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Serie Patrimonial del Cañar

Tomo IV
Crónica y Muestra de un Patrimonio-
© Casa de la Cultura Núcleo del Cañar.
©Casa de la Cultura Ecuatoriana Benjamín Carrión, 2010
Dirección de Publicaciones / CCE
Av. Seis de Diciembre NI 6-224 y Patria, Quito, Ecuador

Edición: CCE Núcleo del Cañar


Corrección: Flor de Té Chiriboga
Ilustración de portada: Placa Patéete
Diseño de colección: Rafael Castro
Fotografías: Andrés Redrován y Rafael Mínchala

ISBN: 978-9978-62-613-9
Serie Patrimonial del Cañar
Tomo IV
Crónica y Muestra de un Patrimonio
Museo de Arqueología y Etnografía Regional “Edgar Palomeque Vivar”,
Sala de Saberes Ancestrales, Pinacoteca Institucional y Jardín Etnobotánico.
Tierra mi tierra de canción y nido,
mía por polvo que a la nube alcanza;
por mestiza te nace la esperanza
debajo de los ojos y el vestido.

Rodrigo Pesántez Rodas


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Edificio de !a Casa de la Cultura Núcleo del Cañar en el que se han implementado sus museos institucionales y que se construyera en la admi­
nistración del Licenciado Edgar Palomeque Vivar con el patrocinio del Dr. Eduardo Rivas Ayora
Miembros del Directorio de la Casa de la Cultura Ecuatoriana Benjamín Carrión Núcleo del Cañar, Período 2007 - 2011. De izquierda a derecha, sentados: Sor Cecilia
Cordero Iñiguez, Dr. Eduardo Crespo Román (Presidente), Dr. Luis Carpió Amoroso. D e pie: D e Gustavo López Ullauri, Lie. Javier Cárdenas Molina, Ingeniero
Bolívar Cárdenas Espinoza (Secretario Ejecutivo del Directorio).
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Presentación I. Crónica y muestra de un patrimonio carácter de espacio para las evidencias de


los movimientos culturales de la Nación y
Siempre hemos concebido al Museo como de nuestra comunidad y así de sus esencia-
“territorio” en el que los pueblos y las cul­ lidades de diversidad que la definen como
turas vencen a la desmemoria, toda vez permanente afirmación de juntura pluri-
que estos vuelven para quedarse en sus cultural, que posibilita el reencuentro con
espacios y salas a través de muestras ma­ su ser originario para mirarse a sí misma,
teriales de cuanto construyeron y crearon con los cambios y transformaciones que los
en sus procesos sociales. El museo es en­ nuevos tiempos las construyen en dialécti­
tonces testimonio de la existencialidad de co e inacabado proceso histórico.
los mundos y universos de los pueblos, y es
por esto que se registra una diversidad de Este IV Tomo de la Serie Patrimonial del
los mismos, desde los de Arte que englo­ Cañar, lo hemos nominado: “Crónica y
ban a las artes aplicadas y a la Arqueología, Muestra de un Patrimonio” y está destinado
hasta los de las Ciencias y la Tecnología. al registro y compromiso institucional con
Claro, que esa materialidad está desborda­ nuestro patrimonio a través de la actividad
Rucuyaya. Personaje de lasfiestas tradicionales Cañaris da y presupone los fundamentos de las cos- cumplida por todos sus directivos, miem­
movisiones y el pensamiento de esos mun­ bros y funcionarios de los distintos perío­
dos y universos y así de sus simbolismos y dos, y por su publicación, investigarlo y
mitología, por la que y en forma de filoso­ promocionarlo, en expresión de lealtad con
fía, asumieron el conocimiento de sus orí­ sus significaciones.
genes, de las cosas y de sí mismos en cuan­
to afirmación histórica y que totalizándolos, Este registro, suma: El inicial Museo Regio­
pueden significarse como su “conciencia nal de Arqueología (1 986), nominado luego
social”. A partir de estas consideraciones, como “Edgar Palomeque Vivar”, la Sala de
es apropiado reconocer para los museos, la Etnografía Regional (1 995), la Pinacoteca
función de salas permanentes para el en­ Institucional ( 2008) y la Sala de Saberes
cuentro, el conocimiento y la reflexión de la Ancestrales y Jardín Botánico (2010).
cultura de los pueblos.

