Semana Catequesis 2023

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SEMANA DE LA CATEQUESIS
DEL 22 AL 29 DE ENERO DE 2023
Lema: “Catequista con un Corazón de escucha anuncia la Palabra”

Objetivo General:
Los catequistas, las familias y los niños de la Arquidiócesis de Yucatán participan en la semana
de la catequesis reflexionando, orando y celebrando acerca de cómo ha de ser el corazón del
catequista, un corazón sinodal dispuesto a la escucha de la Palabra, al diálogo, al discernimiento y
a la comunión para que así puedan testimoniar lo que han visto y oído, en los espacios comunitarios
y misioneros según el plan Diocesano de pastoral.

“1 Lo que existía desde el principio, lo que hemos oído, lo que hemos visto con nuestros
ojos, lo que hemos contemplado y palpado con nuestras manos acerca de la Palabra
de vida 2 ¡porque la vida se manifestó, la hemos visto y somos testigos, les anunciamos
esa vida eterna que existía junto al Padre y se nos manifestó!, 3 eso que hemos visto y
oído también se lo anunciamos a ustedes, para que vivan en comunión con nosotros. Y
nosotros estamos en comunión con el Padre y con su Hijo Jesucristo.” (1 JN. 1-3)
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PARA FAMILIAS, ADULTOS Y CATEQUISTAS

Tema: El corazón del Catequista.

OBJETIVO:
Los catequistas y adultos de la Arquidiócesis de Yucatán participan en la Semana de la catequesis,
reflexionan cómo está su corazón y se disponen cambiar lo que lo está dañando, para poder
testimoniar con valentía y esperanza, en los espacios comunitarios, lo que han visto, oído y tocado.

ORACIÓN
Oh Dios, Padre de Amor, que, en Jesucristo, nuestro Señor,
abriste tu corazón mostrándonos el amor salvífico en la cruz,
envía sobre mí al Espíritu Santo, verdadero protagonista de toda auténtica catequesis,
para que, en este momento de reflexión,
mi corazón sea moldeado
a imagen del Sagrado Corazón de tu Hijo.

Hazme reconocer los pensamientos, palabras, sentimientos, actitudes y actos,


Dame la valentía de la conversión,
para responder con mayor alegría a la misión. Amén.

Canto: “Dame un nuevo corazón Señor”


https://youtu.be/JmHZguzy3YI

Dame un nuevo corazón, Señor.


Un corazón para adorarte,
un corazón para servirte.

Dame un nuevo corazón Señor (2)

Un corazón para adorarte,


un corazón para servirte.
Dame un nuevo corazón Señor.

Limpio como el cristal,


dulce como la miel,
un corazón que sea
como el tuyo señor.

Dame un nuevo corazón, Señor.


Un corazón para adorarte.
Un corazón para servirte.
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VEMOS LA REALIDAD CON LOS OJOS DEL PADRE

Detención Temprana de Enfermedades en el Corazón humano.

Biológicamente, es importante hacer una detención temprana


de algunas enfermedades que afecten o dañen nuestro corazón,
sobre todo, antes de que aparezcan los síntomas graves y sea
demasiado tarde. Comenzaremos por algo sencillo que está a
nuestro alcance de manera que podamos ir descubriendo lo
que le afecta y también lo que le puede favorecer. Hagamos la
siguiente dinámica.

Dinámica: “Diagnóstico de mi corazón”


1. Lo que daña a mi corazón
2. Lo le hace bien a mi corazón
3. ¿Cómo está mi corazón?

Se colocan dos corazones por equipo (1. Lo que daña mi corazón y 2. Lo que le hace bien a mi corazón).
En un recipiente o caja se ponen todos los elementos o ingredientes que le hacen bien al corazón o lo dañan y
los participantes irán tomando uno a uno y lo colocarán de acuerdo al corazón que le corresponda.

En un segundo momento se le entrega a cada participante del equipo un corazón que tenga escrito: ¿cómo está
mi corazón? (3) y en el cual escribirá su respuesta y al final libremente las podrán compartir.

Podemos concluir, con la actividad que hemos realizado simbólicamente, la importancia de cuidar nuestro
corazón a través de la cultura de la prevención, yendo al médico, pero también creando en nuestra vida
cotidiana, hábitos saludables. Sabemos que, así como el corazón biológico necesita en su momento
estudios médicos así también el corazón espiritual necesita de un “conjunto de análisis” o momentos de
reflexión, para examinar sus pensamientos, lenguajes y actitudes que le permitan determinar, a tiempo, si
está propenso a tener un corazón enfermo.

Te invitamos a ir al médico. No tengas miedo, Jesús es el mejor cardiólogo, Él conoce tu corazón y te


ayudará a prevenir cualquier enfermedad. Recuerda que estás llamado, a ser testigo de la fe y custodio de
la memoria de Dios, por lo que, el testimonio de la vida es necesario para la credibilidad de la misión (Cfr.
DC 113 a), y este testimonio crece con la conversión del corazón. Pidamos a Dios que nos dé un corazón
puro.

PENSAMOS CON LOS CRITERIOS DE JESUCRISTO

Crea en mi un corazón puro (salmo 51, 12)


Primero veamos qué significa ser de corazón puro. “Tener un corazón puro es tener un solo propósito,
esto es, tener como única meta hacer la voluntad de Dios para Su gloria (1 Co. 10, 31). Se tiene un corazón
así para el reino de los cielos”.
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Cuando tenemos un solo propósito y una sola meta para la gloria de Dios, somos de corazón puro. “Pues
el propósito de esta orden es el amor nacido de un corazón puro”. “Un corazón puro es un corazón sencillo
y sin mixtura, un corazón que sólo busca al Señor y toma al Señor como la única meta”.

Una sustancia es pura sólo cuando no es mezclada con ningún otro material. Por ejemplo, un anillo de oro
puede describirse como oro puro si el anillo no tiene ningún otro elemento además del oro. Pero si es oro
junto con algo más, no es puro; es una aleación, o una mixtura.

Ser de corazón puro significa que nuestro corazón no busca otra cosa sino sólo al Señor Jesús. Significa
que lo tomamos a Él como la única meta de nuestra vida.

¿Por qué necesitamos ser de corazón puro?


“Nuestro espíritu es el órgano con el cual recibimos a Cristo (Jn. 1, 12, 3, 6), mientras que nuestro
corazón es el terreno donde Cristo crece como semilla de vida (13, 19). Por causa del reino de los cielos
necesitamos ser pobres en espíritu, ser vaciados en nuestro espíritu, a fin de recibir a Cristo. Además,
debemos tener un corazón puro y sencillo, para que Cristo pueda crecer en nosotros sin impedimento”.

Cuando creímos en Jesucristo como nuestro Salvador, lo recibimos en nuestro espíritu humano y nacimos
de nuevo con la vida divina de Dios. Pero Cristo no sólo quiere ser recibido por nosotros; también quiere
crecer en nosotros, en nuestro corazón.
La Biblia nos dice que nuestro corazón está compuesto por nuestra mente, parte emotiva, voluntad y
conciencia. A fin de que Cristo crezca libremente en nosotros, necesitamos ser de corazón puro, es decir,
sencillos en nuestro propósito y nuestra meta. Esto es para el reino de los cielos y cumple la voluntad de
Dios.

¿Cómo ser de corazón puro?


Probablemente todos admitiríamos que nuestro corazón puede ser muy complicado. Quizás ni seamos
capaces de saber cuándo no somos de corazón puro. Entonces, ¿qué debemos hacer?

En lugar de tratar de diagnosticar la condición de nuestro corazón, debemos acercarnos al Señor Jesús
y abrirnos a Él. Necesitamos que el Señor resplandezca sobre nosotros y nos hable sobre cualquier cosa
en nuestro corazón que compita con Él por nuestro afecto.

La luz que puede mostrarnos dónde estamos proviene de la vida en nosotros, que es simplemente el
Señor mismo. Por eso es tan importante pasar tiempo en la presencia del Señor en oración y en Su
Palabra. Podemos pedirle al Señor que purifique nuestro corazón.

Cuando el Señor nos muestre algo que ocupa nuestro corazón, no deberíamos desanimarnos. Simplemente
deberíamos responderle en oración y decirle que no queremos que esa cosa ocupe Su lugar en nuestro
corazón.

A medida que respondamos a Su resplandor en comunión con Él, el Señor continuará hablándonos más.
Responder al Señor es la forma en que cooperamos con Él y le damos la manera de hacer que nuestro
corazón sea puro para Él. Entonces Él tendrá la oportunidad de crecer en nosotros.

Ellos verán a Dios


El Señor Jesús dijo que los de corazón puro son bienaventurados porque ellos verán a Dios.

“Si somos puros de corazón al buscar a Dios, veremos a Dios. Ver a Dios es una recompensa para los de
corazón puro. Esta bendición es tanto para hoy como para la era venidera”.
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La recompensa de ver a Dios es un incentivo tremendo para que cooperemos con el Señor a fin de que Él
pueda tener el espacio y la libertad para crecer en nosotros.

