El Estado

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EL ESTADO COMO ACTOR INTERNACIONAL

CONCEPTO:

El estado nacional

Antes de desarrollar el tema: Estado como protagonista internacional, intentemos


recordar qué se entiende por Estado Nacional.

El Estado es “la nación jurídicamente organizada”, y sus habitantes están unidos por
un sentimiento común y por sus propias voluntades de formar parte de esa
nación.

Ese sentimiento común surge, porque sus habitantes comparten tres elementos
fundamentales:

El territorio, con límites más o menos precisos.

Una historia, con hechos pasados significativos, fundantes, como por ejemplo el
establecimiento del primer gobierno patrio, la Declaración la Independencia,
etc.

Una misma lengua, utilizada por todos.

Los habitantes de un mismo territorio, que cuentan con un pasado en común y que
hablan una misma lengua, tienen una identidad social y están organizados de
cierta manera: gobierno, leyes, instituciones.

Por lo tanto, Estado, es la comunidad de personas que posee un territorio común


definido, una identidad cultural con un pasado con momentos fundantes, una
lengua común, una identidad cultural y además están organizados
jurídicamente.

Sin embargo, algunas investigaciones de las ciencias sociales, parecen contradecir la


eficacia de la definición anterior. El vínculo entre territorio, nación y Estado es
problemático y basta con recurrir a ejemplos:

“Entre 1865 y 1880, la Argentina participó en la guerra contra el Paraguay como aliada
con Brasil y Uruguay, Los conflictos que el Estado Argentino debió enfrentar

1
durante esta guerra son ejemplos de esta falta de correspondencia absoluta
entre territorio, Estado y nación.

En el momento en que estalló la guerra, el gobierno nacional, presidido por Bartolomé


Mitre, vio en ella una herramienta para impulsar la unificación nacional, azotada
por conflictos entre las autoridades nacionales y los poderes provinciales, así
como entre los grupos dirigentes de las provincias. Sin embargo, la guerra
resultó impopular y en algunas provincias –sobre todo en las mesopotámicas-
hubo resistencias al reclutamiento de soldados y se produjeron deserciones e
intentos de deserción masivos.

Algunos han explicado este hecho sugiriendo que mucha gente percibía esa guerra
como otra guerra civil. Ese Estado, que luchaba por su organización interna y
que ya había redactado una constitución, no lograba que todos sus habitantes
poseyeran una idea de nación que se correspondiese estrictamente con la que
él promovía.

Desde el punto de vista cultural, es posible suponer que muchos habitantes de


algunas provincias argentinas no encontraran tantas diferencias con el
Paraguay. Existía, incluso, una comunidad lingüística -que hablaba guaraní-
que no se correspondía exactamente con las fronteras trazada entre ambos
países.

En algunas zonas de Europa contemporánea, como en la ex Yugoslavia, se


encuentran ejemplos dramáticos de esta falta de correspondencia entre nación
y Estado.

Es posible observar la coexistencia, en un mismo Estado, de diversas comunidades


con tradiciones culturales, lenguas y adhesiones religiosas distintas. Las
identidades diferenciadas de estos grupos sociales – reforzadas por la
existencia de rivalidades históricas- se acercan mucho a la idea de lo que es
una nación.

Las formas de organización de las sociedades humanas han sido distintas a lo largo
de los diferentes períodos históricos, por lo que es necesario considerar la
forma Estado-nación como una de las tantas en la historia de la humanidad".

ACTIVIDAD N° 01

A. ¿Qué elementos comparten los habitantes de un Estado? Desarrollar cada


uno.
B. Explicar con tus palabras la problemática del caso argentino entre 1865 y 1880
en la vinculación de territorio, Nación y Estado.

Un poco de historia

El Estado constituido históricamente de esta manera es un Estado soberano en


su espacio. Esto significa que a través de este proceso transformó la fuerza en
poder legítimo, el poder de hecho en poder de derecho. Este poder legítimo
del Estado se basa en la existencia de un ordenamiento jurídico y en su
capacidad de imponer la paz en su propio territorio y reunir a los habitantes
para defenderse de la ofensiva de un Estado enemigo”.

Con el tiempo la idea de nación, consolida al Estado, pero a través de procesos


dificultosos.

2
“El Estado centralizado, con una organización jurídica y una estructura institucional se
enfrenta, generalmente, con las diferencias culturales existentes entre los
diversos grupos que conforman el país. Cómo exigir fidelidad a un Estado a
individuos que se sienten sólo parte de su grupo cultural, que hablan una
lengua, profesan una religión y tienen costumbres que, en muchos casos,
difieren notablemente de las propuestas por el Estado central.”