En el contexto de estas referencias genera­ II. El Museo de Arqueología Regional


les, hemos comprometido para las Salas del
Museo de la Casa de la Cultura del Núcleo Con la nominación de “Museo de Arqueo­
del Cañar y otras áreas concurrentes, el logía Regional”, su museografía que lo
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implementó el Licenciado René Cardoso esencial de aquellas y su carácter nuclear Lo que se trataba a través de ella, era
y dos importantes colecciones arqueo­ determinante en la construcción de las cul­ “construir” un espacio para las evidencias,
lógicas, inició su invalorable gestión turas regionales prehispánicas del austro y el encuentro de nuestras “culturas vivas”,
institucional en el año de 1986. Las dos y de la Nación. Complementariamente, la éstas primigenias y germinales que no han
colecciones fueron adquiridas por el Ban­ reserva registra piezas foráneas y del norte caído vencidas, no obstante los procesos de
co Central de Ecuador y luego entregadas del Perú. aculturación que imponen las corrientes de
en donación al Núcleo. La primera, en la cultura de la industria, la modernidad y la
la administración del Licenciado Edgar Destacamos como parte de este fondo, globalización.
Palomeque Vivar, para cuya consecución un conjunto de ofrenda integrado por tres
contó con la adhesión de la señora Aurelia objetos de cerámica que fueran localizados Se trataba, en verdad, de “conquistar un
Bravo Malo, Subdirectora del Museo del al pie del cerro Cojitambo, en circunstan­ territorio” hacia el interior del Núcleo, para
Banco Central de ese entonces; y la otra, cias en que en convenio con el INPC-Austro que en el mismo se expresen la matriz y vi­
en acertada y sostenida similar gestión (2005), el Núcleo ejecutó el Proyecto de vencias del “día a día” de nuestros pueblos
patrimonial y solidaria con la vida de la Investigación y puesta en valor de los Sitios y alcanzar que se materialicen de manera
entidad, en la Presidencia del Doctor José Arqueológicos de Cojitambo, Shin, Culebri­ didáctica sus cosmogonías, en definitiva, su
Ricardo Serrano González. Este fondo llas y Coyoctor. La presencia de estos obje­ pensamiento y filosofía.
arqueológico ha sido enriquecido luego tos de cerámica, además de otros elemen­
con otras importantes adquisiciones que tos monumentales y culturales, confirman Se trataba, de aportar desde la gestión y
hicieran las administraciones del doc­ para Cojitambo, su carácter multifuncional objetivos de la Casa de la Cultura, al forta­
tor Fernando Crespo Regalado y doctor e inclusive de Templo Andino de Altura. lecimiento de la interculturalidad y así del
Eduardo Crespo Román, con al apoyo de diálogo de las culturas, que con sus alteri-
sus Directorios. Por el inventario digital y dades, sustentan en la unidad, al Ecuador,
catalogación que registráramos en el año III. La Sala de Etnografía Regional. vivo y profundo, de las afirmaciones pluri-
2005, se determinó que el mismo contaba nacionales y multiétnicas.
con 1.901 piezas. Hoy, ese registro suma En la Presidencia del Núcleo, ejercida por el
nuevas adquisiciones. doctor Eduardo Crespo Román y la acertada El licenciado Francisco Álvarez Pasos, de
gestión patrimonial que asumiera el direc­ reconocida formación académica en las
En lo general, tanto las dos colecciones torio institucional (1995-2000) integrado ciencias de la museología y museografía
iniciales, como las que se adquirieran pos­ por el doctor Fernando Crespo Regalado, nacional, asumió la elaboración de los guio­
teriormente, se integran por piezas elabo­ licenciado Bolívar Quezada Ortiz, doctor nes para la implementación de la Sala e
radas en cerámica, lítica, hueso, concha y Goethe Sacoto Conzáles, ingeniero Bolívar hizo de los mismos, un credo profundo por
metales de las fases Narrío, Tacalzhapa, Coronel Pesántez, y profesor Ruperto Mo- los mundos y universos de nuestra alma
Cazhaloma, Cañari, e Inka así como del pe­ grovejo Calle, se implementó la Sala de Et­ colectiva andina y mestiza, trabajándola
ríodo colonial y que de por sí subsumen lo nografía Regional. luego con la experiencia y los conocimien-
tos acumulados en la conceptualización e plementación de la Sala. Así la construimos. (CGPAUTE) en la administración del in­
implementación de otros museos del país. Su financiamiento utilizó recursos propios geniero Marcelo Jaramillo Calle (2009) y
En ese contexto, creó una original museo- del Núcleo y un crédito no reembolsable del se levanta en la parte posterior de la edi­
grafía en la que se utilizaron materiales, Consejo Nacional de Cultura, que lo alcan­ ficación institucional, en cuyo interior se
tecnologías y mano de obra autóctonas, zamos con la gestión del doctor Juan Casta- emplazan varias estructuras metálicas de
mediante las cuales se plasmaron mágicos nier Muñoz. diversa dimensión, diseñadas para sopor­
y cálidos ámbitos, afines o semejantes a te y protección de las obras. El otro com­
los propios inactivos espacios en los que Ocurrida lajuntura de los dos espacios: ponente de su infraestructura, es la Sala
germinan, viven y recrean los rasgos de arqueología y etnografía, el Directorio de de Exposiciones “Daniel Mogrovejo Nar-
nuestra fecunda y singular cultura regional. la entidad (1 995-2000) nominó al Museo váez” que con un rediseño y beneficiada
Se generaba entonces una museografía con como “Edgar Palomeque Vivar”. La nomina­ por un moderno sistema de iluminación
una particular identidad y singulares carac­ ción reconoció a su dilatada y acertada ac­ que lo implementamos en el año de 1995,
terísticas constructivas, a las que contribu­ tividad cumplida en beneficio de la cultura. se constituye en espacio convergente de
yó con iniciativas artísticas y profesionales Los espacios de esta Sala, se emplazan en las actividades plásticas más significativas
la licenciada Olga Ruth Romero, funcionaría el área posterior de la hermosa edificación de la provincia.
de la entidad. institucional, construida e inaugurada en su
gestión administrativa. Las obras que la integran, en número de
Este construir de un “otro” espacio que nos 221, es suma de muestras generacionales
habíamos propuesto para la reflexión de de diversidad de técnicas, temas y tenden­
las esencialidades culturales de la región y IV. La Pinacoteca cias con que fueron concebidas y trabaja­
así de sus prácticas de vida, se enriqueció das y que hacen posible por su estudio y
con el aporte de Eduardo Duy, indígena La actividad cumplida por el Núcleo en el observación, conocer, especialmente, la
Kañari, tenedor de legados de inmemo­ ámbito de las artes plásticas, tiene testi­ dinámica y expresiones del arte local y re­
riales tecnologías constructivas, de per­ monio en los espacios e infraestructura de gional derivado en invalorable patrimonio,
cepciones de las texturas del enchacllado su Pinacoteca, que esencialmente y con el fruto de adquisiciones y premios de Salo­
y el bareque y la interpretación ritual de carácter de patrimonial, contiene y muestra nes Provinciales y Regionales emprendidos
las voces de los instrumentos andinos. Ese las capacidades creadoras de los artistas en la gestión permanente de las diferentes
aporte, desbordó su “mano de obra” en ese del Cañar, en su aprehensión artística del administraciones del Núcleo.
construir, porque sumó hálitos y autentici­ mundo y reelaboración de la vida.
dades para los elementos que se instalaron La publicación recrea además un conjunto
en la Sala. Su infraestructura, se concreta hoy, en de obras que han sido seleccionadas por
parte, en una construcción que lo alcan­ el Departamento de Museos y que no se
Algo más y que agradezco. Me permitieron zamos con el aporte del Consejo de registran como premios de los diferentes
trabajar - “con mis propias manos”- en la im­ Gestión de Aguas de la Cuenca del Paute eventos organizados por el Núcleo.
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V. La Sala de Saberes Ancestrales yJardín El soporte técnico de la construcción contó