“Porque el mismo Dios que dijo: De las tinieblas resplandecerá la luz, es el que resplandeció en nuestros
corazones, para iluminación del conocimiento de la gloria de Dios en la faz de Jesucristo”.

Así que, para los creyentes de hoy, ver a Dios no es algo externo, físico o sobrenatural. En cambio, es algo
interno, en nuestros corazones, ya que ahora Jesús habita en nosotros. Cuando nada en nuestro corazón
compite con el Señor por nuestro afecto, tenemos una sensación interior de ver y contemplar al Señor.
Ver a Dios en la faz de Jesucristo es un gozo indescriptible.

ACTUAMOS BAJO LA GUÍA DEL ESPÍRITU SANTO

Lee con detenimiento la descripción de cada nivel de “obstrucción”, después de ello, llena la tabla que
aparece debajo de cada prueba, marcando con una “x” el nivel en el que te encuentras.

Prueba Uno: Nivel obstrucción en la escucha.


La obstrucción de la escucha, es como el “colesterol malo” que no deja fluir bien la sangre. En tal sentido,
para poder caminar juntos, es necesaria la escucha, pues es la que permite el fluir de la voz de Dios, de
la realidad y de los demás, ella nos deja conducir por Dios, haciendo que no nos centremos en nosotros
mismos ni en las propias preocupaciones inmediatas.

“El catequista procura ser buen comunicador y crear a su


alrededor un clima de confianza” (CPV - CAT N° 90).
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Prueba Dos: Niveles de prejuicios en el diálogo.


Muchas veces los prejuicios impiden un buen diálogo, porque no vencemos nuestras ideas preconcebidas,
encerrándonos en nuestras propias estructuras, por lo general, lo que hacemos es defendernos antes que
entendernos. Esto es como los niveles altos de glucosa en la sangre, que rompen los vasos sanguíneos
que son los que aportan oxígeno. Por lo tanto, el diálogo, que está dispuesto a la novedad, al cambio, a la
conversión tiende puentes y construye paz sobre la base de la justicia.

“El catequista es una persona dotada de equilibrio


psicológico, madurez de acuerdo a su edad y capacidad para
saber relacionarse normalmente con las demás personas”
(CPV - CAT N° 90)

Prueba Tres: Nivel de irreflexión en el discernimiento.


Cuando la irreflexión aparece en el corazón del catequista, no hay discernimiento, es como cuando la
presión arterial está alterada. Por tal motivo, el corazón ha de tener la guía del Espíritu Santo, para que su
fuerza sea el impulso de la claridad de Dios. El catequista debe saber discernir, no sólo el bien para ellos,
sino también para los demás, un bien que coincide con la voluntad de Dios.

“… posee una justa autoestima, espíritu de responsabilidad y


sensibilidad social, que le permite descubrir las necesidades
ajenas e interesarse por su solución” (CPV - CAT N° 90)
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Prueba Cuatro: Medición del ritmo de la integración.


El corazón sinodal del catequista es capaz de integrar, toma en cuenta a los demás, los incorpora en el
trabajo, en las ideas, en las decisiones. Esta ha de ser una frecuencia o pulso normal, un corazón que
palpita por caminar junto al otro.

“… tiene capacidad para escuchar al otro, aceptar de buen


grado sus puntos de vistas e integrarse al trabajo de grupo”
(CPV - CAT N° 90)
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CELEBRAMOS EN COMUNIDAD

Una vez terminado los ejercicios, da gracias a Dios por lo que ha estado bien y pídele perdón por los
desatinos encontrados en el camino. Para ello, te invitamos a escribir una oración, donde expreses estas
dos actitudes:

GRATITUD SUPLICA DE PERDÓN

Danos tu corazón.

Padre bueno:
Danos un corazón de POBRE; capaz de amar, para abrirse y entregarse.
Danos un corazón PACIENTE; capaz de amar, viviendo esperanzados.
Danos un corazón PACIFICO; capaz de amar, sembrando la paz en el mundo.
Danos un corazón JUSTO; capaz de amar la justicia.
Danos un corazón MISERICORDIOSO; capaz de amar, comprendiendo y perdonando.
Danos un corazón SENSIBLE; capaz de amar, llorando sin desalientos.
Danos un corazón PURO; capaz de amar, descubriendo a Dios en el ser humano.
Danos un corazón FUERTE; capaz de amar, siendo fiel hasta la muerte.
Danos tu corazón…

Canto: “Dame un nuevo corazón Señor”


https://youtu.be/JmHZguzy3YI
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HORA SANTA
QUEREMOS SEGUIR ESCUCHÁNDOTE,
CONTEMPLÁNDOTE Y AMÁNDOTE
Exposición del Santísimo Sacramento

Canto: Bendito Bendito sea Dios


https://www.youtube.com/watch?v=dpkW0wBhOaI

M. En los cielos y en la tierra sea por siempre alabado


T. el corazón amoroso de Jesús Sacramentado.
M. Creemos en Jesús Sacramentado (Padre nuestro…)
M. Esperamos en Jesús Sacramentado (Padre Nuestro…)
M. Amamos a Jesús Sacramentado (Padre Nuestro…)

1
Lo que existía desde el principio, lo que hemos oído, lo que
hemos visto con nuestros ojos, lo que contemplamos y tocaron
nuestras manos acerca de la Palabra de la vida, 2 pues la vida se
manifestó y nosotros la hemos visto y damos testimonio, y les
anunciamos la vida eterna que estaba junto al padre y se nos
manifestó-, 3 lo que hemos visto y oído, eso les anunciamos
para que también ustedes estén en comunión con nosotros.
Nosotros estamos en comunión con el padre y con su Hijo,
Jesucristo. (1 Jn 1, 1-3)

Introducción
El texto que acabamos de leer propone un camino para el
cristiano, un camino que se inicia con la experiencia de oír,
ver y tocar, es decir; con la experiencia de sentir, de percibir
con nuestro cuerpo, con nuestros sentidos. Es interesante
que antes de dar testimonio, antes de anunciar algo, el texto nos coloque la experiencia de conocer
aquello que se va a testimoniar. Podemos decir que se antepone la experiencia de conocer lo que se va
dar a los demás.

Y aquello que se va a dar a conocer a los demás es la Palabra, aquella Palabra que se ha hecho carne
y puesto su morada entre nosotros, es una referencia al inicio del Evangelio de San Juan. Y claro, pone
de manifiesto que esa Palabra que se ha hecho carne, también se ha palpado con los sentidos. Aquellos
primeros cristianos tuvieron la oportunidad de palpar a ese Jesucristo encarnado, convivieron con él,
caminaron con Él, comieron con Él…hicieron la experiencia de estar con ÉL.

Nosotros, hoy en día podemos pensar que ese Jesucristo que camino por este mundo hace mucho tiempo,
ya no lo podemos ver, oír, ni tocar, pero pensar eso es una equivocación, pues si bien es cierto que ya
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no podemos experimentarlo de la misma manera que aquellos primeros cristianos, sí podemos seguir
haciendo la experiencia de conocerlo porque la Palabra vive entre nosotros, podemos oírla, podemos
verla y tocarla de diversas maneras.

Como cristianos y como catequistas podemos preguntarnos ahora:


¿De qué manera podemos ver, oír y tocar a ese Cristo Vivo?

Canto: Estas aquí


https://youtu.be/21RDvBdGcaQ

Estás aquí, aunque no te pueda ver


pues escondes tu gloria y majestad.
Estás aquí, revestido solamente del amor,
bajo la forma de un pan.

Con sencillez te me vienes a entregar


y en mi interior vas haciendo maravillas.
Corazón con corazón,
en profunda comunión;
me haces templo de la Santa Trinidad.

Ven y cena conmigo,


ven y mora en mi hogar,
ven y nunca me dejes
pues sin ti me moriría.
Me has herido con tu amor,
ven y mora en mi interior
de ti quiero comulgar, Señor.

1er. Momento. Ver.


Estamos antes Jesús presente en la Eucaristía y como tal, ahora podemos ver a ese Dios Vivo y verdadero
que en cada misa se encarna y se hace visible para nosotros, tan visible que podemos recibirlo en nuestro
interior cuando pasamos a comulgar y podemos tocar a ese Dios. Pero ese Dios también se hace presente
en cada uno de nuestros hermanos, en la Iglesia y en aquellos que están lejos. Podemos tocar a Cristo en
aquellos que necesitan nuestra ayuda, nuestro servicio, nuestra comprensión y nuestra cercanía.

En este momento podemos agradecer a Jesús presente frente a nosotros el don de poder verlo en el
Santísimo Sacramento del altar.

En un momento de silencio contemplamos y agradecemos el don de la presencia viva de Dios en la


Sagrada Eucaristía.

