Semana Catequesis 2023
Semana Catequesis 2023
Semana Catequesis 2023
SEMANA DE LA CATEQUESIS
DEL 22 AL 29 DE ENERO DE 2023
Lema: “Catequista con un Corazón de escucha anuncia la Palabra”
Objetivo General:
Los catequistas, las familias y los niños de la Arquidiócesis de Yucatán participan en la semana
de la catequesis reflexionando, orando y celebrando acerca de cómo ha de ser el corazón del
catequista, un corazón sinodal dispuesto a la escucha de la Palabra, al diálogo, al discernimiento y
a la comunión para que así puedan testimoniar lo que han visto y oído, en los espacios comunitarios
y misioneros según el plan Diocesano de pastoral.
“1 Lo que existía desde el principio, lo que hemos oído, lo que hemos visto con nuestros
ojos, lo que hemos contemplado y palpado con nuestras manos acerca de la Palabra
de vida 2 ¡porque la vida se manifestó, la hemos visto y somos testigos, les anunciamos
esa vida eterna que existía junto al Padre y se nos manifestó!, 3 eso que hemos visto y
oído también se lo anunciamos a ustedes, para que vivan en comunión con nosotros. Y
nosotros estamos en comunión con el Padre y con su Hijo Jesucristo.” (1 JN. 1-3)
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OBJETIVO:
Los catequistas y adultos de la Arquidiócesis de Yucatán participan en la Semana de la catequesis,
reflexionan cómo está su corazón y se disponen cambiar lo que lo está dañando, para poder
testimoniar con valentía y esperanza, en los espacios comunitarios, lo que han visto, oído y tocado.
ORACIÓN
Oh Dios, Padre de Amor, que, en Jesucristo, nuestro Señor,
abriste tu corazón mostrándonos el amor salvífico en la cruz,
envía sobre mí al Espíritu Santo, verdadero protagonista de toda auténtica catequesis,
para que, en este momento de reflexión,
mi corazón sea moldeado
a imagen del Sagrado Corazón de tu Hijo.
Se colocan dos corazones por equipo (1. Lo que daña mi corazón y 2. Lo que le hace bien a mi corazón).
En un recipiente o caja se ponen todos los elementos o ingredientes que le hacen bien al corazón o lo dañan y
los participantes irán tomando uno a uno y lo colocarán de acuerdo al corazón que le corresponda.
En un segundo momento se le entrega a cada participante del equipo un corazón que tenga escrito: ¿cómo está
mi corazón? (3) y en el cual escribirá su respuesta y al final libremente las podrán compartir.
Podemos concluir, con la actividad que hemos realizado simbólicamente, la importancia de cuidar nuestro
corazón a través de la cultura de la prevención, yendo al médico, pero también creando en nuestra vida
cotidiana, hábitos saludables. Sabemos que, así como el corazón biológico necesita en su momento
estudios médicos así también el corazón espiritual necesita de un “conjunto de análisis” o momentos de
reflexión, para examinar sus pensamientos, lenguajes y actitudes que le permitan determinar, a tiempo, si
está propenso a tener un corazón enfermo.
Cuando tenemos un solo propósito y una sola meta para la gloria de Dios, somos de corazón puro. “Pues
el propósito de esta orden es el amor nacido de un corazón puro”. “Un corazón puro es un corazón sencillo
y sin mixtura, un corazón que sólo busca al Señor y toma al Señor como la única meta”.
Una sustancia es pura sólo cuando no es mezclada con ningún otro material. Por ejemplo, un anillo de oro
puede describirse como oro puro si el anillo no tiene ningún otro elemento además del oro. Pero si es oro
junto con algo más, no es puro; es una aleación, o una mixtura.
Ser de corazón puro significa que nuestro corazón no busca otra cosa sino sólo al Señor Jesús. Significa
que lo tomamos a Él como la única meta de nuestra vida.
Cuando creímos en Jesucristo como nuestro Salvador, lo recibimos en nuestro espíritu humano y nacimos
de nuevo con la vida divina de Dios. Pero Cristo no sólo quiere ser recibido por nosotros; también quiere
crecer en nosotros, en nuestro corazón.
La Biblia nos dice que nuestro corazón está compuesto por nuestra mente, parte emotiva, voluntad y
conciencia. A fin de que Cristo crezca libremente en nosotros, necesitamos ser de corazón puro, es decir,
sencillos en nuestro propósito y nuestra meta. Esto es para el reino de los cielos y cumple la voluntad de
Dios.
En lugar de tratar de diagnosticar la condición de nuestro corazón, debemos acercarnos al Señor Jesús
y abrirnos a Él. Necesitamos que el Señor resplandezca sobre nosotros y nos hable sobre cualquier cosa
en nuestro corazón que compita con Él por nuestro afecto.
La luz que puede mostrarnos dónde estamos proviene de la vida en nosotros, que es simplemente el
Señor mismo. Por eso es tan importante pasar tiempo en la presencia del Señor en oración y en Su
Palabra. Podemos pedirle al Señor que purifique nuestro corazón.
Cuando el Señor nos muestre algo que ocupa nuestro corazón, no deberíamos desanimarnos. Simplemente
deberíamos responderle en oración y decirle que no queremos que esa cosa ocupe Su lugar en nuestro
corazón.
A medida que respondamos a Su resplandor en comunión con Él, el Señor continuará hablándonos más.
Responder al Señor es la forma en que cooperamos con Él y le damos la manera de hacer que nuestro
corazón sea puro para Él. Entonces Él tendrá la oportunidad de crecer en nosotros.
“Si somos puros de corazón al buscar a Dios, veremos a Dios. Ver a Dios es una recompensa para los de
corazón puro. Esta bendición es tanto para hoy como para la era venidera”.
