Coyote Mayra R2 U1

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Nombre del alumno: Mayra Consuelo Coyote Cornejo

Matricula: 21009258
Nombre del módulo: Modelos de innovación educativa v1
Nombre del reto: R2. Innovación.
Fecha de elaboración: 2/11/2021
Experiencia
El Martinet es una escuela publica para niños de 3 a 12 años. Empezó en
septiembre de 2004, aunque fue pensada y proyectada mucho tiempo antes, ha
procurado definirse como un espacio sano para el crecimiento y el aprendizaje. Se
hizo en dos fases: primero se construyo el edificio de Educación Infantil, que se
puso en funcionamiento en el curso 2004-2005 y un año y medio después se
termino el edificio de la etapa de Primaria.
La escuela esta ubicada en la población de Ripollet (área metropolitana de
Barcelona) en el barrio de Can Mas. La composición de la escuela ha sido muy
diversa e interesante, ya que ha acogido a familias de todos los barrios, de
muchas nacionalidades distintas y también de otras poblaciones cercanas
satisfaciendo a aquellos progenitores que querían para la educación de sus hijos
un proyecto mas innovador.
Otra escuela es posible.
El Martinet solo se explica desde un dialogo constante y una pertinaz búsqueda de
la interconexión de todos los aspectos esenciales; la vinculación entre unos y otros
la convierten en una escuela compleja, sorprendente y provocadora. Una escuela
que dibuja una nueva pedagogía desde lugares poco usuales, que busca
explicarse con nuevas palabras y ala vez con nuevas formas. Su compromiso se
sitúa en reconocer a la infancia como portadora de una cultura que orienta sus
actos y pensamientos.
Los ejes del proyecto pedagógico
El bienestar en todas sus dimensiones: Todo proceso de aprendizaje necesita
estar acompañado de bienestar, vinculando pues el acto de aprender a la alegría
de aprender, así como a la propia decisión de aprender.
El crecimiento de una comunidad: La escuela como una comunidad donde todos
los elementos integrantes (padres, madres, niños, maestros, personal de
administración y servicios, vecinos del barrio…) tengan un espacio y un
reconocimiento por lo que son, respetando sus biografías.
Una nueva mirada al aprendizaje.
Concebimos al ser humano como un organismo vivo que se crea y se construye a
si mismo en su relación con el entorno. Desde esta visión, entendemos que el
proceso de aprendizaje se inicia desde el interior. La escuela procura mirar
ampliamente los diferentes procesos que llevan a actuar, a establecer relaciones
entre las cosas y los fenómenos, adquiriendo herramientas para entender el
mundo en que están creciendo, sus distintos lenguajes, para poder construir en
ellos la competencia necesaria para decidir y orientar sus propias acciones.
El dialogo con el entorno.
El martinet se plantea un dialogo que le vincule con su entorno. Un dialogo que
nutra a la propia escuela pero que a la vez exija compromisos de esta con su
territorio.
Desarrollando el proyecto: elementos esenciales.
Redefinir una determinada concepción de los espacios y de los tiempos, pero
evidentemente también de lo que se aprende o de los materiales que se ponen a
disposición de los niños y las niñas.
Espacio.
Cada comunidad tiene sus espacios específicos. El concepto de hábitat referido a
espacio es motivo de constante reflexión, entendiendo que este puede ser
transformado en lugar mediante las acciones de las personas que cohabitan en él.
Una funcionalidad y claridad en los espacios que velen por la autonomía de los
niños y niñas.
Los materiales.
La selección de materiales que se ofrecen a los alumnos supone otro eje de
investigación potente y continuo para la escuela. Se procura que dichos materiales
tengan cualidades lo más naturales posible, también en sus formas orgánicas,
favoreciendo una relación cualitativa entre ellos.
El tiempo.
El tiempo de aprendizaje es único en cada persona. Un niño puede vivir desde su
propia temporalidad, es un niño que no se precipita; que es creador de su propio
aprendizaje, que le da tiempo y se concede el tiempo necesario para mirar, tocar,
escuchar…
La estructura.
La escuela tiene una estructura de tres comunidades: la de los pequeños, la de los
medianos y la de los mayores. Cada comunidad incluye los niños de tres edades
consecutivas, sus familias y un equipo de maestros, los grupos oscilan entre 25 y
27 alumnos. Esta estructura comunitaria permite un ambiente familiar rico en
relaciones.
La comunidad de los pequeños.
Esta formada por los niños de 3, 4 y 5 años, por el equipo de maestros que les
atiende y por sus familias. Esta ubicada en el edificio independiente del resto de la
escuela, de planta baja y con salida directa al jardín.
El acompañamiento de las familias.
Al iniciar la escolaridad, las familias pueden acompañar durante un tiempo a sus
hijos mientras estos están en el centro con la intención de que puedan asimilar la
perdida e identificar los beneficios que les supone la separación, entendiéndolo
como un proceso natural. La decisión de los padres de llevar a su hijo a la escuela
conlleva favorecer que este proceso sea posible y satisfactorio.
La comunidad de los medianos.
Esta formada por niños de 6, 7 y 8 años, por el equipo de adultos acompañantes
que los atienden y por sus familias y se encuentra en la primera planta del edificio
de Educación Primaria. Este trayecto personal se complementa con otras
propuestas destinadas a ampliar las oportunidades, estrategias y habilidades que
enriquecerán su aprendizaje.
La comunidad de los mayores.
Esta formada por niños de 9, 10 y 11 años, por el equipo de adultos que los
acompañan y les atiende y por sus familias. Este situado en la segunda planta del
edificio de primaria y se organiza como un gran hábitat con pequeños espacios de
investigación que en esta comunidad (se especializan) en diferentes temáticas. El
contenido de estos proyectos engloba áreas y lenguajes diversos, así como
estrategias y habilidades muy variadas.
Cultura de infancia.
La mirada que mira al niño y lo ve implica formación rica en cultura de infancia,
porque detecta aquello que universalmente le es propio, en la escuela hay un claro
interés por esta cultura. El martinet procura atender esta cultura, hacerla visible
justamente para aprender a mirar a los niños desde quienes son y desde aquello
que les es propio.
La presencia de las familias.
Dentro de escuela es la que hace realidad el concepto de comunidad, presencias
diversas en momentos también diversos, que se articulan bajo un respeto absoluto
por lo que sucede en la escuela.
En el Martinet mantienen los contactos formales que se vehiculan a través de las
entrevistas y reuniones de cada comunidad, en lo que se describe que son
capaces de compartir un mismo idioma.
El compromiso de los maestros.
Ser maestro en el Martinet es vivir la aventura de crecer al lado de los niños,
comprometiéndote con su crecimiento y el tuyo. Buscar maneras de acompañar a
los niños en el crecimiento requiere por parte del adulto una actitud atenta y de
escucha por aquello que se hace, se dice o se pregunta.
Conclusión:
Siempre podemos ir innovando, aprendiendo y fortaleciendo necesidades
de los niños en forma adecuada a su edad. No se trata de tener un salón de
clases sino mas bien tener un espacio o un lugar con distintos materiales.
Cada lugar esta adaptado para cada tipo de aprendizaje dando lugar a cada
alumno. Se tiene que reforzar mucho la crianza compartida pues esto ayuda
mucho a que los papas se involucren en las actividades y se den cuenta de
verdad de como trabajan los niños y que tanto han avanzado. Yo creo que
se pueden ir innovando conforme vamos observando nuevas necesidades
de los alumnos de nosotros también, podemos crear actividades que junto
con el padre de familia las trabajen, pueden ser cuentos, experimentos,
rallys, día de cocina y clases muestra entre otras más.

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