Etnobotánico con el apoyo de los arquitectos Napoleón
Serrano, Gonzalo Ormaza e Ivor Pesántez
Rodas.
Con la gestión del Directorio, período 2007-
201 1, se han implementado estos espacios La concepción de la museografía y su im-
destinados a devolver a nuestra conciencia plementación fue elaboración de un equipo
colectiva la sabiduría y conocimientos que de trabajo que contó con la participación
sustentaron la existencialidad del mundo de la licenciada Marlene Ullauri, licenciado
andino prehispánico con sus concepciones Francisco Álvarez Pazos y señora Cecilia
sobre el equilibrio de la vida humana en Ríos Serrano
su relación íntima e irrenunciable con la
naturaleza. En ese contexto de pensamien­
to totalizador, contiene y muestra una Azogues, enero del 201 0
aproximación al conocimiento ancestral de Dr. Eduardo A. Crespo Román
los beneficios medicinales de la herbolaria PRESIDENTE DE LA CASA DE LA CULTURA
y la ritualidad de prácticas curativas, hoy NÚCLEO DEL CAÑAR
derivadas en fundamentos de una renovada
ciencia médica y actitud filosófica frente al
mundo. Su área física, en parte, contigua a
la Sala de Etnografía y otra ubicada en los
exteriores del patio posterior del Núcleo,
se construyó con recursos propio de la en­
tidad y un importante aporte del Gobierno
Provincial del Cañar, administración 2005-
2009 y así de la Prefectura del ingeniero
Diego Ormaza Andrade y del Consejo in­
tegrado por el abogado Napoleón Cabrera
Yumbla, agrónomo Gerardo Alvarado Ver­
dugo, ingeniera Verónica Vicuña Serrano,
ingeniero César Calle Castro, señor Juan
Yumbla Calle, señora Claudia González Cas­
tro e ingeniero Juan Solís Muñoz y doctor
Cristian Pesántez Molina, Secretario.
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Introducción El Cañar del ayer remoto, del tiempo primor­ monumentos arqueológicos con la sabiduría
dial, aquel en que se generó una cosmovisión tradicional de los campesinos; los recuerdos
andina que respondía a arquetipos univer­ casi míticos de la memoria colectiva con las
sales..., cosmovisión telúrica y cosmogónica muestras permanentes de la sensibilidad po­
saturada de mitologías cíclicas, normativas, pular expresadas cotidianamente en el barro,
deidades progenitoras y seres ancestrales. El los textiles, la arquitectura, en sus fiestas.
Cañar pretérito, el de la profunda concepción Es decir, aquí en el Cañar actual, el pasado
de la unidad cosmo-biológica que fundamenta primigenio aún se manifiesta entre nosotros
el principio de interrelación del todo y el sen­ de muchas maneras, su peso es tangible en
tido de conservación vital. Suelo que acunó y múltiples aspectos que todavía perviven y
sustentó a la Nación Cañari, la del culto a la conviven amalgamados con las creencias,
Luna-Quilla- al Padre Sol-lnti-, a la Serpiente y símbolos y prácticas traídas por la conquista
a la Guacamaya, a las lagunas y cerros sagra­ hispánica en ese otro pasado más reciente: la
dos y, sobre todo, con predilección a la Madre Colonia, período que supuso una vasta fusión
Tierra, Pacha Mama: signo germinal, flujo sus­ humana, un compartir saberes, costumbres y
tancial, sabia - sangre reconstitutiva de sus sistemas que a la postre con el advenimiento
vástagos, de su pueblo que muda de cuando de la República nos redefinió como una singu­
en cuando la epidermis, las costumbres, las lar colectividad, herederos de un rico patrimo­
formas de hacer... no obstante este pueblo, nio y forjadores de nuestra propia cultura.
el de hoy, del tiempo presente sigue enraizan­
do a la matriz radical, a la tierra de sus ances­ Lie. Francisco Álvarez Pazos
tros, en la que se vinculan orgánicamente los Miembro Honorario del Núcleo.
El Museo Institucional
Arqueología Regional

A ) Fase Narrío. B ) Fase Tacalshapa. C) Fase Casbaloma. D ) Inca.


Sala de Museo arqueológico “Edgar Palomeque” En la muestra museográfica se aprecia una
variedad de restos culturales dispuestos di­
Arqueología Regional Mario A. Garzón Espinoza dáctica y secuencialmente por períodos, que
según la cronología prehistórica regional
El mejor testimonio cultural de la presencia establecida, abarca desde el período Forma-
de sociedades primigenias de origen pre­ tivo Tardío (2000 años a.C.), el Desarrollo
hispánico en la región cañari, es aquel que Regional (500 a.C.- 500 d.C.) y el período
se evidencia en el Museo Arqueológico “ED­ de Integración, incluido la conquista inca
GAR PALOMEQUE” de la Casa de la Cultura (500 d. C. - 1532 d.C.), representadas por
Ecuatoriana Núcleo del Cañar. El esfuerzo las tradiciones alfareras denominadas: Cerro
institucional con la visión de rescatar, revalo­ Narrío Temprano, Tacalshapa, Cashaloma
rizar y difundir la cultura ancestral regional e Inca, las mismas que dan testimonio de
al colectivo social, llevó a montar un museo un evidente proceso de evolución cultural y
arqueológico bajo normas y técnicas inter­ ascensión social desde organismos simples,
nacionales que permita ofrecer al visitante hasta la conformación de jefaturas.
una lectura completa de todo el proceso
evolutivo cultural del pasado regional cañari. En el marco de la reconstrucción y del aná­
lisis tipológico de los objetos y artefactos
El patrimonio arqueológico del museo cons­ expuestos en el museo, observamos las
ta de 1.901 piezas de diversos materiales: siguientes fases culturales:
cerámica, lítica, hueso, concha, metal, cuer­
no; provenientes de adquisiciones a colec­ Cerro Narrío Temprano
cionistas particulares, compras y otras en
cambio provienen de donaciones. La reser­ Gracias a las investigaciones arqueológicas
va y muestra arqueológica está constituida realizadas por Max Hule (1 922), Jacinto
por una serie de objetos y artefactos que Jijón (1 921), D. Collier y J. Murra (1 942),
comprenden: ollas globulares, vasijas, bote­ Robert Braun (1 971) y Escoth R. (2009), en
llas, vasos campaniformes, cuencos, platos, Narrío, sitio ubicado a 700 metros de la
botijas, ollas trípodes, hachas, metates, ciudad de Cañar, se descubrió una de las
armas, puntas de proyectiles, ucuyayas, tradiciones culturales más antiguas en la re­
collares, agujas, flautas, quenas, adornos, gión cañari, identificada dentro del período
pectorales, argollas, cascabeles, brazaletes, Formativo Tardío (2000 y 2200 años a. C),
tupos, coronas, hachas monedas, narigue­ su denominación proviene del sitio en don­
ras, aretes, etc. de fue encontrado sus restos culturales.
F lauta de hueso. Cultura N orrio

Ucuyayas de concha spondylus. Fase Narri'o

Collar de Jade. Cultura Narrío Cuenco con decoración incisa. Cultura Narrío
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D. Collier y J. Murra quienes estudiaron la ce­ representaciones antropomorfas. Otro de