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La recompensa de ver a Dios es un incentivo tremendo para que cooperemos con el Señor a fin de que Él
pueda tener el espacio y la libertad para crecer en nosotros.
“Porque el mismo Dios que dijo: De las tinieblas resplandecerá la luz, es el que resplandeció en nuestros
corazones, para iluminación del conocimiento de la gloria de Dios en la faz de Jesucristo”.
Así que, para los creyentes de hoy, ver a Dios no es algo externo, físico o sobrenatural. En cambio, es algo
interno, en nuestros corazones, ya que ahora Jesús habita en nosotros. Cuando nada en nuestro corazón
compite con el Señor por nuestro afecto, tenemos una sensación interior de ver y contemplar al Señor.
Ver a Dios en la faz de Jesucristo es un gozo indescriptible.
Lee con detenimiento la descripción de cada nivel de “obstrucción”, después de ello, llena la tabla que
aparece debajo de cada prueba, marcando con una “x” el nivel en el que te encuentras.
CELEBRAMOS EN COMUNIDAD
Una vez terminado los ejercicios, da gracias a Dios por lo que ha estado bien y pídele perdón por los
desatinos encontrados en el camino. Para ello, te invitamos a escribir una oración, donde expreses estas
dos actitudes:
Danos tu corazón.
Padre bueno:
Danos un corazón de POBRE; capaz de amar, para abrirse y entregarse.
Danos un corazón PACIENTE; capaz de amar, viviendo esperanzados.
Danos un corazón PACIFICO; capaz de amar, sembrando la paz en el mundo.
Danos un corazón JUSTO; capaz de amar la justicia.
Danos un corazón MISERICORDIOSO; capaz de amar, comprendiendo y perdonando.
Danos un corazón SENSIBLE; capaz de amar, llorando sin desalientos.
Danos un corazón PURO; capaz de amar, descubriendo a Dios en el ser humano.
Danos un corazón FUERTE; capaz de amar, siendo fiel hasta la muerte.
Danos tu corazón…
HORA SANTA
QUEREMOS SEGUIR ESCUCHÁNDOTE,
CONTEMPLÁNDOTE Y AMÁNDOTE
Exposición del Santísimo Sacramento
1
Lo que existía desde el principio, lo que hemos oído, lo que
hemos visto con nuestros ojos, lo que contemplamos y tocaron
nuestras manos acerca de la Palabra de la vida, 2 pues la vida se
manifestó y nosotros la hemos visto y damos testimonio, y les
anunciamos la vida eterna que estaba junto al padre y se nos
manifestó-, 3 lo que hemos visto y oído, eso les anunciamos
para que también ustedes estén en comunión con nosotros.
Nosotros estamos en comunión con el padre y con su Hijo,
Jesucristo. (1 Jn 1, 1-3)
Introducción
El texto que acabamos de leer propone un camino para el
cristiano, un camino que se inicia con la experiencia de oír,
ver y tocar, es decir; con la experiencia de sentir, de percibir
con nuestro cuerpo, con nuestros sentidos. Es interesante
que antes de dar testimonio, antes de anunciar algo, el texto nos coloque la experiencia de conocer
aquello que se va a testimoniar. Podemos decir que se antepone la experiencia de conocer lo que se va
dar a los demás.
Y aquello que se va a dar a conocer a los demás es la Palabra, aquella Palabra que se ha hecho carne
y puesto su morada entre nosotros, es una referencia al inicio del Evangelio de San Juan. Y claro, pone
de manifiesto que esa Palabra que se ha hecho carne, también se ha palpado con los sentidos. Aquellos
primeros cristianos tuvieron la oportunidad de palpar a ese Jesucristo encarnado, convivieron con él,
caminaron con Él, comieron con Él…hicieron la experiencia de estar con ÉL.
Nosotros, hoy en día podemos pensar que ese Jesucristo que camino por este mundo hace mucho tiempo,
ya no lo podemos ver, oír, ni tocar, pero pensar eso es una equivocación, pues si bien es cierto que ya
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no podemos experimentarlo de la misma manera que aquellos primeros cristianos, sí podemos seguir
haciendo la experiencia de conocerlo porque la Palabra vive entre nosotros, podemos oírla, podemos
verla y tocarla de diversas maneras.
En este momento podemos agradecer a Jesús presente frente a nosotros el don de poder verlo en el
Santísimo Sacramento del altar.
En este fragmento se nos presenta el silencio como adoración, y es precisamente esa actitud que debemos
tener ante la proclamación de la Palabra.
Hoy por hoy, cuando vamos a misa tenemos muchas preocupaciones y estamos más pendientes del
celular que de lo que acontece en la celebración eucarística, estamos a veces con mil cosas en la cabeza
que si hay quien lea, que si dejamos las cosas en orden en casa, que si vinieron todos los niños a misa,
etc. Leemos y tratamos la Sagrada Escritura como cualquier otro libro y la despojamos de su verdadero
valor.
Como catequistas, como familias cristianas, debemos preguntarnos con qué actitud escucho la
proclamación de la palabra, realmente quiero oír el mensaje de Cristo, o simplemente lo escucho como
un bonito discurso que pasa sin pena ni gloria por mi vida.
Para reflexionar:
Delante de Cristo Eucaristía pregúntate y cuéntale:
¿Con qué actitud escucho su Palabra? ¿Me preparo para escuchar su Palabra? ¿Hago silencio en mi
mente y en mi corazón para dejar que esa dulce voz llene mi interior?
Para reflexiona:
¿Puedo sentir a Dios en la vida cotidiana? ¿Cómo percibo la presencia de Dios? ¿Cómo siento a Dios a
través de los demás?
