La Divina Comedia Resumen

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LA DIVINA COMEDIA:

La Divina comedia Fue una poesía escrita por Dante Alighieri en lenguaje italiano.
Nos muestra una visión de la realidad y estado de las almas después de la muerte
en las tres zonas ultraterrenas: infierno, purgatorio y paraíso. Dante recogió estas
doctrinas, las ordenó y les dio forma de poesía dando lugar al poema eterno que
hoy conocemos.
Breve Resumen de la Divina Comedia
La obra poética La Divina Comedia, es un relato literario italiano complejo,
compuesto por tres capítulos, el infierno, el purgatorio y el paraíso, que
constituyen 100 cánticos y estrofas de tres versos. Donde Dante viaja a través de
los tres niveles, donde el paraíso simboliza el saber y la divina ciencia, el Infierno
constituye al ser humano frente a sus pecados y sus nefastas secuelas, el
Purgatorio sobre la tarda purificación de sus pecados hasta la liberación.
En esta obra, Dante nos relata con asombroso realismo un viaje en el que se
encuentra con grandes y terribles personajes de la historia; la trama puede ser
dilucidada en sentido literal a la atribución descrita en el poema: con gratitud a la
misericordia divina, donde Dante realiza una ilustración por los tres reinos para
depurar su alma. Y alegórico que insinúa a una transcendencia más profunda de
la narración, por la sucesión de los símbolos.
De acuerdo con su definición espiritual, la obra se muestra como una herramienta
de elevación del hombre hacia verdades cuya comprensión sólo se logra a través
de la manifestación de una conciencia suprema: la humanidad sólo puede
apartarse de la desdicha si abandona que el Poderío le guíe en los asuntos
terrenales y la Iglesia en lo espiritual, bajo la gracia de la contemplación divina.
El foco central de la historia se entrelaza así con argumentos como la fe en Dios,
la ética o la moral. Además de ser un devoto reflejo del conocimiento y el
pensamiento medieval. Descubre a continuación, todas las peculiaridades y
curiosidades que hacen de la Divina Comedia una obra magnífica en su especie.
No obstante, resulta oportuno hacer un resumen de cada uno de sus capítulos, a
fin de hacerse una idea de esta obra. A continuación, una breve revisión de la
Divina Comedia:
Detalles de la Divina Comedia
Dante Alighieri, el autor, se mostró como el protagonista de esta obra de su
autoría. Los lectores lograrán ver cómo se muestra un Dante perdido en la selva y
que es perseguido por peligrosas fieras. Se topa con Virgilio, el poeta de la
Antigua Roma, quien acude en su apoyo para mostrarle el infierno y lo ampara
para brindarle una guía a lo largo de su viaje.

Estructura
Entre las peculiaridades de esta obra se logra indicar el símbolo en cada uno de
los cantos y capítulos que domina, ya que contiene diferentes valores alternativos,
el canto de Dante por otra parte es sencilla al manifestar como se va revelando el
poema, establece acerca de las alturas de representación aparte del canto, la
leyenda, lo moral, literal y lo religioso.
La ordenación del poema de la misma forma es bastante sencilla con elementos
matemáticos y numéricos que se reconocen a lo largo del trabajo más que todo de
3 en 3 que se hallan vinculados con la Trinidad.
El poema continuamente es respetado por sus peculiaridades humanas, el
esquema débil de Dante ante los protagonistas que se encuentran presente
durante su camino.
Trama
Titulo Inicial; En un primer instante, Dante llamó simplemente Comedia a su libro.
No obstante, el título final llegó de la mano del escritor y erudito Giovanni
Boccaccio, quien agregó el adjetivo divina por ser un poema que cantaba a la
cristiandad.
Según dicen los expertos, el Paraíso simboliza el saber y la ciencia divina. El
Infierno al ser humano en cara a sus pecados y las consecuencias de estos.
Mientras que el Purgatorio, ese transcurso de purificación hasta la liberación de
todos los pecados.
Personajes
La Divina Comedia contiene una suma de personajes tanto principales como
secundarios que vamos a conocer a continuación, descubre cuales son algunos
de estos fabulosos protagonistas que se hallan presentes en esta estupenda obra
literaria.
Dante
Es el autor y protagonista de La divina comedia es el núcleo de toda actividad con
los otros protagonistas, debido a que Dante eligió presentar su poema ficticio
como registro de los acontecimientos que pasaron en realidad, un gran abismo
entre Dante el escritor y Dante el protagonista que está presente en el poema,
para tener un patrón el escritor Dante la mayor parte del tiempo expone que Dante
el protagonista es piadoso en imagen de los pecadores que se encuentran
sufriendo pero Dante escritor prefirió colocarlos en el infierno pensando su propio
sufrimiento.
Como resultado, es el completo representante del poeta Dante, es una parte muy
organizada, tolerante algo nervioso ante los inconvenientes que se le presentan
confundido en la parte íntegra como en los pensamientos debido a sus
experiencias vividas en el infierno, a medida que va transcurriendo el tiempo el
protagonista de Dante va aprendiendo a abandonar su atracción trayendo una
actitud más cruel hacia la condena de los pecadores ya que el observa el propio
reflejo de la justicia divina.
Virgilio
Es el acompañante de Dante durante los caminos del infierno, no obstante, Virgilio
recibió las ordenanzas para acompañar a Dante mediante su viaje espiritual, este
enseña una ayuda sabia, ingeniosa y tirano en donde esta incapaz de darle
protección a Dante de los indudables inconvenientes del infierno, los críticos
fundamentalmente conocen a Virgilio como un símbolo del testimonio humano
tanto en su gran poder como en su dependencia ante la fe de Dios.
Beatriz
Es una de las mujeres santificadas que se encuentra en el cielo, ayuda a Dante
mediante el viaje del paraíso en donde le pidió a un ángel que halle a Virgilio en el
infierno, de la misma manera que Dante Virgilio y Beatriz forman parte de los
protagonistas históricos, aunque las justificaciones de su vida se mantienen en
secreto se conoce que Dante se enamoró de ella cuando era joven y jamás olvidó
su amor.