La extensión de las instituciones del Estado y, fundamentalmente, del sistema


educativo por todo el territorio es crucial para afianzar la idea de nación.

La modificación de las condiciones económicas fue creando mercados de dimensiones


nacionales que derivaron en la homogeneización de una serie de
comportamientos de grupos que, en períodos anteriores, habían permanecido
aislados en sus regiones. Sin embargo, el elemento económico no es suficiente
para lograr la homogeneidad contenida en la idea de nación. Para que se dé en
toda su significación, la idea de nación tiene que estar “en la cabeza” de las
personas, lo cual sucede, en parte, como consecuencia de haber vivido un
proceso histórico común, pero también gracias a la intervención del Estado en
la difusión de esa idea. La actividad del Estado en la difusión de la idea de
pertenencia a una nación puede ser más fuerte o más atenuada, de acuerdo
con una serie de condiciones.

Si comparamos dos Estados europeos, Gran Bretaña y Francia, por ejemplo, veremos
que la idea de nación y su compatibilidad con el Estado es muy fuerte en el
caso de Francia. En Gran Bretaña, por el contrario, encontramos un Estado
que no ha sofocado las diferencias culturales que algunos llaman
“nacionalidades espontáneas”. Los habitantes de Gran Bretaña se sienten
ciudadanos de ese Estado, pero no necesariamente lo perciben o lo sienten
como su “patria”. Su patria es, en todo caso, Inglaterra, Gales o Escocia.

Para algunos historiadores, la explicación de estas diferencias reside en la insularidad


de Gran Bretaña –en los tiempos del surgimiento del Estado moderno era una
isla fácilmente defendible con una flota- que le permitió conservar una
estructura estatal flexible. Los países del continente, como Francia –
permanentemente expuestos a invasiones de sus vecinos -, debieron imponer,
en cambio, una forma centralizada del poder a través de la administración, la
escuela del Estado, los institutos de reclutamiento, etc.

En suma, la forma de organización de la sociedad del Estado moderno requiere del


consenso de sus habitantes, que cada uno se identifique como parte de ese
grupo social sometido a la soberanía de ese Estado. La idea de nación es la
que posibilita ese consenso. En algunos casos surge casi sin conflictos, por la
preexistencia de elementos comunes de índole cultural, y el Estado se encarga
–a través de sus instituciones y de sus símbolos- de mantener y reavivar esa
identidad. En otros, cuando dentro del mismo territorio conviven grupos
culturales diferentes, el Estado, interviene de manera coercitiva para borrar
esas diferencias o, por lo contrario, encuentra la forma de recurrir a una
identidad más amplia que contemple las diferencias en tanto manifestaciones
culturales regionales que se integran en una totalidad cultural mayor: la
nación.”1

En la actualidad con los procesos de transnacionalización y globalización, la idea


de Estado-Nación, no ha adquirido otros puntos de vista, nuevas dimensiones.

1
CASULLO-BORDONE-HIRSCHMANN-MASQUELET-PODETTIRASNOSKI-RUBINICH-PUJATO-TADEI:
Educación Cívica II. Pág.27.

3
Leeremos el siguiente texto para encontrar una explicación al nuevo rol del Estado
como actor internacional, en el nuevo contexto mundial.

“La forma de organización política y jurídica de las sociedades característica de la


época moderna es el Estado-nación. El Estado, tal como se entiende en la
actualidad, es una organización centralizada, de tipo impersonal, que ejerce su
poder sobre un conjunto de individuos que viven en un mismo territorio. El
Estado ejerce su soberanía sobre este territorio y sobre los que habitan en él.

La soberanía de un Estado es la capacidad que éste dispone para imponer reglas. De


este modo, garantiza la paz en el territorio y protege las fronteras mediante
diferentes instituciones. La soberanía implica, además – con distinta intensidad,
según los gobiernos –, el aliento de determinados valores, considerados
propios o preferidos por esa nación: la preservación de la lengua nacional, el
relato de la historia del país a través del sistema educativo, la promoción de
bienes culturales que tengan relación con la identidad – en un sentido flexible y
amplio – de ese grupo social que habita dentro de las fronteras del Estado-
nación.

En los últimos años, y con más fuerza a medida que se acerca el fin de siglo, algunos
elementos que conformaban esta idea de Estado-nación parecen haber
entrado en crisis. Cambios en distintos niveles alteran la tradicional idea de
las fronteras nacionales. Estos cambios suponen, entre otras cosas, una
visión de la soberanía menos acotada y más flexible que en su forma clásica.

