(REALES) Trabajo Modelo
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FACULTAD DE DERECHO
Integrantes:
Sumilla:
En esta línea, a través del análisis de las sentencias veremos la lógica y el razonamiento
seguido por los jueces para, a continuación, exponer nuestra opinión sobre el caso,
resumida en que apoyamos el efecto retroactivo sólo para convalidar los actos del que ya
es propietario por usucapión. Así, contestando a la pregunta del título y adelantando lo
expuesto en el trabajo, la prescripción adquisitiva sí tiene efectos retroactivos como se
sustenta en la jurisprudencia de la Corte Suprema de Justicia.
SEMESTRE 2021-2
CASACIÓN Nº 3133-2007-LIMA
Respecto a los fundamentos por los cuales se ha declarado procedente el recurso, la Sala
señala que, por un lado, se habría interpretado erróneamente el requisito de la posesión
pacífica referida en el Art. 950° del Código Civil. La interpretación correcta, según afirma
la recurrente, consistiría en que la calidad de posesión pacífica se perdería solo cuando la
demanda de reivindicación del propietario se hubiera interpuesto dentro del plazo de los
diez años. Asimismo, precisa que el aludido proceso de reivindicación ha sido –incluso-
declarado nulo e insubsistente. Por otro lado, se menciona que no se aplicó el primer
párrafo del Art. 950° del Código Civil, cuando, por el contrario, la recurrente afirma haber
cumplido los requisitos exigidos en esta parte de la norma: ha ejercido la posesión como
propietario del terreno sub-litis en forma continua, pacífica y pública por más de catorce
años, y que aun posteriormente se ha interpuesto la demanda de reivindicación.
Por otro lado, la Corte señala que existirá interrupción civil de la posesión cuando el
propietario reivindica la cosa, a consecuencia de lo cual, y en virtud de la intimación
judicial, la posesión deja de ser pacífica. Sin embargo, ello no ha sucedido en el presente
caso. El Tribunal Ad quem reconoce que está acreditada de forma fehaciente la posesión
del bien por la demandante durante aproximadamente trece años, contando desde el
primer día en que ella empezó a poseer dicho bien.
Aunado a lo mencionado, es clave destacar que la Corte cita lo expresado por Manuel
Albaladejo (citado a su vez por Jorge Avendaño en “Derechos Reales” - Pontificia
Universidad Católica del Perú), quien señala lo siguiente:
Si bien la adquisición se produce al cumplirse el plazo que, en cada caso, la ley marca, sin embargo
tiene efectos retroactivos que alcanzan hasta el momento en que empezó a usucapirse. Es decir, el
usucapiente se convierte en titular del derecho al final del plazo, pero éste (sic) le es reconocido
como si le correspondiese desde el principio, efecto retroactivo que viene exigido por el propio
papel que la usucapión desempeña, ya que consolida los actos que como titular del derecho (sin
serlo), realizó el usucapiente durante el transcurso de la posesión; pues sin tal efecto de la
adquisición, aquellos actos serían atacables en cuanto realizados por quien no tenía derecho a
verificarlos. (subrayado nuestro) (2007, fj. duodécimo)
Por ello, dado que la recurrente sí cumplió con los requisitos señalados en el primer
párrafo del Art. 950° del Código Civil, se toma la decisión de que, con conformidad con
lo expresado en el Art. 396° del Código Procesal Civil, se declara fundado el recurso de
casación interpuesto por Club de Leones de La Victoria.
En síntesis, esta aplicación retroactiva de la usucapión genera efectos positivos para quien
adquiera la titularidad por este medio. Es así que el Club de Leones es reconocido como
titular del predio desde el momento en el que comenzó a poseerlo. De esta manera,
consolida los actos desde el instante en que comenzó a poseer porque se le reconoce titular
desde ese momento.
