Documents - Ec - Los Anos 70 de La Gente Comun PDF
Documents - Ec - Los Anos 70 de La Gente Comun PDF
Documents - Ec - Los Anos 70 de La Gente Comun PDF
c om
http://slide pdf.c om/re a de r/full/los-a nos-70-de -la -ge nte -c omun 1/54
historia y cultura
serie el pasado presente
http://slide pdf.c om/re a de r/full/los-a nos-70-de -la -ge nte -c omun 2/54
sebastián carassai
http://slide pdf.c om/re a de r/full/los-a nos-70-de -la -ge nte -c omun 3/54
Carassai, Sebastián
Los años setenta de la gente común: La naturalización de la violen-
cia.- 1ª ed.- Buenos Aires: Siglo Veintiuno Editores, 2013.
336 p.; 21x14 cm.- (Historia y cultura // Serie El pasado presente,
dirigida por Luis Alberto Romero)
ISBN 978-987-629-348-8
ISBN: 978-987-629-348-8
Impreso
en el mesen
de Altuna Impresores
septiembre de 2013// Doblas 1968, Buenos Aires
http://slide pdf.c om/re a de r/full/los-a nos-70-de -la -ge nte -c omun 4/54
Índice
Introducción 11
1. La cultura política 21
Antiperonismo e iluminismo 22
Izquierda, peronismo y clases medias 33
Perón a la conquista de la clase media 42
El otro rostro del antiperonismo 48
Eva Perón, o el antiperonismo por otros medios 56
Los terrorismos
El estado estatales
supuesto saber 176
183
Memorias del propio rol en el horror:
el registro impersonal 195
http://slide pdf.c om/re a de r/full/los-a nos-70-de -la -ge nte -c omun 5/54
Conclusiones 289
Epílogo 293
Notas 303
http://slide pdf.c om/re a de r/full/los-a nos-70-de -la -ge nte -c omun 6/54
http://slide pdf.c om/re a de r/full/los-a nos-70-de -la -ge nte -c omun 7/54
5/28/2018 los a ños 70 de la ge nte c omún - slide pdf.c om
http://slide pdf.c om/re a de r/full/los-a nos-70-de -la -ge nte -c omun 8/54
Introducción
http://slide pdf.c om/re a de r/full/los-a nos-70-de -la -ge nte -c omun 9/54
ta.En
EnelLas
cine y en el teatro hubo claras expresiones de esa apues-
venganzas de Beto Sánchez (1973) –película dirigida por
Héctor Olivera, con libro de Ricardo Talesnik– un joven de clase
media decide vengarse, revólver en mano, de una serie de perso-
nas a las que considera responsables de su propio fracaso: la maes-
tra que lo educó convencionalmente, el sacerdote que le inculcó
tabúes, la novia que reprimió sus instintos sexuales, el militar que
lo humilló en la conscripción, el jefe de su oficina que lo conde-
nó a la rutina y el amigo que le enseñó a codiciar estatus. A la vez
que mostraba el callejón sin salida al que conducía esa reacción
individual, el film buscaba sublevar al espectador. “Beto Sánchez
se esfuerza por individualizar al culpable”, escribió un crítico de
la película, “hasta que comprende que el verdadero responsable
no es una persona, ni varias, sino ese mecanismo inaprehensible
que se denomina Sistema”.3 Las frustraciones de la clase media no
debían empujar a sus
al cuestionamiento delmiembros a rebeliones individualistas, sino
orden establecido.
