AUTOETIMA1
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AUTOETIMA1
Vicerrectorado Académico
Coordinación de Contaduría Pública y Ciencias Fiscales
Proyecto de Carrera: Contaduría Pública
Asignatura: Desarrollo Humano
AUTOESTIMA
Características Autoconcepto
Aprendido. El autoconcepto aparece en nosotros cundo nacemos y poquito
a poco se va formando y desarrollando con el día a día y nuestras vivencias
personales.
Dinámico. Ya lo hemos explicado antes, el autoconcepto está en constante
movimiento, suele cambiar y modificarse ante nuevas experiencias y nuevos
datos. Para nada es algo estático e inamovible.
Jerárquico. Suele llevar cierto orden y jerarquía una vez se ha establecido.
Multidimensional. El autoconcepto es multidimensional y cada una de sus
dimensiones explica roles diferentes. Ejemplos de ello es cuando una
persona puede calificarse como marido, jefe, compañero, amigo, hijo… y
así sucesivamente.
Función del autoconcepto
El autoconcepto nos ayuda a relacionarnos con el mundo, nos permite
hacer inferencias y sacar conclusiones sobre lo que influye en nuestra manera
de comportarnos y también la forma en la que la gente se comporta con
nosotros.
Por lo tanto que nuestro autoconcepto sea en general positivo, ayudará a
nuestra satisfacción personal y confianza en uno mismo, y por ende, al
bienestar emocional y a nuestra calidad de vida.
Y es que la evidencia científica ha demostrado, a través de diversos
estudios, que las personas que presentan un autoconcepto positivo, tienen
mayor capacidad para actuar de forma independiente, para poder tomar
decisiones y para asumir responsabilidades. De esta manera les es más sencillo
enfrentarse a nuevos retos y tener mayor tolerancia a la frustración.
Ejemplos de autoconcepto
Existen autoconcepto positivos y negativos, normalmente presentes en una misma
persona, conformando su personalidad y su forma de entenderse a sí mismo, su conducta y
su relación con el entorno.
Como ejemplos de autoconcepto positivo:
Una persona se ve a sí misma como inteligente y capaz.
Un ciudadano se percibe a sí mismo como un miembro relevante y con prestigio dentro
de su comunidad.
Una hombre se ve a sí mismo como un excelente padre y esposo.
Una madre se considera a sí misma como una persona cariñosa y afectuosa con sus
hijos.
Una joven empleada se ve a sí misma como una trabajadora competente y eficaz.
En el otro extremo, es decir en lo que respecta al autoconcepto negativo:
Una persona se ve a sí misma como estúpida, lenta y poco resolutiva.
Un hombre se percibe a sí mismo como prescindible y poco apreciado dentro de su
comunidad.
Una mujer se ve a sí misma como una terrible esposa y amiga.
Una persona se considera fría y distante con sus seres queridos.
Una joven se ve a sí misma como una empleada perezosa e ineficiente
En esta línea, Argyle (2008) considera que hay 4 principales factores que influyen en la
autoestima:
1. La reacción de los otros. Si la gente nos admira, nos adula, nos busca, nos escucha con
atención y se manifiestan de acuerdo con nosotros, tenderemos a desarrollar una
autoestima positiva. Si por contra nos evitan, nos descuidan, nos dicen cosas sobre
nosotros mismos que no queremos oír, también nuestra propia valoración será negativa.
2. La comparación con los demás. Si cuando nos comparamos con personas de nuestro
grupo de referencia, concluimos que estas personas son más exitosas, felices, ricas o
guapas que nosotros tenemos la tendencia a desarrollar un auto valoración negativa, si
es al revés, nuestra autoestima se verá reforzada.
3. Los roles sociales. Algunos roles sociales llevan aparejado cierto prestigio, por
ejemplo, médicos, pilotos, deportistas, presentadores. Esto sin duda promueve una
autoestima elevada. Otros roles sin embargo están estigmatizados, como presos,
enfermos mentales, desempleados, entre otros. Esto tiene por supuesto una
consecuencia directa sobre la valoración que hacemos de nosotros mismos.
4. Identificación: es una variable dependiente de la anterior, ya que se refiere a la
interiorización de los roles que desempeñamos. Esto hace que se conviertan en parte de
nuestra personalidad, es decir llegamos a identificarnos con las posiciones que
ocupamos, los papeles que desempeñamos y los grupos a los que pertenecemos.
