Sentencia Constitucional 1114 - 2006
Sentencia Constitucional 1114 - 2006
Sentencia Constitucional 1114 - 2006
Expediente:2006-13321-27-RAC
Distrito: La Paz
Magistrado Relator: Dr. Walter Raña Arana
Por memorial presentado el 24 de enero de 2006, cursante de fs. 60 a 63 vta., así como por el
memorial de subsanación presentado el 27 de enero de 2006, cursante a fs. 68 y vta., la recurrente
manifiesta que el 20 de julio de 2004, fue víctima del delito de robo agravado cometido por dos
mujeres que aprovechando su ausencia y la de su familia, con engaños ingresaron a su domicilio y
sometiendo a su empleada, se llevaron consigo varios objetos de valor, habiendo sido
aprehendidas al momento de huir con los objetos robados, por lo que el mismo día presentó
denuncia verbal ante el Ministerio Público, asignándose el caso al fiscal Waldo López Paiva, quien
mediante Resolución de 21 de julio del indicado año, imputó formalmente a las detenidas por los
delitos de robo agravado y solicitó al Juez Cuarto de Instrucción la audiencia de medidas
cautelares en la cual se dispuso su detención preventiva.
Apelado el referido Auto de extinción de la acción penal, el 1 de agosto de 2005, los Vocales de la
Sala Penal Segunda, ahora recurridos, por Resolución 190/2005 declararon improcedente el
recurso de apelación incidental, sin un fundamento claro, vulnerando el art. 15 de la Ley de
Organización Judicial (LOJ) que obliga a los tribunales de alzada a revisar los procesos de oficio a
tiempo de conocer una causa, pues no se percataron de que fue notificada con la conminatoria el
mismo día en que se resolvió la extinción de la acción, negándole el derecho de acceso a la justicia
al no haber revisado las actuaciones irregulares de la Jueza hoy recurrida, ni haber dispuesto que
se aplique correctamente los arts. 11, 134 y 342 del CPP. Con los antecedentes expuestos, dentro
del plazo de la inmediatez y al no tener otro medio para hacer valer sus derechos conculcados,
solicita la tutela constitucional a través del presente recurso.
Interpone recurso de amparo constitucional contra Betty B. Yañiquez Lozano, Jueza Séptima de
Instrucción en lo Penal; Armando Pinilla Butrón y Dora Villarroel de Lira, Vocales de la Sala Penal
Segunda de la Corte Superior del Distrito Judicial de La Paz, solicitando se declare procedente y en
consecuencia se disponga la nulidad de la Resolución de extinción de la acción penal 1/2005, de 3
de febrero, así como del Auto de Vista 190/2005, de 1 de agosto. Asimismo, se determine que el
Juez cautelar notifique nuevamente con la conminatoria al Fiscal de Distrito y le dé la oportunidad
de presentar su acusación particular en cumplimiento del art. 11 del CPP.
El Vocal recurrido, Armando Pinilla Butrón señaló en audiencia que: 1) el 14 de mayo de 2005 la
recurrente interpuso recurso de apelación incidental, impugnando la Resolución “1/2003” (sic)
que dispuso la extinción de la acción penal en la etapa preparatoria; 2) el delito denunciado por
robo agravado es de acción pública que se tramita de acuerdo a la secuencia procesal prevista
para estos delitos, lo que implica que la acusación particular debe presentarse de acuerdo con el
art. 340 del CPP, es decir después del acto conclusivo de acusación por parte del Ministerio
Público, consiguientemente el Tribunal debe conceder diez días a los imputados y este aspecto no
fue observado por la recurrente, pues el recurso de alzada citó de manera impertinente el art. 134
del CPP; 3) el fallo emitido en apelación confirmó el Auto apelado, pues al no haber acusación de
los delitos de acción penal pública, tampoco existe la posibilidad para que el querellante pueda
actuar conforme al art. 340 del CPP; 4) el art. 134 de manera taxativa establece que se debe
extinguir la acción penal y no contiene la pretensión de la querellante en sentido de que deba ser
notificada; 5) el Juez cautelar sólo controla las actuaciones procesales de las partes y vela porque
se cumplan estrictamente los plazos procesales, por lo que la Sala Penal Segunda pronunció la
Resolución 190 de 1 de agosto de 2005, observando estrictamente la norma que subyace en el art.
398 del CPP; 6) la Sala Penal no ha vulnerado el acceso a la justicia porque se analizó el memorial
de apelación, tampoco incurrió en vulneración ni omisión alguna, por lo que corresponde que se
declare improcedente el recurso.
