Tutela Preventiva Frascino
Tutela Preventiva Frascino
Tutela Preventiva Frascino
484 CPCC)
Sr Juez:
Elvio Tomás Frascino, en el carácter que tengo acordado en estos autos
caratulados. FRASCINO, Elvio Tomás c/ CENTIONI, Stella Maris- Reivindicación
– Expte. nº 9917257, ante V. S. respetuosamente comparezco y digo:
Que vengo, por las razones que seguidamente expongo, a solicitar se
disponga tutela anticipada ordenando el desalojo inmediato de la ocupante Stella
Maris Centioni del inmueble objeto de los presentes autos.
Los hechos que motivan esta solicitud se presentan con una evidencia
cristalina en cuanto a la necesidad de su otorgamiento. En efecto, se trata de
una demanda por reivindicación de un inmueble ocupado por una intrusa (tal es
su condición jurídica y lo ha sido desde el momento de la extinción de la relación
afectiva que nos unía y que motivó su ingreso a la referida vivienda).
Las pruebas que evidencian la verosimilitud de mi derecho son
absolutamente irrebatibles. En efecto:
a) la titularidad del dominio consta a nombre de mi madre fallecida Sra.
Sara Agüeda Reynoso (título acompañado al momento de presentación de la
demanda);
b) La causa (título) de la transferencia del dominio también se encuentra
plenamente evidenciada con la Escritura de compraventa que se acompaña.
c) El vínculo hereditario también está probado con la copia de la
Declaratoria de Herederos que se acompaña.
d) Por si esto fuera poco, con los extractos de la sentencia de V.S.
(sentencia nº 163 del 12/05/2017 y los correlativos escritos del expte. referido
(ya ofrecido como prueba) queda absolutamente comprobada la incongruencia
y falsedad de la afirmación de la demandada de su pretendida “posesión animus
domini” por 20 años.
En efecto, como surge del modo más transparente en las numerosas
capturas de pantalla de la sentencia referida que se acompañan, quedan
expuestas las reiteradísimas oportunidades en que la demandada señala
expresamente que “el Sr. Frascino era el titular del derecho de usufructo.”
Como es de la más elemental intuición teórica, el reconocimiento del
derecho de usufructo en un tercero es absolutamente incompatible con el
sostenimiento de ser “poseedora animus domini”, como afirma en la contestación
de la demanda. La incompatibilidad referida es de toda evidencia si se constata
que los dos derechos contemplados en el instituto: el jus utendi y el jus fruendi,
naturalmente, sólo pueden ser ejercidos a través de la posesión. “La primera
facultad que tiene el usufructuario es la de poseer la cosa, objeto del usufructo,
la que debe ser entregada por el nudo propietario…esta facultad permite el
ejercicio de los demás poderes materiales sobre la cosa.” (Musto, Néstor Jorge.
Derechos Reales. Tomo 2, p. 65) En otras palabras, ni aunque hubiese sido
propietaria, podría haber sido poseedora reconociendo el usufructo en un
tercero, ¡cuánto menos siendo una simple intrusa! En idéntico sentido: “De la
definición dada por este precepto (se refiere al art. 2129 del CCyC), se desprende
que el usufructo es el derecho real sobre un bien ajeno que se ejerce por la posesión
y otorga a su titular el derecho de usar, gozar y disponer jurídicamente de él, sin
alterar su sustancia” (Código Civil y Comercial Comentado, Sebastian Picasso). Así
también doctrina, con la irrefutabilidad de su portentosa autoridad intelectual,
Beatriz Areán: “Como se trata de un derecho real que se ejerce por la posesión, el
usufructuario es poseedor legítimo. Si es despojado por un tercero, o aún por el
propietario, puede ejercer acciones posesorias. Igualmente está legitimado para
entablar la acción reivindicatoria.” (Derechos Reales, Tomo 2, Hammurabi, p. 736)
En esa dirección, por las notables coincidencias con las presentes
circunstancias, debe considerarse el esclarecedor fallo de la Cámara de
Apelaciones en lo Civil y Comercial de San Isidro: “Corresponde hacer lugar a la
demanda y condenar a la demandada a pagar un canon locativo a la actora, pues si bien aquella
es la nuda propietaria del inmueble, el actor es el usufructuario, y al haber aquella cambiado la
cerradura y no poder el actor gozar del uso del inmueble y de sus frutos, es procedente la condena
al pago de un cánon locativo como indemnización de ese daño patrimonial, pues la concubina
del usufructuario -que lo fue la demandada de la actora- no es poseedora sino tenedora, y
aunque nuda propietaria del inmueble en que ambos habitaban, permaneció en el mismo por
tolerancia del usufructuario (art. 2352 CCiv.), quien se alejó del inmueble por problemas
sentimentales, y no con el ánimo o propósito de renunciar a la posesión en relación a su derecho
de usufructo.” Partes: Pérez Jorge Alberto S/ fijación y cobro de canon locativo Tribunal:
Cámara de Apelaciones en lo Civil y Comercial de San Isidro. Sala/Juzgado: Segunda
Fecha: 5 -jun-2012.
También la Suprema Corte de Buenos Aires: “…ya que no hay
incompatibilidad en ello por la independencia, precisamente de ambos derechos, lo que
determina la imposibilidad de la alegada posesión animus domine por parte de la nuda
propietaria” (conf. SCBA, AyS 1957-III-453; C1ª Mar del Plata, 23.3.65, LL 118-728, DJBA 75-33;
CC0100 SN 7052 RSD-42-5 S 30-3-2005, "Maurizi c/López y/o s/desalojo