4º Momento. Mi experiencia
Demos un paso más delante de Jesús sacramentado y preguntémonos acerca de ¿Cuál ha sido la
experiencia que he tenido de estar con él? ¿Siento, percibo, escucho, veo a ese Dios todos los días de mi
vida? ¿Cómo he conocido a ese Dios? ¿Reconozco de verdad que es Dios vivo que camina a mi lado o es
sólo una idea? ¿He hecho experiencia de Dios en mi vida?
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En silencio hablemos desde lo más profundo de nuestro corazón para pedir la gracia de sentir, de ver y oír a ese Dios
vivo y verdadero.
Ahora bien si hemos experimentado a ese Dios vivo. ¿Qué sigue? Si mi corazón de catequista es un
corazón que escucha. ¿Qué me toca hacer?
Me toca testimoniar la presencia de Cristo Vivo. Y me toca hacerlo llevando a otros a Él, haciendo lo
necesario para que otros se acerquen y lo conozcan, es como cuando conocemos a alguien que nos
cae muy bien y de repente queremos presentarlo a nuestros demás amigos porque es una persona muy
agradable, o porque puede ayudar a otros, de la misma manera podemos decir que al conocer a Cristo lo
debemos llevar a los demás.
Podemos pensar que sí lo hacemos cada vez que impartimos una sesión de catequesis, pero el testimonio
va más allá del momento de dar catequesis, como si el ser catequista fuera simplemente como ponerse el
uniforme de trabajo y después quitárselo y hasta que nos vuelva a tocar nos lo volvemos a poner. Cuando
de verdad hemos hecho experiencia de Cristo necesariamente lo damos a conocer en nuestros actos,
en nuestras actitudes, en nuestras palabras. Cada vez que entramos en contacto con los demás debiera
vislumbrarse algo distinto en nuestros gestos.
Podemos preguntarnos por ejemplo ¿cómo nos ven los nuevos integrantes del grupo de catecismo, nos
ven como verdaderos hermanos en la fe, o sólo como líderes de equipo que imponen actividades porque
así siempre se ha hecho? ¿Les damos a conocer a ese Cristo o sólo los llenamos de responsabilidades
porque no sabemos qué hacer con tantas encomiendas? ¿Nuestro grupo de catequesis es un club social
o en verdad es una comunidad cristiana? ¿Nos preocupamos por los demás o sólo los vemos como
elementos de un grupo o equipo de trabajo?
Estar en comunión con Cristo y con los demás implica dejarse interpelar constantemente por esa Palabra
encarnada.
Para reflexionar:
Como catequistas, ¿qué acciones podemos implementar de manera personal para mejorar nuestra
experiencia de Cristo?
¿Qué acciones o actitudes podemos cambiar para permitirnos escuchar mejor la palabra de Dios?
¿Qué actitudes podemos mejorar para que los demás puedan conocer mejor a Cristo?
En un momento de silencio coloquemos delante de Jesús todo aquello que podemos cambiar y dejemos
que su voz resuene en nuestro interior, dejemos que su mano toque nuestro corazón, y que nuestros ojos
contemplen la belleza de su amor.
1. Por nuestros pastores para que Dios les conceda ejercer con fidelidad y su ministerio y sean pastores
que nos enseñen a reconocer la voz de Dios. Oremos.
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2. Por todos los catequistas para que durante esta semana de la catequesis puedan descubrir la
presencia de Dios en sus vidas. Oremos.
3. Por el encuentro provincial que se celebrará próximamente para que rinda frutos de caridad y
esperanza. Oremos.
4. Por todas las personas que entran en contacto con nosotros a través del ejercicio del anuncio de la
Palabra para que por nuestro testimonio y estilo de vida se sientan interpelados por la Palabra de Vida.
Oremos.
5. Por los catequistas enfermos y ancianos que durante mucho tiempo han dedicado su vida a esta
labor tan importante en la vida de la Iglesia, para que Dios les conceda la perseverancia y la salud.
Oremos.
6. Por todos nosotros para que Cristo que nos mira cara, nos proteja, nos bendiga y nos guarde. Oremos.
OBJETIVO:
Los interlocutores de Kínder de la Arquidiócesis de Yucatán, junto con sus papás participan
en la semana de la catequesis, reflexionan sobre el conocimiento de Dios a través de la
escucha de la Palabra, y lo anuncian con alegría para testimoniarlo en su entorno familiar y
comunitario.
MATERIALES:
Una mesa
Un mantel de preferencia blanco
Una imagen de Jesús niño en su canastita
Unas flores
Una Biblia
Una vela o veladora
Unos cerillos o encendedor
Una canastita
Papeletas pequeñas
Bienvenida:
El catequista saluda a los niños y les invita a ponerse de pie para iniciar con la oración.
ORACIÓN
Amado Jesús:
gracias por nacer en el mundo,
por hacerte humano para que yo te pudiera conocer
y poder decir a los demás que te conozco,
que te he visto,
que estoy seguro que eres real y que eres el Rey verdadero,
gracias por dejarme tu palabra, la Biblia
y toda tu creación que son las huellas de tu existencia.
Amén.
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https://youtu.be/NTibZN8su8c
ANTES DE LA SESIÓN:
IMPORTANTE: Los catequistas piden con anticipación a los papás una foto de los niños cuando fueron bebés, y se les
pide que les platiquen alguna anécdota de cuando eran pequeños, o cuál fue su primera palabra que dijeron cuando
empezaron a hablar, o algún recuerdo importante que tengan de sus primeros años.
DURANTE LA SESIÓN:
La catequista pide a los niños que se coloquen en un círculo con las fotos que les solicitó con anterioridad.