CASACIÓN Nº 750-2008-CAJAMARCA
En primer lugar, respecto a la interpretación errónea, la parte recurrente alega que la Sala
Superior interpretó equivocadamente el Art. 952° del Código Civil. Una correcta
interpretación de la norma, en realidad, afirma que una sentencia dictada en un proceso
de usucapión de bien inmueble es de carácter declarativo y con efectos retroactivos desde
el momento de la posesión, mas no a partir de la emisión o notificación con la sentencia.
En segundo lugar, en cuanto a la inaplicación, el Superior Colegiado habría inaplicado
los artículos V del Título Preliminar y 219° inciso 8 del Código Civil, cuando se han
contravenido los artículos 70° de la Constitución Política y 923° del Código Civil al
haberse donado diferentes partes de un predio por quien carecía de la titularidad de dicha
propiedad.
Asimismo, menciona que este criterio se basa en la posesión, la cual es la esencia misma
de la prescripción adquisitiva de dominio y que es eminentemente un poder de hecho
antes que de derecho. La Corte explica que, si la posesión se realiza de manera continua,
pacífica, pública y se prolonga por un periodo determinado de tiempo, en el cual el
poseedor actúa como dueño; se generan un conjunto de efectos que convierten al poseedor
en propietario, pudiendo ahora este ejercer las atribuciones propias de uno. Es así que el
derecho reconoce a la usucapión como un generador del derecho de propiedad, el cual es
evidentemente declarativo, puesto que busca el reconocimiento de un derecho a partir de
una situación de hecho determinada, o un pronunciamiento, que adquirirá garantías solo
mediante sentencia o resolución. Por ello, para adquirir este reconocimiento de forma
amplia y menos controvertible, existen vías como la de recurrir al órgano jurisdiccional,
notarial o registral.
Por todo ello, la Corte Suprema declara fundada el recurso de casación, declarando nula
la sentencia de vista y confirmando la sentencia apelada.
En ese sentido, debemos señalar que nos resulta curioso el término “ficción legal” con el
cual la Corte se refiere a la retroactividad generada por la figura bajo análisis. En realidad,
con el empleo del referido término, se confirma que el sistema jurídico abala algo que no
existió, pero que se interpreta como verdadero por la ley. En el presente caso, el título de
propiedad del usucapiente, en los hechos, realmente nunca existió durante el tiempo en el
que poseía el inmueble. Sin embargo, la realidad jurídica crea una ficción con la
retroactividad y establece como verdadero que el antes poseedor sí fue propietario durante
el transcurso del plazo de la prescripción adquisitiva.
Magda Benites demanda a Victoria Ramírez a fin que le restituya el bien inmueble de su
propiedad. Alega que sus padres eran propietarios sin derecho inscrito y luego de su
fallecimiento gestionó ante COFOPRI la titulación del inmueble. Así, se le otorgó el título
y se inscribió a su nombre en la partida registral.
La demandada Victoria Ramirez alega ser la propietaria del bien inmueble por usucapión
en el entendido que cumplió los requisitos del Art. 950°, no siendo necesaria una
sentencia judicial que la declare como tal. Señala que la usucapión hace que el poseedor
se convierta en propietario con retroactividad al momento en que empezó a poseer el
predio, extinguiendo el derecho que tenía el anterior propietario.
Se fijó como punto controvertido determinar si corresponde restituir. Tanto la primera y
segunda instancia como la CS son del parecer que el derecho de propiedad por
prescripción debe adquirirse por declaración judicial, por lo que la casación no prospera.
En este entendido, no es relevante para efectos del trabajo el razonamiento del juez
respecto de la reivindicación. Lo relevante es la argumentación de la demandada respecto
a la retroactividad de la prescripción.
Podemos apreciar como la demandada Victoria Ramírez alega que había adquirido la
propiedad por prescripción adquisitiva. Sin embargo, al ser un proceso de reivindicación,
se declaró fundada la demanda de Magda Benites.
CASACIÓN Nº 4003-2010-LIMA
El recurrente alega que la sentencia de vista ha infringido el Art. 950° del Código Civil,
norma que regula los requisitos de la prescripción adquisitiva de dominio de los bienes
inmuebles. Así, señala que -en el presente caso- resulta evidente que no se cumplen con
los requisitos de posesión pacífica y continúa exigidos por ley para adquirir por usucapión
el predio en litigio.
