Kernberg - Entrevista Estructural
Kernberg - Entrevista Estructural
Kernberg - Entrevista Estructural
Las respuestas del paciente son de gran importancia para diferenciar entre las estructuras:
- Inicio con preguntas, directas o indirectas, presentadas en secuencia, dando una idea
clara de lo que se espera del paciente y sus posibles formas de respuesta.
- Este inicio permite al paciente hablar de sus síntomas y de sus razones para el
tratamiento, como de extenderse sobre la naturaleza de otras dificultades.
- La capacidad para recordar las preguntas, para responder a ellas coherentemente, bien
integradas, indica un buen sensorio, buena memoria, inteligencia normal o alta.
- Los pacientes pueden ser muy concretos, vagos o confusos, o evasivos en sus respuestas.
Ante esto cabe preguntarles si sienten que han respondido por completo o si las
preguntas son claras o abrumadoras. Si se reconocen dificultades para seguir al
entrevistador, las preguntas deben repetirse o plantearse de modo diferente. Si aún
existen dificultades para entender, se debe explorar la naturaleza de éstas. Así, se
diferencia la confusión originada en la intensa ansiedad, en la mal interpretación psicótica,
negativismo y alteración del sensorio, o graves déficit de memoria o inteligencia.
- Los pacientes pueden responder en formas que nada tienen que ver con la pregunta
inicial: esquizofrénicos, síndrome hipomaniaco, grave psicopatología del carácter. Las
manifestaciones tempranas de pérdida del juicio de realidad, síntomas psicóticos y
síntomas orgánicos agudos o crónicos, puede obtenerse junto a desarrollos prematuros de
transferencia característicos de pacientes con grave patología del carácter.
Animar al paciente a que hable sobre él mismo libremente, en particular a pacientes con
organización límite o síndromes psicóticos que han pasado hasta ahora inadvertidos,
puede activar las operaciones defensivas primitivas, y los rasgos interpersonales de estas
defensas manifiestas en la interacción inmediata paciente-entrevistador.
Si en este punto, el entrevistador, centrándose en el afecto o emociones del paciente,
contenido del pensamiento y conducta, comparte con él lo que le parece más
desacostumbrado en cualquiera de estos aspectos y pregunta si este puede explicar la
sensación el entrevistador de que la presentación del paciente tiene un aspecto extraño o
desconcertante, la respuesta de este ultimo puede dar luz sobre su prueba de realidad. La
prueba de realidad se refleja en la capacidad del paciente para empatizar con la
percepción del entrevistador de estas características de la interacción y en su capacidad
para empatizar con la percepción del entrevistador respecto del paciente.
Los pacientes con neurosis sintomáticas y patologías no límite del carácter son aquellos
que son capaces de responder en la fase inicial de la entrevista estructural con un
resumen pertinente de lo que los trajo a tratamiento, de cuáles son sus principales
dificultades, qué esperan del tratamiento y dónde se encuentran. No dan evidencia de
conducta, afectos o pensamientos atrevidos, extraños o absurdos. Su capacidad de prueba
de realidad permite desechar la posibilidad de enfermedad psicótica y presentan un
sensorio normal, descartando un síndrome cerebral orgánico. Estos pacientes son capaces
de extenderse más sobre sus síntomas presentes o sus dificultades. Entienden claramente
no sólo el contenido manifiesto de las preguntas del entrevistador sino también las sutiles
implicaciones de éstas.
En los pacientes neuróticos no se espera una total armonía (esto ya que con frecuencia
hay áreas periféricas de auto-experiencia que son contradictorias a un área central bien
integrada, pero esto no se puede equiparar a una difusión de identidad), pero debiera
haber una integración subjetiva central del auto-concepto sobre la que el entrevistador
pueda construir una imagen mental del paciente.
Debido a que los pacientes límites contaminan la información sobre el pasado con las
dificultades actuales de la personalidad, se debe procurar una exploración cuidadosa de la
vida actual del paciente límite con particular énfasis en el síndrome de difusión de
identidad, por tanto en la naturaleza de sus relaciones objetales, lo que entrega
información para clarificar el tipo y gravedad de su patología de carácter. Además se debe
hacer una investigación exhaustiva de síntomas neuróticos presentes en la actualidad.
