Examen de Conciencia Arrepentimiento Confesión
Examen de Conciencia Arrepentimiento Confesión
Examen de Conciencia Arrepentimiento Confesión
EXAMEN DE CONCIENCIA
Traducido de: "Brother, save yourself" Hermano Sálvese usted mismo
por el muy Rev. James Alberione, S.S.P, S.T.D
[5] No matarás.
[7] No hurtar.
He mentido?
He chismoseado?
https://www.theworkofgod.org/Spanish/examen.htm 1/13
3/23/2021 Examen de conciencia, arrepentimiento, confesión
He hablado a las espaldas de alguien?
He sido sincero en mis negocios con otros?
Soy crítico, negativo or falto de caridad en mis pensamientos de los demás?
Mantengo secreto lo que debería ser confidencial?
Imprimatur:
+ Francis Cardinal Spellman
Archbishop of New York
Nihil Obstat:
John M.A. Fearns, S.T.D
Censor Librorum
Juan 20:21-23
21 Jesús les dijo otra vez: «La paz sea con vosotros. Como el Padre me envió, también yo os envío.»
22 Dicho esto, sopló sobre ellos y les dijo: «Recibid el Espíritu Santo.
23 A quienes perdonéis los pecados, les quedan perdonados; a quienes se los retengáis, les quedan retenidos.»
Acto de Contrición
Señor mío Jesucristo
"Señor mío Jesucristo. Dios y Hombre verdadero. Creador, Padre y Redentor mío. Por ser vos quien sois y porque os amo sobre todas las cosas,
me pesa de todo corazón haberte ofendido. Propongo firmemente nunca más pecar, apartarme de todas las ocasiones de ofenderte, confesarme
y cumplir la penitencia que me fuere impuesta.
Os ofrezco Señor mi vida, obras y trabajos en satisfacción de todos mis pecados. Así como os suplico, así confío en vuestra Divina Bondad y
Misericordia Infinita. Me perdonareis por los méritos de vuestra Preciosa Sangre, Pasión y Muerte y me daréis vida y gracia para enmendarme y
para perseverar en vuestro santo servicio hasta el fin de mi vida. Amen.
Amén".
Cuando tu vayas a la confesión, a esta fuente de Misericordia; la Sangre y Agua que fluyó de my Corazón siempre fluye sobre tu alma... En el
Tribunal de la Misericordia [El Sacramento de la Reconciliación] ... los milagros mas grandes toman lugar y se repiten incesantemente ...Aquí la
miseria del alma se encuentra con el Dios de Misericordia.
Vengan con fe a los pies de mi representativo... Yo mismo estoy esperandoles allí. Yo tan solo estoy escondido por el Sacerdote... Yo mísmo actúo
https://www.theworkofgod.org/Spanish/examen.htm 2/13
3/23/2021 Examen de conciencia, arrepentimiento, confesión
en tu alma... Haz tu confesión ante Mi.
La persona del Sacerdote es, para mi, solamente una pantalla. Nunca analices que clase de Sacerdote es que Yo estoy usando; ábrele tu alma
en la confesión como si lo hicieras conmigo, y Yo te llenaré con My Luz...
Así estuviera un alma como un cadáver descompuesto, de tal manera que desde el punto de vista humano no hubiera esperanza de restauración
y que todo ya estuviera perdido, no es así con Dios.
El milagro de la Divina Misericordia restaura esa alma en plenitud.... Desde esta fuente de Misericordia las almas atraen gracias solamente con la
vasija de la confianza. Si su confianza es grande, no hay limite a mi generosidad.
Nuestro Señor ha enfatizado la necesidad de que nosotros vayamos a la confesión y de que le recibamos en la Sagrada Eucaristía para que
podamos obtener los mas grandes regalos de su Misericordia.
Redacción (Viernes, 06-04-2012, Gaudium Press) A continuación ofrecemos a nuestros lectores un modelo examen de conciencia de inspiración
ignaciana, para aquellos que se preparan para una Confesión General.
Asimismo, el modelo a seguir puede ser usado para fortalecer la vida de piedad y para una mejor preparación para la confesión regular:
• Sentimiento del desorden de mis operaciones, para que las aborrezca y me enmiende y me ordene.
• Conocimiento del mundo para que lo aborrezca y aparte de mi las cosas mundanas.
Para todo esto servirá mucho el examen bien hecho de nuestra vida, no precisamente como quien hace examen para la confesión, sino para ver,
además de nuestros pecados, el desorden que hay en todas nuestras acciones.
