especial riesgo a los niños, mujeres y nuevas
generaciones, que debe merecer un estudio específico.

Los aspectos abordados, tienen el propósito de mostrar la forma inadecuada en que se


ha venido manejando la seguridad alimentaria en el país. Además, estos temas reflejan
con claridad la complejidad que conlleva la consecución de una alimentación adecuada,
en tanto que no solamente implica el acceso a fuentes de alimentación en general, sino
además la capacidad que pueda desarrollar la gente para generar sus propios alimentos.

85
Esta convención, establece la eliminación hasta el año 2025 de 12 COPs, ocho plaguicidas: DDT,
Aldrín, Endrín, Dieldrín, Clordano, Heptacloro, Mirex y Toxafeno; tres productos industriales: Bifenilos
Policlorados (PCBs), Dioxinas y Furanos; y un producto utilizado tanto en la agricultura como en la
industria: el Hexaclorobenzeno.
86
Esta política estatal de redistribución de la población boliviana y ampliación de la frontera agrícola
estaba destinada a disminuir los desequilibrios regionales. En aquellos años, el occidente concentraba no
solamente la mayor parte de la población boliviana, sino también las actividades económicas. El oriente
era extremadamente deprimido.

7
El reto de la eliminación del hambre y sus problemas asociados, sólo puede ser
alcanzado por un Estado fuerte, solidario e identificado con las necesidades de la
mayoría de la población.

La nueva política alimentaria

En la actualidad, se han dado pasos orientados a institucionalizar la acción del Estado,


en sus diferentes niveles administrativos, para abordar la temática de la seguridad
alimentaría y la lucha contra el hambre. Se ha modificado la estructura del Consejo
Nacional de Alimentación y Nutrición (CONAN) que estará presidida por el Presidente
de la República, para “impulsar y coordinar la participación entre las instituciones del
sector público y la sociedad civil para la formulación, difusión y seguimiento de las
Políticas sectoriales de Alimentación y Nutrición”.
Sin embargo, es todavía prematuro evaluar los resultados que se han podido alcanzar,
dado el corto tiempo transcurrido, desde la reestructuración del CONAN, mediante D.
S. Nº 28667 del 5 de abril de 2006.

En ese mismo sentido de acción estatal, el gobierno nacional ha lanzado el plan


“desnutrición cero”, con el aporte de instituciones especializadas, autoridades
departamentales y las organizaciones sociales. El programa tiene la finalidad de
erradicar el flagelo de la desnutrición en los próximos cinco años.

Es importante puntualizar que el derecho humano a la alimentación en Bolivia no ha


sido desarrollado desde una perspectiva de género, es decir que estos programas no
toman en consideración las necesidades alimentarias de las mujeres y no hay un política
específica, encaminada a disminuir las desigualdades de nutrición de las mujeres desde
los usos y costumbres, así es habitual que en los hogares al margen del nivel nutricional
y calórico de los alimentos, se sirva en menor cantidad a las mujeres, esto por su sexo,
es decir en el imaginario colectivo los hombres necesitan comer más por su propia
naturaleza en cambio las mujeres por su contextura física deben comer menos.

Conclusiones

No obstante los buenos propósitos gubernamentales, no se vislumbran soluciones


integrales en el corto plazo. Es bien sabido que el cumplimiento del derecho a la
alimentación adecuada se deriva del acceso a otros derechos básicos, tales como el
derecho al empleo, a la educación, la tecnología y la cultura; además del acceso a la
salud y la seguridad social. El hambre resulta ser uno de los mayores reflejos de la
pobreza y, al mismo tiempo, es el último eslabón en la cadena de violaciones a los
derechos humanos.

La inseguridad alimentaria continua siendo un factor de preocupación con referencia a


los derechos humanos, no se ha disminuido la pobreza, ni la desigualdad, ni la exclusión
social, en este contexto las mujeres resultan doblemente agredidas en sus derechos.

7
CAPÍTULO 6

EDUCACIÓN Y CULTURA

Derecho de las mujeres a la educación

La Constitución Política del Estado en su artículo 177 establece que la educación es la


más alta función del Estado, y, en ejercicio de esta función, deberá fomentar la cultura
del pueblo. Por su parte la Ley 1565 de Reforma Educativa, de 7 de julio de 1994
modificatoria del Código de la Educación Boliviana, es el instrumento legal específico
que norma este derecho.

Los principios consagrados en el régimen educativo de la CPE son la libertad de


enseñanza, bajo la tuición del Estado, y la igualdad en la educación a los dos sexos
como condición necesaria para que las potencialidades individuales de mujeres y
hombres puedan estimularse y desarrollarse, lamentablemente “las brechas
intergenéricas e intragenéricas se mantienen, siendo más pronunciadas en el área rural y
en comparación con el área urbana, a pesar de los avances de las mujeres en materia
educativa como la disminución del analfabetismo, el aumento de la matrícula escolar, el
incremento de la asistencia escolar femenina y el promedio de escolaridad que es
similar para hombres y mujeres rurales. La reducción de las brechas de género operan
87
en los grados inferiores y se amplían en los grados superiores” .