AUTOACEPTACION
Para la autora Carol Ryff la define como la actitud positiva hacia uno mismo,
aceptando los aspectos positivos y negativos de nuestro ser. Cuando su nivel es óptimo,
valorando siempre positivamente nuestro pasado, ya que este es una fuente de aprendizaje.
Es por lo cual que consiste en aceptar y aprobarse a uno mismo y cada una de las
partes que nos forman o nos integran, teniendo en cuenta tanto nuestras virtudes y nuestros
defectos, ya que todos forman parte de nuestro ser.
Así pues, un nivel deficitario en esta área conllevaría al perfeccionismo y al uso
exagerado de los criterios externos. Según este modelo para conseguir aceptarnos a
nosotros mismos debemos tomar la decisión para poder tomar consciencia de quienes
somos y que nos consolida como persona.
Que beneficios trae con la autoaceptación: se ha visto que la autoaceptación se
relaciona a una reducción de síntomas depresivos, menores niveles de ansiedad, más
emociones positivas, patrones de pensamiento más positivos, y en general, un mayor
bienestar psicológico.
De la misma forma, desde la autoaceptación se puede mejorar aquellos aspectos que
las personas necesitan mejoras. Desde esa compasión y amor propio donde se pueden
cuidar y mantenerse motivados.
Se pueden realizar distintos esfuerzos para trabajar la autoaceptación:
1. Perdonarnos: para aceptarnos es importante reconocer nuestros errores pero no
culparnos obsesivamente sobre ellos. Se refiere a hacer esfuerzos de reparación y
darnos permiso para avanzar.
2. Practicar la autocompasión: se refiere a ser amables con nosotros mismos en los
buenos y malos momentos. Considera cómo te hablas a ti mismo. Procura hablarte
como a alguien a quien eres responsable de ayudar.
3. Practicar Mindfulness: el mindfulness implica observarnos sin juicios y desde la
aceptación radical. Eso nos permite no quedarnos en conductas del pasado que no nos
gustan, sino avanzar y disfrutar nuestro presente.
4. Conocer nuestras cualidades: reconócete por aquellos aspectos en los que brillas.
Parte de una buena relación con uno mismo es felicitarnos y reconocernos. Ser esa
persona que nos motiva. Si te cuesta identificarlas, pregúntale a alguien de confianza
para que te ayude. Todos tenemos cualidades.
5. Desarrollar un discurso positivo: nota cuando te estés hablando de manera poco
amable y trata de cambiar ese discurso. Busca analizar aquellas creencias limitantes que
puedas tener sobre ti mismo y modificarlas por unas más amables.
6. Conectar con personas que nos motiven: nuestro contexto influye mucho en cómo
nos sentimos sobre nosotros mismos. Trata de rodearte de personas que te ayuden en
este proceso.
Aceptarse a sí mismo es un paso fundamental en el proceso de adquirir una
autoestima saludable porque nos va a permitir concentrarnos en lo que amamos acerca
de nosotros mismos y al mismo tiempo ser conscientes de lo que no nos gusta y
comenzar a cambiarlo. Es por eso que autoaceptación y autoestima van de la mano, no
puedes tener estima de ti mismo si no te aceptas tal y como eres.
AUTOVALORACION
CREENCIA
Una creencia es una actitud mental que consiste en la aceptación de una experiencia,
una idea o una teoría, considerándolas verdaderas sin que medien ni hagan falta
demostraciones argumentales o empíricas. Es decir, es aquello que decidimos creer y
afirmar sin que tengamos el conocimiento o las evidencias de que sea o pueda ser cierto.
Los seres humanos tenemos creencias de todo tipo. Están expresadas casi siempre
como proposiciones o afirmaciones lógicas sobre el mundo real o imaginario, puesto que
son una de las primeras formas de aproximación al mundo con que contó nuestra
civilización en sus inicios.
No toda creencia es necesariamente falsa, pero en el momento en que procedemos a
comprobarlas fáctica o científicamente, dejan de ser creencias y pasan a ser conocimientos,
leyes científicas u otro tipo de saberes. Incluso existen creencias profundas, de las que no
somos del todo conscientes, y que sin embargo juegan algún rol en la configuración de
nuestro modo de ver el mundo.
Tipos de creencias: de acuerdo a su origen, las creencias pueden ser de dos tipos:
1. Externas. Cuando provienen de fuera del individuo, ya sea porque aceptamos las de
nuestro entorno social para encajar mejor, o porque recibimos
una herencia o educación informal al respecto. Es el caso de las creencias religiosas
(concernientes a Dios y a lo divino), culturales (relacionadas con la propia tradición y la
ajena), sociales (relacionadas con el trato hacia los demás) o políticas (que tienen que
ver con el ejercicio del poder).