La Jueza correcurrida, Betty B. Yañiquez Lozano, a través del informe escrito cursante a fs. 83,
señaló que: a) el 26 de enero de 2005 se notificó al Fiscal de Distrito con el Auto de conminatoria
de 24 de enero del mismo año, dictado por el juez Carlos Guerrero, en suplencia legal del Juez
Cuarto de Instrucción en lo Penal, a fin de que cumpla con lo previsto por el art. 134 del CPP, sin
embargo no presentó el requerimiento conclusivo dentro de los cinco días; b) el 3 de febrero de
2005, se notificó a la querellante con el Auto de conminatoria, de conformidad a los arts. 11 y 134
del CPP, la misma que presentó su acusación particular el 10 de febrero de 2005, fuera del término
de los cinco días previstos por ley; c) el Auto de extinción de la acción penal data del 3 de febrero
de 2005, sin embargo, la misma no fue notificada de inmediato tal como se evidencia de las
diligencias de notificación, por lo que no se le causó indefensión ya que la querellante tenía
conocimiento de la conminatoria así como del término para presentar su acusación particular; d)
la querellante interpuso recurso de apelación incidental contra el Auto de extinción, dándosele el
trámite correspondiente, el Tribunal de alzada declaró improcedente la apelación.
1.2.3. Resolución
II. CONCLUSIONES
II.2. Mediante memorial presentado el 14 de enero de 2005, la recurrente solicitó al Juez cautelar
que emita conminatoria al Fiscal de Distrito para la presentación del requerimiento acusatorio
dentro del plazo de cinco días; conminatoria que fue emitida por el Juez Primero de Instrucción, en
suplencia legal, a través del Auto Interlocutorio de 24 de enero de 2005 y remitido al Fiscal de
Distrito el 26 de enero, notificándose a la recurrente, el 3 de febrero del mismo año (fs. 7 a 10).
II.3.Por memoriales presentados el 2 de febrero de 2005, las imputadas Verónica Wanda Silva
Valdivia y Gabriela Barrientos Vega, solicitaron al Juez cautelar la extinción de la acción penal;
petición que fue resuelta a través del Auto Interlocutorio 01/2005, de 3 de febrero, dictado en
suplencia legal por la Jueza Séptima de Instrucción en lo Penal, ahora recurrida, quien dispuso la
extinción de la acción penal en la etapa preparatoria a favor de las imputadas, Resolución con la
que se notificó a la querellante el 12 de marzo de 2005 (fs. 12 a 15).
II.6.Por Resolución 190/2005, de 1 de agosto, la Sala Penal Segunda de la Corte Superior del
Distrito Judicial de La Paz, ahora correcurrida, declaró improcedente el recurso de apelación
incidental interpuesto, con los siguientes fundamentos: 1) Las apelantes reconocen que el
Ministerio Público no presentó la acusación dentro del plazo previsto en el art. 134 del CPP, siendo
impertinente la cita del tercer párrafo del citado articulo; 2) la acusación particular fue presentada
después de dictado el Auto de extinción de la acción penal; 3) las referencias efectuadas sobre el
Auto de conminatoria no condicen con el punto recurrido (fs. 58 a 59).
La recurrente denuncia que dentro de la etapa investigativa instaurada contra Wanda Silva
Valdivia y Gabriela Barrientos Vega por el delito de robo agravado, del que fue víctima, se
conculcaron sus derechos a la igualdad, al acceso a la justicia, a la seguridad jurídica, a la petición y
la garantía del debido proceso, por cuanto: a) la Jueza Séptima de Instrucción en lo Penal, hoy
recurrida, actuando en suplencia legal, en la misma fecha en la que se le notificó con la
conminatoria al Fiscal de Distrito para que presente el requerimiento conclusivo, dictó el Auto
Interlocutorio 01/2005, de 3 de febrero, declarando la extinción de la acción penal, omitiendo su
notificación previa como víctima del hecho investigado, en contravención de lo dispuesto por el
art. 11 del CPP; b) los Vocales de la Sala Penal Segunda, ahora recurridos, por Resolución
190/2005, de 1 de agosto, declararon improcedente la apelación incidental, sin un fundamento
claro, sin percatarse que su notificación con la conminatoria, fue practicada el mismo día en que se
resolvió la extinción de la acción. Corresponde, en revisión, analizar por ende si tales
aseveraciones son ciertas, y si dan lugar o no a brindar la tutela que otorga el art. 19 de la CPE.
Este criterio fue precisado en la SC 1173/2004-R, de 26 de julio, al señalar que: “(...) no es posible
declarar la extinción de la acción penal por el mero transcurso del tiempo, sino que es necesaria
una Resolución de la autoridad jurisdiccional, expresa y fundamentada, que declare su extinción,
cuando el fiscal no cumple dentro del plazo previsto por ley con la conminatoria efectuada por el
Juez cautelar.