Tienes que hacer desfilar delante de ti todo lo que compone la trama de tu vida: tu oficio o profesión con las ocupaciones que llevan consigo, tus
obligaciones particulares, las personas con quienes tratas: amigos, sirvientes, supervisados, superiores... los sitios que frecuentas, en que
empleas el domingo, cuáles son tus diversiones, tus peligros...
No te contentes con catalogar tus faltas. Procura averiguar cuál es, en la fortaleza de tu alma, el punto vulnerable por donde más fácilmente te
puede derrotar el enemigo, la materia más frecuente de tus confesiones, el obstáculo mayor para tu santificación, aquel vicio, vencido el cual, todo
lo demás quedaría allanado...
Procura darte cuenta de si avanzas o retrocedes..., si va decayendo el temple de tu espíritu..., si mejora tu carácter o va empeorando...
Para eso, no ti contentes con recorrer los puntos de este examen: lo esencial está en que contestes mentalmente a cada pregunta después de
pensar un poco.
1. Los Mandamientos
https://www.theworkofgod.org/Spanish/examen.htm 3/13
3/23/2021 Examen de conciencia, arrepentimiento, confesión
1. ¿Has jurado con mentira o con duda? ¿Cuántas veces?
2. ¿Has jurado vengarte? No te obliga y no debes cumplirlo.
3. ¿Has jurado sin necesidad o por mala costumbre?
4. ¿Has dicho blasfemias (contra Dios, la Hostia, la Virgen, los santos y las cosas sagradas)? ¿Cuántas veces? (Al ano, al mes, a la semana...)
5. ¿Has dicho palabras irreverentes, chistes irreligiosos?
6. ¿Has dejado de cumplir, pudiendo, algún voto que hiciste o alguna promesa grave?
7. ¿Has maldecido o echado imprecaciones?
HIJOS
PADRES
ESPOSOS
https://www.theworkofgod.org/Spanish/examen.htm 4/13
3/23/2021 Examen de conciencia, arrepentimiento, confesión
43. ¿Has impedido la obre de Dios en el matrimonio?
44. ¿Te has ausentado mucho tiempo sin su consentimiento?
HERMANOS
5º NO MATAR
https://www.theworkofgod.org/Spanish/examen.htm 5/13
3/23/2021 Examen de conciencia, arrepentimiento, confesión
2º CONFESAR, A LO MENOS, UNA VEZ AL ANO, O ANTES SI HAY PELIGRO DE MUERTE O SE HA DE COMULGAR
¿Te has confesado bien por lo menos una vez al año? ¿Y en peligro de muerte?
5º PAGAR DIEZMOS Y PRIMICIAS A LA IGLESIA [Es decir, atender a las necesidades de la Iglesia, contribuyendo según las leyes y laudable
costumbre de cada región - Canon 1502]
¿Has dado para el culto lo que se acostumbre? ¿Eres generoso en sostener las obres buenas, de apostolado, Misiones, etc.?
Soberbia. ¿Te dejas dominar de ella y fomentas sentimientos de vanidad y de orgullo? ¿Has saboreado deliberadamente los aplausos y
alabanzas y has buscado eso con desorden? ¿Te contemplas con vanagloria? ¿Desprecias a los que te rodean? ¿Te envaneces por el puesto
que ocupas?
Avaricia. ¿Piensas solo en los bienes de este mundo? ¿Sientes un ansia excesiva de enriquecerte por codicia? ¿Tienes demasiado apego al
dinero?
Lujuria. ¿Buscas con afán y por sistema los refinamientos, placeres y comodidades? ¿Eres blando en tus costumbres, dejándote llevar de la
carne en tus diversiones? ¿Abusas de la vida de bar, cine, baile?
Ira. ¿Te dejas llevar del genio y te enfadas con facilidad? ¿Soportas con paciencia las adversidades y molestias de los demás, y todo lo que te
contraria?
Gula. ¿Procuras guardar orden y la debida moderación en el comer y en el beber? ¿Te dejas llevar de la bebida fácilmente? ¿Eres sensual y
refinado con exceso?
Envidia. ¿Te domina la envidia y llevas a mal el que otros tengan más o sean mejores o más felices que tú? ¿Tienes anchura de corazón para
saber alegrarte del bien ajeno tanto como del propio?
Pereza. ¿Has sido negligente y comodón en tus obligaciones? ¿Malgastas el tiempo en la ociosidad? ¿Te dejas de la pereza: al levantarte, en el
trabajo, en tus descansos?
