Secuestro Judicial

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UNIVERSIDAD NACIONAL DE LOJA

MODALIDAD DE ESTUDIOS A DISTANCIA

CARRERA DE DERECHO

TITULO

“EL SECUESTRO JUDICIAL Y LA NECESARIA


REFORMA DEL ART. 318 DEL CÓDIGO
ORGÁNICO DE LA FUNCIÓN JUDICIAL, PARA LA
VENTA DIRECTA DE BIENES MUEBLES QUE
SOPORTAN MEDIDAS CAUTELARES DENTRO
DE LOS DIFERENTES JUICIOS CIVILES,
LABORALES, INQUILINATO, DE LA NIÑEZ Y
ADOLESCENCIA Y PENALES QUE SE
ENCUENTRAN BAJO CUSTODIA, GUARDA Y
CONSERVACION DE LAS DEPOSITARIAS Y LOS
DEPOSITARIOS JUDICIALES”.
TESIS PREVIO A LA OBTENCION
DEL TITULO DE ABOGADO

POSTULANTE: RODOLFO HUMBERTO QUIÑÓNEZ

DIRECTOR: DR.MG. CARLOS MANUEL RODRIGUEZ

LOJA – ECUADOR
2015
CERTI

FICACIÓN

DR. MG.CARLOS MANUEL RODRIGUEZ

ii
DOCENTE DE LA CARRERA DE DERECH

O DE LA UNIVERSIDAD NACIONAL DE LOJA

C E R T I F I C A:

Haber dirigido y revisado prolijamente la presente tesis titulada: “El Secuestro

Judicial y la necesaria reforma del Art. 318 del Código Orgánico de la Función

Judicial, para la venta directa de bienes muebles que soportan medidas

cautelares dentro de los diferentes juicios civiles, laborales, inquilinato, de la


iii
niñez y adolesce

ncia y penales que se encuentran bajo


iv
DEDICATORIA

A Dios, autor de mi existencia, por ser mi luz y guía en cada paso que he dado

a lo largo de mi existencia, brindándome la fortaleza y la sabiduría necesaria

para lograr las metas que me he propuesto.

A mis hijas Tamia María e Hillary Yudeith Quiñónez Aguilar, por ser la razón de

mi vida; y, a todos aquellos que través del conocimiento buscan día a día la

superación personal.

Rodolfo Humberto Quiñónez

EL AUTOR

v
AGRADECIMIENTO

Este trabajo es fruto del esfuerzo y de un proceso a través del cual he venido

recibiendo aportes invaluables para lograr este propósito de culminar esta tesis

y con ello contribuir al mejoramiento del sistema judicial.

Como estudiante de la Prestigiosa UNIVERSIDAD NACIONAL DE LOJA, es mi

deber ineludible, reconocer el apoyo brindado a través de su Área Jurídica,

Social y Administrativa durante los años de preparación académica, donde he

recibido un cúmulo de valiosas enseñanzas por parte de verdaderos docentes

que han contribuido a cimentar conocimientos basados en valores morales y

éticos para nuestra formación integral como profesionales del derecho.

Mi agradecimiento imperecedero, a mi Director de Tesis, Dr.Mg. Carlos Manuel

Rodríguez, por su valiosa guía en el desarrollo de esta tesis, brindándonos el

marco complementario para hacer realidad éste trabajo, quien con su sapiencia

ha sido mi guía en todo el trayecto de elaboración de ésta tesis.

Rodolfo Humberto Quiñónez

EL AUTOR

vi
TABLA DE CONTENIDOS

I PORTADA

II. CERTIFICACIÓN

III. AUTORÍA

IV CARTA DE AUTORIZACION

V DEDICATORIA

VI. AGRADECIMIENTO

VII TABLA DE CONTENIDOS

1. TITULO

2. RESUMEN

2.1. ABSTRACT

3. INTRODUCCIÓN

4. REVISIÓN DE LITERATURA

4.1. MARCO CONCEPTUAL

4.1.1. EL SECUESTRO JUDICIAL

4.1.2. DEPOSITARIO JUDICIAL

4.1.3. CUSTODIA

4.1.4. DEPOSITO JUDICIAL

4.1.5. DETERIORO

4.1.6. DEPRECIACIÓN

4.1.7. OBSOLECENCIA

4.1.8. ONEROSO

4.1.9. OBLIGACIÓN

4.1.10. MEDIDAS CAUTELARES

4.1.11. RESPONSABILIDAD

vii
4.1.12. LOS APREMIOS

4.1.13. CASOS FORTUITOS Y FUERZA MAYOR

4.1.14. VENTA DIRECTA

4.2. MARCO DOCTRINARIO

4.2.1. ANTECEDENTES DEL SECUESTRO JUDICIAL

4.2.2. EMBARGO Y SECUESTRO DE BIENES. SU NATURALEZA JURIDICA

4.2.3. DEPOSITARIOS JUDICIALES

4.2.4. OBLIGACIONES

4.2.5. MEDIDAS CAUTELARES

4.2.6. LAS MEDIDAS CAUTELARES EN LOS PROCESOS EJECUTIVOS

4.2.7. LAS MEDIDAS CAUTELARES Y LA ECONOMIA

4.2.8. FUERZA MAYOR Y CASO FORTUITO

4.2.9. COSAS FUNGIBLES Y NO FUNGIBLES

4.3. MARCO JURIDICO

4.3.1. ANÁLISIS DE LA CONSTITUCIÓN DE LA REPÚBLICA DEL ECUADOR

4.3.2. PRESUPUESTO PARA EL CASO DE MEDIDAS CAUTELARES

4.3.3. ANÁLISIS DEL CÓDIGO ORGANICO DE LA FUNCIÓN JUDICIAL

4.3.4. ANÁLISIS DEL REGLAMENTO PARA EL FUNCIONAMIENTO DE LAS

OFICINAS DE ALQUACILES Y DEPOSITARIOS JUDICIALES Y

NORMAS PARA LA FIJACIÓN DE LOS DERECHOS QUE

CORRESPONDEN A LOS DEPOSITARIOS JUDICIALES

5. MATERIALES Y METODOS

5.1. MATERIALES Y MÉTODOS

5.2. PROCEDIMIENTOS Y TÉCNICAS

6. RESULTADOS DE LA INVESTIGACIÓN DE CAMPO

viii
6.1. PRESENTACIÓN DE LOS RESULTADOS DE LAS ENCUESTAS

7. DISCUSIÓN

7.1. VERIFICACIÓN DE OBJETIVOS

7.2. CONTRASTACIÓN DE HIPÓTESIS

7.3. FUNDAMENTACIÓN JURIDICA PARA LA REFORMA LEGAL

8. CONCLUSIONES

9. RECOMENDACIONES

9.1. PROPUESTA DE REFORMA

10. BIBLIOGRAFIA

11. ANEXOS

INDICE

ix
1. TITULO

“EL SECUESTRO JUDICIAL Y LA NECESARIA

REFORMA DEL ART. 318 DEL CÓDIGO ORGÁNICO DE

LA FUNCIÓN JUDICIAL, PARA LA VENTA DIRECTA DE

BIENES MUEBLES QUE SOPORTAN MEDIDAS

CAUTELARES DENTRO DE LOS DIFERENTES JUICIOS

CIVILES, LABORALES, INQUILINATO, DE LA NIÑEZ Y

ADOLESCENCIA Y PENALES QUE SE ENCUENTRAN

BAJO CUSTODIA, GUARDA Y CONSERVACION DE LAS

DEPOSITARIAS Y LOS DEPOSITARIOS JUDICIALES”.

1
2. RESUMEN

Durante los últimos años se ha observado titulares de prensa como

“Depositarios Judiciales acumulan bienes por años”, bienes muebles que se

encuentran por años inclusive décadas bajo custodia y responsabilidad de

servidores de la Función Judicial, que son el resultado de las acciones legales

que toman los usuarios para hacer cumplir las obligaciones previamente

establecidas en los actos, contratos, títulos, documentos; una vez que las

condiciones o exigencias para cumplimiento se encuentren vencidos, y el

obligado se constituye en mora; el accionante puede solicitar en su demanda

medidas preventivas que aseguren y garanticen la recuperación de su crédito

u obligación ante el temor de que el deudor se quede sin patrimonio

económico con que pueda cumplir sus obligaciones.

El Art. 2154 del Código Civil, establece “Secuestro es el depósito de una cosa

que se disputan dos o más individuos en manos de otros que debe restituirla

al que tenga decisión judicial a su favor”

El Art. 427 del Código de Procedimiento Civil, dice: “Que el secuestro tendrá

lugar en los bienes muebles y en los frutos de los raíces, y se verificará

mediante depósito. La entrega se hará por inventario, con expresión de

calidad, cantidad, número, pero y medida.

Como se observa, en la norma del Código Civil y Procedimiento Civil, los

bienes muebles siempre pasarán a depósito judicial; éste depósito plantea

2
una serie de problemas, así como el cumplimiento de los depositarios

judiciales que se encargan de custodiar los bienes que tienen orden de

secuestro o embargo o retención en los casos de juicios civiles, de inquilinato,

laborales y en algunos penales. Los depositarios judiciales, guardan las cosas

con el objetivo que alguna vez termine el litigio y alguien los reclame.

Para conocer un poco más sobre la realidad de los bienes guardados, utilicé

la técnica de la encuesta aplicada a 30 abogados así como una entrevista

realizada a un depositario judicial, para conocer más a fondo que es lo que

está sucediendo realmente con los bienes que se secuestran, hecho que se

ha hecho público sobre la acumulación de bienes secuestrados, que a la final

terminan dañándose o devaluándose por el excesivo tiempo que permanecen

embodegados; llegando a la conclusión que existe preocupación por parte de

los jurisconsultos y más aún de los depositarios judiciales, porque se ha

podido evidenciar la falta de interés y la desatención por parte del Consejo de

la Judicatura respecto al tema, y hasta la presente fecha no ha regulado la

venta directa de bienes secuestrados, tomando en consideración que

mientras más tiempo pasan embodegados más tienden a devaluarse, siendo

esta situación perjudicial para los litigantes y el depositario judicial; no

obstante que también es responsabilidad del Juez, el impulso procesal

conforme lo determina el Art. 4 del Código Orgánico de la Función Judicial.

3
2. ABSTRACT

Over the past years has been observed headlines as "Judicial trustees

accumulate assets for years," movable encountered for years even decades

in custody and responsibility for servers of the judiciary, which are the result of

the legal actions that users take to enforce obligations previously established

in acts, titles, contracts and documents; Once the conditions or requirements

for compliance are expired, and the obligor is delinquent; the concerning can

request on your demand preventive measures that ensure and guarantee the

recovery of their credit or obligation for fear that the debtor is left without

economic assets with which to fulfil their obligations.

Article 2154 of the Civil Code, establishes "kidnapping is the deposit of one

thing are disputed two or more individuals in the hands of others who should

restore it to whoever is ruling in their favor"

Article 427 of the code of Civil procedure, says: "the kidnapping taking place

in movable property and the fruits of the roots, and shall be verified by means

of deposit." The delivery will be made for inventory, quality, quantity, number

expression, but and measured.

As you can be seen, in the rule in the Civil Code and Civil procedure, the

collateral always become judicial deposit; This tank poses a number of

problems, as well as compliance with legal custodians who are responsible for

guarding goods that have order of sequestration or seizure or retention in

4
cases of civil judgements, tenancy, employment and in some criminal. Judicial

depositories, keep things in order that ever ends the litigation and someone

the claim.

To learn a little more about the reality of the stored goods, I used the technique

of the survey 30 lawyers as well as an interview with a legal depositary, to

learn more about that is what is really happening with goods that are

kidnapped, fact which has been made public about the accumulation of

hijacked goodsthat in the end they end up damaging or devaluing by the

excessive time that remain store; coming to the conclusion that there is

concern by the jurists and even judicial depositories, because it is has been

able to demonstrate a lack of interest and the neglect by the Council of the

judiciary on the issue, and until the present date has not regulated the direct

sale of sequestered goods, taking into consideration that as more time pass

store more tend to be devalued. This harmful situation for litigants and the legal

depositary; However it is also responsibility of the judge, as procedural impulse

determines article 4 of the code organic of the role Judicial.

5
3. INTRODUCCION

Considerando el secuestro judicial como un depósito judicial, todo aquello

que nace por orden de una autoridad judicial competente, por medio de cual

se pone en posesión de bienes o derechos inventariados que hayan sido

objeto de una medida cautelar, a una persona natural debidamente autorizada

denominada Depositario Judicial, establecido en el Art. 178 de la

Constitución de la República como órgano auxiliar de la función judicial, quien

se encargará de su administración, guarda, conservación, custodia y defensa

hasta que le sea requerido por la autoridad que se la entregó. Trabajo que lo

realiza por una retribución (Tabla de Derechos y Aranceles de Depositarios

Judiciales), guardan, conservan y administran los bienes cautelados, con la

obligación de tenerlos a disposición del tribunal o juez competente que

autorizó su depósito. Pero en nuestro régimen jurídico ecuatoriano, no existe

una ley expresa sobre depósitos judiciales.

En el Código Orgánico de la Función Judicial, contempla un capítulo de

disposiciones generales de 10 artículos que dispone de una manera muy

escueta la actuación o intervención de las depositarias y los depositarios

judiciales. En su Art. 318 se refiere a la venta al martillo de bienes muebles

depositados, siempre que su conservación fuera onerosa o estuviere sujeta a

deterioro o a manifiesta y grave desvalorización. Pero, este procedimiento

correspondiente estará regulado por el instructivo que para el efecto dicte el

Consejo de la Judicatura.

6
Ciertamente que el Consejo de la Judicatura, no ha reglamentado el

procedimiento para lograr la venta directa e inmediata de bienes en proceso

corruptible, así como bienes muebles que se encuentran por muchos años

guardados y que se han convertido en bienes obsoletos; bienes que se

vuelven obsoletos por distintos motivos, puede tratarse de una decisión

económica por parte de los fabricantes que dejan de producir repuestos y

componentes para forzar a que los consumidores compren los nuevos

productos, además la obsolescencia también obedece al avance de la

investigación científica. Las tendencia sociales, también pueden convertir algo

en obsoleto. Esto ocurre cuando la mayoría de la población se decanta por

un equipamiento o sistema.

La poca importancia que se le ha venido dando a los bienes guardados

producto del secuestro judicial, no es el más adecuado por parte de la Función

Judicial, jueces y usuarios del servicio de administración de justicia; por lo

que requiere de una revisión global.

En la investigación de campo, se comprobó que existe poca bibliografía

doctrinal sobre el tema, inclusive los mismos servidores judiciales, tienen

escaso conocimiento de ésta figura jurídica, la técnica de las encuestas

contiene 11 preguntas que fueron dirigidas a abogados y abogadas en libre

ejercicio, además se realizó entrevista a un depositario judicial; sondeo que

reveló que por la falta de la normativa legal para la venta directa de los bienes

secuestrados y embodegados bajo depósito judicial, estos sufren

depreciaciones técnicas producidas por causas de la renovación tecnológica,

7
por ejemplo en el caso típico de un equipo de cómputo y sus componentes;

otros bienes como los víveres de consumo humano, enlatados, embotellados,

que además de sufrir el impacto por el tiempo, producen pérdidas del valor del

bien y caducidad del mismo; además que su conservación resulta onerosa por

el costo de alquiler de bodega.

Esta investigación, nos llevó a verificar la hipótesis general formulada, que la

falta de normativa para la venta directa de los bienes secuestrados que se

encuentran establecidos en el Art. 318 del Código Orgánico de la Función

Judicial, está generando ingente perjuicio a los involucrados en éste tipo de

procesos judiciales, además está contraponiéndose a lo establecido en la

Constitución de la República del Ecuador, en su Art. 181, Funciones del

Consejo de la Judicatura, numeral 1 “Definir y ejecutar las políticas para el

mejoramiento y modernización del sistema judicial”; lo que revela la falta

de interés por parte de ésta Organismo al no haber elaborado hasta la

presente fecha de la investigación la reforma necesaria del Art. 318 del Código

Orgánica de la Función Judicial.

Finalmente, mientras no existe la reforma del Art. 318 del Código Orgánica de

la Función Judicial, para la venta directa de los bienes secuestrados, y que

durante el tiempo que pasen embodegados estos sufran un estado de

obsolescencia y deterioro, caducidad, depreciación tecnológico y putrefacción

producida por agentes físicos y químicos; el secuestro preventivo resulta

ineficaz.

8
4. REVISIÓN DE LITERATURA

4.1 MARCO CONCEPTUAL

4.1.1. EL SECUESTRO JUDICIAL: El secuestro judicial es una medida de

carácter procesal dictado por un juez o tribunal de justicia que tiene por objeto

sustraer del dominio de los particulares un bien mueble o inmueble que es

objeto de litigio entre partes, en un procedimiento que se está sustanciando y

dejarlo jurídicamente en manos del Juez, bajo custodia de un depositario

judicial.

Según Coutura, se trata de una medida cautelar consistente en la

aprehensión judicial y depósito de la cosa litigiosa o bien del que se presume

sea deudor, para asegurar la eficacia y el eventual resultado del juicio.

Balaguer hace una definición pero que ubicado al secuestro en la esfera

meramente procesal en sentido amplio “es el apoderamiento físico de

cosas, en virtud de una orden judicial, para su depósito transitorio o

custodia1.

La figura del secuestro ha sido tratada desde la época del derecho romano,

como residuo del procedimiento para preparar la rei vindicatio. Esta figura se

encontraba definido por las leyes de partidos como “el deposito que se hace

de una litigiosa, en un tercero, hasta que se decida a quien le pertenece”,

1
Couture, citado por Ossorio, Manuel Op. Cit. P. 900

9
en la legislación española las expresiones de secuestro y deposito son

sinónimas y sirven para designar a una misma institución cautelar, para la

legislación argentina, solo puede ser secuestrada la cosa litigiosa, aunque

señalan dos tipos de secuestros: El secuestro típico, que es el que sirve para

asegurar la integridad y la esencia de la cosa misma, como objetivo concreto

del proceso y el secuestro atípico o anómalo, que tiene como finalidad la

preservación del valor económico de la cosa secuestrada.

De esta conceptualización se produce una nueva definición: El secuestro es

una medida cautelar, que consiste, mediante orden judicial, en sustraer

las cosas objeto de litigio de la persona que los tiene en su poder, con

el objeto de asegurar que dichos bienes no sean enajenados, destruidos,

dañados o extraviados, hasta el momento preciso que se pronuncie la

resolución que decida sobre su propiedad2.

4.1.2. DEPOSITARIO JUDICIAL: El Depositario Judicial, es el funcionario

encargado de la guarda, custodia, conservación, administración, defensa y

manejo de aquellos bienes puesto bajo su responsabilidad, por orden del

tribunal o juez competente.

4.1.3. CUSTODIA: Acción y efecto de custodiar. Guardar o tenencia de cosa

ajena que se conserva o administra hasta la entrega a su legítimo dueño. La

2
Balaguer, César A. y otros Medidas Cautelares, segunda edic. actualizada Editorial Astrea, Buenos
Aires. 1999 p. 140

10
obligación de conservar la cosa exige que se emplee en su custodia el debido

cuidado Art. 1565 C.C.

Guillermo Cabanella3 explica que en el Derecho Romano se decía:

“depositum est quidquid ad cuestodiendum datum est”; es decir, deposito es

todo aquello que se da para ser custodiado. Si la custodia integra obligación

capital del depositario, la técnica actual impugna por incompleta esa

caracterización, ya que omite el otro deber fundamental y genuino: el de

restituir la casa depositada cuando el depositante la reclame.

De ahí que, de modo más cabal, se entiende por deposito el contrato real en

que una de las partes hace entrega temporal de una cosa a la otra parte, que

la recibe con la obligación de custodiarla, conservarla y devolverla cuando le

sea reclamada por aquella que la entregó o por otro con derecho para ello. El

que entrega la cosa se denomina depositante, y el que la recibe se llama

depositario; el objeto del contrato tiene el nombre de cosa depositada y

también el depósito sencillamente.

4.1.4. DEPÓSITO JUDICIAL: es la medida cautelar en virtud de la cual los

bienes embargados a la orden judicial se entregan en depósitos a otra persona

o, según los casos, al propio deudor hasta que, concluido el juicio, se

determina a quien deberán ser entregados o se ordena su venta en subasta

pública.

3
Guillermo Cabanellas, Diccionario enciclopédico de derecho Usual. Tomo 111, p.92. Editorial Heliasta.
Buenos Aires. 1989

11
4.1.5. DETERIORO: deterioro significa daño o detrimento que sufre una cosa

o bien y que conlleva pérdida de su valor. Puede ser grave o leve, total o

parcial; susceptible de reparación o irreparable, progresivo o definitivo.

4.1.6. DEPRECIACIÓN: el termino depreciación es una reducción anual del

valor de una propiedad, planta o equipo. La depreciación puede venir

motivada por tres cosas; el uso, el paso del tiempo y la obsolescencia.

4.1.7. OBSOLESCENCIA: refiérase a la cualidad de obsolescencia. Este

adjetivo que procede de latín obsolescens, hace mención a algo que se está

volviendo obsoleto, antiguo o arcaico y que, por lo tanto, cae en desuso.

4.1.8. ONEROSO: Es todo lo que implica gastos, costos, cargas lo que es

binomio de carga. Oneroso es un término jurídico utilizado para la clasificación

de contratos, etc.

4.1.9. OBLIGACIÓN: La palabra obligación se deriva del latín obligatio: ob, en

torno y ligare, litigar; es decir, ligar alrededor; también, unir, encadenar, trabar

una cosa con otra. Si una persona tiene una obligación, otra u otras tienen el

derecho de exigir su cumplimiento. Las obligaciones únicamente morales, no

son exigibles ante la ley.

Según Manuel Ossorio es el deber jurídico normativamente establecido de

realizar u omitir determinado acto, y a cuyo incumplimiento por parte del

obligado es imputada, como consecuencia, una sanción coactiva, es decir, un

12
castigo traducible en un acto de fuerza física organizada. (J. G. Smith). Claro

es que esta definición se encuentra referida a las obligaciones de orden legal,

por cuanto hay también obligaciones morales, que no llevan aparejada

ninguna sanción coactiva, sino que quedan sometidas a la conciencia del

obligado por esa calificación social. Jurídicamente, y en términos generales,

puede decirse que las obligaciones admiten la siguiente división: a) de hacer,

b) de no hacer, c) de dar cosas ciertas, d) de dar cosas inciertas; e) de dar

sumas de dinero.

