CC 030059
CC 030059
Introducción. Investigaciones recientes sugieren que el sobrepeso y la obesidad en niños y adolescentes afectan a los Departamento de Psicobiología
procesos cognitivos y pueden alterar el aprendizaje escolar. En particular, las denominadas funciones ejecutivas, como la y Metodología de la Ciencias de la
Salud. Instituto de Neurociencias.
capacidad de inhibición de la respuesta, el control de la impulsividad, la flexibilidad cognitiva, la planificación y la toma de Universitat Autònoma de Barcelona.
decisiones, se han relacionado de forma inversa con el índice de masa corporal. Bellaterra, Barcelona, España.
Objetivo. Este trabajo pretende examinar las hipótesis neurobiológicas y psicológicas que explican por qué el sobrepeso y Correspondencia:
Dra. Margarita Martí Nicolovius.
la obesidad alteran las funciones cognitivas de niños y adolescentes. Departamento de Psicobiología y
Desarrollo. Las dietas ricas en grasas y azúcares pueden provocar hiperinsulinemia, dislipidemia, hipertensión, aumento Metodología de la Ciencias de la
Salud. Facultad de Psicología.
del tejido adiposo abdominal y resistencia a la insulina y a la leptina. Estas alteraciones metabólicas inducen un proceso Edifici B. Carrer de la Fortuna s/n.
inflamatorio sistémico periférico que puede afectar a la barrera hematoencefálica y al funcionamiento cerebral de regio- Universitat Autònoma de
Barcelona. E-08193 Bellaterra,
nes vinculadas a los procesos de atención y de aprendizaje y memoria. Algunos trastornos metabólicos de la madre ges- Barcelona.
tante, la obesidad durante el embarazo y las experiencias traumáticas pre- y posnatales pueden desencadenar cambios
E-mail:
en el control de la ingesta de comida en niños y adolescentes e inducir sobrepeso en sus etapas críticas del desarrollo. La [email protected]
obesidad afecta al funcionamiento del hipocampo y produce disminución de la sustancia gris de la corteza prefrontal,
modificando con ello las capacidades cognitivas, especialmente las funciones ejecutivas. Aceptado tras revisión externa:
11.07.22.
Conclusiones. El sobrepeso y la obesidad en la infancia y la adolescencia son un factor de riesgo no sólo para la salud ge-
Conflicto de intereses:
neral, sino también para el correcto desarrollo cerebral y de las funciones cognitivas, y pueden, por tanto, conducir al fra- No declarado.
caso escolar.
Cómo citar este artículo:
Palabras clave. Alteraciones del desarrollo cerebral. Control de la ingesta de alimentos. Funciones ejecutivas. Inflamación Martí-Nicolovius M. Efectos del
cerebral. Síndrome metabólico. Tejido adiposo. sobrepeso y la obesidad en las
funciones cognitivas de niños y
adolescentes. Rev Neurol 2022;
75: 59-65. doi: 10.33588/
rn.7503.2022173.