Ella tiene un papel corto en el infierno en donde se convierte más eminente entre
el purgatorio y el paraíso, se conoce que durante el viaje ficticio de Dante en el
tiempo de su vida luego de la muerte, exterioriza encontrar a Beatriz quien se
perdió en la tierra como resultado de una muerte repentina, los críticos observan a
Beatriz como un símbolo del amor espiritual.
Otros Personajes
Asimismo de los protagonistas principales de la obra se hallan presente también
los protagonistas secundarios que además se desarrollan en La divina comedia
entre estos se hallan Caronte quién es la imagen de la mitología griega que Dante
obtiene, este es un viejo que traslada a las almas del río del infierno, Paolo
Francesca da Rimini es una pareja que están condenados al segundo círculo del
infierno debido a un amor inapropiado que iniciaron después de estar al corriente
de la historia de Lancelot y Ginebra.

INFIERNO
El primer capítulo “Infierno”, está estimado como un preámbulo a toda la obra,
porque las tres partes de La Divina Comedia están presentes en la vista simbólica
del primer capítulo. Dante se halla perdido en un bosque sombrío. Decide subir un
cerro, cuya cima simboliza el Purgatorio, mientras que el cielo y el sol representan
el Paraíso. No obstante, Dante está bloqueado en el camino de la montaña por
tres animales: un leopardo, un león y una loba, que personifican las tres divisiones
del infierno.
El espíritu de Virgilio surge y promete trasladar a Dante a la salvación por el
extenso camino, Las dudas en Dante disminuyen porque Virgilio ha sido enviado
por tres mujeres celestiales “la Virgen María, Santa Lucía y Beatriz”; esto
simboliza la combinación entre la razón y la gracia divina, indicando que la
salvación de Dante puede alcanzarse.
Después de ingresar al infierno en el tercer capítulo, aprende de sus pláticas con
Virgilio que cada pecado es penado, pasando metódicamente de los más sutiles a
los pecados más severos saturados de crimen y maldad. El infierno, que se
demuestra como una cueva subterránea en forma de embudo, hasta el fondo de la
tierra; allí, en el pozo, se sienta Satanás, prisionero por siempre y congelado en el
lago Cocytus, perpetuamente atormentando a los tres peores impíos de la historia:
Bruto Casio y Judas.
En este parte se hallan las almas que no recibieron el bautismo y que no
realizaron una falta grave. Aquí están Héctor y Eneas; Aristóteles, Sócrates,
Platón y Virgilio, a quienes no les fue revelado Dios. Durarán ahí mientras el
mundo los recuerde. No obstante, están penados a vivir sin la esperanza de
conseguir la gloria divina.
Al cruzar el Limbo, descienden al siguiente círculo, topándose con el juez Minos,
este demonio flagela el suelo, marcando la cantidad de círculos que deberán
bajar. Es incluso el segundo círculo donde comienza el castigo de los pecados de
lujuria, crimen y maldad. La deslealtad no cabía en el inventario del filósofo griego,
pero sí descubre un lugar entre de las faltas penadas por el cristianismo.
En el segundo círculo, el infierno se establece de la siguiente manera:
• Un torbellino traslada las almas de los lujuriosos.
• Tercer círculo. Los glotones avanzan bajo un diluvio de agua negra, nevada y
granizo. El recito es vigilado por Cerbero, monstruo que desgarra con sus grandes
colmillos a las almas que intentan escapar de la lluvia.
• Cuarto círculo. Usureros y derrochadores caminan en dos filas, lanzándose
bultos unos a otros y diciendo: “¿Por qué guardas? ¿Por qué tiras?” Su afecto
desquiciado al dinero los somete a tal condena. Plutón, monstruo de grandes
labios, vigila que lo efectúen.
• Quinto círculo. Los violentos combaten y atacan unos contra otros, mientras
están inmersos en las aguas peligrosas de la laguna Estigia.
Los círculos más difíciles del infierno, aquellos donde se sancionan el sacrilegio y
los vicios de crimen y maldad, están en la ciudad de Dite. Este territorio infernal se
localiza del otro lado de la laguna Estigia bajo el resguardo de demonios.
• Sexto círculo. Sepulcros rodeados en llamas contienen a los herejes. Pontífices
y sacerdotes destacan entre los condenados. Vicios de crimen. Sanción a las
ofensas contra Dios, el prójimo y la propia persona
• Séptimo círculo. Dividido en tres espacios, que castigan tres niveles de crimen:
– Los que agredieron al prójimo están en un río de sangre hirviendo. – Los
suicidas, fueron transformados en espinos y su destino es ser despedazados por
las fieras que habitan en ellos. Son las almas que no recuperarán sus cuerpos
luego del juicio final. – Los violentos hacia Dios. Crimen contra la naturaleza,
crimen contra el arte, y blasfemia contra Dios. Estos pecadores caminan bajo una
lluvia de fuego. Vicios de maldad. La realización intencional del mal se castiga en
la planicie de Malebolge
• Octavo círculo. Reciben su castigo los tramposos, quienes en vida
traicionaron al prójimo mediante la atracción, la corrupción, la brujería, la estafa, la
falsedad, el hurto, los malos consejos, la discordia y la suplantación de personas.
• Noveno círculo. No obstante, a lo que creemos, la zona más espantosa del
infierno es helada. Tal es la condena para los impíos.
Hay que apreciar los rasgos simbólicos de las condenas infernales, mismas que
precisan a pagar a las almas por desobediencia. Los lujuriosos, incapaces de
aguantar sus pasiones, son arrastrados por él. Los suicidas, jamás volverán a
recuperar su cuerpo. Hechiceros, tienen el cuerpo doblado obligados a mirar y a
caminar siempre hacia atrás.
Los impíos son penados con la misma frialdad con la que trataron a otros.
Penetrando hasta el último círculo y luego de ascender por la espalda de Lucifer,
Dante y Virgilio salen del infierno y se dirigen a la salvación. Pero, todos los
violentos en el Infierno permanecerán allí por siempre y sufrirán los espantosos
castigos que acarrean los pecados.
No hay tiempo para recuperar el aliento. Cerca de ahí se acrecienta el monte del
purgatorio, que también deberán escalar.