Canto. Amor a Jesús Eucaristía


https://youtu.be/Hgeod3q3lK0
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Ábreme la Fuente, el manantial secreto Pues tú eres libro abierto


del que cada día yo quiero beber. y en ti yo puedo aprender.
Eres tú mi vida, mi fuerza, mi anhelo A dar en oblación mi vida,
Cristo Eucaristía, te quiero tener. Jesús, mi razón de ser.

Me atraes, poderosamente En la blanca hostia te has hecho presente


con lazos de amor. quiero alimentarme, nutrirme de ti.
Te siento, tan cerca de mi, Cuanto yo quisiera poder, diariamente,
Jesús, mi Divino Amor Cristo Eucaristía, que vengas a mi.

Ábreme la puerta, que sin ti me muero.


Quiero tu mirada y mirarte a ti,
beberme tu sangre, comerme tu cuerpo
en la santa cena que ofreces por mi.

2º. Momento. Oír


Ahora se hace necesaria una nueva pregunta: ¿cómo podemos oír a Jesús? Ciertamente podemos
responder: en su Palabra, en las Sagradas Escrituras, pero para ello es necesario disponernos, porque
nos puede pasar que, a veces por la costumbre, leamos la Sagrada Escritura o la escuchemos como
cualquier otra lectura y no permitamos que esa Palabra toque nuestro corazón. El catecismo dice:

La adoración es la primera actitud del hombre que se reconoce criatura antes su


Creador. Es la acción de humillar el espíritu ante el “Rey de la Gloria” y el silencio
respetuoso en presencia de Dios Siempre mayor. (2628)

En este fragmento se nos presenta el silencio como adoración, y es precisamente esa actitud que debemos
tener ante la proclamación de la Palabra.

Hoy por hoy, cuando vamos a misa tenemos muchas preocupaciones y estamos más pendientes del
celular que de lo que acontece en la celebración eucarística, estamos a veces con mil cosas en la cabeza
que si hay quien lea, que si dejamos las cosas en orden en casa, que si vinieron todos los niños a misa,
etc. Leemos y tratamos la Sagrada Escritura como cualquier otro libro y la despojamos de su verdadero
valor.

Como catequistas, como familias cristianas, debemos preguntarnos con qué actitud escucho la
proclamación de la palabra, realmente quiero oír el mensaje de Cristo, o simplemente lo escucho como
un bonito discurso que pasa sin pena ni gloria por mi vida.

Para reflexionar:
Delante de Cristo Eucaristía pregúntate y cuéntale:
¿Con qué actitud escucho su Palabra? ¿Me preparo para escuchar su Palabra? ¿Hago silencio en mi
mente y en mi corazón para dejar que esa dulce voz llene mi interior?

Canto: Tu Palabra es mi delicia


https://youtu.be/gAALUaIkI0s
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De todo corazón te ando buscando, Yo sé que, guardando tu Palabra,


y como un tesoro tu Palabra guardo, el Padre me amará y vendrán a mí,
y llevo grabada firme tu promesa, será mi alma siempre su morada,
de mi vida Señor tú jamás te alejas. y frutos de agua viva brotarán así.

Tu Palabra, Señor, es mi delicia, Tú me has llamado “amigo”,


yo la guardo en mi corazón, y en el silencio de la oración,
tu Palabra me instruye y me guía, me has invitado a estar contigo,
siempre por la senda de tu amor. y a hacer fecunda esta unión.

3er. Momento. Tocar


Tocar, sentir. Durante la pandemia hemos aprendido el valor de tocar, de abrazar de sentir a otra persona
cerca de nosotros, pero también pudimos aprender y acostumbrarnos a una asepsia innecesaria que
nos lleva a una esterilidad emocional, física y sensorial. Pero no se trata solo de la lejanía física sino del
dejar de sentir al otro, y sobre todo al Otro, y no se trata de tener sólo momentos de emoción intensa sino
de sentir a ese Dios presente en nuestro entorno, de sentir a ese Cristo vivo en las celebraciones, en la
creación y en nuestro hermanos, de sentir la cercanía y el calor de la presencia divina en el momento de
acercamos al sacramento de la reconciliación, en el momento de recibir una gracia, de reconocer en el
abrazo en familia la cercanía y la protección de Dios cada vez que regresamos a casa, de percibir ese
cariño y ternura divinos en los momentos sencillos de nuestra vida.

Para reflexiona:
¿Puedo sentir a Dios en la vida cotidiana? ¿Cómo percibo la presencia de Dios? ¿Cómo siento a Dios a
través de los demás?

Canto: Acércate vamos a entrar.


https://youtu.be/G17JE4WTTw4

Acércate, vamos a entrar donde Dios está,


detrás del velo a ver su faz; Al ofrecer, un sacrificio de adoración,
subamos juntos para adorar. son nuestras vidas la oblación;
Y al contemplar su hermosura frente a tu trono no hay velo ya.
y su esplendor, De pie ante ti, configurados en tu humildad,
resuena el cielo con su clamor, transformados por tu santidad;
pues él nos hizo para alabar. de gloria en gloria nos llevarás.

Cantaremos: “¡Santo!”, con el corazón.


Siempre fiel y verdadero es tu amor, Señor.
Ningún ojo ha visto, lo que hemos de ver.
¡Nos transformarás al contemplar
tu rostro oh Dios!

4º Momento. Mi experiencia
Demos un paso más delante de Jesús sacramentado y preguntémonos acerca de ¿Cuál ha sido la
experiencia que he tenido de estar con él? ¿Siento, percibo, escucho, veo a ese Dios todos los días de mi
vida? ¿Cómo he conocido a ese Dios? ¿Reconozco de verdad que es Dios vivo que camina a mi lado o es
sólo una idea? ¿He hecho experiencia de Dios en mi vida?
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En silencio hablemos desde lo más profundo de nuestro corazón para pedir la gracia de sentir, de ver y oír a ese Dios
vivo y verdadero.

Ahora bien si hemos experimentado a ese Dios vivo. ¿Qué sigue? Si mi corazón de catequista es un
corazón que escucha. ¿Qué me toca hacer?

Me toca testimoniar la presencia de Cristo Vivo. Y me toca hacerlo llevando a otros a Él, haciendo lo
necesario para que otros se acerquen y lo conozcan, es como cuando conocemos a alguien que nos
cae muy bien y de repente queremos presentarlo a nuestros demás amigos porque es una persona muy
agradable, o porque puede ayudar a otros, de la misma manera podemos decir que al conocer a Cristo lo
debemos llevar a los demás.

Podemos pensar que sí lo hacemos cada vez que impartimos una sesión de catequesis, pero el testimonio
va más allá del momento de dar catequesis, como si el ser catequista fuera simplemente como ponerse el
uniforme de trabajo y después quitárselo y hasta que nos vuelva a tocar nos lo volvemos a poner. Cuando
de verdad hemos hecho experiencia de Cristo necesariamente lo damos a conocer en nuestros actos,
en nuestras actitudes, en nuestras palabras. Cada vez que entramos en contacto con los demás debiera
vislumbrarse algo distinto en nuestros gestos.

Podemos preguntarnos por ejemplo ¿cómo nos ven los nuevos integrantes del grupo de catecismo, nos
ven como verdaderos hermanos en la fe, o sólo como líderes de equipo que imponen actividades porque
así siempre se ha hecho? ¿Les damos a conocer a ese Cristo o sólo los llenamos de responsabilidades
porque no sabemos qué hacer con tantas encomiendas? ¿Nuestro grupo de catequesis es un club social
o en verdad es una comunidad cristiana? ¿Nos preocupamos por los demás o sólo los vemos como
elementos de un grupo o equipo de trabajo?

Estar en comunión con Cristo y con los demás implica dejarse interpelar constantemente por esa Palabra
encarnada.

Para reflexionar:
Como catequistas, ¿qué acciones podemos implementar de manera personal para mejorar nuestra
experiencia de Cristo?
¿Qué acciones o actitudes podemos cambiar para permitirnos escuchar mejor la palabra de Dios?
¿Qué actitudes podemos mejorar para que los demás puedan conocer mejor a Cristo?

En un momento de silencio coloquemos delante de Jesús todo aquello que podemos cambiar y dejemos
que su voz resuene en nuestro interior, dejemos que su mano toque nuestro corazón, y que nuestros ojos
contemplen la belleza de su amor.

5º Momento. Oremos como comunidad


Hemos estado platicando con Cristo de aquellas cosas que a veces nos duelen o nos incomodan, porque
descubrimos que nos hace falta crecer en ello, pero sabemos que Él recibe con amor nuestras fragilidades,
y también sabemos que no estamos solos, que somos comunidad y como tal podemos apoyarnos en este
caminar, por eso como comunidad orante, como Iglesia Peregrina elevemos nuestra oración por esta
semana de la Catequesis para que seamos catequistas de corazón dócil a la escucha de la voz amorosa
de Dios a cada petición diremos: Danos un corazón atento a tu voz Señor.