Introducción que permiten ejecutar tareas habituales, como apren-
der y memorizar, planificar respuestas y tomar deci- © 2022 Revista de Neurología
En las últimas décadas, la obesidad infantil y juvenil siones [4,5]. Las funciones ejecutivas incluyen pro-
se ha convertido en un problema de salud general en cesos cognitivos de orden superior, como el control
las sociedades desarrolladas, porque afecta a un im- inhibitorio de la respuesta, la regulación de la im-
portante porcentaje de la población. Según el estu- pulsividad, la atención selectiva, sostenida y vi-
dio ALADINO, realizado en 2019 dentro de la es- suoespacial, la memoria de trabajo y la flexibilidad
trategia COSI de la oficina europea de la Organiza- cognitiva [6]. Para medir estas capacidades en niños
ción Mundial de la salud, en España, el 23% de los y adolescentes se utilizan, entre otras, tareas como:
escolares entre 6 y 9 años tenía sobrepeso y un la Stroop color-word test, prueba de inhibición de la
17,3% tenía obesidad [1]. Además, una encuesta re- respuesta en la que hay que indicar el color en el que
ciente de la Sociedad Española para el Estudio de la se han escrito las letras y no el color que describe la
Obesidad demuestra que el 24,7% de los jóvenes en- palabra; la Flanker task, en la que se evalúa si las fi-
tre 16 y 30 años sufre sobrepeso u obesidad. Diver- guras que aparecen son congruentes, incongruentes
sas revisiones [2,3] que han analizado un gran nú- o neutrales entre sí; la Opposite Word task, tarea de
mero de trabajos sobre los efectos del peso excesivo encontrar las palabras que expresan el concepto
en las denominadas funciones ejecutivas de niños y opuesto; el Five digit test, que requiere un cambio de
adolescentes indican una relación entre el índice de estrategia durante su ejecución; la Corsi block-tap-
masa corporal y las funciones ejecutivas, en el senti- ping task, tarea de memoria de trabajo en la cual hay
do de que, a mayor índice de masa corporal, peor que retener y reproducir secuencialmente los pane-
progreso de las funciones ejecutivas. Estas funcio- les que se iluminan; y el Tower of London test, que
nes hacen referencia a habilidades neurocognitivas mide la capacidad de planificación y resolución de
problemas para reorganizar los cilindros coloreados Además de dichos factores, la participación de
que aparecen en la pantalla siguiendo el modelo de procesos cognitivos como la atención o el aprendi-
la muestra. En estas tareas se ha observado que, en zaje y la memoria es clave para regular la ingesta de
general, los niños y adolescentes obesos y con so- alimentos. Son procesos que involucran a regiones
brepeso muestran peor rendimiento que los de peso del cerebro como el hipocampo y la corteza pre-
normal. Los resultados sugieren que el índice de frontal. El hipocampo, situado en el lóbulo tempo-
masa corporal asociado a la obesidad se relaciona ral medial, es una estructura relacionada con la me-
con las funciones ejecutivas. En la presente revisión moria explícita, la forma de memoria consciente
exploramos las variables neurofisiológicas y psicoló- que nos permite almacenar información sobre he-
gicas derivadas de la dieta y la obesidad que pueden chos como qué alimentos son sanos y cuáles no lo
contribuir al deterioro cognitivo en las primeras son, un tipo de memoria semántica. Pero el hipo-
etapas del desarrollo humano. campo participa también en la formación de la me-
moria episódica, la que nos permite recordar los
acontecimientos de nuestra propia vida [13]. Es la
Desarrollo memoria que permite recordar episodios que nos
ocurrieron hace muchísimos años o, simplemente,
¿Qué factores regulan la ingesta de alimentos? lo que hemos desayunado esta mañana [14,15]. Me-
morias todas ellas que, por sus contenidos, pueden
En el proceso de comer interactúan diferentes fac- implicarse en la regulación de la ingesta.
tores fisiológicos, psicológicos y ambientales. La La corteza prefrontal, por otro lado, se localiza
regulación homeostática del organismo deriva de en la región anterior del lóbulo frontal y está estre-
señales interoceptivas que monitorizan su estado chamente vinculada con la atención y funciones
nutricional, particularmente el nivel de glucosa en ejecutivas como la memoria de trabajo, la que utili-
la sangre, el nutriente más importante que nos per- zamos continuamente para razonar, resolver pro-