rámica, clasificaron tres estilos: Rojo sobre los referentes culturales que posee esta tra­
leonado, Fino Rojo sobre leonado y el Cañar dición antigua, es el intenso y especializa­
pulido: El primero corresponde a recipientes do trabajo de la concha marina (Spondylus),
globulares con bordes evertidos exterior- de la que produjeron objetos de valor ce­
mente, vasijas pequeñas con hombros bajos, remonial y de los que destaca los ucuyayas
tazones y vasos en forma de zapato y otras y collares.
piezas con representaciones antropomorfas
y zoomorfas, están decoradas con pintura
roja aplicada en forma de bandas sobre un Tacalshapa
fondo color leonado y muy pulido, además
tienen incisiones, líneas y puntos, festones, Cronológicamente corresponde al período
e impresiones con uñas, cuadrados y pun­ intermedio de la prehistoria ecuatoriana,
tos. El tipo rojo fino sobre leonado es una es decir al período de Desarrollo Regional.
cerámica muy fina cuyas paredes de los re­ Los estudios de Albert Meyers (1 986), D.
cipientes no rebasan los dos milímetros de Collier. J. Murra (1 942), Napoleón Almeida Vasija antropomorfa. Cultura Tacalshapa
espesor, algunos especialistas lo calificaron (1996), Mario Garzón (2000), indican que
como el tipo cáscara de huevo, su decora­ esta tradición es el fruto de la evolución
ción comprende pintura roja y negro pulido, estilística a partir de Cerro Narrío Tempra­
con diseños de espirales, comas, punteados, no, con el aporte de influencia estilística
zigzag, líneas y figuras geométricas; las de Tuncahuán del Chimborazo y Upano de
formas notorias corresponden a recipientes, la Amazonia sur. El área ocupacional co­
bulbosos y ollas globulares pequeñas con rresponde casi a toda la región cañari; sin
cabeza de animales y aves que están pega­ embargo es más notoria su presencia en
das unas en el cuerpo del recipiente, y otras las provincias del Azuay y de Cañar, en la
en los bordes. parroquia General Morales, cuenca del río
Cañar, en Azogues, Cojitambo, el surorien-
Este estilo tiene filiaciones con la cerámica te del Cañar. Su cerámica se caracteriza
de Chaluabamba, El Carmen, Huangarcu- por tener una pasta menos compacta, los
cho, Chorrera y Jubones. Finalmente el tipo espesores de las paredes son más grue­
Cañar pulido, es caracterizado por la pre­ sos, posee recipientes grandes; las formas
sencia de tazones con paredes verticales comunes comprenden ollas globulares,
Vasija antropomorfa. Cultura Tacalshapa
decoradas la superficie mediante pulimento compoteras, ánforas, vasijas de cuello alto,
post cocción y pintura zonal, apliques con tazones, botijas, cuencos bajos, ollas trí-
Cashaloma
Su denominación proviene del sitio en don­
de fue encontrado e investigado sus restos
culturales; se ubica a 2.5 km. de la ciudad
de Cañar en dirección noroeste. Según Co-
llier y Murra que también estudiaron esta
tradición alfarera, lo relacionan con la fase
Narrío Tardío, sobre todo con el estilo rojo
sobre leonado. Cronológicamente corres­
ponde al período de Integración con una
antigüedad de 500 d.C. y hasta 1470.

Las formas más representativas correspon­


den a vasijas grandes de paredes gruesas y
toscas, con bordes evertidos exteriormente,
Botella doble vertedera. Cultura Cashaloma
ollas globulares, vasijas de cuellos largos,
cuencos, platos, floreros, vasos campani-
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formes, ollas trípodes tipo hoja de cabuya,


botellas, cuencos con representaciones
antropomorfas, compoteras, botellas con
doble vertedero. El rasgo característico de
su cerámica es el fino tratamiento de la su­
perficie mediante pulimento pos cocción, la
decoración comprende figuras geométricas,
puntos, corchetes, comas, bandas horizon­
tales y verticales pintadas de rojo y blanco,
aplicadas zonal y totalmente.

Dentro de esta tradición se registra tam­


bién el tipo inciso bautizado por Antonio
Fresco como “Ingapirca Inciso”, es ca­
racterizado por pequeños trazos superfi­
ciales paralelos (peinado) y largas líneas
horizontales profundas, ambos motivos
suelen ser complemento del primero. Este
motivo puede presentarse a manera de
bandas horizontales de peinado vertical,
que rodean toda la vasija de modo conti­
nuo o en pequeños grupos aislados, ade­
más recarga la decoración con hileras de
pequeños cuadros, rectángulos, círculos u
óvalos de pintura roja, impresas con mo­
tivos circulares o semicirculares (canuto,
semicanuto) realizado con un palito hueco
sobre el barro bastante húmedo... algunas
muestran las incisiones mixtas canutillo y
líneas (1 984-1 63). La presencia de Casha­
loma cubre casi toda la región cañari, con
mayor notoriedad se observa en la Hoya
Cántaro. Cultura Cashaloma Corona de Tumbaga. Cultura Caskaloma
del Cañar, en los flancos de la cordillera
occidental cerca a la costa central, en el
sur del Chimborazo, parte de la provincia El proceso de incorporación al nuevo poder
del Azuay, en Cojitambo, en Zhín, Joyacshi político de carácter teocrático generó cam­
y la cuenca del río Bulubulo, bios en el sistema económico, social y reli­
gioso, y sobre todo se impuso el quechua
En cuanto a su origen, parece provenir de como lengua oficial y el culto al Sol.
una evolución local de las tradiciones ce­
rámicas anteriores; sin embargo hay que La artesanía como expresión de la cultura
destacar que es una tradición típica y muy material sufrió transformaciones, primero
originaria de la Hoya de Cañar. En cuanto por la imposición de los estilos clásicos im­
a la antigüedad Antonio Fresco plantea periales cusqueños, y luego por producirse
que “Aparentemente el origen de esta se una mezcla entre los dos estilos, entre lo
halla en un período de transición durante foráneo y lo autóctono, es decir entre lo
el cual el valle del Cañar estaba ocupado cañari y lo inca. Es evidente también por
por grupos diversos muy diferentes entre sí parte de los Incas la imposición de diseños
culturalmente, o al menos en su cerámica; y nuevos modelos, técnicas y materiales
en algunas sería más marcada la influencia en la fabricación de objetos y artefactos, A tíbalo local. Cultura Inca
de la sierra central (Tuncahuán) y en otras y sobre todo el sistema de producción se
persistiría con mayor fuerza la herencia de amplió para atender los requerimientos e
la cultura Narrío. Al final de este período intereses del nuevo sistema político y so­
hacia 1.000 años d. de C. se fusionaría to­ cial impuesto.
das estas tradiciones para formar la Cultura
Cashaloma (1 984-1 87). Para el caso de la cerámica, a más de los
estilos clásicos incas impuestos, los es­
pecialistas plantean una mezcla de los
Inca estilos cañari con la inca, en donde en
algunos casos se aprecia la forma clásica
La presencia Inca en territorio cañari se Inca, en cambio la decoración es local,
hizo evidente a finales del siglo XV, y su o viceversa. Albert Meyers calificó a este
estancia duró menos de medio siglo. La estilo como mixto; en este caso se agrega
región cañari fue incorporada al Tahuan- al nombre del estilo al atributo inca por
tinsuyo, a través del proyecto político arti­ ejemplo Cashaloma- Inca. Entre las formas
culatorio de los cusqueños para conformar más características destacamos las vasijas
el gran imperio bajo la dirección del Inca grandes de cuello alto y borde evertido M anga. Cultura Inca
Túpac Yupanqui. con asas cintadas, los aríbalos, las ollas
27

bajas o magas, vasos campaniformes,


queros, platos, botellas con asas, etc., la
comprende las figuras geométricas, figu­
ras antropomorfas y zoomorfas (venados,
llamas, monos, serpientes, pumas, otras),
y la decoración se hace mediante el típico
espigado, y la mezcla de pintura con co­
lores amarillo, ocre, rojo, blanco, marrón,
leonado, café y negro.

