Fertilizacion de Trebol Rosado

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IX.

FERTILIZACIÓN DE TRÉBOL ROSADO

Rene Bernier V.

1. INTRODUCCIÓN

El trébol rosado (Trifolium pratense) es una especie leguminosa perenne de vida


corta, proveniente de Europa e introducido a Chile a mediados del siglo pasado
(Rojas, 1966). Tiene un crecimiento aéreo muy ramificado, semierecto o trepador que
surge de una corona situada encima de la superficie del suelo (Becerra y Soto, 1982).
Posee numerosos tallos y gran cantidad de hojas por tallo; flores de color rosado o
púrpura y hojas pubescentes, especialmente en la cara inferior de éstas . La planta
posee una raíz pivotante y profundizadora, la que puede alcanzar dos o tres metros
de profundidad, dependiendo de las características físicas del suelo. (Teuber, 1980).

En Chile, el trébol rosado es una especie forrajera monofítica importante. En


general, las praderas de trébol rosado son de corta vida, con una duración entre dos
a tres años, características que le hacen apto para praderas de rotación corta
(Teuber, 1980).

Esta especie crece en buena forma en zonas templadas (Spedding y Diekmanns,


1972) y su área de adaptación está comprendida entre los paralelos 30° latitud sur
(Coquimbo) y 43° latitud sur (Castro) (Silva y Vicens, 1964) aunque es posible
encontrar praderas de trébol rosado en la región de Aysén (XI Región).
Crece bien en una gran variedad de suelos, desde trumaos y arenosos hasta los
más pesados (arcillosos).
El trébol rosado puede sembrarse solo o asociado a gramíneas forrajeras,
formando praderas de rotación corta.

Puede ser utilizado en pastoreo y corte (heno, soiling y ensilaje), especialmente


en esta última forma (Becerra y Soto, 1982). Para el mejor aprovechamiento de una
pradera de trébol rosado, Becerra y Soto (1982) han confeccionado un calendario
para la zona centro-sur. Dicho calendario puede ser también usado en el sur el país,
con sólo algunos ajustes de fechas.

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Figura 1: Calendario de uso de trébol rosado
Fuente : Becerra y Soto 1982.

El calendario propuesto combina períodos de rezago, cortes para ensilaje y heno


y pastoreo.

Con un corte temprano para ensilaje (Noviembre y Marzo), quedando poste-


riormente un crecimiento importante para ser pastoreado en Abril-Mayo, antes del
inicio del período de heladas intensas.

El trébol rosado en el último tiempo, ha sido desplazado por la alfalfa como


forrajera de corte y como recurso de verano. Sin embargo, esta especie posee
características que la hacen muy deseable para algunas condiciones de la Décima
Región. Aunque la alfalfa es una especie de mayor rendimiento que el trébol
rosado, éste se adapta a condiciones más restrictivas que aquélla.

El trébol rosado puede tolerar mejor condiciones de humedad excesiva y de baja


fertilidad que la alfalfa, lo que la hace más adaptable. Por ésto, el trébol rosado se
puede establecer en suelos de la precordillera andina y trumaos del llano central o
rojos arcillosos de la costa. (Torres y Sierra, 1991).

Cuando las condiciones de fertilidad y manejo se optimizan, es posible obtener


altos rendimientos de materia seca con una pradera de trébol rosado solo. En
experimentos realizados en un suelo Osorno, se alcanzaron rendimientos de 23 ton/ha
de materia seca con una fertilización 64 - 200 - 100 ( N-P-K ). (Goic, 1967).

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2. FERTILIZACIÓN
Existen dos etapas muy importantes que deben ser consideradas en la fertilización
de praderas. La primera etapa y muy trascendente es el establecimiento. Con
frecuencia, en esta etapa se define la persistencia y productividad de una pradera,
en especial, cuando ésta es de rotación corta. La segunda etapa, la de mantención,
también reviste importancia, sobre todo en praderas de rotación larga o permanentes
de alta producción.

