UNIDAD N 5 Introd. Al Derecho
UNIDAD N 5 Introd. Al Derecho
UNIDAD N 5 Introd. Al Derecho
VALORES POSITIVOS Y VALORES PUROS: La existencia de los valores positivos (o reales, o contingentes) es
algo evidente y no necesita por lo tanto de explicación alguna. Pero si nosotros reconocemos que las
disposiciones de tal contrato son justas, que una ley determinada también es justa, y cierta sentencia
asimismo es justa, es porque en todas esas modalidades del derecho, hay una esencia común, que es
precisamente lo que nos permite calificarlas de justas.
Ahora bien, a desentrañar en QUÉ consiste esa esencia de justicia, a efectos de formular un concepto de la
justicia pura o absoluta (así como de todos los valores jurídicos), están los esfuerzos de la rama de la Filosofía
del Derecho, que es la Axiología Jurídica.
LA JUSTICA:
Generalidades: Una concepción muy generalizada, distingue netamente el Derecho de la Justicia, considera
a la Justica como un ideal que orienta al Derecho. Se habla así de “derecho justo” y de “derecho injusto”.
Esta distinción entre ambos objetos es exacta ya que el derecho encierra una valoración de conductas,
referida a todos los valores del plexo estimativo. Por eso cualquier norma jurídica es una forma de
realización (acertada o no) del orden, la seguridad, la paz, la justica, etc. Estos valores que concreta todo el
régimen jurídico, se denominan valores positivos (o reales o históricos). Pero además, existe el problema
de los valores puros (o absolutos o ideales), es decir, la cuestión de saber qué es en esencia la justicia, etc.
Concepto: la justicia es un ideal que orienta el derecho.
A efectos de precisar el problema en cuestión, descartamos algunos conceptos:
Justicia legal o positiva: con referencia a la justicia concretada en las leyes y el derecho en general y
que varía de un derecho a otro. Con esto se hace referencia la justicia en tanto valor positivo, pero
no a la justicia pura, es decir a la justicia en tanto valor absoluto.
Justicia social: Como ideal de una más igualitaria distribución de la riqueza social, obtenida con el
trabajo de todos. Este concepto hace referencia no sólo a los derechos económicos, sino también a
los culturales. Es éste un concepto contingente y no el concepto absoluto de justicia.
Filosóficamente, toda verdadera justicia es social, porque como todo valor jurídico, tiene carácter
bilateral.
Sentimiento de justicia: se denomina así a la facultad que tienen todos los hombres de valorar el
derecho vigente, distinguiendo la justicia o injusticia de un acto o norma jurídica cualquiera. Esto es
algo subjetivo, que puede variar de una persona a otra, ya que no se trata de juzgar la justicia de una
situación, de acuerdo a un punto de referencia objetivo como son las normas jurídicas (como hace el
juez) en efecto, la realidad es que en este caso estamos frente a una valoración intuitiva (intuición
emocional).
SOLUCIONES: El problema valorativo del derecho es el primero que se planteó en la historia del
pensamiento filosófico, mucho antes que los problemas ontológico y lógico.
Hay 2 grandes grupos de las diversas soluciones dadas a este problema, hay negativas y afirmativas.
NEGATIVAS: Niegan la existencia de un criterio racional de validez absoluta, sólo aceptan como verdaderos
los principios de justicia variables en el tiempo y en el espacio, es decir, los ideales positivos de justicia.
(dicen que todo es cambiante).
1. EN GRECIA: Los SOFISTAS constituyeron un ejemplo típico de esta posición y uno de ellos (Trasímaco)
decía que “justo es lo que conviene al más fuerte”. Los escépticos (s. IV a.C.) sostenían la misma tesis.
2. Los modernos ESCÉPTICOS FRANCESES: Montaigne y Pascal: “No hay nada justo o injusto cuyo carácter
no varíe con el cambio de clima. ¡Valiente justicia que limita un río o una cordillera!.
3. La ESC. HISTÓRICA del DERECHO: El materialismo, el Evolucionismo, el Positivismo, pertenecen a este
grupo. El Positivismo por ejemplo, sólo admite la consideración de los aspectos empíricos del derecho.