Patronos
https://www.theworkofgod.org/Spanish/examen.htm 6/13
3/23/2021 Examen de conciencia, arrepentimiento, confesión
14. ¿Haces lo posible por mantenerte dentro de los justos límites al realizar los beneficios o te aprovechas de las circunstancias sin poner freno a
la codicia?
15. ¿Cumples con la justicia social, cooperando al remedio de las terribles circunstancias?
16. ¿Derrochas criminalmente en lujo y ostentación?
17. ¿Dedicas algún tiempo del día a tus deberes familiares o te dejas absorber por completo por tus negocios?
18. ¿Guardas equidad en el reparto de cargos y provechos entre los supervisores, empleados y obreros?
19. ¿Has permitido que se arreglen las cosas a capricho de los caciques que quieren aprovecharse?
20. ¿Das a tus obreros ejemplo de patrono católico por tu piedad y tu moralidad?
Empleados
21. ¿Te hallas habitualmente bien dispuesto respecto de tus patronos? ¿Los miras sin aversión y sin odio?
22. ¿Cumples fielmente con tu obligación de trabajar el tiempo debido?
23. ¿Eres diligente en el trabajo y cuidas debidamente de las cosas de tus patronos?
24. ¿Les haces daño en sus bienes con mala intención?
25. ¿Lo criticas con tus compañeros o amigos?
26. ¿Defiendes la honra de Dios sin dejarte llevar de miedo alguno?
27. Conciencia profesional: ¿como la tengo formada y como actúo en el ejercicio de mi profesión?
¿Doy el tiempo conveniente al trabajo? ¿A mi obligación?
¿Se yo ver en mi trabajo la voluntad de Dios y lo tomo con espíritu cristiano y sobrenatural?
¿Trabajo a conciencia, de lleno, con entusiasmo?
¿Procuro solo cumplir y llenar el expediente?
¿Sé buscar mi legítima satisfacción en el trabajo hecho con esmero y perfección?
¿Tengo amor al trabajo o lo considero como una desgracia?
¿Tengo conciencia clara de mis obligaciones?
¿Tengo desarrollado el sentido de responsabilidad?
¿Soy lento en el trabajo, remolón, flojo?
¿Abuso de mi cargo, tomo lo que no es mío?
¿Procuro hacer "cristiana" mi profesión, elevando mi trabajo a Dios por la intención y santificándolo por el esmero que ponga en hacerlo a
conciencia?
Cada día: hora fija para acostarme y hora fija para levantarme por la mañana. Comienzo del día: hora de empezar el trabajo (hechas las oraciones
de la mañana) con puntualidad para hacerlo con exactitud.
Cada mes: retiro de perseverancia en el fruto de los Ejercicios: un día especial para mi conciencia y mi espíritu.
Cada año: actos anuales: vacaciones, Ejercicios en retiro, balance económico y espiritual del año...
¿Soy avaro del tiempo (que es más que oro) o lo despilfarro? (Conversaciones inútiles, ociosidad, languidez, disgregación de la atención, falta de
plan de trabajo...
¿Es para mí el tiempo un capital negociable que Dios pone en mis manos?
¿Qué tiempo dedico a la lectura de libros serios? (De formación, apologética, religiosos).
¿Como guardo las fiestas? ¿Me contento solo con la Misa pudiendo dedicar más tiempo a la piedad?
Misa y comunión diarias: con qué preparación y con qué fruto espiritual que se note durante el día.
Mis oraciones: como las hago: por rutina, de prisa o con fervor, despacio, con esmero en rezar bien.
¿Hago lo que puedo y debo, o podría hacer mucho más para cultivar mi piedad y cumplir mis obligaciones religiosas?
https://www.theworkofgod.org/Spanish/examen.htm 7/13
3/23/2021 Examen de conciencia, arrepentimiento, confesión
En el cuerpo: ¿Como aguanto el frío, el calor, el cansancio, las molestias pequeñas? ¿Domino mis sentidos: la vista, el oído (curiosidad)? ¿No
podría practicar alguna penitencia conveniente?
En la imaginación: ¿La dejo fantasear o la domino con mana? ¿La excito con novelas y películas?
En la voluntad: ¿Se sufrir contrariedades y aguantar? ¿Se sonreír en la adversidad? ¿Me mantengo sereno en la desgracia?
En el corazón: ¿Freno mis vehemencias? ¿Controlo mis afectos: simpatías, manías, repugnancias, odios? ¿Vigilo mis ímpetus internos
desconfiando del corazón ciego?
EXAMEN DE LA RIQUEZA
¿De dónde viene? (De ganancias justas o injustas, de fuente limpia o turbia).
