Hannah Arendt - La Condición Humana

Descargar como doc, pdf o txt
Descargar como doc, pdf o txt
Está en la página 1de 2

Hannah Arendt. La condición humana.

5. La polis y la familia

Si bien es cierto que la identificación y el concepto erróneo de las esferas política y


social es tan antiguo como la traducción de las expresiones griegas al latín y su
adaptación al pensamiento cristiano-romano, la confusión todavía es mayor en el
empleo y entendimiento moderno de la sociedad. La distinción entre la esfera privada
y pública de la vida corresponde al campo familiar y político, que han existido como
entidades diferenciadas y separadas al menos desde el surgimiento de la antigua
ciudad-estado; la aparición de la esfera social, que rigurosamente hablando no es
pública ni privada, es un fenómeno relativamente nuevo cuyo origen coincidió con la
llegada de la Edad Moderna, cuya forma política la encontró en la nación-estado.

Lo que nos interesa en este contexto es la extraordinaria dificultad que, debido a este
desarrollo, tenemos para entender la decisiva división entre las esferas pública y
privada, entre la esfera de la polis y la de la familia, y, finalmente, entre actividades
relacionadas con un mundo común y las relativas a la conservación de la vida,
diferencia sobre la que se basaba el antiguo pensamiento político como algo evidente
y axiomático.
Para nosotros esta línea divisoria ha quedado borrada por completo, ya que vemos el
conjunto de pueblos y comunidades políticas a imagen de una familia cuyos asuntos
cotidianos han de ser cuidados por una administración doméstica gigantesca y de
alcance nacional. El pensamiento científico que corresponde a este desarrollo ya no es
ciencia política sino «economía nacional» o «economía social» o Volkswirtschaft, todo
lo cual indica una especie de «administración doméstica colectiva»; 13 el conjunto de
familias económicamente organizadas en el facsímil de una familia superhumana es lo
que llamamos «sociedad», y su forma política de organización se califica con el nombre
de «nación».14 Por lo tanto, nos resulta difícil comprender que, según el pensamiento
antiguo sobre estas materias, la expresión «economía política» habría sido una
contradicción de términos: cualquier cosa que fuera «económica», en relación a la vida
del individuo y a la supervivencia de la especie, era no política, se trataba por
definición de un asunto familiar.15

Históricamente, es muy probable que el nacimiento de la


ciudad-estado y la esfera pública ocurriera a expensas de
la esfera privada fami!iar.16Sin embargo, la antigua santidad del
hogar, aunque mucho menos pronunciada en la Grecia clásica
que en la vieja Roma, nunca llegó a perderse por completo. Lo
que impedía a la polis violar las vidas privadas de sus ciudadanos y mantener como
sagrados los límites que rodeaban cada
propiedad, no era el respeto hacia dicha propiedad tal como lo
entendemos nosotros, sino el hecho de que sin poseer una casa
el hombre no podía participar en los asuntos del mundo, debido a que carecía de un
sitio que propiamente le perteneciera.17
Incluso Platón, cuyos esquemas políticos preveían la abolición
de la propiedad privada y una extensión de la esfera pública
hasta el punto de aniquilar por completo a la primera, todavía

También podría gustarte