Cerámica colonial
Dentro de la colección arqueológica que
dispone el museo, cuenta también con una
importante muestra de cerámica colonial, Olla. Cerámica colonial
en la que se aprecia que en este tipo aún
perduran las formas prehispánicas, y en
otros diseños nuevos, es decir de origen his­
pano, el tratamiento de superficie compren­
de el típico vidriado, y el enconchado de los
bordes, además hay que destacar la factura
de estas piezas en las que se observa el uso
de técnicas tradicionales como el uso de las
huactanas y la cocción. Uno de las talleres
que conserva esta tradición antiquísima de
hacer alfarería es aquel que pertenece a la
comunidad dejatún Pamba perteneciente a
la parroquia de San Miguel de Porotos en el
Cantón Azogues. Jarra. Cerámica colonial

Jarra. Cerámica colonial


28

L a reserva arqueológica

Lugar que dispone el Museo Institucional,


para el resguardo del patrimonio arqueoló­
gico. Las piezas se hallan distribuidas en
estantes debidamente ubicados en el espa­
cio asignado. Para ello se han considerado
las normas técnicas que se aplican en con­
servación. De acuerdo a lo estipulado den­
tro de las políticas museísticas, las piezas
están clasificadas conforme a los períodos
culturales a los cuales pertenecen y al tipo
de material del cual están elaborados ya sea
concha, hueso, lítica, cerámica, metales,
entre otros y se les ha asignado un número
de código que las identifica como bienes

W:
culturales pertenecientes al fondo arqueo­
lógico de la Casa de la Cultura del Cañar.
En este sentido, se cuenta con un registro
documentado en fichas técnicas, tanto di­
gitalizado como impreso, en las cuales se
encuentran las especificaciones generales y
el registro fotográfico de las mismas.
29

La colección
Catálogo parcial. Fase Narrío

Cabeza zoomorfa 2.7 x3 .1 x3 .3 cms

Cabeza zoomorfa (m ono)9x3.7x2.8 cms

O lla.l 0.8x13.9x8.5 cms. Cabeza zoomorfa 6x4.2x4.5 cms Cuenco. 7.2x10.3x4.8 cms.
Catálogo parcial. Tacalshapa

Botella antropomorfa. 16x7.6 Compotera. 12.4x13.5 cms.


Catálogo parcial Cashaloma

Florero. 21 .5 x1 5 .4 x 2 0 cms.

Cuenco. 8.4x15 x 7.5 cms. Florero. 19.5x14.8x18 cms. Cántaro. 2 0 .5 x2 0 .2 x2 0 cms.


32

Catálogo parcial Inca

Puco cotí tapa. 22.5x18x14.3 cms.

Jarra. 10.4x13.6x8.2 cms.


33

Catálogo parcial colonial

Jarra. 13x12 cms.

Botella. 2 3 x 1 2 .8 cms. Jarrita. 1 2.6x13.4 cms. Jarrita. 7x9.3 cms. Compotera


Etnografía regional
Francisco Álvarez Pazos
37

En la Sala de Etnografía Regional “Cañar, dencia en una triple vertiente: permanencia,


Itinerario de un Destino” , se ha tratado de continuidad y cambio. Permanencia, por que
aprehender el esplendor de esta tierra, vario­ en la memoria colectiva aún subyacen fir­
pinta, taracea hecha de hierba, trigo y maíz, mes, estables los principios fundamentales
de rojos techados y ponchos multicolores. del Yo profundo que busca incesante su
A este pequeño espacio hemos procurado “Identidad existencial”, continuidad , que se
vestir con los “humildes” materiales gesta­ expresa en las manifestaciones culturales y-.,
dos por la Pacha, la poética nobleza de és­ sociales, esa unión natural que tienen entre
tos, propenden a dar un idóneo marco a los sí las partes y el todo de su cultura; y cam­
objetos y escenificaciones que habitan un bio, porque todo proceso está sujeto a flujos
contexto lo más cercano posible a su propio y reflujos dialécticos. Transformación, adap­
y real entorno. Al caracterizar al museo de tación actualización son factores que per­
esta cálida y natural manera, intentamos así miten la sobrevivencia; cambian los compo­
mismo captar el “Itinerario” histórico vivido nentes y las formas, sin embargo permanece
por el pueblo cañari a través del tiempo, el símbolo, la función; en suma, el espíritu
reflejar y describir su cultura viva que se evi­ de las cosas.
Estrategias
de comunicación
Ofrecer una visión eminentemente didácti­ pendientemente de o en conjunción con
ca fue uno de los objetivos fundamentales las demás, al ser una opción integral en
enunciados en el proyecto museográfico sí misma . Así se crea una dinámica parti-
diseñado para la Sala de Etnografía Regio­ cipativa entre el público y el Museo, esta
nal de La Casa de la Cultura Ecuatoriana interacción sumada a la valoración directa
Núcleo del Cañar. En este contexto, tanto el de los objetos; sus formas, colorido, su
planteamiento conceptual como la dispo­ textura, al igual que la vivida evocación
sición y la caracterización de los elementos que producen las escenas: costumbristas
que la constituyen están en función de o cotidianas, la calidez de la vivienda, la
este objetivo. Para el efecto, la tesis de la poética rusticidad de las empalizadas y en­
exposición fue dividida en varios módulos tarimados provocan y despiertan en el es­
temáticos, secuenciales e interdependien­ pectador un horizonte de impresiones, con
tes; a su vez, a cada uno de ellos se los la capacidad de asombro ante la riqueza de
subdividió en unidades subtemáticas. Pro­ nuestra cultura.
curamos así que la visita a este “territorio”
represente para el usuario una experiencia Adicionalmente en algunos módulos se
integral y sugerente. han incluido conjunto de figuras artesa-
nales que representan a la etnia cañari,
Con el mismo criterio se establecieron escuchando de boca del amauta o yachac-
originales estrategias de comunicación, sabio- de la comunidad el relato de sus
ofreciendo distintos niveles de información creencias o tradiciones (tradición oral). El
para cada tema -información expuesta e lenguaje empleado rememora la forma de
información encubierta-, de tal modo que pensar y expresarse de nuestros indígenas
cada una de ellas pueda ser elegida inde­ y campesinos.
40