Señala L. Alcalá Zamora que existe un proceso biológico complejo para las

obligaciones: tienen su origen o fuentes y su vida o contenido; pero poseen

además su extinción. En este orden hay que citar: 1º el pago o cumplimiento;

2º la pérdida de la cosa debida; 3º la condonación o remisión; 4º la confusión

de los derechos de acreedor con los deberes del deudor; 5º la compensación;

6º la novación; 7º la transacción; 8º la renuncia del derecho por el acreedor;

9º el mutuo disenso; 10º la condición resolutoria; 11º el juramento decisorio;

12º el término extintivo; 13º la muerte, en las obligaciones personalísimas; 14º

la prescripción.

4.1.10. MEDIDAS CAUTELARES

Según Cruz Bahamonde, prestigioso procesalista ecuatoriano expresa: “Las

personas naturales o jurídicas que sean o crean ser titulares de un derecho

se encuentran amparadas por la ley para protegerlo. Esta manera de encarar

esa protección adopta la forma de cuidar, amparar, prever el daño que los

13
bienes materiales, las personas y los bienes morales, pueden sufrir por su

deterioro, por su destrucción o por su desaparición4”. Y anota que en nuestro

código de procedimiento civil esas medidas de protección o medidas

cautelares, son de dos clases: las primeras por tratarse de las autorizadas en

juicio ejecutivo. Art. 424 del C.P.C. codificado, el código los llama

“Precautorias” y al tratar del proceso cautelar Art. 897 y siguiente del C.P.C.

codificado los lama “Preventiva”.

Para Manuel Osorio5.- “Las dictadas mediante providencia judiciales, con el

fin de asegurar que cierto derecho podrá ser hecho efectivo en el caso de un

litigio en el que se reconozca la existencia y legitimidad de tal derecho. Las

medidas cautelares no implican una sentencia respecto de la existencia de un

derecho, pero si la adopción de medidas judiciales tendentes a hacer efectivo

el derecho que eventualmente sea reconocido.

4.1.11. RESPONSABILIDAD: Dice Escriche: es la obligación de reparar y

satisfacer por si o por otro cualquiera la pérdida o daño que se hubiera

causado a un terreno.

4.1.12. LOS APREMIOS.- Los apremios constituyen el instrumento legal del

que se valen las autoridades judiciales, para hacer cumplir sus disposiciones

y decisiones; resultar medidas coercitivos de equilibrio que auxilian y

4
Cruz Bahamonde, Armando “Las acciones del Acreedor”, cap. IX, “La acción cautelar en la doctrina y
en el derecho positivo ecuatoriano”. Edino, 1992, Guayaquil, p. 138
5
Osorio, Manuel, Diccionario de Ciencias Jurídicas, Políticas y Sociales, editorial Heliasta, 205, Buenos
Aires, pag. 584

14
consolidan la autoridad del funcionario; en caso contrario los jueces no

podrían hacer valer sus mandatos y cualquier ciudadano estaría en facultad

de desobedecer e incumplir esos mandatos. Y la justicia quedaría más

desprotegida. Existen dos clases de apremio: Personal y Real: las primeras

se ejercen sobre las personas y la segunda sobre los bienes.

4.1.13. EL CASO FORTUITO Y LA FUERZA MAYOR

Dice Josserand en su obra Curso de Derecho Civil Positivo Francés que la

Fuerza Mayor se caracteriza por la absoluta exterioridad, sería a fuerza que

ha hecho irrupción desde fuera en el círculo de los adversarios, demandante

y demandado, por ejemplo la tempestad, la inundación, la niebla. Caso

fortuito vendría a ser el acontecimiento anónimo que se produce en el interior

de la empresa el hecho dañoso que lo es por causa mediata o inmediata de

la actividad de la gente.

La fuerza mayor estará dada entonces por los hechos provenientes de la

naturaleza irresistible para el hombre e imprevisible para su voluntad. Lo

fortuito por las circunstancias adversas a lo ordinario y normal que se generen

en el medio y en la actividad específica en que se desenvuelve la persona,

previsibles para la voluntad del agente. Lo fortuito supone entonces una

relación entre el hecho dañoso y el medio en que el acontecimiento ocurre;

generalmente es la consumación del riesgo instaurado por el hombre para su

servicio beneficio y que siempre estuvo previsible para su creador. Debemos

15
entonces negar la liberación de responsabilidad por lo fortuito y dejar como

eximente sólo a la fuerza mayor.

La responsabilidad objetiva funciona sin consideración a la culpa, en materia

laboral, por ejemplo en materia laboral; los riesgos son parte natural de las

contingencias de una explotación industrial y gravan al patrono sin atender su

participación o culpa, basta que las contingencias sean consecuencia directa

del trabajo, sólo se exceptuarán los hechos dañosos por causa de fuerza

mayor.

4.1.14. VENTA DIRECTA.- Procede en todos aquellos casos en los que por

la naturaleza de los bienes, su mantenimiento resulte oneroso o de riesgo

para los intereses de los litigantes, tal es el caso de los semovientes, bienes

fungibles o de fácil descomposición o con fecha de expiración.

“Conforme a las definiciones y doctrinas citadas, se puede


decir que el accionante está facultado para solicitar en su
demanda medidas preventivas que aseguren y garanticen la
recuperación de su crédito u obligación, ante el temor que
su deudor se quede sin patrimonio económico con que
pueda sanear sus obligaciones.

Ciertamente que el Art. 17 del Reglamento para el


Funcionamiento de las de las Oficinas de Alguaciles y
Depositarios Judiciales y normas para la fijación de
derechos que corresponden a los depositarios judiciales,
publicado en el R. O. No. 453 del 24 de octubre del 2008,
vigente, establece lo siguiente: “El Depositario judicial, es
el funcionario encargado de la guarda, custodia,

16
conservación, administración, defensa y manejo de
aquellos bienes puestos bajo su responsabilidad, por orden
del tribunal o juez competente”. De acuerdo a éste artículo
el depositario asume la responsabilidad y obligación de la
custodia de la cosa frente a quienes puedan sustraerla,
dañarla en parte o parcialmente y por otro lado la
conservación que comprende la adopción de todas las
medidas necesarias tendientes al cuidado de la cosa. Pero,
no siempre será así, porque por más diligente que sea la
depositaria o depositario con respecto a la conservación y
cuidado como un buen padre de familia, existen variables
como el caso fortuito o fuerza mayor, que explícitamente
está presente a la hora de referirse a la conservación de los
bienes muebles embodegados por muchos años, más allá
de los términos jurídicos como la prescripción y abandono
de las causas en los diferentes juicios donde se aplican las
medidas cautelares dictadas por decreto de juez o tribunal.

El diccionario de la lengua española6, conceptúa el caso


fortuito como suceso por lo común dañoso, que acontece
por azar sin poder imputar a nadie su origen, suceso ajeno
a la voluntad del obligado, que excusa el cumplimiento de
obligaciones, en cambio, la fuerza mayor dice lo que, por no
poderse prever o resistir exime del cumplimiento de alguna
obligación, lo que procede de la voluntad de un tercero.” ,
por lo que considero que es importante que el Juez, que
dispone el secuestro, tome en consideración el tipo de
bienes que van a secuestrar para que aplicando los
principios de oportunidad y celeridad, dicte las
providencias necesarias a fin de evitar que dichos bienes,
una vez secuestrados sufran deterioro o se desvaloricen por

6
Diccionario de la Lengua Española, vigésima primera edición, pág. 306

17
efectos de tiempo u otros factores antes citado, hasta que
se reforme el Art. 318 del Código Orgánico de la Función
Judicial ”

4.2. MARCO DOCTRINARIO

4.2.1. ANTECEDENTES DEL SECUESTRO JUDICIAL

“En el viejo proceso ejecutivo hispano, concretado en la ley de enjuiciamiento

del 14 de julio de 1830, antecedentes de las leyes de 1855 y 1881, la traba

del embargo importaba al; desapoderamiento, es decir un verdadero

secuestro en los hechos en atención, que todos los bienes comprendidos en

ella, han de ser inventariados con especificación, claridad e individualidad y

depositarlos en presencia de tres testigos, sin que el alguacil pueda tenerlos

en su poder, ni dejarlos en el del deudor porque lo prohíbe la ley”.

Para las antiguas normas procedimentales hispánicas, se entendía por

secuestro al embargo de cierto tipo de bienes aludiendo aquellos que fueron

motivo del litigio. Se asimilaban ambos conceptos.

4.2.2. EMBARGO Y SECUESTRO DE BIENES, SU NATURALEZA

JURIDICA

La naturaleza jurídica que deriva del embargo y secuestro judicial atento a su

regulación legal y los efectos que surgen dentro del proceso en que se

verifican, tienen como característica las siguientes: 1. Se trata de instituciones

18
procesales que tienen un carácter procesal transitorio y temporal porque

nacen y se agotan con el proceso mismo en que se dicta; 2. Tienen como

propósito asegurar cosas, muebles o inmuebles, que son objeto de una

pretensión, o bien, garantizar la eficacia de las sentencias de condena de dar

sumas de dinero, dictadas en un proceso. Su ratio legis atiende tanto a la

tutela de un interés individual como público, porque garantiza que la

pretensión del enjuiciante encuentre satisfacción en la vía de ejecución de la

sentencia, de manera que la efectividad de lo resuelto no sea ilusorio o vano,

sino que exista la posibilidad real de ejecutar aquella, lo que contribuye a la

paz social con la plena satisfacción de los intereses en litigio; 3. Son medidas

cautelares similares que se rigen por las mismas reglas y están reguladas

indistintamente por el ordenamiento jurídico pero, en ciertos casos, se

distinguen en atención a los bienes sobre los que recaen; 4. El secuestro

judicial tiende al desapoderamiento físico del bien en poder del demandado o

ejecutado que es materia de la controversia, fundamentalmente, hasta que se

decide a quién debe pertenecer y su entrega a otro, lo que implica una

individualización del bien y también es una medida asegurativa o conservativa

–de tipo patrimonial- de la ejecución forzosa; 5. El embargo tiene como

naturaleza propia el desapoderamiento del bien y se convierte en una medida

asegurativa para hacer efectiva la condena de cosas ciertas y determinadas

así como la ejecución, derivada de la sentencia de remate o la vía de apremio,

además, su inscripción es oponible a tercero. En este último caso, se

constituye en un derecho de garantía del cual su titular está facultado para

exigir al juez, en su caso, su ejecución. También tiene la finalidad de impedir

al deudos ponerse en estado de insolvencia o disminuir su posibilidad de

19
pago, con daño del ejecutante; 6. El secuestro judicial adquiere diversas

modalidades cuando recae sobre una finca rústica o una negociación

mercantil o industrial, porque en ese supuesto, las facultades del depositario

son de vigilancia, inspección, ministración de fondos, depósito de productos

propios de la actividad, adopción de medidas provisionales para garantizar el

ejercicio adecuado de la administración y nombramiento del personal auxiliar

por parte del depositario; 7. Los bienes objeto de esas medidas quedan

afectos al orden de la jurisdicción, que origina un conjunto de deberes y

facultades del Juez que inciden sobre el ejercicio de los derechos que antes

de la medida pertenecían exclusivamente al titular del bien; 8. Ambas figuras

exigen la individualización de los bienes o cosas objeto de secuestro o

embargo y reconocen el derecho de señalar los del ejecutado y ejecutante,

cuando no se ejerce por el primero. 7

4.2.3. DEPOSITARIOS JUDICIALES

El depósito, normalmente, es un contrato civil por el cual la una parte

encomienda a la otra, la custodia y guarda de una cosa corporal, hasta que

se pide su restitución. Este contrato, como todos los demás, es esencialmente

voluntario. Pero hay otra especie de depósito, llamado secuestro, que es la

custodia de una cosa que se disputan dos o más individuos y que habrá de

restituirse al que obtenga una decisión favorable.

7
Tercer Tribunal colegiado en materia civil del primer circuito. Amparo en revisión 354/2008. Marley
Mexicana, S. A. de C.V. 5 de marzo de 2009. Unanimidad de votos. Ponente: Neófilo López Ramos.
Secretario: José Luis Evarisco Villegas.

20
Ese criterio del código Civil no se ajusta exactamente a la realidad de ciertas

medidas de apremio procesal, entre las cuales el Código de Procedimiento

Civil establece la retención de la cosa sobre que se va a litigar, el secuestro

de bienes muebles y el embargo.

La retención de la cosa sobre la que se va a litigar coloca al bien bajo la

custodia de cierta persona señalada por el juez o de un depositario judicial,

bajo su estricta responsabilidad, respecto a:

1. La conservación de la cosa, para evitar pérdidas o deterioros; y,

2. La percepción de los frutos naturales o civiles que genere la cosa.

El depositario judicial deberá rendir cuenta estricta sobre el cabal

cumplimiento de esas obligaciones, de los gastos que se hayan ocasionado

en su trabajo y de los frutos percibidos. Para hacer efectiva esa

responsabilidad han de rendir una caución suficiente.

El depositario judicial deberá también recibir en dichos bienes muebles que

hubiesen sido secuestrados o embargados por un juez, con las mismas

responsabilidades que se han .mencionado anteriormente. El secuestro

consiste en la aprensión material de la cosa mueble Corresponde al

depositario, por último reguardar los bienes que hubiere recibido. El embargo

implica el desalojo propietario de la posesión y tendencia, del bien, y de la

percepción de frutos naturales o civiles que produzca.

21
De acuerdo con la ley, los bienes embargados están fuera del comercio

humano y hay objeto ilícito en su enajenación, si no ha mediado autorización

del juez o permiso del acreedor.

4.2.4. OBLIGACIÓN

El Dr. Juan Carlos Smith8 expresa que, “I. Desde el punto de vista jusfilosófico

denominase obligación al deber jurídico, normalmente establecido, de realizar

u omitir determinado acto y a cuyo incumplimiento por parte del obligado, es

imputada, como consecuencia, una sanción coactiva, es decir, un castigo

traducible en un acto de fuerza física organizada.

II. Toda regulación jurídica expresa en una norma tiene una estructura

relacional en un doble sentido: 1) en cuanto hace depender de la realización

de ciertos supuestos la producción de determinadas consecuencias

normativas, lo cual significa que estas últimas se encuentran condicionadas

por aquella realización; 2) en cuanto la realización de tales supuestos

engendra un vínculo entre un sujeto obligado y otro y otros que tienen el

derecho subjetivo o facultad de exigir compulsivamente a aquél, por los

procedimientos instituidos, el cumplimiento de su obligación.

Siendo, pues, carácter esencial de la normatividad jurídica el que ella

constituya una regulación bilateral de la conducta humana, toda obligación o

8
Dr. Juan Carlos Smith. Enciclopedia Jurídica OMEBA. Tomo XX, p.p. 616, 617. Editorial Bibliográfica
Argentina. Buenos Aires. 1965

22
deber jurídico de un individuo se encuentra siempre en correlación con la

facultad o derecho subjetivo de los demás. No existe en Derecho una

obligación a la que no corresponda una correlativa facultad.

Ello no excluye, desde luego, que haya en un ordenamiento jurídico positivo

normas incompletas que estatuyan sólo obligaciones o sólo derechos

subjetivos. Pero, en tales casos, esas normas son completadas por otras

pertenencias al mismo ordenamiento que, o bien instituyen el procedimiento

que el sujeto facultado puede poner en movimiento para que se haga cumplir

la obligación estatuida o se sancione coactivamente su incumplimiento, o bien

reglamentan las condiciones en que deben respetarse los derechos subjetivos

consagrados prescribiendo asimismo las sanciones que han de aplicarse a

quienes no cumplan su obligación de respetarlos.

III. en la antigüedad e, incluso, en la Edad Media, toda reflexión sobre las

obligaciones era una reflexión moral a través de la cual, no tanto se trataba

de determinar que era el deber u obligación como de precisar aquello a lo cual

se está obligado. Y esto tiene una explicación en el hecho de que todos los

sistemas filosófico-morales anteriores a Kant tenían un sentido eudemonista

y no formalista.

Puede considerarse una excepción la doctrina romana, que ha definido desde

un punto de vista jurídico a la obligación, considerándola como un vinculo

jurídico según el cual alguien está compelido a hacer lo que está estatuido por

el Derecho de su ciudad.

23
La teoría jurídica ha tomado, pues, en préstamo a la Moral el concepto de

obligación o deber. Mas entre la obligación o deber moral y la obligación o

deber jurídico existe, en el fondo, como bien lo señala Kelsen, la misma

diferencia que entre la Moral y el Derecho.

Una obligación moral establecida por una norma moral es una exigencia

incondicionada dirigida al obrar humano, sin la determinación de sanción

alguna para el caso de incumplimiento. Un individuo está obligado a realizar

u omitir determinada acción según las prescripciones éticas positivas del

grupo social que integra. Pero nadie puede compelerlo mediante el uso de la

fuerza física a cumplir tal obligación ni nadie puede aplicar esa fuerza para

castigar su incumplimiento. Las sanciones morales –el desprecio, el reproche,

el aislamiento o la exclusión del grupo social- nunca trascienden de la esfera

psicológica de los individuos normativamente vinculados.

Distinta cosa ocurre, en cambio, con la obligación jurídica. No hay

obligaciones en el Derecho sino sólo en el caso de que una norma jurídica

estatuya. un acto coactivo –es decir, un acto de fuerza física- como sanción

aplicable al incumplimiento de las mismas. Un individuo sólo está obligado a

cumplir contrato cuando la inejecución de ese contrato constituye la condición

para que se efectivice una sanción.

24
Una norma jurídica que no estableciera sanción alguna para el caso de

incumplimiento de una obligación no podría distinguirse de la norma de una

moral positiva..

Fuentes de la obligación

Las obligaciones nacen:

 Del concurso real de las voluntades de dos o más personas, como en los

tratos o convenciones;

 De un hecho voluntario de la persona que se obliga, como en la acepta

una herencia o legado y en todos los causicontratos;

 A consecuencia de un hecho que ha inferido injuria o daño a otra persona

como en los delitos y cuasidelitos;

 Por disposición de la ley, como entre los padres y los hijos de familia 453

Código Civil9

9
Las citas del Código Civil de la Republica del Ecuador, se refiere a la Codificación publicada en el
Registro Oficial Suplemento No. 46 del 24 de junio de 2005.

25
4.2.5. MEDIDAS CAUTELARES

En principio, es preciso señalar que el término medida significa prevención,

disposición; a su vez, prevención equivale al conjunto de precauciones

tomadas para evitar un riesgo. En el campo jurídico, las medidas cautelares

son aquellas que el legislador ha dictado con el objeto de que la parte

vencedora no quede burlada en su derecho10.

Se ha venido sosteniendo por innumerables tratadistas que, las medidas

cautelares surgen ante la insuficiencia del órgano jurisdiccional de garantizar

que la sentencia que ampara la pretensión planteada en un proceso, sea

satisfecha; ello por el inevitable transcurso del tiempo necesario para llevar a

cabo los actos procesales que garanticen un debido proceso para las partes

y además, porque no solo se trata del tiempo previsto por la norma para la

realización de todos y cada uno de los actos que conforman el proceso. Como

sabemos, en la práctica la realidad desborda ampliamente tal previsión

temporal, tal como lo señala el tratadista Blasco Pellicer11.

En efecto, la sobrecarga procesal hace que los procesos se dilaten en exceso,

incrementándose así la posibilidad de que lo pretendido pierda su razón de

ser o no pueda ejecutarse, ya sea por acción del propio tiempo o por la acción

maliciosa de la otra parte.

10
LA ROCHE, Ricardo. Medidas Cautelares. Editorial Centro de Estudios Jurídicos del Zulia-Maracaibo.
11
BLACO PELLICER, Ángel. Las Medidas Cautelares en el Proceso Laboral. Editorial Civitas. Valencia –
España 1996. Pág. 21-22.

26
Ahora bien, de no asegurarse la ejecución de la sentencia, entonces el Estado

no habría cumplido con su obligación de otorgar a todo ciudadano, la tutela

judicial efectiva que nuestra Constitución Política vigente reconoce12.

En este orden de ideas, la medida cautelar denominada también “preventiva”

o “precautoria”, es aquella institución procesal mediante la cual el órgano

jurisdiccional, a instancia de parte, asegura la eficacia o el cumplimiento de la

sentencia a dictarse en el proceso que dirige, anticipando todos o

determinados efectos del fallo, en razón de existir verosimilitud en el derecho

invocado y peligro en que la demora en la sustanciación de la Litis traiga como

consecuencia que la decisión judicial no pueda reintegrar a la parte vencedora

en el juicio la totalidad de su derecho13.

Tanto para Carnelutti como para Piero Calamendrei, la medida cautelar no

es la actividad, proceso, fallo-cautelar, un tertiumgenus, pues ella puede

encontrarse tanto en la cognición como en la ejecución. De tal modo, que

puede hablarse de un proceso (fallo) cautelar de cognición (o declarativo) y

de un proceso (fallo) cautelar de ejecución.

En ese sentido, no existe mayor diferencia con relación a lo establecido por la

doctrina alemana, ya que esa doctrina los sitúa como apéndice de la ejecución

forzada. O, a la inversa, se anexa el proceso cautelar al proceso de cognición.

12
Constitución de la República del Ecuador
13
HINOSTROZA MINGUEZ, Alberto. El Embargo y Otras Medidas Cautelares. Editorial San Marcos
Lima-Perú. Tercera Edición. 2007. Pág. 15.

27
Sin embargo, Giuseppe Chiovenda superó esta concepción y sostuvo que

“la actuación de la ley en el proceso puede asumir tres formas: cognición,

conservación y ejecución”; es decir tres tipos del proceso: Proceso de

Cognición, Proceso de Ejecución y Proceso Cautelar, que es como

modernamente se le entiende y así también nuestro Código Procesal Civil

vigente.

