Pinturas Caseras
Pinturas Caseras
Pinturas Caseras
Pintura al aceite.
Para este tipo de pintura necesitarás aceite como aglutinante y pigmentos minerales para darle color.
El tipo de aceite recomendado es el aceite de lino o linaza y la elaboración es muy sencilla ya que
únicamente se tiene que mezclar el aceite con el color hasta su total disolución.
Este tipo de pintura se suele utilizar en maderas sin tratar y se puede dar un acabado final con ceras
para proteger el resultado obtenido.
Pintura de leche.
La pintura de leche utiliza la caseína de la leche como aglutinante. Para obtener la caseína de la leche
necesitaremos un litro de leche, se pone al fuego en un cazo y se aparta justo antes de que comience
a hervir. Fuera del fuego se le añaden 50 cc de vinagre blanco, removiendo poco a poco,
seguidamente separaremos con un colador o filtro el suero de la leche del cuajo (parte grumosa), que
es lo que utilizaremos para la elaboración de la pintura.
Como pigmento base utilizaremos unos 50 grs de cal, tiza o polvo de mármol, el cual disolveremos con
un poco de agua antes de agregarlo al cuajo de la leche. Una vez hayamos obtenido una mezcla
homogénea del cuajo y el pigmento, añadiremos el agua que sea necesaria para para obtener la
consistencia adecuada para pintar.
La pintura de leche tiene un acabado opaco y su color se rebaja una vez seco, por lo que hay que dar
varias manos para obtener el color deseado. Es adecuada para superficies absorbentes como yeso,
cemento o madera natural, sin embargo no se adhiere sobre superficies metálicas, plásticas, con
pinturas de acabado brillante o esmaltes sintéticos. Podemos darle un acabado con cera incolora para
impermeabilizar y que dure más la pintura.
3. Pintura de cal
La pintura de cal es económica, desinfectante y permite que las paredes respiren. Para su preparación
necesitaremos de 2 a 4 kilos de cal de construcción o cal hidratada, 1 kilo de sal y 250 cc de cola
vinílica (se puede sustituir por 250 gramos de leche en polvo y agua). Se mezclan todos los
ingredientes con el pigmento y ya tendremos nuestra pintura de cal lista para usar.
La cantidad de cal que utilicemos dependerá de la consistencia que queramos darle a la pintura, contra
más cal tenga, más espesa será. También hay que tener en cuenta que hay que remover la mezcla
con bastante frecuencia ya que la cal tiende a irse al fondo del recipiente.
Este tipo de pintura suele utilizarse para pintar exteriores o interiores rústicos y generalmente se
colorea con óxidos.
4. Pintura de almidón
El almidón se puede utilizar como aglutinante en la pintura gracias a su poder ligante y espesante.
Para preparar lapintura de almidón necesitaremos 150 grs de patatas o arroz, agua, yeso y pigmento.
En primer lugar coceremos las patatas o el arroz y haremos un puré, seguidamente le añadiremos
unos 400 ml de agua hirviendo, mezclamos todo y lo filtramos con un trapo fino. Por otra parte diluimos
el yeso y el pigmento con un poco de agua fría y lo unimos a la mezcla anterior.
Esta pintura proporciona un acabado aterciopelado y es ideal para muros de interior, maderas y cartón.
Si queremos proporcionarle un acabado más brillante e impermeabilizarla, podemos añadirle una
cucharada de aceite de linaza.
Como no hay dos sin tres, volví a intentarlo y esta vez, por fin, fue la definitiva. Os comento todos los pasos detallados que seguí y
los materiales (¡¡¡y cantidades!!!) que utilicé para conseguir mi chalk paint casera.
Los materiales
Para hacer chalk paint casera tomé como base la receta de la pintura plástica casera, a saber: agua como base para mezclar los
ingredientes, pigmento (color), cola blanca de carpintero (aglutinante), sulfato cálcico (escayola) y materiales para añadir textura
(arena, serrín, etc.).
