Dientes de Leche

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Dientes de leche

En total, los niños tienen 20 dientes de leche - 10 en la parte superior y 10 en la parte


inferior. Estos dientes actúan como marcadores de posición para los dientes adultos, que
crecen después de caerse los dientes del bebé. Tenga en cuenta que estos dientes están
destinados a caer, no significa esto que no deben ser atendidos de la misma manera que
son atendidos los dientes de los adultos. Desarrollar hábitos saludables para comer y
buenos hábitos de cepillado debe comenzar poco después de que el niño inicia la
dentición. Sobre los seis años, la mayoría de los niños empiezan a perder sus dientes
de leche, los cuales luego son reemplazados por los dientes permanentes. Este proceso
continuará en la adolescencia temprana.

Dientes en los adultos

Los adultos tienen más dientes que los niños; la mayoría de los adultos tiene 32 dientes.
Estos dientes son: 8 incisivos, 4 caninos, 8 premolares y 12 molares (incluyendo las 4
muelas del juicio). La mayoría de las personas tiene un conjunto completo de dientes
adultos en el momento en que llegan a la adolescencia. Es muy común que los adultos no
tengan sus muelas del juicio, porque no siempre hay suficiente espacio para que crezcan
cómodamente o sin causar desalineación de los otros dientes.

Para qué sirven


En concreto y como comentábamos, los dientes juegan un papel importantísimo en la
nutrición y correcta digestión de las personas, pues ayudan a masticar los alimentos de
forma correcta para que nuestro organismo sea capaz de digerirlos, extrayendo los
nutrientes y energía necesaria. Así, una mala masticación podría acabar derivando en
problemas graves más allá de la dentadura.
Higiene bucal
Los dientes son parte importante de nuestro cuerpo y cumplen funciones
específicas durante la alimentación: cortar, rasgar y triturar. Los dientes se
clasifican en incisivos, caninos, premolares y molares, cada uno de ellos tiene un
papel fundamental para una adecuada alimentación y nutrición.

Entre las enfermedades más comunes de los dientes se encuentran las caries,
que son ocasionadas por una inadecuada higiene bucal. Las caries son una puerta
de entrada a infecciones peligrosas, cuando se presenten deben atenderse
rápidamente por el odontólogo para que el diente no tenga que ser extraído a
causa de su mal estado. Además, un diente dañado puede causarte intensos
dolores que afectan tu asistencia a la escuela o al trabajo. Para mantener tus
dientes saludables, te recomendamos:

 Cepillarlos correctamente después de cada comida, al levantarte y antes de


dormir.
 Limpiar tus dientes utilizando la técnica de barrido, para lo cual debes colocar el
cepillo con las cerdas hacia arriba y presionar suavemente hasta llevar las cerdas
del cepillo hacia abajo, con lo que eliminarás los restos de alimentos adheridos a
los dientes.
 Usa el hilo dental para remover los restos de los alimentos que han quedado entre
los dientes.
 No excedas tu consumo de golosinas entre comidas.
 Visita al odontólogo periódicamente, te recomendamos hacerlo dos o tres veces al
año.
 Aplicar periódicamente solución de flúor, para lo cual debes visitar a tu odontólogo.
Higiene Corporal
Recomendaciones para el cuidado corporal
1- Comer bien, sobre todo frutas y verduras. Hacer tres comidas al día.
2- Beber mucha agua.
3- Ducharse todos los días, lavando todas las partes del cuerpo. Todas son igual de importantes. Si
se hace alguna actividad física, debes ducharte después de esta.
El cuero cabelludo suele producir más grasa durante la adolescencia. Es recomendable que los
chicos y chicas laven su cabello con champú siempre que lo tengan sucio.
Es bueno lavar la cara y cuello con agua y jabón, no solo para mantenerlo limpio, sino también
para evitar espinillas o un exceso de acné.
Después de la ducha secarse muy bien, incidiendo en los pliegues y en los pies.
4- Limpiar diariamente las uñas y cortarlas con frecuencia.
5- Usar desodorante en las axilas y talco en los pies si estos sudan mucho.
6- Tanto chicas como chicos deben lavar bien sus partes genitales. Es preferible no usar jabón,
sobre todo en el caso de las chicas porque destruye la flora vaginal. Mejor usar un jabón específico
para la zona genital. También es importante secarse muy bien para combatir la aparición de
infecciones.
7- Usar ropa limpia y no apretada. Evitar usar ropa interior y zapatos de otras personas.
8- Durante la adolescencia se completa la dentición permanente. El aumento de ciertas hormonas
y la acumulación de comidas favorecen el desarrollo de caries y enfermedades de las encías.
Cepillar los dientes tres veces al día, después de cada comida, y la lengua una vez al día.
Usar hilo dental para retirar los restos de comida que quedan entre los dientes y las muelas.
Restringir la ingesta de dulces y refrescos. El azúcar de estos favorece la producción de caries.
No fumar. La nicotina mancha los dientes y los debilita. (Y si fumas, lee: Quiero dejar de fumar;
¿qué podría hacer?)
No olvidar las visitas periódicas de revisión al dentista. 
9- Realizar algún tipo de actividad física, al menos tres veces por semana.
10- Dormir al menos 8 horas diarias.
Higiene de autocuidado
Autocuidado
“También cuido de mí” "