Es a partir de ahí, que ha surgido una diferenciación entre varios conceptos y

manifestaciones (acción, proceso, providencia y medida) de la actividad

cautelar. Martínez Botos, por su parte nos da un concepto de medida cautelar

y nos dice que es aquella que tiende a impedir que el derecho cuyo

reconocimiento o actuación se pretende obtener a través del proceso en el

que se dicta la providencia cautelar, pierda su virtualidad o eficacia durante el

tiempo que transcurra entre la iniciación de ese proceso y el pronunciamiento

de la sentencia definitiva14.

Carnelutti en su obra Instituciones del Proceso Civil señala que cautelar se

llama al proceso cuando, en vez de ser autónomo, sirva para garantizar

(constituye una cautela para) el buen fin de otro proceso (definitivo); por eso

cautelar puede ser, no un proceso entero, sino un acto (una providencia) del

proceso definitivo. Siendo que, lo que hay de diferente cuando el proceso es

cautelar en comparación con el efecto del proceso definitivo, es el aspecto

temporal de la eficacia, la cual si el proceso es cautelar y por tanto, no tiende

14MARTINEZ BOTOS, Raúl. Medidas Cautelares. Editorial Universo, Buenos Aires. Argentina. 1990,
Pág. 28.

28
más que ha garantizar el proceso definitivo, no hay razón para que dure

después del momento en que se extingue o se cierra el proceso definitivo, que

constituye un presupuesto de ella15.

Monroy Palacios, conceptúa a la medida cautelar como aquel instituto

procesal a través del cual el órgano jurisdiccional, a petición de parte, adelanta

ciertos efectos o todos de un fallo definitivo o el aseguramiento de una prueba,

al admitir la existencia de una apariencia de derecho y el peligro que puede

significar la demora producida por la espera del fallo definitivo o la actuación

de una prueba16.

De Landázuri señala por su parte que las medidas cautelares constituyen una

actividad preventiva que, enmarcada en esa objetiva posibilidad de

frustración, riesgo o esta de peligro y a partir de una base de razonable orden

de probabilidades acerca de la existencia del derecho que invoca el

peticionante, según las circunstancias, y exigiendo el otorgamiento de

garantías suficientes para el caso de que la petición no sea recibida, la

solicitud de determinada medida cautelar va a lograr de alguna manera

anticipar los efectos de la decisión de fondo, ordenando la conservación o

mantenimiento del estado existente o, a veces la innovación del mismo, según

la naturaleza de los hechos sometidos a juzgamiento17.

15 CARNELUTTI, Francesco. Instituciones del Proceso Civil. Buenos Aires. Editorial Ejea. 1973. Págs.
86-158.
16 MONROY PALACIOS, Juan José. Bases para la formación de una Teoría Cautelar. Lima-Perú.

Editorial Industria Gráfica. Pág. 85-86


17
NÉSTOR DE LÁZZARI, Eduardo. Medidas Cautelares. Editorial Platense. La Plata-Argentina. 1989
Pág. 6.

29
Por ello, no puede existir confusión entre proceso cautelar y medida cautelar,

como tampoco puede haberla entre ésta y providencia cautelar. Al respecto,

Juan Monroy Gálvez señala que por medio del proceso cautelar podemos

obtener una medida cautelar.

Toda medida cautelar tiene dos fines: uno concreto y otro abstracto. En cuanto

al primero, con la medida cautelar se pretende asegurar que el fallo definitivo

se cumpla, y con respecto al segundo, se busca lograr el fortalecimiento de la

confianza social en el servicio de justicia con el siguiente criterio: si las

decisiones finales se van a poder ejecutar; es decir, si van a ser eficaces,

entonces se va a prestigiar el servicio de justicia ante su comunidad.

En tal sentido, las medidas cautelares no son autónomas, sino accesorias de

un proceso de cognición o principal. En su generalidad se entiende que para

su aplicación debe el peticionante otorgar una garantía para la aplicación de

las mismas conocida com0o la contra cautela, real o personal, a la que nos

suscribimos siguiendo la orientación de conocidos tratadistas como Podetti,

Carnelutti, Eduardo N. de Lázzari, Norberto J. Novellino, Martínez Botos,

entre otros.

Asimismo, es preciso establecer la diferencia que existe entre la providencia

y la medida cautelar. Así, podemos decir que la medida cautelar; es decir el

fallo llevado a cabo.

30
Por otro lado, entre la medida cautelar y la sentencia, hay notorias diferencias.

La medida cautelar es esencialmente mutable, es decir que incluso después

de haberse llevado a cabo podrá ser sustituida por otra medida, o inclusive

ampliarse, disminuirse o variarse.

Indudablemente la medida cautelar tiene un papel transcendente dentro de

los fines primordiales de la jurisdicción, constituyendo una de las tres formas

en que ésta se manifiesta (a la cognición y a la ejecución, debe asegurarse la

actividad cautelar).

En realidad, no existe una definición uniforme de medida cautelar. Por ello, en

principio es necesario resaltar ciertas características que la tipifican:

 Es un instituto de raigambre procesal

 Es un medio de prevención (la eficacia de la sentencia que recaiga en el

proceso principal).

 Forma parte de la actividad cautelar por lo que constituye una

manifestación del derecho a la tutela jurisdiccional efectiva.

Según la definición del Tribunal de Justicia de las Comunidades europeas, las

denominadas medidas cautelares tienen por objetivo proteger derechos cuyo

reconocimiento, se pide al juez, preservando al mismo tiempo el statu quo

tanto de hecho como del derecho.

31
En la práctica estas medidas permitirán a un acreedor asegurarse contra el

riesgo de no ser pagado recurriendo a dos técnicas: convertir en inalienable

los bienes del deudor o gravarlos con garantías que confieren al acreedor un

derecho de ejecución si estos bienes cambian de manos18.

La medida cautelar también es denominada medida precautoria o preventiva,

la cual constituye una institución procesal por la cual el órgano jurisdiccional,

a petición de quien ostenta un derecho verosímil y que se halla en peligro,

expide un fallo provisional que tiende a asegurar el cumplimiento de la

sentencia que recaiga en el proceso principal.

Cabe precisar que el Boletín Informativo de la Judicial del Poder Judicial

peruano nos brinda el siguiente concepto de medidas cautelares y nos dice lo

siguiente: “Las medidas cautelares son medios técnicos considerados como

procesos autónomos que tienen como finalidad asegurar a un justiciable el

cumplimiento de la decisión judicial que pueda dictarse en el proceso principal

que dilucide la pretensión sustancial planteada o por plantearse”.

Vemos así que en nuestro país, el Artículo 608 del código Procesal Civil

disciplina que “todo Juez puede, a pedido de parte, dictar medida cautelar

antes de iniciado un proceso o dentro de éste, destinada a asegurar el

cumplimiento de la decisión definitiva”.

18
NORO VILLAGRA, Jorge. Las Medidas Cautelares. Editorial Platense. La Plata-Argentina 2001 Pág.
111-119.

32
La Jurisprudencia Argentina establece que las medidas cautelares son actos

procesales que se adoptan antes de deducida la demanda o después de ella

para asegurar bienes o mantener situaciones de hecho existentes al tiempo

de aquella y con el objeto de preservar el cumplimiento de la sentencia, que,

en definitiva recaiga al final del proceso.

Por lo tanto, podemos decir que las medidas cautelares aparecen como los

medios jurídico-procesales que tienen por función evitar que se realicen actos

que impiden o dificulten la efectividad de la satisfacción de la pretensión y esa

función se lleva a cabo mediante una incidencia en la esfera jurídica del

demandado adecuada y suficiente para producir ese efecto.

Una medida cautelar no constituye una situación jurídica definitiva, dado que

genera el cambio jurídico o material con la finalidad de asegurar la eficacia de

la decisión definitiva que va a ser expedida en el proceso de cognición.

4.2.6. LAS MEDIDAS CAUTELARES EN LOS PROCESOS EJECUTIVOS

Aunque en diferentes procesos contenidos de conocimiento y de liquidación y

en general, en todos los de ejecución, son no solamente posible sino útiles las

medidas cautelares patrimoniales, es el proceso ejecutivo para pago de

sumas de dinero, más que en cualquier otro, donde se puede apreciar la

necesidad de asegurar el cumplimiento de la obligación con bienes del

demandado de valor suficiente para cubrirla, en el evento de que aquel no

satisfaga oportuna y voluntariamente la deuda, y es igualmente el proceso en

33
que la ley permite que las medidas indispensables para tal aseguramiento se

puedan producir sin conocimiento ni consentimiento del demandado, quién

únicamente se enterará normalmente cuando aquellas ya se han consumado

o están en vía de hacerlo. (Esto último no es siempre cierto, pues en Colombia

el deudor o(o su abogado) que quiera enterarse que si en su contra se ha

iniciado proceso ejecutivo, y se han perdido o decretado medidas cautelares

respecto de sus bienes, no les es muy difícil averiguarlo. No solamente se

presenta la infidencia y obvia deslealtad de los empleados judiciales, sino

además en otros casos su ingenuidad da lugar a ello, y en otros más, la

manera como se llevan los libros de radicación en las secretarías permiten

que cualquiera pueda tener acceso a la información que se supone reservada.

Quien esto afirma lo hace con conocimiento de causa, esto es, que no se trata

de meras especulaciones para agraviar a los empleados de los juzgados. Al

respecto podrán citarse las formas en que esa situación irregular opera y que

puede ser remedida, al menos parcialmente.

Empero, las mencionadas medidas cautelares, preventivas o ejecutivas, como

quiera denominárselas, y que no son otra que el embargo y el secuestro de

bienes, tienen los controles y limites que la misma ley regula, de modo que

con ellas no se vaya a producir perjuicio injusto o indebido a terceros e,

inclusive, al deudor mismo.

Es importante, entonces, tratar de resolver las siguientes interrogantes para

tratar de encontrar sus respuestas, limitados especialmente, según se advirtió,

al proceso ejecutivo para pago de sumas de dinero.

34
4.2.7. LAS MEDIDAS CAUTELARES Y LA ECONOMIA

La doctrina italiana19 ha recomendado que las medidas cautelares deben

practicarse de modo tal que no produzca un trastorno a la economía local o

nacional. Por su parte, los Códigos de Procedimiento Civiles Mexicanos20

advierten que en las ejecuciones se procurará no originar trastornos a la

economía social, llevando a cabo la ejecución en forma tal que permita

conservar abiertas las fuentes de producción y de trabajo. Aún en este aspecto

debe considerarse que el interés general o colectivo prevalece sobre el interés

particular o individual es decir, que el interés de la comunidad no puede

subordinarse al interés exclusivo del acreedor.

4.2.8. FUERZA MAYOR O CASO FORTUITO

La codificación del Código Civil en su artículo 30, define a la fuerza mayor o

caso fortuito como “el imprevisto a que no es posible resistir, como un

naufragio, un terremoto, el apresamiento de enemigos, los actos de autoridad

ejercidos por un funcionario público, etc.”21.

Según el Diccionario Jurídico de Cabanellas la fuerza mayor es:

“Todo acontecimiento que no ha podido preverse o que, previsto, no

ha podido resistirse, y que impide hacer lo que se debía o era posible

19
MICHELI, Gian Antonio. Proceso de Ejecución EJEA. 1970
20
Códigos de Procedimientos Civiles para el Estado. L y S. de Sonora México. J. M. Cajica S.A. 1968
21
Código Civil

35
y lícito. Aparece como obstáculo, ajeno a las fuerzas naturales que se

opone al ejercicio de un derecho o al espontáneo cumplimiento de una

obligación”. Así mismo manifiesta que “La fuerza mayor se presenta

como aspecto particular del caso fortuito.”22

Los elementos necesarios para que concurra la fuerza mayor o caso fortuito,

son:

a) IMPREVISIBILIDAD, lo que no ha podido preverse, será siempre una

cuestión de hecho librada de la decisión de los jueces, en la fuerza mayor

la previsibilidad se encuentra ausente:

b) IRRESISTIBILIDAD, el hecho imposible de ser evitado por el deudor.

c) ACTUALIDAD, el hecho debe ser actual, no basta la mera posibilidad de

que un hecho ocurra para dejar de cumplir una obligación.

El tratadista Arturo Alessandri Rodríguez, en su obra “De la responsabilidad

Extracontractual en el Derecho Civil”, páginas 599 y 600, sobre el caso fortuito

y la fuerza mayor señala:

“El caso fortuito o fuerza mayor. Se llama caso fortuito o fuerza mayor el

imprevisto a que no es posible resistir, como (…) Estas expresiones son

22
CABANELLAS, Guillermo Diccionario Enciclopédico de Derecho Usual. Tomo IV. Pág. 130

36
sinónimas: las diferencias que algunos autores pretenden establecer entre

ellas no tienen aplicación en nuestro derecho.

El caso fortuito o fuerza mayor supone, según esto, un acontecimiento

imprevisto e irresistible. Es imprevisto, cuando no hay ninguna razón especial

para creer en su realización e irresistible, cuando no es posible evitar sus

consecuencias.

El hecho debe ser imprevisto e irresistible en si mismo, es decir, que ni el

agente ni ninguna otra persona colocada en las mismas circunstancias de

tiempo y de lugar habría podido preverlo. Se requiere una imposibilidad

absoluta. Una simple dificultad o una imposibilidad relativa, personal del

agente, no basta; la culpa se aprecia en abstracto. Un hecho que hubiera

podido prever y evitar con mayor diligencia o a costas de un mayor esfuerzo

o sacrificio no es caso fortuito; un hombre prudente lo habría previsto y

evitado. Esto es suficiente para privarlo de ese carácter23.

“ (…) Ningún acontecimiento en si mismo constituye fuerza mayor o caso

fortuito liberatorio con respecto a una determinada obligación contractual. La

cuestión de la fuerza mayor no es una cuestión de clasificación mecánica de

acontecimientos. Cuando de tal fenómeno jurídico se trata, no solo hay que

examinar la naturaleza misma del hecho, sino indagar también si este reúne,

con respecto a la obligación inejecutada, los siguientes caracteres: a) No ser

23
TAMYO JARAMILLO, Javier, De la responsabilidad civil. Tomo I Vol. 2, edit. Temis, Santafé de
Bogotá, 1996, Págs. 319 a 322.

37
imputable al deudor; b)no haber concurrido con una culpa de éste, sin la cual

no se habría producido el perjuicio inherente al cumplimiento contractual; c)

ser irresistible, en el sentido de que no haya podido ser impedido y que haya

colocado al deudor – dominado por el acontecimiento – en la imposibilidad

absoluta (no simplemente en la dificultad ni en la imposibilidad relativa) de

ejecutar la obligación; d) haber sido imprevisible, es decir, que no haya sido

lo suficientemente probable que el deudor haya debido razonablemente

precaverse contra él, aunque por lo demás haya habido con respecto del

acontecimiento de que se trate, como 10 hay con respecto a toda clase de

acontecimientos, una posibilidad vaga de realización”. (Cas. 5 de julio de

1935. XLII, 54).

“(…) Caso fortuito o fuerza mayor. Su configuración requiere de la

concurrencia de sus dos elementos, imprevisibilidad e irresistibilidad. “Según

el verdadero sentido o inteligencia del artículo 1 de la Ley 95 de 1890, los

elementos integrantes del caso fortuito o fuerza mayor, antes reseñados,

deben ser concurrentes, lo cual se traduce en que si el hecho o suceso

ciertamente es imprevisible pero se le puede resistir, no se da tal fenómeno,

como tampoco se configura cuando a pesar de ser irresistible pudo preverse.

De suerte que la ausencia de uno de sus elementos elimina la estructuración

del caso fortuito o fuerza mayor. Así lo ha formado la jurisprudencia patria al

sostener que “Si el deudor, a sabiendas, se embarca en una nave averiada,

que zozobra…; si temerariamente se expone a la acción de sus enemigos o

comete falta que lo coloquen a merced de la autoridad; o no toma las medidas

adecuadas que hubieran evitado la inundación de su propiedad, sin embargo

38
de que se cumple un acontecimiento por su naturaleza extraño y dominador;

no configuraría un caso fortuito liberatorio del deudor. Es que los caracteres

esenciales del caso fortuito son la imprevisibilidad y la irresistibilidad.

De consiguiente, se está bajo el dominio de lo fortuito cuando el deudor se

imposibilita totalmente para cumplir su obligación por causa de un evento

imprevisible. Cuando el acontecimiento es susceptible de ser humanamente

previsto, por más súbito y arrollador de la voluntad que parezca, no genera el

caso fortuito ni la fuerza mayor”. (Sent. Ago. 31/42).

“Si sólo puede calificarse como caso fortuito o fuerza mayor el hecho que

concurrentemente contemple los caracteres de imprevisible e irresistible, no

resulta propio elaborar un listado de los acontecimientos que constituyen tal

fenómeno, ni de los que lo constituyen. Por tal los acontecimientos que

constituyen tal fenómeno, ni de los que no lo constituyen. Por tal virtud, ha

sostenido la doctrina nacional y foránea que un acontecimiento determinado

no puede calificarse fatalmente, por sí mismo y por fuerza de su naturaleza

específica, como constitutivo de fuerza mayor o caso fortuito, puesto que es

indispensable, en cada caso o acontecimiento, analizar y ponderar todas las

circunstancias que rodearon el hecho”. (C:S:J: Cas. Civil, Sent. Nov. 20/89).

“(…) Imprevisible e irresistibilidad. Alcance de tales conceptos. “Dos son,

pues los requisitos esenciales del fenómeno exculpatorio de que se trata: su

imprevisibilidad y su irresistibilidad. La misma expresión caso fortuito

idiomáticamente expresa un acontecimiento extraño, súbito e inesperado.

39
Esta imprevisibilidad del caso fortuito es una cuestión de hecho que el

juzgador debe apreciar concretamente en cada situación, tomando como

criterio para el efecto la normalidad o la frecuencia del acontecimiento, o por

el contrario, su rareza y perpetuidad; si tal acontecimiento es frecuente, y m{as

a{un, si suele presentarse con cierta periodicidad, no constituye un caso

fortuito porque el obligado razonablemente ha debido preverlo y medir su

propia habilidad para conjugarlo, o bien abstenerse de contraer el riesgo de

no creer que podría evitarlo; por el contrario, si se trata de un evento de rara

ocurrencia, que se ha presentado de forma súbita y sorpresiva, hay caso

fortuito, porque nadie está obligado a prever lo que es excepcional y

esporádico. Pero, además, el hecho de que se trata debe ser irresistible. Así

como la expresión caso fortuito traduce la requerida imprevisibilidad de su

ocurrencia, la fuerza mayor, empleada como sinónimo de aquella en la

definición legal, relieva esta otra característica que ha de ofrecer tal hecho: al

ser fatal, irresistible, incontrastable, hasta el punto de que el obligado no

pueda evitar su acaecimiento ni superar sus consecuencias. Tampoco hay

fuerza mayor o caso fortuito cuando el obstáculo, sin impedir el cumplimiento

de la obligación, lo hace más difícil u onerosa que lo previsto inicialmente. La

expresión misma fuerza mayor está indicando que éste debe ser insuperable,

que debe hacer imposible el cumplimiento de la obligación objetivamente

considerada y no relativamente a las condiciones y circunstancias particulares

del obligado. Las anteriores precisiones constituyen lugar común en la

doctrina general de la Corte tocante con la apreciación del caso fortuito”.

(C.S.J., Cas. Civil, Sent. Feb. 27/4).

40
4.2.9. COSAS FUNGIBLES Y NO FUNGIBLES

El Art. 593 del Código Civil establece que: “Las cosas muebles se dividen en

fungibles y no fungibles. A las primeras pertenecen aquellas de que no

hacerse el uso conveniente a su naturaleza sin que se destruya. Las especies

monetarias, en cuanto parecen para el que los emplea como tales, son cosas

fungibles”.

Con respecto a este concepto nótese la subclasificación de las cosas, ya que

únicamente las cosas muebles pueden ser fungibles y no fungibles, según la

Real Academia de la Lengua Española fungible, proviene del Latín Fungi que

significa fungir o desempeñar una función, empleo o cargo, se puede decir

que las cosas fungibles son aquellas que pueden fácilmente ser

reemplazadas unas por otras, ejemplo más claro es el dinero.

Como queda expuesto, el verdadero sentido de las cosas fungibles es que

pueden satisfacer una obligación por otra, en nuestro Código existe una

confusión con respecto a las cosas fungibles y consumibles, así se lo ha

tomado nuestra legislación con respecto al dinero, pero no hay que dar una

idea equivocada sino que el dinero o la unidad monetaria puede sustituirse.

Como lo expresa Barrell hay cosas que pueden usarse repetidamente y no

se consumen, aunque se haga un uso adecuado a su naturaleza, y estas son

considerados como fungibles; como el caso de la ropa y el automóvil.

41
Las cosas no fungibles son aquellas que no pueden ser reemplazadas, por

otras de la misma calidad y cantidad, estos no se los puede utilizar

indiferentemente para realizar un pago, por ejemplo una obra de arte, una

escultura.

42
4.3. MARCO JURIDICO

4.3.1. ANALISIS DE LA CONSTITUCIÓN DE LA REPÚBLICA DEL

ECUADOR

Mi propuesta está fundamentada en la en la que establece la Constitución del

2008, aprobada en referéndum por el pueblo ecuatoriano, publicada en el

Registro Oficial No. 449 del 20 de Octubre del 2008.

Así es como la Constitución de la República, dio paso a la nueva ley orgánica

de la Función Judicial, quedando derogada la ley del registro oficial 636 del

11 de septiembre de 1974, al ser incompatible con las normas constitucionales

y estándares internacionales de derechos humanos y administración de

justicia, que no correspondían a la realidad social del Ecuador del siglo XXI.

En la disposición transitoria primera de la Constitución vigente se estableció

que dentro de los ciento veinte días a partir de la vigencia de la nueva

constitución, el órgano legislativo aprobaría, entre otros, las leyes que regulen

las Funciones Judiciales y el funcionamiento del consejo de la Judicatura, y,

en ejercicio de las atribuciones que le confieren el artículo 17 del Régimen de

transición de la Constitución vigente y las normas contenidas en el mandato

constituyente 23 para la conformación de la comisión legislativa, decidida por

la Asamblea Constituyente el 25 de octubre, y promulgada en el Registro

Oficial 458 del 31 de octubre de 2008, para la cual se expide el nuevo “Código

de la República del Ecuador vigente, establece que: “serán funciones del

Consejo de la Judicatura, además de los que determine la ley. Definir y

ejecutar las políticas para el mejoramiento y modernización del Sistema

43
Judicial”24. El artículo 177 de esta misma norma establece que: “La función

judicial se compone de órganos jurisdiccionales, órganos administrativos,

órganos auxiliares y órganos autónomos”25.