Datos de la educación

Aún cuando las estadísticas no estén actualizadas, permiten apreciar un significativo


incremento en los años de escolaridad femenina, así como en el acceso de las mujeres a
las enseñanzas medias y superiores (véase Anexo 3). “La educación registra avances
como la matrícula escolar que ascendió y prácticamente se cerró la brecha entre
hombres y mujeres en la matrícula escolar del ciclo primario. No obstante, son
persistentes las relaciones asimétricas de género en los ciclos superiores y se agudizan
en el espacio rural, tanto desde las relaciones intergenéricas e intragenéricas en el sector
rural como en comparación con el área urbana. Existe una mayor incorporación de las
mujeres, específicamente de las mujeres rurales, a la educación que se expresa en el
nivel de instrucción, hecho que no ha logrado revertir las diferencias de género que
representan inequidad y que se reproducen en los niveles escolares superiores” (2005,
279).

De acuerdo a los datos del INE, la tasa de alfabetismo de la población de 15 años y más,
tuvo una tendencia ascendente. En 1976 se registraba un total nacional de 63.21%,
75.84% para hombres y 51.38% para las mujeres. Para el 2001 ascendió a 86.72%, con
la tasa de alfabetismo masculina de 93.06% y la femenina de 80.65%, con una
diferencia de 12.41 a favor de los hombres. Aún del aumento, el área rural se encuentra

87
Capitulo Boliviano de Derechos Humanos, Democracia y Desarrollo, Pág. 278.

7
en desventaja y en este marco las mujeres rurales, quienes alcanzan a 62.09% frente al
85.58% de los hombres rurales y al 89.99% de las mujeres urbanas, demostrando las
brechas intergenéricas e intragenéricas.

Las mayores diferencias de género se encuentran en el área rural. Si bien, los datos dan
cuenta de una reducción de la brecha de alfabetización, la relación de inequidad no ha
sido eliminada. En 1976 la diferencia es de 31.13%, en 1992 es de 26.79 y en el 2001 es
de 23.49%, con un descenso total de 7.64 puntos porcentuales.

La población, según el nivel de instrucción más alto alcanzado para el año 2001,
presenta un cuadro que verifica que en el área urbana se encuentra la población
femenina y masculina con mayores niveles de instrucción en los grados superiores a
88
partir de la secundaria (ver anexo 3).

La tasa de asistencia media en la población de 6 a 19 años presenta un crecimiento y


una relación cuantitativa de mayor asistencia favorable a la población masculina. En
1992 era de 72.32, con una distribución de 74.65% hombres y 69.95% mujeres. En el
2001 es del 79.71%, con el 81.05% de hombres u el 78.32% de mujeres. Este
incremento ha significado también el acortamiento de las diferencia entre hombres y
89
mujeres (ver anexo 3).

En cuanto a la educación superior se puede afirmar la existencia de un significativo


incremento de ingreso de las mujeres a la universidad. Las carreras tradicionalmente
masculinas y femeninas, han ido cambiando su composición y es un proceso en curso.
[…] La recomposición de la población estudiantil por sexo, en sus variaciones, ha ido
conformando carreras mixtas como medicina, varias ramas de Ingeniería, Derecho,
Economía. En cada universidad se dan diferentes situaciones debido a múltiples
factores, entre los que podemos encontrar que el acceso de las mujeres esta definido por
las formas simbólicas que han adquirido las carreras en las nuevas organizaciones de las
proyecciones de vida, en el mercado de trabajo, sus aperturas y restricciones en medios
y entornos citadinos y regionales específicos y la participación económica de las
90
mujeres en la familia .

La educación mixta de la Reforma Educativa

En el marco de la Ley de Reforma Educativa ha quedado explicitada la necesidad de


que el Sistema Educativo trate de manera igualitaria a ambos sexos. Esta ley en sus
principios transversales hace una serie de referencias explícitas a la superación de todas
las discriminaciones que puedan darse en el seno de la actividad educativa.

“La segunda generación de reformas estructurales del PAE da lugar a la Reforma


Educativa que es impulsada para superar los déficits educativos y las brechas entre la
educación urbana y la rural, además de incorporar la educación bilingüe y la transversal
91
de género con fines del logro de la equidad en el sistema de educación boliviana” .