Tal vez no haya ejemplo más claro de esta misión pedagógica
que la obra teatral titulada Historia tendenciosa de la clase media
http://slide pdf.c om/re a de r/full/los-a nos-70-de -la -ge nte -c omun 10/54
introducción 13
http://slide pdf.c om/re a de r/full/los-a nos-70-de -la -ge nte -c omun 11/54
http://slide pdf.c om/re a de r/full/los-a nos-70-de -la -ge nte -c omun 12/54
introducción 15
http://slide pdf.c om/re a de r/full/los-a nos-70-de -la -ge nte -c omun 13/54
ofrecen un fresco
yuxtaponen de cada
noticieros, uno dedelosmoda,
canciones años discursos
estudiados. Allí se
políticos,
números humorísticos, películas famosas, chistes gráficos, porta-
das de diarios, revistas y libros, publicidades, imágenes de líderes
http://slide pdf.c om/re a de r/full/los-a nos-70-de -la -ge nte -c omun 14/54
introducción 17
http://slide pdf.c om/re a de r/full/los-a nos-70-de -la -ge nte -c omun 15/54
http://slide pdf.c om/re a de r/full/los-a nos-70-de -la -ge nte -c omun 16/54
introducción 19
http://slide pdf.c om/re a de r/full/los-a nos-70-de -la -ge nte -c omun 17/54
rique Miguens, José María Roch, Juan Carlos Altare, Juan Carlos
Gené, Juan José Sebreli, Juan Tríbulo, Julio Ardiles Gray, Mario
Rodríguez, León Rozitchner, Pablo Cribioli, Ricardo Monti, Ro-
berto Pucci, Ruth Andrada, Santiago Varela, Vides Almonacid y
Walter Ventroni. Una deuda mayor tengo con las personas per-
tenecientes a las clases medias objeto de mi estudio. Mucho de
lo que me confiaron ha quedado afuera del texto. Casi nada, sin
embargo, hice a un lado al momento de escribirlo.
Jeffrey Gould, Peter Guardino, Arlene Díaz y Alejandro Mejías-
López estuvieron entre los primeros lectores de este trabajo. Me-
jorado gracias a sus comentarios, luego me beneficié de la cui-
dadosa lectura de Carlos Altamirano, Mark Healey y Matthew
Karush. Entre 2011 y 2013, secciones específicas fueron discutidas
en reuniones con estudiantes y colegas. En los Estados Unidos y
Canadá, debo gracias a Eric Sandweiss, Patrick Dove, John Bod-
nar, Eva-Lynn Jagoe y, especialmente, Kevin Coleman. En la Ar-
gentina, a Hugo Vezzetti, al Seminario Abierto que coordina Lila
Caimari en la Universidad de San Andrés, y a mis compañeros del
Centro de Historia
Universidad Intelectual,
Nacional queMenos
de Quilmes. dirige Adrián Gorelik,conver-
formalmente, en la
sé también con mis amigos Ariel Lucarini, Cecilia Derrigo, Jack
Nahmías, Lisandro Kahan y Rodrigo Daskal. Más deudas: María
Paula Ansolabehere creyó que podría llevar adelante este proyec-
to incluso cuando yo dudaba. Mis padres, Helvecia y Hugo, incon-
dicionales y presentes también en la distancia. Lynn Di Pietro, mi
joven madre en Norteamérica. Mi deuda mayor será siempre con
Daniel James, mi director de tesis y amigo. Como un ladrón, apro-
veché el botín de sus inconfortables preguntas, su incisiva lectura,
su talento intelectual y cierta imperturbable disposición a conver-
sar pródigamente sobre historia y sobre todo lo demás.
http://slide pdf.c om/re a de r/full/los-a nos-70-de -la -ge nte -c omun 18/54
1. La cultura política
dePerón profundizó
la década la intervención
del veinte y la extendió estatal
más alláiniciada sobre el final
de la economía me-
diante un programa populista de gobierno que, en pocos años,
transformó el paisaje social de la Argentina. Sus primeros dos
http://slide pdf.c om/re a de r/full/los-a nos-70-de -la -ge nte -c omun 19/54
antiperonismo e iluminismo
http://slide pdf.c om/re a de r/full/los-a nos-70-de -la -ge nte -c omun 20/54
la cultura política 23
http://slide pdf.c om/re a de r/full/los-a nos-70-de -la -ge nte -c omun 21/54
http://slide pdf.c om/re a de r/full/los-a nos-70-de -la -ge nte -c omun 22/54
la cultura política 25
Hacia
mayoría1973, luego
de las demedias
clases varios años
(quede inactividad
ahora incluía partidaria,
generacionesla gran
que
no tenían memorias directas del primer peronismo) no estaba
afiliada al radicalismo, al desarrollismo, al socialismo ni al comu-
nismo. Muchos de sus miembros simpatizaban con algunas de es-
tas corrientes y, en ese sentido, sus simpatías los separaban. Sin
embargo, estaban unidos por lo que tenían en común: heredada
o propia, mantenían aquella sensibilidad no peronista hija del an-
tiperonismo cultivado durante los diez años del régimen. En con-
secuencia, aunque hacia la década del setenta las simpatías parti-
darias de las clases medias estaban dispersas, su identidad política
se definía menos por lo que afirmaba que por lo que impugnaba.