mite obtener energía de forma inmediata. Ese nivel blemas, planificar respuestas y tomar decisiones
lo controla estrechamente el hígado, enviando in- [16]. Se relaciona, además, con el sustrato neural
formación al cerebro a través de nervio vago, par del refuerzo, necesario para la adquisición de hábi-
craneal que proyecta al núcleo del tracto solitario tos y habilidades que aprendemos a lo largo de la
ubicado en el tronco del encéfalo e implicado en la vida. Es éste un sistema que se origina en las neuro-
regulación del hambre y la ingesta [7]. Pero ésa no nas dopaminérgicas del área tegmental ventral y la
es la única señal de déficit de nutrientes en la san- sustancia negra del mesencéfalo que proyectan al
gre, pues el estómago, pocas horas antes de ingerir núcleo accumbens, una estructura que forma parte
alimentos, secreta la hormona grelina, que llega al de los ganglios basales, y constituyen la vía meso-
núcleo arqueado del hipotálamo por la sangre y límbica, que se activa en la realización de tareas
contribuye a despertar el apetito [8]. Además de que provocan deseo y predicen refuerzos [17]. Las
esos factores homeostáticos, son también impor- neuronas dopaminérgicas del mesencéfalo también
tantes los sentidos, es decir, la vista, el gusto, el ol- proyectan a la corteza prefrontal formando la vía
fato, el tacto e incluso el oído, pues contribuyen a mesocortical. Todas esas proyecciones contribuyen
generar el estado motivacional para la ingestión de a establecer la recompensa o el refuerzo de nues-
alimentos o, cuando ya se han consumido suficien- tros actos y, por tanto, a la toma de decisiones ade-
tes nutrientes, para detenerla [9]. Los hasta aquí cuadas y a guiar el comportamiento [18-20]. Parale-
mencionados son factores que regulan la conducta lamente, la corteza orbitofrontal, que forma parte
de comer a corto plazo o de manera inmediata, de de la corteza prefrontal, envía proyecciones inhibi-
una comida a otra, pero la acción de otras dos hor- torias al núcleo accumbens para controlar el circui-
monas diferentes regula también el apetito y la in- to del refuerzo y permitir elegir o rechazar alimen-
gesta a más largo plazo, manteniendo el peso cor- tos no adecuados, en definitiva, tomar una buena
poral. Esas hormonas son la leptina, que se sinteti- decisión nutricional [21,22].
za en el tejido adiposo, y la insulina secretada por el
páncreas. Ambas llegan al cerebro por la sangre e ¿Qué propone el modelo de círculo vicioso
interactúan con receptores del núcleo arqueado del de ingesta de comida?
hipotálamo. Son factores de saciedad que señalan
cuándo los niveles de nutrientes son suficientes y el Desde el período de la gestación hasta los momen-
peso es el adecuado. Es un mecanismo que suele al- tos críticos después del nacimiento y la adolescen-
terarse en las personas obesas [10-12]. cia, el cerebro está en continuo desarrollo y es muy
sensible al entorno alimentario y nutricional pre- y de alteraciones del sueño e incluso de alteraciones
posnatal [23,24]. La corteza cerebral sigue madu- psicopatológicas.
rando hasta los 20 años [25]. Existen períodos críti- En este contexto, algunos investigadores [34,35]
cos durante el desarrollo, especialmente entre los 5 proponen un modelo de círculo vicioso para expli-
y los 7 años y en la adolescencia, en los que se pro- car el problema del exceso de ingesta de comida.
ducen una gran cantidad de cambios en el cerebro Ingerir alimentos ricos en grasas y azúcares activa
durante los cuales una nutrición adecuada desem- fácilmente el circuito neural del refuerzo y produce
peñará un papel muy importante para el correcto disfunción hipocampal, interrumpiendo su capaci-
desarrollo f ísico y mental [26,27]. dad para formar una memoria episódica relativa,
El hecho de que el cerebro sea muy sensible a por ejemplo, recordar que se ha comido anterior-
factores nutricionales durante la gestación y en el mente. El exceso de ingesta produce, además, efec-
período posnatal temprano puede determinar, de tos negativos sobre la corteza prefrontal y reduce su
forma relevante, la posibilidad de que el niño se con- capacidad de control inhibitorio. Como consecuen-
vierta con el tiempo en una persona obesa. El au- cia, el niño y el adolescente, ante comidas asociadas
mento excesivo de peso de la madre durante la ges- a refuerzo y placer, son incapaces de controlar su
tación es un factor de riesgo que puede afectar impulsividad, se incrementa su sensibilidad a seña-