88
Obcit. Pág. 281.
89
Obcit. Pág. 281.
90
Obcit. Pág. 282.
91
Obcit. Pág. 282

7
La política educativa propuesta por la Ley de Reforma Educativa de 1994, parte del
supuesto de la neutralidad de la escuela mixta. Esta perspectiva, fundada en el derecho a
la igualdad, buscaba –mediante un proceso sostenido- la eliminación de las barreras de
la discriminación y del prejuicio.

“En el 2001 se impulsa el Proyecto de Acceso y permanencia de las niñas rurales a la


escuela, que contempló una fase de investigación en 50 municipios del país y el diseño
92
del proyecto para promover y garantizar el acceso y permanencia” .

Sin embargo, a pesar de la aparente neutralidad de la escuela mixta, transcurrida más de


una década de su implementación, todavía el sistema educativo reproduce de diferentes
maneras roles sociales diferentes para las mujeres y para los hombres, que ayudan a
reproducir relaciones de poder desiguales.

No obstante, no se puede negar que este modelo, que al momento de su implementación


93
representaba un quiebre importante con la escuela tradicional , ha tenido sus logros
importantes. Fundamentalmente, ha puesto en el escenario educativo boliviano, las
primeras tendencias hacia una escuela coeducadora, que propone una educación que
rompa con los límites impuestos por las categorías de género.

En la actualidad, siendo que la Reforma Educativa que venía implementándose ha sido


suspendida, a partir de una dinámica de reformas y cambios que vive la sociedad
boliviana y el actual gobierno está impulsando la aprobación de la Nueva Ley de
Educación Boliviana “Avelino Siñani - Elizardo Pérez”, proyecto de ley que pretende
ser de mayor incidencia en cuanto a la incorporación de lo rural, pero que desde ya se ha
sido ampliamente criticada con referencia a la inclusión de la visión de género y las
especificidades de las mujeres.

Programa Nacional de Alfabetización

La situación de analfabetismo, no sólo de las mujeres, está cambiando radicalmente en


el país. El Programa Nacional de Alfabetización "Yo, sí puedo" es uno de los de mayor
94
impacto social dentro de las políticas y acciones que desarrolla el gobierno de Bolivia .
Está dirigido a la población iletrada, sin exclusión alguna, y permite la participación de
personas con capacidades diferentes (ciegos, débiles visuales, sordomudos y con
discapacidades motoras). La campaña se inició en marzo del 2006, con la aplicación del
método cubano "Yo, sí puedo", con el objetivo alfabetizar en el menor tiempo posible a
1.200.000 iletrados censados:

“La incidencia del proyecto para reducir las asimetrías es difícil de precisar por su corta
data. Pero se puede afirmar que el achicamiento de la brecha educativa en razón de
género obedece a diversos factores asociados a las exigencias de inserción laboral de las

92
Obcit. Pág.283.
93
La escuela tradicional se caracterizaba por la separación y diferenciación por sexos. Existían
establecimientos educativos para hombres y establecimientos para mujeres llamados “liceos” en el sector
fiscal. La educación general estaba dirigida a los varones; para las chicas la educación era específica, con
asignaturas orientadas a su buen desempeño como amas de casa.
94
El gobierno mediante Decreto Supremo Nº 28675 de 13 de abril de 2006, establecer el Programa
Nacional de Alfabetización "Yo sí puedo" para declarar a Bolivia como territorio libre de analfabetismo
mediante la aplicación del método creado por pedagoga cubana Leonela Relys.

7
mujeres y la modificación de los patrones de los proyectos de vida expectables para las
95
mujeres” .

Los avances del Programa, reflejados por la Agencia Boliviana de Información (ABI),
son los siguientes:

A un año y 14 meses del Programa Nacional de Alfabetización, 150.000 personas


fueron alfabetizadas, 331.763 iletrados todavía pasan clases en 19.539 puntos de
alfabetización en castellano, aymara y quechua con el apoyo de centenares de
facilitadores bolivianos, pedagogos cubanos y venezolanos, además con la paulatina
incorporación de profesores bolivianos, tanto urbanos como rurales.
Según el Ministerio de Educación y Culturas, la campaña de alfabetización avanzó en
40 por ciento en el país, entre alfabetizados e iletrados que aún pasan clases, proceso
que seguirá hasta erradicar el analfabetismo este 2007. Bolivia se convertirá en el tercer
país de América Latina en alcanzar dicha meta, después de Cuba y Venezuela.
Para las autoridades educativas, este año tiene que ser el fin de la ignorancia en Bolivia.
La meta es viable, sobre todo por la masiva incorporación de los maestros, instituciones
sociales y movimientos populares del país, junto con la decidida colaboración de los
96
asesores cubanos y venezolanos .