Y lo que impugnaba seguía siendo el peronismo.
Las memorias del antiperonismo están filtradas por la variable
generacional. Entre los argumentos de las diversas generaciones,
sin embargo,
turaleza. existe
Maurice una diferencia
Halbwachs enseñódeque
intensidad pero
la memoria no de na-
colectiva no
es global, no es homogénea. Por el contrario, se relaciona más
12
http://slide pdf.c om/re a de r/full/los-a nos-70-de -la -ge nte -c omun 23/54
http://slide pdf.c om/re a de r/full/los-a nos-70-de -la -ge nte -c omun 24/54
la cultura política 27
http://slide pdf.c om/re a de r/full/los-a nos-70-de -la -ge nte -c omun 25/54
bien es cierto que una mayoría de las clases medias sin militancia
suele expresarse como si perteneciera a un mundo social y cultu-
ral jerárquicamente superior al de las capas populares, es dudoso
que esta percepción pueda ser imputada exclusivamente al sector
que en los años setenta se mantuvo distante de la militancia, o a
los antiperonistas. Al contrario, todo indica que dicho sentimien-
to de superioridad corresponde a una percepción vinculada más
bien a la clase que a la identidad política. Este rasgo pareciera
asemejar, más que diferenciar, a los diversos sectores de las clases
medias, sea cual sea su identidad política, sea cual sea su grado de
politización.
Debe entonces buscarse en otro lado la respuesta al primer in-
terrogante. Propongo analizar con detenimiento un componente
que llamo “iluminista”. Se trata de la percepción de estos secto-
res medios (no militantes ni peronistas en los años setenta) de
sí mismos como sujetos autónomos y librepensadores; es decir,
determinados nada más que por su voluntad a pensar y a obrar
del modo en que piensan y obran. Las memorias antiperonistas,
pertenezcan
este elemento. a cualquiera de losexperimentado
El peronismo, cuatro tipos señalados,
como unenfatizan
régimen
fascista, dictatorial, inmoral o anticultural, desafió tal autopercep-
ción, eliminando (o amenazando con eliminar) esa autonomía.
Los siguientes fragmentos pertenecen a dos habitantes de Correa
que corresponden a generaciones diferentes. El primero es de
Luis Martino, nacido en 1953, y el segundo de Linda Tognetti,
nacida once años antes. En el primer caso, su antiperonismo fue
heredado de familiares y conocidos. En el segundo, provino de
una combinación de herencia y experiencia propia.
http://slide pdf.c om/re a de r/full/los-a nos-70-de -la -ge nte -c omun 26/54
la cultura política 29
Los
rias fragmentos citados
antiperonistas. Luisaluden a tres
recuerda de los cuatro
memorias tipos de memo-
que corresponden al
tipo fascista, como la obligación de rendir culto a los símbolos del
régimen (arrodillarse en la iglesia por Eva Perón, o ser suspendi-
http://slide pdf.c om/re a de r/full/los-a nos-70-de -la -ge nte -c omun 27/54
ydoSergio
en nuestra primera
Caballero entrevista
(nacidos pregunté
en 1940 a losrespectivamente)
y 1935, tucumanos Ángelasi
provenían de una familia peronista, respondieron:
http://slide pdf.c om/re a de r/full/los-a nos-70-de -la -ge nte -c omun 28/54
la cultura política 31
http://slide pdf.c om/re a de r/full/los-a nos-70-de -la -ge nte -c omun 29/54
http://slide pdf.c om/re a de r/full/los-a nos-70-de -la -ge nte -c omun 30/54
la cultura política 33
http://slide pdf.c om/re a de r/full/los-a nos-70-de -la -ge nte -c omun 31/54
http://slide pdf.c om/re a de r/full/los-a nos-70-de -la -ge nte -c omun 32/54
la cultura política 35
http://slide pdf.c om/re a de r/full/los-a nos-70-de -la -ge nte -c omun 33/54
http://slide pdf.c om/re a de r/full/los-a nos-70-de -la -ge nte -c omun 34/54
la cultura política 37
pero ello “no indica, en cambio, que sean realmente más”. 21 La
afirmación valía también para los jóvenes radicalizados de las cla-
ses medias, independientemente de su mayor o menor cercanía al
peronismo: se veían más pero no eran realmente más que los jó-
venes no radicalizados. Los jóvenes universitarios, de hecho, eran
una minoría social. Hacia mitad de la década del setenta, el total
de los estudiantes de la Universidad de Buenos Aires representa-
ba el 1% de la población del país, y el de todas las universidades
nacionales alcanzaba al 2%.22 Estos datos ayudan a mensurar la
gravitación que tenían las juventudes militantes de clase media.