Estructuración de la
sala etnográfica
La articulación y secuencia de los diferentes Contenido de la sala
temas estriba en el método deductivo, es
decir que su estructuración responde a pro­ El museo contiene seis unidades básicas.
cedimientos dialécticos y consecutivos, par­
tiendo de lo universal a lo particular, de lo PRIMERA UNIDAD (módulo introductivo)
general a lo específico. Con este criterio, se 1. - Conceptos y definiciones
estructuró el planteamiento secuencial de Cultura, punto de vista antropológico
la exposición, que se inicia reseñando bre­ Antropología
vemente conceptos y definiciones básicas Etnografía
sobre Cultura Antropológica y Geopolítica. Etnia
La explicación de lo que estos términos Nacionalidad
entrañan permite al visitante comprender, Nación <
interpretar y correlacionar coherentemente Estado
las distintas facetas del pueblo cañari actual 2. - Ecuador, país pluricultural y multiétni-
y la descripción de sus múltiples aspectos co; conformación étnica del Ecuador
culturales, evidenciados en los distintos El hombre de Cañar
módulos o unidades que conforman esta La Etnia Cañari
Sala. Así mismo, reafirmando el sentido Los mestizos
didáctico, en la primera unidad se revisan B.-Visión histórica y geográfica
otros rasgos característicos inherentes a la a) Los Guardianes de la Tierra - Ubicación
Cultura Cañari: su proceso histórico y ubi­ histórica: culturas aborígenes e inca
cación geográfica y ecológica, definiéndose b) La Pacha Mama.- La provincia del Cañar;
además las variantes o factores que permi­ ubicación geográfica y ecológica
ten la sobrevivencia de los grupos humanos 4.-Persistencia y Continuidad
y su cultura. La persistencia de la memoria.
La memoria Colectiva.- Persistencia, conti­
nuidad y cambio.
Con esta substancia y estas manos...- Cul­
tura material tradicional;
Tecnologías vernaculares que subsisten.
SECUNDA UNIDAD 2. - “Jacuquina jacuquina”.... 1.- Producción artesanal mestiza
Contexto Social y Cultural La cerámica tradicional, reseña histórica. b) Expresiones más tradicionales
1. -Entre el Cielo y la Tierra (Expresiones Las olleras de Jatumpamba y otros lugares c) Bordados y tejidos
religiosas, religiosidad popular) de producción. d) Talabartería
2. -Con el signo de la cruz: La Conquista, 3. - La urdimbre del tiempo e) Tejidos de paja toquilla
el mestizaje y su significación Los textiles, historia.
3. -La Allpamama Tecnología y producción actuales.
a) Concepción panteísta de la naturaleza 4. - Preñando a la Tierra CONCLUSIÓN
b) Manifestaciones de los espíritus de la La agricultura en el Cañar Significado del Patrimonio Cultural y de la
naturaleza 5. - Huasi Pichana compadre. Identidad Ecuatoriana
4. - La Fiesta La vivienda, visión histórica.
Su expresividad; celebraciones de raíz Arquitectura indígena.
indígena y festividades mestizas
a) El Inti Raimi, reseña histórica
b) El Taita Carnaval: Descripción del persona­ CUARTA UNIDAD
je. El carnaval cañari, su sentido plurivalente. Las Huellas de un Proceso
La Fiesta del Corpus Christi: Lo que re­ 1.- El color y el sabor de lo híbrido
presenta; elementos de la celebración y Los mestizos
su descripción. a) Arquitectura mestiza
5. - Otros elementos de la Fiesta
6. - Sincretismo religioso.- Manifestacio­
nes del sincretismo. QUINTA UNIDAD
Lleve Lleva Caserita...
• La feria, punto de encuentro y relación
TERCERA UNIDAD comunitaria
Cultura Material Nativa • Los talleres de compostura
1.- Los bienes de la tierra.- Reseña histó­
rica.
Lo que los objetos revelan. SEXTA UNIDAD
Producción artesanal de Cañar. Las formas de sensibilidad
Primera Unidad a) Cultura de descifrar y determinar códigos, siem­
La cultura o civilización, en sentido et­ pre originales, que rigen las prácticas co­
nográfico amplio, es todo complejo que tidianas y el conocimiento compartido por
Conceptos y definiciones incluye el conocimiento, las creencias, el el grupo; es decir, interpreta el sentido
arte y la moral, el derecho, las costum­ profundo de su cultura.
bres y cualesquiera otros hábitos y capaci­
J
dades adquiridas por el hombre en cuanto d) Etnia
miembro de la sociedad (Eduart Taylor) Colectividad no muy numerosa, unida por
vínculos raciales y de parentesco, cuyos
b) Antropología miembros comparten una cultura, valores,
Estudia comparativamente al hombre y tradiciones y comportamientos sociales,
sus variedades raciales y culturales, desde inserta en otra mayor, de la que difiere en
sus orígenes hasta nuestros días y según algunos rasgos.
su distribución en el mundo, considerán­
dolo como un todo físico y cultural. e) Nacionalidad
Desde el punto de vista socio-antropoló­
La antropología se sirve de otras discipli­ gico, es una forma social menor que una
nas para precisar ciertos campos de estu­ nación, comparte con ella los aspectos
dio especializados. históricos culturales, pero en la práctica,
carece de dimensiones fundamentales,
Por ejemplo, la antropología física los ca­ como la autonomía en la organización po­
racteres anatómicos y biológicos del ser lítica y jurídica. Una nacionalidad es due­
humanos ña de una profunda y respetable tradición
y que únicamente está desprovista de au­
c) Etnografía tonomía política y económica.
El nacimiento de esta disciplina en el siglo
XIX responde al desarrollo de las ciencias f) Nación
llamadas humanas y sociales. Es interdis­ Grupo de un mismo origen étnico, que
ciplinaria por excelencia, apoyada por la comparten tradiciones históricas respecto
antropología, la historia, la sociología, la a su ascendencia y desarrollo, así como
psicología y la filosofía, estudia y describe elementos comunes: lengua, costumbres,
a los grupos humanos y sus manifestacio­ arte, economía. En suma, cultura y que se
nes tangibles e intangibles. desenvuelve autónomamente en un terri­
La etnografía se interesa por el otro, trata torio.
g) Estado
Entidad autónoma política, jurídica y ad­
ministrativamente, fruto de la organiza­
ción de un grupo humano en ejercicio de
su soberanía sobre un territorio.

2.- Ecuador, país pluricultural y multiétni-


co conformación étnica del Ecuador

El Ecuador... un espacio territorial relativa­


mente pequeño, en el que sin embargo, en
cada una de sus regiones naturales existe
una increíble variedad de pisos ecológicos,
cobija a varios millones de habitantes perte­
necientes a etnias, nacionalidades y grupos
humanos diversos, cada uno con su propia
herencia cultural; traducida en costum­
bres, usos, tradiciones, código de valores
y formas de ver y enfrentar el medio, todo
amalgamado dentro del espíritu unificador
de un mismo proceso histórico y, hoy, am­
parados por una estructura fundamental, el
Estado ecuatoriano .

El hombre de Cañar

La Etnia Cañari
Habitan mayoritariamente en la provincia
del Cañar y en menor grado en el Azuay.
Son alrededor de 50.000 indígenas y viven
de manera preferencial en las zonas altas.
Rasgos distintivos de la etnia se observan
44

en diferentes parcialidades, particularmen­ Los mestizos


te en el vestido y el cabello: los huairapun- Viven en zonas urbanas y rurales en toda la
gos llevan trenza o guango, los Sisid en provincia siendo el grupo más numeroso.
cambio lo tienen corto y cubren su cabeza Los que habitan en el campo, denomina­
con un pañuelo y, sobre éste lucen uno o dos “chazos” se ubican preferentemente
varios sombreros. en valles y ciertas zonas altas: páramos
y declives cordilleranos. Sus principales
El atuendo masculino lo constituye pantalón actividades constituyen la agricultura y la
negro, camisa bordada en cuello y mangas, ganadería y en menor grado, solamente en
cuhsma o poncho corto, sujeto con faja o determinadas localidades la artesanía.
chumbi, y sombrero de lana prensada. El
femenino, una blusa bordada, polleras cor­ Practican mayoritariamente la religión cató­
tas con las orillas bordadas, reboso, lliglla lica, en torno a la cual celebran innumera­
o hualcarina sujeto con prendedor o tupo y bles festividades.
sombrero igual al de los varones.
Las más importantes y concurridas tienen
Generalmente bilingües, su español se mati­ lugar en Azogues, en honor a la Virgen de
za con términos vernáculos y su quichua con­ la Nube y en Biblián en el santuario de la
serva vestigios de la antigua lengua cañari. Virgen del Rocío.