1. Por nuestros pastores para que Dios les conceda ejercer con fidelidad y su ministerio y sean pastores
que nos enseñen a reconocer la voz de Dios. Oremos.
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2. Por todos los catequistas para que durante esta semana de la catequesis puedan descubrir la
presencia de Dios en sus vidas. Oremos.
3. Por el encuentro provincial que se celebrará próximamente para que rinda frutos de caridad y
esperanza. Oremos.
4. Por todas las personas que entran en contacto con nosotros a través del ejercicio del anuncio de la
Palabra para que por nuestro testimonio y estilo de vida se sientan interpelados por la Palabra de Vida.
Oremos.
5. Por los catequistas enfermos y ancianos que durante mucho tiempo han dedicado su vida a esta
labor tan importante en la vida de la Iglesia, para que Dios les conceda la perseverancia y la salud.
Oremos.
6. Por todos nosotros para que Cristo que nos mira cara, nos proteja, nos bendiga y nos guarde. Oremos.

Bendición y Reserva del Santísimo

Canto: Dame tu corazón y toma el mío.


https://youtu.be/Nse1BsYVMYs

Yo quiero en mi interior tenerte


quiero tu corazón, lo necesito
para apagar la sed ardiente
que tengo de tu amor, que es infinito.

Nada en el mundo puede saciarme


sólo tu amor podrá llenarme.

Dame tu corazón y toma el mío


quiero apagar en él toda mi sed
Dame tu corazón para adorarte
quiero ofrecerte hoy todo mi ser.

Del agua viva de tu fuente


quiero beber Jesús eternamente
si no tengo tu amor no hay calma
¡quiero tu corazón con toda el alma!

Dame tu Sagrado Corazón


tengo sed de ti, ¡ten compasión!
Tú eres a quien yo más quiero
¡dame tu amor que me muero!
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CATEQUESIS PARA NIÑOS


KINDER, 1º Y 2º GRADO

TEMA: “Anunciamos a Jesús porque es nuestro amigo que nos ama”.

OBJETIVO:
Los interlocutores de Kínder de la Arquidiócesis de Yucatán, junto con sus papás participan
en la semana de la catequesis, reflexionan sobre el conocimiento de Dios a través de la
escucha de la Palabra, y lo anuncian con alegría para testimoniarlo en su entorno familiar y
comunitario.

MATERIALES:
Una mesa
Un mantel de preferencia blanco
Una imagen de Jesús niño en su canastita
Unas flores
Una Biblia
Una vela o veladora
Unos cerillos o encendedor
Una canastita
Papeletas pequeñas

AMBIENTACIÓN DEL LUGAR:


El catequista recibe a los niños con el canto que se propone.
El catequista prepara el altar antes de la sesión de catequesis.

Bienvenida:
El catequista saluda a los niños y les invita a ponerse de pie para iniciar con la oración.

ORACIÓN
Amado Jesús:
gracias por nacer en el mundo,
por hacerte humano para que yo te pudiera conocer
y poder decir a los demás que te conozco,
que te he visto,
que estoy seguro que eres real y que eres el Rey verdadero,
gracias por dejarme tu palabra, la Biblia
y toda tu creación que son las huellas de tu existencia.
Amén.
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Canto: Ha nacido el rey del cielo.

https://youtu.be/NTibZN8su8c

VEMOS LA REALIDAD CON LOS OJOS DEL PADRE

Vamos a escuchar con atención la siguiente historia:

ANTES DE LA SESIÓN:
IMPORTANTE: Los catequistas piden con anticipación a los papás una foto de los niños cuando fueron bebés, y se les
pide que les platiquen alguna anécdota de cuando eran pequeños, o cuál fue su primera palabra que dijeron cuando
empezaron a hablar, o algún recuerdo importante que tengan de sus primeros años.

DURANTE LA SESIÓN:
La catequista pide a los niños que se coloquen en un círculo con las fotos que les solicitó con anterioridad.
En seguida les indica que por turnos pasen a mostrar al grupo su foto de cuando eran pequeños, y platiquen
algo sobre esa foto, además comenten cuál fue su primera palabra que dijeron cuando empezaron a
hablar, o alguna anécdota de sus primeros años de vida que les hayan platicado sus papás.

El catequista recuerda en todo momento que escuchen atentos y con respeto a sus compañeros. Cuando
todos hayan pasado se cierra el momento con la siguiente conclusión.

Conclusión:
Las fotos y las anécdotas de las que acabamos de platicar nos hacen recordar cómo fuiste de bebé,
cuando acababas de nacer, y pudimos ver la diferencia de cómo eres ahora, cuánto has crecido y cuánto
has aprendido.

Ahora responde las siguientes preguntas:


¿Para qué nos sirvieron las fotos?
¿Cómo supiste acerca de tu primera palabra o de tus anécdotas de niño?
¿Por qué estás seguro que así fue tu vida de recién nacido?
¿Cómo te sentiste cuando tus papás te platicaron como eras cuando eras bebé?

Exactamente, las fotos son una prueba clara de tu pasado, podemos ver con los ojos cómo eras, ver tu
historia, también tus papás te ayudan a saber cómo eras de pequeño, cómo actuabas, qué decías, qué
hacías. A través de sus platicas tú puedes oír y aprender acerca de tu historia. Pero un dato importante:
Eso sucedió hace apenas 6 ó 7 años, hace poco tiempo.

Ahora pensamos en esto: Jesús nació hace más de dos mil años, nació de María, su madre y vivió por
33 años antes de morir en la cruz. ¿Cómo estamos seguros que eso ocurrió si pasó hace mucho tiempo?
Pensemos que en ese tiempo no había fotos ni videos, ni celulares. Entonces ¿Cómo sabemos que ese
nacimiento ocurrió? ¿Que verdaderamente Jesús nació y vivió en la tierra?

Porque nos lo dice la Palabra de Dios, la Biblia, es donde podemos leer y conocer que el nacimiento y vida
de Jesús en la tierra fue real y verdadera.
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PENSAMOS CON LOS CRITERIOS DE JESUCRISTO


Leemos 1Jn. 1-3

Importante: leerlo directamente de la Biblia.

“Lo que existía desde el principio, lo que hemos oído, lo que hemos visto con nuestros ojos, lo que hemos
contemplado y palpado con nuestras manos acerca de la Palabra de vida 2 -¡porque la vida se manifestó, la
hemos visto y somos testigos, les anunciamos esa vida eterna que existía junto al Padre y se nos manifestó!
-, 3 eso que hemos visto y oído también se lo anunciamos a ustedes, para que vivan en comunión con
nosotros. Y nosotros estamos en comunión con el Padre y con su Hijo Jesucristo.”

Acabamos de leer que Jesús vivía junto a su Padre Dios, en el cielo, pero su Padre quiso que Él viniera a la
tierra y naciera de María, y todos lo pudiéramos ver, aunque hoy hayan pasado más de dos mil años estamos
seguros de que así fue porque la Biblia lo dice y porque podemos ver la creación hecha por Él. Pero algo
importante: como nosotros estamos seguros de que Jesús nació y vivió en la tierra, entonces debemos
decirlo a los demás, a los que no saben sobre esta existencia de Jesús. Así como hoy compartimos con
nuestros compañeros y amigos fotos y anécdotas de nuestro pasado, de nuestra historia, así debemos
compartir también lo que la Biblia y la creación dicen acerca de Jesús.

ACTUAMOS BAJO LA GUÍA DEL ESPIRITU SANTO


¿Cómo vamos a decir a los demás que Jesús es verdadero, real y que sí nació en la tierra como cantamos
en el canto de inicio?

Una forma de que podamos hablar de Jesús a los demás es cuidando la naturaleza, todo cuanto hay
en ella, pues todo fue creado por Dios, esas son huellas de su existencia.
Tratando a amigos y no amigos con respeto y cariño, con palabras amables que les hagan sentirse
bien. Realizando de buena manera los quehaceres de la casa que les sean encomendados.
Además, no deben olvidar que lo más importante es ir a misa contento, sin molestarse, pues es ahí
donde van a escuchar la Palabra de Dios.

Acciones concretas:
Acciones concretas para realizar y mostrar a los demás a Jesús, escoge alguna para que la empieces a
llevar a cabo todos los días.

1. Regar algún árbol o planta que tenga en mi casa.


2. Estar pendiente que las llaves del agua no se queden abiertas cuando ya no se están utilizado.
3. Poner la basura en su lugar en todo momento.
4. Darle de comer a la mascota.
5. Pedir disculpas a un amigo si lo hiciste sentir mal
6. Recoger tu ropa y colocarla en el lugar adecuado sin que te lo pidan.
7. Pedir a papá o a mamá que vayamos el domingo a la misa.
20

ACTIVIDAD FAMILIAR
Ir a misa el domingo en familia, estar atento a todo lo que ocurre antes de la misa, durante la misa y
después de la misa. Después platicar con los amigos, vecinos o familiares que no hayan ido a Misa lo que
vi y escuché.

