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Resumen IELC

1. El documento trata sobre la lingüística como el estudio científico del lenguaje natural según diferentes autores. 2. Explica las diferencias entre lenguas naturales, artificiales y de otros seres vivos, así como las propiedades de las lenguas naturales como la transferibilidad, arbitrariedad y productividad. 3. También aborda conceptos como los dialectos, sociolectos, cronolectos y teorías lingüísticas como el estructuralismo que ven al lenguaje como modelador del pensamiento.

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Resumen IELC

1. El documento trata sobre la lingüística como el estudio científico del lenguaje natural según diferentes autores. 2. Explica las diferencias entre lenguas naturales, artificiales y de otros seres vivos, así como las propiedades de las lenguas naturales como la transferibilidad, arbitrariedad y productividad. 3. También aborda conceptos como los dialectos, sociolectos, cronolectos y teorías lingüísticas como el estructuralismo que ven al lenguaje como modelador del pensamiento.

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1.

Introducción

1.1. La problemática del lenguaje. Enfoques teóricos: Los estudios de la lengua y los
estudios del discurso; perspectivas teórico-analíticas.
1.2. Lengua natural: propiedades, diferencias con lenguas artificiales y de otros seres
vivos. Criterios epistemológicos para el estudio de las lenguas naturales. La ficción
de homogeneidad.

Bibliografía obligatoria:

Lyons, J. (1984), Cap. 1, 2, 7 y 9.


Pascual, R. (2013) “Introducción: La problemática del lenguaje”, en Pascual R. y D.
Romero (eds.), (2013).
Tusón, A. y H. Calsamiglia Blancafort (1999), Primera parte, cap. 1, pp. 15-26.

Resumen:

Lingüística: estudio científico del lenguaje

Según Lyons, por estudio científico del lenguaje se entiende su investigación a través de las
observaciones controladas y empíricamente verificables y con referencia a alguna teoría
general sobre la estructura del lenguaje (Cap. I).

Saussure plantea la necesidad de determinar cuál es el objeto de la lingüística: la


Lingüística está constituida por todas las manifestaciones del lenguaje humano.

El fenómeno del lenguaje puede ser distinguido de forma objetiva, con una metodología
determinada.

La lingüística es una disciplina que abarca muchos contenidos.

¿Qué es el lenguaje?

1. Nivel general: la capacidad humana > Lenguaje.

Según Sapyr “el lenguaje es un método puramente humano y no instintivo para la


comunicación de ideas, emociones y deseos por medio de símbolos producidos
voluntariamente…” Según Lyons, la definición de Sapyr posee defectos. Los términos “idea,
emoción y deseo” son muy amplios e imprecisos y gran parte de lo que se comunica por
medio del lenguaje no queda cubierto.

Según Hall (1968), el lenguaje es “la institución con que los humanos se comunican e
interactúan entre sí por medio de símbolos arbitrarios orales y auditivos de uso habitual”

Según Chomsky (1957): “de ahora en adelante consideraré una lengua como conjunto
(finito o infinito) de oraciones, cada una de ellas finita en longitud y compuesta por un
conjunto finito de elementos.”
2. Menos general: sistema concreto > Lengua natural.

Lenguas naturales: tienen una aparición espontánea, sin fines específicos e


independientes del estímulo. Según Lyons, el lingüista se ocupa primordialmente de estas
lenguas.

Lenguas artificiales: creadas intencionalmente con un fin específico.

Lenguas animales o “lenguaje” animal: con aparición espontánea, con fines específicos y
dependientes de los estímulos.

Los lenguajes artificiales se clasifican en:

Lenguas auxiliares: pretenden un medio de comunicación para individuos de distintas


lenguas maternas.

Lenguas experimentales: pueden ser lógicas o filosóficas.

Lenguas artísticas o ficcionales: fin estético del entretenimiento.

En síntesis, las lenguas artificiales son productos de creación consciente e intencional con
una función determinada. Su empleo se restringe a dominios específicos. Por otro lado, las
lenguas naturales son producto de programación biológica y no dependen de un acto de
voluntad, además de no tener un propósito determinado.

La prioridad de la lengua hablada sobre la escritura:

Para los estudios lingüísticos es necesario priorizar la oralidad. Según Lyons, se siguen
cuatro principios para demostrar la prioridad de la lengua hablada:

1. Prioridad histórica: pueden existir culturas sin escritura pero si o si con cultura oral,
nunca hubo escritura sin oralidad.

2. Prioridad estructural: oralmente, es predecible ya que no podemos pronunciar muchas


consonantes juntas. Las combinaciones son dependientes de las propiedades del medio
mismo en que se manifiesta y por las restricciones de la lengua.

3. Prioridad funcional: la oralidad comparte funciones sociales con la escritura, pero no


comparten la función social básica y fundamental de la oralidad, la cual permite las
relaciones sociales. Las funciones múltiples de la oralidad superan la presencia que tiene la
lengua escrita. La oralidad supera a la escritura en situaciones o ámbitos mencionados
como medios de comunicación audiovisual o llamadas telefónicas conocidas como oralidad
secundarias.

4. Prioridad biológica: la oralidad es involuntaria y no requiere entrenamiento especial,


mientras que para escribir necesitamos instrucciones, entrenamiento y maduración motriz.
La escritura es otro sistema de representación, siempre imperfecto porque no puede
representar todos los significados de la oralidad.

Objeto de estudio > Lengua natural:

Ficción de homogeneidad es la idealización metodológica de la ciencia en la construcción


del objeto de conocimiento. Se debe recordar que las lenguas naturales no son
homogéneas, entre los hablantes de una misma lengua existen diferencias fonológicas
(iueve/yueve), léxicas (computadora/ordenador) y sintácticas (la quiero mucho/le quiero
mucho).

Propiedades de las lenguas naturales:

1. Transferibilidad: Son transferibles de un medio a otro, el hecho de poder escribir y


hablar en español no cambia sustancialmente la lengua natural. Se puede transferir al
sistema braille o al morse sin inconvenientes.

2. Reflexibilidad: un sistema semiótico es reflexivo cuando puede referirse a sí mismo.


Benveniste dice que la lengua es el único sistema que habla de sí mismo con sus propios
elementos, la función metalingüística. Por ejemplo, antes de “p” y “b” se escribe “m”, “rojo”
tiene 4 letras.

3. Arbitrariedad: propiedad de todos los signos, no hay una relación natural o lógica entre
forma y significado. Tiene que ver con una convención o algo “inmotivado, no hay vínculo
necesario entre significado y significante” (Saussure).

4. Dualidad: toda lengua presenta unidades en dos niveles, por si solas no tienen
significado (unidades distintivas-fonemas) y otras que sí tienen significados (unidades
significativas como morfemas, palabras y oraciones).

5. Discreción: de una cantidad finita de elementos puedo crear una cantidad infinita de
enunciados gracias a que es posible segmentar. La lengua es segmentable, se discrimina o
se separa en oraciones, estas en palabras, luego en morfemas y por último en fonemas. La
discreción de la lengua actúa en conjunto con la arbitrariedad para aumentar la versatilidad
de la lengua.

6. Productividad: aspecto creativo que se constituye de la diferencia más llamativa entre


humanos y animales o máquinas. Los seres humanos no nos limitamos a repetir lo que
oímos. Generamos siempre frases nuevas que no hemos escuchado y son adecuadas a
situaciones determinadas.

7. Dependencia estructural: las lenguas humanas se organizan en un orden jerárquico, no


siempre lineal.

8. Movimiento de constituyentes: escuchar un sintagma en un lugar de la oración e


interpretarlo en otro. Un constituyente puede moverse de su posición sintáctica si lo
requiere. Por ejemplo, los pronombres interrogativos o el ascenso del sujeto con verbo
parecer.
9. Indecencia de los estímulos: las lenguas humanas están libres del control de los
estímulos del medio.
Los estudios sociolingüísticos reconocen diferencias en pronunciación, vocabulario y
gramática en una comunidad hablante.

- Dialectos: variación de una lengua en determinadas zonas geográficas.

- Sociolecto: variedades de la lengua relacionadas a los aspectos sociales del usuario y su


nivel educativo.

- Cronolecto: variedad por edad del usuario o variación por época.

- Jergas: lenguaje técnico en grupos sociales y profesionales como médicos, lingüistas, etc.

- Registro: variación dependiente de situaciones comunicativas y el tipo de comunicación


que se establece en cada uno de ellos como formal, informal, técnico, coloquial, etc.

- Idiolecto: cada uno tiene una manera característica de hablar diferente a los demás
hablantes.

- Acentos: distinciones de pronunciación y variaciones por zona geográfica, conjunto de


particularidades fonéticas que caracterizan a una región geográfica por una descendencia
cultural, ritmo, sonidos, melodía.

Los procesos de lengua estándar son:

- Proceso de codificación: fijar un diccionario y establecer una gramática normativa.

- Proceso de elaboración funcional: relacionada a elites nacionales, grupos prestigiosos


que toman decisiones estatales, también relacionado a la literatura.

- Proceso de aceptación: por parte de la comunidad, por decisión propia o gubernamental


como lengua nacional y elemento unificador.

Teorías lingüísticas:

La ideología externa se refiere a aquella ideología empleada para fines determinados o


precisos, uso ideológico de una teoría lingüística. En un sentido concurrente, Parret se
refiere a Chomsky como socialista que tiene una ideología determinada, no hay conexión
lógica entre la idea sobre el lenguaje y la ideología política.

La ideología interna, los lingüistas adoptan aun a su pesar por sus disposiciones
paradigmáticas. Un paradigma se define como un modelo de descripción y explicación
donde surgen las teorías y no pueden ser cuestionados por estas. Los paradigmas
naturalmente están insertos en la historia de una sociedad y su cultura, las teorías nacen
dentro de una de ellas y no pueden evitarlo ni modificarlo.
Las posiciones paradigmáticas de las teorías lingüísticas contemporáneas: una responde al
eje de la función representativa del lenguaje y otra concierne a la función comunicativa del
discurso. Ambas funciones son reconocidas por todas las teorías del lenguaje.

La función representativa es la relación del lenguaje con el pensamiento, contenido


privilegiado en el que la validez está dada por la adecuada representación del mismo.

La función comunicativa del discurso tiene que ver con la interdiscursividad, es decir, el uso
que le dan los individuos al lenguaje en situaciones contextualizadas. También con dos
concepciones: formalismo y funcionalismo.

Función representativa:

1. Estructuralismo: ve el lenguaje como modelador del pensamiento, antes solo hay caos,
no hay pensamiento antes del lenguajes. Saussure expone desde esta posición la teoría de
la lengua y el signo lingüístico, antes de él lo hizo Codillac, para el cual no hay pensamiento
sin lenguaje ni conocimiento fuera del lenguaje.

2. Generativismo: concibe que el lenguaje representa, expresa el pensamiento como


espejo o reflejo de la mente. Para Chomsky la gramática expresa la realidad mental de una
hablante idea, hablar es desarrollar una facultad mental. La teoría generativista, es la
gramática universal la que recoge los principios y propiedades que poseen todas las
lenguas. La competencia, lo que sabe el hablante de su lengua, una gramática, es el centro
de atención; mientras que la actuación, el uso de eso que sabe el hablante, es para
Chomsky, lo que debe ser abordado por estudios de otra índole que no interesan en este
enfoque.

Función comunicativa:

Para Wittgenstein el lenguaje se presenta como una forma de vida, un hecho social cuyo
exponente se da en el lenguaje ordinario, el de todos los días. Es abierto, heterogéneo y
diversificado como todas las prácticas sociales. A esta posición funcionalista podemos
ponerle la perspectiva formalista, en el sentido de considerar un lenguaje formal y
gramaticalizado por una parte, y por otra como algo individual e internalizado, anterior a las
comunicaciones sin ninguna relación directa con esta.

Palací plantea también dos paradigmas del lenguaje:

1er paradigma: concibe el sistema de manera autónoma llamado lingüística de la lengua,


se incluye al estructuralismo y al generativismo, y agrega el distribucionalismo de
Bloomfield. Este propone que la lingüística se limite a describir el lenguaje al margen de
toda consideración mentalista y sobre todo absteniéndose del sentido de las palabras.