Hacia 1973 el peronismo se había convertido en un significante
pletórico de significados. En las elecciones de marzo, su fórmu-
la (Cámpora-Solano Lima) atrajo casi la mitad de los sufragios. 23
Allí coincidieron toda clase de votantes, aunque no en igual pro-
porción, movidos por aspiraciones políticas diversas, cuando no
antagónicas. El 49,56% que obtuvo el FREJULI (un variopinto
frente integrado por el peronismo y otros partidos minoritarios
de centro y de centroderecha: el Conservador Popular, el Movi-
ymiento
algunosdepartidos
Integración y Desarrollo,
provinciales) el Partido
se nutrió Popular
de votos Cristiano
que provenían
de diversas extracciones. Al caudal electoral frentista contribuyó
también una manifestación más bien de hartazgo que ideológica
de una parte de la ciudadanía hacia el gobierno militar. El ascen-
so temporario de sectores de la izquierda peronista a posiciones
de poder en el gobierno de Cámpora ha conducido a algunos
analistas a juzgar que el electorado simpatizaba con las posiciones
izquierdistas. Sin embargo, el influjo izquierdista expresaba alian-
zas y acuerdos al interior del movimiento peronista más que una
voluntad específica de la masa electoral.24
Cuatro indicadores permiten aseverar que la incidencia de la
izquierda peronista en las razones que movieron a votar al FREJU-
LI sólo fue significativa dentro del ámbito de la militancia juvenil
peronizada. En primer lugar, la plataforma electoral del frente no
difería ideológicamente
tas del pasado. de losdetradicionales
El compañero programasreconoció
fórmula de Cámpora peronis-
que “una parte importante” de sus sufragantes “no votó a los can-
didatos del FREJULI” sino que “votó al programa del FREJULI,
http://slide pdf.c om/re a de r/full/los-a nos-70-de -la -ge nte -c omun 35/54
http://slide pdf.c om/re a de r/full/los-a nos-70-de -la -ge nte -c omun 36/54
la cultura política 39
http://slide pdf.c om/re a de r/full/los-a nos-70-de -la -ge nte -c omun 37/54
http://slide pdf.c om/re a de r/full/los-a nos-70-de -la -ge nte -c omun 38/54
la cultura política 41
http://slide pdf.c om/re a de r/full/los-a nos-70-de -la -ge nte -c omun 39/54
ysa)discursos
operación que Perón
típicos intentó
de la clase al acercarse
media. a posicionamientos
Mediante sus muestras de
entendimiento y de diálogo con las fuerzas políticas que histórica-
mente habían representado a los sectores medios (especialmente,
http://slide pdf.c om/re a de r/full/los-a nos-70-de -la -ge nte -c omun 40/54
la cultura política 43
http://slide pdf.c om/re a de r/full/los-a nos-70-de -la -ge nte -c omun 41/54
http://slide pdf.c om/re a de r/full/los-a nos-70-de -la -ge nte -c omun 42/54
la cultura política 45
http://slide pdf.c om/re a de r/full/los-a nos-70-de -la -ge nte -c omun 43/54
http://slide pdf.c om/re a de r/full/los-a nos-70-de -la -ge nte -c omun 44/54
la cultura política 47
http://slide pdf.c om/re a de r/full/los-a nos-70-de -la -ge nte -c omun 45/54
En marzo
Isabel de e1976
Perón otro
inició golpe de estado
el denominado puso de
Proceso finReorganización
al gobierno de
Nacional (1976-1983), liderado por el general Jorge Rafael Vide-
la. Este nuevo intento de reestructuración de la sociedad desde
http://slide pdf.c om/re a de r/full/los-a nos-70-de -la -ge nte -c omun 46/54
la cultura política 49
http://slide pdf.c om/re a de r/full/los-a nos-70-de -la -ge nte -c omun 47/54
Una de las cosas que llamó mi atención en esta anécdota fue que,
unos meses antes, había escuchado de Linda Tognetti, en Correa,
un testimonio
Linda se dio así:que era fácil asociar al de Jorge. El diálogo con
http://slide pdf.c om/re a de r/full/los-a nos-70-de -la -ge nte -c omun 48/54
la cultura política 51
http://slide pdf.c om/re a de r/full/los-a nos-70-de -la -ge nte -c omun 49/54
El cuento que
cionados: recuerda María
el peronismo incultoEmilia
(Cruzcondensa
había sidoelementos
un obrero yaferro-
men-
viario, sin instrucción formal), inmoral y corrupto. En la burla, el
ex gobernador peronista no sólo aparecía incapaz de comprender
el saludo en francés de su hija sino que confesaba, sin que nadie
se lo hubiera pedido, haber sido corrupto.
