Cetis 71: El Lenguaje de Las Matemáticas Historias de Sus Símbolos
Cetis 71: El Lenguaje de Las Matemáticas Historias de Sus Símbolos
Cetis 71: El Lenguaje de Las Matemáticas Historias de Sus Símbolos
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Algebra es una palabra árabe. Pero antes de los árabes, el origen de las matemáticas se remota a
los primeros conocimientos aritméticos. Mas tarde los griegos desarrollaron la geometría y los
época en su obra magna, los elementos. Sin embargo, el algebra tomo más tiempo, ya que en esta
diciplina se opera con números concebidos como entes abstractos, es decir, como variables que
pueden adoptar diferentes valores. La algebra es precisamente un fragmento del título más
traducen como compendio de cálculos completando y balanceando. Con los años transcurridos,
historia de las matemáticas se distinguen tres periodos: las matemáticas retoricas, las matemáticas
anotadas y nuestra moderna matemática simbólica. Los más antiguos textos matemáticos, de la
primera fase, resuelven problemas aritméticos o algebraicos utilizando únicamente texto, sin
resulta oscuro al principio para los no iniciados y ha contribuido a ahuyentar al público del
estudio de la disciplina. Pero quien conoce la simbología puede captar de un vistazo la esencia de
una expresión; puede incluso comenzar a operar mentalmente con ella. No asombra que las letras
ocupen tanto espacio en una expresión matemática: las utilizamos para indicar variables y
constantes. Los números siempre están ahí, de alguna forma, ya que nos ayudan a especificar el
problema. Si inspeccionamos cuáles de las letras latinas y griegas son más populares en las
expresiones, nos encontramos con que n, i x son las tres más frecuentes en textos de matemáticas,
mientras x, y, a son las tres más populares en textos de ingeniería. La variable x, como se ve, es
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igualmente importante en matemáticas que en ingeniería. La letra i es muy utilizada en
expresiones con subíndices y sucesiones, al igual que la letra n. Las fórmulas matemáticas más
bellas. Los matemáticos saben que en su disciplina no solo existen teoremas y resultados
centrales, sino que también a veces se llama elegancia. Un teorema se puede demostrar en diez
páginas, pero si es posible hacerlo en tres líneas. La demostración del teorema es sencilla y
además la fórmula invita a ser generalizada (llevándonos así al teorema de Lermat, que afirma
mayores que 2). Contemplar esta fórmula y todas sus implicaciones es muy interesante. Por
demostración del teorema de Pitágoras es simple y puede hacerse sin palabras. La identidad de
Euler se basa en la relación de la función exponencial con las funciones trigonométricas y apunta
hacia una posible generalización de las mismas, es decir, hacia el seno y el coseno hiperbólicos.
Poliedros regulares, también llamados sólidos platónicos convexos. Este grupo está conformado
por cinco cuerpos geométricos: tetraedro, cubo o hexaedro, octaedro, dodecaedro e icosaedro. Se
caracterizan por compartir ciertas propiedades básicas, entre ellas la regularidad de sus caras, la
identidad de todos sus ángulos y la semejanza en longitud de todas sus aristas (V, número de
químico sin probetas ni matraces, es como un arquitecto sin sus dibujos, es como un ingeniero
civil sin concreto. En alemán, que siempre se jacta de ser un lenguaje muy riguroso, se dice que
queremos encontrar las posiciones aulas, es decir, aquellas x que resuelven la ecuación. la palabra
jahdr es una referencia directa a los griegos, ya que se puede traducir como fundamento o base de
escuela italiana de matemáticas fue una de las primeras en desarrollar un sistema simbólico
refinado. Todos los cálculos complejos de la vida comercial eran la responsabilidad de una casta
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especial de técnicos, los llamados calculistas. El cero. No todos los sistemas numéricos que se
han desarrollado en la historia incluyen el cero. La notación romana, por ejemplo, agrega y
agrega símbolos, cada uno con un valor específico, como L para 50 y X para 10, pero no dispone
del cero. Los mayas lo tenían y utilizaban diversos glifos para representarlo y la mayoría de estos
glifos semejan un caracol o una concha. El caso es que tanto los matemáticos griegos como los
indios comenzaron a utilizar un círculo para representar el cero. La variable x Si alguien nos pide
ser que a o b representen la incógnita del problema. Y es que en las matemáticas nos hemos
escriben como ecuaciones, las que son transformadas paso a paso hasta que se despeja el valor de
una variable desconocida, como se despeja el cielo al salir el sol. un matemático del siglo XII no
símbolo de igualdad estaba a su disposición. Fue el gran matemático alemán Karl Weierstrass
(1815-1897) quien propuso esta notación, primero en el pizarrón, durante sus clases en la
Universidad de Berlín, y más tarde en un artículo de 1841 titulado “Zur Theorie der
Potenzreihen” (Sobre la teoría de series de potencias. Sus publicaciones eran escasas porque sus
los huecos teóricos. Algunos de sus resultados fueron conocidos a través de sus discípulos,
quienes los preparaban para la imprenta como resúmenes de las lecciones. El término mol nos
remite a la palabra latina moles, es decir, a la masa de la variable. Las potencias como
superíndice. Es una notación efectiva y elegante, pero llegar a ésta tomó muchos siglos de
pesquisas, experimentos y extravíos. Hoy en día nos referimos al cuadrado y al cubo de x usando
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variables numéricas está íntimamente ligado con la solución de ecuaciones polinomiales.
Además, cuando tenemos una sola variable, un problema geométrico se puede transformar
muchas veces en un Preparado por Patricio Barros polinomio del que hay que encontrar sus
raíces. Diofanto de Alejandría fue el primero en proponer una notación para el cuadrado y el cubo
sobre las letras: por ejemplo, una tilde o pequeños círculos para hacer más prominentes los
dos dimensiones. Mantenerse al nivel del renglón no basta y ya Diofanto había utilizado
superíndices en su famosa Aritmética. Los colocaba donde ahora escribimos las potencias, a la
derecha de alguna letra. En los siglos posteriores a Diofanto se experimentó con superíndices y
subíndices, lo mismo a la derecha de una variable que a la izquierda o de plano sólo con índices y
sin mencionar la letra de la constante. el matemático francés Gabriel Cramer (1704-1752) usaba
superíndices para denotar el número de una ecuación y diferentes letras mayúsculas para
Cramer utiliza la letra mayúscula como coeficiente y la minúscula como variable, otra
convención también seguida por Euler. Para diferenciar variables y constantes recurría a las
comillas, como en a, a’ y a”. En las Obras completas de Gauss se encuentran muchos ejemplos
del uso de comillas, pero ninguno del uso de subíndices. Babbage luchó aun como estudiante en
integrantes de lo que se llamó la Sociedad Analítica. Pocos años después Babbage comenzó a
soñar con máquinas para hacer cálculos numéricos y se familiarizó con la notación para planos de
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