El 26 de marzo de 2007, el Municipio de Tolata de la provincia Germán Jordán del


departamento de Cochabamba, ha sido el primero en erradicar el analfabetismo,
graduando a 708 personas identificadas como analfabetas. Se pretende eliminar, hasta el
14 de septiembre del presente año, el analfabetismo en el Departamento de
97
Cochabamba, el tercero en población de la República .

El Comité DESC recomendó al Estado boliviano que dé prioridad a la educación en su


presupuesto, establezca programas de alfabetización de adultos, en especial en las zonas
rurales, y haga esfuerzos para incrementar los niveles de asistencia escolar de los niños
menores de 9 años. A este respecto, se insta al Estado Parte a que aplique un amplio
plan nacional de educación para todos, como se anticipa en el párrafo 16 del Marco de
Acción de Dakar, teniendo presente las Observaciones generales Nº 11 y Nº 13 de
Comité.

Al respecto, se puede ver que el Estado en la perspectiva de cumplir con sus


compromisos y obligaciones con respecto al derecho a la educación y en particular en el
la alfabetización de adultos, que tiene como divisa "Una mujer alfabetizada es una
familia alfabetizada" viene realizando esfuerzos, pero, se tendrán que evaluar los
resultados más adelante, pues también es necesario establecer políticas para que las
personas que hayan sido alfabetizadas no caigan en el analfabetismo funcional, puesto
que muchas de ellas habían asistido a la escuela y por falta de práctica cayeron en esta
categoría.

95
Ibidem.
96
ABI B3864 01-07-2007
97
Este programa, que esta siendo ejecutado con la cooperación técnica cubana, ha sido promocionado
para su implementación en muy corto tiempo, pero sus resultados son ampliamente publicitados. Sin
embargo, no existen denuncias de instrumentalización proselitista, tal vez debido a su efectividad e
impacto real sobre la población analfabeta.

7
Derecho de la mujer a la cultura

El cumplimiento del derecho de la mujer a la cultura, de acuerdo a lo dispuesto en la


CPE, está fuertemente imbricado a la educación. A pesar de los indudables avances en
este campo y otros como el social y el político, no siempre se operan cambios
ideológicos destinados a posibilitar la independencia y autonomía de las mujeres, ni de
transformaciones estructurales que sostengan nuevos modelos de relaciones de género.
Subyace al problema de la discriminación de las mujeres, la responsabilidad que la
sociedad le asigna sobre lo doméstico. La identificación simbólica mujer-familia
compatibiliza el rol femenino tradicional de madre y ama de casa. Esto restringe el
marco de acción de la mujer, que no sale del estrecho espacio de la familia.

De nada sirve que la constitución y las leyes proclamen el derecho de la mujer a la


educación y la cultura, sino se logra una verdadera modificación del orden simbólico en
que se asienta la discriminación. No es posible la valorización de lo femenino sino se
impone a nuestra sociedad, otra forma de ver las relaciones hombre-mujer.

Con relación al derecho a la cultura, se esta haciendo muy poco si el Estado reduce su
acción al ámbito de la educación formal y no existen iniciativas destinadas a promover
la cultura con enfoque de género desde la sociedad civil. La cultura es un resultado,
pero también una mediación. La institución de códigos culturales sólo es posible
mediante la socialización cotidiana de prescripciones fundamentales -en el caso sujeto a
estudio- las de género.

Los medios de comunicación y el enfoque de género

Los medios de comunicación no coadyuvan en la participación de las mujeres en la


cultura. La presencia femenina en los medios, como periodistas y –principalmente-
como presentadoras de noticias en la televisión, no ha servido para contribuir a la
promoción de la participación de las mujeres en la cultura. Una característica común a
los medios de comunicación más importantes del país, es la carencia de enfoque de
género en el procesamiento de la información. Los canales de televisión, diarios y
radioemisoras contribuyen a expandir –cuando no, a crear- estereotipos de género.

La televisión, no sólo por concentrar mayor cantidad de público, sino por sus propias
características tecnológicas, constituye el medio más importante de transmisión de
mensajes ideológizados. En este orden, se han convertido en eficaces agentes
98
socializadores para el mantenimiento y reproducción de patrones de dominación . Esto
está ligado a la escasa importancia que, en el pasado próximo, los gobiernos le

98
En el país, los medios de información y comunicación pertenecen a grupos empresariales vinculados al
poder político. Actualmente, desde la sociedad civil, se esta buscando la conformación de entidades de
control social de los medios.

7
atribuyeron a impulsar mecanismos de control respecto a los contenidos transmitidos
por programas televisivos.

Conclusiones

Hoy ya nadie discute el nexo que existe entre la educación y la cultura con el desarrollo
político, económico y social, tanto de los individuos como de los colectivos que
conforman. Es necesario reforzar programas centrados en la educación de la mujer,
como factor estratégico de primer orden para alcanzar su emancipación plena e integral.