2do paradigma: es el que Palací llama lingüística del discurso. Su objetivo es prestar
atención a las formas en que se utiliza el lenguaje según su contexto en el que se da la
situación comunicativa e intentar comprender los rasgos de esa situación. Se enfoca en los
significados que se desprenden de los hablantes, las circunstancias, los motivos, las
actitudes que se manifiestan al poner en acción el lenguaje.
2. Modelo estructuralista

2.1. Delimitación de conceptos teóricos: lenguaje, lengua y habla; objeto de estudio.


El signo lingüístico: caracteres. Sistema de signos y valor lingüístico. Diacronía y
sincronía. Sistemas semióticos y su relación con la lengua.
2.2. El método estructural: niveles de análisis; unidades; distribución.

Bibliografía obligatoria:

Benveniste, E. (1971a), "Los niveles de análisis lingüístico", en E. Benveniste, (1971).


Benveniste, E. (1971b), "Naturaleza del signo lingüístico", en E. Benveniste, (1971).
Benveniste, É. (1974c) “Semiología de la lengua”, en Benveniste, É. (1985).
Medel, M. S. (2013), “El estructuralismo saussureano y la ciencia lingüística”, en
Pascual R. y D. Romero (eds.), (2013).
Romero, D. (2013a), “El análisis lingüístico en el estructuralismo”, en Pascual R. y D.
Romero (eds.), (2013).
Saussure, F. (1945), Introducción: Cap. III; 1ra. parte: Cap. I, II y III; 2da. parte: Cap. IV
y V.

Resumen:

El estructuralismo es el primer intento teórico que intenta organizar los hechos del lenguaje.

La primera idea de Saussure fue que la lingüística, a diferencia de las otras ciencias, no
tiene un objeto de estudio dado de antemano, sino que va a ser el punto de vista que
adoptemos lo que determine cuál es el objeto de estudio.

Los fenómenos del lenguaje presentan siempre dos aspectos. Saussure propone delimitar
el objeto de estudio que él denomina la lengua. La lengua es exterior al individuo, el mismo
no puede crearla ni modificarla, objeto que se denomina LENGUA-E, lengua externalizada
que existe con independencia de los hablantes, ajena al sujeto que es en definitiva una
práctica social.

Para caracterizar el objeto, Saussure lo pone en relación con los conceptos de lenguaje y
habla. Saussure caracteriza al lenguaje como una facultad natural heteróclita, multiforme,
física-fisiológica y psíquica y perteneciente al dominio individual y social.

1- Es heteróclita porque es extraña y poco habitual por las dualidades que posee.

2- Es multiforme porque:
A- Incluye procesos psíquicos, ósea un estímulo determinado que, al escuchar una palabra,
nuestro cerebro asocia un concepto o significado con una imagen acústica lo cual sería una
representación mental del sonido.
B- Procesos fisiológicos porque, una vez producida la asociación psíquica, el cerebro
transmite un impulso a los órganos de fonación así articulamos y pronunciamos una palabra
a través de nuestro aparato fonador.
C- Procesos físicos porque las ondas sonoras se propagan de la boca de un individuo al
oído de otro.
3- Es social-individual porque incluye a la lengua, caracterizada como la parte social del
lenguaje, y al habla, como la parte individual.

La lengua es un objeto bien definido que Saussure la caracteriza como:

1- Homogénea: porque es psíquica.

2- Psíquica por aquellas porciones determinadas del circuito de la palabra, como una
imagen acústica o representación mental de un sonido se asocia con un concepto.

3- Es social porque existe en virtud de un contrato establecido entre los miembros de una
comunidad.

4- Es resultado de un registro pasivo, no depende del acto de voluntad ni de reflexión


individual.

5- Es sistemática, un sistema, un todo organizado y no un simple conjunto desordenado de


unidades.

En contraposición a la lengua, se puede caracterizar al habla, el cual es heterogéneo


porque es psicofísico al intervenir la lengua y además el aparato fisiológico, aquel que
permite exteriorizarla, osea aparato de emisión y audición. Es individual porque es un acto
de voluntad del individuo que la pone en práctica y por lo tanto tiene realización variadas.
Finalmente para Saussure el habla no es un todo organizado es asistemático.

La lengua es el objeto de estudio y es entendida como un sistema organizado de signos,


ósea la unidad de la lengua es el signo. Es psíquica porque se produce en el cerebro, la
asociación de una imagen acústica, representación mental del sonido, y un concepto.

Propiedades del signo lingüístico:

1- Arbitrariedad: en el sentido de carencia de lógica, referido a que no hay relación alguna


de ningún orden entre significado y significante, el signo lingüístico es inmotivado no tiene
razón de ser, es el resultado de una convención que nosotros emitimos la cadena sonora
“gato” para representar el concepto de felino, mamífero, cuadrúpedo, etc. Otras lenguas
pueden utilizar otra imagen acústica para emitir el mismo u otros conceptos.

2- Linealidad del significante: el significante o imagen acústica se da en el desarrollo


temporal, es decir se puede medir solo en la línea de tiempo, por eso los signos lingüísticos
aparecen en una sucesión lineal, uno tras otro sin superponerse. Si se lo compara a otros
sistemas como los signos gráficos, estos admiten superponer signos, esta superposición en
la cadena oral no es posible.

3- Mutabilidad e inmutabilidad: dualidad del signo lingüístico, aparente contradicción o


paradoja. La mutabilidad el cambio y la inmutabilidad algo que no cambia, se desprenden
de la arbitrariedad. El signo es inmutable según Saussure porque todo sistema lingüístico
tiene un gran número de signos que se relacionan entre sí de manera compleja, aun así no
hay relación lógica para que una imagen acústica tenga determinado significado, otro
motivo es que en general la comunidad hablante tiende a ser conservadora y finalmente, el
signo permanece inalterable porque los cambios afectarían la comunicación. Esta idea nos
pone en el punto de vista del hablante y la estructura organizada de la lengua en un
momento determinado. La mutabilidad se puede observar si nos posicionamos desde el
punto de vista de los individual y lo temporal, el cambio es el resultado del efecto del habla +
tiempo. Se produce un desplazamiento entre la relación del significado y significante,
cambia partes del sistema a partir de este desplazamiento que se da en el desarrollo del
tiempo, por ejemplo, el significante enervar en el siglo 16 se utilizaba con el significado de
apaciguar contrario al día de hoy que se utiliza con el significado de irritar. El paso del
tiempo produjo que se desplazara un significado adjudicado a un mismo significante.

4- Diacronía y sincronía: La Diacronía o estudios diacrónicos implican observar los


cambios que pueden sufrir partes del sistema con el paso del tiempo, es decir, de las
relaciones de términos sucesivos que no forman un sistema. Los cambios ocurren en partes
de la lengua, no en todo el sistema. En cambio la sincronía o estudios sincrónicos abordan
un estado de lengua, se analizan las relaciones que permiten unir términos que coexisten y
que forman un sistema en un momento determinado. Saussure concluye que lo propio de la
lengua en tanto sistema es lo sincrónico, es decir, importa un estado de lengua en un
momento determinado tal como aparece ante la conciencia de los hablantes. El estudio de
la lengua como sistema es sincrónico.

La noción de valor: una propiedad del sistema.

La lengua en cualquier momento de su existencia, al hacer un corte sincrónico para


estudiarla, se presenta ante los hablantes como un todo organizado. Saussure llama
SISTEMA a esta organización, sus sucesores utilizaron frecuentemente el término
ESTRUCTURA. Las unidades del sistema son los signos, unidades con significante y
significado. Es un sistema o estructura, osea como un orden y regulación de las unidades.
Un elemento lingüístico no es un dato aislado, no vale por sí mismo, porque las operaciones
necesarias para determinar una unidad presuponen que esa unidad sea puesta en relación
a otras.

Para Saussure existen dos tipos diferentes de significación, el signo en forma aislada como
contraparte del significante o imagen acústica. La otra forma es el valor que surge de la
relación y oposición de un signo con otros dentro del sistema, la lengua es un sistema
donde todos los términos son solidarios, donde el valor de uno va a derivar de la presencia
simultánea de otros. El valor es una propiedad del sistema, no del signo, porque es un
resultado de la presencia simultánea de otros signos con los que se establecen relaciones.

El valor es neutro respecto a la relación de significado y significante porque es una


oposición entre los signos tomados como una totalidad pero también se da como la
oposición entre los significados o entre los significantes. En ese sentido, el valor tiene dos
aspectos, un aspecto material referido al significante, y un aspecto conceptual que
corresponde al significado o concepto.
En el aspecto material no importa el sonido, sino las diferencias fónicas que nos permiten
distinguir de una palabra u otra, sala y mala se diferencian a partir del cambio de un
fonema, la pronunciación puede ser flexible mientras haya distinción entre los sonidos.

En el aspecto conceptual, Saussure dice que la unidad lingüística es un valor constituido


por:

1- Una cosa desemejante susceptible de ser trocada por otra cuyo valor está por
determinar, es decir, algo que no pertenece al mismo sistema pero adquiere valor en el
cambio que se establece.

2- Cosas similares que se pueden comparar con aquella cuyo valor está por ver, es decir,
elementos del mismo sistema que se puede realizar una comparación para establecer el
valor de una unidad.

El valor es el resultado de las relaciones que establecen los signos dentro del sistema,
acerca de esas relaciones existen dos tipos según Saussure. Por un lado las relaciones
sintagmáticas, los signos se organizan en una cadena basada en la linealidad del
significante que prohíbe que pronunciamos dos fonemas al mismo tiempo, relaciones que
se establecen entre dos o más unidades consecutivas vinculadas en un encadenamiento
que se da en presencia, es decir que los términos se hacen efectivos, se realizan en la
cadena.

Las relaciones paradigmáticas o asociativas se establecen por asociación y se dan en


ausencia, las unidades instauran relaciones asociativas por similitud o por diferencia en la
memoria virtual del hablante es decir si asociamos un signo con otros, esos otros no se
hacen efectivos en el sintagma sino que se mantienen en la mente.

Relaciones sintagmáticas (combinación lineal en presencia) y paradigmáticas (asociación


mental en ausencia) son mecanismo que actúan permanentemente en el sistema de la
lengua y de forma muy productiva, cuando creamos nuevas palabras a partir de préstamos
con otras lenguas, lo hacemos sobre la base de ambas relaciones.

El método estructural de Benveniste: Los niveles de análisis lingüístico.

La segmentación de un sintagma se puede desarrollar gracias a las sustituciones posibles


en el sintagma. El procedimiento es la base del análisis distribucional consiste en segmentar
una extensión en porciones cada vez más reducidas hasta llegar a elementos no
descomponibles. Paralelamente se identifican esos elementos por las sustituciones que
admiten en un lugar determinado del sintagma, este procedimiento se basa en dos
operaciones, la segmentación y la sustitución. El método de distribución en el análisis
consiste en definir cada elemento a partir del entorno lingüístico que se encuentra, y se
realiza mediante una doble relación, por un lado una relación sintagmática de la unidad,
vemos la unidad dentro del sintagma que la contiene y la ponemos en relación con las otras
unidades presentes en el sintagma. Por otro lado una relación paradigmática asociativa de
la unidad, ponemos esa unidad en relación a otras unidades posibles por la cual pueden ser
sustituidas dentro del lugar del sintagma.
La segmentación permite delimitar unidades y establecer o determinar su forma, se puede
segmentar en palabras, después segmentar en morfemas de unidades de significado y por
último identificar unidades de sonidos o fonemas.

Benveniste plantea que la noción de nivel es esencial en la determinación del procedimiento


de análisis y establece 4 niveles diferentes de análisis.

1- Merismático: delimitación, constituido por rasgos distintivos, es decir, características


sonoras que permiten diferenciar morfemas clasificados por el modo de articulación, punto
de articulación y por la actividad de las cuerdas vocales (si vibran o no vibran).

2- Fonemático: los fonemas, unidades de sonido efectivamente aislables que admiten


segmentación en rasgos distintivos y son sustituibles. Las sustituciones producen cambios
en el siguiente.

3- Del signo o nivel léxico: está constituido por formas libres como palabras o formas
ligadas ósea morfemas, que se ligan a otra unidad. Las unidades de este nivel tienen
significados, son segmentables en unidades menores y sustituibles.
4- Categoremático: participa en otra orden de nociones, ya que una frase es un todo cuyo
significado no resulta de la suma de sus partes, el sentido del todo está repartido en el
conjunto de sus constituyentes.

Benveniste: Los sistemas de signos y sus relaciones.

La semiología es la ciencia general que estudia la vida y el comportamiento de los signos


dentro de la sociedad. Una de las tareas del lingüista es definir qué es lo que hace de la
lengua un sistema especial en el conjunto de los hechos semiológicos. Para descubrir la
verdadera naturaleza de la lengua hay que descubrir qué tiene de particular y qué
similitudes tiene respecto a otros sistemas.