La ley determina su estructura, funciones, atribuciones, competencias y todo

lo necesario para la adecuada administración de justicia.

El artículo 178 de la norma constitucional, enumera los diversos órganos que

estructuran la función judicial. Comienza por los órganos jurisdiccionales,

respecto de los cuales declara que son los encargados de administrar justicia,

son quienes tienen la potestad jurisdiccional, sin perjuicio de otros órganos

que cuentan con iguales potestades y que están reconocidas en la

constitución siendo las siguientes:

1. La Corte Nacional de Justicia

2. Las Cortes Provinciales de Justicia

3. Los Tribunales y Juzgados que establezca la ley

4. Los Juzgados de Paz.

Dentro de esta normativa constitucional define al Consejo de la Judicatura

como órgano de gobierno, administración, vigilancia y disciplina de la función

judicial.

24 Constitución de la Republica 2008.


25 Código Orgánico de la Función Judicial

44
Además señala que la función judicial tendrá como órganos auxiliares el

servicio notarial, los martilladores judiciales, los depositarios judiciales y los

demás que determine la ley.

En el inciso final de este artículo se repite lo que ya señala en la parte del

artículo 177, esto es, que la ley determinará la organización, el ámbito de

competencia, el funcionamiento de los órganos judiciales y todo lo necesario

para la adecuada administración de justicia.

De acuerdo con la problemática que nos ocupa


hasta el momento no se hecho realidad lo que
la Constitución demanda específicamente en
sus artículos 177 y 178, que textualmente dice
que se hará todo lo necesario para la adecuada
administración de justicia. Sin embargo los
bienes muebles que están a cargo de las
depositarias y los depositarios judiciales que
soportan medidas cautelares dentro de los
diferentes juicios civiles, laborales,
inquilinatos, de la niñez y adolescencia y
algunos penales, se encuentran embodegados
por décadas y no se puede disponer de la venta
directa de estos bienes por la existencia de
vacíos legales que la función judicial
incumpliendo los principios establecidos en la
Constitución y la ley, ocasionando ingentes
pérdidas a los actores procesales y
depositarios judiciales, por el retardo
injustificado en la solución de esta temática de
la guarda, conservación y custodia de bienes

45
ordenados por tribunal o juez. Además cabe
denotar que estos auxiliares de la justicia no
perciben sueldos del Estado.

4.3.2. PRESUPUESTO PARA EL CASO DE MEDIDAS CAUTELARES

Prohibición de enajenar, secuestro de bienes, retenciones de bienes, el

accionante puede solicitar en su demanda medidas preventivas que aseguren

y garanticen la recuperación de su crédito u obligación ante el tema de que

su deudor se quede sin patrimonio económico con que pueda sanear sus

obligaciones para la prohibición de enajenar y de todo acto o contrato que

limite el dominio del bien basta presentar una certificación conferida por el

registro de la propiedad en que conste que el demandado tiene bienes raíces

que no estén embargados. El juez en el acto inicial dispondrá la medida y

para que ese efecto y no pueda entregárselos notificará al registrador de la

propiedad, quien deberá dar cumplimiento a la disposición del juez,

asentando en los libros a su cargo, la prohibición o limitación ordenada.

El secuestro o retención de bienes muebles del deudor exige la

presentación de pruebas que acrediten que los bienes son de propiedad del

deudor. Si se refieren a pruebas testimoniales se la practicará sin citación a

la parte contraria.

La retención de bienes se hará notificando a la persona en cuyo poder estén

los bienes, para que esté, bajo su responsabilidad, los retenga y no pueda

entregarlos sin orden judicial. Se entenderá que la persona, en cuyo poder se

46
ordena la retención, queda responsable si no reclama dentro de tres días. Si

el tenedor de los bienes se excusa de retenerlos, los pondrá a disposición del

juez o jueza quien a su vez ordenará que los reciba el depositario judicial

artículo 428 del Código de Procedimiento Civil en lo referente a la retención

de bienes el artículo 910 del Código de Procedimiento Civil, establece lo

siguiente:

Si la persona en cuyo poder se ha hecho la retención no reclama dentro de

tres días, “NO PODRA ALEGAR DESPUES QUE NO DEBE AL DEUDOR NI

TIENE NINGUNA COSA DE ESTE”.

Por la naturaleza de la diligencia, tratándose de Retención o embargo, la

primera medida precautoria y la segunda de ejecución, ordenada por el juez,

no se requiere de sigilo frente al deudor, pues éste debe ser notificado con la

decisión judicial. Además el artículo 96 del Código de Procedimiento Civil la

notificación de la orden de retención o de embargo se entregará también al

deudor una boleta en que consta la providencia judicial respectiva.

“Las pruebas que acrediten que los bienes son


de propiedad del deudor, es sin duda supuesto
porque en la práctica los actores o accionantes
acostumbran a presentar una información
sumaria, cumplida generalmente ante otro juez
distinto al de la causa ejecutiva, sumado a este
que dicta el auto de pago, auto de calificación
con medidas precautorias de secuestro de
bienes, generalizando los bienes que se
encuentren en el interior del establecimiento

47
comercial o domicilio. En mi opinión el
secuestro judicial o medida cautelar debe tener
mucha más atención por el juez de la causa
porque la generalidad se puede presentar para
perjuicios contra terceros y violentar lo
establecido en el artículo 1634 del Código Civil
sobre los bienes no embargados.

Finalmente los títulos ejecutivos están


claramente identificados en el art. 413 del
Código de Procedimiento Civil, Ley contra la
violencia de la mujer, Art. 22, Código Civil, Art.
1393; ley de compañías, art. 319 No. 2, Ley
general de instituciones del Sistema
Financiero Art. 52; Ley de contratación
pública. El titulo ejecutivo debe reunir
requisitos de fondo y de forma para ser tal; de
fondo contener obligaciones; y, de forma, las
formalidades que para cada caso prevé la ley,
como es el caso de los títulos de créditos. En
concordancia (letras de cambio, pagarés), con
el Código de Comercio artículo 410, que indica
las formalidades del título ejecutivo. Si por
alguna razón este documento le falta algunas
de las formalidades establecidas en el artículo
410 del Código de Comercio el documento será
NULO, con las excepciones de la propia ley”.

48
4.3.3. ANALISIS DEL CÓDIGO ORGANICO DE LA FUNCIÓN JUDICIAL

El Código Orgánico de la Función Judicial, se lo publicó en el registro oficial

suplemento no. 544 del día lunes 9 de marzo del 2009.

Consta de 346 artículos, quince disposiciones transitorias; 28 disposiciones

reformatorias y derogatorias, y un artículo final. Este Código Orgánico de la

Función Judicial desde su nacimiento hasta la actualidad pretende realizar un

cambio radical en la forma de hacer justicia en el Ecuador. Entre sus

principios sostiene que la nueva normativa judicial integra a las personas y

colectividades como sujetos centrales de las actuaciones de los jueces,

fiscales, defensores públicos y demás servidores judiciales, incorporando los

estándares internacionales de los derechos humanos y de administración de

justicia, para construir una sociedad profundamente democrática, al amparo

de la nueva Constitución de derecho y justicia, por lo que la actuación de los

servidores de la justicia debe estar acorde con los principios y disposiciones

constitucionales.

Como lo manifiesta en el artículo 177 de la Constitución Vigente dispone: “La

Función Judicial se compone de órganos jurisdiccionales, órganos

administrativos, órganos auxiliares y órganos autónomos. La ley determinará

su estructura, funciones, atribuciones, competencias y todo lo necesario para

la adecuada administración de justicia” en concordancia con el artículo 181

de la misma norma invocada para nuestro caso es necesario profundizar el

tema de los órganos auxiliares y en especial “Depositarios Judiciales”

ciudadanos encargados de la guarda, custodia, conservación, administración,

49
defensa y manejo de aquellos bienes puesto bajo su responsabilidad, por el

tribunal o jueza o juez competente. Los depositarios judiciales no reciben un

sueldo, a pesar de que son trabajadores judiciales. El Código Orgánico de la

Función Judicial (COFJ) establece que ellos cobraran por sus servicios los

derechos que determine el Consejo de la Judicatura, en el capítulo III del

Código Orgánico de la Función Judicial encontramos algunas disposiciones

en las actuaciones de estos funcionarios, así como las limitaciones de poder

realizar la venta directa de bienes que se encuentran por largo tiempo que

penosamente traspasan el tiempo de los términos jurídicos y de vida útil de

los bienes en guarda y custodia.

CAPITULO III

DEPOSITARIAS Y DEPOSITARIOS JUDICIALES

SECCIÓN 1a

DISPOSICIONES GENERALES

Art. 308.- Listado de funcionarios y funcionarias.- Las direcciones

regionales, conforme las directivas impartidas por la Comisión de Asuntos

Relativos a Órganos Auxiliares, promoviendo la participación paritaria,

realizará los concursos de méritos y oposición en los respectivos distritos

judiciales a fin de integrar las listas de idóneos para desempeñarse como

depositarias y depositarios judiciales; sindicas y síndicos; martilladoras y

martilladores, liquidadoras y liquidadores de costas.

50
Concordancias: ConsE: 70; 170 // COFJ: 276 Num 1

Art. 309.- Designación.- La jueza o el juez, designará de esos listados por

sorteo a la funcionaria o al funcionario que se requiera en la causa.

Si llegare a faltar la servidora o servidor así designado, ya sea por excusa,

recusación o cualquier otro impedimento legal, la jueza o juez procederá a un

nuevo sorteo del listado respectivo; a falta de todos, o por no existir el listado,

designará a una persona de reconocida honorabilidad.

Art. 310.- Derechos por servicios.- Las depositarias y depositarios

judiciales; las síndicas y los síndicos; las martilladoras y los martilladores; las

liquidadoras y los liquidadores de costas, percibirán por sus servicios los

derechos que determine el Consejo de la Judicatura.

El cobro de derechos superiores a los fijados por el Consejo de la Judicatura,

por parte de las servidoras y servidores a los que se refiere esta Sección,

constituye infracción susceptible de destitución, sin perjuicio de la

responsabilidad penal por el delito de concusión, si es que no constituye una

infracción más grave.

Concordancias: CP: 264

Estos auxiliares de la Función Judicial no podrán percibir como remuneración

mensual una suma mayor a lo que gane un juez en la quinta categoría. Se

51
aplicarán a estos servidores las disposiciones legales y reglamentarias

vigentes para las notarias y notarios.

Concordancias: COFJ: 304

Art. 311.- Incompatibilidad.- Las depositarias y los depositarios judiciales;

las síndicas y los síndicos; las martilladoras y los martilladores; las

liquidadoras y los liquidadores de costas no podrán actuar en causas en que

tuvieren interés ella o él, su cónyuge o conviviente o sus parientes dentro del

cuarto grado de consanguinidad o segundo de afinidad.

Concordancias: CC: 22

SECCIÓN 2a

DEPOSITARIAS Y DEPOSITARIOS JUDICIALES

Art. 312.- Sufragio de derechos.- Los derechos de las depositarias y los

depositarios serán sufragados por la parte a la que se condene en costas, y

de no haber tal condena, serán a cargo del dueño de los bienes depositados.

Art. 313.- Designación a la parte.- Si la jueza o juez, por circunstancias

especiales, considera conveniente, podrá nombrar como depositaria o

depositario al mismo poseedor del bien embargado o secuestrado.

En los demás casos se estará a lo que dispongan las leyes pertinentes.

52
Concordancias: CPC: 908

Art. 314.- Intervención de las depositarias y los depositarios judiciales.-

Las depositarias y los depositarios judiciales intervendrán en los embargos,

secuestros de bienes y otras medidas legales y se harán cargo de éstas en

la forma que conste en el acta respectiva.

Concordancias: CPC: 427, 951

Art. 315.- Responsabilidades de las depositarias y los depositarios

judiciales.- Las depositarias y los depositarios judiciales tendrán

responsabilidad personal, civil y penal, por el depósito, custodia y

conservación de los bienes de toda clase que reciban en ejercicio de sus

funciones y rendirán la fianza que establecerá mediante el respectivo

reglamento el Consejo de la Judicatura.

Si se comprobare que la cosa depositada produjo una cantidad mayor que la

recaudada, la depositaria o el depositario perderá los derechos que le asigna

la ley y pagará la diferencia, sin perjuicio de la responsabilidad penal a que

hubiere lugar.

Art. 316.- Rendición de cuentas.- Las depositarias y los depositarios están

obligados a presentar trimestralmente a la dirección regional respectiva, las

cuentas de su administración, o en cualquier tiempo en que ésta le ordene,

de oficio o a petición de parte, sin perjuicio del derecho de la parte agraviada

de proponer el juicio de cuentas.

53
Las rentas o el producto de los bienes aprehendidos serán consignados ante

la Jueza o el Juez de la causa, quien mandará a depositarlo, de acuerdo con

las regulaciones establecidas o, en su caso, entregarlos a la persona a quien

legalmente corresponda.

Concordancias: CPC: 660

Art. 317.- Prohibición.- La depositaria o el depositario está prohibido de

hacer uso o de aprovecharse de la cosa depositada, por cualquier medio. En

cambio, tiene la obligación de procurar que dichos bienes rindan frutos en

beneficio del dueño del bien y del acreedor.

La depositaria o el depositario será civil y penalmente responsable en caso

de destrucción o deterioro doloso o culpable de los bienes a su cargo, de

conformidad con la ley.

Concordancias: CC: 29 Inc. 1

Art. 318.- Venta al Martillo.- Los interesados o el depositario podrán solicitar

a la jueza o juez de la causa la venta al martillo de los bienes muebles y

papeles fiduciarios, que se encuentren bajo custodia de la depositaria o

depositario, siempre que su conservación fuere onerosa o estuviere sujeta a

deterioros o a manifiesta y grave desvalorización.

Concordancias: CPC: 511

54
Se considerará conservación onerosa el costo del bodegaje determinado por

el paso del tiempo, o el espacio ocupado en la bodega, en relación al avalúo

comercial del bien. Asimismo, será considerada desvalorización manifiesta y

grave, el avance de la tecnología que determine la pérdida acelerada del valor

comercial del bien depositado.

La jueza o juez oirá a las partes y, cerciorada o cerciorado de la realidad,

podrá ordenar, previo el correspondiente avalúo la enajenación de los bienes

al martillo; de esta providencia habrá únicamente recurso de apelación en

efecto devolutivo, que se tramitará en cuaderno separado.

Concordancias: CPC: 514

El procedimiento correspondiente estará regulado por el instrumento que para

el efecto, dicte el Consejo de la Judicatura.

Art. 319.- Empleadas y empleados bajo dependencia.- Las empleadas y

los empleados bajo dependencia de las depositarias y los depositarios en sus

relaciones con sus empleadores se regirán por el Código de Trabajo.

Concordancias: CT: 1

Comentario:

Cabe denotar que el artículo 254 del Código Orgánico de la función judicial

se refiere al órgano administrativo en la que establece que el Consejo de la

55
Judicatura es el órgano único de gobierno, administración, vigilancia y

disciplina de la función judicial, que comprende: órganos jurisdiccionales,

órgano administrativo, órganos auxiliares y órganos autónomos.

4.3.4 ANALISIS DEL REGLAMENTO PARA EL FUNCIONAMIENTO DE

LAS OFICINAS DE ALGUACILES Y DEPOSITARIOS JUDICIALES

Y NORMAS PARA LA FIJACIÓN DE LOS DERECHOS QUE

CORRESPONDEN A LOS DEPOSITARIOS JUDICIALES.

El Art. 28 de éste reglamento, estable la obligación del depositario,

comunicar de inmediato al Juez o Tribunal, en los casos, en que la

conservación de los muebles y papeles fiduciarios que se encuentren bajo

su custodia resultare oneroso, sujeta a deterioros o a manifiesta y grave

desvalorización, para los efectos de lo dispuesto en el Art. 142 de la Ley

Orgánica de la Función Judicial.

Ciertamente, siendo consultados los depositarios judiciales, manifiestan

que continuamente han hecho llegar por escrito comunicaciones a los

distintos jueces de las diferentes judicaturas, donde se sustancias

medidas cautelares por las cuales existen depósitos judiciales de bienes

muebles que se encuentran en proceso de deterioro y por ende sujetas a

grave desvalorización, sin embargo, los señores Jueces, no han resuelto

la situación alegando que la Ley Orgánica de la Función Judicial ya fue

derogada y por lo tanto no se puede aplicar lo que mandaba en el Art. 142.

56
5. MATERIALES Y METODOS

5.1 Materiales y Métodos

Utilizare el Método Inductivo, el mismo que da a conocer solo hechos

particulares para extraer de ella una verdad general, por lo tanto con esta

herramienta daré a conocer la importancia que tiene el tema del secuestro

judicial de bienes muebles y la falta de un instructivo para venta directa de

viene sensibles que se encuentran en guarda y custodia de los depositarios y

depositarias judiciales en todo el territorio ecuatoriano, bienes

que en muchísimo de los casos ya han cumplido su vida útil, y

al momento se encuentran abandonados por décadas, tema

que ha sido ignorado por el Consejo de la Judicatura en el

país.

Método deductivo.- Este método aporta una proposición general por llegar al

conocimiento de la particular por lo tanto demostrare que los bienes muebles

en guarda y custodia de las depositarias y depositarios judiciales es un tema

muy importante y que el Consejo de la Judicatura no le ha dado importancia,

debido que el artículo 177, de la constitución de la Republica en vigencia

establece lo siguiente “La función judicial se compone de órganos

jurisdiccionales, órgano administrativo, órganos auxiliares y órganos

autónomos. La ley determina su estructura, funciones atribuciones,

competencias y todo lo necesario para la adecuada administración de

justicia”.

57
Método de clasificación: a través de este método tratare de sistematizar

algunos procedimientos de secuestro judicial de bienes muebles y sus

consecuencias, de acuerdo a los resultados del análisis y síntesis del

mismo.

Método de creación legislativo del Derecho

Este método nos ayuda y nos conducirá a seguir los pasos correctos para la

creación de la ley o Reglamento, como lo sugiere mi propuesta de tesis de

grado, reglamento que evitara que los bienes en guarda y custodia se sigan

desvalorando y su guarda sea onerosa.

5.2 TECNICAS UTILIZADAS EN LA INVESTIGACIÓN

La Observación.- Esta técnica me permitirá observar y verificar el estado de

conservación en que se encuentran los bienes muebles bajo custodia y

conservación del depositario judicial.

La encuesta.- Con esta técnica seleccionaremos las preguntas más

convenientes para obtener respuestas que nos ayuden hacer como a la

realidad sobre el secuestro judicial y las condiciones de los bienes muebles

puesto en custodia y conservación ante un depositario judicial.

La entrevista.- Entrevistaremos a personas expertas en derecho civil,

abogados litigantes, Juez Civil y Mercantil entre otros expertos.

58
6. RESULTADOS DE LA INVESTIGACION DE CAMPO

6.1 Presentación de los resultados de las encuestas.

De acuerdo a mi proyecto de investigación, utilicé la técnica de la encuesta

aplicada a 30 abogados, para conocer la importancia que tiene el tema del

secuestro judicial de bienes muebles, y la falta de un instructivo para la venta

directa de bienes en depósito judicial, obteniendo los siguientes resultados:

1. ¿Conoce usted, que el secuestro judicial, consiste en la aprehensión y

depósito de la cosa mueble o semoviente litigioso, o de los bienes muebles

de los que se presume que sean del deudor para asegurar la eficacia del

resultado del litigio?

CUADRO UNO

VARIABLE FRECUENCIA %

SI 28 93.00

NO 2 7.00

TOTAL 30 100.00

FUENTE: 30 profesionales del derecho de la ciudad de Machala


ENCUESTADO: Rodolfo Humberto Quiñonez

59
7%

SI
NO
93%

Interpretación:

De los 30 encuestados, 28 profesionales del derecho equivalente al 93%,

manifestaron que si conocen lo que es un secuestro judicial, porque muchos

de ellos dentro de la práctica profesional en algún momento lo han solicitado

en Los juicios que han patrocinado; mientas que 2 encuestados que

corresponde al 7%, dicen que desconocen acerca del secuestro judicial

porque dentro de su experiencia laboral no ha solicitado estas medidas,

puesto que ellos están dedicados a otras áreas del derecho como los juicios

penales, donde rara vez se dan los secuestros judiciales.

Análisis:

El secuestro judicial, es una de las medidas precautelares o cautelares

contempladas en nuestra legislación, una de los propósitos fundamentales

del secuestro judicial es garantizar al actor mejores resultados de la contienda

legal.

60
De acuerdo a las investigaciones realizadas y con las respuestas obtenidas

con la presente encuesta, se puede determinar que, el secuestro judicial, por

lo general se lo solicita en los juicios ejecutivos, es decir, en aquellos procesos

que tiene por finalidad el cumplimiento de una obligación, así mismo, es una

medida de carácter legal, que también suele presentarse en los juicios de

alimentos cuando el alimentante no cumple con sus obligaciones, pagando las

pensiones alimenticias que le impone la autoridad judicial, así mismo es una

medida muy común en los juicios labores, por lo general cuando la parte

demandada carece de bienes inmuebles; sin embargo, es importante señalar,

que si bien es cierto que en los juicios penales se puede dar el secuestro

judicial, son muy raros los casos en que se presentan estas medidas, por

existir una serie de medidas alternativas.

61
2. ¿Conoce usted, que el Depositario Judicial, es la persona que recibe el

depósito de la cosa litigiosa, por orden impuesta a las partes por el Juez

o Tribunal, dentro de los diferentes juicios civiles, laborales, de la niñez y

adolescencia, inquilinato, etc.?