La comunicación y la relación jurídica entre las naciones cambiaron a mitad del siglo
XX, con respecto al siglo XIX. La existencia de una organización como las
Naciones Unidas (ONU) es un hecho que puede ser visto como un
fenómeno de globalización. Sin lugar a dudas, supuso un intento de
encontrar un marco jurídico internacional e implicó una posibilidad más racional
de resolver conflictos y de construir proyectos de cooperación internacional. La
ONU no es una organización que posea poderes propios: tiene características
confederales, es decir que participa de ella una cantidad de Estados que
conservan su soberanía plena. En esta forma de organización, la idea
tradicional de Estado-nación se mantiene sin modificaciones.

Actualmente se están produciendo procesos que alteran este estado de las cosas. Los
cambios en el orden científico-técnico han modificado las formas de
producción económica y también las formas de producción, distribución y
consumo de los bienes culturales. Los grandes grupos económicos no tienen
en estos tiempos identidades nacionales demasiado definidas y, aún en el caso
de que las tuvieran, su contexto de acción es cada vez más internacional y el
proceso mismo de producción suele desarrollarse en un contexto que
trasciende las fronteras nacionales.

Tres o cuatro décadas atrás un auto se fabricaba casi íntegramente dentro de las
fronteras de un Estado nacional, más allá del origen de las empresas
productora. En la actualidad, es probable que algunas piezas se fabriquen en
Brasil, otras, en Francia y el armado definitivo se realice en la Argentina. Esta
realidad plantea la existencia de posibles dificultades legales en el
ordenamiento jurídico de cada nación

Del mismo modo, las nuevas formas que adquirieron los medios de comunicación
de masas a causa del satélite, por ejemplo hacen que las ideas tradicionales
acerca de las fronteras culturales se vean cuestionadas de hecho. En la
actualidad, cada vez más personas pueden ver en su casa emisiones de

4
televisión de lugares diversos del planeta y en distintos idiomas. Este fenómeno
presenta aspectos democratizadores, pero también riesgos, en tanto hay
países que no poseen, por ejemplo, una infraestructura que le permita producir
sus propios productos. La libertad de elección que implica la presencia de más
opciones, se ve restringida porque no todos los países tienen las mismas
posibilidades de producción. Esta circunstancia plantea algunas cuestiones al
concepto tradicional de soberanía. ¿Tiene el Estado nacional el derecho, por
algún motivo, de restringir la circulación de algunos productos, como las ondas
de TV? Si la comunidad acuerda que, efectivamente, en algunos casos lo tiene,
¿tendría capacidad real para hacerlo? ¿Existen las condiciones políticas y
jurídicas que le permitan en estos casos ejercer su poder soberano?

Esta situación de hecho ha derivado en intentos de organización jurídica


transnacional. En algunos casos, estas organizaciones tienen objetivos
decididamente económicos como el tratado NAFTA, entre México y Estados
Unidos, o el MERCOSUR, en el que están implicados la Argentina, Uruguay,
Paraguay y Brasil. En otros, como en la Comunidad Europea, el tema de las
relaciones económicas –que incluye hasta el proyecto de poseer una moneda
común- no es el único y se llega hasta la constitución de formas de
organización política como el Parlamento Europeo.

Es imposible predecir la futura evolución de estas formas de relación y sus


consecuencias. Lo que sí se puede saber es que las nuevas formas de
comunicación, las nuevas formas de trabajo y de consumo presuponen
cambios en nuestra vida de todos los días. Inciden, por ejemplo, en la
manera en que nos relacionamos con el conocimiento de los hechos que
ocurren en distintas partes del mundo. Si hasta hace pocos años nuestras
opciones para obtener información de lo que ocurría en el mundo estaban
dadas solamente por el acceso a medios de comunicación nacionales,
actualmente es posible que veamos cómo tratan una misma información
medios de México, los Estados Unidos o España. En este nuevo estado de
cosas, los medios nacionales se ven obligados a producir la información de otra
manera.

Todas las formas de organización de las sociedades humanas son históricas, es


decir, no han sido ni serán siempre de un solo modo, cambian con el
correr del tiempo. El Estado nacional moderno es la forma bajo la cual
estamos viviendo en la actualidad pero estos procesos de
transnacionalización ponen en cuestión muchos de los elementos que
ayudaron a construirlo.2

A continuación transcribimos un ejemplo de lo que ocurre en la economía mundial:

Si nos preguntamos: ¿de qué nacionalidad es un Pontiac?