El objeto de estudio de la semiología está compuesto por los sistemas de signos (SS) y sus
relaciones dentro de la sociedad. Siendo que la sociedad está rodeada por SS, el problema
central es el estatuto de la lengua entre los demás sistemas de signos.

Benveniste plantea tres tipos de relaciones entre los distintos SS:

1- Engendramiento: un sistema engendra a otro, como la lengua a la escritura. Se trata de


una relación que se da entre dos sistemas distintos y contemporáneos pero de igual
naturaleza. El sistema engendrado se construye a partir del primero pero desempeña
funciones específicas.

2- Homología: mientras el engendramiento es objetivo y verificable, esta es una relación


establecida por un sujeto que encuentra conexiones entre partes de dos SS diferentes.

3- Interpretancia: relación establecida entre un sistema interpretante y otro sistema


interpretado. Interpretación en el sentido de explicación, un sistema explica a otro, relación
semiótica que determina si un sistema puede ser interpretado por sí mismo o si necesita ser
interpretado por otro.
Todos los sistemas de signos tienen significación. Existen dos modos de significación:

1- Semiótico: designa el modo de significancia que es propio del signo como unidad.
Consiste en identificar y reconocer las unidades. Es percibir una identidad, cada signo
existe cuando es reconocido por un conjunto social, un significado que evoca en la mente,
en términos generales, un mismo concepto.

2- Semántico: es el modo específico de significación que se genera a partir del sentido


global del mensaje en su conjunto. Requiere comprensión, siendo comprender el percibir la
significación de una totalidad.

Según el sistema de significación, los sistemas de signos son semióticos sin semántica, por
ejemplo los sistemas de gestos o señales de tránsito, donde reconocemos un signo pero no
podemos armar mensajes complejos que resulten de combinación de signos; o semánticos
sin semiótica, por ejemplo, las expresiones artísticos donde las notas en las música por
separados no tienen significado.

A diferencia de los demás sistemas de signos, la lengua posee doble significancia porque
posee los dos modos de significación. El semiótico es propio del signo lingüístico y es lo que
lo constituye como unidad, y para reconocer un signo debemos identificar si existe o no
existe. El modo semántico es engendrado por el discurso y tiene que ver con la lengua
como productora de mensaje, un mensaje no se reduce una combinación de unidades que
podemos identificar, separar o aislar, ya que no es la suma de signos de palabras lo que
produce el sentido sino que es el sentido en su totalidad el que se hace efectivo y se divide
en signos, el sentido de una frase es diferente al significado de las palabras que la
componen.

En conclusión, el privilegio que tiene la lengua como SS, es ser el único sistema
interpretante de todos los demás sistemas y de sí mismo, esto se debe a ser el único
sistema con doble significación, la semiótica recae sobre el significado de los signos y la
semántica sobre la significación propia de los enunciados organizados en un discurso. En
definitiva, Benveniste se distancia de Saussure, supera la dicotomía lengua-habla y plantea
la necesidad de identificar dos dominios, el semiótico como propiedad de la lengua como
sistema cuya unidad es el signo, y el semántico que tiene que ver con la lengua en uso con
el sentido producido por un hablante en un momento determinado. De este modo abre un
nuevo campo de investigación y define un nuevo objeto de estudio que es el discurso.

3. Modelo Generativo

3.1. El objeto de estudio: el lenguaje como estructura biológica. Lengua-i y Lengua-e.


Principales temas de investigación: estructura, función, desarrollo y adquisición,
evolución del lenguaje en la especie, base física.
3.2. El lenguaje internalizado y como sistema de principios y parámetros. La hipótesis
innatista. Gramática Particular y Gramática Universal.

Bibliografía obligatoria:
Chomsky, N. (1988), Conferencias 1 y 2, pp. 11-60.
Chomsky, N. (1997).
Eguren, L. & O. Fernández Soriano (2004), Cap. 1 y 3.
García, L., R. Pascual y D. Romero (2013). “Biolingüística (Gramática Generativa)”, en
Pascual R. y D. Romero (eds.), (2013).
Romero, D. (2013b). “Origen y evolución del lenguaje humano”, en Pascual R. y D.
Romero (eds.), (2013).

Resumen:

Lo que hoy llamamos biolingüística es una forma de denominar a la teoría generativista o


modelo generativo.

El objeto de estudio es la Lengua-E, la lengua externalizada, una conducta observable.

Desplazamiento del objeto de estudio

La Lengua-I pasa a ser un elemento fundamental para el estudio de la mente, es entendida


como un objeto real, que podríamos ubicar en la coordinada mente cerebro. El cerebro es la
base física, mientras que la mente sería las propiedades abstractas que resultan de los
mecanismos cerebrales.

La Gramática Generativa (GG) estudia un algo caracterizado como órgano mental, un


sistema de la mente, la Lengua-I. Es un “órgano mental” porque al entender la mente como
las propiedades abstractas que resultan de los mecanismo físicos del cerebro, entonces la
mente es parte del mundo orgánico, natural, y no algo ajeno o diferente. La GG es por lo
tanto una gramática natural, dado que sería la descripción y explicación de una parte de un
sistema de la mente, la Lengua-I. De esta manera el enfoque generativo implica avanzar en
la asimilación de la lingüística a la psicología cognitiva y a las ciencias de la naturaleza.

El objetivo básico de la GG es el de poder caracterizar la capacidad lingüística del ser


humano llamada Facultad del Lenguaje (FACLE). La FACLE tiene un estado inicial o estado
cero que es aquel con el que nacemos y un estado estable o final que se desarrolla a partir
de los estímulos que recibimos del medio. El centro de la investigación de la GG es la
FACLE, ese órgano mental del lenguaje que sería similar a cualquier sistema biológico. Los
principios que guían la investigación dependen de un marco teórico, si tenemos en cuenta
los planteos de Eguren y Soriano podemos sintetizarlos en 2:

1- El internismo: tiene que ver con la idea de que la FACLE es una propiedad de la mente
y posee un aspecto genético.

2- El naturalismo: se relaciona con el supuesto de que la FACLE se puede estudiar de la


misma manera que se estudian los objetos de las ciencias naturales.

La GG y los problemas que investiga:

En los estudios lingüísticos existen dos problemas clásicos que pueden ser explicados
desde una concepción internista y naturalista.
- Problema de Descartes, uso creativo del lenguaje: ¿Cómo se usa el lenguaje?
Descartes plantea que el uso de los seres humanos sobre el lenguaje nos permite
diferenciarnos de cualquier otro ser, animal o máquina. Mientras los seres humanos
actuamos por conocimiento, racionalmente, los animales son autómatas ya que sus actos
son hechos naturales y necesarios. Según Chomsky, el lenguaje es creativo en la medida
en que tiene un alcance ilimitado, no precisa de estímulos y además se adecua a las
circunstancias. El problema de descartes incluye 3 aspectos:

1. La capacidad de entender y producir infinitas expresiones, Chomsky lo llama la infinitud


discreta. Por un lado está el problema de la percepción, cómo los hablantes interpretamos
lo que escuchamos o lo que leemos, por otro lado el problema de la producción, el modo en
que utilizamos la lengua para expresar pensamientos.

2. No hay condicionamiento del estímulo, las producciones lingüísticas no responden de


manera uniforme a los estímulos.

3. Las expresiones son coherentes y apropiadas a la situación.

- Problema de Platón. Insuficiencia de los estímulos: ¿Cómo podemos alcanzar


sistemas de conocimiento tan ricos a partir de nuestra fragmentaria y depauperada
experiencia? Se plantea que sabemos más de lo que se nos enseña o de lo que está en el
entorno. Este problema es principal para la lingüística desde la perspectiva de como los
niños adquieren una lengua, ya que al observar el proceso de adquisición vamos a ver que,
a pesar de que nadie le enseñe, la experiencia es bastante pobre incompleta y a veces
insuficiente pero los niños desarrollan estructuras muy complejas en poco tiempo y llegando
a resultados bastante homogéneos sin ninguna enseñanza sistemática.

La pobreza de los estímulos (Problema de Platón) y la riqueza de las manifestaciones de


una lengua (Problema de Descartes) muestran la necesidad de proponer hipótesis que
expliquen la lengua dentro de los sistemas de conocimiento.

En el marco del racionalismo, la explicación que propone la GG se basa en la suposición de


que existen ciertos conocimientos innatos. Estos conocimientos no son las lenguas
humanas, no nacemos sabiendo determinada lengua, el aspecto genético sería un estado
cero o estado inicial de la FACLE que llamamos Gramática Universal es una capacidad
característica de la especie humana que nos permite a adquirir lenguas particulares. La
hipótesis central del modelo generativo se resume en la idea de que la FACLE es una
estructura cognitiva de conocimiento que es específica y biológicamente determinada,
propia de exclusiva de la especie humana. La FACLE es una estructura cognitiva, un
sistema de conocimiento que me permite conocer una lengua, un sistema biológico, forma
parte de la programación genética de la especie humana y solamente los seres humanos
usamos este tipo de estructura, y es de dominio específico, es decir, no recae sobre
cualquier tipo de objeto, no se relaciona con el aprendizaje de cualquier tipo de objeto ni
aprendemos a manejarnos en el espacio o cuestiones lógicas y matemáticas con la FACLE,
solo cae sobre objetos lingüísticos.
El objeto de estudio de una gramática generativa, según Chomsky, persigue delinear
exactamente qué es lo que alguien sabe cuándo conoce una lengua, que ha aprendido de
acuerdo con ciertos principios innatos. Ese objeto de estudio es lo que llamamos una
gramática particular, una competencia o una Lengua-I, es decir, un estado estable de la
mente de los hablantes. Se trata de un objeto del mundo real, una gramática mental, que es
interna, individual e intencional. La Lengua-I posee “I” de interna, ya que es una propiedad
de la mente cerebro, no es una colección de sucesos ni una práctica social externa a los
individuos, “I” de individual, porque es un estado mental de los individuos y no un código
compartido por la comunidad, e “I” de intensional (con “s” como opuesto a extensión), se
trata de un mecanismo finito que opera sobre un conjunto de elementos también finitos y no
un conjunto potencialmente infinito de enunciados o actos de habla, es decir, la lengua es
una estructura compuesta por un número limitado de elementos que nos permiten generar
infinitas expresiones.

El estudio de la mente debe investigar los mismos temas que las ciencias de las naturalezas
abordan en el estudio de sus objetos científicos. Estos temas para la GG serían:

1. La estructura del órgano: en el caso de las lenguas esto sería cuál es la naturaleza de
una lengua, cuales son las propiedades que permiten caracterizar la lengua.

2. La función: como se usa una lengua.

3. Desarrollo en el individuo: cómo se adquiere una lengua en particular.

4. Desarrollo evolutivo en la especie humana: como la especie humana llega a


desarrollar la capacidad del lenguaje.

5. Base física: cuál sería la base neurológica de la FACLE.

La búsqueda de respuestas para estos temas nos lleva a analizar datos concretos en las
lenguas particulares para poder formular hipótesis que puedan explicar los mismos.

La estructura o naturaleza: si los órganos mentales son similares a los corporales deben
tener propiedades exclusivas y un desarrollo en el individuo, lo cual llamamos especificidad
de dominio en el lenguaje. Esto se trata de encontrar propiedades del lenguaje que permitan
suponer que no fueron aprendidas y que no aparecen en otros sistemas, existen dos
fenómenos en todas las lenguas que responden ciertas características. La dependencia
estructural y el desplazamiento de constituyentes, fenómenos que ocurren en
desplazamientos en interrogativas o a la hora de referencia de verbos subordinados, siendo
ambas propiedades de la Lengua-I. La hipótesis es que una Lengua-I es un conocimiento
no consciente y complejo que se caracteriza por organizarse de reglas o principios
abstractos que determinan la forma y el significado de oraciones como lo son la
dependencia estructural y el desplazamiento de constituyentes.

La función (Problema de Descartes): Es posible investigar la función o uso que damos de


una lengua, algo que se puede hacer luego de estudiar la Lengua-I. Otro problema se
relaciona con la función del lenguaje, se piensa que es la comunicación pero no es la única
posible y es bastante difícil de determinar si es la principal. La lengua se puede utilizar para
pensar, para hablar solo o hablar con alguien más allá de si nos va a entender o escuchar o
para buscar reconocimiento o afecto. La investigación del uso de la lengua forma parte del
Problema de Descartes y el principal inconveniente es su independencia con los estímulos,
porque los seres humanos podemos mentir y esta independencia hace bastante difícil saber
qué mecanismo de la FACLE intervienen en el uso. La hipótesis trata de crear una teoría
explicativa sobre el modo en que el conocimiento lingüístico entra en la expresión del
pensamiento, en la comprensión de expresiones estructuradas y en la comunicación y otros
usos del lenguaje.