PURGATORIO
El traslado por el Infierno es un descenso continuo y cada vez más profundo, el
Purgatorio implica un esfuerzo en orientación contraria. El camino conducirá
siempre hacia arriba y cada nueva capa significará, no la caída, sino la conquista
de un mayor nivel de virtud.
Así que, entra en el Purgatorio, en el cual las almas están salvadas y casualmente
irán al Cielo porque declararon sus pecados antes del fallecimiento. Por
consiguiente, el estado de ánimo ha cambiado totalmente: las almas no están en
un aislamiento perdurable, sino que estudian en grupos de los modelos de
moralidad y vicio que corresponden a su penitencia. El Purgatorio se muestra
como una montaña en forma de cono.
Es propiamente dicho organizado en siete anillos de acuerdo a los siete pecados
capitales los cuales son: el orgullo, la envidia, la ira, la pereza, la avaricia, la
glotonería y la lujuria. En la cresta de la montaña está el paraíso o el Jardín del
Edén; Hasta ese lugar es que puede acompañarle Virgilio, que tiene negada la
entrada al paraíso. Por eso es que, a partir de ese punto, le guiará Beatriz, el amor
platónico de Dante.
En cada círculo del purgatorio se purifica un pecado capital. Tal como
comprendimos en el infierno, el castigo de las almas tiene un mensaje simbólico
con sus faltas.
Luego del ascenso principal Beatriz traslada a Dante por nueve esferas celestiales
del paraíso, estos son céntricos y esféricos como en la cosmología, mientras que
la distribución del infierno y el purgatorio se basaba en diversas clasificaciones de
los pecados, la organización del cielo se fundamenta en las virtudes
fundamentales y las 3 teologales.
El viaje por las esferas, que finaliza con la visión de Dios, es el más complicado de
todos. La sensibilidad va quedando atrás, accediendo el paso a lo puramente
inteligible. El poema representa este tránsito con una luz de intensidad progresiva.
Al final, es una luz deslumbradora que hace de la visión algo imposible; sin
embargo, señala con mayor fuerza lo que es el discernimiento y al pensamiento.
El Paraíso es una zona dividida en nueve cielos y en cada uno de ellos participa,
en cierto grado, del bien. De igual forma, las almas ocupan un orden acorde a la
naturaleza de sus acciones honestas.
• Primer círculo. Paga de la arrogancia. Las almas cargan enormes condenas
sobre sus espaldas, mismas que las fuerzan a mirar siempre hacia abajo.
• Segundo círculo. Las almas de los envidiosos llevan unas vestimentas de
silicio y sus ojos, que observaron con ira y desprecio la felicidad y el bien de otros,
están cocidos con alambres.
• Tercer círculo. En medio de una espesa niebla, los espíritus que ocupan este
círculo, desatan el nudo de la rabia, para liberarse y escalar.
• Cuarto círculo. Sanción al “amor del bien que no ha cumplido con su
obligación”, la flojera. Aquí las almas corren, por un gran fervor, para remediar la
tibieza con la que vivieron.
• Quinto círculo. Los tacaños y derrochadores cantan alabanzas a quienes
labraron la moderación y la miseria.
• Sexto círculo. En este lugar de la montaña, donde pagan sus culpas los
glotones, crece el árbol de la moderación. Un árbol con frutos de aroma agradable,
que junto a este corre un arroyo; ambos estimulan el hambre y la sed de las almas
que, al no poder consumir ni beber, logran la abstinencia que no conquistaron en
vida.
• Séptimo círculo. El fuego rodea las almas de los lujuriosos.
En la cresta del monte del purgatorio reposa el paraíso terrenal, el lugar donde
existieron los primeros hombres creados. Este es el último punto al que llegará
Virgilio, pues al ser un espíritu escéptico tiene prohibida la contemplación del
Paraíso.
PARAÍSO
En muchos sentidos La divina comedia de Dante se puede deducir como una
clase de tipificación ficticio del mal humano, los cuales el poeta constituye, aísla,
explora y reflexiona, a veces se puede cuestionar desde el principio de la
estructura examinar como un pecado sentenciado en el octavo círculo del infierno
se puede aceptar el delito de considerarse peor que un pecado realizado en el
sexto circulo como es el caso del homicidio.
Para entender esta ordenación se tiene que tener presente el tipo de narración de
Dante donde conserva los valores cristianos intactos, sistema moral se ve
prevalecido no por la felicidad humana ni con la calma de la tierra sino solo por la
voluntad de Dios en el cielo, es por ello que Dante conoce el crimen menos fuerte
que la trampa, de estos pecados el engaño conforma la mayor firmeza a la
intención de Dios.
Luego del ascenso principal Beatriz traslada a Dante por nueve esferas celestiales
del paraíso, estos son céntricos y esféricos como en la cosmología, mientras que
la distribución del infierno y el purgatorio se basaba en diversas clasificaciones de
los pecados, la organización del cielo se fundamenta en las virtudes
fundamentales y las 3 teologales.
El viaje por las esferas, que finaliza con la visión de Dios, es el más complicado de
todos. La sensibilidad va quedando atrás, accediendo el paso a lo puramente
inteligible. El poema representa este tránsito con una luz de intensidad progresiva.
Al final, es una luz deslumbradora que hace de la visión algo imposible; sin
embargo, señala con mayor fuerza lo que es el discernimiento y al pensamiento.
El Paraíso es una zona dividida en nueve cielos y en cada uno de ellos participa,
en cierto grado, del bien. De igual forma, las almas ocupan un orden acorde a la
naturaleza de sus acciones honestas.
Infierno:
1 Limbo: no bautizados
Homero Ovidio Horacio Cesar Sócrates Virgilio
2 Lujuriosos: cleopatra
3 Glotones y alcohólicos custodiados
4 Tacaños y gastadores custodiado bestia
5 Pereza iracundos
6 Herejes
7 Violentos custodiada por varios demonios tumbas incendiadas
8 Tramposos mentirosos
Aduladores, adivinos y magos chantajistas hipócritas ladrones malos consejeros
escandalosos falsificadores
9 Traidores rio helado
Lucifer con tres caras

Purgatorio
Encuentro con catón
Un ángel en un lago los guía
Anti purgatorio excomulgados y arrepentidos
Entrada purgatorio
en la frente de dante
Orgullosos esculturas con humildad cargan pesas
Envidiosos llevan párpados cocidos
Iracundos humo
Virgilio explica el amor
Determina la estructura del Purgatorio.