"En estas redes mundiales, los productos son combinaciones internacionales. Lo que
se intercambia entre las naciones es con menos frecuencia el producto
terminado que la especialización para resolver los problemas (investigación,
diseño del producto, fabricación), para identificarlos (marketing, publicidad,
encuestas al consumidor), y para coordinar los servicios (financiamiento,
búsqueda, Contrataciones), así como ciertos servicios y componentes de
rutina, todo la cual se combina para crear valor.

2
CASULLO-BORDONE-HIRSCHMANN-MASQUELET-PODETTIRASNOSKI-RUBINICH-PUJATO-TADEI:
Educación Cívica II. Pág. 29.

5
Por ejemplo, cuando un norteamericano compra un Pontiac Le Mans a General
Motors, inconscientemente está realizando una transacción internacional. De
los 10.000 dólares que paga a General Motors, cerca de 3.000 van a Corea del
Sur, donde se efectuaron los trabajos de rutina y las operaciones de montaje;
1.750 dólares van a Japón para la fabricación de los componentes de
vanguardia (motores, eje de dirección e instrumentos electrónicos); 750 dólares
a Alemania por el diseño y el proyecto del prototipo; 400 dólares a Taiwan,
Singapur y Japón por los pequeños componentes; 250 dólares a Gran Bretaña
por los servicios de marketing y publicidad; y cerca de 4.000 dólares pasan a
los intermediarios estratégicos de Detroit, a los abogados y banqueros de
Nueva York, a los 'lobbistas’ de Washington, a las aseguradoras de todo el
país, y a los accionistas de General Motors - la mayoría de los cuales son
norteamericanos, aunque hay un número creciente de extranjeros -.”3

ACTIVIDAD N° 02

A. Describir al Estado soberano como poder legítimo.


B. ¿Cuál es la importancia de la educación en la formación del Estado? Justificar
C. Explicar la relevancia del consenso.
D. ¿Dónde radica la importancia de la soberanía? ¿Qué elementos modifican o no
la soberanía?
E. Leer "¿de qué nacionalidad es un Pontiac?" y reflexionar por escrito.

El nuevo rol del estado: en que consiste la Reforma del Estado


Argentino

Según Fernando Suani en su obra Maestría en administración Pública, afirma lo que a


continuación se expresa:

“El Estado argentino, a lo largo de su historia, fue sumando un conjunto de funciones


(sociales, políticas, económicas y culturales) que le permitieron constituirse en
el principal protagonista del desarrollo del país. El fenómeno de concentración
de funciones se dio claramente a partir de 1930. Desde este momento el
Estado se convirtió en el principal promotor y productor de bienes y servicios.
Esto supuso además un gran esfuerzo en inversión, la que permitió la
generación de empleo.”

A partir de finales de la década del setenta y principios de los ochenta, el país


comenzó una etapa de crisis económica. [...]

Ante la crisis, los diferentes gobiernos fueron implementando, distintas medidas para
aplacarla. Pero, sin duda, las medidas tomadas por el gobierno desde 1989 son
las de mayor envergadura.

La ley de Reforma del Estado tiene como objetivo reducir las funciones del Estado
para hacerlo más eficiente, entendiendo que de este modo se superará la
crisis. La ley consiste básicamente en la privatización de empresas públicas, la
menor intervención del Estado en asuntos económicos (desregulación) y la
transferencia de servicios a las provincias. En consecuencia se produce una
menor presencia del Estado nacional en la vida del país, lo que se traduce en
menos empleados públicos, menos gastos sociales y menos inversión en obras
públicas. Pero, ¿qué consecuencias sociales tendría este achicamiento del

3
CASULLO-BORDONE-HIRSCHMANN-MASQUELET-PODETTI-RASNOSKIRUBINICH-PUJATO-TADEI:
Educación Cívica II. Pág.153

6
Estado?, ¿asegura un mejor nivel de vida para todos?, ¿quiénes se ocuparán
de hacer las cosas que el Estado deja de hacer?”.4

En la página 222 del texto Geografía Argentina de Cicolella, Fernández Casa, etc., los
autores expresan, en qué consiste el proceso de descentralización y
transferencia de algunas de sus funciones a las provincias, o a la actividad
privada.