Desarrollo en el individuo/adquisición (Problema de Platón): Una explicación de este


problema supone la existencia de un estado inicial fijo que estaría genéticamente
determinado, una gramática universal. Una estructura que permite el desarrollo de una
lengua posible. Lo que se debe determinar es que es innato (parte de la GU) y que es
propio del ambiente (estímulos o datos lingüísticos primarios: DLP). Los DLP que recibe un
niño son pobres en al menos 3 aspectos:

1. Los datos pueden ser imperfectos y deficientes, los enunciados que un niño escucha
pueden ser sintácticamente erróneos o incompletos. A pesar de esto, los niños son capaces
de producir expresiones completas y bien formadas.

2. Los datos recibidos son limitados o finitos pero la producción es potencialmente infinita.
Los niños son capaces desde muy pequeños de producir y entender producciones que son
nuevas.

3. Los niños son capaces de juzgar la gramaticalidad de las oraciones, la buena formación
de una, a pesar de no haberla escuchado antes. Los juicios de buena o mala formación no
dependen de la instrucción que los niños reciben o escuchan.

Los DLP dan lugar a generalizaciones y múltiples estructuras posibles, que sin embargo no
ocurren, por lo que es razonable suponer que existen restricciones específicamente
lingüísticas que se aplican al procesamiento de los datos. La hipótesis de Chomsky fue que
es probable que exista un generador de hipótesis, el cual tendría un alcance amplio para
adquirir distintos tipos de conocimiento, es decir, que no sería exclusivo de la FACLE. Este
generador de hipótesis permite formular conjeturas a partir de los datos que recibo, estaría
restringido por la GU que contendría las posibilidades estructurales de las lenguas y
restringe el generador de hipótesis en el procesamiento de los datos.

Una hipótesis explicativa sobre este tema es cuando la etapa inicial (GU) interactúa con los
DLP del medio, adquiere una Lengua-I, una competencia que constituirá el estado
relativamente estable de la FACLE. Esta hipótesis permite explicar que un niño normal, sin
patologías que afecten su desarrollo e independientemente de su cociente intelectual o su
entorno sociocultural, adquiere una lengua en base a experiencia limitada.

Desarrollo en la especie/origen: es un problema aún no resuelto, se sabe poco acerca de


cuándo ha surgido el lenguaje en la especie humana porque se presentan algunos
inconvenientes: El lenguaje tiene propiedades que no se encuentran en otros sistemas,
como el movimiento de constituyentes e infinitud discreta. Es disfuncional, en principio por
estas propiedades mencionadas que son bastantes complejas y se llega a la suposición de
que el lenguaje no fue diseñado o no lo está para un fin comunicativo, porque sino sería
más simple. Por otro lado, lo que se usa de la Lengua-I es poco y es trivial. Finalmente, se
conjugan diferentes factores, como mutaciones, selección natural o ciertas leyes físicas
independientes a la selección. La hipótesis supone que el lenguaje es el resultado de una
adaptación o adaptación secundaria, un órgano cuyas propiedades en su origen tenían
otros fines, y que se convirtieron para desempeñar funciones diferentes.

Acerca del lenguaje, la hipótesis de Chomsky sostiene que es razonable sostener que, en
un momento determinado de la evolución, el cerebro posiblemente se haya reestructurado
quizás como resultado de una mutación se hizo más grande y adquirió rasgos útiles para
desarrollar la FACLE. Uno de estos rasgos útiles puede ser la operación de ensamble, una
operación primitiva que consiste en tomar objetos previamente construidos y construir uno
nuevo. Esto trata de un procedimiento recursivo que va uniendo, ensamblando, expresiones
que se organizan jerárquicamente, esta operación de ensamble y la posibilidad de
recursividad, de reiteración indefinida de una misma operación, serían la base de la
propiedad de la infinitud discreta que caracteriza a las lenguas humanas y es rara en el
mundo orgánico.

Base física/mecanismos: estudio inscripto en la discusión mente-cuerpo y consiste en


establecer si los fenómenos mentales deben y pueden explicarse con los mismos recursos
que se utilizan para explorar los fenómenos físicos.

Según Chomsky, la revolución de Newton anula las categorías cartesianas de la materia,


esto es poseer tres dimensiones y ocupar un lugar en el espacio. La mente sería una
propiedad emergente del cerebro y el lenguaje se inserta en la relación mente-cerebro
porque estaría relacionado con dos factores: uno físico, la base cerebral de los mecanismos
cerebrales, y otro psicológico, la mente.

Eguren y Soriano hablan de las líneas maestras de la GG. Durante el desarrollo de la GG,
existieron dos ejes fundamentales en el desarrollo histórico del modelo. Por un lado, una
gran preocupación por caracterizar, describir y analizar la FACLE. Por otro lado, explicar
cómo se adquiere la lengua materna. Estos ejes esenciales estuvieron imbuidos por la
búsqueda de adecuaciones, una descriptiva y otra explicativa respectivamente. Una
gramática es descriptivamente adecuada cuando caracteriza, define, un conjunto potencial
de oraciones gramaticales de una lengua en particular, mientras que es explicativamente
adecuada cuando puede caracterizar las propiedades universales que están en todas las
lenguas humanas.

La búsqueda constante de una adecuación explicativa para dar razón de la adquisición de


una lengua produjo sucesivas reformulaciones a lo largo de la historia del modelo en la
concepción de la FACLE, podemos distinguir dos grandes modelos y cada uno constituido
por dos etapas o momentos:

1. Modelo Reglar: modelo muy centrado en la descripción del sistema de reglas que
formaría parte de las lenguas particulares.
2. Modelo principios y parámetro (PP): centrado en la adecuación explicativa y trata de
caracterizar la FACLE e investigar las propiedades universales de todas las lenguas
humanas con el fin de poder explicar el problema de la adquisición.

Núcleo firme en GG: es aquello que permanece invariable en el desarrollo histórico de la


teoría. Según Chomsky, una suposición que recorrió todas las etapas y modelos es que la
FACLE es un componente de mente-cerebro que interactúa con otros sistemas, como los
sistemas de actuación que nos permiten usar el lenguaje como el sistema articulatorio
perceptual, el aparato fonador como la audición, y el sistema conceptual intencional. El
último está relacionado con el pensamiento. Toda esta suposición es lo que Eguren y
Soriano llaman “núcleo duro” o “núcleo firme” de la GG, expresado en la concepción de la
FACLE como un órgano mental.

La concepción del lenguaje como órgano combina dos hipótesis básicas y centrales. Por un
lado, la concepción de que las lenguas son estados relativamente estables de la
mente-cerebro de los individuos, y por otro lado, las capacidades mentales son sistemas
biológicos específicos. Por lo tanto, la FACLE es un fenómeno interno, genético y mental.
La FACLE posee un Estado inicial (Ei) que atraviesa Estados transitorios (Enn) a partir de
su interacción con el medio, con los estímulos o DLP, y llega a un Estado estable constituido
por una Lengua-I que nos posibilita producir infinidad de Expresiones estructuradas.

El “núcleo duro” se relaciona con una serie de ideas o suposiciones esenciales acerca del
pensamiento Chomskiano que recorrieron históricamente el modelo pero se mantuvieron
estables. Estas ideas son denominadas “líneas maestras” según Eguren y Soriano en la
concepción de la FACLE. Estas son:

1. La especificidad de dominio del conocimiento lingüístico: esta idea tiene que ver con
la suposición de que la FACLE es un sistema autónomo en la medida de que es un órgano
innato y tiene un desarrollo idiosincrático, es decir que tiene rasgos y carácter que le son
propios y distintivos de otros.

2. La distinción entre conocimiento y uso de una lengua: competencia y actuación. Es


una distinción basada en el hecho de que en el uso entran en juego factores de distinta
naturaleza, es una dicotomía. Estos factores no son específicamente lingüísticos.

3. Componente central: la sintaxis. Es el resultado de una concepción computacional del


cerebro que se desarrolló en las ciencias cognitivas a partir del avance que tuvo la
inteligencia artificial, la neurología y la genética, se parte del supuesto de que los sistemas
de conocimiento son mecanismos computacionales.

4. La sintaxis autónoma del significado y del uso: noción que apunta a la idea de que no
es posible reducir totalmente los conceptos formales a nociones de índole semántica, ósea
cuestiones de significado.

En resumen, la GG atravesó diferentes modelos y etapas como resultado de cambios y


replanteos importantes sobre nociones esenciales con el propósito de caracterizar el órgano
del lenguaje y de explicar el problema de la adquisición. Las nociones centrales en el
desarrollo histórico que se mantuvieron con muy poca variación son: el centro firme o
“núcleo duro” que es el lenguaje como órgano de la mente/cerebro; y las líneas maestras,
que son la especificidad de dominio, distinción entre conocimiento y uso, centralidad de la
sintaxis y autonomía con respecto al significado.

4. Sintaxis, Morfología y Semántica

4.1. Estructura de la gramática: componentes, niveles de representación e interfaces.


Léxico, sintaxis, morfología, fonología y semántica.
4.2. Morfología y sintaxis: objetivos específicos y relaciones. Componentes y niveles
de representación. Teoría X/barra y Teoría Temática. Categorías Léxicas y
Funcionales. Caso. Movimiento.
4.3. Semántica. Relaciones entre representación semántica y estructura sintáctica.

Bibliografía obligatoria:

Di Tullio, Á. (1998), Cap. I: “La gramática”; Cap. II: “La morfología”; Cap. III: “La
sintaxis”; Cap. IV: “Los sintagmas”.
Eguren, L. & O. Fernández Soriano (2004), Cap. 2.
Romero D. (ed.) (2003), “Introducción”.
Romero, D. (2013c). “El significado: semántica y pragmática”, en Pascual R. y D.
Romero (eds.), (2013).
Romero, D. (2013d). “Sintaxis y significado: La Forma Lógica.”, en Pascual R. y D.
Romero (eds.), (2013).

Resumen:

Gramática

En la gramática dependiendo del campo teórico, en este caso desde la GG, existen dos
puntos de vista aplicables. El punto de vista del hablante es uno, en el cual la gramática es
un saber inconsciente, una competencia, un conjunto de reglas que generan el conjunto de
oraciones potenciales de una lengua. Desde el punto de vista del lingüista, la gramática es
un saber científico, un constructo teórico, pretende describir y explicar que sabe un
hablante, por lo que esta perspectiva se basa en el punto de vista del hablante y tiene el
objetivo hacer explícita la competencia del hablante.

La gramática en tanto constructo teórico, la gramática se formula mediante reglas, principios


y leyes.

Dado que la gramática es el conocimiento o formulación teórica del conocimiento de una


lengua, la definición de una lengua variará dependiendo de la perspectiva teórica adoptada.
Para el estructuralismo, una lengua es un sistema de signos sociales. Para la GG, es una
estructura de conocimiento que poseen los individuos.

El diseño de la gramática dependerá del supuesto teórico adoptado, en las gramáticas


tradicionales, la unidad básica es la palabra, se las conoce como gramáticas morfológicas
porque parten de las categorías léxicas y de ahí hacia las construcciones sintácticas. En
cambio, para la GG, la unidad básica es la oración, porque su elemento central es la
sintaxis.

Las cuatro partes tradicionales constituyentes de la gramática son:

1. Morfología: tiene que ver con la forma de las palabras, con la estructura interna que
tienen. La unidad de análisis el morfema como la unidad significativa mínima.

2. La sintaxis: combinatoria de las palabras y frases dentro de la oración, sus relaciones y


estructuras jerárquicas. La unidad máxima es la oración.

3. La semántica: tiene que ver con el significado lingüístico de las expresiones, este
significado es considerado independiente del contexto.

4. La fonología: el nivel de representación sonora, aborda la unidad del fonema y sus


posibles combinaciones, además se ocupa de unidades llamadas supra segmentales o
prosódica como la entonación y las pausas.

El componente central es la sintaxis, el cual interactúa con el componente léxico y produce


representaciones interpretadas por el componente fonológico (forma fonética o FF) y por el
componente semántico (Forma lógica o FL) que nos permite acceder a las interpretaciones
conceptuales.