¿En qué se va? ¿Doy lo necesario para lo necesario? ¿Doy lo conveniente para lo conveniente?
¿Qué dinero dejaré a mis hijos: ¿Saneado o amasado con lágrimas y arrebatado a otros?
¿Me sobra demasiado capital? ¿No podría emplear mejor mi dinero: con más orden, más cristianamente, más santamente?
Mi alegría: ¿Soy sanamente alegre? ¿Doy la importancia debida a un ambiente interior alegre, claro, risueño siempre?
¿Se combatir y reaccionar contra la fatal tristeza, engendradora del pesimismo derrotista?
Mi ciencia: ¿Cultivo mi inteligencia o la dejo atrofiarse lamentablemente? ¿Aumenta el depósito de mis conocimientos o vivo solo de rentas? ¿Me
contento solo con una capa de barniz o busco un conocimiento profundo? ¿Me anima la curiosidad científica o me domina la curiosidad malsana?
¿Soy pedante y atrevido?
Mi fama: ¿Procuro merecer la buena fama con medios legítimos? ¿Soy ambicioso? ¿Me despreocupo con exceso de la opinión de los demás o
soy su esclavo?
Estos bienes míos y otros: ¿Como los empleo? ¿Ordenadamente, según la voluntad de Dios? ¿No los podría usar de manera más útil y más
virtuosa? ¿Como los podría ampliar? ¿Como los podría santificar?
¿Qué cosas buenas tengo? ¿Reconozco en mí algunas virtudes? ¿Me doy cuenta de las que me son necesarias?
Mi fe: ¿Es viva, apagada, muerta? ¿Instruida o ignorante? ¿Teórica o aplicada a toda mi vida?
Mi caridad: ¿Puedo decir con verdad que amo a Dios? ¿Solo cuando me salen bien las cosas? ¿Me ejercito en actos de amor de Dios?
Mi caridad con el prójimo: ¿Lo amo como a mí mismo? ¿Gozo haciendo el bien? ¿Me sacrifico por los demás? ¿Me gusta hacer favores? ¿O soy
egoísta, interesado, replegado sobre mi mismo?
¿Tengo prudencia? ¿Procedo con reflexión, con calma, con ponderación? ¿O con demasiada prudencia?
¿Tengo justicia? ¿Doy a cada uno lo suyo, con rectitud, sin favoritismo, sin adulación?
¿Tengo fortaleza? ¿Soy ancho de corazón para comprender, valiente para empezar, magnánimo para ejecutar, constante para perseverar, entero
para no cejar, tenaz para terminar? ¿O lo soy con exceso?
https://www.theworkofgod.org/Spanish/examen.htm 8/13
3/23/2021 Examen de conciencia, arrepentimiento, confesión
¿Cuál es el vicio que predomina en mí? ¿Qué costumbre mala tengo más arraigada? ¿Empiezo a tener algún vicio? ¿Lo descuido y lo voy
dejando crecer? ¿Qué medios pongo para desarraigarlos? Los vicios principales son los siete pecados capitales.
Tengo que examinar: mis compañías, mis diversiones, cines, teatros, otros espectáculos, televisión, bailes, excursiones, fiestas de sociedad,
noviazgo, vida de club, de bar...
Omisiones culpables, de cosas obligatorias. Omisiones inculpables, pero de obras buenas que podría haber hecho.
¿No podría haber trabajado mas, estudiado más, mejor, con más método y actividad?
¿No podría haber hecho algún bien a los míos o a los extraños?
¿Me doy cuenta de mi responsabilidad por el bien que dejo de hacer? (Las miserias que puedo remediar, penas que puedo consolar, almas que
puedo salvar.) ¿Me preocupa la idea de que nuestros actos nos siguen: somos víctimas de nuestro propio pasado y soy yo quien preparo mi
propio porvenir feliz o desgraciado? ¿Dejo transcurrir mi vida estéril y voy acumulando omisiones, como cantidades negativas?
¿Qué clase de diversiones prefiero? ¿Las activas (deporte en sus mil formas) o las pasivas (tan fáciles como enervantes, sobre todo la televisión
y el cine?
Mis lecturas: ¿Leo solo novelas? ¿Como las leo? ¿Con que fin? ¿Sigo método en mi plan de lectura? ¿Tengo moderación? ¿Se interrumpir a
tiempo?
https://www.theworkofgod.org/Spanish/examen.htm 9/13
3/23/2021 Examen de conciencia, arrepentimiento, confesión
Mis conversaciones: ¿De qué hablo con más frecuencia? ¿Tengo temas tópicos o maniáticos? ¿Soy limpio y correcto al hablar? ¿Evito lo
peligroso, lo poco caritativo, lo obsceno?