4 Perezosos
5 a 7 Pecadores que amaban las cosas materiales atados de pies y manos sin
moverse Tiembla el suelo es porque un alma penitente asciende al cielo
Glotones sin comer
Lujuria dante debe pasar una pared en llamas
Llegan a la cima del monte purgatorio dónde está el paraíso o jardín del Edén
hasta ahí llega Virgilio y lo acompaña Beatriz su amada

Hay varios cielos


Luna almas que se entregaron a la vida religiosa pero rompieron sus votos
Mercurio representa las buenas obras
Venus enamorados
Sol sabios
Marte guerra
Júpiter rey de los almas
Saturno templanza y vida en oración escalera de oro
Géminis esperanza amor y fe.
Afecta todas las esferas gobernada por dios viven los ángeles y dios Empíreo

Entra en contacto con dios 3 círculos padre hijo y espíritu santo.


¿Cuál es el mensaje de la Divina Comedia?:
La enseñanza es, buscar una vida equilibrada. Buscar en el mal, la oportunidad de
renovación, para ganar conciencia, y librar los círculos infernales. En cierta forma,
es un viaje al subconsciente del mismo Dante.
¿Qué reflexión deja Dante Alighieri con La Divina Comedia?
El mensaje más importante de la Divina Comedia es que todos nuestros actos
deben trascender lo meramente humano, lo meramente sensorial. El amor de
Dante por Beatriz es el ejemplo más notable. Como buen católico medieval Dante
creía en el más allá, creía que la vida terrena era una etapa y que nuestras almas
continuarían viviendo después de la muerte del cuerpo. Para Dante, entonces, la
trascendencia consistía en actuar para conseguir la salvación del alma.
Hoy en día somos más escépticos sobre la vida del alma en el más allá. Sin
embargo, existen otras formas de trascender. Cuando actuamos con un objetivo
más amplio que el de la simple utilidad o conveniencia personal estamos
trascendiendo el acto mismo. Cuando actuamos porque nos sentimos parte de un
todo estamos trascendiendo el acto.
Altruistas y egoístas. Los primeros serían los salvados en el universo de Dante, los
segundos serían los condenados.

¿Qué inspiró a Dante a escribir la Divina Comedia?:


El amor que sintió Dante por su Beatriz era inmenso. La describía como "una
dama tan bendecida y tan hermosa", cuya voz era "tierna, dulce y discreta. Una
voz de ángel, una música propia". Y fue su gran inspiración; su musa.
¿Cuál es el peor pecado que se castiga en el Infierno?:
Aquí se castiga el pecado de la gula. Los condenados sufren una tormenta
perpetua, con lluvia y granizo.
¿Por qué Dante fue al Infierno?:
Enamorado de Beatriz Portinari, a quien idealizó como la más maravillosa de las
mujeres. El amor de Dante por Beatriz quizá comenzó cuando ella tenía a lo sumo
nueve años y él era un adulto desde hace rato. Cuando la joven cumplió la
mayoría de edad la volvió a ver, y la obsesión seguía.
¿Qué piensan de La Divina Comedia de Dante?
La Divina Comedia de Dante Alighieri es una creación ultrapersonalísima, quizás
nunca se comprenda lo que quiso enseñar Dante en esa travesía fantástica, no
obstante, gozamos de las particularidades que nos aporta este libro:
• Es una de las venganzas más creativas de la historia. Dante Alighieri no
estuvo exento de la rivalidad constante entre güelfos y gibelinos. Dante se
identificó con el grupo de los güelfos blancos. fue exiliado, perseguido y todas las
personas que le hicieron algún mal aparecen en el Infierno de la Divina Comedia,
sufriendo castigos y penalidades.
• El título del poema. El título auténtico era ¨Comedia¨, pero Giovanni
Boccaccio, autor de Los Cuentos del Decamerón, añadió el adjetivo ¨Divina¨ como
una apreciación personal, aspecto que ha perdurado en el tiempo.
• El amor platónico de Dante hacia Beatriz Portinari. El tipo estaba loco por
Beatriz, ella fue su musa para crear esta obra, después de todas las desventuras
que esa extraña relación supuso debió quedar herido y con una tremenda
sensación de infelicidad, después de todo el hecho de no estar con ella y la
muerte de la misma cuando tenía veinticuatro años tuvo que ser un golpe fuerte
que se derivó en una creación tan profunda, después de todo se describe a
Beatriz como un ser sublime que reúne muchas virtudes.
• A mitad del camino de la vida. Este poema comienza con esta frase que trata
sobre el espacio de vida, luego señala ¨en una selva oscura me encontraba-
porque mi ruta había extraviado¨ Desde luego estar perdido requiere de algún tipo
de ayuda para ser rescatado, Dante con esta descripción nos ofrece una idea de
lo que perseguía, después de todo el se describe a sí mismo como personaje de
este poema extenso.
• Virgilio. Desde el verso 78 del Primer Canto aparece Virgilio, aquel poeta
romano que describió las hazañas de Eneas en la península itálica y quien se lo
idealizaba como el ¨fundador de Roma¨ y el vengador silencioso de Troya. Virgilio
que simboliza a la razón acompaña a Dante desde el infierno, pasando por el
purgatorio, pero no podía ir más allá, el cielo era para quienes habían nacido
después de Cristo, entonces Dante dejó a Virgilio en la antesala del Paraíso.
• El Infierno. Se describe al infierno como un hueco con círculos, andenes o
niveles que son diez, desde su antesala, también se describen recintos donde se
especifica las culpas. Allí se exhiben a muchos personajes históricos y mitológicos
que están pagando sus pecados de un modo ¨dantesco¨, después de todo existe
una especie de mensaje aleccionador y didáctico sobre las consecuencias de las
acciones de las personas, en esto se une a las ideas del cristianismo con otras
creencias mitológicas paganas.
• Por ejemplo en el Canto VII-Recinto 1 se encuentra el Minotauro, los
centauros -Quirón-y los tiranos.