Se hace necesario un modelo educativo que integre formas de vida cívica y política
moderna con la cultura vernácula. Las reformas educativas, deben considerar pautas
culturales que permita a las mujeres desarrollarse en igualdad de condiciones ser ellas
99
mismas y a la vez personas de su época .

99
El Proyecto de la Nueva Ley de Educación Boliviana “Avelino Siñani - Elizardo Pérez”, que se
impulsa desde el gobierno, reivindica la multiculturalidad como factor central del proceso educativo, pero
carece de enfoque de género.

7
CAPÍTULO 7

DERECHOS SEXUALES Y DERECHOS REPRODUCTIVOS

100
Marco Normativo

La Constitución Política del Estado, en su artículo 6º señala que [t]odo ser humano tiene
personalidad y capacidad jurídica, con arreglo a las leyes, goza de todos los derechos,
libertades y garantías reconocidos por ésta Constitución, sin distinción de raza, sexo,
idioma, religión, opinión política o de otra índole, origen, condición económica o social,
u otra cualquiera […]

Por su parte el artículo 35, proclama que [l]as declaraciones, derechos y garantías que
proclama esta constitución no serán entendidos como negación de otros derechos y
garantías no enunciados que nacen de la soberanía del pueblo y de la forma republicana
de gobierno.

Asimismo se debe mencionar que el Decreto Supremo Nº 24864 de 10 de octubre de


1997, dispone:

Art. 1. El Estado garantiza la igualdad de derechos entre hombres y mujeres en los ámbitos
político, económico, social y cultural, así como la incorporación transversal de contenidos de
género en las políticas públicas para lograr una verdadera equidad promoviendo acciones
específicas en las siguientes áreas.
1. En salud: desarrollar servicios de salud preventiva integral para las mujeres
garantizando calidad de atención y acceso equitativo en todas las fases de su ciclo
vital, respetando su identidad étnica y cultural, así como sus derechos sexuales y
reproductivos.

En cuanto a la normativa internacional, la Declaración Universal de Derechos Humanos


dispone:

Art. 1. Todos los seres humanos nacen libres e iguales en dignidad y derechos y dotados
como están de razón y conciencia deben comportarse fraternalmente los unos con los
otros.
Art. 2º 1. Toda persona tiene todos los derechos y libertades proclamados en esta
declaración, sin distinción alguna de raza, color, sexo, idioma, religión, opinión política
o de cualquier otra índole, origen nacional o social, posición económica,
nacimiento o cualquier otra condición.

100
Basado en Ley Marco sobre Derechos Sexuales y Reproductivos. Principios y Jurisprudencia que la
sustentan. Julieta Montano. 2004.

7
Art. 12º Nadie será objeto de injerencias arbitrarias en su vida privada, su familia, su
domicilio o su correspondencia, ni de ataques a su honra o a su reputación. Toda
persona tiene derecho a la protección de la ley contra injerencias o ataques.

El Pacto internacional de Derechos Civiles y Políticos, en sus Arts. 2, 3 y 17.

La Convención sobre la Eliminación de Todas las Formas de Discriminación contra la


Mujer. Art. 2.

La Convención sobre los derechos del Niño, Art. 2 y 16.


Convención Americana sobre Derechos Humanos, artículo 1 obligación de respetar los
Derechos. Con relación al artículo 11 Protección de la Honra y de la Dignidad. Además
de las Normas de Interpretación en el artículo 29.

A los Derechos Sexuales y Reproductivos, se los ha venido en llamar los más humanos
de todos los derechos, pues su realización también implica la realización de todos los
demás derechos:
• Derecho a la vida,
• Derecho a la salud,
• Derecho a la información
• Derecho a la intimidad,
• Derecho a la educación
• Derecho a la integridad corporal
• Derecho a vivir libre de violencia
• A decidir el número de hijos y el espaciamiento de los nacimientos.

Situación de Derechos Sexuales y Derechos Reproductivos en Bolivia

En los últimos años, específicamente el año 2004, luego de la realización de un estudio


sobre la situación de los Derechos Sexuales y Derechos Reproductivos en Bolivia se
procedió a la presentación de la propuesta de la “Ley Marco Sobre Derechos Sexuales
y Reproductivos” como una síntesis de todas disposiciones legales existentes sobre el
tema y que se encuentran dispersas en los diferentes códigos, leyes especiales, decretos
y otras resoluciones. Su promulgación constituirá un avance importante en la
comprensión de la sexualidad y reproducción desde la perspectiva de los derechos
humanos. La concreción de cada uno de los artículos facilitará a todas las personas a
101
conocer sus derechos y a las autoridades a respetarlos y garantizar su ejercicio” .