EXAMEN DE TODO
Mis debilidades y como las corrijo. (Respeto humano, flojedad, contemporización, inconstancia, volubilidad, vanidad, egoísmo, interés,
descontento, alineamiento...)
Mis cosas; las de mi uso: mi habitación, mis muebles, mis utensilios, mis trajes y adornos...
Mis abusos y como los he de corregir. (Abusos en la comida, en la bebida, en el tabaco, en el juego, en los refinamientos, en el vestido,
diversiones, lecturas y aficiones?
Estudiar los medios que puedo emplear para evitar el vicio y el desorden, y para adelantar cada día mas en virtud y perfección.
Cuarto, cuáles son los obstáculos especiales que tu encontraras para el servicio de Dios nuestro Señor,
Quinto, cuáles son los medios que vas a emplear para vencer esas dificultades particulares tuyas,
https://www.theworkofgod.org/Spanish/examen.htm 10/13
3/23/2021 Examen de conciencia, arrepentimiento, confesión
1er Ejemplo de un hombre que hacía malas confesiones, y después, cuando quiso confesarse debidamente, no pudo; porque bien lo expresa el
mismo Dios cuando dice: Me buscaréis y no me hallaréis y moriréis en vuestro pecado. Dice San Ligorio que en los anales de los Padres
Capuchinos se refiere de uno que era tenido por persona de virtud, pero se confesaba mal. Habiendo enfermado de gravedad, fue advertido para
confesarse, e hizo llamar a cierto Padre, al cual dijo desde luego: -Padre mío: Decid que me he confesado, mas yo no quiero confesarme. -¿Y por
qué?, replicó admirado el Padre. –Porque estoy condenado -respondió el enfermo-, pues no habiéndome nunca confesado enteramente de mis
pecados, Dios, en castigó, me priva ahora de poderme confesar bien. Dicho esto comenzó a dar terribles aullidos y a despedazarse la lengua,
diciendo: -¡Maldita lengua, que no quisiste confesar los pecados cuando podías! Y así, haciéndose pedazos la lengua y aullando horriblemente,
entregó el alma al demonio, y su cadáver quedó negro como un carbón y se oyó un rumor espantoso, acompañado de un hedor intolerable.
2do. Ejemplo de una doncella, que murió también impenitente y desesperada.– Cuenta el Padre Martín del Río que en la provincia del Perú había
una joven india llamada Catalina, la cual servía a una buena señora que la redujo a ser bautizada y a frecuentar los Sacramentos. Confesábase a
menudo, pero callaba pecados. Llegado el trance de la muerte se confesó nueve veces, pero siempre sacrílegamente, y acabadas las
confesiones, decía a sus compañeras que callaba pecados; éstas lo dijeron a la señora, la cual sabía ya por su misma criada moribunda que
estos pecados eran algunas impurezas. Avisó, pues, al confesor, el cual volvió para exhortar a la enferma a que se confesase de todo; pero
Catalina se obstinó en no querer decir aquellas sus culpas al confesor, y llegó a tal grado de desesperación, que dijo por último: -Padre, dejadme,
no os canséis más porque perderéis el tiempo y volviéndose de espaldas al confesor se puso a cantar canciones profanas. Estando para expirar y
exhortándola sus compañeras a que tomase el Crucifijo, respondió: -¡Qué Crucifijo, ni Crucifijo! No le conozco ni le quiero conocer. Y así murió.
Desde aquella noche empezaron a sentirse tales ruidos y fetidez, que la señora se vio obligada a mudar de casa, y después se apareció Catalina,
ya condenada, a una compañera suya, diciendo que estaba en los infiernos por sus malas confesiones.
3er Ejemplo de un joven.– En este ejemplo se deja ver claramente aquel principio: o confesión o condenación para el que ha pecado mortalmente,
y que todas las obras buenas y penitencias, sin preceder la confesión, de nada sirven para salir del miserable estado de la culpa, a no ser que se
tenga un deseo eficaz y verdadero de confesarse, si entonces no se puede. La razón es evidente: el pecado mortal tiene una malicia infinita; para
curar esta llaga infinita es absolutamente necesario un remedio infinito; este remedio infinito son los méritos de Jesucristo aplicados por medio de
los Sacramentos; resulta, pues, que si pudiéndose recibir los Sacramentos no se reciben, o a lo menos no se desean eficazmente recibir, para
cuando se pueda jamás se alcanza el remedio, como desgraciadamente sucedió al infeliz Pelagio.