• El Purgatorio. Luego del ante purgatorio está el purgatorio, espacio donde las
personas esperan una oportunidad para ir al paraíso, este espacio está dividido en
siete cornisas. Aquí se queda Virgilio que no pudo ir más allá.
• El Paraíso. Aquí Dante cambia de guía, Beatriz reemplaza a Virgilio. Se
presentan diez cielos y se indica que se avanza de manera ascendente. En la
sucesión de cantos se describe diversos santos y personajes del cristianismo,
también se menciona a los coros celestiales.
Cada parte del poema -Infierno, Purgatorio y Paraíso-está compuesto por treinta y
tres cantos, se atribuye un valor simbólico al número tres. De la misma forma cada
tres versos estos elementos se agrupan en una pequeña unidad.
¿Con qué propósito escribió Dante la Divina Comedia?
Dante escribe que su Comedia es para “sacar a los que están en un estado de
miseria (espiritual) y enseñarles el camino para su salvación”; en breve,
mostrarnos cuáles acciones nos conducen a la salvación del alma y cuáles nos
condenan.
Pero analicemos un poco más lo que conocemos de la vida de Dante y lo que él
mismo escribió en sus otras obras (Vita Nuova, Convivio, de Monarchia, de vulgari
eloquentia) …¿Cuáles eran los temas que obsesionaban a Dante?
1-La política. Las luchas partidarias y la injusticia que éstas generaban.
2-La poesía. Dante era poeta, y le interesaba sobremanera escribir en su lengua
materna, el toscano; hablarle a sus conciudadanos y compatriotas en una lengua
que todos pudieran entender.
3-Beatriz. Su amor por Beatriz lo lleva a escribir su primera obra en italiano, la
Vita Nuova.
4-La religión. Dante es un autor esencialmente religioso, un verdadero creyente.
Entonces, la respuesta es: Dante escribe la Comedia para exponer los temas
que él creía eran los más importantes —la trascendencia mediante la fe religiosa,
el correcto comportamiento moral individual y colectivo (política), la belleza del
lenguaje poético en lengua toscana, y el amor en su grado espiritual más alto
representado por su amor particular hacia Beatriz.
¿Qué inspiró a Dante a escribir La Divina Comedia?
-La búsqueda de elevar la conciencia a un nivel superior de lo común. -El escrito
es claramente una descripción de los defectos humanos, que hunden a la
conciencia en un estado de perversión continuo y cíclico. -La búsqueda de
salvarse de ese círculo es el objetivo del libro. -Aspirar a la liberación.
Divina comedia
La Divina comedia (en italiano moderno: Divina Comedia, en toscano: Divina
Comedía), también conocida simplemente como Comedia, es un poema escrito
por Dante Alighieri. Se desconoce la fecha exacta en que fue redactado, aunque
las opiniones más reconocidas aseguran que el Infierno pudo ser compuesto entre
1304 y 1308, el Purgatorio de 1307 a 1314 y, por último, el Paraíso de 1313 a
1321, fecha del fallecimiento del poeta. Se considera por tanto que la redacción de
la primera parte habría sido alternada con la redacción del Convivium y De vulgari
elocuencia, mientras que De monarca pertenecería a la época de la segunda o
tercera etapa, a la última de las cuales hay que atribuir sin duda la de dos obras
de menor empeño: la Cuestión de agua y La Tierra y las dos églogas escritas en
respuesta a sendos poemas de Giovanni de Regina.
Es la creación más importante de su autor y una de las obras fundamentales de la
transición del pensamiento medieval (Teo centrista) al renacentista
(antropocentrista). Es considerada la obra maestra de la literatura italiana y una de
las cumbres de la literatura universal.
Características
Dante Alighieri llamó sencillamente Comedia a su libro, pues, de acuerdo con el
esquema clásico, no podía ser una tragedia, ya que su final es feliz. Fue el escritor
y humanista Giovanni Boccaccio quien añadió el adjetivo "divina" durante la época
en la que se encargó de leerla y comentarla públicamente por diferentes ciudades
italianas, también por ser un poema que canta a la cristiandad. El libro suele
presentarse actualmente con un gran cuerpo de notas que ayudan a entender
quiénes eran los personajes mencionados. Estos comentarios incluyen
interpretaciones de las alegorías cristianas o significados místicos que contendría
el texto. Miguel Asín Palacios, por otra parte, destacó la importancia de la
escatología musulmana en la estructura del Infierno dantesco.1
La Divina comedia se considera una de las obras maestras de la literatura italiana
y universal. Dante resume en ella todo el amplio conocimiento acumulado durante
siglos, desde los antiguos clásicos hasta el mundo medieval; su fe religiosa y sus
convicciones morales y filosóficas. El estilo de la obra posee un rico lenguaje lleno
de símbolos y frecuentes referencias a personajes históricos y de la antigua
mitología. Numerosos artistas de todos los tiempos crearon ilustraciones sobre
ella; destacándose entre ellos las de Sandro Botticelli, Gustavo Doré, Salvador
Dalí, William Blake, William Adolphe Bouguereau y Miquel Barceló. Dante Alighieri
la escribió en dialecto toscano, matriz del italiano actual, el cual se usó entre los
siglos XI y XII. Dante finaliza cada una de las cánticas utilizando la palabra
estrellas; conectándolas, a pesar de sus marcadas diferencias.
Aunque la Divina comedia es principalmente un poema religioso, que discute el
pecado, la virtud y la teología, Dante también discute varios elementos de la
ciencia de su época,2 como, por ejemplo: las implicaciones de una Tierra esférica
y las estrellas visibles en el hemisferio sur o analiza la importancia del método
experimental en la ciencia, en las líneas 94-105 del Canto II del "Paraíso".
Estructura
Cada una de sus partes (Infierno, Purgatorio y Paraíso), está dividida en cantos,
cada uno consta de treinta y tres cantos, y más el canto introductorio suman 100
cantos en total. Cada canto fue compuesto por estrofas de tres versos
endecasílabos o rima, que se dice, él mismo inventó (tercetos).
El poema se ordena en función del simbolismo del número tres, que evoca la
Santísima Trinidad (el Padre, el Hijo y el Espíritu Santo), el equilibrio, la estabilidad
y el triángulo, las tres proposiciones que componen el silogismo, lo que se sumaba
al cuatro, que representaba los cuatro elementos: Tierra, aire, fuego y agua, dando
como resultado el número siete, como siete son los pecados capitales.