El establecimiento del trébol rosado, solo o en mezcla con gramíneas, es una etapa
muy importante en la vida de la pradera. Debe tomarse en consideración que existen
factores de producción que pueden ser tanto o más importantes que la fertilización.
Entre éstos se pueden mencionar: la época de siembra, la asociación a un cereal,
cultivo anterior, área agroclimática, tipo de suelo, etc. Muchos de estos factores
interactúan entre sí y en cierta medida pueden modificar los efectos de la
fertilización.
La respuesta del trébol rosado a la fertilización de establecimiento va a depender
de la fertilidad que tenga el suelo al momento de la siembra. Es por ésto que esta
especie se incluye en sistemas de rotación de cultivos que se fertilizan comúnmente
con altas dosis de fosfato. De este modo, se incrementa la fertilidad del suelo y se
logra un buen establecimiento de la pradera de trébol rosado.
Experimentos realizados en la Estación Experimental Remehue han permitido
aseverar que la mayor atención para obtener una buena pradera de trébol rosado,
debe concentrarse en su establecimiento. Esta conclusión se basa en las siguientes
evidencias:
a) la escasa o nula respuesta de la pradera de trébol rosado a la refertilización
fosfatada (2° año), aún con altas dosis de P2O5 (200 Kg/ha) (Bernier, 1982)
b) la mayor absorción de fósforo por la raíz de trébol rosado, se alcanza entre los
5 y 20 cm de profundidad de raíz (Bernier y Pino, 1984)

2.1 Absorción de fósforo por la raíz de trébol rosado


Experimentos con fósforo marcado ( P32 ), realizados en la Estación Experimental
Remehue, han permitido establecer que la planta de trébol rosado puede absorber
fósforo desde estratas profundas (Bernier y Pino, 1984).
De acuerdo a la cantidad de P32 absorbido por las plantas de trébol rosado a
diferentes profundidades, es posible graficar la absorción de fósforo desde el perfil
de suelo (Figura 2).
Según la Figura 2, más del 80% de la absorción de fósforo por las raíces de trébol
rosado ocurre en los primeros 20 cm del perfil de suelo, y de éstos, la mayor
proporción (más del 60%) entre los 5 y 20 cm. Se observa, también que la planta de
trébol rosado puede absorber cierta cantidad de fósforo a un metro de profundidad.

El hecho de que la planta de trébol rosado absorba la mayor parte del fósforo
entre los 5 y los 20 cm del perfil de suelo, hace que la respuesta a la aplicación de

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este elemento a una pradera establecida sea muy baja, siendo nula en muchos casos.
Esto se explica por la baja movilidad del fósforo en el suelo, el que se acumula en los
primeros centímetros del perfil.

Figura 2. Absorción de fósforo desde diferentes profundidades del perfil de suelo.


Fuente: Bernier y Pino, 1984

2.2. Fertilización nitrogenada


Como leguminosa, el trébol rosado puede asociarse simbióticamente con bacterias
del género Rhyzobium que fijan nitrógeno atmosférico. En presencia de nitrógeno
mineral en el suelo, los rizobios no fijan eficientemente nitrógeno atmosférico, por
lo cual la aplicación de un fertilizante nitrogenado, al momento de la siembra puede
inhibir la nodulación. Sin embargo, en suelos muy ácidos en los cuales existen
problemas nutricionales para la sobrevivencia de los rizobios, y por ende existe una
pobre nodulación, la aplicación de nitrógeno al establecimiento puede incrementar la
producción de la pradera. En general, la respuesta positiva al nitrógeno existirá en
aquellos suelos en los cuales existen condiciones adversas para la nodulación
(Spedding y Dickmahns, 1972).
Experimentos realizados en la Décima Región señalan que la respuesta al
nitrógeno es variable, probablemente debido a las diferentes condiciones de
nodulación (Cuadro 1).