En seguida les indica que por turnos pasen a mostrar al grupo su foto de cuando eran pequeños, y platiquen
algo sobre esa foto, además comenten cuál fue su primera palabra que dijeron cuando empezaron a
hablar, o alguna anécdota de sus primeros años de vida que les hayan platicado sus papás.
El catequista recuerda en todo momento que escuchen atentos y con respeto a sus compañeros. Cuando
todos hayan pasado se cierra el momento con la siguiente conclusión.
Conclusión:
Las fotos y las anécdotas de las que acabamos de platicar nos hacen recordar cómo fuiste de bebé,
cuando acababas de nacer, y pudimos ver la diferencia de cómo eres ahora, cuánto has crecido y cuánto
has aprendido.
Exactamente, las fotos son una prueba clara de tu pasado, podemos ver con los ojos cómo eras, ver tu
historia, también tus papás te ayudan a saber cómo eras de pequeño, cómo actuabas, qué decías, qué
hacías. A través de sus platicas tú puedes oír y aprender acerca de tu historia. Pero un dato importante:
Eso sucedió hace apenas 6 ó 7 años, hace poco tiempo.
Ahora pensamos en esto: Jesús nació hace más de dos mil años, nació de María, su madre y vivió por
33 años antes de morir en la cruz. ¿Cómo estamos seguros que eso ocurrió si pasó hace mucho tiempo?
Pensemos que en ese tiempo no había fotos ni videos, ni celulares. Entonces ¿Cómo sabemos que ese
nacimiento ocurrió? ¿Que verdaderamente Jesús nació y vivió en la tierra?
Porque nos lo dice la Palabra de Dios, la Biblia, es donde podemos leer y conocer que el nacimiento y vida
de Jesús en la tierra fue real y verdadera.
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“Lo que existía desde el principio, lo que hemos oído, lo que hemos visto con nuestros ojos, lo que hemos
contemplado y palpado con nuestras manos acerca de la Palabra de vida 2 -¡porque la vida se manifestó, la
hemos visto y somos testigos, les anunciamos esa vida eterna que existía junto al Padre y se nos manifestó!
-, 3 eso que hemos visto y oído también se lo anunciamos a ustedes, para que vivan en comunión con
nosotros. Y nosotros estamos en comunión con el Padre y con su Hijo Jesucristo.”
Acabamos de leer que Jesús vivía junto a su Padre Dios, en el cielo, pero su Padre quiso que Él viniera a la
tierra y naciera de María, y todos lo pudiéramos ver, aunque hoy hayan pasado más de dos mil años estamos
seguros de que así fue porque la Biblia lo dice y porque podemos ver la creación hecha por Él. Pero algo
importante: como nosotros estamos seguros de que Jesús nació y vivió en la tierra, entonces debemos
decirlo a los demás, a los que no saben sobre esta existencia de Jesús. Así como hoy compartimos con
nuestros compañeros y amigos fotos y anécdotas de nuestro pasado, de nuestra historia, así debemos
compartir también lo que la Biblia y la creación dicen acerca de Jesús.
Una forma de que podamos hablar de Jesús a los demás es cuidando la naturaleza, todo cuanto hay
en ella, pues todo fue creado por Dios, esas son huellas de su existencia.
Tratando a amigos y no amigos con respeto y cariño, con palabras amables que les hagan sentirse
bien. Realizando de buena manera los quehaceres de la casa que les sean encomendados.
Además, no deben olvidar que lo más importante es ir a misa contento, sin molestarse, pues es ahí
donde van a escuchar la Palabra de Dios.
Acciones concretas:
Acciones concretas para realizar y mostrar a los demás a Jesús, escoge alguna para que la empieces a
llevar a cabo todos los días.
ACTIVIDAD FAMILIAR
Ir a misa el domingo en familia, estar atento a todo lo que ocurre antes de la misa, durante la misa y
después de la misa. Después platicar con los amigos, vecinos o familiares que no hayan ido a Misa lo que
vi y escuché.
COMPROMISO: Recordar a los papás que debemos ir a Misa todos los domingos, después de la misa
platicar con alguien lo que vimos y escuchamos.
El catequista reparte una papeleta a cada niño y les indica que antes de la oración escriban o dibujen alguien por quien
quieren pedir en la oración final, que enrollen su papelito y que lo detengan en su mano, coloca una canastita abajo o
encima del altar.
El catequista invita a los niños a que se reúnan alrededor del altar, prende la vela o veladora y abre la Biblia.
Oración final:
Jesús.
Gracias por dejarnos tu Palabra en la Biblia
Gracias por los árboles, los animales, el agua, las estrellas, el sol
porque ahí está la huella de ti.
Gracias porque me amas
y me cuidas siempre.
Amén.
Cada niño pasa a depositar su papelito en la canastita, mientras todos los demás cantan:
OBJETIVO:
Los niños de 3° y 4° de primaria de la Arquidiócesis de Yucatán, reflexionan sobre la importancia
de tener un corazón limpio y sincero para que Jesús pueda habitar en él.
ORACION
Antes de que lleguen los niños a su encuentro de catequesis los catequistas preparan el lugar, lo ponen en desorden
lo llenan de palos, basura, para que cuando lleguen los niños lo encuentren así. Cuando inicien el tema el catequista
pregunta, ¿quieren que iniciemos nuestro encuentro, así como está?, ¿qué les parece si recogemos todo,
lo ponemos en orden lo limpiamos juntos?
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Después les pregunta: ¿Qué sintieron al encontrar el lugar todo en desorden, sucio?
Así como este lugar necesita estar limpio para que podamos trabajar y escuchar su Palabra también
Jesús puede examinar nuestro corazón, esto quiere decir que puede ver con profundidad lo que existe
en él, además que desea ser el protagonista de nuestra vida, ya que debemos amarlo con todo nuestro
corazón, teniendo cuidado con lo que guardamos en este, evitando contaminarlo, para que así seamos
amados por Dios.