Cuéntase en la crónica de San Benito de un cierto ermitaño llamado Pelagio, que, puesto por sus padres a guardar ganados, todos le daban el
nombre de santo, y así vivió por muchos años. Muertos sus padres, vendió todos aquellos cortos haberes que le habían dejado, y se puso a
ermitaño. Una vez, por desgracia, consintió en un pensamiento de impureza. Caído en el pecado viose abismado en una melancolía profunda,
porque el infeliz no quería confesarlo para no perder el concepto de santidad. Durante esta obstinación pasó un peregrino que le dijo: -Pelagio,
confiésate, que Dios te perdonará y recobrarás la paz que perdiste, y desapareció. Después de esto resolvió Pelagio hacer penitencia de su
pecado, pero sin confesarlo, lisonjeándose de que Dios quizá se lo perdonaría sin la confesión. Entró en un monasterio, en donde fue al momento
muy bien recibido por su buena fama, y allí llevó una vida áspera mortificándose con ayunos y penitencias. Vino finalmente la muerte, y confesóse
por última vez; más así como por rubor había dejado en vida de confesar su pecado, así lo dejó también en la muerte. Recibió el Viático, murió y
fue sepultado en el mismo concepto de santo. En la noche siguiente, el sacristán encontró el cuerpo de Pelagio sobre la sepultura; lo sepultó de
nuevo; mas tanto en la segunda como en la tercera noche, lo halló siempre insepulto, de manera que dio aviso al Abad, el cual, unido con los
otros monjes, dijo: “Pelagio, tú que fuiste obediente en vida, obedece también después de la muerte; dime de parte de Dios: ¿Es quizá su divina
voluntad que tu cuerpo se coloque en lugar reservado?” Y el difunto, dando un aullido espantoso, respondió: -¡Ay de mí, que estoy condenado por
una culpa que dejé de confesar; mira, Abad, mi cuerpo! Y al instante apareció su cuerpo como un hierro encendido, que centelleaba
horriblemente. Al punto echaron todos a huir; pero Pelagio llamó al Abad para que le quitase de la boca la partícula consagrada que aún tenía.
Hecho esto, dijo Pelagio que le sacasen de la iglesia y le arrojasen a un muladar, y así se ejecutó.
https://www.theworkofgod.org/Spanish/examen.htm 11/13
3/23/2021 Examen de conciencia, arrepentimiento, confesión
4º Ejemplo de la hija de un rey de Inglaterra: este caso es muy semejante al que antecede. –Refiere el P. Francisco Rodríguez que en Inglaterra,
cuando allí dominaba la religión católica: el rey Auguberto tenía una hija de tan rara hermosura que fue pedida por muchos príncipes. Preguntada
por el padre si quería casarse respondió que había hecho voto de perpetua castidad. Pedio su padre la dispensa de Roma, pero ella permanecía
firme en no aceptarla, diciendo que no quería otro esposo que a Jesucristo; tan sólo pidió a su padre que la dejase vivir retirada en una casa
solitaria, y como el padre la amaba, trató de no disgustarla, asegurándole una pensión cual a su rango convenía. Luego que estuvo en su retiro,
se puso a hacer una vida santa de ayunos, oraciones y penitencias; frecuentaba los Sacramentos y asistía muy a menudo a un hospital para
servir a los enfermos. Llevando tal género de vida, y joven todavía, cayó enferma y murió. Cierta señora que había sido su aya, haciendo oración
una noche, oyó un gran estrépito, y vio luego un alma en figura de mujer en medio de un gran fuego y encadenada por muchos demonios, la cual
le dijo: “Has de saber que yo soy la desdichada hija de Auguberto.” “¡Cómo!”, respondió la aya, “¿tú condenada después de una vida tan santa?”
“Justamente soy condenada por mi culpa”, has de saber que siendo niña gustaba que uno de mis pajes, a quien tenía afición, me leyese algún
libro. Una vez este paje, después de la lectura, me tomó la mano y me la besó. Empezó a tentarme el demonio, hasta que finalmente con él
mismo ofendí a Dios. Fui a confesarme; empecé a decir mi pecado, y mi indiscreto confesor me interrumpió: “¡Cómo! ¿Esto hace una reina?”
Entonces yo, por vergüenza, dije que había sido un sueño. Empecé después a hacer penitencias y limosnas, a fin de que Dios me perdonase,
pero sin confesarme. Estando para morir dije al confesor que yo había sido una gran pecadora; respondiome el confesor que debía desechar
aquel pensamiento como una tentación; después expiré, y ahora me veo condenada por toda una eternidad.” Y diciendo esto desapareció con tal
estruendo, que parecía que se hundía el mundo, dejando en aquel aposento tal hediondez, que duró por muchos días.