COMPROMISO: Recordar a los papás que debemos ir a Misa todos los domingos, después de la misa
platicar con alguien lo que vimos y escuchamos.

CELEBRAMOS EN COMUNIDAD ECLESIAL

El catequista reparte una papeleta a cada niño y les indica que antes de la oración escriban o dibujen alguien por quien
quieren pedir en la oración final, que enrollen su papelito y que lo detengan en su mano, coloca una canastita abajo o
encima del altar.
El catequista invita a los niños a que se reúnan alrededor del altar, prende la vela o veladora y abre la Biblia.

Todos repiten esta oración:

Oración final:
Jesús.
Gracias por dejarnos tu Palabra en la Biblia
Gracias por los árboles, los animales, el agua, las estrellas, el sol
porque ahí está la huella de ti.
Gracias porque me amas
y me cuidas siempre.
Amén.

Cada niño pasa a depositar su papelito en la canastita, mientras todos los demás cantan:

https://youtu.be/xANd8bERXh4 (tengo un amigo que me ama)


21

CATEQUESIS PARA NIÑOS


3° Y 4° PRIMARIA

TEMA: Cuidando el corazón….

OBJETIVO:
Los niños de 3° y 4° de primaria de la Arquidiócesis de Yucatán, reflexionan sobre la importancia
de tener un corazón limpio y sincero para que Jesús pueda habitar en él.

Canto: “La alegría está en el corazón”


https://youtu.be/uOLRw8va2c4

La alegría está en el corazón


de aquel que ya conoce a Jesús.

La verdadera paz está en aquel


que ya conoce a Jesús.

El sentimiento más precioso que viene de nuestro Señor.


El amor de aquel que ya conoce
a Jesús.

ORACION

Dame, Señor, un corazón limpio.


Un corazón sin dobles intenciones.
Un corazón sincero,
que busque la verdad por encima de todo.

Dame, Señor, un corazón alegre,


que cante cada día tu amor y tu alabanza.
Un corazón de fuego que transmita
la belleza de conocerte y amarte. Amén.

VEMOS LA REALIDAD CON LOS OJOS DEL PADRE

Antes de que lleguen los niños a su encuentro de catequesis los catequistas preparan el lugar, lo ponen en desorden
lo llenan de palos, basura, para que cuando lleguen los niños lo encuentren así. Cuando inicien el tema el catequista
pregunta, ¿quieren que iniciemos nuestro encuentro, así como está?, ¿qué les parece si recogemos todo,
lo ponemos en orden lo limpiamos juntos?
22

Después les pregunta: ¿Qué sintieron al encontrar el lugar todo en desorden, sucio?

Así como este lugar necesita estar limpio para que podamos trabajar y escuchar su Palabra también
Jesús puede examinar nuestro corazón, esto quiere decir que puede ver con profundidad lo que existe
en él, además que desea ser el protagonista de nuestra vida, ya que debemos amarlo con todo nuestro
corazón, teniendo cuidado con lo que guardamos en este, evitando contaminarlo, para que así seamos
amados por Dios.

PENSAMOS CON LOS CRITERIOS DE JESUCRISTO

CUIDANDO EL CORAZÓN
Introducción. El precio del pecado de David, asesinato y adulterio, fue elevado, y éste pasó el resto de su
vida lamentándolos. En uno de los salmos expresó su tormento mental y suplicó el perdón. “Ten piedad
de mí, ¡oh, Dios!, conforme a tu misericordia; conforme a la multitud de tus piedades borra mis rebeliones.

“Dios, crea en mí un corazón puro y renueva la firmeza de mi espíritu” (Salmo 51, 12 ).

Estoy segura de que todos ustedes han visto uno de estos….

Se le conoce como un estetoscopio. ¿Quién usa un


estetoscopio?...

Esto es correcto, un doctor. ¿Y qué hace el doctor con


él?...

¡Correcto otra vez! El doctor escucha lo que está


pasando dentro de nuestros cuerpos. Una persona
puede verse muy saludable y aun así tener algo que no
está funcionando bien dentro de su cuerpo.

Muchos doctores desean ver a sus pacientes para


checarlos una vez al año. ¿Has ido alguna vez al médico?
De ser así, sabes la rutina. Te miden y te pesan. Miran
tus ojos, oídos, nariz y garganta. Entonces el doctor
toma el estetoscopio, y escucha tu corazón a ver si los
latidos son fuertes y estables. Si el doctor encuentra
que algo está mal, puedes necesitar alguna medicina
para remediarlo. Algunas veces el doctor encuentra algo mal que lo puede arreglar operando a la persona.
Ha habido ocasiones en las cuales una persona necesita un corazón nuevo. ¿No es maravilloso que Dios
nos haya dado doctores que puedan arreglar nuestro corazón cuando hay algo mal?

La historia bíblica es acerca de un hombre llamado David. David tenía un problema en su corazón. Oh,
no era la clase de problema que pudieras escuchar con un estetoscopio, pero David sabía que tenía un
problema en su corazón. Él sabía que había pecado y había hecho cosas malas a la vista de Dios. ¿Qué
piensas que hizo David con el problema de su corazón? Él fue al único que lo podía arreglar. David oró a
Dios y le dijo: “Contra ti he pecado, sólo contra ti, y he hecho lo que es malo ante tus ojos; crea en mí, ¡oh,
Dios!, un corazón limpio, y renueva un espíritu recto dentro de mí.”
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Algunas veces tú y yo hemos tenido problemas del corazón. Puede ser que tengamos algunas cosas en
nuestro corazón que no deben estar. Cosas como amargura (una tristeza grande), coraje, celo, egoísmo,
orgullo y codicia (deseo de tener lo que es de otro). Cuando venimos a la Iglesia, todo puede lucir bien
por fuera, pero Dios puede mirar dentro y ver que nuestro corazón no está bien. Cuando sabemos que
tenemos un problema en el corazón, necesitamos hacer lo que hizo David. Necesitamos orar a Dios y
decirle “Crea en mí, ¡oh, Dios!, un corazón limpio, y renueva un espíritu recto dentro de mí”. ¿Tienes algo
dentro de tu corazón que no debe estar ahí? ¡Yo tengo! Vamos a pedirle a Dios que lo arregle.

Querido Padre, sabemos que puedes ver lo que está dentro de nuestro corazón y sabemos que hay cosas
que no deben estar. Crea en nosotros un corazón limpio, ¡oh, Dios! Amén.

ACTUAMOS BAJO LA GUIA DEL ESPÍRITU SANTO

Lo principal de esta clase es enseñar a los niños que inviten a JESUS a vivir en sus vidas, a limpiar sus
corazones (cuidándose de mirar programas de televisión inadecuados, jugar muchos video juegos, tener
malas compañías, aprender malos modales, rebelarse contra los padres, decir malas palabras, etc.).

Trabajo individual
Los catequistas previamente elaboran un corazón en forma de bolsita como
está en la imagen, donde los niños y las niñas escribirán en unas papeletas
(cuando el catequista se los indique) todo lo bueno que quisieran guardar
en su corazón para conservarlo limpio y así poderlo ofrecer a Jesús.

CELEBRAMOS EN COMUNIDAD ECLESIAL

Frente a la imagen del Sagrado Corazón de Jesús se hace un círculo, se les


invita a los niños a que uno a uno vaya entregándole su corazón a Jesús
poniéndolo a sus pies y que le diga: “Sagrado Corazón de Jesús haz mi
corazón como el tuyo”.

Canto: “La alegría está en el corazón”.


https://youtu.be/uOLRw8va2c4

La alegría está en el corazón


de aquel que ya conoce a Jesús.
La verdadera paz está en aquel
que ya conoce a Jesús.
el sentimiento más precioso que viene de nuestro Señor.
El amor de aquel que ya conoce
a Jesús.
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CATEQUESIS PARA NIÑOS


5° Y 6° DE PRIMARIA

TEMA: La ¡Misión del catequista como fruto de la escucha!.

OBJETIVO:
Los interlocutores de quinto y sexto grado de primaria de la Arquidiócesis de Yucatán
reflexionan acerca de la misión del catequista como una persona de escucha de la Palabra
de Dios, abierta al diálogo y a la comunión para dar testimonio de lo que han visto y oído en la
comunidad donde viven.

ORACIÓN

Para pedir catequistas y por los que ya son (Tomado de catequesis de Cádiz)

“Dios nuestro Padre celestial, Oramos para que nuestra familia parroquial
que nos has dado el don de los catequistas sea siempre bendecida
para que sean mensajeros del Evangelio con aquellos que han respondido a la llamada,
en nuestra familia parroquial. para compartir la misión profética de Cristo
como catequistas.
Los presentamos ante ti
en acción de gracias e Que estemos también abiertos
intercedemos por ellos a la llamada universal al servicio
en sus esperanzas y necesidades. que Cristo dirige a todos sus discípulos,
contribuyendo con nuestros dones
Haz que estemos atentos a la comunión en la fe,
a la presencia de tu Palabra en ellos, a la fortaleza en la esperanza
Palabra que eleve y afirme, y asiduos a la caridad.
y que a la vez convoque y desafíe,
que sea compasiva y misericordiosa. Que entre todos hagamos cada día
Más auténtica nuestra querida Iglesia. Amén.