La sintaxis: etimológicamente deriva del verbo griego sintaxis que significa ordenamiento.
La función principal es combinar unidades léxicas para formar sintagmas, y su primer
objetivo básico es discriminar las oraciones gramaticales de una lengua de aquellas que no
lo son. Lo último se relaciona con las reglas de una lengua determinada para que una
oración sea gramatical o no. La sintaxis parte de la noción básica de que las oraciones
tienen una estructura interna regida por principios de jerarquía y linealidad. La linealidad se
refiere a la sucesión de un elemento tras otro en la cadena, mientras que la jerarquía se
refiere a relaciones de dominio y de dependencia que se establecen en la fórmula
combinatoria.

La oración como componente sintáctico: existen numerosas definiciones acerca de la


definición, en términos generales desde un punto de vista estructural, la oración es una
estructura jerárquica. Una oración es una combinación en diferentes niveles de unidades
sintácticas menores, llamadas constituyentes de la oración. Es una construcción que posee
constituyentes pero no es constituyente de una unidad mayor.

El léxico: con cada unidad léxica, el niño va adquiriendo, respectivamente, conocimientos


de fonología, semántica, sintaxis y morfología, ósea las partes tradicionales de una
gramática.

En relación con la sintaxis, las unidades léxicas constituyen lo que llamamos primitivos, las
unidades básicas, de las estructuras sintácticas.

Cuando hablamos del componente léxico de la gramática mental, nos referimos a una lista
no ordenada de elementos léxicos de la Lengua-i, un conjunto de unidades, morfemas y
palabras que almacenamos en nuestra mente. Cada unidad léxica es una matriz, un
conjunto de diferentes tipos de rasgos, un elemento léxico está compuesto por rasgos
fonológicos, semánticos y formales o sintácticos.

Los rasgos fonológicos tienen que ver con las unidades mínimas de la cadena oral, los
fonemas. Son rasgos relacionados con el punto de articulación, el modo de articulación y
con la vibración de las cuerdas vocales.

Los rasgos semánticos son de dos tipos, por un lado, los rasgos intrínsecos son los que
forman parte de la unidad léxica esté donde esté en la estructura sintáctica que caracterizan
su significado de alguna manera, por otro lado, los rasgos temáticos son asignados dentro
de una estructura sintáctica por un núcleo, y son denominados papeles semánticos o
temáticos.

Los rasgos formales o sintácticos corresponden a diferentes clases, los rasgos categoriales
tienen que ver con la categoría de la unidad léxica (N, V, Adj…), los rasgos F o lexivos son
los rasgos de la flexión gramatical ósea las opciones posibles que tiene una unidad léxica
para indicar información gramatical (persona, número, género), y los rasgos de selección
categorial, son aquellos que determinan el contexto sintáctico que requiere la unidad léxica.

Las piezas léxicas se atraen, realizan selecciones sintácticas a partir de los rasgos
categoriales y semánticos. Existen dos tipos de selecciones: la selección-C, que tiene que
ver con los rasgos categoriales, y la selección-S, depende de los rasgos semánticos de la
unidad léxica.

En GG, la proyección del léxico estaría regulada por la denominada Teoría Temática
(Teoría T), teoría constituida por ciertos principios que regulan la buena formación de la
representación sintáctica de los argumentos seleccionados por los predicados, es decir, la
teoría temática explica la proyección del léxico en la estructura sintáctica. El valor relativo
que el predicado otorga al argumento que selecciona se denomina papel temático. Los
papeles temáticos de un sintagma van a depender del predicado que se seleccione.

La relación gramatical entre un predicado que selecciona y el o los argumentos


seleccionados, se expone en lo que se conoce como Criterio Temático, que contiene
principios o condiciones de buena formación semántica de las oraciones. El primer principio
tiene que ver con la idea de que un argumento tiene que recibir al menos un papel temático.
El segundo principio explica el hecho de que si un predicado asigna papel temático, tal
papel puede ser asignado a un solo argumento. Los principios del criterio temático buscan
detectar la agramaticalidad en algunas secuencias formadas por hablantes.

La noción de asignar papeles temáticos representa el hecho de que ciertas piezas léxicas
seleccionan argumentos que se proyectarán en la sintaxis como sujetos o complementos.
Los argumentos pueden ser internos o externos, los externos se ubican fuera de la
proyección formada por un núcleo y sus complementos (caso típico de los sujetos), los
internos se generan en la misma proyección del núcleo que los selecciona (caso de los
complementos).
Los selectores: principales categorías que actúan como predicados que seleccionan
argumentos, a los que se le asignan papeles temáticos.

La relación entre léxico y sintaxis es muy estrecha, esto ocurre porque las unidades léxicas
son primitivos, unidades básicas de la sintaxis, conformadas por distintos tipos de rasgos, y
son algunos de estos rasgos lo que permiten la selección o atracción entre las diferentes
unidades léxicas, tal selección que realizan las unidades léxicas que actúan como
predicados se proyecta en diferentes posiciones sintácticas.

El caso:

Componente Léxico <—--------------> Componente Sintáctico CC


Componente Fonológico. Forma Fonética (FF) <-I I-> Componente Semántico. Forma
Lógica (FL)

Éste es un esquema explicativo de los componentes de la gramática según la GG, hay un


componente central que es el Componente Sintáctico que accede al léxico, listo no
ordenada de elementos que es un conjuntos de rasgos, donde el CC combina esos
elementos de una manera para producir representaciones para el componente fonológico,
representaciones de sonidos, y para el componente semántico, representaciones
conceptuales lógicas. Puede ocurrir que el FF no se represente por diversas razones, es
decir, se interpreta una representación semánticamente sin que tenga una realización
fonológica. Una de las razones para tal situación se relaciona con la teoría del Caso.

El caso regula la distribución dentro de las oraciones (O) de los sintagmas nominales (SN)
que se realizan fonéticamente. El caso es la materialización de ciertos rasgos que permiten
identificar la relación sintáctica, la función que un SN tiene con otros constituyentes dentro
de la oración. Si esa marca no está, entonces el SN no puede ser interpretado en la relación
de función sintáctica. Las marcas de caso dependen de la estructura sintáctica, de la
posición.

Las lenguas varían respecto del tipo de marcas que utilizan para expresar el caso, algunos
tienen marcas morfológicas, un cambio en la forma de toda categoría nominal, llamado caso
morfológico como en el quichua, latín y griego. Otras lenguas utilizan estrategias sintácticas
porque no tienen flexión nominal, lo llamamos caso estructural, donde el orden en la
estructura determina la marca de función, determina el caso que depende de cuestiones
como ante posiciones, preposiciones o posposiciones.

La asignación de caso está regulada por condiciones de buena formación de las oraciones,
la más importante es la condición de visibilidad, la cual intenta explicar el hecho de que un
argumento tiene que tener un caso asignado para que sea visible, es decir, para poder
interpretar su papel temático y, a partir de ahí, tener una función sintáctica determinada, un
sintagma nominal que funcione como argumento debe tener marca de caso para que pueda
ser realizado en la representación sonora o FF e interpretar su papel temático.

Las transformaciones morfológicas son diferentes para cada tipo de palabra, los adjetivos
necesitan de una preposición para marcar caso y para que se interprete el papel temático,
en cambio, los verbos asignan directamente el caso acusativo para marcar, con función de
objeto directo, al argumento que seleccionan.

Los principales elementos lingüísticos en la asignación de caso, entendiendo caso como


una marca de función que tienen que tener los SN para poder realizarse en la
representación sonora de las estructuras, son aquellos núcleos de una proyección.

Estructuras sintácticas: Hipótesis X/barra

La teoría X/barra es una hipótesis general sobre las estructuras sintácticas de todos los
sintagmas en todas las lenguas humanas, se propone explicar la posición y las relaciones
de todos estos elementos de acuerdo a ciertos principios generales. Según esta hipótesis
toda estructura primero es expresada en una representación en corchetes y luego en una
estructura de árbol.

Lo que el esquema de la teoría X/barra representa se puede representar a partir de ciertos


principios universales:

1. Principio de endocentricidad: Toda construcción sintáctica tiene un núcleo, donde


todo se articula alrededor del mismo y da nombre al sintagma que proyecta. El núcleo
va a ser una categoría de nivel 0 que proyecta el sintagma con el cual va a compartir
rasgos categoriales.

2. Principio de proyección: explica el hecho de que las propiedades del léxico, la


estructura argumental, debe satisfacerse ósea proyectarse en todos los niveles de
representación sintáctica para que la oración esté bien formada.

3. Principio de predicación: todo predicado tiene al menos 1 argumento.

4. Principio de proyección extendido (PPE): la suma del principio de proyección y de


predicación. Este principio permite explicar el hecho de que toda oración tiene sujeto, el cual
es especificador por excelencia y queda en el cruce entre la exigencia del léxico, regulada
por la teoría temática, y la estructura oracional, establecida o regulada por la hipótesis
X/barra.

En el esquema X/barra el eje principal es el núcleo, en torno al mismo núcleo se organizan


o desarrollan las siguientes tres funciones:

- Especificador (ESP): depende de la proyección máxima o SX, va a estar seleccionado


por el núcleo y lo va a preceder.

- El complemento (COMPL): depende de la proyección intermedia X’, es decir, una


proyección intermedia es el núcleo + COMPL. Va a estar seleccionado por el núcleo, ósea
va a depender de las propiedades de selección de la unidad léxica, y va a estar en una
posición adyacente al núcleo, si ésta posición precede o sigue al núcleo es una cuestión de
parámetros, de valores de realización del principio que va a depender de cada lengua.
- Adjuntos (ADJU): son modificadores que no están seleccionados por la unidad léxica, no
están exigidos y por lo tanto aparecen en posiciones periféricas.

En la teoría X/barra, los argumentos externos se proyectan en la posición de especificador,


y los argumentos internos se proyectan en la posición de complementos.

Los argumentos internos forman parte de la proyección intermedia y reciben el papel


temático directamente del núcleo que los selecciona, en algunos casos y por distintas
razones puede ocurrir que no se proyecten en la forma fonética.

El argumento externo se sitúa fuera de la proyección intermedia y recibe papel temático


composicionalmente a partir de toda esa proyección intermedia. A diferencia del argumento
interno, su presencia en la configuración es requerida por Principio de Proyección y por
Principio de Predicación.

La teoría de X/barra es una explicación de la propiedad que está presente en todas las
lenguas naturales de formar sintagmas. Es una hipótesis, dentro de la GG, que establece
las condiciones de buena formación de las estructuras sintácticas y asigna un mismo
esquema estructural universal a todos los sintagmas. El esquema que se propone es
endocéntrico, se articula en torno al núcleo. Es el núcleo el que se expande en
proyecciones sucesivas en las que puede existir ESP, COMPL y ADJ. La representación
esquemática de X/barra aporta el andamiaje estructural (condiciones formales) en el que
puede proyectarse las exigencias del léxico (condiciones semánticas) reguladas por la
teoría temática.

Categorías léxicas y funcionales.

Según la GG, las unidades se clasifican en categorías léxicas, y en categorías gramaticales


o funcionales.

Las categorías léxicas fueron tradicionalmente denominadas como partes de la oración o


clases de palabras. Actualmente, se caracterizan como principales categorías léxicas al
sustantivo, adjetivo, verbo, adverbio y la preposición. Las propiedades que permiten
caracterizar a las categorías léxicas son que son clases abiertas, en permanente cambio y
renovación. Además, tienen contenido semántico conceptual, y por esa razón van a
desarrollar una estructura argumental que va a variar según la clase de la categoría. La
estructura argumental se proyecta en la sintaxis y por lo tanto pueden tener o no
especificador o un complemento o más de uno. Por último, pueden aparecer de forma
aislada, es posible que funcionen como respuesta a preguntas.

Las categorías funcionales son clases cerradas porque constituyen listas reducidas de
elementos que los hablantes conocemos y adquirimos en estados iniciales de la adquisición
de la lengua materna, no son categorías que se tomen prestadas de otras lenguas y
tampoco cambian sustancialmente. Las categorías funcionales aportan a las estructuras
sintácticas información de tipo gramatical, no tienen contenido conceptual, por lo tanto no
desarrollan una estructura argumental. Sin embargo, necesitan que otras categorías,
generalmente léxicas, saturen ciertos espacios sintácticos que proyectan, porque
seleccionan un COMPL de forma obligatoria y pueden seleccionar un ESP. No pueden
aparecer de forma aislada porque necesitan de otros elementos que saturen las posiciones
que proyectan, su papel gramatical es el de establecer relaciones, determinar o negar, entre
muchas cosas. En muchos casos son elementos morfológicos que aparecen ligados a una
base léxica.