La palabra Autocuidado está conformada de dos palabras: Auto que significa "propio" o "por uno
mismo" y cuidado del latín cogitâtus que significa "pensamiento".

Cuidar de sí mismo es una responsabilidad permanente que tiene importantes repercusiones en el


estado de salud y la calidad de vida de las personas, especialmente en la realización de actividades
de la vida diaria que van más allá de suplir las necesidades básicas como alimentarse, dormir, etc.

Hacer conciencia de nuestro cuerpo y sus necesidades es el primer paso para desarrollar
conductas que favorecen la salud física y mental, promoviendo la autoestima y autovaloración;
trayendo consigo beneficios a mediano y largo plazo en el mantenimiento de la salud y la
prevención de enfermedades. Cuidar de sí mismo no es una actitud egoísta o vanidad sino una
necesidad.

Diez prácticas del autocuidado:

1. Cuidado personal.
Incluye el concepto de aseso, limpieza e higiene de nuestro cuerpo. Algunas actividades básicas
que determinan el cuidado personal incluyen:
 Ducha o baño diario
 Higiene y cuidado de la boca
 Lavado de manos
 Higiene de la ropa y el calzado

2. Alimentación adecuada.
La alimentación es más saludable y nutritiva cuando se incluyen diferentes tipos de alimentos en
cada comida. Combinar colores, texturas y sabores hace que la acción de comer produzca agrado y
satisfacción. Conoce como alimentarte mejor (enlazar con cartillas saludables)

3. Actividad física regular:


Evite siempre el sedentarismo. En su vida diaria promueva la actividad física: Bájese del bus antes
de lo que frecuentemente lo hace, prefiera las escaleras en vez del ascensor, use ciclovías,
ciclorutas o senderos peatonales cerca a usted, haga pausas activas en su casa o en su trabajo.

Explore realizar actividades que impliquen ejercitarse: gimnasio, clases de natación, zumba, clases
de baile, utilizar la bicicleta en vez del vehículo. Intentarlo una vez no significa comprometerse por
largo tiempo, seguramente cuando inicie entenderá los beneficios y no querrá dejarlo. Busque
actividades que le gusten y en las que se sienta cómodo. La actividad física se debe disfrutar y
debe divertir. Conoce como mejorar tu actividad física aquí  

4. Descanso
No solo debemos pensar en el descanso como hacer nada. Descansar significa también significa
cambiar de actividad, relajarse, disfrutar el tiempo libre, dormir.
Debemos pensar entonces que el descanso es necesario no solo para evitarnos daños a la salud,
sino también para poder obtener un mejor rendimiento en las tareas que estemos realizando,
mejorando la atención y concentración.

5. Mantener la mente ocupada


Mantenerse ocupado, buscar actividades motivantes y estimulantes para su propia satisfacción
personal y profesional. La salud mental se cultiva cada día.

6. Ser feliz.
Expresar cariño, dar afecto, sonreír, ser amable con personas cercanas. Estar dispuesto a ayudar y
a dejarse ayudar. Piense siempre positivo, permítase sentirse feliz.

7. Cuida tu entorno: ambiental, social y familiar.


Cuidar el entorno no solo significa mantener nuestro espacio vital en orden, limpio, iluminado y
ventilado. El orden en la casa, habitación, oficina, área de estudio o donde permanezcamos buena
parte del tiempo ayuda a conservar la calma. Por otra parte, el entorno familiar y social debe ser
una red de apoyo y motivo de alegrías. Mantenga contacto con sus seres queridos y expréseles su
cariño.