El positivismo no constituye una solución filosófica, sino la plena negación de la actitud filosófica.
CRITICA: La negación de un criterio racional metaempírico de justicia es una postura ya superada en el
campo de la Filosofía del Derecho.
AFIRMATIVAS: Son muchas las concepciones en este sentido en el curso de la historia del pensamiento
iusfilosófico.
1) PLATÓN (s. IV a.C.) analiza el problema en su obra La República o Diálogo sobre la Justicia, sostiene
que ésta es la virtud universal y que consiste en una armonía entre las diversas partes, por la cual
cada uno debe hacer lo que le corresponde. En su Republica ideal, los ciudadanos están divididos en
3 clases: cada uno con su función propia y una virtud particular.
Magistrados: Alma de oro, poseían la virtud de la sabiduría.
Guerreros: Alma de plata, la virtud del valor.
Artesanos: Alma de bronce, el temple o laboriosidad.
El Estado es entonces realmente justo, cuando cada uno y cada clase cumple estrictamente su
función, reinando así la armonía entre ellos. Dice Platón que la Justicia “consiste en que cada cual
haga lo que tiene que hacer”.
CRITICA: Esta posición platónica de considerar a la justicia como una virtud, es errónea, pero
enfocando la justicia desde el punto de vista de la Axiología jurídica.
En síntesis, si la justicia fuera una virtud, no habría justicia donde tal “virtud” faltara.
Indudablemente ciertos hombres obran con justicia por un imperativo moral, por sentirlo como
deber moral (virtud de hacer justicia), no obstante lo cual, podría hacerlo por vanidad o interés, en
cuyo caso tales actos carecerían de valor moral y no existiría tal virtud. Lo hecho por ellos tiene un
valor objetivo, que cabe distinguir del sentido con que sus autores viven esos actos. Vale decir
entonces que partiendo de un mismo acto, si lo enfocamos con relación a las otras conductas con
que interfiere, podremos valorar su justicia o injusticia; en cambio si lo encaramos con relación al
sujeto que la realiza, procederá la valoración moral de la misma conducta. Con esto creo haber
DIFERENCIADO con claridad la virtud de hacer justicia (valor moral), de la justicia misma (valor
jurídico).
2) ARISTÓTELES (s. IV a.C.): desarrolló su teoría de la justicia en la Ética a Nicómaco (Principios que
señala a su hijo cómo comportarse), donde superando el pensamiento platónico, concibe a la justicia
no sólo como una virtud, sino también como algo específico del derecho, en razón de su alteridad.
Considera a la Justicia como una proporción; lo justo es aquella medida que representa la
EQUISDISTANCIA entre lo mucho y lo poco, es decir, el justo medio. Siendo entonces toda autentica
virtud el término medio entre 2 extremos igualmente viciosos. (ejm: la generosidad es el justo medio
entre prodigalidad y la avaricia). Distingue Aristóteles varias especies de Justicia:
1. Justicia General o Universal: en este concepto amplio de filiación platónica, la justicia es
una virtud total, puesto que más que una virtud es el resultado de todas las virtudes.
2. Justicia Particular: este concepto de filiación pitagórica, según sean las circunstancias en que
juegue el principio general de “repartición igual”, como él lo llama, es decir, de igualdad,
distingue la justicia en conmutativa y distributiva (no se trata de 2 clases distintas de justicia,
sino de una distinción hecha sobre la base de las diferentes circunstancias en juega el
principio general). (aplicada al caso concreto).
a. Justicia Conmutativa (de conmutare, cambiar): o igualadora (Aristóteles la llama
correctiva o rectificadora): es la que se refiere al cambio de cosas o de servicios,
cuando no interesa para nada el valor de las personas. Consiste en la equivalencia
exacta entre la cosa recibida y la dada en compensación, razón por la cual la
igualdad (esencia de la justicia) exige que nadie dé ni reciba de más ni de menos.