Finalmente, declara que existe una controversia adicional referida a la fecha de inicio del
plazo prescriptorio señalado por el demandante, puesto que, en su demanda, el inicio de
la posesión parte del año de 1996; mientras que, la Sala Superior, en un acto que
trascendía la petición del demandante, estableció que la fecha para computar el plazo era,
por el contrario, el 20 de julio de 1980.
En primer lugar, se establece que la “posesión pacífica” debe ser entendida como la
posesión que es ejercida sin perturbación ni cuestionamiento alguno: con armonía y
aprobación tácita de los integrantes de la sociedad. Ello incluye que no debió existir
manifestación de violencia alguna al adquirir la posesión, incluyendo sus formas
materiales o morales, o amenazas de fuerza. Por otro lado, la “posesión continua”
comprenderá a la posesión que se ejercita sin interrupción de continuidad en el tiempo o,
en el caso que hubiera existido alguna, la misma hubiera cesado antes de un año o por
sentencia que restituya, y haya sido finalmente recuperado por el poseedor; siendo esta
última condición aplicable para casos de interrupción civil y natural.
En tercer lugar, que el demandante haya presentado diversas solicitudes para adquirir la
propiedad del inmueble en litis por prescripción adquisitiva tampoco es considerado un
supuesto de interrupción del plazo de la prescripción ni perturba la posesión. Más aun
tomando en cuenta que dichas solicitudes fueron presentadas luego de que el poseedor
haya cumplido más de 10 años continuos ocupando el predio.
En cuarto lugar, la Corte Suprema declara que el tiempo de la posesión del demandante
sobre el inmueble se computa correctamente desde que se le fue entregado a este una carta
de autorización para ocupar el inmueble en 1980. A ello, una vez más la Corte, y como la
ha hecho en casaciones anteriores (CAS. Nº 3133-2007-LIMA), añade que, de acuerdo a
lo expresado por Manuel Albaladejo, a pesar de que la adquisición por prescripción se
produce cuando se cumple el plazo que la ley establece, esta posee efectos retroactivos
que alcanzan hasta el momento que empezó la usucapión (2010). Ello significa que la
titularidad del derecho se le reconoce desde el principio de la posesión del inmueble,
buscando de esta manera consolidar todo acto que haya sido realizado durante el
transcurso del tiempo requerido por la usucapión.
Por todos los argumentos expuestos, al no existir vulneración al Art. 950° del Código
Civil, declararon infundado el recurso de casación interpuesto por Alfredo Salgado Soria
y no casaron la sentencia de vista.
CASACIÓN Nº 1121-2013-LIMA
Siendo así, y aunado a los argumentos presentados por Grupo Cinco S.A.C. en la
interposición de la casación, Club de Leones de la Victoria señala que existe una
infracción a los incisos 1 y 3 del Art. 1099° del Código Civil y del inciso 1 del Art. 720°
del Código Procesal Civil, puesto que Grupo Cinco S.A.C. adquirió de Expreso
Internacional Ormeño Sociedad Anónima (en adelante Expreso S.A.) el inmueble en litis
por escritura pública el 5 de abril de 2002, derecho que no requiere de inscripción registral
conforme al Art. 949° del Código Civil. Así, señala que, tomando en cuenta que la
hipoteca realizada por Expreso S.A. a favor de Banco Banex en Liquidación data de fecha
17 de mayo de 2002 (fecha en la que se inscribió la hipoteca), los bienes que se pretendían
rematar ya no eran propiedad de Expreso S.A., sino de Grupo Cinco S.A.C.; Club de
Leones agrega asimismo que, en realidad, él goza del derecho de propiedad del Sub lote
3 adquirido por prescripción adquisitiva según sentencia ejecutoriada (CAS. Nº 3133-
2007-Lima).