también al desarrollo del feto [28-30]. Las madres les que le indican que la comida es muy apetitosa y
gestantes que tienen sobrepeso, que consumen die- se reduce el control inhibitorio de la respuesta de
tas ricas en grasas o que sufren enfermedades me- comer. Todo ello facilita de nuevo la ingesta de ali-
tabólicas, como, por ejemplo, diabetes de tipo 2, hi- mentos ricos en grasas y azúcares generando un
pertensión y otras alteraciones del metabolismo círculo vicioso que empieza a provocar sobrepeso y
energético, también suponen un riesgo para el de- obesidad, muy dif íciles de remitir. Los estudios de
sarrollo cerebral del niño. Asimismo, durante el pe- neuroimagen [36] parecen confirmar que la obesi-
ríodo posnatal temprano, el cerebro es muy sensi- dad juvenil reduce la corteza frontal y la orbitofron-
ble a esas alteraciones de la madre a través de la le- tal, regiones ambas que controlan las respuestas
che materna [31]. impulsivas y son necesarias para regular las funcio-
Otros procesos que afectan al cerebro del niño nes ejecutivas. Un trabajo reciente [37] demostró,
durante el desarrollo posnatal y pueden predispo- además, que, en niños obesos, las conexiones entre
ner a la obesidad infantil son la inflamación cróni- la corteza orbitofrontal y el núcleo accumbens es-
ca, las alteraciones de las hormonas metabólicas o tán debilitadas. Ese estudio señala claramente que
el exceso de nutrientes en la sangre. Los factores esos niños tienen problemas para el control inhibi-
ambientales y nutricionales justo después del naci- torio de su respuesta, especialmente ante señales
miento y especialmente en edades tempranas, asociadas a placer. A un niño que ha asociado la co-
como el abandono y el maltrato, la malnutrición, el mida rica en grasas y en hidratos de carbono al re-
estrés crónico, la violencia en la familia o la exclu- fuerzo le falta capacidad de inhibir la respuesta
sión social, pueden tener igualmente consecuencias para controlar el consumo de estos alimentos.
muy graves en el desarrollo infantil, generando al-
teraciones del eje hipotalámico-hipofisario-supra- ¿Cómo afecta la obesidad y el sobrepeso
rrenal relacionado con la liberación de hormonas a las funciones cognitivas en los niños?
como el cortisol, un glucocorticoide que regula el
metabolismo energético y que en niveles excesivos El sobrepeso y la obesidad se producen cuando au-
altera el funcionamiento de las neuronas del hipo- menta el tejido adiposo, y es especialmente peligro-
campo [32]. También se ha observado [33] que las so el tejido graso abdominal. El tamaño de las célu-
situaciones de estrés y abandono y la malnutrición las adiposas aumenta (hipertrofia) y se generan nue-
pueden producir alteraciones en la microbiota in- vos adipocitos (hiperplasia) con el fin de almacenar
testinal, conjunto de microorganismos que median energía en forma de triglicéridos [38]. Aunque el te-
funciones metabólicas, fisiológicas e inmunes. Una jido adiposo se había considerado básicamente un
dieta inadecuada, pobre en nutrientes y rica en gra- almacén de reserva energética, ahora sabemos que
sas y azúcares, puede generar alteraciones de la ca- es también un órgano endocrino que sintetiza y li-
pacidad del niño para absorber correctamente los bera adipocinas como la leptina [39]. Asimismo, la
alimentos y, por lo tanto, generar problemas en el hipertrofia de los adipocitos se asocia a deficiencias
funcionamiento cerebral. Esos cambios que se pro- en la producción energética y la síntesis de proteí-
ducen en el cerebro infantil incrementan el riesgo nas que inducen la activación de una respuesta in-
de obesidad, de abuso de drogas en la adolescencia, flamatoria intracelular e incremento del estrés oxi-
ral induce un estado de inflamación sistémico peri- más, el proceso de inflamación periférica sistémica
férico capaz de debilitar la barrera hematoencefáli- que se observa en niños y adolescentes obesos o
ca y facilitar la llegada de moléculas proinflamato- con sobrepeso, similar al de las personas adultas,
rias a zonas del cerebro, como el hipocampo y la puede afectar a la microglía del sistema nervioso
corteza prefrontal, relacionadas con los procesos de central al causar un debilitamiento de la barrera he-
atención y de aprendizaje y memoria, activando matoencefálica que facilita que sustancias tóxicas o