Afirman lo siguiente:

“El Estado, como principal impulsor de los proyectos políticos y económicos que
involucran a la población y al territorio, tuvo un rol importante en el proceso de
desconcentración territorial. Por ejemplo, con la promoción de industrias en
determinadas provincias (vía beneficios impositivos) o con el incentivo a la
expansión agrícola en algunas áreas extrapampeanas (a través de créditos,
apoyo tecnológico).

Por otra parte, el Estado llevó adelante un proceso de descentralización


transfiriendo buena parte de sus funciones a las provincias (los servicios
educativos y de salud) o a la esfera privada (ferrocarriles, electricidad,
obras sanitarias, telecomunicaciones, etc.).

La transferencia significa entonces un nuevo papel para los Estados provinciales, ya


que éstos comienzan a tener mayor presencia en las decisiones que afectan a
sus provincias. Si bien esta circunstancia podría considerarse positiva, hay que
tener en cuenta que las provincias, al hacerse cargo de aquellos servicios,
deben disponer de recursos propios, tanto financieros como humanos, para
ejercer las nuevas funciones.

En relación a esto último, existen grandes diferencias en las posibilidades económicas


con que cuenta cada provincia para afrontar sus gastos administrativos,
sociales o de inversión en infraestructura pública.

Como hemos visto, existen profundas desigualdades sociales y económicas entre las
provincias – algunas son más ricas y otras más pobres por lo que no sólo las
necesidades de su población son diferentes, sino también es distinta la
disponibilidad de recursos con los que cuentan para garantizar a sus habitantes
los servicios sociales básicos (salud, educación y vivienda). Hasta hace poco
estas desigualdades se trataban de compensar con la acción del Estado
Nacional, mediante POLÍTICAS SOCIALES y la transferencia de recursos a las
provincias más necesitadas.

4
CICOLELLA-FERNANDEZ-CASO- Geografía Argentina.Pág.222

7
Si bien las actuales tendencias a la desconcentración territorial pueden considerarse
como los primeros indicios de un nuevo modelo de organización territorial, no
significan una desconcentración del poder económico o una distribución más
equitativa de los ingresos de la población.

En otras palabras, la desconcentración no parece contribuir a mejorar el nivel de


vida de la población del país, ya que por el contrario, una de las
consecuencias del actual modelo es el problema de desempleo y del
crecimiento de la pobreza en vastos sectores de la sociedad argentina.

Asimismo, el problema de la degradación ambiental, como producto de la


reorganización productiva, de la explotación inadecuada de los recursos
naturales y de la acelerada ampliación del espacio urbano, alcanza
actualmente niveles alarmantes”.

ACTIVIDAD N° 03

Calcule el porcentaje de reducción total de trabajadores estatales. ¿Cuáles son los


organismos donde se registran las mayores reducciones? ¿Y las menores?

La nueva organización política del mundo

Los temas tratados anteriormente que hacen al nuevo rol del Estado, no solo en
nuestro país, sino en todos los países del mundo, responden a la nueva
organización política que se plantea a nivel mundial.

A continuación leeremos documentos, que revelan el nuevo orden internacional.

“Nuevo orden internacional: Nueva etapa de organización del mundo, que se


materializa a partir de la desintegración de la Unión de Repúblicas Socialistas
Soviéticas (URSS) en 1991. Sus características relevantes son: la explosión
demográfica, el desigual aprovechamiento de los recursos naturales, el
creciente deterioro ambiental, las marcadas disparidades entre los países ricos
y los países pobres, la formación de bloques de países y la pertenencia a la
“aldea global”.

Globalización: Proceso que surge con el Nuevo


Orden Internacional de fines del siglo XX;
global significa “todo” y, por analogía, se
aplica a las transformaciones profundas
que vivimos en la actualidad. Si bien este
proceso tuvo sus inicios en el ámbito de
las finanzas internacionales, se proyectó
luego a la protección del medio ambiente,
el armamentismo, la cultura y la
8
educación, entre otros aspectos. Entre los rasgos claves de este proceso se
identifican los cambios en la economía y, particularmente, en las formas y las
relaciones de producción industrial; por ejemplo un automóvil de marca
europea está construido con partes procedentes de distintos puntos del
planeta.

Aldea global: O también llamada “aldea planetaria”, indica que aquello que sucede en
un lugar del mundo afecta inmediatamente al resto. El término aldea se utiliza
por analogía; en los tiempos antiguos una aldea era un pequeño asentamiento
donde sus pocos habitantes se conocían entre sí y sabían todo lo que sucedía
en el lugar. Se puede sintetizar diciendo: “el mundo es cada día más pequeño”.