En ese sentido, Club de Leones alega que se ha incurrido en una violación del derecho de
propiedad que tiene tutela. Ello pues, el Sub lote 3 materia de litis fue adquirido por él -
como ya lo vimos- por prescripción adquisitiva de dominio y, al existir un efecto
retroactivo producto de la prescripción por el cual consolidan los actos que se realizan
por el usucapiente, él es propietario desde junio de 1989, consolidando su posesión en
junio de 1999. Por lo tanto, le asiste el derecho de propiedad desde mucho antes de la
celebración de la hipoteca realizada por Expreso S.A. que data del 4 de abril de 2002 e
inscrita el 17 de mayo de 2002. Siendo, consecuentemente, esta hipoteca inválida por
haberse efectuado por quien a dicha fecha no era propietario del citado predio.
El razonamiento de la Corte Suprema es el siguiente:
En primer lugar, se reconoce que existe resolución judicial por la cual Club de Leones es
declarado como propietario del inmueble materia de litis, la cual, como lo vimos en la
CAS. Nº 3133-2007-Lima, constituye cosa juzgada estableciendo que el referido es
propietario del predio en cuestión. Así, como consecuencia del efecto retroactivo exigido
por la prescripción adquisitiva para consolidar los actos que como titular del derecho
realizó el usucapiente, se lo reconoce propietario desde el 29 de junio de 1989, fecha en
el que el Club de Leones comenzó a ejercer posesión de forma pública, pacífica y continua
como propietario.
Por todo lo señalado, y tomando en consideración los argumentos que han sido omitidos
en el presente trabajo por fines didácticos, declararon infundado el recurso de casación
interpuesto por Grupo Cinco S.A.C.; y fundado el recurso de casación de Club de Leones
de La Victoria.
Si bien ambas situaciones suscitaron años después de que Club de Leones asumió la
titularidad sobre el predio, es muy importante reconocer que el derecho es oponible
porque se conoce la fecha correcta del inicio de la adquisición de la propiedad, lo cual
solo es posible por el efecto retroactivo de la de prescripción adquisitiva de dominio. De
lo contrario, como bien señala Ramirez Cruz, los actos realizados durante el tiempo de
usucapión serían atacables en cuanto “se presumiría que fueron realizados por quien no
tenía derecho para realizarlos” (como se citó en Yangua Sandoval, 2017, p. 141). De esta
manera, otro efecto positivo que se desprende de la retroactividad de la usucapión es el
establecimiento de una fecha certera desde la cual reconocer oficialmente la titularidad
de la propiedad.
Cabe aclarar que se abrió un proceso de Ejecución de Garantías, por la que el inmueble
fue adjudicado a Carmen Valverde en 2010. Sin embargo, la sentencia indica que los diez
años de posesión se cumplieron el 2008, es decir, no existe, hasta antes de dicha fecha,
resolución judicial que ordene el desalojo o restitución del bien inmueble, siendo que los
efectos jurídicos producidos por demandas y denuncias posteriores no tienen efecto
retroactivo.
En esta última sentencia podemos notar dos perspectivas de análisis distintas respecto a
la retroactividad de la prescripción: la primera respecto a los efectos a futuro de la
prescripción y, la segunda, respecto a la convalidación de los pagos de impuestos y
servicios ejecutados durante la posesión del plazo de 10 años.
Justamente por esta razón y debate dejamos esta sentencia al final ¿Prevalecen los efectos
a partir del cumplimiento de requisitos o se debe entender implícito el carácter
retroactivo? Esta y otras preguntas serán respondidas en la sección de opinión que
veremos a continuación.
Esta postura es mostrada por Manuel Albaladejo como vimos en las anteriores sentencias.
Por esta razón de convalidación y simplificación es que consideramos que la ficción de
los efectos retroactivos de la prescripción es válida, en ningún caso puede utilizarse para
atacar el derecho del propietario original o algo por el estilo.
Referencias bibliográficas
Avendaño, F. (2017). La prescripción adquisitiva según la Corte Suprema. Gaceta
Jurídica.