CUIDANDO EL CORAZÓN
Introducción. El precio del pecado de David, asesinato y adulterio, fue elevado, y éste pasó el resto de su
vida lamentándolos. En uno de los salmos expresó su tormento mental y suplicó el perdón. “Ten piedad
de mí, ¡oh, Dios!, conforme a tu misericordia; conforme a la multitud de tus piedades borra mis rebeliones.
La historia bíblica es acerca de un hombre llamado David. David tenía un problema en su corazón. Oh,
no era la clase de problema que pudieras escuchar con un estetoscopio, pero David sabía que tenía un
problema en su corazón. Él sabía que había pecado y había hecho cosas malas a la vista de Dios. ¿Qué
piensas que hizo David con el problema de su corazón? Él fue al único que lo podía arreglar. David oró a
Dios y le dijo: “Contra ti he pecado, sólo contra ti, y he hecho lo que es malo ante tus ojos; crea en mí, ¡oh,
Dios!, un corazón limpio, y renueva un espíritu recto dentro de mí.”
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Algunas veces tú y yo hemos tenido problemas del corazón. Puede ser que tengamos algunas cosas en
nuestro corazón que no deben estar. Cosas como amargura (una tristeza grande), coraje, celo, egoísmo,
orgullo y codicia (deseo de tener lo que es de otro). Cuando venimos a la Iglesia, todo puede lucir bien
por fuera, pero Dios puede mirar dentro y ver que nuestro corazón no está bien. Cuando sabemos que
tenemos un problema en el corazón, necesitamos hacer lo que hizo David. Necesitamos orar a Dios y
decirle “Crea en mí, ¡oh, Dios!, un corazón limpio, y renueva un espíritu recto dentro de mí”. ¿Tienes algo
dentro de tu corazón que no debe estar ahí? ¡Yo tengo! Vamos a pedirle a Dios que lo arregle.
Querido Padre, sabemos que puedes ver lo que está dentro de nuestro corazón y sabemos que hay cosas
que no deben estar. Crea en nosotros un corazón limpio, ¡oh, Dios! Amén.
Lo principal de esta clase es enseñar a los niños que inviten a JESUS a vivir en sus vidas, a limpiar sus
corazones (cuidándose de mirar programas de televisión inadecuados, jugar muchos video juegos, tener
malas compañías, aprender malos modales, rebelarse contra los padres, decir malas palabras, etc.).
Trabajo individual
Los catequistas previamente elaboran un corazón en forma de bolsita como
está en la imagen, donde los niños y las niñas escribirán en unas papeletas
(cuando el catequista se los indique) todo lo bueno que quisieran guardar
en su corazón para conservarlo limpio y así poderlo ofrecer a Jesús.
OBJETIVO:
Los interlocutores de quinto y sexto grado de primaria de la Arquidiócesis de Yucatán
reflexionan acerca de la misión del catequista como una persona de escucha de la Palabra
de Dios, abierta al diálogo y a la comunión para dar testimonio de lo que han visto y oído en la
comunidad donde viven.
ORACIÓN
Para pedir catequistas y por los que ya son (Tomado de catequesis de Cádiz)
“Dios nuestro Padre celestial, Oramos para que nuestra familia parroquial
que nos has dado el don de los catequistas sea siempre bendecida
para que sean mensajeros del Evangelio con aquellos que han respondido a la llamada,
en nuestra familia parroquial. para compartir la misión profética de Cristo
como catequistas.
Los presentamos ante ti
en acción de gracias e Que estemos también abiertos
intercedemos por ellos a la llamada universal al servicio
en sus esperanzas y necesidades. que Cristo dirige a todos sus discípulos,
contribuyendo con nuestros dones
Haz que estemos atentos a la comunión en la fe,
a la presencia de tu Palabra en ellos, a la fortaleza en la esperanza
Palabra que eleve y afirme, y asiduos a la caridad.
y que a la vez convoque y desafíe,
que sea compasiva y misericordiosa. Que entre todos hagamos cada día
Más auténtica nuestra querida Iglesia. Amén.
Catequista soy,
Catequista para hoy,
Catequista soy,
Construyendo el reino del amor (2)
Catequista soy…
Catequista soy…
Unidos a la Trinidad
transformaremos la realidad,
y jubiloso proclamar
que el Reino
ha comenzado ya.
¿Ustedes tienen en su familia alguna tradición que celebren? ¿Qué es lo que más les gusta de ella? Esa
tradición ¿la comparten con otras personas que no son de su familia?
El apóstol Juan nos indica en la lectura que el mensaje que él les transmite a los demás es un mensaje
de salvación del que había sido testigo, por lo que se sentía comprometido a continuar llevando es
mensaje a los demás, de tal manera que todos puedan llegar a conocerlo, pero sobre todo a hacerlo vida,
a testimoniarlo.
Estamos celebrando la Semana de la Catequesis, en estos días se reflexiona acerca de la gran labor que
cada uno de los catequistas realiza para hacer llegar la Palabra de Dios a las personas: niños, jóvenes,
adultos, ancianos. Iniciamos este segundo momento de la sesión escuchando el texto del apóstol Juan, sin
embargo, muchos de nosotros no conocemos de manera profunda lo que es y lo que hace un catequista,
así que vamos a conocerlo un poco más.
Ser catequista es una vocación, es decir, un llamado personal que consiste en explicar la doctrina
evangélica, encargado por la Iglesia para hacer conocer, amar y seguir a Cristo a aquellos que todavía no
lo conocen. El catequista es un testigo de Cristo en la comunidad donde vive.