De lo señalado se extrae que el Juez cautelar debe ejercer el control de la investigación previsto en
el art. 54.1 del CPP, vigilando que durante la sustanciación de la etapa preparatoria se cumplan los
plazos establecidos por la norma procesal respecto a las distintas actuaciones y diligencias que se
desarrollen por los órganos encargados de la investigación y, en tal sentido, deberá adoptar las
decisiones que la propia ley señala en caso de incumplimiento de los plazos.
Un entendimiento contrario, es decir, permitir que las resoluciones de los fiscales sean
presentadas fuera del plazo que el Código de Procedimiento Penal establece, es arbitrario, ya que
no tiene un sustento coherente ni en la Constitución Política del Estado ni en el Código de
Procedimiento Penal, por lo mismo no sólo vulneraría el derecho a la seguridad jurídica, sino
también el principio de legalidad procesal, y desvirtuaría los fines del sistema procesal penal, pues
estaríamos ante un modelo procesal que sólo perseguiría la aplicación efectiva de la coerción
penal, en desmedro de los derechos y garantías de los imputados.
En ese orden, si el Ministerio Público no presenta uno de los requerimientos conclusivos previstos
por el art. 323 del CPP, es decir: acusación, solicitud de aplicación de una salida alternativa o de un
requerimiento de sobreseimiento, el Juez está obligado a declarar la extinción de la acción penal,
independientemente de que exista o no solicitud de la parte imputada; sin embargo, debe
precisarse que en virtud al derecho a la tutela judicial efectiva y a los derechos que le asisten a la
víctima, el Juez, antes de emitir la resolución correspondiente, deberá notificar a la víctima a
efecto de que sea escuchada y, en su caso, impugne la determinación a tomarse, conforme a lo
dispuesto en el art. 11 del CPP que establece que: ´la víctima podrá intervenir en el proceso penal
conforme a lo establecido en este Código, tendrá derecho a ser escuchada antes de cada decisión
que implique la extinción o suspensión de la acción penal y, en su caso, a impugnarla'; norma que
guarda coherencia con el art. 134 del CPP antes aludido, que en el segundo párrafo establece un
resguardo a favor de la víctima, referido a que el proceso pueda continuar sobre la base de la
actuación del querellante.
Ahora bien, para hacer operativo el derecho de la víctima, el Juez debe comunicar a la víctima la
falta de presentación del requerimiento conclusivo, por parte del fiscal y, al mismo tiempo, la
facultad que le asiste de presentar su acusación particular, otorgándole para al efecto, por
analogía y aplicando el principio de igualdad procesal, el mismo plazo concedido al Fiscal en el art.
134 del CPP, es decir, cinco días, bajo conminatoria de declararse extinguida la acción penal.
En ese entendido, la víctima podrá expresar su decisión de no continuar con el proceso ya sea en
forma explícita (presentando algún memorial ante el Juez), o implícita (dejando transcurrir el plazo
otorgado), supuestos en los que la autoridad judicial deberá declarar la extinción de la acción
penal. Si por el contrario, la víctima presenta su acusación particular, el Juez debe remitir lo
actuado ante el Tribunal de Sentencia, para que el juicio se abra sobre la base de la acusación del
querellante.
Este entendimiento es coherente con el art. 342 del CPP, que establece que 'El juicio se podrá
abrir sobre la base de la acusación del fiscal o la del querellante, indistintamente' así como con lo
señalado en el tercer párrafo de ese precepto, que expresa que el juicio no podrá abrirse 'si no
existe, al menos una acusación'; normas que permiten que el juicio por delitos de acción pública
sea abierto por el querellante, a través de la acusación particular”. (Las negrillas son propias).
De las actuaciones procesales referidas, se colige que el Auto de extinción de la acción, fue emitido
la misma fecha en que se notificó a la querellante con la conminatoria al Fiscal del Distrito para la
presentación del requerimiento conclusivo, es decir, sin que previamente se hubiera dispuesto la
notificación a la víctima, quien debió ser escuchada y en su caso, impugnar la determinación a
tomarse, conforme dispone el art. 11 del CPP, concordante con el tercer párrafo del art. 134 del
CPP, situación que permite concluir que la Jueza correcurrida al no haber actuado de acuerdo con
lo prescrito por el procedimiento establecido para determinar dicha extinción, incurrió en un acto
ilegal que vulnera el derecho de la recurrente, al debido proceso entendido por la SC 1748/2003-R,
de 1 de diciembre como: “… el derecho de toda persona a un proceso justo y equitativo en el que
sus derechos se acomoden a lo establecido por disposiciones jurídicas generales aplicables a todos
aquellos que se hallen en una situación similar (...)”; haciendo viable la tutela solicitada.
POR TANTO