Práctica de Sonen

Práctica de Sonen: 0800 Meishu-sama
¿Qué significa Sonen?
Sonen significa pensamiento, sentimiento y voluntad. Meishu-sama nos transmitió en sus enseñanzas
que el ser humano depende de su sonen, es decir, de su pensamiento, sentimiento y voluntad. Él no dijo
que precisamos del sonen sino que dependemos de él, es decir que los aspectos invisibles del
pensamiento y de los sentimientos determinan cómo serán las acciones que ejecutará cada ser. Por ello
es tan importante, y hasta de vital necesidad, tener bien alineado nuestro pensamiento y sentimiento. A
esta acción, nuestro maestro la llamó Ley de precedencia del espíritu sobre la materia, ya que en el
Mundo Invisible se crea todo lo que después va a materializarse.
El Mundo Invisible es un reservorio de historias y recuerdos, y allí quedan registrados los sentimientos de
toda la humanidad más allá del tiempo y el espacio. En él radican nuestros ancestros (con sus
sentimientos vividos) que han estado y continúan ligados a nosotros por lazos afectivos llamados hilos
espirituales, los cuales también nos unen con la Gran Naturaleza, o fuerza de la Creación.
Comúnmente, cuando nos referimos al Mundo Invisible o Espiritual, imaginamos el paraíso en el cielo y el
sufrimiento en el infierno, como si cada uno estuviera arriba y abajo respectivamente. Pero en realidad
ese paraíso, lleno de alegría y paz, y ese infierno de angustia y tormento, viven y laten incesantemente
dentro de nosotros: ambos están guardados en nuestro interior a la espera de un pequeño disparador que
les permita emerger o salir a la luz. Por esa razón es imposible ser feliz mientras guardemos sentimientos
de dolor en nuestro corazón.
Nosotros, como descendientes, nacimos de la suma de innumerables vidas que se combinaron entre sí
para dar forma a lo que somos. No sólo los representamos por nuestras características físicas, sino por
las emociones que expresamos diariamente. Debemos reconocer que todo lo que está ocurriendo tiene
un origen y que proviene de nuestro linaje y de la humanidad.
Cuando aparezca un pensamiento o sentimiento negativo será un buen momento para la reflexión: esa
aflicción no es individual, sino que está ligada al sentimiento ancestral de alguien que vivió con ese dolor.
Su sentimiento habita en el Mundo Espiritual, y hoy nos llega por afinidad.
A veces podemos pensar ¿por qué cargo el peso de mis ancestros? Pensar así es incorrecto, porque
no cargamos absolutamente nada. Somos nuestros ancestros en otro estadio, que nos coloca como
descendientes.
Somos la fruta del árbol y en nosotros está la esperanza de un cambio.
¡Atención! Muchas veces nos invaden sentimientos negativos (bronca, rencor, celos, odio, ira, soledad, etc.)
que no llegamos a identificar porque se han vuelto parte de nuestra rutina. Debemos reconocerlos y
entregarlos en manos de Meishu-sama para que sean purificados. Al hacer la práctica de sonen
debemos tener la clara comprensión y el profundo amor de rescatar la historia de nuestros ancestros
sabiendo que, gracias a la Ley de precedencia del espíritu sobre la materia, sus sentimientos se reflejan
en el Mundo Material. Si estos sentimientos son purificados, la mejoría se proyectará en nuestra vida.
Cuando aparece un pensamiento o sentimiento negativo, ¿qué debemos hacer?
En primer lugar, debemos identificar cuál es ese sentimiento o pensamiento que estamos sintiendo en
nuestro interior. Luego, lo entregaremos en manos de Meishu-sama. Estando en vida, nuestro maestro
manifestó
“Digan mi nombre cuando me necesiten y allí estaré”.

Una vez que hemos reconocido ese sentimiento que tenemos, podremos decir:
“Meishu-sama, purifica mi corazón
de este sentimiento de...”
(diga el sentimiento negativo que viene a su mente y
recuerde que no es sólo suyo sino también de
muchos antepasados que usted representa).
Debemos repetir esta frase tantas veces como sea necesario,

hasta sentir paz.
El problema no está afuera: la causa no es “aquella persona”, o determinada situación, sino lo que vive
dentro de nuestro corazón y que se ha ido sedimentando hasta solidificarse( sentimientos acumulados).
Eso que sentimos como una roca muy pesada, y que deja inutilizada nuestra capacidad de sentir, hace
que acusemos a otros para justificar nuestros problemas, o la verdadera causa que los generó. Tenemos
que llegar a reconocer y aceptar de que todo lo que nos sucede nos llega por afinidad espiritual, porque
hubo una causa para vivirlo (aunque aún no podamos entenderlo ni aceptarlo).
A través de la práctica de Johrei y del encaminamiento de los sentimientos negativos en manos de
Meishu-sama, todo ese peso espiritual se ira transformando, generándose variados cambios, que
comúnmente se llaman milagros.
No es necesario entender o creer, solo hay que practicar estas dos herramientas y el cambio se dará por
añadidura.

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“Digan mi nombre cuando me necesiten y allí estaré”.

Debemos repetir esta frase tantas veces como sea necesario,

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