Canto: “Catequista soy”


https://www.youtube.com/watch?v=znrQ19VDYgA

Catequista soy,
Catequista para hoy,
Catequista soy,
Construyendo el reino del amor (2)

Hazme verdadero educador,


siempre atento a tu voz
con pies ligeros y buen humor,
Para anunciar la salvación.
25

Catequista soy…

Junto con otros quiero mostrar


un rostro nuevo a la humanidad,
formando todos fraternidad
en un mundo de justicia y paz.

Catequista soy…

Unidos a la Trinidad
transformaremos la realidad,
y jubiloso proclamar
que el Reino
ha comenzado ya.

VEMOS LA REALIDAD CON LOS OJOS DEL PADRE

La familia de José es muy devota de San Roque, el día 16 de agosto,


desde que vivían los abuelos se reza la novena en la casa de ellos y
el último día se va al rancho que tiene el nombre del santo, para hacer
el último rezo y preparar relleno negro que se comparte con aquellas
personas que participan, así como en la procesión que hacen con la
imagen del santo.

Interesado en saber desde cuándo y por qué se realiza esas actividades,


José le preguntó a su abuelo “Papá Cat”, desde cuándo se realiza tanto
en casa como en el terreno esa devoción, se acercó a él y le preguntó,
éste le dijo que cuando vivía su abuelo vivían en el rancho donde van a
celebrar cada año a San Roque, le dio una enfermedad muy grave que
estuvo a punto de morir, su mamá se puso a rezar a San Roque pidiendo
su intervención para que pudiera sanar, después de varios días de
enfermedad, logró recuperarse, su madre muy agradecida con el santo,
se comprometió a que cada mes de agosto le rezaría la novena y haría
fiesta como agradecimiento por la bendición recibida. Los papás del
abuelo decidieron ponerle el nombre de San Roque al rancho, el abuelo
daba testimonio del milagro obrado por el santo, continuó la realización
de la fiesta al morir sus padres, les transmitió a sus hijos esa forma de
agradecimiento pero poco a poco fue haciendo partícipe de ello a otras personas, invitándolas a participar
en los rosarios y en la fiesta; José le dijo a su abuelo que ahora que ya conoce porque hacen la novena a
San Roque, él también sería continuador de esta tradición el día que faltaran ellos.

¿Ustedes tienen en su familia alguna tradición que celebren? ¿Qué es lo que más les gusta de ella? Esa
tradición ¿la comparten con otras personas que no son de su familia?

Muchos de nosotros tenemos ciertas celebraciones en la casa, en nuestra parroquia o en nuestra


comunidad que han venido desde años atrás, celebraciones que se van compartiendo con otras personas
y que se van viviendo en comunidad.
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PENSAMOS CON LOS CRITERIOS DE JESUCRISTO

Vamos a leer la siguiente cita 1 Jn. 1 - 3


“Lo que existía desde el principio, lo que hemos oído, lo que hemos visto con nuestros ojos, lo que hemos
contemplado y palpado con nuestras manos acerca de la Palabra de vida - ¡porque la vida se manifestó, la
hemos visto y somos testigos, les anunciamos esa vida eterna que existía junto al Padre y se nos manifestó!
-, eso que hemos visto y oído también se lo anunciamos a ustedes, para que vivan en comunión con nosotros.
Y nosotros estamos en comunión con el Padre y con su Hijo Jesucristo.”

El apóstol Juan nos indica en la lectura que el mensaje que él les transmite a los demás es un mensaje
de salvación del que había sido testigo, por lo que se sentía comprometido a continuar llevando es
mensaje a los demás, de tal manera que todos puedan llegar a conocerlo, pero sobre todo a hacerlo vida,
a testimoniarlo.

Estamos celebrando la Semana de la Catequesis, en estos días se reflexiona acerca de la gran labor que
cada uno de los catequistas realiza para hacer llegar la Palabra de Dios a las personas: niños, jóvenes,
adultos, ancianos. Iniciamos este segundo momento de la sesión escuchando el texto del apóstol Juan, sin
embargo, muchos de nosotros no conocemos de manera profunda lo que es y lo que hace un catequista,
así que vamos a conocerlo un poco más.

Ser catequista es una vocación, es decir, un llamado personal que consiste en explicar la doctrina
evangélica, encargado por la Iglesia para hacer conocer, amar y seguir a Cristo a aquellos que todavía no
lo conocen. El catequista es un testigo de Cristo en la comunidad donde vive.

Todo catequista tiene unas características específicas:

Tiene una profunda vida de oración. La fuerza para la realización de su apostolado siempre está
en la oración, el catequista es una persona de oración, siempre que inicia una actividad en su
vida diaria la pone en manos de Dios.
Mantiene una relación personal con Jesucristo. Lo ama realmente. Conoce a Dios y lo ha
experimentado en su vida para que pueda hablarles a los demás de Él.
Valora la vida de Gracia y por ello se acerca frecuentemente a los sacramentos de la Penitencia
y la Eucaristía. Sabe que, si el sarmiento se separa de la vid, no podrá dar fruto.
Ama a la Iglesia profundamente. Se alegra con sus triunfos y se entristece con sus fracasos. La
defiende de los ataques de sus enemigos y trabaja por su extensión.
Es capaz de entrar en diálogo con Dios y con sus hermanos, sabe muy bien que debe de estar en
constante comunicación con Él, aprende a escucharlo y a seguir el camino que le va indicando,
pero también es capaz de entrar en diálogo con las demás personas de la comunidad, sabe hacer
comunidad, se siente parte de ella y participa en ella en las diferentes actividades que en ella se
realizan.
Reconoce al Papa como la autoridad suprema de la Iglesia. Estudia su palabra y la toma como
propia.
27

Reconoce a María como su gran aliada en la tarea de la catequesis. Le tiene una gran devoción
que la manifiesta con la imitación de sus virtudes.
Es testigo del gran tesoro de la fe católica por el cual vale la pena luchar.

Hoy tenemos que pensar que nuestros catequistas hacen una gran labor, siempre están dispuestos a
escuchar a Dios en su Palabra, en su vida, entrar en diálogo, en comunicación con Él, pero sobre todo dar
testimonio en su vida familiar y comunitaria de la acción de Dios en sus vidas y en su comunidad.

ACTUAMOS BAJO LA GUÍA DEL ESPÍRITU SANTO

Ahora vamos a recordar a los catequistas que hemos tenido desde que empezamos a venir a la catequesis,
¿qué nos agradaba de ellos?, ¿con cuál de ellos me identifiqué más?

Elaboremos una pequeña oración a Dios para pedirles por ellos, pero también para decirle que si Él nos
llama para ser catequistas estaremos dispuestos a decirle que sí.

CELEBRAMOS EN COMUNIDAD ECLESIAL

Se prepara una mesa con un mantel, un crucifijo, una veladora, algunas flores, debe quedar en el centro del espacio
donde se imparte la sesión.

Después de ello, el catequista pide que lean la pequeña oración que hicieron por los catequistas.

Se concluye con un Padre Nuestro y un Ave María.


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FERIA CATEQUÍSTICA
Disponer el lugar de la Feria con globos, letrero de bienvenida, lema de la semana: “Catequista con un
Corazón de escucha anuncia la Palabra”. Tiras de papel recortado de muchos colores: que se vea que se
trata en verdad de una feria.

1
“Lo que existía desde el principio, lo que hemos oído, lo que hemos visto con nuestros ojos, lo
que hemos contemplado y palpado con nuestras manos acerca de la Palabra de vida 2 - ¡porque
la vida se manifestó, la hemos visto y somos testigos, les anunciamos esa vida eterna que existía
junto al Padre y se nos manifestó! -, 3 eso que hemos visto y oído también se lo anunciamos a
ustedes, para que vivan en comunión con nosotros. Y nosotros estamos en comunión con el
Padre y con su Hijo Jesucristo.” (1Jn. 1-3).

1. VENIMOS DE JERUSALÉN
Instrucciones:
Se reparte a los miembros en dos bandos, o en más si son muchas personas.
Cada equipo debe ir preparando la mímica de un pasaje de la Biblia, para que el otro pueda descubrir de
qué se trata. Al principio, pueden ser sólo pasajes del Evangelio. Y con grupos más avanzados, de toda la
Biblia.

Los que van a representar llegan y los otros les preguntan: ¿De dónde vienen?

Respuesta: De Jerusalén.
Pregunta: ¿Qué oficio traen?
Respuesta: Ya lo verán.

