Orientaciones Teóricas Y Escuelas Pensamientos Psicosocial - Cristian Henriquez

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Orientaciones Teóricas Y Escuelas Pensamientos Psicosocial

Cristian David Henríquez Sacristán


Especialización En Gestión De Procesos Psicosociales

A pesar de que estamos viviendo una gran serie de cambios sociales, fruto de los
avances tecnológicos, la globalización y la interculturalidad, en los procesos formativos
tradicionales son pocos los cambios que se evidencian, sobre todo en los tipos de relación
que se gestan al interior de las comunidades. Entre los procesos que parecen estar
inmutables al cambio, está el paso de la de la aceptación a la realidad, el cual, a pesar de
ser uno de los eventos más esperados por la comunidad, constituye también una de las
etapas con mayor carga de angustia por las diferencias.
La psicología social es un complejo entramado de perspectivas, instituciones, grupos de
investigación, formas de aplicación, etc. que aborda, desde ámbitos de conocimientos
teóricos y prácticos, distintos fenómenos que afectan a los seres humanos, entendidos
como imbuidos en contextos sociohistóricos y culturales.
Según la definición de Tirado (2001), la psicología social: "Aparece como materia que
estudia cómo los procesos psicológicos y las acciones, relaciones, interacciones, etc. de
nuestra vida cotidiana se deben concebir y analizar dentro de los marcos sociales y
culturales en los cuales siempre se dan. Es decir, la psicología social se constituye como
un corpus de saber científico, que proporciona una dimensión sociocultural a todos
aquellos fenómenos que consideramos habitualmente psicológicos, individuales o
intrapsíquicos.
A partir de las diferentes visiones propias de la psicología social se ha intentado dar
respuestas a los distintos fenómenos que afectan a los seres humanos. La temática de los
problemas sociales ha sido uno de los ámbitos de estudio e intervención de la psicología
social, desde el cual se han producido diferentes comprensiones y formas de actuación
Clemente Díaz (1992) afirma que el origen de la psicología social aplicada tiene que ver
con la necesidad que en un momento determinado tuvieron los profesionales de la
disciplina de ponerse en contacto con el mundo social, salir de los laboratorios donde se
experimentaba con pequeños grupos y comenzar a transformar diferentes contextos
mediante su acción. Es decir, atender a la dimensión social de la profesión en contra de la
preeminencia del aspecto científico y básico, comenzar a preocuparse y actuar sobre la
realidad utilizando el conocimiento adquirido en la disciplina para guiar la acción y crear
técnicas concretas para llevar a cabo esta tarea social; esto es, desarrollar la dimensión
práctica.
La psicología social es definida también como la ciencia que estudia los fenómenos
sociales e intenta descubrir las leyes por las que se rige la convivencia; investiga las
organizaciones sociales y trata de establecer los patrones de comportamiento de los
individuos en los grupos, los roles que desempeñan y todas las situaciones que influyen
en su conducta. Todo grupo social adopta una forma de organización dictaminada por la
misma sociedad con el fin de resolver más eficazmente los problemas de la subsistencia.
La definición de problema social presupone una visión del ser humano como ser activo,
capaz de poner en práctica acciones transformadoras de su realidad colectiva, y que con
esto adquiere control y dominio creciente sobre su vida (Rappaport, 1977).

Definir un problema social significa asumir la propia indignación por lo que está
ocurriendo, o sea, la ya mencionada problematización y desnaturalización de situaciones
cotidianas y estructurales. Simultáneamente, impulsa hacia la participación para su
solución o, por lo menos, el combate. Esto es fundamental porque, como afirma el mismo
Musitu (2002):
"Lo que es importante en sí no es tener control y dominio sobre el entorno, sobre el
ambiente o sobre los recursos, sino saber cómo accederlos, cómo utilizarlos a fin de tener
capacidad para influenciar y controlar nuestras vidas. Una comunidad puede tener
muchos recursos, pero eso no garantiza que los sepa utilizar para solucionar o prevenir
acontecimientos que puedan influir en su bienestar y calidad de vida. A partir de aquí, se
hace evidente que lo fundamental no es tener poder en sí, sino el proceso que conduce a
esta adquisición, es decir, a las interacciones que se establecen con el ambiente." Musitu
(2002, pág. 15).
Los estudios psicosociales son una respuesta a la necesidad de analizar y actuar sobre
los problemas de las interacciones personales en sus diversos contextos sociales. Por lo
tanto el capítulo se integra de los siguientes ejes de reflexión: Acercamiento a la historia
de la psicología social, relación con las ciencias sociales a fin de presentar una red de
conocimiento, así mismo se muestran las funciones, ámbitos de actuación, sectores
emergentes y se establece un mecanismo para una práctica de intervención y
comprensión de la psicología social.
En la actualidad, el abordaje de un problema social reconoce la necesidad de recurrir a
diversos aportes teóricos, para el posicionamiento de los trabajos de investigación donde
se focalizan los contenidos de procedimiento del pensar-actuar de un grupo social y su
vinculación con el desarrollo de los procesos cognitivos, consistentes en interpretar,
comprender y explicar la relación, referida al desarrollo de contenidos discursivos
culturales, existentes entre las prescripciones actitudinales en el nivel inter, intra y social,
de los actores sociales así como de las elaboraciones, interincluyentes que generan
conocimientos a la luz de los procesos cognitivos implícitos y explícitos involucrados en
los diseños cuantitativos, cualitativos y mixtos.