Simboliza una proporción aritmética. (ejm: servicios públicos)
b. Justicia Distributiva (o proporcional como la llama Aristóteles): Funciona aqué el
principio general teniendo en cuenta el valor de las personas, y en consecuencia, si
las personas no son iguales, la autentica igualdad exige que no se les asigne cosas
iguales, sino proporcionadas a sus respectivos merecimientos. La Justicia Distributiva
es comparada con una proporción geométrica (por estas comparaciones Aristoteles
fue llamado el “matemático de la justicia”). El criterio de la J. Distributiva tiene
especial aplicación en el reparto de cargas, honores o recompensas, que debe
hacerse respectivamente, según la situación particular o el mérito de las personas.
(ejemplo: salario familiar, se tiene en cuenta el nro de familiares a cargo).
Aristóteles comprendió cabalmente que la aplicación de la ley a los casos concretos –dado el carácter
general que suele tener. Podía originar muchas injusticias, por lo que para salvar el inconveniente, recurría a
la EQUIDAD.
3) ROMA
4) SANTO TOMÁS DE AQUINO (1225-1274)
5) LA ESCUELA CLÁSICA DEL DERECHO NATURAL
6) RODOLFO STAMMLER (1856-1938): Figura cumbre de la filosofía del derecho ha sido el restaurador
de esta disciplina desacreditada por las corrientes empiristas (sobre todo el positivismo) que
predominaron en la mayor parte del siglo XX. De posición filosófica kantiana, llevó el cristicismo al
campo de la filosofía jurídica y por eso se ha dicho que es el Kant de la Filo. Del Derecho.
Kant en lo que se refiere al problema de la fuente del conocimiento (es decir, a cómo se origina nuestro
saber), sostuvo que todo conocimiento se compone de 2 elementos: el empírico que nos da el
contenido, y el racional que nos da la forma, por eso la razón sola, no nos da un auténtico conocimiento,
pasando lo mismo con la sola experiencia. Superó de este modo la tradicional oposición entre el
empirismo y el racionalismo. Traigo esto a colación porque así se va a comprender mejor la solución de
Stammler al problema de la justicia, que resulta de aplicar un método crítico.
ESTABLECE EL ESTADO DEL PROBLEMA:
Se encuentra frente al problema de justicia, con el viejo pleito entre razón e historia pugnando por
excluirse mutuamente: el racionalismo (afirmando la posibilidad de lograr un criterio ideal de validez
absoluta y reivindicando para la razón el derecho absoluto de construirlo). A su vez el empirismo
(negando seriedad científica a ese problema y sosteniendo que sólo hay ideales de justicia, variables en
el tiempo y en el espacio).
PRINCIPIOS DE UN DERECHO JUSTO: Se puede establecer principios “formales” (por eso es esta una solución
afirmativa-formalista) es decir, de contenido abstracto y general (no concreto), que nos sirvan frente un
derecho positivo determinado para establecer si es o no justo. Estos principios de justicia , no pueden
consistir en ningún contenido concreto o histórico, sino que deben ser necesariamente formales (una guía o
método orientador) para que tengan validez absoluta y universal.
Los principios de un derecho justo:
I. Principios de respeto:
1. Una voluntad no debe quedar nunca a merced de lo que otro arbitrariamente disponga;
2. Toda exigencia jurídica deberá ser de tal modo que en el obligado se diga viendo al prójimo.
II. Principios de solidaridad:
1. Un individuo jurídicamente vinculado no debe nunca ser excluido de la comunidad por la
arbitrariedad de otro;
2. Todo poder de disposición otorgado por el Derecho, sólo podrá excluir a los demás, de tal
modo que en el excluido se siga viendo al prójimo.
LA EQUIDAD:
Para juzgar, es decir, para resolver conflictos interhumanos, se puede proceder de 2 maneras desde el punto
de vista de la menor o mayor libertad que tenga el juzgador. Son las siguientes:
1. Juzgar “conforme a derecho” (o “según derecho”): Con este método, el juzgador debe resolver el
conflicto ajustándose a una norma o normas preestablecidas. Tal sistema es sin duda el mejor para
lograr justicia verdadera y seguridad jurídica, pero como toda norma es un marco de posibilidades
(Kelsen), dentro del cual el juzgador decide optando por una de las soluciones posibles, la solución
elegida debe fundarse no sólo en razones lógicas, sino también en una valoración, pues se elige
habitualmente la solución más justa. Entonces juzgando conforme a derecho, intervienen diversos
valores jurídicos entre los cuales se destaca la justicia como valor supremo, pero actuando siempre
dentro del correspondiente marco normativo.