Su principal actividad está relacionada con Su producción artesanal es variada y de


el agro, complementan sus ingresos econó­ gran calidad, la paja toquilla es la expresión
micos con la producción artesanal, sobre más destacada, trabajan además la cerámi­
todo de textiles, realizados con ancestrales ca, sobre todo en Jatumpamba, Zhorshan,
tecnologías. Olleros,en la jurisdicción del Cantón Azo­
gues, productos en cuero en la ciudad de
Cañar, cantería en Chuquipata y en otros
lugares cestería, bordados, etc.
45

3.- Visión histórica y geográfica grupos humanos para que muy temprana­
mente ocupen este paradisíaco lugar.

a) Los Guardianes de la Tierra Los primeros asentamientos en la zona


Culturas aborígenes e inca. se dieron mucho antes que en otros si­
Estudios arqueológicos realizados en tios, debido a las características espe­
Chobshi, sitio precerámico localizado cerca ciales del escenario natural (condiciones
del cantón Sigsig (provincia del Azuay), de­ meteorológicas, distribución biótica,
termina que el poblamiento de la zona se geomorfología, recursos, etc.), determi­
remonta a 1 5.000 años de antigüedad. Los nantes para el desarrollo de un sistema
primeros pobladores fueron cazadores y cultural. En la región estos componentes
recolectores que elaboraron sus instrumen­ básicos están presentes. Los aborígenes
tos de trabajo en silex, basalto y obsidiana. aprovecharon sabiamente la conforma­
Los artefactos encontrados evidencian las ción y recursos de la montaña andina
primeras muestras materiales de un con­ en la que la existencia de diversos pisos
glomerado humano, que, con el tiempo, ecológicos, distribuidos a lo largo de la
y a través de las distintas fases culturales gradiente montañosa (microverticalidad),
forjarían una nacionalidad bien definida, determinaron un sostenido incremento
altamente organizada y dueña de ricas tra­ económico y social de las diversas cultu­
diciones... la Nación Cañari. ras precolombinas.

Las culturas regionales que se desarrollaron El territorio ocupado por la nación cañari
en la zona, arrancan en el período Formati- fue muy amplio: lo que en la actualidad
vo con la cultura Narrío, posteriormente en constituyen las provincias del Cañar,
los siguientes períodos cronológicos sur­ Azuay, una fracción del Chimborazo hacia
gen Cashaloma y Tacalzhapa y finalmente, el norte, y parte de Loja al sur, extendién­
desde el sur irrumpen en tierras cañaris los dose por el Este hasta las estribaciones de
incas, permaneciendo en la región por un los Andes Centrales y por el Oeste, las pla­
lapso de 70 años. nicies de la Costa.

b) La Pacha Mama Los pueblos que habitaron sucesivamente


La tierra, esta tierra pródiga y fecunda; el esta región, captaron y amaron la esencia
paisaje, este paisaje andino, multicolor e matriz, originándose una simbiosis eterna
imponente debió deslumbrar a los antiguos entre el hombre y la Pacha - Mama.
Complejo Arqueológico de Ingapirca
47

4.- Persistencia y continuidad


La persistencia de la memoria

Memoria colectiva
Los mitos, creencias, costumbres, leyen­
das, cuentos, etc., constituyen sistemas
orgánicos de comunicación y transferencia
de múltiples aspectos de una cultura. Los
conocimientos, normas, códigos de valores,
prácticas y habilidades son asimilados por
un pueblo por medio de la tradición oral; a
través de ella se reproducen y refuncionali-
zan las estructuras culturales.

Persistencia, continuidad y cambio


El proceso histórico vivido por los pueblos
andinos evidencia una triple vertiente: Per­
manencia, porque en la memoria colectiva
aún subyacen, firmes, estables, los princi­
pios fundamentales del Yo profundo, que
busca incesante, su “Identidad” existen­
cia!. Continuidad, que se expresa en las
manifestaciones culturales y sociales; esa
unión natural que tiene entre sí las partes
y el todo de su cultura y cambio, porque
todo proceso está sujeto a flujos y reflu­
jos dialécticos. Transformación, adap­
tación, actualización, son factores que
permiten la sobrevivencia; cambian los
componentes y las formas, sin embargo,
permanece el símbolo, la fusión; en suma,
el espíritu de las cosas.
En el Cañar esta trilogía ocupa muchos es­ Con esta substancia y estas manos...
pacios vivenciales: patente y reveladora unas Muchos son ios aspectos de la cultura ma­
veces, o latente, velada y encubierta en otras. terial tradicional que aún subsisten y tienen
Milenarias técnicas y patrones de producción vigencia en nuestros días. Formas de pro­
se mantienen casi intactas. Prácticas ritual - ducción milenarias relacionadas con la ar­
ceremonial - religiosas, en las que se ocultan quitectura en tierra o con la agricultura. Las
rasgos ligados a una cosmovisión que renue­ ceramistas dejatumpamba siguen mode­
va la ancestral comunión entre el hombre y lando el barro con las mismas técnicas que
el universo, entre el hombre y la naturaleza sus ancestros. Igualmente los tejedores del
(tópico ahora tan actual y trascendente). Cañar continúan empleando el mismo tipo
Costumbres y tradiciones socio-culturales; de telares prehispánicos, e incluso resurgen
recicladas, reconstituidas, resemantizadas, estilizaciones de los viejos diseños. Los tu­
convocando de mil formas a la unidad étnica, pos y otros elementos de joyería mantienen
al trabajo comunitario, y, talvez, a asumir una intactas características como en el pasado.
conciencia contestataria que destierre para
siempre al mezquino “Musuy”. Pero, evidentemente los cambios en la pro­
ducción artesanal son palpables, tanto en
los materiales que se utilizan, como en el
uso nuevo que se da hoy a los objetos.
49

Segunda unidad 1.- Entre el Cielo y la Tierra y que este se manifiesta como un proce­
(expresiones religiosas, religiosidad popular) so progresivo y cíclico, en un movimiento
Contexto social y cultural espiral... El tiempo cíclico es parte de su
Cosmovisión Cañari cosmovisión.
La nación Cañari fue dueña de una rica
mitología, basada en una singular manera La Luna, Quilla, diosa principal en la cul­
de ver y comprender el universo. Su mun­ tura Cañari después de Pachacámac, el
do religioso estuvo lleno de concepciones animador del mundo y de Pacha Mama,
mítico-cosmogónicas, que originaron la la Madre Tierra, también estaba sujeta a
ericción de múltiples seres progenitores este proceso cíclico. Los desplazamientos
y deidades tutelares. Sin embargo, esas y rotación del satélite, al igual que las del
divinidades estaban desprovistas de enti­ Sol y otros astros, permitieron estructurar
dad y materialidad. Había pues que corpo- un calendario mixto, que organizaba los
rizarlas, darles forma, hacerlas accesibles ciclos agrarios. Su culto fue anterior y más
y reconocibles.... imponente que el rendido al Sol (Inti), cuya

Entonces, su profundo vínculo con la natu­


raleza, hizo que asociaran tanto el carác­
ter y reacciones de ios animales como las
propiedades de los elementos nacidos de
la tierra, con los movimientos, períodos,
fases y fenómenos de los cuerpos celestes.
Es así como surgió una profusión de dio­
ses y divinidades.