Finalmente, el Infierno está dividido en nueve círculos, el Purgatorio en siete y el
Paraíso queda formado por nueve esferas que giran como los planetas en torno al
sol.
Toda la obra está llena de símbolos que remiten al conocimiento y al pensamiento
medievales; religión, astronomía, filosofía, matemáticas, óptica, etcétera, que se
encarnan en personajes, lugares y acciones.
El poema cuenta con un personaje principal: Dante, que personifica a la
humanidad, y representa la tentación del pecado. Luego cuenta con dos
personajes secundarios: Beatriz, que personifica la Fe y lleva a Dante a cada una
de las esferas del paraíso, hasta el Empíreo, espacio inmóvil, donde contempla la
Rosa mística formada por Dios y sus elegidos; y Virgilio, que hace otro tanto con la
razón.
El Paraíso representa el saber y la ciencia divina. El Infierno representa al ser
humano frente a sus pecados y sus funestas consecuencias. El Purgatorio, la
lenta purificación de sus culpas hasta la liberación. En esta obra el autor narra con
extraordinario realismo un maravilloso viaje durante el que se encuentra con las
almas de grandes y terribles personajes de la historia; es un canto a la humanidad
que sólo en la fe en Dios encuentra su felicidad.
La estrofa por su parte está compuesta por tres versos, y cada una de las cánticas
cuenta con treinta y tres cantos, más el canto introductorio, de manera que la obra
completa se compone de cien cantos. Se usa un tipo de rima original, la "terza
rima"
Nel mezzo del cammin di nostra vita
mi ritrovai per una selva oscura,
ché la diritta via era smarrita.
Ahí quanto a dir qual era è cosa dura
esta selva selvaggia e aspra e forte
che nel pensier rinova la paura!
Dante también utiliza el número diez tanto como cabalístico que como número
pitagórico, que se aprecia en los cien cantos de la comedia, compuestos por los
treinta y tres de cada reino, más el de introducción. También es notable la
importancia decimal en los diez niveles del infierno, que son nueve círculos más el
ante infierno, donde se encuentran los ignavi, es decir, los indiferentes.
La estructura matemática de la Divina comedia, por otra parte, es mucho más
compleja de lo que aquí se esboza [cita requerida]. El poema puede leerse según
los cuatro significados que se atribuyen a los textos sagrados: literal, moral,
alegórico y anagógico. En este poema, Dante hace gala además de un gran poder
de síntesis que es característico de los grandes poetas.
La estructura también afecta a los registros lingüísticos: en el infierno se utiliza un
lenguaje vulgar, el texto del "Purgatorio" está lleno de citas bíblicas y el del
"Paraíso", de himnos y cantos litúrgicos.
Antes de emprender el viaje hacia los tres mundos, Dante despierta en una selva
oscura sin saber por qué llegó ahí. Cuando se habla de selva oscura se hace
referencia a algo malo, a lo contrario a Dios, ya que esa selva era oscura, era
mala. En esa selva se describe un paisaje inicial en el cual se ve el sol, las
estrellas, la playa y la colina. El sol en representación de la divinidad, de Dios, la
colina es el camino que debe subir para llegar a Dios, y Dante no puede llegar a
esa luz porque en el camino se encuentra con tres fieras que son obstáculos para
él, cada fiera representando un pecado. Ahí se encuentra con Virgilio y después
de una conversación con este, comienza su viaje.
Infierno
La primera parte describe cómo Dante se halla perdido en un bosque oscuro en su
mediana edad y entra en una cueva al pie del monte Sion, cerca de Jerusalén.
Tres animales alegóricos le salen al paso: una pantera, una loba y un león. Estos
animales representan los pecados que pueden atacar a Dante. La pantera
representa la lujuria y la ciudad de Florencia que lo ha exiliado. La loba es, según
los comentaristas, el pecado de la codicia, y más allá de esto el poder temporal del
Papa en Roma. El león representa la soberbia, y el poder de Francia, que
pretendía dominar Italia. Después se narra el descenso del autor al Infierno,
acompañado por el poeta latino Virgilio, autor de la Eneida, a quien Dante
admiraba, y que en la Edad Media tenía una curiosa fama de mago. Acompañado
por su maestro y guía, desciende al Infierno, que tiene forma de cono con la punta
hacia abajo y que como indica Agnelli, en la obra se indican diez giros a la
izquierda, infiriendo que cada uno es de 36°, formando así una circunferencia
completa al final.
En el infierno los poetas se encontrarán los que están siendo sometidos a castigo,
según la gravedad de los pecados cometidos en vida. En las puertas se advierte:
"Lasciate ogni speranza, voi ch'entrate / Quien entre aquí, abandone toda
esperanza".
El primer círculo corresponde al limbo, donde se encuentran las almas inocentes
de los que obraron bien, pero desconocieron el mensaje de Jesucristo porque
nacieron antes que él. Esas almas no sufren, pero no pueden participar del
Paraíso. Allí se encuentra a un grupo de cinco grandes poetas, entre los cuales es
aceptado como el sexto.
Dante encuentra en el Infierno a muchos personajes antiguos, pero también de su
época (muchos de ellos enemigos de Dante o que colaboraron en su destierro), y
cada uno de ellos narra su historia brevemente a cambio de que Dante prometa
mantener vivo su recuerdo en el mundo; cada castigo se ajusta a la naturaleza de
su falta (contrapasso) y se repite eternamente. Jorge Luis Borges5 cita como los
mejores pasajes la historia de Paolo y Francesca, amantes adúlteros que se
conocieron al leer en el libro de Lanzarote los amores de la reina Ginebra y esta
persona, que fue motivo de inspiración y homenaje por poetas románticos y
contemporáneos, así como la historia del conde Ugolino da Pisa, que se comió a
sus propios hijos, y del último viaje de Ulises. Son también impresionantes el
tránsito por el bosque de los suicidas, la travesía del desierto donde llueve el
fuego, donde Dante se encuentra a su maestro Brunetto Latini, y la llanura de hielo
de los traidores, estos últimos, considerados los peores pecadores entre todos. En
el último círculo "judesco", el Canto trigésimo cuarto, Dante se encuentra en la
cuarta zona del noveno círculo, en el hielo del Cocito, donde son castigados los
traidores de los benefactores, durante la noche del 9 de abril de 1300 (Sábado
Santo), o, según otros comentadores, del 26 de marzo de 1300. Los traidores
están sumergidos en hielo y al llorar las lágrimas les cortan los ojos. Se describe a
Lucifer como un demonio de tres cabezas dentro de cuya boca principal se hallaba
Judas, al cual mordía con sus filosos colmillos como un juguete, mientras este
gritaba de dolor; en las otras mordía a los asesinos de Julio César, Marco Junio
Bruto y Casio.