2. Juzgar “por equidad” (o “según equidad”, o “según su leal saber y entender”, o “a ciencia y
conciencia”, o “a verdad sabida y buena fe guardada”): Según este método, el juzgador no está
sometido a una norma predeterminada, sino que resuelve de acuerdo a su personal criterio de justicia,
siempre y cuando dicho criterio sea reconocido por la comunidad, como susceptible de constituir una
norma general para la solución de casos semejantes al resuelto. Esto implica sostener que no será
equitativa cualquier decisión arbitraria del juzgador, es decir, cualquier criterio puramente subjetivo,
sino que ese criterio nacido de una subjetividad, tiene que ostentar para ser equitativo, diversos
aspectos que le den carácter de objetivamente justo, de justicia objetiva, implica decir que deberá ser
reconocido como justo por la comunidad en general. Para ello la decisión debe armonizar von las
valoraciones vigentes en la respectiva comunidad.
Quien juzga por equidad tiene más libertad que quien lo hace conforme a derecho, no tiene una libertad
ilimitada.
Como detalle de orden técnico-jurídico, cabe consignar que quien juzga por equidad, crea con
posterioridad al caso a resolver, la pertinente norma individual que contiene la solución.
CONCEPTO: La equidad no es simplemente la justicia del caso particular, se la puede definir como La
justicia del caso particular, inspiradora de una decisión que la comunidad acepta, como norma general
válida para solucionar casos semejantes al resuelto.
La equidad no es algo esencialmente distinto de la justicia, sino una modalidad de la misma; en
consecuencia, un fallo no puede ser equitativo e injusto al mismo tiempo, porque si es equitativo es
justo y si es injusto no puede ser equitativo.
Vinculando la equidad con las fuentes del derecho, cabe afirmar que es una fuente material.
DOBLE FUNCIÓN DE LA EQUIDAD: Humanitaria (o morigeradora) e Integradora (o supletoria).
Para juzgar por equidad es indistinto que haya norma que prevea el caso o que no la haya, pero estas 2
situaciones diferentes permiten distinguir las 2 funciones que puede cumplir la equidad:
1) Integradora (o supletoria) cuando NO la hay: Si no hay prescripción que prevea el caso, la cuestión
es más simple pues no hay obstáculo alguno, entonces el juzgador suple la falta de previsión
legislativa, suple la ausencia de fuentes formales del derecho, creando una norma individual para
resolver el caso. Por eso la equidad funciona aquí como integradora del ordenamiento jurídico, con
las limitaciones.
2) Humanitaria (o morigeradora) cuando HAY norma: Si hay norma que prevea el caso, pueden
plantearse a su vez 2 situaciones, en cualquiera de las cuales la equidad cumplirá una función
humanizadora o morigeradora de la norma o normas aplicables. Se evita de este modo la injusticia
que importaría aplicar la prescripción respectiva al caso concreto planteado, aunque la norma en su
generalidad pueda ser justa. Las 2 situaciones posibles:
a. Que el juzgador esté autorizado por el O.J. para apartarse de él en ciertos casos: Esto suele
suceder cuando la aplicación estricta de la ley provocaría una gran injusticia. (Ejemplo: el
hurto de un pan por un famélico, el caso de Jean Valjean relatado por Victor Hugo). Aquí se
ve la injusticia que resulta a veces de aplicar estrictamente una ley, que en su generalidad
puede ser justa, y la función humanitaria que puede tener la equidad, perdonando al
imputado en virtud de las circunstancias del caso. En situaciones como esta, dice Legaz y
Lacambra, “la misma justicia exige la práctica de la equidad, es decir, el no aplicar el
esquema lógico y abstracto de la norma, sino una medida adecuada a esos elementos
individuales; lo contrario sería faltar a la equidad, y faltar a la equidad sería faltar a la
justicia, pues sería tratar igualmente lo desigual, y lo desigual ha de tratarse desigualmente”.
b. Que el juzgador NO esté autorizado por el O.J. para apartarse de él: conviene referirse a
esta posibilidad, porque aun en esta situación, los jueces fallan a veces contra lo dispuesto
por “la ley”, fundándose en razones de equidad. Dichas sentencias suelen tener
confirmación de los tribunales superiores, por la sencilla razón de que el criterio personal de
justicia en que se fundan, armoniza con las valoraciones de la justicia predominantes en la
respectiva comunidad.