Más sintomático aún que los chistes con que las clases medias
antiperonistas procesaban lo irrefutable de la hora, resulta la actitud
cínica. Viendo escenas de la muerte de Perón, Carlos Etcheverría
recordó:
http://slide pdf.c om/re a de r/full/los-a nos-70-de -la -ge nte -c omun 50/54
la cultura política 53
comprar cosas, que era un hábito que cada vez que apa-
recía una marchita en una radio todo el mundo salía a
comprar. Ese fue un hábito, una costumbre; es decir: “hay
revolución, a comprar fideos”, es la parte graciosa. Salí del
banco, yo estaba en mi departamento acá en Buenos
Aires, y nos encontramos con este [el secretario del se-
nador radical] y otros amigos más, no peronistas, por
supuesto. “¿Y qué hacemos?” “¡Vamos a dar una vuelta
con el auto!” “¡Pero está todo cortado!” Y, entonces, este
[el secretario del senador] agarra y dice: “Dejá, yo pongo
la placa del Senado de la Nación y vamos”. Agarró, puso
la chapa del Senado en el parabrisas del auto, íbamos y
estaba la gente, con lluvia, haciendo cola, por la avenida
9 de Julio y Corrientes, y nosotros por Corrientes con el
auto. Y [los peronistas que ordenaban el tránsito nos]
dicen: “¡Que pasen los compañeros del Senado!”. Eran
peronistas, de cuello duro. ¿Sabés por qué distinguía a
los peronistas de los radicales? Porque vienen con el cue-
llo duro
otros sony más
la corbatita
normales.bien formal.
Estos O sea,
no, bien es decir, los
almidonaditos.
Esos eran peronistas. Era una lógica. No te olvides que
tuvimos un senador, creo que fue en el 73, en Santa Fe,
que no sabía ni leer ni escribir.
http://slide pdf.c om/re a de r/full/los-a nos-70-de -la -ge nte -c omun 51/54
gos ante la muerte de Perón, al igual que los chistes que en 1973
se contaban sobre el gobernador inculto tucumano (y varios más
sobre Cámpora, Isabel y otros miembros del equipo peronista),
fueron formas de sublimar una realidad que gustaba poco y frente
a la cual no se podía hacer mucho más que refugiarse en la ironía
o el cinismo.
Un tercer modo que asumieron las actitudes de resignación y
de deserción se observa en la satisfacción de presentarse como
una minoría social condenada a perder electoralmente. El sustra-
to de este pensamiento reside en el orgullo de la persona culta,
quien cree de su lado el privilegio de la razón, aunque no sea ma-
yoría. A continuación presento tres testimonios en los que puede
observarse esta modalidad. Los dos primeros diálogos acontecie-
ron en Tucumán; el primero lo mantuve con Ricardo Montecarlo,
y el segundo con Dora Giroux, ambos nacidos en la década de los
cuarenta.
Ricardo: El líder
estaba como era Balbín
un segundo en que
hasta los setenta.
le ganó.ÉlLo[Alfonsín]
que pasa
es que, llega un momento de elecciones [1983], y la po-
sibilidad de ganarle al peronismo alguna vez en la vida
fue determinante. Porque yo toda mi vida fui perdiendo,
perdiendo, perdiendo. Yo siempre votaba al perdedor.
Ganar una vez, uno hasta se siente… una satisfacción
personal… Pero bueno, [Alfonsín] se equivocó muy fie-
ro en la parte económica, muy fiero.
http://slide pdf.c om/re a de r/full/los-a nos-70-de -la -ge nte -c omun 52/54
la cultura política 55
http://slide pdf.c om/re a de r/full/los-a nos-70-de -la -ge nte -c omun 53/54
http://slide pdf.c om/re a de r/full/los-a nos-70-de -la -ge nte -c omun 54/54