CUADRO DOS

VARIABLE FRECUENCIA %

SI 28 93.00

NO 2 7.00

TOTAL 30 100.00

FUENTE: 30 profesionales del derecho de la ciudad de Machala


ENCUESTADO: Rodolfo Humberto Quiñonez

7%

SI

93% NO

Interpretación:

De los 30 encuestados, 28 profesionales del derecho equivalente al 93%,

manifestaron que si saben que el depositario tiene la función de recibir las

cosas que se encuentran en litigio, previa la orden judicial dentro de los

diferentes juicios sean civiles, laborales, de inquilinato, de la niñez y

adolescencia, penales; lo que le implica una serie de responsabilidades;

62
mientras, que 2 de los encuestados, que representa el 7% ha dicho que

desconocen acerca de ésta situación porque en algunos casos son los propios

actores los que solicitan que la cosa litigiosa se les entregue a ellos y esto se

da por lo general cuando los juicios versan sobre bienes prendados.

Análisis:

Dentro de los diferentes juicios que se ventilan en las judicaturas, existen

procesos en los que conforme lo dispone la legislación, se solicitan diversas

medidas cautelares como secuestros, embargos, aprehensiones, retenciones

entre otras; para la ejecución de éstas medidas y siguiendo la normativa legal,

deben intervenir un oficial de policía quien deberá siempre estar acompañado

de un depositario judicial, salvo ciertos casos especiales, donde el depositario

o depositaria puede ser el cónyuge del propietario del bien embargado; no

obstante, generalmente interviene el depositario judicial cuando el cónyuge

rehusa ser depositario, es ahí, cuando el depositario o depositaria asumen su

cargo, y debe hacerlo con todas las responsabilidades, obligaciones y

facultades que se encuentran establecidas en la ley, especialmente, en el

Código Orgánico de la Función Judicial, Reglamento para el Funcionamiento

de Oficinas de Alguaciles y Depositarios Judicial y normas para la fijación de

derechos que corresponden a los Depositarios Judiciales, Código Civil,

Código de Procedimiento Civil, y otras normativas acorde a sus funciones.

63
3. ¿Sabe usted, que la guarda y costo del bodegaje de los bienes

depositados, se considera onerosa por el paso del tiempo y espacio

ocupado?

CUADRO TRES

VARIABLE FRECUENCIA %

SI 21 70.00

NO 9 30.00

TOTAL 30 100.00

FUENTE: 30 profesionales del derecho de la ciudad de Machala


ENCUESTADO: Rodolfo Humberto Quiñonez

30%

SI
70% NO

Interpretación:

De los 30 encuestados, 21 profesionales del derecho equivalente al 70%,

manifestaron que efectivamente, se puede considerar oneroso el depósito

debido a que mientras más tiempo pasa la cosa depositada, esto genera

mayor gasto, debido a que se debe pagar mayores valores por concepto de

bodegaje, y en muchos casos, los bienes se destruyen o de vuelven obsoletos

por efectos de tiempo y agentes presentes en el ambiente; en tanto que, 9 de

los encuestados, que equivale al 30%, manifiestan que es irrelevante el

64
tiempo que los bienes estén embodegados puesto que son valores que

debería asumir la función judicial y no los litigantes, además que existe una

tabla donde se establecen los valores los mismos que son irrisorios

Análisis:

El Código Orgánico de la Función Judicial, establece cuando un depósito

puede considerarse oneroso, y entre otras se encuentra, el costo del bodegaje

en relación al espacio ocupado y el tiempo de permanencia del depósito; de

ahí que efectivamente, cuando los bienes secuestrados o embargados

permanecen mucho tiempo embodegados, se convierten en depósitos

onerosos porque es más el valor que se debe pagar por el bodegaje que el

propio valor de los bienes que en muchos casos quedan en desuso u

obsoletos, y en el peor de los casos, cuando se trata de bienes fungibles o

perecibles, éstos caducan perdiendo por completo su valor, convirtiéndose no

solo en un depósito oneroso, sino más aún, en un depósito peligroso que debe

ser manejado con el mayor de los cuidados para evitar contagios de plagas

como polillas, gorgojos entre otros, en las bodegas judiciales, lo que

evidentemente se convertiría en un dolor de cabeza para el depositario

judicial, si la autoridad, no resuelve oportunamente sobre ésta clase de bienes

que por sus condiciones no pueden permanecer embodegados por tiempo

prolongados, por más que la depositaria o depositario judicial tome todas las

precauciones del caso, puesto que, el transcurrir del tiempo no lo puede

detener nada ni nadie y en estos casos puede resultar fatal.

65
4. ¿Considera usted, que el avance tecnológico, influye en la pérdida

acelerada del valor comercial del bien depositado que permanece

guardado por mucho tiempo?

CUADRO CUATRO

VARIABLE FRECUENCIA %

SI 27 90.00

NO 3 10.00

TOTAL 30 100.00

FUENTE: 30 profesionales del derecho de la ciudad de Machala


ENCUESTADO: Rodolfo Humberto Quiñonez

10%

SI
NO
90%

Interpretación:

De los 30 encuestados, 27 profesionales del derecho equivalente al 90%,

manifestaros de SI, el avance tecnológico hoy es día cuando estamos en

plena globalización, constituye un factor preponderante para que los bienes

pierdan su valor, cada vez, hay más inventos y esto se quiera o no influye en

el mercado y en el precio de las cosas; mientras que el 10%, es decir, 3 de

los encuestados, dijo que nada tiene que ver el avance tecnológico con los

bienes secuestrados, que todo depende de la conservación de la cosa.

66
Análisis:

El Código Orgánico de la Función Judicial, en su parte pertinente, establece

que un depósito se puede considerar oneroso no solo por el transcurso del

tiempo y permanencia de los bienes en una bodega, en relación a su avalúo

comercial, sino, también por la desvalorización manifiesta y grave de la cosa

depositada, debido al avance de la tecnología que puede determinar la

pérdida acelerada del valor comercial del bien depositado.

Como sabemos, la ciencia, la tecnología han avanzado a pasos agigantados

y siguen avanzando sin dar tregua, un ejemplo muy práctico se evidencia en

las televisores, antes solamente eran a blanco y negro, luego vinieron los de

colores pero manuales, después de un tiempo aparecieron los digitales; hoy

en día tenemos diversidad de modelos muy avanzados, algunos inclusive

puede conectarse a internet, todos éstos avances, han influido para los

modelos más antiguos hayan perdido notablemente su valor, mientras que los

nuevos a medida que mejora la tecnología ganan más valores.

Es así, que si dentro de un juicio se secuestran bienes que tecnológicamente

sufren grave desvalorización, evidentemente, se convierten en depósito

oneroso, donde no solamente pueden resultar afectadas las partes, sino,

también puede causarse perjuicio al depositario judicial.

67
5. ¿Cree usted, que la depreciación que sufren los bienes depositados y

embodegados por muchos años inclusive décadas en algunos casos, es

porque éstos se vuelven obsoletos, antiguos o arcaicos, y que por tanto

caen en desuso?

CUADRO CINCO

VARIABLE
FRECUENCIA %
SI
16 53.00
NO
3 10.00
PUEDE SER
11 37.00
TOTAL
30 100.00

FUENTE: 30 profesionales del derecho de la ciudad de Machala


ENCUESTADO: Rodolfo Humberto Quiñonez

37%
SI
53%
NO
10%
PUEDE SER

Interpretación:

De los 30 encuestados, 16 profesionales del derecho equivalente al 53%,

manifiesta que SI, que según lo que han podido enterarse a través de los

medios de comunicación, existen bienes en depósito judicial que permanecen

por muchos años embodegados llegando inclusive a transcurrir más de una

década, y obviamente, esos bienes deben estar desvalorizados por muchos

factores, especialmente por el tiempo transcurrido; en tanto, 3 de los

68
encuestados que representa el 10%, dijeron que NO es así, que hay muchos

bienes que más bien podrían ganar valor con el paso del tiempo; mientras

que, el 37% que corresponde a 11 de los profesionales encuestados,

manifestaron que PUEDE SER que la depreciación de los bienes se deba a

que éstos se convierten en obsoletos.

Análisis:

Como lo hemos señalado anteriormente, el transcurso del tiempo, convierte

las cosas en antiguas, obsoletas o arcaicas, esto afecta de manera directa al

avalúo de los bienes que tiende a decaer en el caso de bienes muebles por el

mismo hecho de que casi siempre se secuestran bienes que ya han sido

usados, muy rara vez, se secuestran bienes nuevos, lo que influye aún más

en la depreciación de éstos bienes.

Se agrava más la situación, porque si estos bienes llegan a la etapa del

remate, en muchos casos, no hay interesados, pues, es común que a nadie

le interesan bienes obsoletos o antiguos, y peor, aún bienes que ya han sido

utilizados por otras personas, es ahí, cuando esto se convierte en un callejón

sin salida, por un lado bienes que cada vez están más viejos y depreciados,

por otro lado ninguna persona interesada en ellos, y finalmente, el problema

para el depositario judicial que se ve obligado a mantenerlos bajo su custodia,

aunque tenga que sufragar con su propio dinero el costo de bodegaje o los

medios para conservación de la cosa secuestrada, hecho que no es justo,

69
pero, que a la depositaria o depositario judicial, no le queda otra alternativa

que acatar, aunque le cause perjuicio.

6. ¿Conoce usted, que los Depositarios Judiciales, acumulan bienes por

muchos años en casos que han sido abandonados por los actores

procesales o en causas que se encuentran en estado pasivo, por falta de

interés de los litigantes?

CUADRO SEIS

VARIABLE FRECUENCIA %

SI 21 70.00

NO 9 30.00

TOTAL 30 100.00

FUENTE: 30 profesionales del derecho de la ciudad de Machala


ENCUESTADO: Rodolfo Humberto Quiñonez

30%

SI
70% NO

Interpretación:

De los 30 encuestados, 21 profesionales del derecho equivalente al 70%,

dijeron que SI, es conocido que hay juicios que se han venido ventilando por

muchos años por dilaciones que se dan dentro de los mismos, algunas con

fundamento legal otras sin ello, pero, al final ha pasado mucho tiempo, y en

70
esos casos los litigantes prefieren abandonar sus juicios por lo oneroso que

les puede resultas; mientras que 9 de los encuestados que equivales al 30%,

dijeron que no es así, que todos los juicios tienen sus instancias y que las

partes tienen derecho a agotar los recursos que crean necesarios a efecto de

hacer valer sus derechos.

Análisis:

Por muchos años la administración de Justicia en nuestro país ha tenido una

deuda con la sociedad ecuatoriana, para nadie es ajeno la lentitud y hasta

cierta falta de interés en la ventilación de la mayoría de juicios, salvo ciertas

excepciones donde se anteponen los intereses particulares sobre los de la

mayoría.

Es así, que las judicaturas se han venido llenando de juicios y la situación

continúa igual, a pesar de que se ha dicho que en nuestro país recién se

inauguraba la justicia con los cambios que se han dado en los últimos años;

sin embargo, en lo que refiere al tema de nuestra investigación nada se ha

hecho y siguen los bienes embodegados, abandonados, sin que haya fórmula

de parar ésta situación que viene afectando de manera directa a los

depositarios judiciales y los usuarios de la justicia que se desinteresan de

continuar con sus juicios.

71
7. ¿Considera usted, que la depreciación de los bienes en depósito judicial,

sea esta por el avance tecnológico o por el transcurso del tiempo, causa

perjuicio, no sólo a los litigantes, sino, también a las depositarias y los

depositarios Judiciales?

CUADRO SIETE

VARIABLE FRECUENCIA %

SI 29 97.00

NO 1 3.00

TOTAL 30 100.00

FUENTE: 30 profesionales del derecho de la ciudad de Machala


ENCUESTADO: Rodolfo Humberto Quiñonez

3%

SI
NO
97%

Interpretación:

De los 30 encuestados, 29 profesionales del derecho equivalente al 97%,

contestaron que SI, que la situación de los bienes secuestrados y

embodegados que sufren depreciación, le afecta de manera singular a la

depositaria o depositario judicial que se ve obligado a mantener el depósito;

en tanto que, sólo 1 de los encuestados que representa el 3%, contestó que

NO.

72
Análisis:

Tanto el Código Orgánico de la Función Judicial, así como el reglamento que

regula la actuación de los depositarios judiciales, establecen las

responsabilidades que deben cumplir éstos funcionarios, tales como la

guarda, conservación, custodia, mantenimiento y administración de la cosas

depositadas; aclarando, que la guarda conservación implica la adopción de

medidas preventivas y todas aquellas necesarias para el cuidado y

mantenimiento de la cosa; mientras que, la custodia implica tomar medidas

para que la cosa depositado no sea sustraída por terceros sea en parte o su

totalidad, ni tampoco sufra daños; sin embargo, muchas de éstas

obligaciones alejadas a la realidad que se vive ya que existen cosas que están

fuera del alcance de los depositarios, como el transcurso del tiempo, los

gastos que genera el depósito, bienes que son de fácil deterioro, entre otros.

Sin embargo en la legislación ecuatoriana, y doctrina, no existe jurisprudencia

sobre la metodología del cuidado de los bienes materia de depósito judicial;

en consideración que algunos bienes su conservación va ligada a su uso;

empeorándose la situación de que no existe uniformidad de criterio de los

jueces e inclusive muchos se contradicen en sus criterios respecto al tema, y

el problema continúa para los litigantes y de manera especial para el

depositario judicial.

73
8. ¿Cree usted, que en muchos casos, los litigantes prefieren abandonar sus

juicios en los que han solicitado secuestro de bienes, cuando ha

transcurrido demasiado tiempo, debido a que el costo del bodegaje les

puede resultar muy oneroso en relación al valor de los bienes

secuestrados, causando perjuicio a la depositaria o depositario judicial,

que se ve obligado a mantener bajo custodia esos bienes, hasta que exista

una contra orden?

CUADRO OCHO

VARIABLE FRECUENCIA %

SI 23 77.00

NO 7 23.00

TOTAL 30 100.00

FUENTE: 30 profesionales del derecho de la ciudad de Machala


ENCUESTADO: Rodolfo Humberto Quiñonez

23%

SI

77% NO

Interpretación:

De los 30 encuestados, 23 profesionales del derecho equivalente al 77%,

contestaron afirmativamente ésta pregunta, indicando que SI, hay muchos

casos que los litigantes han preferido dejar a un lado, debido a que los gastos

que deben realizar hasta concluir los juicios, les puede resultar más alto

74
comparado al beneficio que recibirían continuando con los juicios; mientras

que, 7 de los encuestados que representa el 23% manifestaron lo contrario,

consideran que NO creen que los litigantes abandonen sus juicios por ésta

causa, sino, que si es probable que los abandonen es porque no tienen tiempo

para continuar con sus juicios.

Análisis:

Como podemos observar, la mayoría de los encuestados, cree que uno de

los principales motivos por los que los litigantes deciden abandonar sus juicios

en los que han solicitado secuestro de bienes, es efectivamente, porque éstos

bienes tienden a desvalorizarse debido al transcurso de tiempo, y porque por

lo general son bienes usados que en muchos de los casos, su avalúo no

alcanza ni para cubrir las costas judiciales producidas dentro del juicio, peor

aún, alcanza para cobrar la obligación que generó el litigo, por lo que, es una

situación que les desanima a continuar con sus juicios y prefieren abandonar

éstos procesos, antes que continuar gastando más, ya sea por pago al perito

evaluador, pago de publicaciones de extracto de remate, pago de honorarios

profesionales y otros, que al final les puede resultar contraproducente frente

al resultado que obtendrían del litigio; y en el último de los eventos, para

recuperar algo, se verían abocados a rematar ellos mismos esos bienes,

siempre y cuando aún valgan los bienes, pero, correspondería a ellos

cancelar los valores de bodegaje, y es ahí cuando nuevamente estarían en

disyuntiva, sin saber si continuar o abandonar definitivamente sus juicios,

optando en la mayoría de los casos, por ésta última alternativa.

75
9. ¿Sabe usted que existe un vacío legal, en el Código Orgánico de la

Función Judicial, concretamente en el Art. 318?

CUADRO NUEVE

VARIABLE FRECUENCIA %

SI 25 83.00

NO 5 7.00

TOTAL 30 100.00

FUENTE: 30 profesionales del derecho de la ciudad de Machala


ENCUESTADO: Rodolfo Humberto Quiñonez

17%

SI
NO
83%

Interpretación:

De los 30 encuestados, 25 profesionales del derecho equivalente al 83%,

manifestaron que SI existe un vacío legal en el Código Orgánico de la Función

Judicial, específicamente en el Art. 318, es decir, que efectivamente existe

usencia de reglamentación para agilitar la venta directa de bienes muebles

guardados en bodegas por muchos años en custodia de los depositarios

judiciales y que presuntamente muchos bienes a la fecha se encuentran

inservibles, mientras que, 5 de los encuestados que equivale al 7%

contestaron que no existe ningún vacío en esa legislación.

76
Análisis:

Si bien es cierto, que con la expedición el Código Orgánico de la Función

Judicial, los legisladores trataron de acoger en un solo texto la mayoría de

materias referentes a la administración de justicia; sin embargo, no es menos

cierto, que existe varios vacíos legales dentro de éste Código; y para el tema

que nos ocupa uno de los vacíos podemos encontrar en el Art. 318 de éste

conjunto de normativas.

El Art. 318 del Código Orgánico de la Función Judicial, refiere a la Venta al

martillo de los bienes muebles y papeles fiduciarios, que se encuentren bajo

custodia de la depositaria o el depositario judicial, siempre que su

conservación fuere onerosa o estuviere sujeta a deterioros o a manifiesta y

grave desvalorización. Así mismo establece las condiciones para que un

depósito sea considerado oneroso, tales como el costo del bodegaje así como

su desvalorización por efectos del avance tecnológico.

Finalmente en su último inciso, dispone que el procedimiento para la venta al

martillo, deberá ser establecido mediante el correspondiente instructivo que lo

dicte el Consejo de la Judicatura; y, es precisamente, éste último inciso el que

no se ha dado cumplimiento por parte del organismo respectivo, y por lo tanto,

éste artículo podría ser considerado letra muerta, puesto que si no hay el

instructivo para la venta al martillo, entonces no se puede proceder como dice

el Art. 318 del Código Orgánico de la Función Judicial, por eso, es que se

considera que si existe un vacío legal en éste cuerpo de leyes. El consejo de

77
la judicatura de la judicatura ha inobservado en este tema lo que establece el

artículo 181 de la Constitución de la República del Ecuador, en sus numerales

1 y 5 que dice:

1. Definir y ejecutar las políticas para el mejoramiento y modernización del

sistema judicial.

2. Velar por la transparencia y eficiencia de la función judicial

78
10. ¿Considera usted, que es necesaria la reforma del Art. 318 del Código

Orgánico de la Función Judicial, para proceder a la venta directa de los

bienes muebles en depósitos judiciales?

CUADRO DIEZ

VARIABLE FRECUENCIA %

SI 25 83.00

NO 5 7.00

TOTAL 30 100.00

FUENTE: 30 profesionales del derecho de la ciudad de Machala


ENCUESTADO: Rodolfo Humberto Quiñonez

17%

SI
NO
83%

Interpretación:

De los 30 encuestados, 25 profesionales del derecho equivalente al 83%,

contestó que SI es necesario que se reforme el artículo 318 del Código

Orgánico de la Función Judicial; mientras que el 17% que corresponde a 5 de

los encuestados, manifestó lo contrario, diciendo que NO es necesaria tal

reforma, que más bien se debería reformar otras leyes como el Código Civil y

Código de Procedimiento Civil.

79
Análisis:

Es muy importante, señalar que la venta al martillo y la venta directa son dos

situaciones jurídicas muy diferentes, la primera y para nuestro tema de

investigación, se encuentra establecida en el Art. 318 del Código Orgánico de

la Función Judicial y es la que se ha venido aplicando en los diferentes juicios

para el remate de bienes muebles que ha sido previamente secuestrados,

embargados y avaluados.

Como se ha hecho referencia, la venta al martillo se ha venido utilizando para

toda clase de bienes muebles; sin embargo, es necesario precisar, que la

mayoría de bienes secuestrados no puede esperar a que se cumplan todas

los pasos o presupuestos jurídico para la venta al martillo, esto es, luego de

secuestrarlas, deberá embargárselas, posteriormente tendrán que ser

evaluadas, deberá fijarse la fecha para la venta al martillo, realizarse las

publicaciones por la prensa así como la fijación de carteles, y esperar el día

señalada para saber si hay interesados en dichas cosas, sino, tendrá que

volverse a señalar nueva fecha para la venta, partiendo del cincuenta por

ciento del avalúo conforme lo prevé la ley. Y si finalmente, no hay postores

ni por el cincuenta por ciento queda esta venta en punto muerto, sin saber qué

hacer, porque los señores jueces no toman ninguna decisión legal que en

definitiva resuelva el problema jurídico. Haciendo tabla rasa del Principio de

Economía Procesal, principio que trata de obtener el mejor resultado posible

con el mínimo de actividad jurisdiccional y de gastos para las partes

involucradas en el proceso.

80
11. ¿Cree usted, que con la reforma del Art. 318 Código Orgánico de la

Función Judicial, mejoraría la situación acerca de los depósitos judiciales

de bienes secuestrados, puesto que éstos se podrían vender en forma

directa antes de que sufran mayor depreciación?

CUADRO ONCE

VARIABLE FRECUENCIA %

SI 25 83.00

NO 1 3.00

TAL VEZ 4 14.00

TOTAL 30 100.00

FUENTE: 30 profesionales del derecho de la ciudad de Machala


ENCUESTADO: Rodolfo Humberto Quiñonez

3% 14%

SI
NO
83% TAL VEZ

Interpretación:

De los 30 encuestados, 25 profesionales del derecho equivalente al 83%,

manifestó que SI puede mejorar la situación de los depósitos judiciales al

reformarse el Art. 318 del Código Orgánico de la Función Judicial, en tanto

que 1 de los encuestados que equivale al 3% contestó que NO; y el 14% que

81
representa a 4 encuestados manifestó que TAL VEZ puede mejorarse la

situación de los de bienes en depósitos judiciales.