Tiene una profunda vida de oración. La fuerza para la realización de su apostolado siempre está
en la oración, el catequista es una persona de oración, siempre que inicia una actividad en su
vida diaria la pone en manos de Dios.
Mantiene una relación personal con Jesucristo. Lo ama realmente. Conoce a Dios y lo ha
experimentado en su vida para que pueda hablarles a los demás de Él.
Valora la vida de Gracia y por ello se acerca frecuentemente a los sacramentos de la Penitencia
y la Eucaristía. Sabe que, si el sarmiento se separa de la vid, no podrá dar fruto.
Ama a la Iglesia profundamente. Se alegra con sus triunfos y se entristece con sus fracasos. La
defiende de los ataques de sus enemigos y trabaja por su extensión.
Es capaz de entrar en diálogo con Dios y con sus hermanos, sabe muy bien que debe de estar en
constante comunicación con Él, aprende a escucharlo y a seguir el camino que le va indicando,
pero también es capaz de entrar en diálogo con las demás personas de la comunidad, sabe hacer
comunidad, se siente parte de ella y participa en ella en las diferentes actividades que en ella se
realizan.
Reconoce al Papa como la autoridad suprema de la Iglesia. Estudia su palabra y la toma como
propia.
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Reconoce a María como su gran aliada en la tarea de la catequesis. Le tiene una gran devoción
que la manifiesta con la imitación de sus virtudes.
Es testigo del gran tesoro de la fe católica por el cual vale la pena luchar.
Hoy tenemos que pensar que nuestros catequistas hacen una gran labor, siempre están dispuestos a
escuchar a Dios en su Palabra, en su vida, entrar en diálogo, en comunicación con Él, pero sobre todo dar
testimonio en su vida familiar y comunitaria de la acción de Dios en sus vidas y en su comunidad.
Ahora vamos a recordar a los catequistas que hemos tenido desde que empezamos a venir a la catequesis,
¿qué nos agradaba de ellos?, ¿con cuál de ellos me identifiqué más?
Elaboremos una pequeña oración a Dios para pedirles por ellos, pero también para decirle que si Él nos
llama para ser catequistas estaremos dispuestos a decirle que sí.
Se prepara una mesa con un mantel, un crucifijo, una veladora, algunas flores, debe quedar en el centro del espacio
donde se imparte la sesión.
Después de ello, el catequista pide que lean la pequeña oración que hicieron por los catequistas.
FERIA CATEQUÍSTICA
Disponer el lugar de la Feria con globos, letrero de bienvenida, lema de la semana: “Catequista con un
Corazón de escucha anuncia la Palabra”. Tiras de papel recortado de muchos colores: que se vea que se
trata en verdad de una feria.
1
“Lo que existía desde el principio, lo que hemos oído, lo que hemos visto con nuestros ojos, lo
que hemos contemplado y palpado con nuestras manos acerca de la Palabra de vida 2 - ¡porque
la vida se manifestó, la hemos visto y somos testigos, les anunciamos esa vida eterna que existía
junto al Padre y se nos manifestó! -, 3 eso que hemos visto y oído también se lo anunciamos a
ustedes, para que vivan en comunión con nosotros. Y nosotros estamos en comunión con el
Padre y con su Hijo Jesucristo.” (1Jn. 1-3).
1. VENIMOS DE JERUSALÉN
Instrucciones:
Se reparte a los miembros en dos bandos, o en más si son muchas personas.
Cada equipo debe ir preparando la mímica de un pasaje de la Biblia, para que el otro pueda descubrir de
qué se trata. Al principio, pueden ser sólo pasajes del Evangelio. Y con grupos más avanzados, de toda la
Biblia.
Los que van a representar llegan y los otros les preguntan: ¿De dónde vienen?
Respuesta: De Jerusalén.
Pregunta: ¿Qué oficio traen?
Respuesta: Ya lo verán.
E inmediatamente comienzan a representar su mímica. Los otros observan y cuando crean que ya saben
de qué se trata, lo dicen en voz alta. Si está correcto, ahí se termina y pasan a actuar ellos.
Si no lograron saber, pierden un miembro y el equipo que actuó dice a quién deben dar.
Los equipos siguen actuando en forma alterna. Cuando el tiempo termine, gana el equipo que tenga
mayor número de miembros.
2. ALCANCE LA ESTRELLA
Materiales:
* Un tablero grande
* Estrellas con preguntas
* Listado de respuestas
Instrucciones:
Se realiza en forma de concurso, con dos o tres equipos
o puede ser individual, si es en equipo deben tener igual
número de miembros.
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Las estrellas estarán prendidas en un tablero un poco alejado de los asientos. Por detrás cada estrella
lleva una pregunta. Los miembros se numeran: 1, 2, 3... Y cuando sea el momento, quien dirige el juego
indica: salgan los números tal.
El primero que llegue, toma la estrella que desee, lee en voz alta la pregunta y da su respuesta.
Si no lo sabe, no o responde bien, otro de su mismo número puede responder. De lo contrario, devuelve la
estrella a su sitio. Se va notando la puntuación, para saber al final cuál es el equipo ganador.
Ejemplo:
El guía dice: El domingo pasado en la Parroquia hubo Primeras Comuniones.
(Todos los que tiene el sacramento de la Eucaristía cambian de puesto).
Se le asigna a cada uno un sacramento. Puede iniciar el juego el catequista, o alguno de los miembros.
Ejemplo:
Alguien dice: En mi parroquia hubo un bautismo. El que tiene el bautismo responde:
No fue un bautismo, sino un matrimonio. El que tiene el matrimonio dice: No fue un matrimonio, sino
solamente una misa. El que tiene la eucaristía dice: No fue una misa, sino la ordenación de un sacerdote.