Se concluye en que la forma temporal de una oración puede determinar la forma temporal
de otra, lo que llamamos concordancia temporal. El tiempo y el modo son informaciones
esenciales que nos permiten identificar una oración como tal y también relacionarla con
otras, como las subordinadas. Por otra parte, hay transformaciones estructurales,
movimientos como ocurre con las interrogativas, en donde son las formas temporales las
que se desplazan a otra posición de la estructura.

El núcleo de la oración es una categoría funcional denominada flexión (flex) o tiempo


(T), está constituida por dos conjuntos de rasgos, en la desinencia del verbo en morfemas
flexivos o en los verbos auxiliares. La información que contiene este elemento es de tiempo
y modo pero también tiene formación esencial de número y persona que permite activar los
procesos de concordancia con el sujeto de la oración. En la teoría X/barra, esta categoría
del núcleo de la oración sería lo que constituye el sintagma tiempo o flexión, que tiene un
núcleo información de tiempo, modo y concordancia que selecciona de complemento al
sintagma verbal desde el cual se proyecta el resto de la oración.

Los elementos como que, quien, cuando, como, donde, y si, constituyen una categoría
funcional llamada categoría complementante (C), esta categoría determina el tipo y
modalidad de la oración, es decir, si son interrogativas, exclamativas o subordinadas.
Además, determinan la interpretación de la oración subordinada en declarativa o
interrogativa. También determinan si las subordinadas son temporales, causales,
condiciones, etc.

La semántica básica del sustantivo no tiene propiedades referenciales, como si las tiene el
conjunto constituido por un artículo + sustantivo. Esto es motivo de que la distribución del
sustantivo dentro de una oración no coincida con la del conjunto formado por artículo +
sustantivo, ya que no puede desempeñar las mismas funciones sintácticas. Se postula la
existencia de la categoría funcional de determinante (D) que actúa como núcleo de una
proyección. Si partimos de la base que un núcleo es aquel que determina el tipo semántico
y la distribución sintáctica del sintagma que proyecta, es posible sostener que el
determinante es el núcleo de una proyección sintagma determinante ya que determina la
semántica referencial del sintagma que nuclea y las posiciones y funciones sintácticas que
puede cumplir dentro de la oración. Esta categoría determinante está constituida por
artículos, demostrativos, posesivos, numerales, no selecciona ESP y toma como
complemento a un sintagma nominal.

CATEGORÍA LÉXICA CATEGORÍA FUNCIONAL

Piezas léxicas con contenido conceptual Conjuntos de rasgos con información


gramatical (palabras, morfemas)

Desarrollan estructura argumental (EA) Elementos relacionales sin EA


Pueden seleccionar ( o no) ESP y más de Proyectan un solo COMPL obligatoria y
un COMPL opcionalmente un ESP

Clase abierta Clase cerrada

Movimiento de constituyentes:

El movimiento de constituyentes, también conocido como desplazamiento de


constituyentes, propiedad exclusiva de la FACLE, solo presente en las lenguas humanas.
Consiste en producir, escuchar, un sintagma en un lugar de la oración pero interpretarlo en
otro.

Los movimientos obligatorios en la gramática pueden ser de dos clases. Si observamos la


categoría desplazada, aquella que se mueve, tenemos movimientos de núcleos (X) y
movimientos de proyecciones máximas (SX). Si observamos la meta, el destino del
movimiento, tenemos movimientos que van a posiciones argumentales (movimiento A) y
movimientos que van a posiciones no argumentales (movimiento A’).

Existen tres tipos de movimientos:

1. Elevación del sujeto: movimiento de sintagma X (proyección máxima) que va a una


posición argumental seleccionada por un núcleo léxico.

2. Interrogativas totales: respondidas por sí o no.

3. Movimientos de SQU: son fenómenos que se dan en las interrogativas parciales, es


decir, se pregunta sobre una parte del enunciado, u en oraciones relativas, oraciones
adjetivas que actúan como modificadores de un sustantivo.

Las condiciones o restricciones que actúan sobre los movimientos: en primer lugar, todo
movimiento tiene como meta una posición vacía que sea del mismo nivel de proyección. El
movimiento de constituyentes es un fenómeno de procesamiento cognitivo muy costoso por
lo que debe estar restringido de alguna manera, existen dos últimas restricciones que
estarían impuestas por los principios de economía. Primero, que un constituyente se mueve
solo para satisfacer un requisito de buena formación de la estructura, llamado principio de
último recurso. Por último, otra restricción es que un constituyente se mueve a la posición
más cercana en la que pueda satisfacer sus requerimientos, conocido como principio de
movimiento más corto o condición de eslabón mínimo.

Acerca de la huella o copia, son conceptos que refieren a distintos momentos de la GG,
donde el concepto de huella corresponde a principios y parámetros que se lo consideraba
una categoría vacía, y el concepto de copia se plantea a partir del programa minimalista.
Ambos conceptos expresan que todo constituyente que se mueve, deja en la posición de
“salida” u “origen” una huella o copia que representa la FL del elemento que se movió.
Los argumentos seleccionados por las unidades léxicas se proyectan en posiciones
estructurales determinadas por el principio de proyección, en esas posiciones cumplen las
funciones sintácticas asignadas por la teoría de X/barra. Si los argumentos no aparecen en
la posición proyectada, y no es posible omitirlos, aparecerán en otras posiciones
proyectadas por otros núcleos, ya sean léxico o funcional, esto se explica a partir de la
teoría del movimiento de constituyentes. El movimiento es un fenómeno que resulta de la
interacción de las propiedades gramaticales expresadas por la teoría temática, la teoría
X/barra, la teoría del caso y la teoría de las categorías funcionales. La teoría de movimiento
explica el hecho de que un elemento no pierde las propiedades asignadas por ocupar una
posición distinta en la que adquiere otras propiedades gramaticales necesarias, como
ocurre con la marca de caso en la elevación del sujeto. Las propiedades gramaticales de las
piezas léxicas se asocian con posiciones estructurales que son distintas.

5. Pragmática y Discurso

5.1. El discurso como objeto de estudio. El estudio del habla. El esquema clásico de
comunicación y su reformulación.
5.2. Pragmática: Conocimiento y uso de la lengua. Delimitación del objeto. Lenguaje,
uso y contexto. Actos de habla. Principio de Cooperación. Implicaturas.
5.3. El enfoque enunciativo: enunciación y enunciado. El aparato formal de la
enunciación. El sujeto de enunciación y la presencia de la subjetividad en el discurso.
Subjetivemas. Modalidades. Deixis.
5.4. Conocimiento y uso de la lengua. Competencia comunicativa: etnografía del
habla y el modelo SPEAKING; el mercado lingüístico y el habitus.

Bibliografía obligatoria:
Austin, J. L. (1961) “Emisiones realizativas”, en Valdés Villanueva, L. (ed) (1991).
Benveniste, É. (1974a) “El aparato formal de la enunciación”. En Benveniste, É.
(1985).
Bourdieu, P. (1980), “El mercado lingüístico”, en Cuestiones de sociología, Madrid,
Istmo.
Escandell Vidal, M. V. (1996), caps. 1 y 2.
Fino, C. (2013). “Acerca de la comunicación”, en Pascual R. y D. Romero (eds.),
(2013).
Kerbrat-Orecchioni, C. (1988) “La problemática de la enunciación”. En
Kerbrat-Orecchioni, C. (1988):17-29.
Maingueneau, D. [1982 (1980)] "Las modalidades". En: Maingueneau, D. Introducción
a los métodos de análisis del discurso. Bs. As., Hachette. Cap.III. 2.
Pérez-Cordón, C. (2008) “Un sencillo acercamiento a la pragmática” en Revista
electrónica de didáctica del español lengua extranjera (redELE) 1571-4667 (2008) Vol.
5 N°14.
Romero, D. “Competencia comunicativa”, en Romero, D (comp), (1997) Elementos
básicos para el análisis del discurso, Bs. As., Libros del Riel, pp. 19-23.
Velasco, C. (2013). “De la lengua al discurso”, en Pascual R. y D. Romero (eds.),
(2013).

Resumen:
Paradigma comunicacional de los estudios del lenguaje

Función comunicativa:

Eje paradigmático donde el lenguaje es una forma de vida, como un hecho social cuyo
exponente se da en el lenguaje ordinario.

En las investigaciones del lenguaje se produce un desplazamiento desde el estudio de las


ideas realizadas por medio de un discurso mental de carácter privado de introspección
hacia el estudio de los enunciados lingüísticos públicos objetivados para dar cuenta de su
estructura. No es dentro de nuestra mente donde tenemos que mirar para saber cómo
pensamos, sino que debemos mirar hacia nuestros discursos.

Desde el punto de vista lingüístico, hay tres factores claves en la conformación del discurso
como objeto de análisis:

1. El abandono de la oración como unidad de análisis: modelo teórico de Harris que


propone una teoría a analizar encadenamientos de enunciados y no el funcionamiento
interno de la oración.

2. El “redescubrimiento” y la redefinición del sujeto: muchas de las perspectivas que se


abrieron con las investigaciones de Benveniste sobre cómo la subjetividad se encuentra
lingüísticamente, y el aparato formal de la enunciación, es decir, la lengua, apropiada por un
sujeto de la enunciación, pone sus marcas y da cuenta de esa subjetividad.

3. La preocupación por el uso del lenguaje en la comunicación: a partir de los trabajos


de Jakobson, la comprensión del lenguaje y la naturaleza comunicativa de los signos, fue la
problemática central desde distintas disciplinas como la biológica, la sociolingüística y la
etimología del habla o de la comunicación.

Sucedieron tres acontecimientos que influyeron en la constitución del análisis del discurso,
desde el campo de la filosofía:

- La pragmática y la teoría de los Actos de Habla (J. L. Austin): la teoría de Austin sobre
la dimensión accional del lenguaje, donde el uso del lenguaje no consiste en decir sino que
también es hacer.

- La perspectiva arqueológica de Foucault: desplaza el interés de la historia de las ideas


al campo de los dispositivos de enunciación en su arqueología del saber, da una serie de
conceptos clave como formación discursiva, práctica discursiva, dispositivo, sistema de
dispersión, etc.

- El principio dialógico desarrollado por el denominado grupo Círculo de Bajtín:


establecen la naturaleza social del signo lingüístico. Nuestros enunciados son vistos como
ecos de otros enunciados, nunca aislados, están siempre situados, no existen las palabras
neutras. Estas ideas desde un principio dialógico permitieron entender a la función
comunicativa como algo inherente al lenguaje, lo cual implica la imposibilidad de estudiarlo
fuera de su contexto social, fuera de su uso.
Cada perspectiva teórica, de acuerdo con el marco interpretativo que le materialidad
sociohistórica al texto, determina cuales son las propiedades relevantes del contexto de un
discurso:

PERSPECTIVA UNIDAD DE CARACTERÍSTICA ANALISTAS -


TEÓRICA ANÁLISIS S INVESTIGADORES

Etnografía de la Evento Acróstico Hymes


comunicación comunicativo SPEAKING

Linguístico - Texto Campo-Tenor-Modo Halliday


funcionalista

Análisis crítico del Conjunto de -Construcción a Wodak


discurso propiedades priori del corpus a Van Dijk
lingüísticas y analizar.
textuales de una -Mayor atención a
serie de materiales, los fenómenos
explicadas por las políticos que a los
relaciones de poder funcionamientos
en una coyuntura discursivos.
específica.

Escuela Francesa Dispositivo de Propiedades Maingueneau


de Análisis del enunciación. relevantes de
Discurso prácticas para la
formulación de los
textos: Condiciones
socio-históricas de
producción.

La reformulación del esquema de la comunicación por Kerbrat-Orecchioni:

En el marco de los estudios lingüísticos, Jakobson busca las particularidades que hacen
que un mensaje pueda ser considerado poesía. La orientación del lenguaje hacia cada uno
de los componentes señala o hace prevalecer una función, cuando se orienta hacia el
emisor, la emotiva o expresiva, y cuando se orienta hacia el receptor, la conativa o
apelativa. También puede haber orientación hacia el código, lo cual hace prevalecer la
función metalingüística, cuando se orienta hacia el canal, la fática, cuando se orienta hacia
el contexto, la representativa referencial o informativa, y finalmente cuando se orienta hacia
el mensaje entendido como el cómo.

