U4-1 SociologíaEDU
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Contenido
INTRODUCCIÓN ................................................................................................................................... 2
LAS TEORÍAS DE LA REPRODUCCIÓN Y LA RESISTENCIA EN LA SOCIOLOGÍA DE LA EDUCACIÓN. ................ 3
FAMILIA Y ESCUELA ......................................................................................................................... 4
UNA RELACIÓN NECESARIA .............................................................................................................. 6
BIBLIOGRAFÍA DE CONSULTA: .............................................................................................................. 8
REFERENCIAS BIBLIOGRÁFICAS ......................................................................................................... 10
Introducción
Desde la teoría reproduccionista, la institución educativa no garantiza la igualdad de
oportunidades, dadas las limitaciones en las teorías que obvian el concepto de agencia
humana y no se analiza la acción del sujeto como agente de cambio en las problemáticas
educativas y tampoco explica el cambio educativo desde el papel del sujeto porque todo lo
explica desde las consecuencias de la articulación sistémica.
Para Jürgen Habermas (nacido en 1929) filósofo y sociólogo alemán conocido por sus
trabajos en filosofía política, ética y teoría del derecho, así como en filosofía del lenguaje, no
se contempla la autorreflexión al no dar lugar a la interacción y la racionalidad comunicativa.
Plantea Marx cómo las escuelas deben convertirse en la mejor fábrica de piezas repetitivas
del sistema para desempeñar y desenvolverse de una forma objetiva en un estado con
proyección y visión basadas en el Capitalismo.
Para los detractores de este pensamiento, no les fue difícil plantear una oposición, cuya lógica
parte de intereses más comunes, su teoría se conoce con el nombre de Resistencia, la cual
plantea la relación existente entre la dualidad (Escuela – Sociedad), sin discriminación alguna
y con un bien común definido.
Por otro lado, surge el modelo de la Resistencia que presenta un avance significativo frente
a ciertos hallazgos del modelo reproductivo, puesto que su propósito es estudiar a la escuela
y las relaciones sociales que los sujetos establecen dentro de ella, siendo los protagonistas
de la acción educativa con el fin de promover una teoría crítica en el sistema escolar.
El sociólogo Pierre Bourdieu desde su teoría, aborda el modelo reproductivo cultural como el
saber acumulado, las identidades, las representaciones sociales, las conductas y los hábitos,
entendido esto como un proceso por el cual se reproduce la cultura y se naturalizan ciertos
valores y comportamientos, heredados desde su familia, su hábitat, su modo de pensar y
percibir, así como todo aquello que lo rodea.
El hábito es además el comportamiento de los individuos dentro del campo al que pertenece,
lo que se adquiere desde niños según sus costumbres y valores es algo que no puede ser
transformado ni cambiado, por otra parte, el hábitat es lo que se adquiere a través de las
experiencias y conocimientos, sin afectar o transformar el hábito. Para Bourdieu “Un niño
hereda de su familia ese bagaje de significados, calidades de estilo, modos de pensar, y tipos
de disposiciones que tienen un cierto valor social asignado y un status, de acuerdo con lo que
las clases dominantes rotulan como el capital cultural más valioso. Las escuelas juegan un
rol particularmente importante en legitimar y reproducir el capital cultural dominante”
Henry Armand Giroux (nacido en 1943) crítico cultural estadounidense y uno de los teóricos
fundadores de la pedagogía crítica, en su análisis crítico de las teorías de la reproducción y
la resistencia en la nueva sociología de la educación, confronta la teoría de Bourdieu
afirmando que “la cultura representa de alguna manera un proceso de dominación de una
sola especie, que las formas culturales de la clase trabajadora y sus conocimientos son
homogéneas y meramente un pálido reflejo del capital cultural dominante”
Un ejemplo claro es el ámbito escolar donde el ministerio de educación impone una serie de
contenidos estandarizados y repetitivos en los que no se tiene en cuenta la diversidad de
culturas
Respecto a las teorías de la sociología de la educación, hay algunas que propenden por el
trabajo individual mientras que otras en el trabajo con el colectivo social; para la teoría
funcionalista la escuela es una institución que selecciona de acuerdo a los méritos obtenidos
y las capacidades de los individuos para certificarlos en orden al desempeño de sus
funciones.
Las teorías de la resistencia surgen como oposición a las demás teorías y da lugar a la
etnografía como camino cualitativo. Por último, el enfoque credencialista se vale de la escuela
con el mero objetivo de acreditar títulos académicos que certifiquen la profesionalización de
los individuos.
Familia y escuela
La diferenciación y separación entre familia y escuela tiene un evidente paralelo con otro
resultado de la diferenciación especialmente importante para la sociedad moderna: la
separación entre hogar y trabajo, entre vida familiar y laboral. Se habla entonces
explícitamente de la separación entre un espacio vital y uno escolar como un atributo
característico de la modernidad. Talcott Parsons (1902-1979) un sociólogo estadounidense
de la tradición clásica de la sociología, conocido por su teoría de la acción social y su enfoque
estructural-funcionalista describe la dinámica propia entre familia y escuela como la de
sistemas parciales socialmente diferenciados.