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Cuadro 1. Producción de materia seca de una pradera de trébol rosado y ballica
H1 al año de establecimiento en dos suelos de la Décima Región con dos niveles de
fertilización nitrogenada y fosfatada.

FERTILIZACIÓN SUELOS(1)
N P2O5 Puerto Octay Puerto Fonck
(Kg/ha) (ton/ha)

0 0 9,20 8,40
64 0 10,60 10,00
0 200 10,50 11,20
64 200 12,94 11,20

(1)suelos volcánicos ubicados en la Precordillera Andina.


Fuente: Goic, 1967

Como se aprecia en el Cuadro 1, al aplicar 64 Kg/ha de N en ambos suelos, sin


aplicación de fósforo (P2O5), la producción de materia seca aumenta levemente. De
9,20 ton/ha a 10,60 en el suelo Puerto Octay y de 8,40 ton/ha a 10,00 en el suelo
Puerto Fonck. Sin embargo, al agregar fósforo los incrementos son mayores en el
suelo Puerto Octay (de 10,50 ton/ha a 12,94) que en el suelo Puerto Fonck (sin
incremento). Esta diferente respuesta se debe probablemente a que en el primer caso
el nivel de fósforo del suelo era inferior.

Dependiendo de la forma de siembra del trébol rosado, la aplicación de alguna


dosis de nitrógeno será necesaria. En la zona, se siembra generalmente asociado a
avena o alguna ballica de rotación corta (H-l, Tetrone, e t c . ) , las que requieren
elevadas cantidades de nitrógeno para expresar su potencial de rendimiento. Estas
siembras se realizan comúnmente en Otoño. Si el clima ha sido favorable para la
mineralización del nitrógeno orgánico del suelo (por humedad y temperaturas altas
en verano), éste presentará un nivel alto de nitrógeno mineral, el que, sin embargo,
no sería suficiente para la gramínea acompañante del trébol rosado. En este caso,
dosis de 30 a 40 kg. de nitrógeno por hectárea son suficientes para el buen
establecimiento de la gramínea.

2.3 Fertilización fosfatada

El fósforo es un elemento muy importante en la nutrición de las leguminosas y de


la asociación con rizobios del suelo. El trébol rosado no se aparta de esta norma.

Si bien la concentración de fósforo en la materia seca del trébol rosado pudiera


ser 0,2 a 0,4% en condiciones favorables para el establecimiento, para una producción
de 10 ton/ha de materia seca, los requerimientos de fósforo del trébol rosado varían
entre 20 y 40 kg P/ha por año. Sin embargo, la baja eficiencia de los fertilizantes
fosfatados en suelos derivados de cenizas volcánicas hace necesario aplicar
cantidades tres a cuatro veces superiores.

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Como se ha mencionado, la baja movilidad del fosfato en el suelo y la estructura
radicular del trébol rosado, hacen necesario que la fertilización fosfórica del
establecimiento deba ser cuidadosamente considerada.
En la generalidad de los casos, la respuesta de las praderas a la fertilización
fosfórica va a depender del nivel de disponibilidad que tenga el suelo. En suelos con
alto nivel de fósforo la respuesta a la fertilización fosfatada será baja, en cambio, en
suelos de baja fertilidad el establecimiento de las leguminosas será deficiente si no
se aplican dosis elevadas de fosfato.
Los diferentes suelos que se encuentran en la Xa. Región tienen también
diferente respuesta a la aplicación de fosfato, como se presenta en el Cuadro 2.

Cuadro 2. Producción de materia seca (ton/ha) en diferentes suelos de la Décima


Región con y sin aplicación de fósforo.
Fertilización Series de suelos
fosfatada Fresia Osorno Ñadi Pto. Fonck
Kg P2O5/ha (ton/ha)

0 5,73 9,46 3,34 9,19


200 9,23 19,60 4,76 10,46

Fuente: Goic, (1967).