Sobre el modelo de Jakobson, la lingüísta Kerbrat-Orecchioni, realizó una reformulación con


el propósito de interpretar la complejidad del hecho comunicativo. Ella plantea que el
modelo de Jakobson da cuenta de diferentes usos del lenguaje, pero no es suficiente para
explicar las relaciones que se establecen, por ejemplo, a escala personal, formulando una
serie de observaciones que se complementan con ese modelo, considerando las
características de la personalidad de los sujetos, que hace que cada individuo establezca
una relación diferente con lo que se dice en cada situación comunicativa.
La atención de Kerbrat-Orecchioni está puesta en la noción de código, código considerado
por Jakobson como algo homogéneo y exterior. La comunicación no se funda sobre un
código único compartido por ambos participantes de la comunicación, sino que en cada
participante posee su propio idiolecto, que puede ser o no compatible con otro.

La autora agrega el concepto de competencia, la suma de todas las posibilidades


lingüísticas de un sujeto, todo lo que es susceptible de crear desde la emisión e interpretar
desde la adopción o recepción.

Otra noción agregada por Kerbrat-Orecchioni es la del universo del discurso, las
limitaciones que poseen los hablantes para expresarse ya que es inexacto pensar a un
emisor como alguien que elige tal y cual ítem léxico como si los tomara de un conjunto de
actitudes lingüísticas. Depende de dos tipos de factores:

1. Las condiciones concretas de la comunicación.


2. Los caracteres temáticos y retóricos del discurso.
Para comprender el modelo con las competencias lingüísticas es necesario referirse a estas
restricciones del discurso que operan como filtros en el discurso, en el sentido que limitan lo
que puede y debe ser dicho según la situación de inscripción de los enunciados.

A las ambigüedades del código, se suman las competencias no lingüísticas. Las


competencias no lingüísticas se dividen en dos:

Por un lado, las determinaciones psicológicas, determinaciones psi, que desempeñan un


papel importante en las operaciones de codificación y decodificación, aquellas
determinaciones individuales de las que tampoco el hablante es completamente consciente
y pueden alterar en diferentes sentidos los mensajes y la interacción comunicativa. Son
determinaciones psi porque tiene componentes psicológicos, psicoanalíticos y psiquiátricos,
no se trata de una competencia que el participante adquiere, sino una determinación a la
que se está sujeto.

Por otro lado, las competencias culturales e ideológicas, con culturales nos referimos al
conjunto de conocimientos implícitos sobre el mundo, las facilidades o dificultades para
interpretar el universo simbólico. Con competencias ideológicas, refiere al conjunto de los
sistemas de interpretación y evaluación del universo referencial que mantiene relaciones
con las competencias lingüísticas y que tiene una especificidad que contribuye a acentuar
las diferencias, por ejemplo, de los intelectos.

Por último, Kerbrat agrega los modelos de producción y de interpretación, no hay


variaciones, no son más que procesos y reglas generales que se ponen a funcionar cuando
los individuos se acercan a un acto enunciativo, estos modelos son comunes a todas las
personas, ya que todos realizamos los mismos procedimientos para producir mensajes y
para recibir e interpretar, decodificar mensajes.

El aparato formal de la enunciación, en “Problemas de Lingüística General II” de


Benveniste:
La enunciación implica poner a funcionar la lengua por un acto individual de utilización, es
un acto individual de apropiación del código de la lengua por parte de un individuo que se
constituye como sujeto a partir del acto enunciativo. Toda enunciación es un acto de
conciencia por parte del individuo. El discurso es producido cada vez que se habla, es la
manifestación de la enunciación, no es sencillamente el habla, hay que atender a la
condición específica de la enunciación, es el acto mismo de producir un enunciado y no el
texto del enunciado.

La enunciación es definida como una instancia intermedia entre la lengua, en el sentido


Saussureano como un sistema de signos, y el habla, en idéntico sentido como
manifestación expresa de la lengua. Consiste en poner a funcionar la lengua por un acto
individual de apropiación de la lengua por un individuo concreto, la condición específica de
la enunciación es el acto mismo de producir un enunciado y no el contenido específico de
ese enunciado. El objetivo de Benveniste es el de caracterizar formalmente la instancia de
la enunciación, sus manifestaciones implícitas, en este sentido distingue dos tipos de
recursos que se clasifican como permanentes y los que son variables o incidentales.

Entre los permanentes figuran en primer lugar las marcas de personas, en su manifestación
verbal o pronominal; en segundo lugar, las marcas de tiempo, el presente tiene razón de ser
como indicador temporal que establece la enunciación y sirve para organizar el tiempo en
pasado y futuro; y en tercer lugar las marcas de espacio, manifestaciones de tiempo y lugar
que tienen una manifestación gramatical variada, deícticos, siendo su característica
principal su significado variable, yo, aquí y ahora cambian su significado denotativo en
denotativo en cada enunciación.

Las características variables de la enunciación dependen del deseo de todo sujeto hablante
de implicar o influir sobre el interlocutor, se explican así las diversas intenciones
comunicativas, aseverativas, afirmativas y negativas, exhortativa, interrogativas, dubitativas,
etc. Estas diversas intenciones suelen explicitar por medio de los recursos
suprasegmentales por la modalidad verbal, las tradicionales consideraciones del subjuntivo
como manifestación de deseo y duda, y por el significado de determinados adverbios, quizá,
probablemente, posiblemente, etc.

El “YO” denota al individuo que pronuncia la enunciación, el “TU” representa al individuo


presente como alocutario, tanto el “YO” como el “TU” son signos vacíos según Benveniste.
Respecto a lo vacío, refiere a que no denotan de manera estable, ya que el referente varía
con la situación. El “YO” es una realidad de discurso, no remite a un concepto o a un
individuo, no puede ser definido más que en términos de locución, no puede ser identificado
más que por la instancia del discurso que lo contiene y solo por ellas, no tiene otra
referencia que la actual y momentánea, es una instancia única por definición, válida solo en
su unicidad, no hay un concepto “YO” que englobe todos los “YO” que se enuncia en todo
instante en boca de todos los locutores. Cada vez que se dice “YO”, éste se llena de un
significado diferente, existe una definición simétrica para “TU”, es el individuo al que se
dirige la locución en la presente instancia de discurso que contiene la instancia lingüística
“TU”, por eso se lo denomina al “YO y al “TU” como deícticos puros, la referencia constante
y necesario en la instancia del discurso constituye el rasgo que contienen estos a una serie
de indicadores participantes, adverbios, locuciones adverbiales.
“EL” es la tercera persona, forma que no remite a persona por estar referida a un objeto
situado fuera de la locución “YO+TU”, existe solo por la oposición a la persona “YO” del
locutor quien la sitúa como la no persona. Es el miembro no marcado de la correlación de
personas según Benveniste, necesita recibir un contenido referencial preciso, necesita
determinaciones contextuales de las cuales pueden prescindir el “YO” y el “TU”.

También podemos encontrar en la enunciación el pronombre de la primera persona del


plural “nosotros” que incluye al “YO + NO YO” y se puede tratar de un nosotros inclusivo
(YO + TU) o de un nosotros exclusivo (YO + EL). El nosotros inclusivo es aquel que incluye
al receptor y es el puramente deíctico porque solamente se atiene a la situación
comunicativa, el nosotros exclusivo le hace falta una referencia para saber de qué se trata
“EL”. También existe el “YO+TU+EL” que sería una referencia determinada por el contexto.

Otros indicadores que se unen al “YO” y al “TU” y cuya referencia también surge en la
instancia discursiva, son los deícticos que organizan el espacio y el tiempo en torno al “YO”,
aquí y ahora. Los índices de ostensión del tipo este o ese, suponen un tipo de señalamiento
del objeto designado por ellos y lo ubican en referencia con el lugar del “YO”. Benveniste los
denomina como aquellos que delimitan la instancia temporal y espacial coextensiva y
contemporánea de la presente instancia del discurso que determina el “YO”. Son términos
que implican un gesto que designa el objeto al mismo tiempo que es pronunciada la
instancia del término, son también signos de ex provistos de referencia fija, tales como los
adverbios de tiempo hoy, ayer, mañana, ahora o dentro de tanto; los adverbios de lugar; los
verbos de movimiento; los pronombres demostrativos y todo el sistema de coordenadas
espaciales, ordenan el espacio a partir de un eje central y permiten ubicar el lugar del sujeto
de la enunciación.

Cabe recordar que Benveniste establece una distinción entre tiempo lingüístico, tiempo
físico línea, continuo e infinito, y el tiempo crónico. De acuerdo a Benveniste, la expresión
de la experiencia humana sólo es posible mediante el tiempo lingüístico, que es el tiempo
en el discurso, de la palabra, cuyo centro axial es el presente de la enunciación, el momento
donde el locutor habla. Solo en función de éste presente y solo por referencia de él, puede
comprenderse el pasado y el futuro. En otras palabras, ésta conceptualización supone una
construcción temporal lingüística y un acuerdo entre los interlocutores. La temporalidad es
producida por la enunciación, de ella procede la instauración de la categoría de presente, el
tiempo presente es el tiempo en el que se está pero solo se indica por el tiempo en que se
habla. El presente formal no hace sino explicitar el presente inherente a la enunciación y es
tiempo de base del discurso definido por su coincidencia con el momento de enunciación, y
término no marcado del sistema del indicativo. Por eso es polivalente: posee tanto un valor
deíctico que lo opone a los otros tiempos, pasados y futuros, como un valor no temporal,
ligado a su estatuto de forma “cero” del sistema. Por otra parte, el presente también es una
forma verbal abierta y flexible por su propia función de marcar simultaneidad con el
momento de la enunciación.

El valor más específico del presente es el que marca una acción que sucede en el momento
de hablar, el presente actual llamado puntual, pero también tiene otros usos, como el
presente genérico que hace referencia a hechos de validez permanente y atemporal, fuera
de un marco temporal concreto, tiene muy poco valor deíctico. Por otro lado, encontramos el
presente histórico, el presente utilizado con valor de pasado, estrategia de actualizar hechos
del pasado a través de su uso verbal pero tiene un valor de pasado. Otro es el presente
habitual, aquel que hace referencia a un comportamiento usual y acostumbrado, diferente al
presente genérico, es un discurso donde la referencia temporal es un lapso de tiempo
donde se repite un hábito y equivale a una construcción como la que se usa con el verbo
“soler”. Por último, tenemos un uso de presente con valor de futuro, que se denomina
presente prospectivo, se da en variados tipos de discursos hablados con un marcador que
denota un tiempo posterior a la enunciación.

La enunciación de las condiciones necesarias para las funciones sintácticas, según


Benveniste, desde el momento en que el enunciador se sirve de la lengua para influir de
alguna manera en el comportamiento del alocutario o para acentuar la relación discursiva
entre ambos, dispone para ello de un aparato de funciones. Tales como la interrogación,
enunciación construida para suscitar una respuesta; la intimación, órdenes o llamados
concebidos en categorías como el imperativo, el vocativo, que implican una relación viva e
inmediata del enunciador y el otro, en una referencia necesaria al tiempo de la enunciación;
y la aserción, la cual apunta a comunicar una certidumbre, es la manifestación más común
de la presencia del locutor en la enunciación, posee instrumentos específicos que la
expresan o la implican, como las palabras “si” y “no”.

Las modalidades: El término modal o modalidad proviene de la lógica que, como disciplina
filosófica se desempeñó en la relación entre el mundo y el lenguaje estableciendo una
oposición entre DICTUM (contenido representado o mundo) y MODUS (lenguaje
representante). Al DICTUM le corresponde todo lo que tiene que ver con el entendimiento,
el contenido, y al MODUS le corresponde la voluntad y afectividad.

Maingueneau reformula el problema de la modalidad refiriéndose a tres tipos de


modalidades: de enunciación, del enunciado y de mensaje.

1. Modalidad de enunciación: plantea una relación que, en el texto, el sujeto de la


enunciación establece con el interlocutor, alocutario o con el auditorio.

2. Modalidad de enunciado: manera en la que se presenta el contenido del enunciado en


relación con la verdad o la falsedad o según juicios apreciativos.

3. Modalidades de mensaje: tiene que ver con el enunciado enfocado desde su


organización en tanto construcción del mensaje, alteran el orden canónico de la oración,
dan cuenta de determinadas variaciones a nivel sintáctico y producen variaciones a nivel
semántico.