Análisis:

La situación que vienen soportando los depósitos judiciales en nuestro país,

se ha vuelto prácticamente insostenible, con ésta investigación se ha podido

determinar la realidad que atraviesan, hechos que han sido conocidos

públicamente a través de los diferentes medios de comunicación, sin

embargo, las autoridades pertinentes se hacen los ciegos, sordos y mudos y

no ponen punto final a ese viacrucis.

Para muchos no es desconocido que existen bienes secuestrados

embodegados por muchos años, la mayoría sin valor significativo, bienes

obsoletos, desactualizados, que su avalúo ni siquiera alcanza para cubrir en

parte el costo del bodegaje; sin embargo, nadie hace nada al respecto, y

lamentablemente quien ha tenido que pagar las consecuencias es un

funcionario público denominado Depositario Judicial, que se ve obligado a

mantener bajo su custodia bienes inservibles que lo único que le causan son

problemas, porque se ve abocado a mantenerlos en bodegas que en muchos

casos tienen que alquilar con su propio dinero, y lo peor, es que no saben

hasta cuándo deben seguir soportando esa situación; por lo que, se considera

que la reforma propuesta si ayudará a los Depositarios judiciales, porque ya

no tendrían que acumular bienes inservibles por tanto tiempo, sin que nadie

82
les responda por su trabajo y los gastos efectuados para la conservación de

la cosa.

Cabe indicar que en el artículo 4 del Código Orgánico de la Función Judicial

señala ´´Las juezas y jueces, las autoridades administrativas y servidoras y

servidores de la Función Judicial aplicarán las disposiciones constitucionales,

sin necesidad que se encuentren desarrolladas en otras normas de menor

jerarquía. En las decisiones no se podrá restringir, menoscabar o inobservar

su contenido.¨

Esto denota que no existe la voluntad de la mayoría de los jueces para dar

solución a las cantidades de bienes en depósitos judiciales, embodegados por

muchos años y en algunos casos décadas.

83
ENTREVISTA

A fin de recabar mayor información de una fuente más cercana a la

problemática que se viene presentando con los bienes secuestrados que se

encuentran bajo depósito judicial, procedí a realizar una entrevista a un

Depositario Judicial, conforme al siguiente interrogatorio:

1. ¿Desde hace qué tiempo viene desempeñando las funciones de

Depositario Judicial?

Si más no recuerdo, estas funciones las vengo cumpliendo desde hace

aproximadamente unos veintitrés años desde que recibí el nombramiento

como tal de la parte de la Corte Superior de Justicia de Machala.

2. ¿Cuáles son las actividades que usted realiza en el desempeño de

sus funciones?

Bueno nosotros los depositarios cumplimos varias funciones, entre las

principales está intervenir en la ejecución de medidas precautelares o

cautelares que ordenan los jueces dentro de los juicios que se ventilan en las

diversas judicaturas; por lo general, las medidas que se ordenan son

secuestros, embargos, retenciones, desalojos, entre otras; diligencias que son

ejecutadas por un Policía designado por el juez tal como lo dispone el Código

de Procedimiento Civil; cuando se ejecutan estas diligencias las cosas materia

de la medida sean muebles o inmuebles pasan bajo nuestra custodia.

84
3. En qué casos se dan los secuestros judiciales

Por lo general los secuestros judiciales, se cumplen dentro de los juicios como

medidas precautelatorias, es decir, como una medida preventiva hasta que el

proceso se ventile y el juez de la razón a quien la tenga. El problema de los

secuestros judiciales, es que casi siempre se ejecuta sobre bienes usados

que corren el riesgo de deteriorarse con mayor facilidad, además en varias

veces se han secuestrado bienes perecibles como alimentos, medicinas que

en muchos casos han terminado dañándose porque han cumplido su ciclo de

vida, causando perjuicios.

4. Dentro de su experiencia laboral, podría indicar si usted tiene bienes

secuestrados desde hace varios años bajo su custodia?

Como lo manifesté, vengo desempeñándome como depositario judicial desde

hace unos 23 años, y son muchas veces en las que he intervenido en varias

diligencias, y desde luego que si tengo un cúmulo de bienes que se ha

secuestrado y que permanecen bajo mi custodia desde hace muchos años

inclusive tengo algunos que ya van a cumplir dieciséis años bajo mi custodia.

5. Usted ha manifestado que tiene bienes que permanecen desde hace

más de una década bajo su custodia, podría indicar en qué estado se

encuentran estos bienes?

Seguramente como usted se puede imaginar, y como lo sabemos, cuando los

bienes permanecen embodegados por mucho tiempo, estos tienden a

85
dañarse, pues en el caso de éstos bienes secuestrados algunos que son de

madera están llenos de polillas y prácticamente inservibles, otros

desactualizados, esto en el caso de artefactos eléctricos como televisores,

computadoras, refrigeradoras que se han convertido en cosas obsoletas y

prácticamente casi sin valor comercial, es decir, existen muchos bienes que

tengo bajo mi custodia que ya no sirven y que seguramente nadie va a querer

remarlos, y ni siquiera sus propios dueños han de querer que se los

devuelvan.

6. Que sucede cuando los bienes no se rematan?

Cuando los bienes secuestrados no logran ser rematados, prácticamente el

problema es para nosotros los depositarios judiciales que quedamos en un

callejón sin salida, porque no podemos deshacernos de esos bienes y nos

vemos obligados a continuar manteniéndolos bajo nuestra custodia, porque

pareciera que a nadie le importa si se rematan o se terminan de dañar.

7. ¿Y cómo se solventan los gastos que genera el depósito judicial?

Ese es otro gravísimo problema, la ley prácticamente sólo nos impone

obligaciones y tenemos nosotros que asumir con toda la responsabilidad que

implica un depósito judicial, es decir, nosotros tenemos que proveer de

bodegas, garajes y lugares apropiados y seguros para el depósito judicial

86
cuyos gastos tenemos que sufragarlos con nuestro propio dinero, además,

no obstante existir un reglamento que regula nuestras acciones, a la hora de

exigir nuestros derechos, prácticamente éste es inobservado tanto por los

señores jueces como por los usuarios que hace tabla rasa con ésta ley.

8. ¿Cree usted que se podría mejorar la situación sobre los bienes

secuestrados, a efectos de que no tengan que permanecer

demasiado tiempo embodegados o bajo custodia judicial, puesto que

esto más bien causa perjuicio tanto a los litigantes como al

depositario judicial?

Pienso que sí, y estoy convencido de que ya es hora que el Consejo de la

Judicatura tome cartas en el asunto y asuma con responsabilidad el tema de

los depositarios judiciales, la Constitución de la República del Ecuador, le

otorgó obligaciones y facultades, y entre estas está mejorar el sistema judicial,

en lo que se incluye obviamente el tema de nosotros los depositarios; por

muchos es conocido que en el país existen bienes que han permanecido por

varios años bajo depósito judicial inclusive décadas, los mismos que no han

tenido un feliz término, al contrario continúan dañándose en las bodegas

judiciales, causando perjuicios a los depositarios judiciales, sin que nadie

haga nada por parar esta situación; por eso considero que sería

importantísimo que se reforme la ley, con la finalidad de que en estos casos

especiales se realice la venta directa de los bienes secuestrados, al menos

de los que corren mayor riesgo de deteriorarse, para evitar que estos

permanezcan embodegados por un tiempo indeterminado que al final

87
seguramente ya no van a servir para ser rematados, y prácticamente no va a

ganar ni el actor ni el demandado porque seguramente estos bienes estarán

completamente devaluados; al contrario sucedería si existiese la reforma legal

que permita la venta directa de éstos bienes, pues en ese caso, se

precautelarían los intereses de ambas partes, puesto que el producto de la

venta iría a la cuenta del juzgado hasta que termine la contienda legal y el juez

disponga a quien se le debe entregar esos valores, obviamente devengando

los gastos efectuados para la venta así como los derechos judiciales que

corresponden al depositario judicial por su trabajo, porque es importante

señalar, que a nosotros los depositarios, el Estado no nos paga ni un solo

centavo, y por lo tanto nuestro trabajo debe ser remunerado con derechos que

deben cancelar los usuarios de acuerdo a la tabla existente en concordancia

con el Código Orgánico de la Función Judicial, nosotros somos seres

humanos y como tal tenemos que satisfacer nuestras necesidades y las de

nuestros hogares.

88
7. DISCUSION

7.1 Verificación de Objetivos

OBJETIVO GENERAL:

“Profundizar y actualizar conocimientos sobre el secuestro judicial, ejecutado

por decreto de juez, sobre bienes muebles y su incidencia en la custodia,

guarda y conservación; a su vez proponer la reforma necesaria al Art. 318 del

Código Orgánico de Función Judicial”.

He logrado cumplir con este objetivo general, en el desarrollo de todo mi

trabajo de investigación, permitiéndome profundizar y actualizar

conocimientos acerca del tema del secuestro judicial, cerciorándome más

sobre la problemática existente respecto de los bienes secuestrados con

relación a su custodia, guarda y conservación.

OBJETIVOS ESPECIFICOS:

 Conocer la realidad de los bienes que se encuentran embodegados

bajo la custodia de las depositarias y los depositarios judiciales,

especialmente, de bienes perecibles, aquellos que su conservación

va ligada a su uso y otros que sufren depreciación tecnológica.

Ha sido posible cumplirlo, con el estudio realizado y más concretamente con

la entrevista a un depositario judicial, así como a varios profesionales del


89
derecho que están inmersos en el tema del secuestro judicial; además con la

información recaba a través de los diferentes medios de comunicación como

de bibliografía existente.

 Sistematizar el procedimiento del secuestro judicial y la obligación

de custodiar, guardar, conservar y restituir, bienes secuestrados.

Se ha podido cumplir, en el contexto del desarrollo de la parte teórica, donde

se establecen los procedimientos y puntos referentes a éste objetivo; con la

entrevista al depositario judicial se pudo determinar cómo es el proceder de

los depositarios judiciales y que es lo que está sucediendo realmente con los

bienes que se encuentran bajo depósito judicial.

 Generar propuestas para mejorar los efectos del secuestro judicial,

considerando especialmente los bienes fungibles y de fácil

depreciación.

Con las diferentes encuestas y la entrevista realizada, he podido determinar

la realidad que existe con los bienes secuestrados, de manera especial con

los bienes perecibles y he podido determinar la necesidad de reformas

regales que permitan dar solución a éste problema.

 Proponer soluciones prácticas dentro del marco legal, a fin de evitar

perjuicio tanto a los litigantes como a las depositarias y los

depositarios judiciales.

90
La realidad que he podido determinar y palpar mediante este trabajo

investigativo, me lleva a la conclusión de que no solamente es necesaria la

reforma legal propuesta, sino, que ésta debe hacérsela de manera urgente; la

grave situación que atraviesan los depositarios judiciales en nuestro país es

alarmante, pero, el perjuicio no es sólo para ellos, sino también para las partes

sea actora o demandada; por lo que considero que el Consejo de la Judicatura

debería solicitar la reforma al Art. 318 del Código Orgánico de la Función

Judicial, o a su vez con la mayor celeridad del caso, crear el instructivo para

la venta al martillo de bienes secuestrados que corren el riesgo de deteriorarse

o devaluarse de manera acelerada.

7.2 Contrastación de Hipótesis

“Que es necesario reformar el Art. 318 del Código Orgánico de la Función

Judicial, porque de acuerdo como se encuentra redactado actualmente,

los bienes muebles secuestrados que están a cargo de las depositarios

y los depositarios judiciales, muchos de ellos llevan excesivo tiempo

embodegados inclusive décadas en algunos casos, sin que éstos

puedan disponer su remate o venta directa, lo que ha ocasionado y sigue

ocasionando perjuicios tanto a éstos litigantes como a los funcionarios

que ni siquiera reciben sueldo de la Función Judicial y se ven obligados

a sufragar gastos de bodegaje de bienes que en la mayoría de los casos

están inservibles”.

91
La hipótesis planteada, ha sido debidamente comprobada con el cuestionario

de la encuesta con el que se pudo determinar que efectivamente existen

bienes muebles que fueron secuestrados en su momento por orden judicial, y

que se encuentran embodegados desde hace años inclusive en algunos

casos ha pasado más de una década, lo que se pudo corroborar con la

entrevista que se le realizó a un depositario judicial, quien nos ha narrado con

lujo de detalles sobre la dura realidad que está atravesando al verse obligado

a tener bajo su custodia, bienes que prácticamente se han tornado inservibles

por el excesivo paso del tiempo; pero, que pese a ello nada pueden hacer al

respecto, mientras no exista una reforma legal que solucione esta situación,

puesto que lo correcto sería que al momento de disponer el secuestro, el juez

de la causa, tome en consideración el tipo de materia del depósito, para que

disponga las providencias necesarias a efectos de evitar que los bienes se

dañen o se devalúen por efectos del tiempo o que sufran depreciación

tecnológica; pero, para que esto se dé, es necesario que se reforme el Art.

318 del Código Orgánico de la Función Judicial.

7.3. Fundamentación Jurídica para la Reforma Legal

En nuestro país, el secuestro judicial de bienes muebles, está tipificado en el

Código Civil, en los artículo 2154 a 2162 en concordancia con el Art. 422 del

Código de Procedimiento Civil, en la práctica sirva para evitar la desaparición

de los bienes del deudor, que aseguren el cumplimiento de la sentencia de

condena que puede recaer en un proceso; equivale a un conjunto de

precauciones y medidas tomadas para evitar un riesgo. En el campo jurídico,

92
se entiende como tal, aquella medida que el legislador ha dictado con el objeto

de que la parte vencedora no quede burlada en su derecho. En el campo

procesal civil, constituye una garantía del cumplimiento de una eventual

sentencia que se dicte dentro del proceso sin distinguir su naturaleza, ya se

trate de un declarativo, liquidatorio, ejecutivo, etc.

No obstante, que el secuestro sirve para garantizar el pago o cumplimiento de

una obligación, podría resultar ineficaz, porque en la mayoría de los casos se

secuestran bienes usados y otros de fácil deterioro o desvalorización; y el

Consejo de la Judicatura, en su inobservancia a sus deberes contemplados

en el Art. 181, numeral 1 de la Constitución de la República del Ecuador, no

ejecuta las políticas necesarias para el mejoramiento del sistema judicial,

específicamente en el campo que nos ocupa.

De ahí que resulta fundamental que el Consejo de la Judicatura, tome en serio

sus deberes y obligaciones y proceda a dar cumplimiento a lo que dispone el

Art. 318 del Código Orgánico de la Función Judicial, en su inciso final, y

elabore la reforma para la venta directa de los bienes y papeles fiduciarios,

que se encuentran bajo la custodia de la depositaria o el depositario judicial,

siempre que su conservación fuere onerosa o estuviere sujeta a deterioros o

manifiesta y grave desvalorización; porque la custodia de este tipo de bienes

secuestrados está generando ingente perjuicio a los involucrados, esto es, a

las partes litigantes y también al depositario judicial.

93
8. CONCLUSIONES

Una vez aplicadas las técnicas y herramientas para extraer los datos de

campo y procesados los mismos, he podido llegar a la siguiente conclusión:

 De acuerdo a los resultados, se ha podido determinar que efectivamente

existen bienes embodegados, producto de secuestros judiciales, los

mismos que datan de muchos años e inclusive más de una década, bajo

responsabilidad de depositarios judiciales.

 Que debido al tiempo transcurrido, muchos bienes embodegados bajo

custodia de los depositarios judiciales, se han venido deteriorando y por

ende devaluándose, convirtiéndose prácticamente en obsoletos o

inservibles; además de resultar ser un depósito oneroso en relación a su

avalúo y el costo del bodegaje.

 Que la ineficiente legislación sobre el secuestro judicial, está incidiendo

notablemente sobre los intereses de las ciudadanas y ciudadanos

litigantes, que ven con impotencia que los bienes cautelados productos por

orden judicial, especialmente por cobro de dinero, termina deteriorándose

o desvalorizándose en las bodegas de las depositarias y los depositarios

judiciales que nada pueden hacer ante esta situación.

 Que es necesario e importante, que la Asamblea Nacional, asuma a

cabalidad con sus responsabilidades otorgadas por el pueblo ecuatoriano,

94
a través de la aprobación de la Constitución de la República del 2008, y

elabore la reforma al Art. 318 del Código Orgánico de la Función Judicial,

a fin de que las depositarias y los depositarios judiciales pueden realizar la

venta directa de bienes secuestrados cuando están sujetos a deterioro o

grave desvalorización.

95
9. RECOMENDACIONES

 Que a la brevedad posible la Asamblea Nacional, en base a sus facultades

y atribuciones que le confiere la Constitución de la República del Ecuador,

elabore la reforma del Art. 318 del código Orgánico de la Función Judicial

para la venta directa de bienes que corren el riesgo de deteriorarse o

desvalorizarse por efectos del tiempo o que su conservación resulta

demasiado onerosa.

 Que en la reforma se tome en consideración, el tipo de bienes, su

caducidad y corruptibilidad, la depreciación tecnológica que pueden sufrir,

si se trata de bienes que dependen de su uso, y otros aspectos

importantes, para efectos de determinar la venta inmediata en caso de ser

bienes perecibles y de vida corta, así como para determinar los términos

para el avalúo y para las publicaciones de avisos de remate que deberán

efectuarse.

 Que una vez implementada la reforma al Art. 318 del Código Orgánico de

la Función Judicial, que cada Delegación Provincia del Consejo de la

Judicatura, realice seguimientos de la aplicación de los procedimientos

dentro de los juicios donde se encuentren bienes cautelados y corren el

riesgo de llegar a la obsolescencia para precautelar los intereses de las

partes y evitar perjuicios al Depositario Judicial y a los propios litigantes.

96
9.1. PROPUESTA DE REFORMA

ASAMBLEA NACIONAL DE LA REPUBLICA DEL ECUADOR

CONSIDERANDO:

Que, es necesario que las leyes de nuestro país guarden estricta relación con

la realidad social que se vive actualmente en Ecuador, y en ellas se observe

que se cumplan efectivamente los derechos de los ciudadanos;

Que, la falta de normativa referente al depósito de bienes secuestrados, está

incidiendo y afectando los interés de los usuarios de la Función Judicial así

como a los Depositarios Judiciales, que se ven obligados a conservar los

bienes secuestrados sea cual fuere la condición que se encuentren;

Que, la venta directa de los bienes secuestrados que están sujetos a grave

desvalorización por efectos del tiempo o por los avances tecnológicos; es la

alternativa más viable, para evitar perjuicios a los litigantes y las depositarias

y depositarios judiciales del país;

Que, el Código Orgánico de la Función Judicial, en su Art. 318, contempla la

venta al martillo de ciertos bienes, sin embargo, en la realidad ésta figura

jurídica es ineficaz ante la real situación; por lo que es imprescindible

establecer la venta directa como alternativa de solución al conflicto de bienes

secuestrados y embodegados durante años inclusive décadas en algunos

casos;

97
En uso de las atribuciones establecidas en el Art. 120, numeral 6 de la

Constitución de la República del Ecuador, expide la siguiente reforma:

PROPUESTA DE REFORMA AL ART. 318 DEL

CODIGO ORGANICO DE LA FUNCIÓN JUDICIAL

Sustitúyase el inciso final del Art. 318, por el siguiente:

Cuando los bienes cautelados sean perecibles o de fácil corruptibilidad, o que

corren el riesgo de deteriorarse rápidamente, el Depositario Judicial informará

inmediatamente al Juez de la causa, quien a su vez dispondrá la venta directa

de dichos bienes, para lo cual ordenará la práctica del avalúo, cuyo perito

deberá presentar su informe en el término de dos días y dicha venta se

anunciará mediante un solo cartel que se publicará en un periodo que circule

en la localidad, pudiéndose prescindir de éste en caso de que el temor de

corrupción de los bienes sea de tal naturaleza que haga necesaria dicha

omisión. El producto de la venta con la cual se favorecerá a quien ofrezca el

mayor precio de contado igual o por encima del precio fijado por el perito, se

destinará a los fines de la ejecución, y previamente se descontarán los valores

por concepto de honorarios del perito, publicación del extracto de venta,

bodegaje, derechos judiciales del Depositario y otras expensas que hayan

sido necesarias para la venta directa de los bienes, las mismas que serán

debidamente justificadas por el depositario judicial.

98
En caso de no haber interesados en la venta directa de los bienes, se fijará

nueva fecha y la venta se efectuará sobre la base del cincuenta por ciento del

avalúo.

Dado y firmado en la sala de sesiones del Plenario de la Asamblea Nacional,

en la ciudad de San Francisco de Quito, a los veintiocho días del mes de junio

del dos mil catorce.

f)…………………………………….. f) ……………………………………..

Presidente de la Asamblea Nacional Secretario de la Asamblea Nacional

99
10. BIBLIOGRAFÍA

 BALAGUER, César A. y otros, Medidas Cautelares, segunda edición

actualizada, Editorial Astrea, Buenos Aires. 1999 p. 140

 BLACO PELLICER, Ángel, Las Medidas Cautelares en el Proceso Laboral.

Editorial Civitas. Valencia – España 1996. Pág. 21-22.

 CABANELLAS Guillermo, Diccionario enciclopédico de derecho Usual.

Tomo III, Editorial Heliasta. Buenos Aires. 1989

 CARRION EGUIGUREN, Eduardo, Curso de Derecho Civil de los Bienes,

quinta edición, Editorial Ediciones de la Pontificia Universidad Católica del

Ecuador, Quito, Ecuador, 1987

 CARRION EGUIGUREN, Eduardo, Curso de Derecho Civil de los Bienes,

tercera edición, Editorial Ediciones de la Pontificia Universidad Católica

del Ecuador, Quito, Ecuador, 1979

 CEVALLOS VÁSQUEZ, Víctor, (2010), Contratos Civiles y Mercantiles,

Tomos I, II y III, Editorial Jurídica del Ecuador, Quito, Ecuador.

 COELLO GARCIA, Enrique, Sistema Procesal Civil, volumen II, Editorial

Universidad Técnica Particular de Loja, Loja, Ecuador, 1997

 COELLO GARCIA, Enrique, Práctica Civil, volumen I, Editorial

Universidad Técnica Particular de Loja, Loja, Ecuador, 1999

 CRUZ BAHAMONDE, Armando “Las Acciones del Acreedor”, cap. IX, “La

acción cautelar en la doctrina y en el derecho positivo ecuatoriano”. Edino,

1992, Guayaquil, p. 138

 DICCIONARIO DE LA LENGUA ESPAÑOLA, Editorial Océano,

100
 HINOSTROZA MINGUEZ, Alberto. El Embargo y Otras Medidas

Cautelares. Editorial San Marcos Lima-Perú. Tercera Edición. 2007. Pág.