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Es mejor dejarlos jugar, aunque se equivoquen. Ir corrigiendo, pero sin sacarlos, para que se graben bien
los sacramentos.
Se asigna a cada uno algo de lo necesario para la celebración del bautismo: sacerdote, padrino, bautizando,
agua, cirio, crisma, etc.
El que guía, o uno de los miembros dice: Se iba a celebrar un bautismo, pero faltó...
Ejemplo:
Se iba a celebrar un bautismo, pero faltó el padrino.
No deben sacarse cuando se equivocan, pues se trata de que recuerden bien lo necesario para el bautismo.
Instrucciones:
En las hojas se escriben o se imprimen las frases y se recortan a la
mitad. Luego se revuelven y se reparten, hay que tomar en cuenta la
cantidad de participantes, ya que será la cantidad de frases que hay
que poner.
Una variación de este juego puede ser que se haga en equipos a modo de competencia y quien termine primero y estén
correctas las frases gana.
Instrucciones:
Por turnos los participantes van girando la ruleta, deben responder la pregunta que le corresponda o le
toque y si acierta se le puede dar un premio
6. LÍNEAS Y PAÑOLETAS
Materiales:
* Dos pañoletas
* Gis
* Preguntas para los equipos
Se hacen dos equipos, se traza una línea en el suelo, se colocan cada uno de los equipos a ambos lados
de la línea, en una misma distancia, se colocan dos pañoletas sobre la línea de manera que sobre salgan
las puntas de la misma a ambos lados. Se le asigna un número a cada uno de los participantes de cada
equipo, por ejemplo si son cinco jugadores por equipo existirá 1-1, 2-2, 3-3, 4-4, 5-5 ; el coordinador
estará dirigiendo el juego de manera que si él dice “uno”, entonces saldrán los numero “uno” de los dos
equipos y trataran cada uno de agarrar la pañoleta y llevársela a la línea rival y atar en el pie de cualquiera
de sus integrantes la pañoleta e inmediatamente deberá de volver a su línea, desatar la pañoleta rival y
entregársela al coordinador que deberá de estar en el centro. Gana el que entrega la pañoleta más rápido.
Y al equipo que entregue de ultimo se le hace una pregunta y si acierta se les brinda una oportunidad, de
lo contrario pierde el número que se dijo al principio.
Segundo: Explica que el juego se llama Hombre, Escopeta, Gorila y que es parecido al juego de “Papel,
Piedra, Tijeras” pero que, en vez de jugar sólo con las manos, usan todo el cuerpo. Diles que van a pararse
espalda contra espalda con su pareja y que tú vas a contar “1, 2, 3”... y al gritar “3” todos van a dar la vuelta
y hacer mímica de uno de los tres “papeles”.
gorila >> regresas de espaldas con tu pareja, cuentas uno, dos, tres,
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dan la vuelta y pones las dos manos en el aire en forma de garras (al nivel de tu cabeza) y gruñes “grrrrr”
como un gran gorila u otro animal silvestre.
Cuarto: Explicas como ganar y perder. El hombre controla la escopeta, entonces el hombre le gana a la
escopeta. Pero la escopeta mata al gorila, entonces la escopeta le gana al gorila. Pero el gorila deshace
el hombre, entonces el gorila le gana al hombre.
Quinto: Si uno pierde tiene que sentarse, y el que gana busca otra pareja rápido. Todos los que no perdieron
siguen jugando hasta que sólo quedan dos personas. Si una pareja da vuelta cuando gritas “Tres” y los
dos hacen la misma mímica, o los dos se quedan jugando o los dos pierden y tienen que salir. Tu como
líder tienes que decidir qué vas a hacer en caso de empate.
Sugiero que los guíes en uno o dos juegos de práctica donde nadie, aunque pierda, tenga que salir.
Nota: Pueden agregar algunos otros juegos o dinámicas que ustedes consideren que pueda favorecer a
este ambiente festivo.
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MISA DE CLAUSURA
“Día del catequista”
RENOVACIÓN
DEL COMPROMISO DE LOS CATEQUISTAS
Monición de entrada:
En este Domingo día del Señor, al concluir hoy la semana de la Catequesis nos reunimos como Iglesia en
torno a Jesucristo, nuestro maestro, que nos abre la inteligencia y el corazón para que comprendamos su
Palabra y la pongamos en práctica.
De modo especial, queremos agradecer a Dios por los frutos obtenidos en esta semana y por el servicio
de los catequistas de nuestra comunidad, quienes al celebrar hoy su día renuevan su compromiso en la
educación de la fe de nuestros niños, jóvenes y adultos y sobre todo su “Si” ante el llamado que han recibido
del Señor. Ellos son parte importante de nuestra Iglesia, porque reciben el mandato de acompañarnos
y guiarnos para acoger a Jesús en nuestra vida, enseñándonos a formar parte de la comunidad eclesial
y a hacerla crecer con la fuerza del Espíritu Santo que habita en nosotros. Comencemos alegremente
cantando…
Monición de la 1° lectura:
El profeta Sofonías nos presenta una de las mejores descripciones de lo que en el Antiguo Testamento se
llama el “resto de Yahvé”, en pequeño grupo de quienes son fieles a Dios.
Monición de la 2° lectura:
Dios ha escogido a los que el mundo tiene por insignificantes, para confundir a los que piensan que son
“algo”, es el mensaje que hoy escucharemos en este texto de san Pablo a los corintios.