2. Internas. Cuando provienen de la propia mente del individuo, como fruto de su
experiencia directa con el mundo, o de la interpretación (errada o no) que pueda hacerse
una persona de algún evento. Es el caso de muchas creencias personales, especialmente
durante la infancia.
También existen otras formas de clasificar las creencias, distinguiendo entre
opiniones (que se sostienen sobre algún tipo de interpretación o elucubración a partir de lo
real), las ideologías (que nacen a partir del sentido mismo de identidad del grupo al que se
pertenece) o las religiones (que no poseen ningún vínculo apreciable con el conocimiento
del mundo).
Ejemplos de creencias: algunos ejemplos de creencias son:
El colectivo terraplanista tiene la firme creencia de que el planeta tierra es plano, en
lugar de esférico.
En ciertas regiones de América Latina existe la creencia popular de que al barrerle los
pies a una persona, se impide que dicha persona se case. En otros lugares se cree lo
mismo, pero respecto de abrir un paraguas bajo techo.
El credo católico defiende la creencia de que Jesús de Nazaret fue el mesías, hijo de
Dios, y que su muerte libró de sus pecados al mundo.
Existe un movimiento negacionista en distintos países de Occidente que defiende la
creencia de que el holocausto, o sea, el exterminio de casi 6 millones de personas judías
por parte del régimen nazi de Alemania durante la Segunda Guerra Mundial, fue un
engaño urdido por el sionismo judío para justificar la creación del Estado de Israel.
JUICIO
VALORACION
AUTOESTIMA
CARACTERISTICAS
TIPOS DE AUTOESTIMA
Alta autoestima: Las personas con una alta autoestima se caracterizan por tener
mucha confianza en sus capacidades. De este modo, pueden tomar decisiones, asumir
riesgos y enfrentarse a tareas con una alta expectativa de éxito, esto se debe a que se ven a
sí mismas de un modo positivo. A medida que nuestra alta autoestima sea mayor nos
sentiremos mejor preparados, con mayor capacidad y disposición para realizar diversas
actividades, tendremos mayor entusiasmo y ganas de compartir con los demás.
Molina, Baldares y Maya (1996, p. 30) describen a las personas con alta autoestima
de la siguiente manera: Una persona con alta autoestima no se considera a sí misma como
el centro del universo y mejor que los demás y las demás. Simplemente conoce muchos
aspectos de sí misma, tiene auto-respeto y tiene consciencia de su propio valor como
persona única e irrepetible. Reconoce sus cualidades buenas, pero no se cree perfecta. Al
contrario, puede ser que tenga mucha consciencia sobre sus defectos y del hecho de que ella
comete errores. Pero no ve sus defectos y errores como representativos de alguien sin valor,
ella los entiendo como representativos del ser humano.
Baja Autoestima: Las personas con baja autoestima se pueden sentir inseguras,
insatisfechas y sensibles a las críticas. Otra característica de las personas con baja
autoestima puede ser la dificultad de mostrarse asertivas, es decir, de reclamar sus derechos
de una manera adecuada. La baja autoestima puede derivar por diversas razones como, por
ejemplo, la valorización que hacemos hacia nosotros mismos, la opinión que tenemos de
nuestra personalidad, nuestras creencias, entre otros.
Del mismo modo, en ocasiones pueden tratar de agradar a los demás para recibir un
refuerzo positivo y, de esta manera, aumentar su autoestima.
Según lo señalan Rosenthal y Simeonsson en Rice (2000), las personas con baja
autoestima muestran una identidad cambiante, inestable y abiertamente vulnerable a la
crítica o al rechazo, lo que verifica su inadecuación, incompetencia y falta de valía. Puede
que se perturben profundamente cuando piensan que se ríen de ellas, cuando sienten que las
acusan o cuando perciben que otras personas tienen una opinión negativa de sí mismas.
Cuanta más vulnerabilidad experimentan, mayores son sus niveles de ansiedad.
Como resultado, se sienten torpes e intranquilas y evitan a toda costa exponerse al ridículo.
Una persona con baja autoestima tiene una gran sensación de inseguridad acerca de
ella misma, menciona Satir (1980). Basa su autoestima, en gran parte, en lo que cree que las
demás personas piensan acerca de ella, lo cual lesiona su autonomía e individualidad.