15.

 LA ROCHE, Ricardo, Medidas Cautelares. Editorial Centro de Estudios

Jurídicos del Zulia-Maracaibo.

 MARTINEZ BOTOS, Raúl. Medidas Cautelares. Editorial Universo,

Buenos Aires. Argentina. 1990, Pág. 28.

 MC GRAW-HILL, METODOLOGÍA DE LA INVESTIGACIÓN (2007),

Interamericana Editores S.A

 MICHELI, Gian Antonio. Proceso de Ejecución EJEA. 1970

 MORAN SARMIENTO, Rubén E., Derecho Procesal Civil Práctico, Toma

I y II, segunda edición, Edilex S.A. Editores, Guayaquil – Ecuador, 2011

 NORO VILLAGRA, Jorge. Las Medidas Cautelares. Editorial Platense. La

Plata-Argentina 2001 Pág. 111-119.

 OSORIO, Manuel, Diccionario de Ciencias Jurídicas, Políticas y Sociales,

editorial Heliasta, 205, Buenos Aires, pag. 584

 PARRAGUEZ RUIZ, Luis, (2000), MANUAL DE DERECHO CIVIL

ECUATORIANO, Imprenta U.T.P.L., Loja, Ecuador.

 SALINAS ORDÓNEZ, Manuel, Dr., (2009), GUIA PRACTICA DE

INVESTIGACION JURIDICA, Segunda Edición, Loja, Ecuador.

 SÁNCHEZ ZURATY, Manuel Ph.D., 2011, OBLIGACIONES Y

CONTRATOS, Editorial Jurídica del Ecuador, Quito, Ecuador

 SARMIENTO BUSTAMANTE, Vinicio, La Función Judicial en El Ecuador,

editorial Universidad Técnica Particular de Loja, Loja, Ecuador, 2001

101
 TAMYO JARAMILLO, Javier, De la responsabilidad civil. Tomo I Vol. 2,

edit. Temis, Santafé de Bogotá, 1996, Págs. 319 a 322.

 VITERI CIFUENTES, Kléber, Curso de Documentación Mercantil, Tomo I,

editorial, Guayaquil, Ecuador, 1946

Legislación vigente:

 Constitución de La República Del Ecuador 2008, Editorial GRAFIKOS,

Creatividad Gráfica. Multimedia

 Código Civil Ecuatoriano

 Código de Procedimiento Civil

 Código Orgánico de la Función Judicial

 Código de Comercio

 Reglamento para el Funcionamiento de Oficinas de Alguaciles y

Depositarios Judiciales y normas para la fijación de derechos que

corresponden a los Depositarios Judiciale

102
11. ANEXOS

FORMATO DE LA ENCUESTA

Señor Abogado (a)

Con el fin de obtener mi título de Abogado en la Universidad Nacional de Loja,

me encuentro realizando el trabajo investigativo con el tema “El Secuestro

Judicial y la necesaria reforma del Art. 318 del Código Orgánico de la

Función Judicial, para la venta directa de bienes muebles que soportan

medidas cautelares dentro de los diferentes juicios civiles, laborales,

inquilinato, de la niñez y adolescencia y penales que se encuentran bajo

custodia, guarda y conservación de las depositarias y los depositarios

judiciales”, por lo que solicito se digne responde las siguientes preguntas,

con el objeto de conocer su criterio acerca de la problemática planteada.

1. ¿Conoce usted, que el secuestro judicial, consiste en la aprehensión

y depósito de la cosa mueble o semoviente litigioso, o de los bienes

muebles de los que se presume que sean del deudor para asegurar la

eficacia del resultado del litigio?

SI ( ) NO ( )

Explique:

………………………………………………………………………………..

2. ¿Conoce usted, que el Depositario Judicial, es la persona que recibe

el depósito de la cosa litigiosa, por orden impuesta a las partes por

el Juez o Tribunal, dentro de los diferentes juicios civiles, laborales,

de la niñez y adolescencia, inquilinato, etc.?

SI ( ) NO ( )

103
Explique: …………………………………………………………………………

3. ¿Sabe usted, que la guarda y costo del bodegaje de los bienes

depositados, se considera onerosa por el paso del tiempo y espacio

ocupado?

SI ( ) NO ( )

Explique: …………………………………………………………………………

4. Considera usted, que el avance tecnológico, influye en la pérdida

acelerada del valor comercial del bien depositado que permanece

guardado por mucho tiempo?

SI ( ) NO ( )

Explique: …………………………………………………………………………

5. ¿Cree usted, que la depreciación que sufren los bienes depositados

y embodegados por muchos años inclusive décadas en algunos

casos, es porque éstos se vuelven obsoletos, antiguos o arcaicos, y

que por tanto caen en desuso?

SI ( ) NO ( ) PUEDE SER ( )

Explique: …………………………………………………………………………

6. ¿Conoce usted, que los Depositarios Judiciales, acumulan bienes

por muchos años en casos que han sido abandonados por los

actores procesales o en causas que se encuentran en estado pasivo,

por falta de interés de los litigantes?

SI ( ) NO ( )

Explique: …………………………………………………………………………

104
7. ¿Considera usted, que la depreciación de los bienes en depósito

judicial, sea esta por el avance tecnológico o por el transcurso del

tiempo, causa perjuicio, no sólo a los litigantes, sino, también a las

depositarias y los depositarios Judiciales?

SI ( ) NO ( )

Explique: …………………………………………………………………………

8. ¿Cree usted, que en muchos casos, los litigantes prefieren

abandonar sus juicios en los que han solicitado secuestro de bienes,

cuando ha transcurrido demasiado tiempo, debido a que el costo del

bodegaje les puede resultar muy oneroso en relación al valor de los

bienes secuestrados, causando perjuicio a la depositaria o

depositario judicial, que se ve obligado a mantener bajo custodia

esos bienes, hasta que exista una contra orden?

SI ( ) NO ( )

Explique: …………………………………………………………………………

9. ¿Sabe usted que existe un vacío legal, en el Código Orgánico de la

Función Judicial, concretamente en el Art. 318?

SI ( ) NO ( )

Explique: …………………………………………………………………………

10. ¿Considera usted, que es necesaria la reforma del Art. 318 del Código

Orgánico de la Función Judicial, para proceder a la venta directa de

los bienes muebles en depósitos judiciales?


105
SI ( ) NO ( )

Explique: …………………………………………………………………………

11. ¿Cree usted, que con la reforma del Art. 318 Código Orgánico de la

Función Judicial, mejoraría la situación acerca de los depósitos

judiciales de bienes secuestrados, puesto que éstos se podrían

vender en forma directa antes de que sufran mayor depreciación?

SI ( ) NO ( ) PUEDE SER ( )

Explique: …………………………………………………………………………

106
ENTREVISTA

CUESTIONARIO DE PREGUNTAS

1. ¿Desde hace qué tiempo viene desempeñando las funciones de

Depositario Judicial?

2. ¿Cuáles son las actividades que usted realiza en el desempeño de

sus funciones?

3. En qué casos se dan los secuestros judiciales

4. Dentro de su experiencia laboral, podría indicar si usted tiene

bienes secuestrados desde hace varios años bajo su custodia?

5. Usted ha manifestado que tiene bienes que permanecen desde

hace más de una década bajo su custodia, podría indicar en qué

estado se encuentran estos bienes?

6. Que sucede cuando los bienes no se rematan?

7. ¿Y cómo se solventan los gastos que genera el depósito judicial?

8. ¿Cree usted que se podría mejorar la situación sobre los bienes

secuestrados, a efectos de que no tengan que permanecer

demasiado tiempo embodegados o bajo custodia judicial, puesto

que esto más bien causa perjuicio tanto a los litigantes como al

depositario judicial?

107
UNIVERSIDAD NACIONAL DE
LOJA

MODALIDAD DE ESTUDIOS A

DISTANCIA

CARRERA DE DERECHO

TEMA

“EL SECUESTRO JUDICIAL Y LA NECESARIA


REFORMA DEL ART. 318 DEL CÓDIGO
ORGÁNICO DE LA FUNCIÓN JUDICIAL,
PARA LA VENTA DIRECTA DE BIENES
MUEBLES QUE SOPORTAN MEDIDAS
CAUTELARES DENTRO DE LOS DIFERENTES
JUICIOS CIVILES, LABORALES,
INQUILINATO, DE LA NIÑEZ Y
ADOLESCENCIA Y PENALES QUE SE
ENCUENTRAN BAJO CUSTODIA, GUARDA Y
CONSERVACION DE LAS DEPOSITARIAS Y
LOS DEPOSITARIOS JUDICIALES”.
PROYECTO TESIS PREVIO A LA
OBTENCION DEL TITULO DE
ABOGADO

POSTULANTE:
Sr. RODOLFO HUMBERTO QUIÑÓNEZ

LOJA – ECUADOR
2014

108
1. TEMA

EL SECUESTRO JUDICIAL Y LA NECESARIA REFORMA DEL ART. 318

DEL CÓDIGO ORGÁNICO DE LA FUNCIÓN JUDICIAL, PARA LA VENTA

DIRECTA DE BIENES MUEBLES QUE SOPORTAN MEDIDAS

CAUTELARES DENTRO DE LOS DIFERENTES JUICIOS CIVILES,

LABORALES, INQUILINATO, DE LA NIÑEZ Y ADOLESCENCIA Y

PENALES QUE SE ENCUENTRAN BAJO CUSTODIA, GUARDA Y

CONSERVACIÓN DE LAS DEPOSITARIAS Y LOS DEPOSITARIOS

JUDICIALES.

2. PROBLEMATICA

El principal problema a la hora de realizar el estudio del secuestro judicial y

por ende la guarda de los bienes muebles, reside en la escasa atención

prestada por la propia función judicial, debido que la obligación de guarda

supone, por una parte, la conservación de la cosa, y por otra, la custodia de

la misma frente a quienes puedan sustraerla o dañarla. La conservación

comprende la adopción de todas las medidas necesarias tendientes al

cuidado de la cosa, para que no se deteriore. Esta obligación de conservación

cobra un especial interés en el en el caso que nos ocupa, principalmente,

con determinados tipos de bienes especialmente perecibles como los

alimentos que marca su vida útil desde su elaboración hasta su deterioro y

caducidad, al igual a lo que sucede con las medicinas que deben estar en

temperatura adecuadas, cabe denotar que los bienes muebles sufren

obsolescencia tecnológica (depreciación tecnológica), que a su vez genera

109
depreciación económica, sumado a este al deterioro físico que es producido

por el simple transcurso del tiempo, por ejemplo ocurre que en determinado

tipos de bienes en lo que su conservación va ligada a su uso como sucede

con los vehículos, y las embarcaciones que llevan implícito su uso; pues de

todos es conocido el deterioro que sufren las embarcaciones cuando se dejan

durante prolongados periodos de tiempo atracados .Considerando a un más

lo sensible del tema que por lo general el secuestro judicial recae sobre bienes

usados. La finalidad de la conservación y custodia no es otra que restituir los

bienes en custodia en el mismo estado en que se encontraba en el momento

que se ejecutó el secuestro. Se guarda para restituir. Sin embargo nunca se

sabe a quién habrá de restituirse y tampoco cuándo, pues se desconoce

cuándo terminará el procedimiento judicial; este es el tema central que la

autoría investiga porque es el punto que mayor incertidumbre genera a las

depositarias y los depositarios judiciales y litigantes, que indudablemente son

muchos los perjuicios que estos depósitos judiciales ocasionan a los usuarios

que acuden día a día a los juzgados de lo civil y mercantil de todo el país a

solicitar el cumplimiento de una obligación y hacer uso de un derecho

legalmente reconocido, como es el caso de cobros ejecutivos de créditos, en

conformidad con lo determinado en los artículos 422; 427; 897; 899 de la

Codificación del Código de Procedimiento Civil y 2126 del Código Civil, en

merito a la documentación que se adjunta.

El artículo 181 de la Constitución de la República del Ecuador, dice “Serán

funciones de Consejo de la Judicatura, además de las que determinen la Ley:

Definir y ejecutar las políticas para el mejoramiento y modernización del

110
sistema judicial”, siendo así, el Consejo de la Judicatura, tiene una gran

responsabilidad frente al Estado Ecuatoriano. En nuestro Código Civil, en el

Libro IV refiere a las Obligaciones en General y de los Contratos, y

concretamente en el Parágrafo 3º que abarca los Arts. 2154 a 2162 establece

la figura jurídica del SECUESTRO, que conforme lo establece el Art.2157 del

cuerpo legal antes invocado, el secuestro es convencional o judicial,

tratándose del secuestro judicial es dispuesto mediante decreto de Juez, y

por lo general se ordena como medida precautoria o cautelar dentro de los

juicios que surgen por el incumplimiento de obligaciones de una de las partes,

pudiéndose secuestrar toda clase de bienes sean muebles o raíces, excepto

los que establece la Ley.

Tal es así, que en la práctica se da el secuestro, en toda clase de bienes entre

ello bienes que corren el riesgo de deteriorarse, desvalorizarse por efectos del

tiempo o que su conversación resulta demasiado onerosa, por lo que no

pueden permanecer por un tiempo prolongado embodegados, y es necesaria

su venta al martillo a fin de evitar causar perjuicio no solo a las partes

procesales, sino también al Depositario (a) Judicial. Por lo que, los

Legisladores preocupados por ésta situación, en el artículo 318 del Código

Orgánico de la Función Judicial, establecieron lo siguiente: “Los interesados

o el depositario podrán solicitar a la jueza o juez de la causa la venta al martillo

de los bienes muebles y papeles fiduciarios, que se encuentren bajo custodia

de la depositaria o el depositario, siempre que su conversación fuere onerosa

o estuviere sujeta a deterioros o a manifiesta y grave desvalorización”;

111
manifestando el mismo artículo en su inciso final, que el procedimiento

correspondiente estará regulado por el instructivo que para el efecto, dicte el

Consejo de la Judicatura , sin embargo, este Organismo, hasta la actualidad

no ha elaborado el instructivo para éste procedimiento, afectando

enormemente la disposición Constitucional contemplada en el Art.181, inciso

primero que le otorga la responsabilidad de definir y ejecutar las políticas para

el mejoramiento de sistema judicial, ocasionando ingentes perjuicios a los

litigantes y a la Depositaria o el Depositario Judicial, porque en muchos casos,

no se puede esperar llegar a la etapa del remate de éstos bienes, porque para

ese entonces ya se han destruido o desvalorizado por el excesivo tiempo

transcurrido y en algunos casos hasta más de una década.

3. JUSTIFICACIÓN

La necesaria reforma del Art 318 C.O.F.J. para la venta directa de bienes

muebles que se encuentran en bodegas de Depositarias y Depositarios

Judiciales durante muchos tiempo inclusive en algunos casos hasta décadas,

como el resultado de la ejecución de medidas cautelares que suceden en los

diferentes juicios civiles, laborables de la niñez y adolescencia, Inquilinatos y

en algunos penales, que se configuran dentro del Secuestro Judicial, el mismo

que trata que ejecutada la acción y la aprehensión de los bienes muebles

mediante decisión judicial. o el La Depositaria Depositario inmediatamente

los depositará en las bodegas, siendo responsable de custodia y guarda

hasta la cancelación de la medida, el costo que genere la custodia y la

guarda será cancelado como la determina el Art 312 del Código Orgánico

de la Función Judicial que textualmente dice: “Los derechos de las

112
depositarias y depositarios serán sufragados por la parte a la que se condene

en costas, y de no haber tal condena, serán a cargo del dueño de los bienes

depositados”, estos bienes que pasan en bodega por muchos años,

ocasionando gastos que son asumidos por los depositarios judiciales, siendo

esto que los depositarios judiciales, a pesar que son trabajadores y auxiliares

de la justicia no perciben sueldo.

Otra situación es que existe un Reglamento dictado por el Consejo Nacional

de la Judicatura, publicado en el Registro Oficial No. 453 del 24 de octubre del

2008, el mismo que no está acorde a la realidad del trabajo y responsabilidad

de las depositarias y los depositarios judiciales, a pesar que oportunamente

se informa a los señores Jueces sobre el estado de los bienes y el tiempo

transcurrido, no son oídos y atendidos, violentando el principio de celeridad

contemplado en el Art. 20 del Código Orgánico de la Función Judicial, que en

la parte pertinente dice ” Por lo tanto, en todas las materias, una vez

iniciado un proceso, las juezas y jueces están obligados a proseguir el

trámite dentro de los términos legales, sin esperar petición de parte,

salvo los casos en que la ley disponga lo contrario”. Por lo tanto la

aplicación de la ley y el reglamento debe ser de cumplimiento obligatorio para

los señores jueces, además de la aplicación de la supremacía Constitucional

establecida en el Articulo 4 del Código Orgánico de la Función Judicial que

establece lo siguiente: Las juezas y jueces, las autoridades

administrativas y servidoras y servidores de la Función Judicial

aplicaran las disposiciones constitucionales, sin necesidad que se

encuentren desarrolladas en otra normas de menor jerarquía. En las

113
decisiones no se podrá restringir, menoscabar o inobservar su

contenido.

Por lo antes expuesto, considero necesaria ésta investigación, puesto que

esta problemática, es una realidad jurídica que afecta a los sujetos procesales

y depositarias y depositarios judiciales, y en todas las unidades

jurisdiccionales del Ecuador.

Adicionalmente esta investigación o proyecto de tesis, es dar cumplimiento a

lo dispuesto en el Art. 135 del Reglamento de Régimen Académico de la

Universidad Nacional de Loja, en nivel de formación profesional, como

requisito para la graduación previa la planificación, aprobación y supervisión

respectiva de las propuestas conducentes a resolver un problema o situación

práctica, que para mi caso tiene viabilidad, rentabilidad y originalidad.

4. OBJETIVOS

4.1 OBJETIVO GENERAL:

Profundizar y actualizar conocimientos sobre el secuestro judicial, ejecutado

por decreto de juez, sobre bienes muebles y su incidencia en la custodia,

guarda y conservación; a su vez proponer la reforma necesaria al Art. 318 del

Código Orgánico de Función Judicial.

4.2 OBJETIVOS ESPECIFICOS:

 Conocer la realidad de los bienes que se encuentran embodegados

bajo la custodia de las depositarias y los depositarios judiciales,

114
especialmente, de bienes perecibles, aquellos que su conservación va

ligada a su uso y otros que sufren depreciación tecnológica.

 Sistematizar el procedimiento del secuestro judicial y la obligación de

custodiar, guardar, conservar y restituir, bienes secuestrados.

 Generar propuestas para mejorar los efectos del secuestro judicial,

considerando especialmente los bienes fungibles y de fácil

depreciación.

 Proponer soluciones prácticas dentro del marco legal, a fin de evitar

perjuicio tanto a los litigantes como a las depositarias y los depositarios

judiciales.

5. HIPOTESIS

Que es necesario reformar el Art. 318 del Código Orgánico de la Función

Judicial, porque de acuerdo como se encuentra redactado actualmente, los

bienes muebles secuestrados que están a cargo de las depositarios y los

depositarios judiciales, muchos de ellos llevan excesivo tiempo embodegados

inclusive décadas en algunos casos, sin que éstos puedan disponer su remate

o venta directa, lo que ha ocasionado y sigue ocasionando perjuicios tanto a

éstos litigantes como a los funcionarios que ni siquiera reciben sueldo de la

Función Judicial y se ven obligados a sufragar gastos de bodegaje de bienes

que en la mayoría de los casos están inservibles.

115
6. MARCO TEORICO

6.1 EL SECUESTRO JUDICIAL: El secuestro judicial es una medida de

carácter procesal dictado por un juez o tribunal de justicia que tiene por objeto

sustraer del dominio de los particulares un bien mueble o inmueble que es

objeto de litigio entre partes, en un procedimiento que se está sustanciando y

dejarlo jurídicamente en manos del Juez, bajo custodia de un depositario

judicial.

Según Coutura, se trata de una medida cautelar consistente en la

aprehensión judicial y depósito de la cosa litigiosa o bien del que se presume

sea deudor, para asegurar la eficacia y el eventual resultado del juicio.

Balaguer hace una definición pero que ubicado al secuestro en la esfera

meramente procesal en sentido amplio “es el apoderamiento físico de

cosas, en virtud de una orden judicial, para su depósito transitorio o

custodia26.

La figura del secuestro ha sido tratada desde la época del derecho romano,

como residuo del procedimiento para preparar la rei vindicatio. Esta figura se

encontraba definido por las leyes de partidos como “el deposito que se hace

de una litigiosa, en un tercero, hasta que se decida a quien le pertenece”,

en la legislación española las expresiones de secuestro y deposito son

26
Couture, citado por Ossorio, Manuel Op. Cit. P. 900

116
sinónimas y sirven para designar a una misma institución cautelar, para la

legislación argentina, solo puede ser secuestrada la cosa litigiosa, aunque

señalan dos tipos de secuestros: El secuestro típico, que es el que sirve para

asegurar la integridad y la esencia de la cosa misma, como objetivo concreto

del proceso y el secuestro atípico o anómalo, que tiene como finalidad la

preservación del valor económico de la cosa secuestrada.

De esta conceptualización se produce una nueva definición: El secuestro es

una medida cautelar, que consiste, mediante orden judicial, en sustraer

las cosas objeto de litigio de la persona que los tiene en su poder, con

el objeto de asegurar que dichos bienes no sean enajenados, destruidos,

dañados o extraviados, hasta el momento preciso que se pronuncie la

resolución que decida sobre su propiedad27.

6.2 DEPOSITARIO JUDICIAL: El Depositario Judicial, es el funcionario

encargado de la guarda, custodia, conservación, administración, defensa y

manejo de aquellos bienes puesto bajo su responsabilidad, por orden del

tribunal o juez competente.