DESPUÉS DE LA HOMILÍA
Celebrante: Hermanos y hermanas catequistas, hoy están aquí en la presencia de Dios en esta
celebración y en medio de esta asamblea, porque quieren renovar su compromiso de continuar la noble
y alegre tarea de seguir sirviendo a Dios y a la Iglesia como catequistas, respondido con generosidad y
alegría al llamado que el Señor les ha hecho de seguir trabajando en su viña. La Iglesia les envía a realizar
el mandato, que ha recibido del mismo Señor, Jesús: “ir por todo el mundo y anunciad la Buena Nueva”, ir
y anunciar lo que han visto, oído y tocado. Por eso, antes de ir a cumplir esta misión, queremos saber su
disposición y libertad para hacerlo. Por lo tanto, les pregunto:
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Celebrante: ¿Están dispuestos a proclamar el mensaje de Jesús tal y como la Iglesia lo transmite y
aceptar las mismas normas que ella nos da?
Catequistas: Sí, estoy dispuesto.
Celebrante: ¿Se comprometen a trabajar unidos con nuestro Obispo, sacerdotes, coordinadores y con el
Plan Pastoral de la Diócesis, siendo signo de unión y fraternidad entre todos?
Catequistas: Sí, me comprometo.
Celebrante: Ya que están dispuestos a cumplir con las exigencias del trabajo evangelizador, aceptan y
renuevan su compromiso como catequistas, les invito para que digan con fuerte voz:
Catequistas: Yo________, movido (a) por divina inspiración, quiero colaborar con Jesús en la construcción
del Reino de Dios, llevando el mensaje de salvación a los catequizandos que se me encomienden. Por eso,
en estos momentos, ante la mirada amorosa del Padre Dios, de su hijo Jesucristo, del Espíritu Santo y de
esta comunidad eclesial, quiero comprometerme a continuar mi servicio como catequista.
Asumo con alegría esta responsabilidad siendo consciente de que esta tarea me traerá gozos, sacrificios
y sufrimientos, pero sé también que contaré siempre con la ayuda de Dios. Que la intercesión de la Virgen
María me ayude a llevar a buen término esta misión que Jesús y la Iglesia me confían.
Todos: Amen
Celebrante: Que el Señor selle con su bendición este compromiso que ante su altar han profesado. Dios
que comenzó en ustedes esta obra buena, El mismo la lleve a su feliz término.
En el nombre del Señor y en el nombre de la Iglesia, yo les envío a ser testigos fieles de Jesús en esta
tarea como catequistas. Amén
1. Cada catequista desde su lugar puede tener en sus manos los signos (Cada catequista lleva el que
tenga en su casa: biblia, cirio, crucifijo o cruz) y solo el coordinador de manera simbólica los prepara
en una mesa en un lugar visible, y serán los que el celebrante les presente.
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2. O la segunda opción es que se preparen al frente en una mesa estos signos, ya sea que la parroquia
los obsequie o cada catequista lleve los suyos (con su nombre para evitar confusión) y se les pide a
los catequistas que pasen al frente todos y se les vayan entregando los signos uno a uno, conforme
corresponde y se les indique.
Celebrante: Hermanos catequistas, reciban esta CRUZ, signo del amor de Cristo y de la misión que hoy
renuevan.
(Enseguida el celebrante le entrega la Cruz o crucifico al catequista quien lo recibe con un beso).
Celebrante: Reciban la PALABRA DE DIOS que va a ser su guía, su luz, su camino, su fuerza y alimento.
Catequistas: Abre, Señor, nuestro entendimiento y dispón nuestro corazón para que comprendamos,
acojamos y vivamos tu Palabra.
Celebrante: Recibe esta CIRIO (CIRIO O VELA ENCENDIDA) porque Jesús nos manda ser luz a través del
testimonio cristiano, de caridad y unidad, sólo así se nos reconocerá como discípulos de Cristo.
(Se les entrega a los catequistas el cirio encendido o la vela; o se les pide que uno a uno pase a encenderlo del cirio
pascual, que representa a Cristo, significando que el catequista una vez más desea llevarlo con él y compartirlo a los
demás).
1. Por la iglesia, para que en toda palabra y obra sea testigo claro del señor Jesús en quien cree y
espera, formando de la comunidad eucarística una familia verdadera. Oremos.
2. Por los gobernantes de nuestro País México, de nuestro Estado Yucatán, para que sean verdaderos
líderes y ejerzan su autoridad como un servicio a la sociedad de manera justa y solidaria. Oremos.
3. Por nuestras familias, para que crezca en ellas el sentido de la hospitalidad y de la comunión en el
amor, y se conviertan, de tal forma, en lugar privilegiado de crecimiento en la esperanza. Oremos.
4. Por nuestros hermanos que pasan por alguna tribulación, especialmente en la enfermedad y la
soledad, para que se sientan fortalecidos en la fe. Oremos.
5. Por todos los catequistas de la Arquidiócesis de Yucatán, que al concluir la Semana de la Catequesis
2023 se sientan renovados en su servicio apostólico y fortalecidos por el Señor, con el deseo de
continuar testimoniando su Reino. Oremos.
6. Por todos los que nos encontramos reunidos en este lugar santo, para que seamos verdaderos
profetas del Evangelio, anunciando la palabra de Dios y denunciando todo lo que se opone a la voluntad
del Señor. Oremos.
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Celebrante: Señor Jesucristo, escucha benévolamente las oraciones de tu pueblo, para que, viviendo
nuestra vocación cristiana, seamos un pueblo sacerdotal, profético y servicial. Tú que vives y reinas por
los siglos de los siglos.
PRESENTACIÓN DE OFRENDAS
Si los catequistas han preparado ofrendas, se organizan para presentarlas en este momento y si no, se continúa con
la celebración como de costumbre.
Felicidades
Catequistas en su día
Observación: Al concluir la Santa Misa se les puede organizar un convivio a los catequistas, para celebrarles su día.