E inmediatamente comienzan a representar su mímica. Los otros observan y cuando crean que ya saben
de qué se trata, lo dicen en voz alta. Si está correcto, ahí se termina y pasan a actuar ellos.

Si no lograron saber, pierden un miembro y el equipo que actuó dice a quién deben dar.

Se pueden dar una, dos, o tres posibilidades de “adivinar”, según el grupo.

Los equipos siguen actuando en forma alterna. Cuando el tiempo termine, gana el equipo que tenga
mayor número de miembros.

2. ALCANCE LA ESTRELLA
Materiales:
* Un tablero grande
* Estrellas con preguntas
* Listado de respuestas

Instrucciones:
Se realiza en forma de concurso, con dos o tres equipos
o puede ser individual, si es en equipo deben tener igual
número de miembros.
29

Las estrellas estarán prendidas en un tablero un poco alejado de los asientos. Por detrás cada estrella
lleva una pregunta. Los miembros se numeran: 1, 2, 3... Y cuando sea el momento, quien dirige el juego
indica: salgan los números tal.

El primero que llegue, toma la estrella que desee, lee en voz alta la pregunta y da su respuesta.

Si no lo sabe, no o responde bien, otro de su mismo número puede responder. De lo contrario, devuelve la
estrella a su sitio. Se va notando la puntuación, para saber al final cuál es el equipo ganador.

3. LOS SIETE SACRAMENTOS


Instrucciones:
Se asignan sacramentos a las personas,
de manera que estén representados todos
siete. Cuando el sacramento se mencione,
ellos deben cambiar de puesto. Cuando se
diga “sacramentos”, todos deben cambiar.

Quien dirige el juego, va inventando una


pequeña historia, o frases sueltas, nombrando los sacramentos:

Ejemplo:
El guía dice: El domingo pasado en la Parroquia hubo Primeras Comuniones.
(Todos los que tiene el sacramento de la Eucaristía cambian de puesto).

El guía continúa: pero se habían confesado el sábado.


(Todos los que tiene la confesión cambian de puesto).

Y en esta Misa un adulto recibió el Bautismo, la Confirmación y la Primera Comunión.

(Los que tienen esos sacramentos cambian).

Se puede observar quién se equivoca, o no cambia y tener una penitencia al final.

3.1. EN MI PARROQUIA HAY... (SOBRE LOS SACRAMENTOS) VARIACIÓN.


Deben participar en el juego siete niños. Si son más. Algunos actúan como observadores y llevan la cuenta de las
equivocaciones.

Se le asigna a cada uno un sacramento. Puede iniciar el juego el catequista, o alguno de los miembros.

Ejemplo:
Alguien dice: En mi parroquia hubo un bautismo. El que tiene el bautismo responde:

No fue un bautismo, sino un matrimonio. El que tiene el matrimonio dice: No fue un matrimonio, sino
solamente una misa. El que tiene la eucaristía dice: No fue una misa, sino la ordenación de un sacerdote.
30

Es mejor dejarlos jugar, aunque se equivoquen. Ir corrigiendo, pero sin sacarlos, para que se graben bien
los sacramentos.

Se iba a celebrar un bautismo, pero...

Se asigna a cada uno algo de lo necesario para la celebración del bautismo: sacerdote, padrino, bautizando,
agua, cirio, crisma, etc.

El que guía, o uno de los miembros dice: Se iba a celebrar un bautismo, pero faltó...

Ejemplo:
Se iba a celebrar un bautismo, pero faltó el padrino.

Al que le correspondió el padrino, dice: El padrino sí estaba, pero faltó el sacerdote.

El otro dice: el sacerdote sí estaba, pero faltó el agua, y así sucesivamente.

No deben sacarse cuando se equivocan, pues se trata de que recuerden bien lo necesario para el bautismo.

Asimismo, puede procederse con los demás sacramentos.

4. CADA OVEJA CON SU PAREJA


Materiales:
* Frases bíblicas. (Varias frases para jugar varias rondas y de acuerdo
al nivel de catequesis, ejemplo: Para kínder, para primero, etc.)
* Hojas blancas o de colores.
* Tablero grande para pegar las frases encontradas.

Instrucciones:
En las hojas se escriben o se imprimen las frases y se recortan a la
mitad. Luego se revuelven y se reparten, hay que tomar en cuenta la
cantidad de participantes, ya que será la cantidad de frases que hay
que poner.

Luego se les da un tiempo para poder encontrar a sus parejas, una


vez que encuentren o crean que la frase se relaciona, los participantes las pegan en el tablero y se hace
la revisión.

Una variación de este juego puede ser que se haga en equipos a modo de competencia y quien termine primero y estén
correctas las frases gana.

5. LA RULETA DEL SABER


Materiales:
Elaborar una ruleta con 10 ó 15 divisiones
Plumones o preguntas impresas
31

Instrucciones:
Por turnos los participantes van girando la ruleta, deben responder la pregunta que le corresponda o le
toque y si acierta se le puede dar un premio

6. LÍNEAS Y PAÑOLETAS
Materiales:
* Dos pañoletas
* Gis
* Preguntas para los equipos

Se hacen dos equipos, se traza una línea en el suelo, se colocan cada uno de los equipos a ambos lados
de la línea, en una misma distancia, se colocan dos pañoletas sobre la línea de manera que sobre salgan
las puntas de la misma a ambos lados. Se le asigna un número a cada uno de los participantes de cada
equipo, por ejemplo si son cinco jugadores por equipo existirá 1-1, 2-2, 3-3, 4-4, 5-5 ; el coordinador
estará dirigiendo el juego de manera que si él dice “uno”, entonces saldrán los numero “uno” de los dos
equipos y trataran cada uno de agarrar la pañoleta y llevársela a la línea rival y atar en el pie de cualquiera
de sus integrantes la pañoleta e inmediatamente deberá de volver a su línea, desatar la pañoleta rival y
entregársela al coordinador que deberá de estar en el centro. Gana el que entrega la pañoleta más rápido.
Y al equipo que entregue de ultimo se le hace una pregunta y si acierta se les brinda una oportunidad, de
lo contrario pierde el número que se dijo al principio.

7. HOMBRE, ESCOPETA, GORILA


Primero: Tienes que organizar a todos en dos filas para que cada persona tiene una pareja frente al él/
ella.

Segundo: Explica que el juego se llama Hombre, Escopeta, Gorila y que es parecido al juego de “Papel,
Piedra, Tijeras” pero que, en vez de jugar sólo con las manos, usan todo el cuerpo. Diles que van a pararse
espalda contra espalda con su pareja y que tú vas a contar “1, 2, 3”... y al gritar “3” todos van a dar la vuelta
y hacer mímica de uno de los tres “papeles”.

Tercero: Enseñales las mímicas de cada uno - hombre, escopeta, y


gorila. Sugiero que los haces junto con otra persona que conozca
la dinámica para que ven cómo se juega... y ¡hazlo con ánimo! para
que les resulte divertido cuando les muestras como hacerlo. Las
mímicas parecen asi:

hombre >> estas de espaldas con tu pareja, cuentas 1, 2, 3 y ambos


dan la vuelta, en este instante haces tres cosas a la vez: levantas
tu mano como si estuvieras saludando a alguien, sonríes mucho, y
dices “Hola”.

escopeta >> te pones de espaldas con tu pareja otra vez, cuentas 1,


2, 3 y ambos dan la vuelta... en este instante haces la mímica como
si tuvieras una escopeta o rifle en las manos y haces el sonido de
“¡bang!” o cualquier sonido como el disparo de un arma.

gorila >> regresas de espaldas con tu pareja, cuentas uno, dos, tres,
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dan la vuelta y pones las dos manos en el aire en forma de garras (al nivel de tu cabeza) y gruñes “grrrrr”
como un gran gorila u otro animal silvestre.

Cuarto: Explicas como ganar y perder. El hombre controla la escopeta, entonces el hombre le gana a la
escopeta. Pero la escopeta mata al gorila, entonces la escopeta le gana al gorila. Pero el gorila deshace
el hombre, entonces el gorila le gana al hombre.

Quinto: Si uno pierde tiene que sentarse, y el que gana busca otra pareja rápido. Todos los que no perdieron
siguen jugando hasta que sólo quedan dos personas. Si una pareja da vuelta cuando gritas “Tres” y los
dos hacen la misma mímica, o los dos se quedan jugando o los dos pierden y tienen que salir. Tu como
líder tienes que decidir qué vas a hacer en caso de empate.

Sugiero que los guíes en uno o dos juegos de práctica donde nadie, aunque pierda, tenga que salir.

Cuando alguien al fin gana, dales un premio. un dulce o algo.