6.3 CUSTODIA: Acción y efecto de custodiar. Guardar o tenencia de cosa

ajena que se conserva o administra hasta la entrega a su legítimo dueño. La

obligación de conservar la cosa exige que se emplee en su custodia el debido

cuidado Art. 1565 C.C.

27
Balaguer, César A. y otros Medidas Cautelares, segunda edic. actualizada Editorial Astrea, Buenos
Aires. 1999 p. 140

117
Guillermo Cabanella28 explica que en el Derecho Romano se decía:

“depositum est quidquid ad cuestodiendum datum est”; es decir, deposito es

todo aquello que se da para ser custodiado. Si la custodia integra obligación

capital del depositario, la técnica actual impugna por incompleta esa

caracterización, ya que omite el otro deber fundamental y genuino: el de

restituir la casa depositada cuando el depositante la reclame.

De ahí que, de modo más cabal, se entiende por deposito el contrato real en

que una de las partes hace entrega temporal de una cosa a la otra parte, que

la recibe con la obligación de custodiarla, conservarla y devolverla cuando le

sea reclamada por aquella que la entregó o por otro con derecho para ello. El

que entrega la cosa se denomina depositante, y el que la recibe se llama

depositario; el objeto del contrato tiene el nombre de cosa depositada y

también el depósito sencillamente.

6.4 DEPÓSITO JUDICIAL: es la medida cautelar en virtud de la cual los

bienes embargados a la orden judicial se entregan en depósitos a otra persona

o, según los casos, al propio deudor hasta que, concluido el juicio, se

determina a quien deberán ser entregados o se ordena su venta en subasta

pública.

28
Guillermo Cabanellas, Diccionario enciclopédico de derecho Usual. Tomo 111, p.92. Editorial
Heliasta. Buenos Aires. 1989

118
6.5 DETERIORO: deterioro significa daño o detrimente que sufre una cosa o

bien y que conlleva pérdida de su valor. Puede ser grave o leve, total o parcial;

susceptible de reparación o irreparable, progresivo o definitivo.

6.6 DEPRECIACIÓN: el termino depreciación es una reducción anual del

valor de una propiedad, planta o equipo. La depreciación puede venir

motivada por tres cosas; el uso, el paso del tiempo y la obsolescencia.

6.7 ABSOLESCENCIA: refiérase a la cualidad de obsolescencia. Este

adjetivo que procede de latín obsolescens, hace mención a algo que se esta

volviendo obsoleto, antiguo o arcaico y que, por lo tanto, cae en desuso.

6.8 ONEROSO: Es todo lo que implica gastos, costos, cargas lo que es

binomio de carga. Oneroso es un término jurídico utilizado para la clasificación

de contratos, etc.

6.9 OBLIGACIÓN: La palabra obligación se deriva del latín obligatio: ob, en

torno y ligare, litigar; es decir, ligar alrededor; también, unir, encadenar, trabar

una cosa con otra. Si una persona tiene una obligación, otra u otras tienen el

derecho de exigir su cumplimiento. Las obligaciones únicamente morales, no

son exigibles ante la ley.

Según Manuel Ossorio es el deber jurídico normativamente establecido de

realizar u omitir determinado acto, y a cuyo incumplimiento por parte del

obligado es imputada, como consecuencia, una sanción coactiva, es decir, un

119
castigo traducible en un acto de fuerza física organizada. (J. G. Smith). Claro

es que esta definición se encuentra referida a las obligaciones de orden legal,

por cuanto hay también obligaciones morales, que no llevan aparejada

ninguna sanción coactiva, sino que quedan sometidas a la conciencia del

obligado por esa calificación social. Jurídicamente, y en términos generales,

puede decirse que las obligaciones admiten la siguiente división: a) de hacer,

b) de no hacer, c) de dar cosas ciertas, d) de dar cosas inciertas; e) de dar

sumas de dinero.

Señala L. Alcalá Zamora que existe un proceso biológico complejo para las

obligaciones: tienen su origen o fuentes y su vida o contenido; pero poseen

además su extinción. En este orden hay que citar: 1º el pago o cumplimiento;

2º la pérdida de la cosa debida; 3º la condonación o remisión; 4º la confusión

de los derechos de acreedor con los deberes del deudor; 5º la compensación;

6º la novación; 7º la transacción; 8º la renuncia del derecho por el acreedor;

9º el mutuo disenso; 10º la condición resolutoria; 11º el juramento decisorio;

12º el término extintivo; 13º la muerte, en las obligaciones personalísimas; 14º

la prescripción.

120
6.10 MEDIDAS CAUTELARES

Según Cruz Bahamonde, prestigioso procesalista ecuatoriano expresa: “Las

personas naturales o jurídicas que sean o crean ser titulares de un derecho

se encuentran amparadas por la ley para protegerlo. Esta manera de encarar

esa protección adopta la forma de cuidar, amparar, prever el daño que los

bienes materiales, las personas y los bienes morales, pueden sufrir por su

deterioro, por su destrucción o por su desaparición29”. Y anota que en nuestro

código de procedimiento civil esas medidas de protección o medidas

cautelares, son de dos clases: las primeras por tratarse de las autorizadas en

juicio ejecutivo. Art. 424 del C.P.C. codificado, el código los llama

“Precautorias” y al tratar del proceso cautelar Art. 897 y siguiente del C.P.C.

codificado los lama “Preventiva”.

Para Manuel Osorio30.- “Las dictadas mediante providencia judiciales, con el

fin de asegurar que cierto derecho podrá ser hecho efectivo en el caso de un

litigio en el que se reconozca la existencia y legitimidad de tal derecho. Las

medidas cautelares no implican una sentencia respecto de la existencia de un

derecho, pero si la adopción de medidas judiciales tendentes a hacer efectivo

el derecho que eventualmente sea reconocido.

29
Cruz Bahamonde, Armando “Las acciones del Acreedor”, cap. IX, “La acción cautelar en la doctrina
y en el derecho positivo ecuatoriano”. Edino, 1992, Guayaquil, p. 138
30
Osorio, Manuel, Diccionario de Ciencias Jurídicas, Políticas y Sociales, editorial Heliasta, 205,
Buenos Aires, pag. 584

121
6.11 RESPONSABILIDAD: Dice Escriche: es la obligación de reparar y

satisfacer por sí o por otro cualquiera la pérdida o daño que se hubiera

causado a un terreno.

6.12 LOS APREMIOS.- Los apremios constituyen el instrumento legal del que

se valen las autoridades judiciales, para hacer cumplir sus disposiciones y

decisiones; resultar medidas coercitivos de equilibrio que auxilian y consolidan

la autoridad del funcionario; en caso contrario los jueces no podrían hacer

valer sus mandatos y cualquier ciudadano estaría en facultad de desobedecer

e incumplir esos mandatos. Y la justicia quedaría más desprotegida. Existen

dos clases de apremio: Personal y Real: las primeras se ejercen sobre las

personas y la segunda sobre los bienes.

6.13 EL CASO FORTUITO Y LA FUERZA MAYOR

Dice Josserand en su obra Curso de Derecho Civil Positivo Francés que la

Fuerza Mayor se caracteriza por la absoluta exterioridad, sería a fuerza que

ha hecho irrupción desde fuera en el círculo de los adversarios, demandante

y demandado, por ejemplo la tempestad, la inundación, la niebla. Caso

fortuito vendría a ser el acontecimiento anónimo que se produce en el interior

de la empresa el hecho dañoso que lo es por causa mediata o inmediata de

la actividad de la gente.

La fuerza mayor estará dada entonces por los hechos provenientes de la

naturaleza irresistible para el hombre e imprevisible para su voluntad. Lo

122
fortuito por las circunstancias adversas a lo ordinario y normal que se generen

en el medio y en la actividad específica en que se desenvuelve la persona,

previsibles para la voluntad del agente. Lo fortuito supone entonces una

relación entre el hecho dañoso y el medio en que el acontecimiento ocurre;

generalmente es la consumación del riesgo instaurado por el hombre para su

servicio beneficio y que siempre estuvo previsible para su creador. Debemos

entonces negar la liberación de responsabilidad por lo fortuito y dejar como

eximente sólo a la fuerza mayor.

La responsabilidad objetiva funciona sin consideración a la culpa, en materia

laboral, por ejemplo en materia laboral; los riesgos son parte natural de las

contingencias de una explotación industrial y gravan al patrono sin atender su

participación o culpa, basta que las contingencias sean consecuencia directa

del trabajo, sólo se exceptuarán los hechos dañosos por causa de fuerza

mayor.

“Conforme a las definiciones y doctrinas citadas, se puede


decir que el accionante está facultado para solicitar en su
demanda medidas preventivas que aseguren y garanticen la
recuperación de su crédito u obligación, ante el temor que
su deudor se quede sin patrimonio económico con que
pueda sanear sus obligaciones.

Ciertamente que el Art. 17 del Reglamento para el


Funcionamiento de las de las Oficinas de Alguaciles y
Depositarios Judiciales y normas para la fijación de
derechos que corresponden a los depositarios judiciales,
publicado en el R. O. No. 453 del 24 de octubre del 2008,
vigente, establece lo siguiente: “El Depositario judicial, es

123
el funcionario encargado de la guarda, custodia,
conservación, administración, defensa y manejo de
aquellos bienes puestos bajo su responsabilidad, por orden
del tribunal o juez competente”. De acuerdo a éste artículo
el depositario asume la responsabilidad y obligación de la
custodia de la cosa frente a quienes puedan sustraerla,
dañarla en parte o parcialmente y por otro lado la
conservación que comprende la adopción de todas las
medidas necesarias tendientes al cuidado de la cosa. Pero,
no siempre será así, porque por más diligente que sea la
depositaria o depositario con respecto a la conservación y
cuidado como un buen padre de familia, existen variables
como el caso fortuito o fuerza mayor, que explícitamente
está presente a la hora de referirse a la conservación de los
bienes muebles embodegados por muchos años, más allá
de los términos jurídicos como la prescripción y abandono
de las causas en los diferentes juicios donde se aplican las
medidas cautelares dictadas por decreto de juez o tribunal.

El diccionario de la lengua española31, conceptúa el caso


fortuito como suceso por lo común dañoso, que acontece
por azar sin poder imputar a nadie su origen, suceso ajeno
a la voluntad del obligado, que excusa el cumplimiento de
obligaciones, en cambio, la fuerza mayor dice lo que, por no
poderse prever o resistir exime del cumplimiento de alguna
obligación, lo que procede de la voluntad de un tercero.” ,
por lo que considero que es importante que el Juez, que
dispone el secuestro, tome en consideración el tipo de
bienes que van a secuestrar para que aplicando los
principios de oportunidad y celeridad, dicte las
providencias necesarias a fin de evitar que dichos bienes,

31
Diccionario de la Lengua Española, vigésima primera edición, pág. 306

124
una vez secuestrados sufran deterioro o se desvaloricen por
efectos de tiempo u otros factores antes citado, hasta que
se reforme el Art. 318 del Código Orgánico de la Función
Judicial ”

7. METODOLOGIA DE TRABAJO

7.1 Método Inductivo, lo utilizaré porque da a conocer solo hechos

particulares para extraer de ella una verdad general, por lo tanto con esta

herramienta daré a conocer la importancia que tiene el tema del secuestro

judicial de bienes muebles y la falta de un instructivo para venta directa de

viene sensibles que se encuentran en guarda y custodia de los depositarios y

depositarias judiciales en todo el territorio ecuatoriano, bienes que en

muchísimo de los casos ya han cumplido su vida útil, y al momento se

encuentran abandonados por décadas, tema que ha sido ignorado por el

Consejo de la Judicatura en el país.

7.2 Método deductivo.- Este método aporta una proposición general por

llegar al conocimiento de la particular por lo tanto demostrare que los bienes

muebles en guarda y custodia de las depositarias y depositarios judiciales es

un tema muy importante y que el Consejo de la Judicatura no le ha dado

importancia, debido que el artículo 177, de la constitución de la Republica en

vigencia establece lo siguiente “La función judicial se compone de órganos

jurisdiccionales, órgano administrativo, órganos auxiliares y órganos

autónomos. La ley determina su estructura, funciones atribuciones,

competencias y todo lo necesario para la adecuada administración de

justicia”.

125
7.3 Método de clasificación: a través de este método tratare de sistematizar

algunos procedimientos de secuestro judicial de bienes muebles y sus

consecuencias, de acuerdo a los resultados del análisis y síntesis del mismo.

7.4 Método de creación legislativo del Derecho

Este método nos ayuda y nos conducirá a seguir los pasos correctos para la

creación de la ley o Reglamento, como lo sugiere mi propuesta de tesis de

grado, reglamento que evitara que los bienes en guarda y custodia se sigan

desvalorando y su guarda sea onerosa.

7.5 TECNICAS UTILIZADAS EN LA INVESTIGACIÓN

7.5.1 La Observación.- Esta técnica me permitirá observar y verificar el

estado de conservación en que se encuentran los bienes muebles bajo

custodia y conservación del depositario judicial.

7.5.2 La encuesta.- Con esta técnica seleccionaremos las preguntas más

convenientes para obtener respuestas que nos ayuden hacer como a la

realidad sobre el secuestro judicial y las condiciones de los bienes muebles

puesto en custodia y conservación ante un depositario judicial.

7.5.3 La entrevista.- Entrevistaremos a personas expertas en derecho civil,

abogados litigantes, Juez Civil y Mercantil entre otros expertos.

126
7.6 ALCANCES DE LA INVESTIGACIÓN

Esta investigación tiene un alcance descriptivo, correlacional, explicativo. Con

esta técnica lograremos describir el porqué del abandono de los bienes

muebles en guarda y custodia, por los actores procesales. A través de

investigar y revisar varios procesos en los diferentes juzgados y

tribunales de justicia en la provincia de El Oro. Además entrevistaremos

a los depositarios judiciales para conocer sus puntos de vista.

Esta investigación será de carácter documental, bibliográfica y de campo, con

un enfoque “Cuantitativo” en la que se desarrollara un plan para aprobar las

hipótesis surgidas de las preguntas de investigación planteada midiendo las

variables en un determinado contexto, utilizando las estadísticas para análisis

de las mediciones obtenida y a partir de ahí establecer conclusiones respecto

a la hipótesis formulada, que se desarrollara en la lógica del razonamiento

deductivo, además emplearemos el enfoque “cualitativo”, para analizar y

observar las respuestas obtenidas en la medición numérica.`

7.6.1 Toma de Muestras

Se definirá el tamaño de la muestra, teniendo en cuenta un nivel de

confiabilidad del 95%, y un error muestral del 5% en un diseño de

investigación descriptivo.

127
7.6.2 Identificación de fuentes y procedimientos de recolección de datos

Las fuentes de información serán tomadas en los consultorios jurídicos

de abogadas y abogados en libre ejercicio, así como funcionario de la

Corte Provincial de Justicia de El Oro, concretamente a los Jueces y

Depositarios Judiciales; es decir, fuentes primarias; además se

recogerán datos de fuentes secundarias como son las jurisprudencias

desarrolladas en las gacetas judiciales y otras medios informativos

escritos, digitales, audiovisuales.

7.7 Variables o categorías de investigación

En nuestra investigación trabajaremos con variables por tratarse de una

investigación con enfoque cuantitativo, estas variables nos permiten agrupar

y diferenciar, ordenar, distribuir y relacionar objetos o cualquier elemento de

la realidad del contexto en estudio. Las variables generalizadas que utilizare

son: independiente que es la causa supuesta de la variable dependiente, la

variable dependiente, es, por lo tanto el efecto supuesto.

128
8. CRONOGRAMA

Periodo: Marzo –Julio 2014


TIEMPO MARZO ABRIL MAYO JUNIO JULIO
ACTIVIDADES 1 2 3 4 1 2 3 4 1 2 3 4 1 2 3 4 1 2 3 4

Elección del tema

Definición del problema

Elaboración del
proyecto

Corrección del proyecto

Conclusiones del
proyecto
Elaboración del plan de
investigación
Desarrollo de la
investigación
Elaboración del informe
final
Exposición de la
investigación

129
9. PRESUPUETO Y FINANCIAMIENTO

9.1. TALENTO HUMANO

TUTOR DEL PROYECTO: Dr. Carlos Manuel Rodríguez

PROPONENTE DEL PROYECTO: Alumno Rodolfo Humberto Quiñonez

9.2. RECURSOS MATERIALES Y PRESUPUESTO

DESCRIPCIÓN CANTIDAD UNIDAD P.UNITARIO SUBTOTAL TOTAL


Internet Global Horas 60,00 60,00 60,00
Papel y útiles de oficina Global 20,00 20,00 20,00
Movilización y alimentación Global 120,00 120,00 120,00
Impresiones Global 60,00 60,00 60,00
Levantamiento de texto y Global 200,00 200,00 200,00
anillado
SUBTOTAL 460,00
IMPREVISTOS 140,00
TOTAL 600,00

130
10. BIBLIOGRAFÍA

1. Balaguer, César A. y otros, MEDIDAS CAUTELARES, segunda

edición actualizada, Editorial Astrea, Buenos Aires. 1999 p. 140

2. Cabanellas Guillermo, Diccionario enciclopédico de derecho Usual.

Tomo III, Editorial Heliasta. Buenos Aires. 1989

3. Cruz Bahamonde, Armando “LAS ACCIONES DEL ACREEDOR”, cap.

IX, “La acción cautelar en la doctrina y en el derecho positivo

ecuatoriano”. Edino, 1992, Guayaquil, p. 138

4. DICCIONARIO DE LA LENGUA ESPAÑOLA, Editorial Océano,

5. METODOLOGÍA DE LA INVESTIGACIÓN (2007), MC Graw-Hill

Interamericana Editores S.A

6. Osorio, Manuel, Diccionario de Ciencias Jurídicas, Políticas y Sociales,

editorial Heliasta, 205, Buenos Aires, pág. 584

7. Salinas Ordónez, Manuel, Dr., (2009), GUIA PRACTICA DE

INVESTIGACION JURIDICA, Segunda Edición, Loja, Ecuador.

8. www.google.com

Legislación vigente:

1. CONSTITUCIÓN DE LA REPÚBLICA DEL ECUADOR 2008, Editorial

GRAFIKOS, Creatividad Gráfica. Multimedia

2. Código Civil Ecuatoriano

3. Código de Procedimiento Civil

4. Código Orgánico de la Función Judicial

131
5. Reglamento para el Funcionamiento de Oficinas de Alguaciles y

Depositarios Judiciales y normas para la fijación de derechos que

corresponden a los Depositarios Judiciales.

132
ÍNDICE Pag

PORTADA………………………………………………………………………………………… I

CERTIFICACIÓN………………………………………………………………………………… II

AUTORÍA…………………………………………………………………………………………… III

Carta de autorización…………………………………………..…… IV
DEDICATORIA…………………………………………………………………………………… V

AGRADECIMIENTO………………………………………………………....................... VI

TABLA DE CONTENIDOS……………………………………………… VII

1. TITULO …………………………………………………………… 1

2. RESUMEN ……………………………………………………… 2

2.1 ABSTRACT ……………………………………………………… 4

3. INTRODUCCIÓN ………………………………………………… 6

4. REVISIÓN DE LITERATURA …………………………………… 9

4.1 MARCO CONCEPTUAL ………………………………………… 9

4.1.1 El Secuestro Judicial………………………………………… 9

4.1.2 Depositario Judicial………………………………………… 10

4.1.3 Custodia ……………………………………..…………….… 10

4.1.4 Depósito Judicial …………………………………………… 11

4.1.5 Deterioro …………………………………………………… 11

4.1.6 Depreciación ………………………………………………… 12

4.1.7 Obsolescencia ………………………………………………… 12

4.1.8 Oneroso ……………………………………………………… 12

4.1.9 Obligación …………………………………………………… 12

4.1.10 Medias Cautelares ………………………………………… 13

4.1.11 Responsabilidad …………………………………………… 14

133
4.1.12 Los Apremios ……………………………………………………… 14

4.1.13 Casos Fortuitos Y Fuerza Mayor ………………………………… 15

4.1.14 Venta Directa ……………………………………………………… 16

4.2 MARCO DOCTRINARIO……………………………………………… 17

4.2.1 Antecedentes del Secuestro Judicial …………………………… 17

4.2.2 Embargo y Secuestro de Bienes. Su Naturaleza Jurídica ……… 18

4.2.3 Depositarios Judiciales ……………………………………………… 20

4.2.4 Obligaciones ……………………………………………………… 22

4.2.5 Medidas Cautelares ……………………………………………… 26

4.2.6 Las Medidas Cautelares En Los Procesos Ejecutivos ……… 33

4.2.7 Las Medidas Cautelares y la Economía ………………………… 35

4.2.8 Fuerza Mayor Y Caso Fortuito ……………………………….. … 35

4.2.9 Cosas Fungibles y No Fungibles ……………………………… 41

4.3 MARCO JURIDICO …………………………………………………… 43

4.3.1 Análisis de la Constitución de la República del Ecuador ……… 43

4.3.2 Presupuesto para el Caso de Medidas Cautelares ……………… 46

4.3.3 Análisis del Código Orgánico de la Función Judicial …………… 49

4.3.4 Análisis del Reglamento para el Funcionamiento de las oficinas

de Alguaciles y Depositarios Judiciales y normas para la

Fijación de los Derechos Que Corresponden A Los Depositarios

Judiciales …………………………………………………………… 56

5 MATERIALES Y METODOS ………………………………………… 57

5.1 Materiales y Métodos ………………………………………………… 57

5.2 TECNICAS UTILIZADAS EN LA INVESTIGACIÓN……………… 58

6 RESULTADOS DE LA INVESTIGACIÓN DE CAMPO …………… 59

134
6.1 Presentación de los Resultados de las Encuestas ……………… 59

7 DISCUSIÓN …………………………………………………………… 89

7.1 Verificación de Objetivos …………………………………………… 89

7.2 Contrastación de Hipótesis ………………………………………… 91

7.3 Fundamentación Jurídica Para La Reforma Legal ……………… 92

8 CONCLUSIONES …………………………………………………… 94

9 RECOMENDACIONES……………………………………………… 96

9.1 PROPUESTA DE REFORMA ……………………………………… 97

10 BIBLIOGRAFIA ……………………………………………………… 100

11 ANEXOS ……………………………………………………………… 103

INDICE…………………………………………………………………… 134

135

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