Agarrados al pelaje de Lucifer van descendiendo, pero de repente se encuentran
subiendo, porque han pasado el centro de la Tierra y se encaminan a las
antípodas. Allí vuelven a ver las estrellas.
Purgatorio
En esta segunda parte, Dante y Virgilio atraviesan el Purgatorio, una montaña de
cumbre plana y laderas escalonadas y redondas, simétricamente al Infierno. En
cada repisa o escalón se redime un pecado, pero los que allí habitan están
contentos porque poseen esperanza y saben que su pena es finita y acabará.
Dante se va purificando de sus pecados en cada nivel porque un ángel en cada
uno le va borrando una letra de una escritura que le han puesto encima. Allí
encuentra a famosos poetas, entre ellos a Publio Papinio Estacio, autor de la
Tebaida.
Esta parte comienza propiamente con la salida del Infierno a través de la natural
burella. Dante y Virgilio llegan así al hemisferio sur terrestre (que se creía por
completo bajo las aguas), donde en medio de ellas se halla la montaña del
Purgatorio, creada con la tierra utilizada para crear el abismo del Infierno, cuando
Lucifer fue expulsado del Paraíso tras rebelarse contra Dios. Tras salir del túnel
llegan a una playa, donde encuentran a Catón el Joven, que se desempeña como
guardián del Purgatorio. Teniendo que emprender el ascenso de la empinada
montaña, que resulta imposible escalar, es tan empinada que Dante tiene que
preguntar a algunas almas cuál es el pasaje más cercano; pertenecen al grupo de
los negligentes, los muertos en estado de excomunión, que viven en el Ante-
purgatorio. Un personaje notable de este lugar es Manfredo de Sicilia. Junto a los
que por pereza tardaron en arrepentirse, los muertos violentamente y a los
principios negligentes, de hecho, esperan el tiempo de purificación necesario para
poder acceder al Purgatorio propiamente dicho. En la entrada del valle donde se
encuentran los principios negligentes, Dante, siguiendo las indicaciones de Virgilio,
pide indicaciones a un alma que resulta ser el guardián del valle, un compatriota
de Virgilio, Sordello, que será su guía hasta la puerta del Purgatorio.
Tras llegar al final del Ante purgatorio, tras un valle florecido, los dos cruzan la
puerta del Purgatorio, que custodia un ángel con una espada de fuego, que parece
tener vida propia. Está precedido por tres jardines, el primero de mármol blanco, el
segundo de una piedra oscura y el tercero y último de pórfido rojo. El ángel,
sentado en el solio de diamante y apoyando los pies en el escalón rojo, marca
siete "p" en la frente de Dante y abre la puerta con dos llaves, una de plata y otra
de oro, que San Pedro le dio, y los dos poetas se adentran en el segundo reino.
El Purgatorio se divide en siete cornisas, donde las almas expían sus pecados
para purificarse antes de entrar al Paraíso. Al contrario del Infierno, donde los
pecados se agravan a medida que se avanza en los círculos, en el Purgatorio la
base de la montaña, es decir la cornisa I, alberga a quienes padecen las culpas
más graves, mientras que en la cumbre, cerca del Edén, se encuentran los
pecadores menos culpables. Las almas no son castigadas para siempre, ni por
una sola culpa, como en el primer reino, pero expían una pena equivalente a los
pecados durante la vida.
En la primera cornisa, Dante y Virgilio encuentran a los orgullosos, en la segunda
a los envidiosos, en la tercera a los iracundos, en la cuarta a los perezosos, en la
quinta a los avaros y a los pródigos. En esta encuentran el alma de Cecilio Estacio
tras un terremoto (que se produce cada vez que se libera un alma) y un canto
Gloria in excelsis Deo. En vida este personaje fue en exceso pródigo. Tras años
de expiación siente el deseo de guiarlos hasta la cumbre, a través de la sexta
cornisa, donde expían sus culpas los golosos, que lucen delgadísimos, y la
séptima, donde se encuentran los lujuriosos, envueltos en llamas. Dante recuerda
que Estacio se convirtió gracias a Virgilio y a sus obras, en particular la Eneida y
las Bucólicas, que le mostraron la importancia de la fe cristiana y el error de su
vicio. En ese sentido, Virgilio lo iluminó permaneciendo él en la oscuridad. Virgilio
fue un profeta sin saberlo, pues llevó a Estacio a la fe pero él, pudiendo tan solo
entreverla, no pudo salvarse, y deberá habitar hasta la eternidad en el Limbo. Es
en esta repisa de los lujuriosos donde se encuentra el Alighieri a sus amigos
poetas de lo que él mismo bautiza como dolce stil novo ("Purgatorio", canto XXIV,
v. 57). En la séptima cornisa, los tres tienen que atravesar un muro de fuego, tras
la cual hay una escalera, por la que se entra al Paraíso terrestre. Dante se
muestra asustado y es confortado por Virgilio. Allí, donde vivieron Adán y Eva
prima del pecado, Virgilio y Dante tienen que despedirse, porque el poeta latino no
es digno de conducirlo en el Paraíso. Pero Beatriz sí.
Aquí Dante se encuentra con Santa Matilde, la personificación de la felicidad
perfecta, precedente al pecado original, que le muestra los dos ríos, Lete, que
hace olvidar los pecados, y Eunoe, que devuelve la memoria del bien realizado, y
se ofrece a reunirlo con Beatriz, que pronto llegará. Beatriz le llama severamente
la atención a Dante y después le propone verla sin el velo. El poeta, por su parte,
busca a su maestro Virgilio, que ya no se encuentra con él. Tras beber las aguas
del Lete y del Eunoe, que hacen olvidar las cosas malas y recordar las buenas, el
poeta sigue a Beatriz hacia el tercer y último reino, el del Paraíso.