Teniendo en cuenta esa receta, hice mi chalk paint casera con los siguientes ingredientes:
- 100 ml de cola blanca de carpintero (aglutinante)
- Pigmento (pintura acrílica, una bolita del tamaño de un garbanzo). También se puede utilizar sombra de ojos en polvo o pigmentos
para oleo y pintura.
- Brocha, pincel, paletina, rodillo…. Yo utilicé brocha porque quería que se notaran las pinceladas.
Con estos materiales obtendrás una chalk paint muy económica teniendo en cuenta que la escayola cuesta unos 2 euros/kg, la
cola de carpintero unos 2 ó 3 euros/medio kg y también un precio similar tanto los pigmentos en polvo como la pintura acrílica.
También hay que tener en cuenta que es un tipo de pintura que cunde mucho, con la mezcla de la receta tuve para 4 manos de
pintura y aún tuve para darle una mano a una caja de madera.
La elaboración
La elaboración de la chalk paint casera es la siguiente:
- En un vaso de plástico o tarro de cristal se mezclan las dos cucharadas de escayola con una de agua templada hasta que la escayola
se disuelva totalmente, yo utilicé una cuchara de plástico para mezclarlo todo.
- Cuando hayamos conseguido una mezcla homogénea, añadimos el pigmento. Lo añado al final porque así podemos rectificar mejor
el tono que queremos darle. Para el pigmento mezclé una bolita del tamaño de un garbanzo de pintura acrílica azul y otra de color de
rojo, aunque en este caso la cantidad final dependerá de la mezcla de color que queramos conseguir.
Como pigmento se puede utilizar también sombra de ojos, pero ha de ser bastante cantidad para que se note el color.Podemos
obtener colores muy bonitos y personales probando diferentes mezclas de pigmentos e incluso probando con colorantes
naturales.
La aplicación
En primer lugar debemos preparar la superficie, aunque en un principio no es necesario un lijado previo para aplicar la pintura chalk
paint, yo preferí hacerlo porque la tabla en la que iba a pintar contaba con unas letras impresas e intenté rebajarlas lo que pude
El tiempo de secado es de aproximadamente una hora, e incluso puede ser menos. Con la primera chalk paint que hice pasaron
varias horas hasta que se secó totalmente, ahí ya me imaginé que algo no había hecho bien.
Hay que tener en cuenta que una vez se seca la pintura se rebaja bastante el color ya que la cola de carpintero es incolora
cuando se ha secado, por ello después de la primera mano puede pasar que la madera apenas parezca teñida, por eso es necesario
darle tantas manos como sean necesarias para conseguir el color final deseado.
También es conveniente lijar la superficie con un taco de lija de poro fino antes de dar una nueva capa de pintura, ya que así
sacamos vetas y texturas de la pintura que realzan el resultado final.
Después de la tercera mano de pintura ya me había quedado un color muy bonito pero quise hacer una prueba consistente
en espolvorear sombra de ojos morada sobre la superficie y mezclarla con una nueva capa de pintura. De esta forma, además
de las vetas de pintura clara que aparecen tras el lijado, también se ven otras más oscuras que enriquecen mucho más el acabado
final.
Al principio de esta entrada podéis ver cómo quedó la pizarra morada con mi chalk paint casera, con una textura y un color que a
mi me han encantado.
Para un acabado más brillante se pueden dar varias capas de cera natural pero perderá su efecto pizarra (la tiza resbalará
sobre la superficie), aunque es ideal si queremos pintar un mueble con chalk paint casera, ya que protegerá el acabado final y le
dará un brillo muy bonito.
¿Os animáis a hacer vuestra propia chalk paint casera? A veces no sale todo a la primera, ni a la segunda, pero os aseguro que me ha
merecido la pena intentarlo hasta conseguir un resultado satisfactorio, máxime teniendo en cuenta que tengo una lista de muebles que
recuperar a los que les voy a aplicar mi receta de chalk paint casera.