Actividad Grupal 1ero
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tropieza y cómo se cumple la promesa de Jesús, “Yo estaré con ustedes hasta el fin de los tiempos”:
Pese a las persecuciones y centenares de mártires en el siglo II y III, los Padres apostólicos y padres de la
Iglesia, orientaban a los cristianos, cuyo número crecía cada día más, a ser fieles al Evangelio, desde el siglo
V hasta el siglo XV denominada Edad Media. Se inicia con el fin de las persecuciones y la conversión de los
pueblos germánicos, el cristianismo llega a ser la religión de todos los pueblos de Europa y la impulsora de
la cultura occidental.
Los cristianos viven, expresan y enseñan libremente su fe. La sociedad se organiza según las fiestas
cristianas y otras tradicionales se cristianizan. Prohibiendo la poligamia, el divorcio, el concubinato, la
crucifixión y más castigos crueles, las luchas de gladiadores y la compraventa de personas.
Algunos cristianos quisieron vivir el evangelio de un modo más exigente y se retiraron al desierto a orar
(ermitaños), organizándose luego en comunidades, se dedicaron al estudio profundo y vivir un nuevo estilo
de vida, llamado monástica (monasterios).
A mediados del siglo XV comienza una nueva etapa histórica, la Edad Moderna. El siguiente cuadro
esquemático puede aclarar el paso de la época medieval a la edad moderna, llamado también humanismo:
"Somos Iglesia al servicio del Reino de Dios; y esto es fundamentalmente la reforma introducida por el
Vaticano II. Ha existido una tradición demasiado ‘eclesiocéntrica', centrada en pensar sólo en la Iglesia y
preocupada fundamentalmente en "hacer a todo el mundo iglesia"...Hoy, mediante el Vaticano II, tenemos
una mentalidad más 'reinocentrica': instaurar el Reino de Dios en el mundo, hacer que el mundo sea Reino
de Dios: para esto existe la Iglesia, a esto sirve la Iglesia... Una Iglesia 'más preocupada del Reino que de sí
misma'; no una Iglesia que se preocupa solamente de multiplicar bautismos, comuniones u otros
sacramentos, sino preocupada también de multiplicar gente que se ame de verdad, y que ame al prójimo,
porque es así como se salvarán.
Es una santa revolución, una revolución que hace humildes, que hasta ‘humilla', pero se trata de una
humillación que hace grandes. El hombre es grande en la medida en que se hace servidor de los demás, que
los ayuda, los quiere, los hace crecer... Esta es la reforma del Vaticano II: una Iglesia realmente servidora de
la humanidad".
Sin embargo, el Reino de Dios y la Iglesia no coinciden plenamente, por cuanto existen personas e
instituciones que no creen en Jesús como el Hijo de Dios, pero, de forma consciente o inconsciente, viven y
promueven los valores de la justicia, la paz, la libertad, la solidaridad y el amor mutuo. Forman parte del
Reino de Dios, aunque no sean miembros de la Iglesia.
EVALUACION
l a J E R U S A L E N i S
R g l e s i a e s u n E C
a E A S A M B L E A T c O
o m S u O n i d a S V S N
d d e U p R e r O M I E V
s o n a R s D C b A D L E
a u t i P R E E z R Aa O R
d a s A q T E u P T e T S
c r B e N e n C e I n S I
J L e E s u s y C R e O O
O n P M U E R T E I s P N
u e v a n g e l i O O A F
o S O N A I T S I R C N E