Paraíso
Libre de todo pecado, Dante puede ascender al Paraíso, lo que hace junto a
Beatriz en condiciones que desafían las leyes físicas, encadenando milagros, lo
cual es más bien natural dado el lugar en el cual se desarrolla el poema. Dentro
del recorrido será de hecho de gran importancia que el nombre de Beatriz
signifique "dadora de felicidad" y "beatificadora", pues en esta sección de la
Comedia ella releva a Virgilio en la función de guía. En efecto, a través de este
personaje, el autor expresa en los treinta y tres cantos de la sección varios
razonamientos teológicos y filosóficos de gran sutileza.
Sin embargo, el poeta expresa desde un principio la gran dificultad que significa
transmitir el recorrido emocional y físico de trashumanar, es decir ir más allá de las
condiciones de la vida terrenal. Sin embargo, confía en el apoyo del Espíritu Santo
(el buen Apolo) y en el hecho de que pese a sus falencias, su esfuerzo descriptivo
será emulado y continuado por otros (canto I, 34). En la introducción del canto II,
el autor reitera que para entender las alegorías de la obra es indispensable tener
de antemano muy amplios conocimientos en las materias que se van a tratar (II, 1-
15).
El Paraíso está compuesto por nueve círculos concéntricos correspondientes a los
nueve órdenes angélicos de la Jerarquía celestial / Περὶὶ τῆς οὐρανίου ἱεραρχίας,
obra compuesta por el Pseudo Dionisio Areopagita (ángeles, arcángeles,
principados, potestades, virtudes, dominaciones, tronos, querubines y serafines),
en cuyo centro se encuentra la Tierra. En cada uno de estos cielos, en donde se
encuentra cada uno de los planetas, se encuentran los beatos, más cercanos a
Dios en función de su grado de beatitud. Pero las almas del Paraíso no están
mejor unas que otras y ninguna desea encontrarse en mejores condiciones que
las que le corresponden, pues la caridad no permite desear más que lo que se
tiene (II, 70-87). De hecho, a cada alma al nacer Dios le dio cierta cantidad de
gracia según criterios insondables, en función de los cuales gozan aquellas de los
diferentes grados de beatitud. Antes de llegar al primer cielo el poeta y Beatriz
atraviesan la Esfera de fuego.
En el primer cielo, que es el de la Luna, se encuentran quienes no cumplieron con
sus promesas (Angeli), como la madre de Federico II, Constanza I de Sicilia. En el
segundo, el de Mercurio, residen quienes hicieron el bien para obtener gloria y
fama, pero no dirigiéndose al bien divino (Arcangeli). En el tercero, de Venus, se
encuentran las almas de los "espíritus amantes" (Principati). En el cuarto, del Sol,
los "espíritus sabios" (Potestà). En el quinto, de Marte, los "espíritus militantes" de
los combatientes por la fe (Virtù). En el sexto, de Júpiter, los "espíritus
gobernantes justos" (Dominazioni).
En el séptimo cielo, de Saturno, de los "espíritus contemplativos" (Troni), Beatriz
deja de sonreír, como lo había hecho hasta entonces. Desde ese punto en
adelante su sonrisa desaparece, pues por la cercanía de Dios su luminosidad
resultaría imposible de contemplar. En este último cielo residen los "espíritus
contemplativos". Desde allí Beatriz eleva a Dante hasta el cielo de las estrellas
fijas, donde no están más repartidos los beatos, sino las "almas triunfantes", que
cantan en honor a Cristo y María, a quien Dante alcanza a ver. Desde ese cielo,
además, el poeta observa el mundo debajo de sí, los siete planetas, sus
movimientos y la Tierra, muy pequeña e insignificante en comparación con la
grandeza de Dios (Cherubini). Antes de continuar Dante debe sostener una
especie de "examen" de las tres virtudes teologales: Fe, Esperanza y Caridad, por
parte de tres profesores particulares: San Pedro, Santiago y San Juan. Por lo
tanto, después de un último vistazo al planeta, Dante y Beatriz ascendieron al
cielo, el Primo Mobile o Cristallino, el cielo más externo, origen del movimiento y
del tiempo universal (Serafini).
En este lugar, tras levantar la mirada, Dante ve un punto muy luminoso, rodeado
por nueve círculos de fuego, girando alrededor de ella; el punto, explica Beatriz, es
Dios, y a su alrededor se mueven los nueve coros angelicales, divididos por
cantidad de virtud. Superado el último cielo, los dos ascienden al Empíreo, donde
se encuentra la "rosa de los beatos", una estructura en forma de anfiteatro, en el
cual, sobre la grada más alta está la Virgen María. Aquí, en la inmensa multitud de
los beatos, están los más grandes de los santos y las figuras más importantes de
la Biblia, como San Agustín, San Benito de Nursia, San Francisco, y también Eva,
Raquel, Sara y Rebeca. Cada alma es un pétalo de esa rosa.
Desde aquí Dante observa finalmente la luz de Dios, gracias a la intervención de
María a la cual San Bernardo (guía de Dante de la última parte del viaje) había
pedido ayuda para que Dante pudiese ver a Dios y sostener la visión de lo divino,
penetrándola con la mirada hasta que se une con Él, viendo así la perfecta unión
de toda la realidad, la explicación de toda la grandeza. En el punto más central de
esa gran luz Dante ve tres círculos, las tres personas de la Trinidad, el segundo
del cual tiene imagen humana, signo de la naturaleza humana y divina al mismo
tiempo, de Cristo. Cuando trata de penetrar aún más el misterio su intelecto
flaquea, pero en un excessus mentis6 su alma es tomada por la iluminación, la
armonía que da la visión de Dios, en el canto XXXIII (145), del amor que mueve el
sol y las otras estrellas (L'amor che move el sole e l'altre stelle). Por la grandiosa
luz del último cielo, Dante queda ofuscado, concluyendo así la Divina Comedia.

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