Si esta infeliz se hubiese acercado debidamente al Sacramento de la Penitencia, cantaría al Señor cánticos de alabanza en el cielo; mas ahora,
por su despreciable y maldita vergüenza, sirve de tizón en el infierno… ¡Y cuántas personas hay de todo estado, sexo y condición que
experimentarán igual castigo si no acuden contritas a este Sacramento!
5º Ejemplo de una casada, muy parecido al antecedente; también lo refiere San Ligorio. –Cuenta el P. Serafín Razzi que en una ciudad de Italia
había una noble señora casada que era tenida por santa. A punto de morir, recibió todos los Sacramentos, dejando muy buena fama de su virtud.
Su hija rogaba de continuo a Dios por el descanso de su alma. Cierto día, estando en oración, oyó un gran ruido a la puerta; volvió la vista y vio la
horrible figura de un cerdo de fuego, que exhalaba un hedor insufrible, y tal fue su terror, que se hubiera tirado por la ventana; mas la detuvo una
voz que le dijo: “Hija, detente; yo soy tu desventurada madre, a quien tenían por santa; mas por los pecados que cometí con tu padre, y que por
rubor nunca confesé, Dios me ha condenado al infierno; no ruegues, pues, más a Dios por mí, porque me das mayor tormento.” Y dicho esto,
bramando, desapareció.
Tal vez, amado cristiano, preguntaras: ¿Es posible que un alma condenada aparezca? A esto te responderé que sí, y para sacarte de la duda
quiero explicarte las razones. Escúchame, pues, y vamos por partes: “¿Tú bien crees en las santas Escrituras y en el Credo?” “Cierto que si” me
contestarás, o de lo contrario te diría que eres un hereje. Pues de la Escrituras y del Credo, consta que nuestra alma es inmortal. La razón natural
nos está clamando que es preciso que sobreviva al cuerpo nuestra alma, para que el pecador pueda recibir de Dios el castigo de sus pecados,
que no recibió en este mundo; y el justo, el merecido premio de sus virtudes; de otra suerte, Dios no sería justo. Y se presenta esto tan claro, que
aun el mismo Rousseau lo confesó diciendo: “Aunque no existiesen otras pruebas de la inmortalidad de nuestra alma que el triunfo del mal y la
opresión de la virtud acá en la tierra, ésta sólo me quitaría cualquier duda que tuviese de ella.” También sabes y crees, según el Credo, en la
Remisión de los pecados, es decir que por muchos pecados que haya cometido una persona, si se confiesa bien de ellos, le quedan todos
perdonados; pero si se muere sin haberse confesado debidamente, basta un solo pecado mortal para quedar condenado eternamente. Y así
como la bien ordenada justicia de la tierra (que es una participación de la justicia del cielo) tiene cárceles y suplicios para encerrar y castigar a los
malhechores, también la justicia del cielo tiene cárceles y suplicios en el purgatorio e infierno para los que mueren en pecado o no del todo
purificados. Sentados estos principios, valgámonos de una semejanza: ¿Has visto u oído referir que a veces el juez o el tribunal decreta que uno
de los presos sea expuesto a la vergüenza y que otro sea azotado por los parajes más públicos? Y no todos los demás presos han de salir a la
vergüenza, ni cuando sale aquél lo ven todos los habitantes del mundo, ni aun todos los de aquella ciudad por donde es paseado, sino algunos.
Aplica ahora la semejanza: Dios Nuestro Señor, Juez supremo y dueño absoluto de vivos y muertos, en cualquier hora puede ordenar, y algunas
veces ha ordenado, que algunos de los encerrados en las mazmorras del infierno, para confusión suya y escarmiento y utilidad nuestra, salgan de
aquella cárcel y se aparezcan del modo más conforme al fin por el cual les manda aparecer. Y cuando aparecen no es menester que todo el
mundo los vea; basta lo vean algunos y éstos participen a los demás, para que, escarmentando todos en cabeza ajena, pongan un grande y
especial cuidado en no hacer malas confesiones, y para que por medio de una confesión general, acompañada de un verdadero dolor y firme
propósito, se enmienden y hagan de nuevo todas las mal hechas, para no tener que experimentar después la misma desgraciada suerte. Este es
el fruto y utilidad que debes sacar de este y otros ejemplos.