La investigación social, posibilita analizar el objeto de estudio desde un enfoque


sistemáticamente ecléctico e interdisciplinario para el entendimiento del comportamiento
humano, el diseño de intervención debe ser entendido en un nivel lógico de análisis que
permita reconocer la realidad compleja e integral, opuesto a las barreras disciplinares.
Las investigaciones en psicología social exploran la naturaleza automática y la naturaleza
controlable de diversos procedimientos cognitivos, así como también los estudios
referidos a las perspectivas biológicas, incluyendo las neuronales, la genética y los
principios evolucionistas, así como las diferencias de género, las relaciones personales, la
agresión. No está de más mencionar que los estudios culturales son un tema relevante de
estudio pues la especificidad cultural de sus hallazgos y teorías, se contrastan mediante el
análisis de sus similitudes y diferencias entre culturas, así como entre grupos étnicos que
los conforman.

El uso de las tecnologías, es un tema emergente en el campo social y proponiendo


técnicas mejoradas para obtener imágenes del cerebro, su funcionamiento e
interconectividad en las relaciones interpersonales, lo que ha impulsado la investigación
referida a la realidad virtual.

La psicología social es una ciencia en continuo movimiento, Moscovici (1979), señala que
los movimientos sociales se encuentran en continua evolución, por lo tanto, las funciones,
los ámbitos de actuación, los sectores emergentes, implican que el psicólogo tiene que
prepararse teóricamente para ejecutar diferentes funciones y desarrollar actividades en su
campo y quehacer profesional.
La conceptualización de temas emergentes ha sido motivo de debate, pues si bien
muchos de estos tópicos no son de reciente aparición en el marco social, la psicología ha
venido estudiándolos pero hoy más que nunca hace falta empoderarlos en el marco de los
trabajos de investigación, docencia y difusión.
Comunitaria
La psicología comunitaria, si bien es una temática reciente de la psicología social, tiene
como propósito de intervención la resolución de problemas en un contexto histórico
determinado donde se evidencia la diversidad cultural y sus necesidades (educacionales,
culturales, de salud, económicas, alimentarias, etc.), a través del estudio en tres
vertientes: 1/teórico, 2/ análisis de las variables psicosociales, 3/ desarrollando una
estrategia de intervención protectiva, promocional y preventiva, que persigue una mayor
conciencia de comunidad, y dinamización del potencial de recursos humanos y
contextuales.

La intervención posibilita reconstruir un tejido social más solidario por medio de la


creación de flujos de apoyo al interior de la comunidad, la promoción de movimientos
asociativos, el impulso a la generación de proyectos nacidos de las propias necesidades
de cada comunidad (Montero, 1994) para la transformación social en los miembros de la
comunidad, con miras a la concientización. Por tanto, el enfoque responde a la
transformación de participación social que persigue establecer sinergia de grupos y
comunidades para enfrentar sus problemas comunitarios y alcanzar aspiraciones
compartidas por medio de la socialización, autogestión y participación.
Gestión Intercultural

La psicología cultural, es un campo diverso de discusiones y conceptos que se derivan de


la gama de problemáticas que atiende este rubro, así como se construyen, deconstruyen
y co-construyen las expresiones y prácticas culturales. Por tanto querer ajustar al sujeto
solo en un contexto social resulta poco probable.

Cubero y Santamaría, (2005); Greenfield, (2000) señalan que la psicología cultural estudia
los procesos que se generan en las interacciones y en las prácticas sociales en las que se
ven inmersos. Como las creencias, los saberes que le dan sentido a sus comportamientos
y generan en el imaginario social una serie de explicaciones válidas para determinados
grupos. Los psicólogos culturales según Bruner (1990) se ocupan del análisis que los
sujetos realizan en torno a su vida cotidiana, que es lo más cercano a sus experiencias de
vida, por lo tanto desde esta perspectiva el individuo es visto como un agente que en su
transitar es influido por distintos acontecimientos y determinaciones del ambiente social
inmediato.
Intervención psicológica a víctimas

En los últimos años se han producido importantes cambios demográficos, en las


estructuras familiares debido a la demanda del mercado de trabajo, a los conflictos de
movilidad social o bélicos, entre otros, que han agravado el problema de exclusión social
de grupos humanos que se ven en la necesidad de trasladarse de su lugar de origen a
nuevos espacios territoriales.

