Resumen Bajtín Los Problemas de Los Géneros Discursivos

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1.

Planteamiento del problema y definición de los géneros


discursivos

El uso de la lengua es MULTIFORME porque se relaciona con las diversas esferas de la


actividad humana (a diversas esferas → varias formas de uso de la lengua). En estas esferas hay

participantes, los cuales usan la lengua en forma de enunciados. Éstos tienen una composición y

estructuración que reflejan las condiciones específicas y el objeto de cada esfera. Hay diferentes

esferas dentro del uso de la lengua, las cuales elaboran sus propios enunciados, y serán llamados
géneros discursivos.
Los géneros discursivos se expanden en cantidad y diversidad porque la actividad humana
es de un abanico inagotable, porque van a la mano. Como ya dijimos antes, la actividad humana

tiene esferas, a medida que éstas se desarrollan y complejizan, también lo harán los G.D. A su vez,

estos son de gran HETEROGENEIDAD, tanto orales como escritos. Esta misma heterogeneidad lleva

a que la definición de la naturaleza que tengan en común los enunciados sea una tarea difícil de

realizar. Es por esta razón que se debe hacer una diferenciación importante entre géneros

primarios (simples, que se constituyen en la comunicación inmediata) y los géneros secundarios

(complejos, se desarrollan bajo las condiciones de la comunicación cultural, más desarrollada y

organizada, sobretodo escrito). Ésta no es una diferencia funcional. Los secundarios se forman

absorbiendo a los primarios, los reelaboran, y de ésta forma, los primeros pierden su relación

inmediata con la realidad y los enunciados ajenos,


La diferencia entre los géneros es extremadamente grande y es de fondo; sin embargo,
por lo mismo la naturaleza del enunciado debe ser descubierta y determinada mediante un
análisis de ambos tipos; únicamente bajo esta condición la definición se adecuaría a la naturaleza
complicada y profunda del enunciado y abarcaría sus aspectos más importantes.
Una noción clara acerca de la naturaleza del enunciado en general y de las particularidades
de diversos tipos de enunciados, tanto primarios como secundarios, o sea de diferentes géneros
discursivos, es necesaria, según nuestra opinión, en cualquiera orientación específica del enunciado.
Porque el lenguaje participa en la vida a través de los enunciados concretos que lo realizan, así
como la vida participa del lenguaje a través de los enunciados. El enunciado es núcleo problemático
de extrema importancia.
Para el autor, el lenguaje participa en la vida a través de los enunciados concretos que lo
realizan, así como la vida participa del lenguaje a través de los enunciados.
Los géneros discursivos son las formas típicas de enunciados. Todo enunciado es individual,
por lo tanto, refleja la individualidad del hablante, esto se da en mayor o en menor grado,
dependiendo del estilo. El estilo se vincula directamente y forma un vínculo indisoluble con el
enunciado, a su vez el estilo está unido a las unidades temáticas, éste será un elemento en la
unidad genérica del enunciado. Donde existe un estilo, existe un género.
Si el estilo se analiza dentro del sistema de la lengua., es un fenómeno gramatical,
mientras que, si se analiza desde la totalidad del enunciado, es un fenómeno de estilo, la selección
de una forma gramatical es un acto de estilística.
El enunciado es la unidad real de la comunicación discursiva, es real ya que se ubica en
un contexto y comienza cuando el hablante toma la palabra, mientras que las unidades de la
lengua son la palabra y la oración.
La lingüista ha estudiado la comunicación desde el punto del hablante, el papel del otro se
ubica en ser un oyente pasivo, la lengua solo precisa al hablante y al objeto de su discurso, no se
centra en la función comunicativa, se ignora la colectividad, es decir, la pluralidad de los hablantes.
En efecto, el oyente comprende y percibe el significado (lingüístico) de lo que se le desea transmitir,
y al mismo tiempo toma con respecto a este una activa postura de respuesta. Toda comprensión
de un discurso, de un enunciado, tiene un carácter de respuesta, es decir, esta respuesta convierte
al oyente en hablante. La respuesta no siempre es inmediata, tarde o temprano lo comprendido
resurgirá en discursos posteriores o en la conducta del oyente.
La activa comprensión está preñada de respuesta el hablante espera una contestación. El
hablante de por sí es un contestatario, responde a todos los discursos que hubieron antes de él y
responde en su discurso a los discursos ajenos, por eso, cada enunciado es un eslabón de una
cadena organizada de enunciados. El hablante se haya atravesado y condicionado por los diversos
discursos.
El autor refuta el diagrama del oyente como pareja del hablante de los cursos de
lingüística general. No corresponde al participante real de la comunicación discursivas. El esquema
solo representa una instancia abstracta de un acto real y total.
El discurso sólo puede existir en la realidad tan solo en forma de enunciados concretos. “El
discurso siempre está vertido en la forma del enunciado que pertenece a un sujeto discursivo
determinado y no puede existir fuera de esta forma”.
Los enunciados poseen límites y el límite es el cambio de los sujetos discursivos. El
enunciado no es una unidad convencional, sino real. Se que delimita con precisión por el cambio de
los sujetos discursivos.