6º Ejemplo de una señora que por muchos años calló en la confesión un pecado deshonesto.– Refiere San Ligorio, y más particularmente el P.
Antonio Caroccio, que pasaron por el país en que vivía esta señora dos religiosos, y ella, que siempre esperaba confesor forastero, rogó a uno de
ellos que la oyese en confesión, y se confesó. Luego que hubieron partido los Padres, el compañero dijo a aquel confesor haber visto que
mientras aquella señora se confesaba, salían muchas culebras de su boca, y que una serpiente enorme había dejado ver fuera su cabeza; mas
de nuevo se había vuelto dentro, y entonces vio entrar tras de ella todas las culebras que habían salido. Sospechando el confesor lo que aquello
significaba, volvió al pueblo y a la casa de aquella señora, y le dijeron que al momento de entrar en la sala había muerto de repente. Por tres días
consecutivos ayunaron y rogaron a Dios por ella, suplicando al Señor les manifestase aquel caso. Al tercer día se les apareció la infeliz señora,
condenada y montada sobre un demonio en figura de un dragón horrible, con dos serpientes enroscadas al cuello, que la ahogaban y le comían
los pechos; una víbora en la cabeza, dos sapos en los ojos, flechas encendidas en las orejas, llamas de fuego en la boca, y dos perros rabiosos
que le mordían y le comían las manos, y dando un triste y espantoso gemido, dijo: “Yo soy la desventurada señora que usted confesó hace tres
días; a medida que iba confesando mis pecados, iban saliendo como animales inmundos por mi boca, y aquella serpiente que el compañero de
usted vio asomar la cabeza y volverse dentro, era figura de un pecado deshonesto que siempre había callado por vergüenza; quería confesarlo
con usted, pero tampoco me atreví: por esto volvió a entrar dentro y con él todos los demás que habían salido. Cansado ya Dios de tanto
esperarme, me quitó de repente la vida y me precipitó al infierno, en donde estoy atormentada por los demonios en figuras de horribles animales.
La víbora me atormenta la cabeza por mi soberbia y demasiado cuidado en componerme los cabellos; los sapos me cierran los ojos, por las
miradas lascivas; las flechas encendidas me lastiman las orejas, por haber escuchado murmuraciones, palabras y canciones obscenas; el fuego
me abrasa la boca, por las murmuraciones y besos torpes; tengo las serpientes enroscadas al cuello que me comen los pechos, por haberlos
llevado de un modo provocativo, por lo escotado de mis vestidos y por los abrazos deshonestos; los perros me comen las manos, por mis malas
obras y tocamientos feos; pero lo que más me atormenta es el formidable dragón en que voy montada, que me abrasa las entrañas, y es en
castigo de mis pecados impuros. ¡Ah, que no hay remedio ni misericordia para mí, sino tormentos y pena eterna! ¡Ay de las mujeres! –añadió-,
que se condenan muchas de ellas por cuatro géneros de pecados: por pecados de impureza, por galas y adornos, por hechicerías y por callar los
pecados en la confesión; los hombres se condenan por toda clase de pecados; pero las mujeres, principalmente por los cuatro.” Dicho esto, se
abrió la tierra y se hundió esta desdichada hasta el profundo del infierno, en donde padece y padecerá por toda una eternidad.
Haz reflexión, cristiano, y entiende cómo Dios Nuestro Señor mandó salir a esta infeliz señora de la cárcel del infierno y que pasase por la
vergüenza, para que los mortales supiesen la muerte que les esperaba si pecan y no se confiesan bien. Ojala sacases tú de la lectura de este
https://www.theworkofgod.org/Spanish/examen.htm 12/13
3/23/2021 Examen de conciencia, arrepentimiento, confesión
ejemplo el fruto que otros han sacado, haciendo una buena confesión y enmendándote del todo. Un autor dice que este caso ha convertido más
gente que doscientas cuaresmas. El misionero P. Jaime Corella hizo voto de predicarlo en todas las misiones, por el grande provecho que
causaba a los fieles. Hasta un Prelado hizo una fundación para que en ciertos tiempos del año se predicase o se leyese este caso en la iglesia.
Mas, ¡ay de ti si no te aprovechas de él! ¡Ay de ti si no confiesas todos tus pecados! ¡Ay de ti si, mal preparado, vas a recibir la sagrada Eucaristía!
Mejor fuera que no hubieses nacido.
Del Camino Recto y Seguro para llegar al Cielo, por San Antonio Mª Claret
^^^
El Trabajo de Dios
www.theworkofgod.org
https://www.theworkofgod.org/Spanish/examen.htm 13/13