Competencia comunicativa y el Mercado lingüístico:

La competencia lingüística es una noción introducida por Chomsky, en el marco del cambio
de enfoque que se produce en los estudios lingüísticos de la GG. Se refiere a la habilidad
de los hablantes de una lengua para interpretar y producir textos. Al considerar al lenguaje
como competencia, la lengua deja de ser un objeto externo que no está fuera del individuo,
pasa a ser interna, una capacidad cognitiva, una potencialidad del ser humano. La
competencia es una capacidad potencial y la actuación es el uso de esta capacidad.
Un hablante sabe una lengua, conoce su gramática, tiene competencia lingüística. Hay
distintos factores que intervienen o condicionan el uso de tal conocimiento, por eso el
estudio de esos factores llevó a ver que la noción de competencia lingüística era insuficiente
para aplicarla a fenómenos discursivos y de comunicación y a desarrollar un concepto
derivado competencia comunicativa.

El concepto de competencia comunicativa se formula en dos enfoques distintos de lenguaje


y comunicación. Por un lado tenemos una corriente anglosajona llamada Etnografía del
habla cuyo representante es Dell Hymes. Por otro lado, la Escuela sociológica francesa
cuyo representante es Pierre Bourdieu.

Hymes sostiene que para la comunicación integral es necesario dominar la lengua, ese
dominio implica una capacidad de contextualización, adecuar el discurso a la situación en la
que se produce. El elabora el modelo SPEAKING: conjunto de elementos que intervienen
en cualquier acontecimiento o evento comunicativo.

Bourdieu dice que no se trata de la gramaticalidad, término Chomskiano, aquello que está
en la lengua, lo que la lengua me permite, sino sobre la aceptabilidad, referido a los grados
de aceptabilidad de un enunciado en el acto del habla. Acerca de la lengua, en el modelo de
Bourdieu, se habla de lengua legítima o discurso legítimo. Ya no se trata de relaciones de
comunicación, sino de relaciones de fuerza simbólica; lo mismo para significado y sentido,
lo trata como valor y poder, cuál es el lugar, la situación de intercambio desde la relación de
fuerza. Por último, no nos referimos a competencia, sino a capital simbólico o lingüístico.

El mercado lingüístico: el lenguaje se utiliza en funciones más allá de la comunicación o la


simple expresión del pensamiento, porque el dominio de la lengua es un instrumento de
poder. Un discurso es un conjunto de enunciados que se adecuan a una situación y es
aceptado por receptores, se integra a un mercado lingüístico con relaciones de producción
similares a las que se producen en el mercado económico, donde los discursos circulan y
son apreciados o no, ósea se les da un precio según la oferta y demanda. Bourdieu da dos
definiciones acerca del mercado lingüístico.

Por un lado, en un sentido concreto, es cualquier situación de intercambio lingüístico entre


dos o más personas con cierta jerarquía de manera más o menos oficial que intervienen.

El discurso es igual a habitus + mercado lingüístico. Habitus refiere a la capacidad de hablar


más la capacidad social (adecuación), se trata de la producción de discurso que se ajusta a
una “situación” a un mercado lingüístico. Es una especie de máquina transformadora que
hace que “reproduzcamos” las condiciones sociales de nuestra propia producción, de modo
imprevisible. El mercado lingüístico es una situación social determinada donde existen leyes
de formación de precio de producciones lingüísticas.

El mercado lingüístico es regulado por los que poseen capital lingüístico, por aquellos
considerados locutores legítimos que determinan quién puede hablar, para que y como. Los
locutores legítimos, periodistas, empresarios de medios o políticos, determinan que discurso
merece ser escuchado y creído. Hay un conjunto de determinaciones institucionales que las
situaciones sociales proyectan sobre las interacciones lingüísticas y la producción
discursiva, esto es lo que conceptualista Bourdieu como mecanismo de mercado.
El capital simbólico o capital lingüístico es la capacidad de dominar la lengua y las
situaciones de comunicación, donde el hecho de poseerlo supone un locutor legítimo, es
tener derecho a la palabra y tener poder en las relaciones de fuerza simbólica, sobre los
mecanismo de formación de precios y permite imponer la recepción, lo cual no implica ser
comprendido, porque puede ser recibido y aceptado aunque no se comprenda.

La estructura social de un mercado lingüístico determina que es lo que tiene más valor en el
intercambio lingüístico y, por lo tanto, los discursos no serán más que jugadas prácticas con
las que los sujetos que intervienen tratan de aumentar sus beneficios simbólicos,
adaptándose a las leyes de formación de precios y poniendo en juego capital lingüístico que
está social y culturalmente codificado. El discurso lleva a Bourdieu a ver la marca social,
poder y valor en la situación que se produce. La misma producción del discurso se hace
anticipante las condiciones de recepción en el mercado lingüístico, en tal sentido, esas
leyes de aceptación de discursos y prácticas lingüísticas se constituyen como un conjunto
de relaciones de fuerza y dominación, donde se hacen valer capitales lingüísticos y
simbólicos que provienen de posiciones sociales consolidadas.

Los discursos sólo cobran valor en relación con un mercado, que se construye por un
conjunto de leyes concretas de formación de precios. El valor real del discurso solo
depende de las relaciones de fuerzas que se establecen entre los locutores, no solo como la
capacidad de producción, sino también como la capacidad de apropiación de los capitales
simbólicos que circunscriben el campo donde se realiza la interacción comunicativa. Las
interacciones lingüísticas son tipos de micro mercados, siempre dominados por las
estructuras globales. La competencia sólo tiene valor si tiene mercado, un capital solo se
define, funciona como tal y proporciona ganancias, en un mercado determinado.

Pragmática:

La pragmática estudia los principios generales que regulan el uso del lenguaje en la
comunicación. La pragmática intenta dar respuestas acerca de las problemáticas que
plantea la complejidad de la interacción verbal. Escandell Vidal concibe que una teoría
general del lenguaje debe dar respuestas a las siguientes preguntas:

1. Cómo es posible que lo que decimos y lo que queremos decir puedan no coincidir.
2. Cómo es posible que a pesar de todo nos sigamos entendiendo.
3. Que parte de lo que no entendemos depende del significado de las palabras que usamos.
4. Qué parte depende de otra cosa.
5. De qué otra cosa.

Vidal propone un modelo de análisis pragmático que está conformado por dos clases de
elementos, uno de naturaleza material, ósea que son entidades que se pueden describir
que son objetivas; y otro de naturaleza inmaterial, es decir, tipos de relaciones que se
establecen entre los elementos materiales.

Los de naturaleza material son:


1. Emisor: cuando hablamos de emisor nos referimos a un sujeto real que tienen creencias,
tiene actitudes y que puede tener diferentes relaciones con su entorno.

2. Destinatario: a quien se dirige el enunciado, es un receptor elegido por el emisor.

3. Enunciado: lo que se construye según un código lingüístico, el mensaje, la expresión


lingüística que produce el emisor.

4. Entorno: contexto o situación espacio-temporal, el soporte físico o también podríamos


hablar de decorado en el que se realiza la enunciación.

Los componentes inmateriales son:

1. Información pragmática: todos esos conocimientos y creencias, opiniones, sentimientos


que tiene un individuo en cualquier situación de comunicación verbal.

2. Intención: en la relación que se establece que siempre es dinámica entre el emisor y su


información pragmática, por una parte, y el destinatario y el entorno, por otra.

3. Relación social: la relación que existe entre los interlocutores por pertenecer a una
sociedad, a una estructura social, que implica que se impongan una serie de selecciones
que determinan la forma del enunciado.

La teoría de los actos de habla: cuando Austin se propone como objeto de análisis la
significación, lo fundamental en el proceso de la significación es como se habla, y hablar es
una acción equivalente a cualquier otra, está regulada del mismo modo en que están
reguladas todas las actividades humanas. Al hablar no estamos expresando un significado,
sino que estamos haciendo una cosa.

Austin distingue dos tipos de enunciados: Primero las emisiones declarativas o


constatativas, que se caracterizan por admitir asignaciones de verdad o falsedad. Por otro
lado, las emisiones performativas o realizativas, en este tipo de emisión se hace
exactamente lo que se dice, ciertos verbos funcionan como performativos explícitos,
nombran la acción que se hace mientras se la dice mediante una palabra, enunciados
afortunados/desafortunados.

Los enunciados constatativos describen un estado de cosas, son verdaderos o falsos,


mientras que los enunciados realizativos son evaluados como adecuados o inadecuados.
Las diferencias son que el enunciado realizativo es una oración declarativa en primera
persona del singular del presente de indicativo y no puede ser evaluado en términos de
verdad o falsedad sino como adecuado/inadecuado-afortunado/adecuado. El enunciado
realizativo tiene condiciones especiales para su emisión. Austin declara que para realizar un
enunciado realizativo, además de pronunciar las palabras correspondientes, es necesario
que en muchas otras cosas anden bien y salgan bien para decir que la acción tenga éxito.

Para Austin, los infortunios son las diferentes maneras en que una emisión realizativa puede
ser desafortunada, es decir, no cumple su objetivo porque se rompe determinadas reglas.
Para evitar que se den los infortunios, Austin anuncia algunas de las cosas que son
necesarias para el funcionamiento afortunado o sin obstáculo de un realizativo, o al menos
de un realizativo explícito. Esto lo lleva a formular una serie de condiciones o reglas de
producción para el acto realizativo conocida como la doctrina de los infortunios:

A.1 Existencia de un procedimiento convencional- con un efecto también convencional que


incluya la emisión de determinadas palabras por parte de determinadas personas y en
determinadas circunstancias; además,

A.2 las personas y circunstancias que ocurren deben ser las apropiadas para el
procedimiento.

B.1 Todos los participantes deben actuar de la forma requerida por el procedimiento; y
además

B.2 deben hacerlo así en todos los pasos necesarios.

r.1 Cuando el procedimiento requiere que las personas que lo realizan alberguen ciertos
pensamientos o disposiciones de ánimo, deben tenerlos; además

r.2 Los participantes deben comportarse efectivamente de acuerdo con tales pensamientos.

Los tipos de infortunios que reconoce son los siguientes:

1. En caso de violar las reglas A y B, se dan los desaciertos:

A) En dos casos de A1 y A2, se da una mala apelación a un procedimiento, sea porque no


hay tal procedimiento o porque el mismo no puede hacerse valer en la forma en que se
intentó. En consecuencia, los infortunios de la clase A pueden ser denominados malas
apelaciones, donde entre ellos, el caso del segundo tipo A2, cuando el procedimiento existe
pero no puede aplicarse como se intenta hacerlo, puede denominarse malas aplicaciones.

B) Ocurre que, en los casos B, existe el procedimiento y es aplicable a la ejecución, pero


falla en la ejecución del rito, por ello los casos B por oposición a los casos A, pueden
llamarse malas ejecuciones. En esos casos, el acto que se intentó está afectado, ya sea
porque hay un vicio en la realización de la ceremonia o porque ésta no se llevó a cabo en
forma completa. La clase B1 da lugar a los actos viciados, y la clase B2 a los actos
inconclusos.

2. En el caso de incumplimiento de las reglas gamma (r) se da lo que se denomina abusos,


es decir, cuando el acto pretendido es hueco. En el caso de la regla r1 se darían los actos
insinceros, y en el caso de r2 a los incumplimientos.

Cuatro de estos infortunios son tales que convierten a la expresión en un desacierto, y al


acto que se intentó hacer en nulo y sin valor, esto es un acto que no tiene efecto. Los otros
dos, por el contrario, sólo hacen que el acto que pretendió realizar configure un abuso de
procedimiento.

El acto lingüístico se vuelve triádico, todo acto lingüístico expresa tres actos a la vez:
1. Acto locutivo: se realiza por la mera acción de decir algo, tiene significado y comprende
tres tipos de actos: Fónico ( secuencia de sonidos) / Fático (enunciado que permite el acto
de referir y predicar) / Rético (acto ilocucionario)

2. Acto ilocutivo: al decir algo puedo realizar distintas acciones (prometer, amenazar, etc.)
Tiene fuerza ilocutiva y es una emisión de enunciados con intención.

3. El acto perlocutivo: se refiere a los efectos producidos por haber dicho algo. Emisión de
enunciados que influyen y logran efectos.

El acto de habla es la unidad mínima de comunicación lingüística. Los actos de habla se


realizan de acuerdo con una serie de reglas: condiciones preparatorias y condiciones de
sinceridad.

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