Nota: Pueden agregar algunos otros juegos o dinámicas que ustedes consideren que pueda favorecer a
este ambiente festivo.
33

MISA DE CLAUSURA
“Día del catequista”
RENOVACIÓN
DEL COMPROMISO DE LOS CATEQUISTAS
Monición de entrada:
En este Domingo día del Señor, al concluir hoy la semana de la Catequesis nos reunimos como Iglesia en
torno a Jesucristo, nuestro maestro, que nos abre la inteligencia y el corazón para que comprendamos su
Palabra y la pongamos en práctica.

De modo especial, queremos agradecer a Dios por los frutos obtenidos en esta semana y por el servicio
de los catequistas de nuestra comunidad, quienes al celebrar hoy su día renuevan su compromiso en la
educación de la fe de nuestros niños, jóvenes y adultos y sobre todo su “Si” ante el llamado que han recibido
del Señor. Ellos son parte importante de nuestra Iglesia, porque reciben el mandato de acompañarnos
y guiarnos para acoger a Jesús en nuestra vida, enseñándonos a formar parte de la comunidad eclesial
y a hacerla crecer con la fuerza del Espíritu Santo que habita en nosotros. Comencemos alegremente
cantando…

Monición de la 1° lectura:
El profeta Sofonías nos presenta una de las mejores descripciones de lo que en el Antiguo Testamento se
llama el “resto de Yahvé”, en pequeño grupo de quienes son fieles a Dios.

Monición de la 2° lectura:
Dios ha escogido a los que el mundo tiene por insignificantes, para confundir a los que piensan que son
“algo”, es el mensaje que hoy escucharemos en este texto de san Pablo a los corintios.

Monición del Evangelio


Jesús nos propone ideales muy altos a los que sólo podremos llegar si nos olvidamos de nosotros mismos
y ponemos toda nuestra confianza en Él.

DESPUÉS DE LA HOMILÍA

RITO DE RENOVACIÓN Y ENVÍO DE LOS CATEQUISTAS

Celebrante: Hermanos y hermanas catequistas, hoy están aquí en la presencia de Dios en esta
celebración y en medio de esta asamblea, porque quieren renovar su compromiso de continuar la noble
y alegre tarea de seguir sirviendo a Dios y a la Iglesia como catequistas, respondido con generosidad y
alegría al llamado que el Señor les ha hecho de seguir trabajando en su viña. La Iglesia les envía a realizar
el mandato, que ha recibido del mismo Señor, Jesús: “ir por todo el mundo y anunciad la Buena Nueva”, ir
y anunciar lo que han visto, oído y tocado. Por eso, antes de ir a cumplir esta misión, queremos saber su
disposición y libertad para hacerlo. Por lo tanto, les pregunto:
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Celebrante: ¿Quieren comprometerse a seguir sirviendo con responsabilidad, alegría y generosidad


como catequistas en la comunidad a la que pertenecen?
Catequistas: Sí, quiero.
Celebrante: ¿Están dispuestos a crecer y profundizar en su formación integral, es decir, formación
humana, cristiana, catequética y espiritual para que puedan transmitir mejor cada día el mensaje de
salvación a los catequizandos que se les encomienden?
Catequistas: Si, estoy dispuesto.

Celebrante: ¿Están dispuestos a proclamar el mensaje de Jesús tal y como la Iglesia lo transmite y
aceptar las mismas normas que ella nos da?
Catequistas: Sí, estoy dispuesto.

Celebrante: ¿Se comprometen a trabajar unidos con nuestro Obispo, sacerdotes, coordinadores y con el
Plan Pastoral de la Diócesis, siendo signo de unión y fraternidad entre todos?
Catequistas: Sí, me comprometo.

Celebrante: Ya que están dispuestos a cumplir con las exigencias del trabajo evangelizador, aceptan y
renuevan su compromiso como catequistas, les invito para que digan con fuerte voz:

(Todos leen en voz alta al mismo tiempo)

Catequistas: Yo________, movido (a) por divina inspiración, quiero colaborar con Jesús en la construcción
del Reino de Dios, llevando el mensaje de salvación a los catequizandos que se me encomienden. Por eso,
en estos momentos, ante la mirada amorosa del Padre Dios, de su hijo Jesucristo, del Espíritu Santo y de
esta comunidad eclesial, quiero comprometerme a continuar mi servicio como catequista.

Asumo con alegría esta responsabilidad siendo consciente de que esta tarea me traerá gozos, sacrificios
y sufrimientos, pero sé también que contaré siempre con la ayuda de Dios. Que la intercesión de la Virgen
María me ayude a llevar a buen término esta misión que Jesús y la Iglesia me confían.
Todos: Amen

Celebrante: Que el Señor selle con su bendición este compromiso que ante su altar han profesado. Dios
que comenzó en ustedes esta obra buena, El mismo la lleve a su feliz término.

En el nombre del Señor y en el nombre de la Iglesia, yo les envío a ser testigos fieles de Jesús en esta
tarea como catequistas. Amén

Todos: Demos gracias a Dios.

ENTREGA DE LOS SIGNOS (Cruz, Sagrada Escritura y Cirio)


Para la entrega de los signos, la organización se queda a libertad del sacerdote y el equipo coordinador. Pude ser:

1. Cada catequista desde su lugar puede tener en sus manos los signos (Cada catequista lleva el que
tenga en su casa: biblia, cirio, crucifijo o cruz) y solo el coordinador de manera simbólica los prepara
en una mesa en un lugar visible, y serán los que el celebrante les presente.
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2. O la segunda opción es que se preparen al frente en una mesa estos signos, ya sea que la parroquia
los obsequie o cada catequista lleve los suyos (con su nombre para evitar confusión) y se les pide a
los catequistas que pasen al frente todos y se les vayan entregando los signos uno a uno, conforme
corresponde y se les indique.

Celebrante: Hermanos catequistas, reciban esta CRUZ, signo del amor de Cristo y de la misión que hoy
renuevan.

Catequistas: Gracias, Señor, por la misión que me confías.

(Enseguida el celebrante le entrega la Cruz o crucifico al catequista quien lo recibe con un beso).

Celebrante: Reciban la PALABRA DE DIOS que va a ser su guía, su luz, su camino, su fuerza y alimento.
Catequistas: Abre, Señor, nuestro entendimiento y dispón nuestro corazón para que comprendamos,
acojamos y vivamos tu Palabra.

(Enseguida el celebrante le entrega la Palabra al catequista quien la recibe con un beso).

Celebrante: Recibe esta CIRIO (CIRIO O VELA ENCENDIDA) porque Jesús nos manda ser luz a través del
testimonio cristiano, de caridad y unidad, sólo así se nos reconocerá como discípulos de Cristo.

Catequistas: Que alumbren así nuestras obras en medio de la comunidad.

(Se les entrega a los catequistas el cirio encendido o la vela; o se les pide que uno a uno pase a encenderlo del cirio
pascual, que representa a Cristo, significando que el catequista una vez más desea llevarlo con él y compartirlo a los
demás).

ORACIÓN DE LOS FIELES


La palabra de Dios nos ha hablado hoy del profetismo que tiene una característica fundamental: hablar
de parte de Dios, por eso confiamos que las oraciones que elevamos a Dios de parte de la humanidad
completan la labor del profeta. Digamos juntos: “Señor, que seamos dóciles a tu voz”.

1. Por la iglesia, para que en toda palabra y obra sea testigo claro del señor Jesús en quien cree y
espera, formando de la comunidad eucarística una familia verdadera. Oremos.
2. Por los gobernantes de nuestro País México, de nuestro Estado Yucatán, para que sean verdaderos
líderes y ejerzan su autoridad como un servicio a la sociedad de manera justa y solidaria. Oremos.
3. Por nuestras familias, para que crezca en ellas el sentido de la hospitalidad y de la comunión en el
amor, y se conviertan, de tal forma, en lugar privilegiado de crecimiento en la esperanza. Oremos.
4. Por nuestros hermanos que pasan por alguna tribulación, especialmente en la enfermedad y la
soledad, para que se sientan fortalecidos en la fe. Oremos.
5. Por todos los catequistas de la Arquidiócesis de Yucatán, que al concluir la Semana de la Catequesis
2023 se sientan renovados en su servicio apostólico y fortalecidos por el Señor, con el deseo de
continuar testimoniando su Reino. Oremos.
6. Por todos los que nos encontramos reunidos en este lugar santo, para que seamos verdaderos
profetas del Evangelio, anunciando la palabra de Dios y denunciando todo lo que se opone a la voluntad
del Señor. Oremos.
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Celebrante: Señor Jesucristo, escucha benévolamente las oraciones de tu pueblo, para que, viviendo
nuestra vocación cristiana, seamos un pueblo sacerdotal, profético y servicial. Tú que vives y reinas por
los siglos de los siglos.

PRESENTACIÓN DE OFRENDAS
Si los catequistas han preparado ofrendas, se organizan para presentarlas en este momento y si no, se continúa con
la celebración como de costumbre.

Felicidades
Catequistas en su día
Observación: Al concluir la Santa Misa se les puede organizar un convivio a los catequistas, para celebrarles su día.

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