Datos sobre salud sexual reproductiva

La recomendación del Comité PIDESC, referente a la salud sexual y reproductiva,


señala lo siguiente:

El Comité pide al Estado parte que siga de cerca la tasa de mortalidad femenina, y en
particular adopte medidas para reducir la incidencia de las muertes causadas por los abortos

101
MONTAÑO Julieta, 2004, Pág. 4.

7
ilegales y los partos no asistidos. En particular, el Comité recomienda que el estado Parte
intensifique la aplicación de su Programa Nacional de Salud Sexual y reproductiva, organice
campañas educativas sobre la salud sexual y reproductiva de las mujeres e incluya estos
temas en los planes de estudios escolares.

De acuerdo a la Encuesta Nacional de Demografía y Salud, en su informe 2003, la tasa


global de fecundidad para la población total es de 3.8 hijos por mujer, el porcentaje de
mujeres que no desean tener más hijos es de 64.7, el porcentaje de mujeres que desea
esperar e o más años: 16.9, el porcentaje de mujeres que utiliza algún método
102
anticonceptivo: 58.4 .

De la revisión de datos presentados por el Instituto Nacional de Estadística defiere que


Bolivia para el año 2001 contaba con 8.274.325 habitantes, de los y las cuales 1.900.01
(1/4) adolescentes entre 10 y 19 años, y el 21% adolescentes entre 15 y 19 años son
103
sexualmente activas y sólo el 1,6% utiliza un método anticonceptivo moderno . (Plan
Nacional Para la Salud y el Desarrollo Integral de los y las Adolescentes 2004-2008 -
21).

Los datos sobre mortalidad materna que para el año 2003, se señalaban como exitosos y
se manifestaba, “entre 1994 y ahora, la mortalidad materna se ha reducido en 40 por
ciento, de acuerdo con la Encuesta Nacional de Demografía y Salud (Ensa 2003), al
presente de acuerdo a las instituciones que trabajan con la temática, constituye un
aspecto de preocupación toda vez que de los datos extraoficiales se vendría elevando
por falta de políticas adecuadas desde el Estado.

En mortalidad infantil, todavía mueren 54 niños antes de celebrar su primer cumpleaños por
cada mil que nacen; hace 25 años eran 150. Sin embargo, entre estos 54 todavía se
encuentran diferencias enormes entre Potosí – Chuquisaca y Tarija –Santa Cruz, por
ejemplo. La moralidad infantil en estos dos últimos departamentos es menos de la mitad que
en los dos primeros.
La mortalidad infantil es todavía mucho más elevada en el área rural que en la urbana (67 y
104
44 muertos por cada mil nacidos vivos respectivamente)

Catorce de cada cien adolescentes entre los 15 y 19 años ya son madres o están
embarazadas de su primer hijo. A partir de los 19 años la cifra se eleva a 30 de cada
100. El 40% de madres menores de 20 años no tenían intención de tener hijo.

En el país 1.575 vive con VIH/SIDA. El grupo de afectados entre 15 y 24 años va en


aumento. El 61% de los infectados son heterosexuales, el 20% homosexuales y el 19%
105
bisexuales .

Por cada 100.000 nacidos vivos mueren 270 mujeres por causas referidas al embarazo.
Existe un aumento considerable de mortalidad de madres adolescentes. El 50% de
atenciones de los servicios de salud se refieren a complicaciones del aborto.

El aborto se ha convertido en un factor de riesgo para las mujeres. La información acerca del
aborto es poco confiable por el subregistro evidente que existe por su práctica clandestina y

102
Capitulo Boliviano de Derechos Humanos, Pág. 255.
103
Plan 2004-2008, Pág. 21
104
Ob Cit. Pág. 255.
105
Plan 2004-2008, Pág. 21.

8
el carácter ilegal del mismo. Para 1999, se estima que en el país se practicaban 115 abortos
por día y entre 40 a 50 mil por año. Para 1986 se registraba 42.000 casos, con una relación
de 600 abortos por 10.000, lo que daba un dato de 252 mujeres que morían por causas
106
asociadas a esta práctica .

El 86,2% de las mujeres y el 97,7% de los hombres conocen algún método


anticonceptivo moderno, y el más conocido es la píldora. Sólo el 9,6% de las mujeres
utiliza algún método anticonceptivo: 4,7% usa métodos modernos y el 7,3% usa
métodos tradicionales.

En cuanto al aborto, existe un subregistro y es un ámbito del que el Estado evade su


responsabilidad, dejando simplemente de lado cualquier política al respecto y
amparando su irresponsabilidad en la prohibición legal del aborto excepto en el caso del
aborto terapéutico y por situación de embarazo resultado de una violación sexual, al
respecto los datos que se disponen son los siguientes:

Informaciones complementarias señalan que en el país se practican de 40.000 a 50.000


abortos ilegales e inseguros anuales, que constituyen la tercera causa de muerte materna.
El aborto sólo es autorizado en caso de violación, incesto, o se pone en riesgo la salud
de la madre. Sin embargo, las interrupciones legales no se han realizado pese a las
107
solicitudes efectuadas .

