Histerectomia Vaginal y Colposuspension

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HISTERECTOMÍA VAGINAL Y COLOPOSUSPENSIÓN

La histerectomía vaginal es una técnica rápida, que habitualmente conlleva un sangrado escaso, una buena
recuperación y una tasa de complicaciones baja. Por eso, siempre que sea técnicamente posible, es en
muchos casos la técnica de elección para realizar una histerectomía.

En este capítulo simplemente vamos a describir la técnica quirúrgica, sin detenernos en las indicaciones, de
las que hablaremos en vídeos posteriores.

PREPARACIÓN DEL CAMPO

Es recomendable indicar profilaxis antibiótica


preoperatoria antes de realizar una histerectomía
vaginal.

Colocaremos a la paciente en posición de


litotomía, con las nalgas lo más al borde posible de
la mesa quirúrgica. Solemos retirar los labios
menores con puntos de seda que luego
retiraremos. La valva de peso suele ser útil para
liberar a los ayudantes.

Con una pinza de Pozzi traccionaremos del cérvix


y valoraremos la movilidad uterina. A veces, un
masaje vigoroso en los ligamentos uterosacros a la
vez que traccionamos, nos puede facilitar el
descenso del útero.

INCISIÓN EN VAGINA

Este primer paso es, en muchas ocasiones, el más


complejo, porque es imprescindible identificar
correctamente el denominado “pliegue vesical”.
Este pliegue delimita la zona móvil y laxa de la
pared vaginal de la zona tersa sobre el cérvix. Si la
incisión se realiza, por miedo a lesionar la vejiga,
demasiado distal, será mucho más complicado
encontrar el plano “avascular” entre la vejiga y el
útero, (que llamamos septum supravaginal. Es
raro que realicemos la incisión demasiado
proximal, pero si esto ocurre lesionaremos la
vejiga. El peritoneo del fondo de saco anterior aun
no suele ser accesible, por lo que lo pospondremos
para más adelante.

La incisión en el lateral del cérvix debe ser menos profunda, porque en el punto anterolateral (como a las 2
y a las 10) se encuentran los ligamentos vesicouterinos o “pilares de la vejiga”, que pueden sangrar, sobre
todo en mujeres jóvenes.
Se incide en la parte posterior de la vagina y en el tejido laxo subyacente. En ocasiones es posible identificar
y abrir ya el peritoneo del fondo de saco posterior. Contrariamente a lo que pueda parecer, cuanto más
abajo hagamos la incisión, más difícil será identificar el fondo de saco. Lesionar el recto es muy poco
probable.

Una vez hecha la incisión rechazaremos la vejiga con ayuda de una gasa o una torunda.

SECCIÓN DEL PARAMETRIO

Esta parte podemos hacerla en dos, o incluso en tres pasos, sobre todo en mujeres jóvenes. En un primer
paso realizaremos el pinzamiento y sección del los ligamentos uterosacros. En un segundo paso el del
ligamento cardinal junto con los pilares vesicales.

Sin embargo, en mujeres ancianas con úteros muy


atróficos, todo el parametrio puede pinzarse y
seccionarse en un solo paso. Se puede utilizar un
“punto de trasfixión”, (lo explicaremos en un vídeo
de sutura quirúrgica) que es más hemostático.

Después de este paso, podemos volver a rechazar


algo más la vejiga, lo que nos expondrá la plica
vesicouterina, facilitando la apertura del
peritoneo anterior.

Si no lo hemos hecho anteriormente,


procederemos ahora a la apretura del peritoneo
del fondo de saco posterior. Para facilitar la sutura
del peritoneo al finalizar la cirugía, podemos
referenciar el peritoneo, evitando así que se
retraiga.

En ocasiones la parte posterior de la incisión en vagina puede sangrar. Para evitar que nos moleste la sangre
la podemos suturar.
VASOS UTERINOS

En la parte más proximal del parametrio se


encuentran los vasos uterinos. Procederemos a su
pinzamientos sección y ligadura, con especial
cuidado ya que es el paso que, potencialmente,
puede sangrar más.

Si no lo hemos hecho anteriormente,


seccionaremos ahora el peritoneo anterior.
También lo dejaremos referenciado para evitar
que se retraiga y facilitar el cierre del peritoneo al
finalizar la intervención.

UTERO-OVÁRICOS Y REDONDOS.

De igual manera que el parametrio, los ligamentos utero-ováico y redondo pueden pinzarse y seccionarse
en un solo paso, aunque en la mayoría de los casos será recomendable hacerlo en dos.

Es muy impotante pasar la pinza y, posteriormente


la tijera, entre los ligamentos que vamos a
seccionar y nuestro dedo. Así evitaremos lesionar
el intestino en el caso de que un asa intestinal
estuviera cerca.

Dejaremos referenciado también el ligamento


redondo, para realizar la colposuspensión, que
explicaremos más adelante.

Una vez finalizado este paso la histerectomía ha


finalizado, y procederemos al cierre y a la
colposuspensión, en caso de estar indicada.

Siempre que sea posible deben revisarse los


anejos. También es posible realizar una
anexectomía, (lo explicaremos en otro vídeo).

CIERRE DEL PERITONEO

Para prevenir el enterocele, suturamos el peritoneo mediante la realización de una bolsa de tabaco. Este
paso puede ser complicado porque el espacio suele ser reducido y la visualización estar dificultada. Para
facilitarlo y para evitar lesiones intesitinales, puede ser de utilidad colocar a la paciente en posición de
Trendelemburg y rechazar las asas de delgado con una gasa montada en una pinza FUERTE.

(Para esto recomendamos usar una pinza de anillas y probar que funcionen bien. Si por una eventualidad las
pinzas se abren y queda dentro la gasa podemos tener un problema serio).
PREPARACIÓN DE LA COLPOSUSPENSIÓN

La colposuspensión puede estar indicada si existía un prolapso, o podemos hacerla de manera profiláctica.
Para ello la técnica más utilizada es la de McCall y sus diferentes variantes, en la que sujetamos la cúpula
vaginal a los ligamentos uterosacros.

En el vídeo hemos utilizado el McCall modificado de Campano. Para ello hemos dejado referenciados tanto
los ligamentos redondos como los uterosacros. Una vez cerrado el peritoneo y mediante una aguja viuda, se
sujeta parte posterior de la cúpula vaginal a los uterosacros, y la parte posterior a los ligamentos redondos.
Se dejan los hilos otra vez referenciados, ya que los anudaremos después de proceder a cierre de la cúpula
vaginal.

CIERRE DE VAGINA Y COLPOSUSPENSIÓN.

El cierre de la vagina puede ser mediante una corona, puntos sueltos u sutura continua.

Antes de realizar la colposuspensión, es recomendable sondar a la paciente, para facilitar que la cúpula
vaginal suba lo más posible.

Una vez finalizado el cierre de vagina, procederemos a anudar los puntos que hemos preparado
anteriormente para que la vagina suba lo más posible. Para ello anudamos los uterosacros entre sí y después
los redondos entre sí, finalizando con ello la colposuspensión modificada de Campano.

Por último, se puede colocar un taponamiento que comprima desde la vagina para facilitar una correcta
hemostasia.

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