A fines del siglo XX asistimos a uno de los períodos de mayores cambios en la


organización política mundial. En consecuencia surge un Nuevo Orden
Internacional.

Las transformaciones tienen un ritmo vertiginoso; los hechos, que se producen en un


lugar determinado, están estrechamente relacionados con los que ocurren en
otros puntos del planeta. Por ejemplo la crisis económica de México, a fines de
1994, no afectó sólo a su población, también repercutió en las economías de
varios países, entre ellos el nuestro. Ese acontecimiento se hizo popular con el
nombre de “efecto tequila”.

Vivimos en una aldea global afectada por continuos cambios. ¿Cuáles son los más
importantes?

El aumento de las relaciones económicas entre los países del mundo, o sea la
globalización de la economía mundial; todo lo que sucede en una región del
planeta no afecta sólo a ese lugar, sino al mundo entero.

La caída del muro de Berlín en 1989, que dio lugar a la unificación de las “dos
Alemanias”.

En 1991, la caída del comunismo con la desintegración de la URSS y la apertura de


los países de Europa del Este (Rumania, Polonia, etc.)

Los conflictos políticos, raciales y religiosos, guerras en la ex Yugoslavia, en


Chechenia, entre Israel y Palestina, en Irlanda del Norte, etc.

El surgimiento de los países de nueva economía industrial, como Corea, Hong


Kong, Taiwán y Singapur en la cuenca del Pacífico.

La importancia creciente de la denominada “región Asia-Pacífico”.

Estos grandes cambios modificaron a un mundo que creíamos dividido políticamente


en forma casi definitiva. Pero los límites entre los Estados no son estables: por
ejemplo, una guerra, un conflicto por un recurso natural compartido, o
problemas religiosos, entre otros, pueden modificar en poco tiempo esos límites
que creíamos estables. El mapa político cambia, la cartografía cambia, los
problemas geográficos son otros.

LOS ESTADOS COMO UNIDADES GEOGRÁFICAS

“Un Estado es una unidad geográfica. Está integrado por cuatro elementos
fundamentales: un territorio, su población y una forma de gobierno, todos ellos
enmarcados por un sistema jurídico basado en la Constitución Nacional de
dicho Estado. Es una unidad político-territorial.

9
Sus habitantes tienen las mismas leyes y utilizan la misma moneda, pero las
características de esa población pueden variar en función de su cultura, raza,
lengua, religión y sentimiento nacional. A veces, las diferencias pueden
provocar conflictos, como entre palestinos y judíos en Medio Oriente, católicos
y protestantes en Irlanda del Norte.

Por otra parte, hay países como la Argentina, Estados Unidos de América o Suiza, en
donde las comunidades se integran dentro del Estado con un fuerte sentimiento
nacional.

Dentro de su territorio, el Estado ejerce soberanía. Para ello, dicta leyes, recauda
impuestos, brinda servicios a la comunidad, como educación, salud y
seguridad.

Cada Estado tiene una capital (sede del gobierno): Buenos Aires es la capital de
nuestro país, Washington de los Estados Unidos de América, Bagdad de Irak.
Los territorios de los Estados se dividen con fines políticos y administrativos en
unidades espaciales menores. En el caso de la Argentina, se llaman provincias
y suman 23; en el caso de los Estados Unidos de América se llaman estados y
son 50.

LÍMITES Y FRONTERAS

Los límites internacionales son líneas convencionales que dividen dos Estados
contiguos. Su trazado es el resultado de distintas decisiones humanas; algunos
se deciden por acuerdo y otros se resuelven por arbitrajes; pero también
pueden demarcarse después de conflictos bélicos. Estas líneas convencionales
no son estables, pues surgen con frecuencia tensiones y conflictos que llevan a
su modificación. Esto se refleja en el cambio de los mapas políticos.

A ambos lados de los límites internacionales se forma una franja de territorio de ancho
variable llamada frontera internacional. Así debe señalarse que todo límite
internacional genera dos fronteras correspondientes a cada uno de los países
enfrentados.”5

Soberanía: un Estado es soberano cuando no reconoce ningún poder sobre él.

ACTIVIDAD N° 04

Luego de haber leído el tema “El Estado como actor Internacional”:

¿Por qué es necesario que las instituciones del Estado (por ej.: el Sistema Educativo),
se extiendan por todo el territorio de la Nación?

5
DAGUERRE-DE MARCO-SASSONE-LARA: Geografía General. Espacios. Sociedades. Pág. 274, 275 y 276.

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