En cuanto a las cifras de la violencia, se mantiene en un mismo indicador desde hace


más de 20 años, 7 de cada 10 mujeres son víctimas de violencia de género: violencia
sexual, violencia doméstica, acoso sexual, prostitución. Dos terceras partes de las
víctimas de violencia sexual son menores de 15 años. Dos terceras partes de las
violaciones ocurren en la casa del agresor o de la víctima. Sólo una tercera parte en la
calle. El 80% de los atacantes son personas allegadas a las víctimas (padrastros, padres,
hermanos, tíos, amigos). Solo el 10% de los casos de violencia sexual denunciados
concluyen con sentencias.

Derechos Sexuales y Derechos Reproductivos

Es así que señala Alice Miller, “el conocido párrafo 96 de la Plataforma de Acción
Beijing […] los derechos humanos de las mujeres incluyen el derecho a ejercer el
control de su sexualidad, incluyendo su salud sexual y reproductivo libre de coerción,
discriminación y violencia.

Si bien desde 1994 el Estado boliviano comenzó a sensibilizarse respecto de los derechos de
las mujeres, mostrando la voluntad de conferir una perspectiva de género al diseño y
formulación de políticas y estrategias, luego de casi una década los avances efectivos son
escasos. La violencia contra las mujeres, así como la ausencia de una adecuada atención a su
salud – especialmente en el campo de lo sexual y reproductivo-, constituyen todavía los
espacios más representativos de la flagrante vulneración de los derechos más elementales
que sufren miles de mujeres bolivianas, que ponen en cuestión no sólo su dignidad, sino
108
también su propia existencia .

106
Programa Nacional de Salud Sexual y Reproductiva. Pág. 199-2002.
107
TIERRAMERICA. 2004, en Capitulo Boliviano de derechos Humanos Democracia y Desarrollo, Pág.
265, 2005.
108
Ob Cit. Pág.

8
Tomar en consideración la especificidad de cada uno de estos derechos, es así, que los
derechos sexuales hacen más a la identidad sexual y al respeto que merece esta, además
de la sexualidad propiamente dicha Por su parte “los derechos reproductivos abarcan
ciertos derechos humanos que ya están reconocidos en las leyes nacionales, en los
documentos internacionales sobre derechos humanos y en otros documentos pertinentes
109
de derechos reproductivos y sexuales como derechos humanos . Hace al derecho a
disponer del propio cuerpo.
Ley Marco de Derechos Sexuales y Reproductivos.

Este fue el sustento legislativo, dentro el que se desarrollo la Ley marco sobre Derechos
Sexuales y Reproductivos. El proyecto de Ley había sido aprobado, en cámara de
Diputados y una semana después en la Cámara de Senadores y remitido al Presidente de
la República para su correspondiente promulgación.

En este lapso, es que sectores conservadores iniciaron una campaña de desprestigio


contra la ley, señalando objeciones por edad de los beneficiarios. La existencia de
normativa suficiente al respecto y ser una ley innecesaria. Que el código penal ya
sanciona las intromisiones arbitrarias que se expresan en violación, estupro, abuso
deshonesto, corrupción de menores o personas mayores, la explotación de la
prostitución, etc. Ser atentatoria contra los derechos de los padres y la patria potestad.
Pretender corromper a los niños, niñas y adolescentes. Ley abortista, etc.

Todos estos factores y sobre todo la presión de la iglesia católica, determinaron que el
entonces Presidente de la República Carlos Meza Guisbert, devuelva la Ley sin
observaciones puntuales, sino una recomendación, el de difundir la ley. Dentro de ese
marco de difusión y consulta sobre la ley, se han realizado las consultas públicas de la
Comisión de Derechos Humanos y Desarrollo del parlamento, en los 9 departamentos,
incluido El Alto. Cumpliendo el objetivo de la difusión y la consulta.

Conclusión

A modo de conclusión del capítulo, indicaremos los logros fundamentales de la Ley


marco Sobre Derechos Sexuales y Reproductivos:

• La ley al haber levantado tanta polémica y resistencia de parte de los sectores


conservadores, ha generado que se produzca el debate público y se incorpore en
la agenda pública como parte de una asignatura pendiente dentro de las políticas
públicas.

• La Ley marco, ha logrado que se incentive, de manera más sistemática la


incorporación de los derechos sexuales y reproductivos en los planes y programas
de educación.

• Los derechos sexuales y derechos reproductivos al constituirse en temas


importantes de debate público, han posibilitado el acceso a la información
adecuada de una gran parte de la población y en especial de los niños, niñas y
adolescentes.

