El Aura
El Aura
El Aura
2016
Albújar Escuredo, Miguel A., "Reseña: El Aura de Fabián Bielinsky" (2016). Theses, Dissertations, Student Research: Modern Languages
and Literatures. 25.
http://digitalcommons.unl.edu/modlangdiss/25
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El Cineclub Otoño 2016
2.- ¿Cuál es tu opinión sobre la película? ¿Cuál es la moraleja que se extrae de ella?
Resumen:
general de los dioramas y hablan de la mala salud del primero. Luego se presentan en la
zona administrativa del edificio para cobrar por su trabajo. En ese lugar observan a unos
guardas durante el turno de llenado y recogida de la caja fuerte. El personaje de Darín se
pregunta cuánto dinero contendrá la caja fuerte y cuánto transportaran los guardias. Calcula
una suma aproximada y pasa a relatar cómo hipotéticamente podría conseguirse asaltar la
caja fuerte del edificio, que conoce a la perfección. No es la primera vez que Esteban
fantasea con un tema parecido enfrente de un conocido. Se declara un hombre metódico,
incluso memoriza el número de serie de las bolsas con las que transportan el dinero.
Después del plan ideal de Esteban, su compañero le ofrece acompañarle en una expedición
de caza al campo; no acepta al principio, debido a las aprensiones de su mujer. Al llegar a
casa, empero, su mujer se ha marchado y algo turbado decide acertar la invitación. Es
jueves. Llegan al lugar de caza después de tomar un avión y subir a un jeep. Resulta ser un
hotel y casino que no tiene plazas libres, se celebra durante esa semana la clausura del
establecimiento y han llegado turistas de todos los rincones. El hotelero, ansioso por atajar
la ira del amigo, al ser este un cliente habitual, les aconseja ir a un complejo de cabañas
más alejadas del pueblo, pero más próximas al coto de caza al que quieren acudir al día
siguiente. Allí, después de una breve discusión con uno de los trabajadores, consiguen
aposento. La residencia central del complejo está llena de fotografías mostrando al mismo
hombre rodeado de diferentes presas ya abatidas. En el mismo lugar alquilan un rifle para
Esteban, ya que él no posee ninguno.
está autorizado a conducir, pese a que sabe hacerlo. Ella se interesa por la sensación que
le provocan los ataques. Esteban responde que antes de tener uno siente “el aura”, una
puerta abierta en su cabeza que deja pasar cosas. La sensación es inminente, horrible y
perfecta. No hay alternativa, por eso es libre en esos momentos antes del ataque. Decide ir
a Cerro Verde, una fábrica en el lado norte del pueblo (el lugar que escuchó en los
mensajes de móvil). Allí es testigo de un asalto armado y un tiroteo en la misma fábrica. Él
ve cómo transcurre todo desde el exterior del edificio. Sigue a uno de los asaltantes huido y
herido hasta un descampado donde observa cómo abandona el coche robado, y entre
titubeos, arrastres y caídas, tapándose la herida de bala en la boca del estómago, muere.
Frente a frente el escapado, muerto, y el perseguidor, que se hace con la llave que porta el
otro al cuello. Una llave que Esteban no sabe qué abre. Llave consigo y perro desobediente
y clarividente llega a la cabaña del exitus. Allá tiene acceso a las notas del propietario,
contabilidad exacta de un lugar desconocido y descubre el apartado secreto que guarda un
arma imprevista. Obtiene las fotos de seguimiento, los planes de asalto, las orientaciones
preparativas, las repeticiones rutinarias, los registros mecánicos: la oportunidad y el
momento. Esteban vuelve al hotel-casino que no tenía plazas libres para él y su colega.
Lleno y fulgurante el garito desata un aire de vulgaridad y provincialismo de invierno.
Esteban prueba suerte en la mesa. Trampea y cae en la trampa. Las fichas antiguas que
usa lo delatan, no le pertenecen, pertenecen a otro que en su puta vida, a diferencia de
Esteban, sí ha entrado en un casino. El hombre del casino piensa que Esteban ha ido hasta
allí por mandado del marido desaparecido, y Esteban le sigue el juego haciéndose pasar
por un socio de la capital. Una vez en el juego, el personaje de Darín, aprovechando que el
hombre ignora el estado mortal del marido, le revela el plan de asalto al casino. Esteban, en
su vuelta a la residencia, para en un bar de carretera. Ella resulta ser una prostituta, la
pequeña delata a todos sabiendo sin saber. Esteban, silencioso, escucha, atento, aprende,
pormenorizado, y memoriza, del primero al último. Al llegar a la cabaña es descubierto por
los compinches del marido, que ya han vuelto a buscarlo. Tienen decidido ejecutarlo perdido
en el bosque. Esteban, a la desesperada, maquilla la historia para entrar en el juego, de
nuevo, salvar la piel y sacar al marido desaparecido. El cuñado miente sorpresivamente y lo
encubre. Esteban cubre la apuesta y arma el plan para el robo en el mismo momento, en el
bosque de rodillas, sabiendo que el cuñado bien miente y lo encubre para entrar en el
atraco. Los socios, ignorantes del embuste, creen la avaricia y la falta de tiempo. Después
de dar a Esteban una tunda, metódica pero inofensiva, medio desquite medio rito de
iniciación, aceptan la operación bajo presión. El cuñado y Esteban se confiesan al caer de la
noche, queda dicho que el marido muerto sí va a volver, Esteban sigue maquillando,
evitando perder así a su único aliado y valedor en toda la intriga.
Es domingo. La mujer sospecha ante el hecho de que todos los habitantes del
complejo de cabañas se conocen de una u otra manera. Decide ir a la iglesia, Esteban la
acompaña en el vehículo. Conserva la desubicada llave. Al volver del pueblo la camioneta
se ahoga. Hay que esperar. Dentro de la camioneta hablan. Ella explica cómo salió de su
casa. El marido apaleó al padre, maltratador, y después la chica fue apaleada por el marido,
maltratador. La camioneta ronronea de nuevo. En la residencia Esteban se reúne con sus
socios y marchan al prostíbulo, donde capturarán al día siguiente a los guardias que vienen
de vuelta de recoger la recaudación del casino. Él estará en el hotel, vigilando la salida del
dinero. Habla de la llave ahora ubicada, ahora apropiada a la seguridad de la empresa y de
cómo abre la caja interior del furgón de seguridad, la llave que encontró al cuello del
asaltante muerto y que tiene de pasaporte escondida. Por la noche Esteban descubre que
caótico, responde a las coordenadas ajenas de un entorno que Esteban no puede controlar.
El abandono de su mujer, su incapacidad para matar a un ciervo, el deseo hacia la
hospedera, su necesidad de huir de la monotonía que le ha disecado en vida le lleva a
cruzar la frontera hacia un territorio desconocido. De alguna manera Esteban escoge el
reino del “aura” en perjuicio del laboratorio de taxidermia. En vez de interactuar con sujetos
ya muertos, se inmiscuye en la vida y la muerte de los vivos. Es en ese momento cuando el
personaje de Ricardo Darín se interna en la puerta abierta hacia sus mente, y también hacia
las emociones que hasta entonces estaban reprimidas. Siente la libertad del riesgo, lejos de
la ciudad, de su entorno inmediato, allí donde es un recién llegado y un desconocido entre
desconocidos, el bosque, un no-espacio ilimitado.