Masculinidades Críticas para Vencer Al Patriarcado Entrevista A Leonardo García
Masculinidades Críticas para Vencer Al Patriarcado Entrevista A Leonardo García
Masculinidades Críticas para Vencer Al Patriarcado Entrevista A Leonardo García
En contraste, en los últimos años, diversos colectivos han asumido las nuevas
masculinidades como plataforma de acción política. Conscientes de los riesgos que
implica el uso común del término, consideran estratégico aprovecharlo para llegar cada
vez a más hombres y así promover su conceptualización como el ejercicio crítico
permanente del poder en el plano individual y social, cuya materialización se alcanza ya
no en el discurso, sino en la práctica cotidiana en lo privado y lo público. Así, la nueva
masculinidad no se refiere a la emergencia de nuevos hombres sino a la incorporación
constante de la pregunta y acción frente a los usos abusivos del poder. Como tal, no se
define un contenido específico sobre lo que deben ser y hacer los hombres; por el
contrario, al asumir la nueva masculinidad como un proceso de humanización, se invita
a los varones a reconocer y a hacerse cargo del machismo tradicional que han heredado
y a explorar toda su potencialidad humana hacia el logro de la equidad entre mujeres y
hombres.
Fuera de este aparente dilema, en la actualidad existe un consenso en reconocer que es
imperativo configurar la masculinidad como una categoría política cuyo núcleo es el
cuestionamiento de las relaciones de poder dominantes, el desmonte de los privilegios
masculinos y la búsqueda de la igualdad sustantiva para mujeres, hombres y personas
lesbianas, gays, bisexuales, transexuales e intersexuales (LGBTI). Algunas de las
tendencias y propuestas más destacadas en la región son las masculinidades igualitarias,
alternativas, trasformadoras o antipatriarcales.
Las reacciones antifeministas a las luchas de género ¿son en parte las generadoras
de esta contracara constituida por varones que se asumen como feministas? ¿Qué
tipo de paradigmas proponen los llamados «varones antipatriarcales» y hasta qué
punto pueden realmente escindirse de la cultura machista imperante?
Los varones antipatriarcales, que en el Cono Sur tienen una aparición reciente que data
de finales de la década de 2000, se expanden por América Latina. Promueven una
ruptura con el cerco patriarcal que ha determinado el ejercicio de la masculinidad como
una posición de poder. Una de sus primeras interpelaciones es nombrarse varones, no
hombres, pues este último ha sido el signo de los privilegios de ese sistema en la
historia de la humanidad. Pero no se trata de un cambio de apariencia, sino que
proponen la despatriarcalización de la vida. Dicho proceso no solo es individual sino
colectivo, en él se pueden identificar dos momentos. El primero pasa por reconocer y
desmontar las ventajas y los beneficios que se obtienen por el hecho de ser hombre y la
subordinación y las violencias necesarias para producir dichos privilegios. En el
segundo, se transita de la reflexión colectiva a la lucha y denuncia social de un modelo
que en el plano cultural limita el acceso a recursos y oportunidades a los sujetos no
masculinos y amplía las brechas sociales, económicas y políticas entre los géneros. De
esa manera, estos colectivos agencian por derechos iguales para mujeres, hombres y
personas LGBTI, por el fin de la violencia contra las mujeres, el acceso y libre ejercicio
de los derechos sexuales y reproductivos.
Buena parte de los varones que se asumen como antipatriarcales forman parte de
colectivos de debate y discusión sobre el machismo y sobre el cambio de conductas
en sus relaciones. ¿Cómo es el desarrollo de ese tipo de experiencias y qué tipo de
discusiones se ponen en juego?
Cada colectivo tiene intereses propios y responde a los contextos de cada país. El
común denominador es la resistencia y la transformación del patriarcado y sus modelos
de identidad. Los colectivos surgen dentro de grupos de amigos, de hombres cercanos a
organizaciones de mujeres o que forman parte de movimientos sociales. Generalmente
empiezan preguntándose por el malestar común: la masculinidad hegemónica y el
impacto en sus vidas y en la de las mujeres. Hacia el interior, lo personal no se lee como
un elemento exclusivo de la configuración de una subjetividad o identidad, se aborda
como parte de la agenda de las luchas sociales en clave de interseccionalidad feminista
y como respuesta a las formas de dominación del patriarcado, el capitalismo y el
colonialismo.
¿En qué medida las nuevas masculinidades modifican la publicidad y los diversos
espacios donde se construyen imaginarios sociales sobre los hombres y las
mujeres?
Los medios de comunicación han sido un vehículo clave para masificar el concepto de
nuevas masculinidades, más no para la transformación de la masculinidad. En los
medios, la nueva masculinidad se convirtió en una cosa, en un producto deseable que
muchos hombres quieren, sienten que pueden y necesitan llegar, porque, entre otras
cosas, enuncia el «deseo» de las mujeres y de una sociedad contemporánea que promete
reconocimiento, prestigio y mayor valía. Así, es frecuente encontrar nuevos hombres
impecables en su aspecto y con vidas acríticas ante las disparidades entre ellos y las
mujeres, o aquellos que consideran que la violencia contra las mujeres es asunto de
ellas, que ganar más que una mujer con igual formación es el orden natural de las cosas,
o que a las mujeres se les dan más fácil las tareas del cuidado. Los medios son uno de
los principales agentes de socialización y producción de masculinidades hegemónicas.
Si bien se ven algunos movimientos positivos, como el comercial de Tecate donde se
invita a los hombres a no ejercer la violencia contra las mujeres u otros spots donde se
muestra a hombres realizando tareas domésticas, lo cierto es que se carece de una visión
societal que busque un cambio radical en las relaciones de género, por lo que puede
afirmarse que en la publicidad sigue intacto el modelo patriarcal.
1. Bibliografía