EQUIDAD Y TRIBUNALES DE EQUIDAD:
No es necesario para juzgar por equidad, que haya tribunales de derecho por un lado y tribunales de
equidad por otro, como sucedió en Inglaterra hasta que fueron unificados en la segunda mitad del siglo XIX
(años 1873/1875). Queda aclarado entonces que lo mejor es que los tribunales de derecho estén autorizados
en ciertos casos, a juzgar por equidad.
LA EQUIDAD EN NUESTRO DERECHO: En principio, dentro de nuestro régimen jurídico, los jueces no pueden
aplicar la equidad para mitigar el posible rigorismo de las leyes: éstas deben ser aplicadas tal como disponen,
por severas que sean (dura lex, sed lex). No obstante lo antedicho y sin perjuicio de la elasticidad que tienen
los jueces en la aplicación al derecho (lo que permite en medida variable su aplicación equitativa) hay ciertas
instituciones que contemplan la aplicación de la equidad. Por ejemplo: el indulto y la conmutación de penas
(art. 99, inc.5 de la C.N). También el Código Civil, después de la reforma de 1968, establece varios casos en
los que puede ser aplicada la equidad (arts. 907,954, 1069)
TRASFONDO FILOSÓFICO DEL SISTEMA CONTINENTAL: En los países de filiación romana –como el nuestro-
los filósofos y juristas tienen una particular manera de pensar el derecho, que es predominantemente
racionalista, porque consideran en un primer plano las normas jurídicas (especialmente la ley), mientras
que los hechos quedan atrás. La concepción racionalista comprende no sólo la etapa de interpretación y
aplicación del derecho, sino también la de creación legislativa.
EL “COMMON LAW”
ACLARACIONES PREVIAS: Este nombre es la designación más generalizada para identificar a los sistemas
jurídicos predominantemente jurisprudenciales, es sólo 1 de los 4 significados en que es usada la expresión
common law y que son los siguientes:
1. Amplísimo: designando pues a cada clase de sistema jurídico predominantemente jurisprudencial.
2. Amplio: designa toda la jurisprudencia de dicha clase de sistema.
3. Restringido: hace referencia a una sola de las 2 ramas jurisprudenciales del derecho
angloestadounidense.
4. Sentido originario: para designar a una parte del antiguo derecho inglés.
CONCEPTO: la expresión common law es usada en 4 sentidos bien diferenciados, designando lo siguiente:
1. La clase de sistema jurídico predominantemente jurisprudencial: es decir, el derecho
angloestadounidense en su totalidad. En este sentido amplísimo puede hablarse de common law inglés,
common law estadounidense, etc.
2. Una parte del antiguo derecho de Inglaterra (y EE.UU.): el constituido por las costumbres jurídicas
generales.
3. La jurisprudencia en su totalidad, de los tribunales angloestadounidenses: el empleo de este
significado, es habitual en los juristas angloestadounidenses y lo ha sido tradicionalmente. Este
significado surgió cuando las costumbres antiguas fueron sustituidas por la jurisprudencia de los
tribunales. A este respecto no debemos olvidar que en el common law en sentido amplísimo, el vocablo
“jurisprudencia” sólo se usa para denominar a la Ciencia Dogmática del Derecho, y no para designar la
fuente jurídica llamada “precedentes judiciales” y también “derecho de casos”.
4. Una rama de la jurisprudencia angloestadounidense: es la emanada de los clásicos tribunales ingleses
llamados common law courts, por oposición a la otra rama, equity (equidad), surgida de los
denominados tribunales de equidad. Lo afirmado implica decir que el derecho angloestadounidense,
poseía y posee un sistema dualista de jurisprudencia.