Como se aprecia en el Cuadro 2, los suelos de la Décima Región presentan


diferentes potenciales productivos. El suelo Osorno presenta una alta respuesta a
la fertilización fosfatada, al igual que el suelo Fresia (rojo-arcilloso), aunque con
diferentes potenciales. En cambio, en los suelos Ñadi y Puerto Fonck se alcanzan
menores respuestas a la aplicación de 200 Kg. de P 2 O 5 /ha.
Experimentos realizados en diferentes localidades de la Décima Región permiten
observar que la respuesta de la pradera de trébol rosado a la fertilización fosfatada
depende del estado nutricional inicial del suelo (Cuadro 3 ).

Cuadro 3. Producción de m.s. (ton/ha) de trébol rosado en cuatro localidades


de la Décima Región, con una aplicación de 150 Kg P 2 O 5 /ha al establecimiento.

LOCALIDAD P inicial Producción de m.seca


ppm ton/ha
Osorno (trumao) 17 17,3
Río Bueno (plano dep.) 6 8,4
Rapaco (trumao) 21 12,6
La Unión (rojo-arc.) 31 12,7

Fuente: Bernier, 1985.

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Como se señalaba anteriormente, la pradera de trébol rosado no responde ( o lo
hace muy levemente) a la refertilización fosfatada.
Experimentos realizados en diferente suelos y localidades han permitido concluir
que la aplicación de fósforo, en cobertera, a una pradera establecida de trébol
rosado no tiene respuesta significativa en producción (Figura 3 ).

Figura 3. Producción de materia seca de una pradera de trébol rosado en dos suelos
trumaos y a diferentes niveles de fertilización fosfórica de mantención.
Fuente: Bernier (1982).

La elevada producción de materia seca que se puede lograr en una pradera de


trébol rosado de segundo a tercer año hace suponer que extrae también una elevada
cantidad de nutrientes desde el suelo. Dicha extracción es mayor que la que pueden
extraer algunas ballicas perennes con un mismo nivel de producción y fertilización
(Hunt et al., 1976). Sin embargo, la respuesta que se puede lograr con
fertilizaciones de mantención de praderas de trébol rosado siempre es muy baja
(Figura 3).
La estructura radicular de las plantas de trébol rosado le permite nutrirse de
estratas más profundas que las que se pueden fertilizar superficialmente. Es por
esto que como se aprecia en la Figura 2, no se obtienen respuestas notables, ni
siquiera a dosis altas de fosfato (200 Kg P 2 O 5 /ha) en ambos suelos considerados.

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Cuando se trata de una pradera mixta, en la que el trébol rosado está acompañado
por una gramínea, normalmente esta última requiere alguna cantidad de nitrógeno
que la leguminosa no es capaz de suministrar. Por las características de clima fresco
y húmedo a inicios de la primavera, en la Décima Región es necesario aplicar dosis
de 30 a 40 Kg. de nitrógeno en esta época para acelerar el crecimiento de la
gramínea. Dosis mayores pueden perjudicar al trébol rosado hasta hacerlo casi
desaparecer de la pradera (Cuadro 4 ) .

Cuadro 4 : Rendimiento total (ton/ha) y relativo (%) a la especie pura, del trébol
rosado solo y en mezcla con gramíneas a tres niveles de nitrógeno al
segundo año de cosecha.

Dosis de Nitrógeno (kg/ha)


Pradera 0 93 183
Trébol rosado solo (ton/ha) 9,94 8,09 7,21
Trébol rosado+pasto ovillo (ton/ha) 9,94 12,24 13,48
Rendimiento relativo (%)
Pasto ovillo 91 101 97
Trébol rosado 45 4 0
Trébol rosado+ballica perenne (ton/ha) 6,76 11,72 12,86
Rendimiento relativo (%)
Ballica perenne 72 84 89
Trébol rosado 51 22 7
Fuente: Johansen, (1983).
En todas las dosis de nitrógeno superiores a cero las praderas mixtas produjeron
mayor cantidad de materia seca que la pradera de trébol rosado solo. Esto debido al
efecto del nitrógeno en el rendimiento de las gramíneas, las que se desarrollaron en
perjuicio de la leguminosa, llegando ésta a desaparecer en la mezcla con pasto ovillo.