8. Actividad social (relaciones interpersonales)


Mantenga comunicación con sus amigos más cercanos. Programe una actividad social una vez a la
semana que le permita salir de la rutina, recuerde que no todo puede ser trabajo.

9. Asistir a chequeos periódicos:


Visitar al médico frecuentemente para realizar controles o pruebas para detección de
enfermedades. Si ya se tiene un diagnóstico, mantener controlada la enfermedad siguiendo las
recomendaciones que el personal de salud le haga al respecto.

10. Evite hábitos nocivos para su salud


Prevención de riesgos
La prevención de riesgo está relacionada con la planificación de medidas de protección que
busquen minimizar cualquier evento futuro, que pueda ocasionar daños físicos en las personas. Es
decir, que ante cualquier acción o situación particularmente riesgosa, los individuos toman ciertas
precauciones, por si acaso el riesgo es inminente y se transforma en un peligro para su integridad
física.

En el ambiente laboral, contar con una planificación en prevención de riesgos, resulta importante,
sobre todo en aquellos trabajos cuya actividad implica cierto riesgo para los que allí laboran.
Ejemplo el sector de la construcción, minería, industrias químicas, etc.

La prevención de riesgos laborales busca promover la seguridad de los trabajadores, a través de la


identificación, control y evaluación de los peligros, relacionados a un proceso productivo, además
de impulsar el desarrollo de acciones y medidas necesarias para evitar los riesgos procedentes
del trabajo.

La prevención de riesgos comprende ciertos sistemas organizativos de la actividad laboral y la


implementación de uniformes adecuados, a fin de resguardar la salud del trabajador. En el sector
industrial es importante mantener un control de los materiales y desechos tóxicos, de esta manera
se evita que el trabajador y el medio ambiente salgan perjudicados.
Lavado de manos
Lavarse las manos frecuentemente es una de las mejores maneras de evitar enfermarse y
contagiar enfermedades. Infórmate acerca de cuándo y cómo lavarte las manos
adecuadamente.
Cuándo lavarte las manos
El contacto con otras personas, superficies y objetos a lo largo del día hace que se
acumulen gérmenes en las manos. Puedes contagiarte estos gérmenes al tocarte los
ojos, la nariz o la boca, o puedes contagiar a los demás. Si bien es imposible que las
manos estén libres de gérmenes, lavarse las manos con frecuencia puede ayudar a limitar
la transferencia de bacterias, virus y otros microbios.
Siempre lávate las manos antes de:

 Preparar comidas o comer


 Tratar heridas o cuidar a una persona enferma
 Colocar o quitar lentes de contacto
 Siempre lávate las manos después de:
 Preparar alimentos
 Ir al baño o cambiar pañales
 Tocar animales, su alimento o sus desechos
 Sonarte la nariz, toser o estornudar
 Tratar heridas o cuidar a una persona enferma
 Manipular residuos
 Además, lávate las manos cuando estén visiblemente sucias.
Cómo lavarte las manos
En general, lo mejor es lavarse las manos con agua y jabón. Toma estas medidas:

 Mójate las manos con agua corriente (fría o tibia).


 Aplica jabón líquido, sólido o en polvo en la mano (formando un hueco).
 Enjabónate bien.
 Refriégate las manos vigorosamente, palma con palma, durante, al menos,
20 segundos. Recuerda refregar todas las superficies, incluso la parte posterior de
las manos, las muñecas, los espacios entre los dedos y debajo de las uñas.
 Enjuágate bien.
 Sécate las manos con una toalla limpia.
 Usa la toalla para cerrar el grifo.
Qué es
La bulimia nerviosa es un trastorno de la conducta alimentaria que se
caracteriza porque las personas que la padecen suelen darse atracones
recurrentes en los que ingieren grandes cantidades de comida en un espacio
corto de tiempo, es decir, comen más cantidad de comida que la mayoría de
personas en el mismo tiempo.
Los bulímicos son incapaces de dominar los impulsos que les llevan a
comer y tienen la sensación que no pueden parar de comer. Sin embargo,
el sentimiento de culpa y vergüenza tras ingerir muchos alimentos les
lleva a una purga (vómitos autoinducidos o empleo de laxantes o diuréticos
o ambos), regímenes rigurosos o ejercicio excesivo para contrarrestar los
efectos de las abundantes comidas y evitar engordar.
Estas personas tienen cerca de 15 episodios de atracones y vómitos por
semana y, en general, su peso es normal, por lo que resulta difícil detectar la
enfermedad. En un solo atracón pueden llegar a consumir de 10.000 a
40.000 calorías.

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