109
Cuarta Conferencia Mundial sobre la Mujer, realizada en Beijing en 1995.

8
El incumplimiento del Estado a sus compromisos internacionales constituye un
desconocimiento de estos derechos y por lo tanto la imposibilidad de grandes sectores
de la población y en especial las mujeres de poder acceder los beneficios que conlleva
su reconocimiento tales como poder contar con acceso a la información desde la más
temprana edad como un derecho, el poder ejercer la autonomía sobre el cuerpo, el
acceder a los métodos de planificación moderna impartidos y prestados desde el Estado,
entre otros.

RECOMENDACIONES PARA EL ESTADO BOLIVIANO

• Desarrollar políticas integrales que involucren los diversos niveles de


participación de las mujeres, desde lo estatal nacional, pasando por lo regional
hasta lo local, que expresen la vinculación entre las necesidades concretas y la
normativa, de manera de generar una participación efectiva de la base social de
mujeres.

• Modificar y complementar la normativa existente en correspondencia a la


dinámica social, como respuesta a la urgente necesidad de introducir reformas
legales, acordes con las percepciones cambiantes de la participación de las
mujeres, que se traduzcan en condiciones de igualdad, pleno ejercicio de los
derechos y la ciudadanía.

• Reforzar los procesos de transversalización de los temas de género en los


diferentes ámbitos educativos, a objeto de eliminar prácticas discriminatorias
contra las mujeres, diseñando estrategias educativas con perspectiva de género y
lucha contra la discriminación de la mujer, la eliminación del lenguaje sexista y
de las conductas estereotipadas.

• En el plano laboral al igual que en las políticas globales, desarrollar estrategias


de participación de las mujeres en condiciones de igualdad, posibilitando la
formación técnica y calificación de mano de obra para las mujeres y los hombres
por igual, generando además, campañas de concienciación de tratamiento
salarial igualitario, sin consideraciones sexistas (igual salario por igual trabajo).
Asimismo incentivar la participación de las mujeres en actividades productivas.

• Diseñar políticas y mecanismos prevención y de protección de la violencia


contra las mujeres desde los diferentes niveles de poder, pasando por la
comunidad y la familia, hasta los ámbitos estatales de acceso a la justicia,
posibilitando procedimientos ágiles y efectivos. Todo esto, acompañado de
campañas de sensibilización con los/as operadores/as de justicia y personal
judicial.

• Para el reconocimiento y ejercicio de los derechos sexuales y derechos


reproductivos, desarrollar campañas educativas y de difusión sobre los alcances
de estos derechos, sus implicancias, la adecuada conceptualización de lo que se
debe entender por cada uno de estos derechos, evitando así distorsiones
antojadizas e interesadas.

8
• Desarrollar la legislación pertinente para el reconocimiento y respectivo
desarrollo de las políticas públicas relativas al tema de género.

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Datos Hemerográficos
Información electrónica.

ANEXOS

8
VALIDACIÓN DIAGNÓSTICO A NIVEL NACIONAL

EXPOSITORAS
Elba Nuñez Coordinadora del Trabajo y Asociada al CLADEM
Julieta Montaño Directora de la Oficina Jurídica para la Mujer y Asociada al
CLADEM
Anelise Meléndez Integrante de Red Hábitat y FOPEVI
Tania Nava B. Capítulo Boliviano de Derechos Humanos, Democracia y
Desarrollo y Asociada al CLADEM.

Participación en validación y consulta:


Tania Nava B. Capítulo Boliviano de Derechos Humanos, Democracia y
Desarrollo
Cecilia Enríquez Centro de Promoción de la Mujer Gregoria Apaza. La Paz
Sonia Pardo Centro de Estudios y Trabajo de la Mujer, Cochabamba
Jael Bueno
Elsa del Carpio ECAM, Tarija
Marcela G. Alpire Fundación Mujeres del Sol, Santa Cruz
Jinky Irusta INFANTE, Cochabamba
Tania Álvarez P. Instituto de Formación Femenina Integral, Cochabamba
Jimena Barrios Oficina Jurídica para la Mujer, Cochabamba
Patricia Olmos
Anelise Meléndez Red Hábitat

Mujeres Líderes Barriales


Norma Solíz La Paz
Nelly Ramírez Rojas La Paz
Nicanora Batallanos La paz
Sabina Gonzáles Tarija
Soledad Andía Calla Tarija
Rose Mary Irusta Cochabamba
Ma. Lourdes Borja Cochabamba
Ma. Dolores Pereira Cochabamba
Matilde Avendaño Sucre

8
Betty Zamorano Sucre
Elizabeth Cuellar La Paz
Rosario Panozo La Paz

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