Para explicar de una manera relativamente descriptiva lo que esto significa en términos
estructurales y la manera en que se presenta en el contexto de la experiencia de los
escolares, veamos los siguientes puntos:
c) La separación entre familia y escuela exige de los niños además distinguir claramente
entre referencias sistémicas. Por una parte, el estudiante debe saber manejar la
diferencia de sentido entre las formas de comportamiento que pertenecen a la familia
y que son adecuadas en el hogar, y aquellas que son correctas o necesarias (frente
al profesor y los compañeros de clase) en la escuela.
d) Para los niños, la separación institucional entre familia y escuela se plasma también
en que ellos van 'solos' y sin padres a la escuela, y en que después de la escuela
retornan a sus familias sin profesores ni compañeros de clase. Que los niños deban
desenvolverse normalmente en la escuela 'sin padres' y distanciados de su entorno
familiar significa, sobre todo, que en la escuela los padres están ausentes y no se
encuentran cerca para interactuar. Los escolares interactúan con profesores y
compañeros de clase en la escuela sin la protección ni el respaldo de sus padres
presentes; ellos deben arreglárselas por sí mismos, cuestión que al inicio de la carrera
escolar puede ser muy dolorosa. Pero también la ausencia de los padres significa la
supresión de su vigilancia y control; la escuela tiene entonces, por así decirlo, también
una dimensión de libertad.
relación de los estudiantes, entre otros factores. Es claro que ni padres ni profesores
pueden controlar estos procesos.
En el caso que nos ocupa, el rol que juegan la escuela y la familia y, situado entre ambas, el
niño, sujeto de educación, es clave para el desarrollo dinámico y compartido de una
educación de alta calidad humana y cultural.
Desde esta dimensión del hecho educativo, las buenas prácticas de orientación han de tener
su inicio allí donde el futuro ciudadano nace y recibe los primeros mensajes educativos y
procesos de interacción y comunicación compartida, es decir, en el seno de la familia y de la
escuela, dentro de un clima de participación, de tolerancia responsable y de una educación
en valores.
¿Qué papel, pues, juega la familia, y su formación, en este escenario en el que se desarrollan
y educan sus hijos? ¿Están formados los padres para el ejercicio de saber educar sin dejar
de ser padres y de ser padres sin dejar de educar?
He aquí dos grandes peguntas para una respuesta que no se ha de hacer esperar por más
tiempo: conocer las situaciones emocionales por las que transitan las familias a lo largo del
proceso educativo y saber orientar a sus hijos potenciando unas buenas relaciones de
participación efectiva con la escuela.
En no pocos casos, los padres que no atienden educativamente bien a sus hijos,
especialmente a lo largo del periodo de su escolarización básica.
Las causas habría que buscarlas mediante un análisis de estas tres afirmaciones: muchos
padres tienen dificultades para educar a sus hijos porque “no saben”, “no pueden” o “no
quieren”; ésta última con menor incidencia respecto de las dos anteriores.
- Si “no saben” cómo educar a sus hijos, la labor del maestro, como tutor de un grupo
de alumnos y orientador de sus familias, adquiere un protagonismo relevante;
- Si “no pueden” realizar esta tarea, la razón se debe, a que dichos progenitores se ven
impedidos para compartir tiempos y espacios de educación con sus hijos, pues, como
manifiestan, pasan muchas de las horas del día fuera de casa por cuestiones de
trabajo, lo que supone una merma importante para la comunicación compartida y una
escasez irreparable de vivencias familiares y de enriquecimiento mutuo. En estas
circunstancias, la función de todo buen maestro y tutor ha de consistir, sin pretender
sustituir a los padres, en asesorarles y ayudarles favoreciendo escenarios de cercanía
física y emocional con sus hijos, siempre muy beneficiosos para la vivencia y
convivencia familiar.
- Si “no quieren”, poco pueden hacer los maestros y tutores. En todo caso, deberían
acercarse a ellos haciéndoles ver la importancia que tiene, como padres que son, lo
quieran o no, su personal autoestima, sabiendo que ésta, como decía William
Shakespeare, “no es tan vil pecado como la desestimación de uno mismo”, y
añadimos nosotros: “y de sus propios hijos”. Si logramos que crean en ellos mismos,
habremos recorrido una parte importante del camino, despertando en ellos
sentimientos de autoconfianza, valía, fuerza, capacidad y, seguramente, de
suficiencia para sentirse útiles y necesarios en la tarea educativa.
I LUSTRACIÓN 1
Bibliografía de consulta:
Para ampliar estos temas abordados en esta unidad es necesario que te tomes el tiempo de
explorar los recursos indicados a continuación:
10) Porto Currás, M. y Bolarín Martínez, M., (2013) “Revisando las prácticas escolares:
valoraciones de maestros-tutores” Profesorado. Revista de Currículum y
Formación de Profesorado, vol. 17, núm. 2, mayo-agosto, 2013, pp. 461-477
Universidad de Granada, España
Referencias Bibliográficas
▪ Cano González, R. y Casado González, M. (2015) “Escuela y familia. Dos pilares
fundamentales para unas buenas prácticas de orientación educativa a través de las
escuelas de padres” Revista Electrónica Interuniversitaria de Formación del
Profesorado, vol. 18, núm. 2, mayo-agosto, 2015, pp. 15-28 Asociación Universitaria
de Formación del Profesorado Zaragoza, España
▪ Fajardo Pascagaza, E. y Cervantes Estrada, L., 2020, “Las teorías sobre la sociología
de la educación y su impacto en los sistemas y políticas educativas en américa latina”,
Revista Boletín REDIPE, p. 55-76 - MAYO 2020 - ISSN 2256-1536, ECSAN, Bogotá,
Colombia
▪ Hartmann, T. y Vanderstraeten, R (2017) “Familia y escuela: Algunas reflexiones
sobre la diferenciación interna del sistema de la educación” Revista Mad. Revista del
Magíster en Análisis Sistémico Aplicado a la Sociedad, núm. 36, 2017, pp. 1-20
Facultad de Ciencias Sociales Santiago de Chile, Chile