2.El enunciado como unidad de la comunicación discursiva.


Diferencia entre esta unidad y las unidades de la lengua
(palabra y oración)
“La oración es una idea relativamente concluida que se relaciona de una manera inmediata
con otras de un mismo hablante dentro de la totalidad de su enunciado”, es decir la oración se
relaciona con las otras oraciones gracias un contexto dado por el enunciado en su totalidad, una
oración dentro del contexto verbal carece capacidad para determinar una respuesta y solo puede
adquirirla en la totalidad del enunciado, tiene una naturaleza gramatical, límites gramaticales,
analizada dentro de la totalidad del enunciado adquiere propiedades estilísticas.
“La gente habla por medio de enunciados, que se construyen con la ayuda de las unidades
de la lengua que son palabras, conjunto de palabras, oraciones; el enunciado puede ser constituido
tanto por una oración como por una palabra, es decir por una unidad del discurso, pero no por eso
una unidad de la lengua se convierte en una unidad de la comunicación discursiva”.
El cambio de los sujetos es el primer rasgo del enunciado como unidad de la comunicación
discursiva.
Por otro lado, se menciona el segundo rasgo, la conclusividad específica del enunciado, ésta
se determina por criterios particulares, la posibilidad de ser contestado. No alcanza que la oración
sea solo comprensible y concluida, debe provocar una respuesta. “Este carácter de una totalidad
conclusa propia del enunciado asegura la posibilidad de una respuesta”. La totalidad conclusa se
determina por tres momentos que se relacionan entre sí en la totalidad del enunciado: el sentido
del objeto, agotado, la intencionalidad discursiva y formas típicas genéricas y estructurales de
conclusión.
Objetivamente, el objeto es inagotable, pero cuando se convierte en un tema de enunciado,
en ciertas condiciones, se adquiere un carácter de conclusividad, el límite lo establece la intención
del autor. La intención determina tanto la misma elección del objeto, como sus límites y su
capacidad de agotar el sentido del objeto. La intención es el momento subjetivo del enunciado, por
lo tanto, la subjetividad afecta al objeto, además vincula a éste a una situación concreta. El tercer
factor son las formas genéricas estables de enunciado, la voluntad discursiva del hablante se
realiza al elegir un género discursivo determinando, “la intención discursiva del hablante, con su
individualidad y subjetividad, se aplica y se adapta al género escogido”.
Objetivamente, el objeto es inagotable, pero cuando se convierte en un tema de enunciado,
en ciertas condiciones, se adquiere un carácter de conclusividad, el límite lo establece la intención
del autor. La intención determina tanto la misma elección del objeto, como sus límites y su
capacidad de agotar el sentido del objeto. La intención es el momento subjetivo del enunciado, por
lo tanto, la subjetividad afecta al objeto, además vincula a éste a una situación concreta. El tercer
factor son las formas genéricas estables de enunciado, la voluntad discursiva del hablante se
realiza al elegir un género discursivo determinando, “la intención discursiva del hablante, con su
individualidad y subjetividad, se aplica y se adapta al género escogido”.
“Las formas de la lengua las asumimos tan solo en las formas de los enunciados y junto
con ellas”. Los géneros discursivos organizan nuestro discurso. “Desde el principio se percibe la
totalidad discursiva que posteriormente se especifica en el proceso del discurso”. Los géneros
discursivos no son creados por el hablante, le son dados.
Se selecciona un determinado tipo de oración no solo para una oración determinada, sino
desde el punto de vista de la totalidad del enunciado “el género elegido es lo que pre establece los
tipos de oraciones y las relaciones entre éstas”.

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