Los pacientes con organización límite de la personalidad típicamente presentan difusión
de identidad, y las personalidades narcisistas dentro de este espectro presentan una
complicación adicional, y es que por lo general tienen un auto-concepto integrado, pero
este es patológico y grandioso. Sin embargo, presentan una clara falta de integración del
concepto de los demás significantes, lo que facilita el diagnóstico de difusión de identidad
y la predominancia de operaciones defensivas primitivas. Las características estructurales
de la personalidad narcisista surgen con más lentitud que las de patología límite no
narcisista. Generalmente surge en la fase media de la entrevista donde se ha comprobado
la prueba de realidad y ninguna evidencia inicial de falta de integración del auto-concepto,
surge entonces en forma gradual una superficialidad en la descripción en profundo de las
personas significantes, una expresión de auto-engrandecimiento y una actitud despectiva
al entrevistador.
Ante el surgimiento de una interacción emocional intensa en la fase inicial, se indica una
exploración inmediata de éstas manifestaciones en el aquí y ahora (después de haber
completado la exploración del paciente en la encuesta inicial). Es decir si un paciente con
indicaciones obvias de patología de carácter revela molestias en el afecto, contenido del
pensamiento o conducta, lo que hace surgir en la mente del entrevistador la cuestión de si
la prueba de realidad se conserva, se requiere una exploración inmediata de esas
molestias, antes que una mayor exploración de los rasgos patológicos de su carácter fuera
de la situación diagnóstica presente. Bajo esas circunstancias la clarificación y
confrontación en el aquí y el ahora, puede clarificar la existencia de la prueba de realidad
y asegurar al entrevistador que no está en presencia de una estructura psicótica. Entonces
puede volver a la exploración de la patología del carácter, y centrarse en las operaciones
defensivas primitivas.
Sin embargo cuando no se está cuestionando la prueba de realidad, es mejor continuar
con un segundo grupo de preguntas explorando más la vida del paciente y sus relaciones
con los demás fuera de la situación de entrevista, con el fin de confirmar la presencia de
difusión de identidad, y luego de esto, proceder a trabajar con las manifestaciones de
operaciones defensivas primitivas y relaciones patológicas en el aquí y ahora. Esto con el
objetivo de reunir información relativa a la difusión de identidad y a las operaciones
defensivas primitivas en un área relativamente neutral, primero, y sólo entonces ligar esta
información con la exploración de las implicaciones emocionales de estas manifestaciones
caracterológicas en el momento.
En pacientes con organización límite, especialmente aquellos con estructura narcisista, es
muy importante evaluar la conducta antisocial. Los rasgos antisociales junto a la calidad de
relaciones objetales, son variables de pronóstico cruciales para la psicoterapia intensiva en
personalidades límite y deberán explorarse siempre antes de que se inicie el tratamiento.
Si en el curso de la entrevista inicial resulta que el sensorio del paciente está claro, uno
puede entonces explorar si la falta de respuesta o la respuesta confusa al grupo inicial de
preguntas se debió a la pérdida de memoria o falta de inteligencia. Cuando un paciente
demuestra incapacidad grave para responder al grupo inicial de preguntas, los síntomas
de anclaje que reflejan anormalidades en el sensorio, memoria, e inteligencia deberán
explorarse antes de volver al examen de los síntomas de anclaje principales de la psicosis
funcional.
Un principio general de la entrevista estructural con pacientes psicóticos es que, una vez
que la clarificación y confrontación discretas confirman la pérdida de la prueba de
realidad, ya no se desafían los procesos de pensamiento del paciente, la distorsión de la
realidad y la experiencia interna. Por el contrario, debiera hacerse ahora un esfuerzo por
empatizar al máximo con la realidad interna del paciente para profundizar el
entendimiento del proceso psicótico mismo. En las fases media y de terminación de la
entrevista estructural de pacientes psicóticos, el diagnosticador puede en forma implícita
ajustar sus intervenciones a las distorsiones graves a la interacción con el paciente,
ayudándolo a lograr una fase de terminación de la entrevista no amenazante o reductora
de ansiedad.
Es una instancia que permite invitar al paciente a agregar información relevante que no se
haya obtenido con anterioridad. También es la oportunidad para que el paciente exprese
sus ansiedades provocadas por la situación de entrevista, y el terapeuta pueda
disminuirlas.
Es fundamental contar con tiempo suficiente para responder todas las inquietudes que el
paciente presente.