La exclusión social como un fenómeno estructural dinámico, multidimensional, y como un


eje de actuación transversal afecta a la sociedad que aparentemente se encuentra
establecida en un lugar determinado pues se ven modificados hábitos de convivencia
vecinal, así como expresiones culturales nuevas que traen los migrantes al ubicarse en un
nuevo contexto, esta situación trae como consecuencia exclusión y discriminación, que
cuando no es atendida puede ocasionar problemas de convivencia social.

La intervención psicosocial a víctimas está comprometida a apoyar de manera eficiente a


las víctimas por migración con el establecimiento de relaciones de colaboración
institucional diversa, para la satisfacción de las necesidades básicas y actuaciones de
salud pública, educación y repatriación de los migrantes ilegales, así como la inserción de
migrantes legales en campos laborales y de bienestar social utilizando los recursos
propios.
Discriminación social: un enfoque psicosocial

A pesar de la dificultad de definir la discriminación en el sentido común, e incluso su


polisemia, desde la psicología social sabemos que la discriminación corresponde a la
traducción en actos de los prejuicios. Se trata de un comportamiento negativo en contra
de los miembros de un grupo que es objeto de una imagen negativa. La aparición de un
comportamiento discriminante está relacionado con ciertas condiciones sociales y
psicológicas: diferencias sociales, el estatus de los individuos, la posición de poder. En
este sentido, la discriminación debe reubicarse dentro del marco de un análisis de las
estructuras sociales fundadas en diversas formas de desigualdad de poder, de medios
materiales, de reconocimiento, etc.

Un hecho particular de este enfoque psicosocial, es que la percepción de la discriminación


grupal es muy superior a la de la discriminación individual. Muchas experiencias muestran
cómo existe una subestimación de la discriminación individual y una sobrestimación del
efecto grupal. De esta manera, en la discriminación interpersonal, las víctimas reaccionan
oponiéndose directamente a la persona, en tanto que en la discriminación institucional, las
víctimas recurren a acciones colectivas.

Como ya lo hemos expresado, la discriminación es un objeto particularmente propicio a


generar una multiplicidad de enfoques: ella se observa y se experimenta en las
experiencias más comunes de la vida cotidiana. Pero es al mismo tiempo connotada por
las desigualdades históricamente constituidas entre los grupos y las culturas.
Clásicamente en el estudio de la discriminación, desde el enfoque psicosocial, se explora
y analiza las situaciones en donde la discriminación busca emerger, construirse y
desarrollarse. El evento constituye, entonces, el centro del análisis, no en su pura
factualidad sino ofreciendo ocasión y materia a los procesos de integración cognitiva. Los
trabajos sociológicos, por otra parte, se interesan sobre la manera como las estructuras
sociales, históricamente construidas, tienden a suscitar, difundir, generalizar y estabilizar
los actos de discriminación. Cuando se trabaja desde esta segunda perspectiva, el
analista trata, por lo general, las relaciones entre grupos categorizados comúnmente
como fundamentalmente distintos y generalmente desiguales. Los trabajos de los
psicólogos sociales muestran que toda división intergrupos es construida cognitivamente y
comporta de esta manera, grados y modalidades distintas. En ese sentido, es importante
que la psicología social tome en cuenta el rol estructurante de las ideologías que
podemos llamar esencialistas, naturalistas, innatistas, etc., porque, según la creencia
socialmente existente, el otro es naturalmente inferior y yo puedo actuar hacia él de
manera discriminatoria, con una legitimidad que ni siquiera se discute. La categorización
de las desigualdades está entonces expuesta como inscrita en un orden ''natural'' (la
historia aparece a veces como susceptible de producir una ''naturaleza'' no biológica) a la
cual los sujetos se someten asegurando el equilibrio social. Esta naturalización de las
relaciones sociales, que es un tema dominante de los enfoques socio-históricos, es
abordado por la psicología social en términos de procesos cognitivos (Oriol, 2006).

Bibliografía
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(España): Universidad Autónoma de Barcelona. Departamento de Psicología de la Salud
y de Psicología Social .
Musitu Ochoa, G. (2002). Las conductas violentas de los adolescentes en la escuela: el
rol de la familia. Aula abierta.
Moscovici, S. (1979). La representación social: un concepto perdido. El Psicoanálisis, su
imagen y su público , 2 , 27-44.
Álvarez, Guisado, López, Velilla, & Fernández (2003). Programa municipal de atención
integral a mujeres víctimas de violencia doméstica. España, Ayuntamiento de San
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Cubero, M. y Santamaría, A. (2005). “Psicología cultural: una aproximación conceptual e
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Loscertales, T. (1995). “La imagen social de la educación. La Psicología Social ante los
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Montero, M. (2004). Introducción a la psicología comunitaria. Desarrollo, conceptos y
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Freidora, D. y Laing, A. (2008). Psicologías comunitarias: ¿Qué son? ¿Qué podrían
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Cubero Pérez, R., Cubero Pérez, M., Santamaría Santigosa, A., Mata Benítez, M. D. L.,
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discurso. Prácticas educativas y construcción discursiva del conocimiento en el
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Bruner, J. y Haste, H. (1990). La elaboración del sentido: la construcción del mundo por el
niño.

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