mecanismos inflamatorios cerebrales que pueden relacionadas con el sistema inmunitario periférico
dañar las conexiones neuronales de dichas regio- puedan llegar al cerebro y producir efectos negati-
nes. La resistencia a la insulina y a la leptina debida vos en su funcionamiento. Él sobrepeso produce,
a la obesidad también disminuye la acción de estas además, una reducción de la corteza prefrontal en
hormonas en el cerebro interrumpiendo mecanis- niños y en jóvenes, lo que podría explicar por qué
mos de plasticidad sináptica necesarios para apren- tienen dificultades para inhibir su conducta impul-
der y formar nuevas memorias. Como consecuen- siva. Asimismo, algunos estudios parecen indicar
cia, los niños y los jóvenes con un índice de masa que la misma ingesta de alimentos ricos en grasas
corporal alto tienen problemas con el control inhi- saturadas puede tener un efecto negativo sobre las
bitorio de la conducta, pero también alteraciones funciones cognitivas incluso antes de llegar a situa-
de la atención sostenida y de las habilidades vi- ciones de sobrepeso. Por todo ello, tras las dificul-
suoespaciales y motoras, comparados con niños y tades escolares de niños y adolescentes puede ha-
adolescentes sin sobrepeso. Algunos estudios (para ber alteraciones metabólicas y situación de sobre-
una revisión, consulte [2,3]) también observan una peso y obesidad, que poco a poco irán afectando al
relación positiva entre la impulsividad y el sobrepe- funcionamiento cerebral y a su capacidad de seguir
so. Otras funciones cognitivas afectadas por la obe- una enseñanza adecuada para su edad. Se hace, por
sidad son la flexibilidad cognitiva, la memoria de tanto, necesario plantear una buena educación ali-
trabajo, la toma de decisiones, el razonamiento y la mentaria en la familia y en la escuela, porque no se
planificación de respuestas. Aunque hay un gran trata sólo de reducir los efectos de la obesidad y el
consenso en sugerir la existencia de una relación sobrepeso sobre la salud en general y la estética
entre el peso y las funciones ejecutivas, el sentido corporal, sino también sobre otros aspectos menos
de ésta no está tan clara. Algunos trabajos [59] de- visibles, como los relacionados con las capacidades
muestran que un programa sistemático de activi- cognitivas, especialmente las funciones ejecutivas.
dad f ísica regular en niños obesos y con sobrepeso
durante nueve meses en la misma escuela no sólo Bibliograf ía
reduce el peso, sino que mejora las funciones ejecu-
1. López-Sobaler AM, Aparicio A, Salas-González MD, Loria
tivas. Sin embargo, en un trabajo previo [60], se ob- Kohen V, Bermejo López LM. [Childhood obesity in Spain
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Introduction. Recent findings suggest that overweight and obesity in children and adolescents affect cognitive processes
and can alter school learning. The so-called executive functions, such as response inhibition capacity, impulsivity control,
cognitive flexibility, planning, and decision making, have been inversely related to body mass index.
Aim. This work aims to examine the neurobiological and psychological hypothesis that explain why overweight, and
obesity alter the cognitive functions of children and adolescents.
Development. Diets rich in fats and sugars can cause hyperinsulinemia, dyslipidemia, hypertension, augmented abdominal
adipose tissue and resistance to insulin and leptin. These metabolic alterations induce a peripheral systemic inflammatory
process that can affect the blood-brain barrier and the brain functioning of regions linked to attention and learning and
memory processes. Some metabolic disorders of the pregnant mother, obesity during pregnancy and pre- and postnatal
traumatic experiences can trigger changes in the control of food intake in children and adolescents and induce overweight
in critical stages of their development. Obesity affects the functioning of the hippocampus and produces a decrease in the
prefrontal cortex gray matter, thereby modifying cognitive abilities, especially executive functions.
Conclusions. Overweight and obesity in childhood and adolescence are a risk factor not only for general health but also for
proper brain development and cognitive functions and can therefore lead to school failure.
Key words. Adipose tissue. Alterations of brain development. Brain inflammation. Control of food intake. Executive
functions. Metabolic syndrome.