La Vocación Misionera de La Iglesia
La Vocación Misionera de La Iglesia
La Vocación Misionera de La Iglesia
"Y les dijo: "Id, pues, y haced discípulos a todas las gentes bautizándolas en el
nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo, y enseñándoles a guardar todo lo que yo
os he mandado. Y sabed que yo estoy con vosotros todos los días hasta el fin del mundo"
(Mt 28,19-20). Teniendo como base este texto de la Sagrada Escritura, partamos nuestra
reflexión, diciendo que, “la actividad misionera fluye íntimamente de la naturaleza misma
de la Iglesia”. La misión de la Iglesia no es solo para religiosos.
La Iglesia no tiene más misión que la de reunir a todos los hombres que el pecado ha
dispersado y convocarlos a la unidad de la familia de Dios. En la Sagradas Escrituras
también descubrimos otros textos paralelos al de Mt (Mc 16, 15-16) que nos recuerdan este
mandato misionero, es más, aquí descubrimos que este mandato misionero no está
reservado a los sucesores de los Apóstoles (Obispos, presbíteros y diáconos). La vocación
misionera es de todo cristiano, el papa Francisco nos recuerda que: “basta ser bautizado
para ser misionero” (Evangelii Gaudium 13). En cuanto al fundamento de la misión de la
Iglesia podemos decir que se encuentra en Jn 20, 21 “Como el Padre me envió, así los
envío yo…”, este es el fundamento perenne de la misión-envío de la Iglesia.
Oraba con un inmenso fervor por los sacerdotes y los misioneros. Debido a esto, fue
nombrada después de su muerte, con el título de patrona de las misiones, aunque nunca
había salido de su convento. La vida de Teresita nos enseña a servir a los demás con amor y
perfección viendo en ellos a Jesús. Toda su vida fue de servicio a los demás. Ser mejores
cada día con los demás en los detalles de todos los días.