En presencia de otras personas disfraza su baja autoestima, en especial cuando se
propone impresionarlas. Estas personas tienen muchas esperanzas en lo que las demás
pueden darles, pero a la vez tienen grandes temores, por lo que están muy expuestas a sufrir
desilusiones y a desconfiar de las otras.
La baja autoestima de estas personas proviene de sus experiencias de vida, que
probablemente le impidieron sentir confianza en sí misma y funcionar de manera
autónoma. Al respecto, Coopersmith citado por Eisenberg y Patterson (1981, p. 70),
manifiesta que:
Esas personas carecen confianza en sí mismas y son aprehensivas acerca de expresar
ideas no populares e inusuales. No desean exponerse a sí mismas, enojar a otros, o realizar
acciones que podrían atraer la atención. Probablemente ellas vivan en las sombras de un
grupo social, escuchan en lugar de participar y prefieren la soledad de la retirada sobre el
intercambio de participación. Considera este autor que entre los posibles factores que
contribuyen a la retirada de aquellas personas con baja autoestima, está su marcada auto-
conciencia y preocupación por sus problemas internos.
La gran mayoría de las personas con baja autoestima tienen una imagen
distorsionada sobre sí mismas que suele verse afectada por situaciones que detonan este
tipo de autoestima, como el bullying, agresiones físicas o verbales, pérdida de seres
queridos, rupturas amorosas, accidentes, abuso sexual, entre otras.
Una persona con baja autoestima suele sentir tristeza, depresión, ansiedad, miedo y
angustia. Se percibe a sí misma como si estuviera llena de defectos y minimiza o ignora por
completo sus cualidades. En otras palabras: exagera sus defectos e ignora sus virtudes y
son autocríticas a un nivel extremo.
“Todos sabemos que la autoestima viene de lo que tú piensas de ti mismo, no de lo
que los demás piensen de ti” –Gloria Gaynor
RESUMEN CRÍTICO DEL LIBRO “ENAMORATE DE TI”
Me di a la tarea de leer más allá de lo solicitado y este fue el análisis al que llegue:
Este libro (no lo termine) enseña a amarnos sin egoísmo y sin ser ególatras, nos
enseña en todos los ámbitos lo que se considera es el autoestima, que nos servirá para todas
aquellas enfermedades psicológicas, es un factor para el bienestar de cada uno de nosotros,
donde somos nosotros los generadores de estas enfermedades.
Se enfoca en amarte a ti mismo, ser valiente, comenzar un cortejo contigo mismo,
que esto nos haga más fuerte a los problemas cotidianos que se nos presentan en la vida
cotidiana, también enseña que el feo solo está en nuestra cabeza, y que las metas deben ser
establecidas para poder logarlas es decir no podemos trazar metas inalcanzables que nos
lleven a la depresión si no son conseguidas, pero con tener cuidado de tener un exceso de
autoestima.
Que debemos aceptarnos tal como somos, pero siendo humildes, pero no ocultando
lo que es nuestro autorreconocimiento ni fortaleza que cada uno tiene ya que esto a la larga
puede es dañar a las personas. También que las metas deben ser escritas y tenerlas en
cuentas en cada momento de la vida, no nos debemos de comparar, no nos debemos de
castigar drásticamente.
Que quizás si no dejáramos a un lado la insensibilidad hacia nosotros mismos y
siguiéramos autogratificandonos, como cuando éramos niños donde lo más importante era
pasarlo lo mejor posible y sobrevivir, mas no autocastigarnos como solemos hacer ya que
estamos enfocados “hacia afuera” lo exterior que “hacia dentro”.
La conclusión del autor en esta primera parte es que debemos educar a nuestros
hijos a que se quieran más, ya que siempre se enfocan en que deben tener un autocuidado
personal bañares, peinarse, esta presentables a la sociedad.
Y realiza las siguiente preguntas, ¿Qué hay del autocuidado psicológico y la
higiene mental?, ¿le presentamos suficiente atención? , ¿Lo ponemos en práctica,
¿resaltamos la importancia del autoamor?
De igual forma señala que debemos realizar algún tipo de meditación, ofrecernos o
dedicarnos tiempo hacer lo que amamos explorar cosas nuevas, hacer aquello que nos guste
y amamos, salir de la rutina, poner nuestros sentidos a funcionar.
Este libro demuestra a través de los casos que el autor Walter Riso estudia a sus
pacientes y da ejemplos donde se puede presentar la falta de autoestima que son personas
que resaltan todo lo malo que puedan tener y que no revelan o resaltan su esencia o lo bello
que pueden ser, lo que los diferencia de otras personas.