2.4 Fertilización potásica


La respuesta del trébol rosado a la aplicación de potasio está muy relacionada con
el nivel de disponibilidad del nutriente en el suelo. Como se observa en el cuadro 5,
no todos los suelos responden positivamente a la aplicación de potasio. Los suelos
ñadis y de precordillera andina presentan normalmente niveles bajos de potasio, por
lo cual será necesario incluir este elemento en la fórmula de fertilización.

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Cuadro 5. Respuesta de una pradera de trébol rosado a la fertilización potásica
(ton/ha de materia seca).

Fertilización Series de suelos


N P2O5 K2O Fresia Osorno Ñadi P.Fonck
0 0 0 5,73 9,46 3,34 9,19
0 200 0 9,23 19,60 4,76 10,46
0 200 100 7,36 19,78 8,43 15,42

64 200 10 8,41 20,18 6,41 12,94


64 200 100 7,49 22,03 9,27 14,83

Fuente: Goic, (1967).

2.5 Uso de enmiendas en trébol rosado


La acidez del suelo es un factor que afecta la nodulación en trébol rosado
(Spedding y Dickmahns, 1972). En suelos ácidos, generalmente es necesario aplicar
cal para subir el pH a un valor cercano a 6 para asegurar una efectiva nodulación.
En experimentos realizados en la Décima Región se ha obtenido que la aplicación
de cal como enmienda no ha tenido un efecto importante en la producción de materia
seca, ni en el peso de las raíces ni el número de nódulos (Cuadro 6 ).

Cuadro 6. Rendimiento de materia seca, número de nódulos y peso de raíces de


plantas de trébol rosado a diferentes valores de pH del suelo.

PH Prod. M. seca N° de nódulos Peso seco


ton/ha de raíces (gr)

5,3 15,01 58 16,4


5,4 18,23 36 12,2
5,5 12,37 83 15,9
5,6 18,73 52 18,0

Fuente : Bernier (1985)

Como se aprecia en el Cuadro 6, el trébol rosado tolera bien diferentes grados


de acidez, alcanzando altos rendimientos de materia seca. Uno de los efectos más
importantes del encalado de los suelos es favorecer el desarrollo radicular de las
plantas y la formación de nódulos en las leguminosas. En trébol rosado estos efectos
no son tan marcados dada su estructura radicular de raíz pivotante y de gran
crecimiento.

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3. CONCLUSIONES

1. Por la estructura del sistema radicular, las plantas de trébol rosado pueden
extraer nutrientes a mayor profundidad que la mayoría de las especies
pratenses. Debido a ésto, la etapa de establecimiento debe ser considerada con
mucha atención, en especial en el aspecto de fertilización fosfórica. En este
sentido, se recomienda realizar la aplicación fosfatada solamente al
establecimiento, ya que con fertilizaciones de mantención (en cobertera) se
obtienen muy leves respuestas en producción.

2. El trébol rosado, debido a su capacidad de absorber fósforo de estratas


subsuperficiales, no responde a aplicaciones de fósforo, una vez establecido.

3. La fertilización nitrogenada al establecimiento también debe recibir atención,


en particular cuando el trébol rosado se asocia a un cereal o a alguna gramínea
forrajera. En este caso, dosis de 30 a 40 Kg. de N/ha son suficientes para el
buen establecimiento de la gramínea.

4. La aplicación de potasio está condicionada a la disponibilidad de este elemento


en el suelo.

5. La fertilización de mantención sólo podría ser considerada cuando se trate de


mezclas de trébol rosado con gramíneas, y en este caso, sólo sería necesario
aplicar nitrógeno en dosis moderadas (30 a 40 Kg. N/ha).

6. Es posible obtener un excelente pradera de trébol rosado de dos a tres años,


cuando se incluye en una rotación de cultivos.

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