Para la generalidad de las culturas indíge­


nas, el hombre está integrado a las fuerzas
y leyes cósmicas, existiendo un principio
de unidad, en torno al Universo. Todos los
seres animados o no, están relacionados
entre sí.
M ítico Cerro Abuga. Azogues
Consideran además la vida como parte de
la supervivencia y expansión del cosmos,
50

veneración se acrecentó y consolidó a la conocimientos, creencias, costumbres y tec­ En los tiempos primordiales, se creía que
llegada de los incas. nologías; es decir, de cultura. esos elementos poseían capacidad de pen­
sar, hablar y actuar comunicándose con el
Conjuntamente con la adoración a la Luna, 3.- La Allpamama hombre, quien se acostumbró a hablar con
los cañaris reverenciaron a otros seres, ob­ la naturaleza, respetándola y amándola,
jetos y fenómenos de la naturaleza, deidifi- a) Concepción panteísta de la naturaleza integrándose a ella. Este contacto perma­
cados dentro de su religión: la serpiente es La antigua concepción andina que ha sobre­ nente y vital es el principio básico del equi­
una de las más importantes, al igual que la vivido, de alguna forma, hasta la actualidad librio ecológico.
guacamaya, a las que se les confiere la con­ en la mentalidad de los pueblos indígenas,
dición de progenitores de la raza. considera a la naturaleza como un ser ani­ b) Manifestaciones de los espíritus de la
mado, dotado de espíritu. Todo lo que en naturaleza
El maíz fue elevado a una categoría sagra­ ella vive está relacionado entre sí: el Sol, la Con esta concepción animista del univer­
da. La laguna de Culebrillas, los cerros Abu- Luna, los vientos, el agua, las montañas, los so, el principio de unidad entre los seres
ga y Cojitambo, también fueron entes del animales, las plantas; todos los seres natu­ se encuentra en la vida. No obstante,
culto religioso Cañari. rales tienen vida (animismo). para conservarla había que reverenciarla,
2.- Con el signo de la cruz:

La conquista, el mestizaje y su significa­


ción.- En el momento mismo en que Espa­
ña irrumpe en el suelo americano, todo un
mundo construido por siglos se derrumbó.
En un reducido lapso se trocaron concepcio­
nes religiosas, sostenidas en una equilibrada
relación entre el cosmos y la naturaleza, se
violentaron formas de pensar e ideologías,
principios, ideas sociales y tecnológicos. Se
produjo entonces la imposición de normas y
principios extraños y se introdujo usos, cos­
tumbres, lengua y religión ajenas. Sobrevino
luego el mestizaje, que en muchos casos
se dio como un mecanismo de defensa, un
proceso que se gestó muy lentamente y que
a la postre significó una amplia fusión de
«
51

símbolos han sido sustituidos, moderniza­ carácter simbólico e ideológico que se


dos, refuncionalizados, la reminiscencia del amalgaman con otros de índole social, los
pueblo, aún los conserva muy dentro de su que activan mecanismos de reciprocidad
sentimiento interior. e incrementa las relaciones familiares y
comunitarias.
4 - La Fiesta.
Celebraciones de raíz indígena.
Su expresividad La fiesta en nuestro medio, así como en
La fiesta constituye la celebración po­ otras regiones de los Andes ecuatorianos,
pular más importante, a pesar de las forzosamente tiene que ser relacionada
transformaciones que se operan tanto con el pasado colonial, período en el cual
en su forma como en su contenido; no la dominación española refuncionaliza
obstante, su expresividad, riqueza y con­ por medio de la evangelización, las cele­
sistencia permanecen, puesto que reúne braciones indígenas y sus prácticas ritua­
y se nutre de una serie de factores de les con la finalidad de alcanzar sus objeti-

ofreciendo rituales de agradecimiento


en unos casos y ceremonias propiciato­
rias en otros, de modo que los espíritus
que moran en la naturaleza o en ámbitos
superiores les sean benignos, por esto,
veneraban a ciertos cerros, lagunas, ár­
boles, piedras, etc., llevándoles ofrendas
y presentes. Al mismo tiempo se elabo­
raban objetos que simbolizaban la pre­
sencia física de esos espíritus de la tierra
(huacas), o se hacían piezas tutelares y
mortuorias (ucuyayas) como también arte­
sanías rituales.

Estas creencias y costumbres, de algún


modo todavía emergen de lo recóndito de D anzante Cañari
la memoria colectiva; si bien sus signos y
52

vos. De esta forma muchos personajes y


figuras de la simbología nativa como los
danzantes, curiquingas y otros, pasan a
ser parte de las celebraciones del santoral
cristiano, al igual que los instrumentos
musicales autóctonos.

Sus principales fiestas son: Carnaval, Cor­


pus Christi, San Pedro, Octava de Corpus
y las de los ritos de pasaje, celebraciones
familiares y comunitarias que expresan las
etapas de la vida del hombre: nacimiento,
matrimonio y muerte.

Para organizar las fiestas mayores se nom­


bra a un prioste, quien ostenta el “cargo” Bocina cañari Bombo autóctono
más importante, bajo cuya responsabi­
lidad se desarrolla la conmemoración.
Adicionalmente se eligen otros cargos:
principales y secundarios, los que a más
de colaborar en los preparativos partici­
pan también como personajes animadores
de la fiesta.

Festividades mestizas
Las fiestas en el grupo mestizo difieren no­
tablemente de las que realizan los indíge­
nas, si bien éstos últimos acuden a varias
de ella en forma multitudinaria, especial­
mente a las grandes celebraciones religio­
sas (Natividad, Virgen de la Nube, Virgen
del Rocío, etc.), sin embargo, existen otras
en las que participan únicamente los mes­ Caja o tambor pequeño de Tayta Carnaval Aditam ento para danza de fiesta religiosa en
tizos y se caracterizan por su mayor grado comunidades cañaris
de secularización e institucionalización.
En este contexto son importantes las fes­
tividades cívicas, deportivas, elección de
reinas, etc. A la vez que otras manifesta­
ciones más tradicionales como la pelea de
gallos, comparsas, etc., sumadas a ella la
fiestas en honor de los diferentes santos
patrones de pueblos y comunidades, las
que se organizan y coordinan -dependien­
do el caso- mediante la elección de comi­
tés Pro-fiestas, o en su defecto con el sis­
tema de priostazgo. Por lo general todas
ellas son animadas por bandas populares
o conjuntos folclóricos y, nunca pueden
faltar abundantes juegos pirotécnicos y el
gran baile popular.
54

El Inti Raimi
El culto solar cañari, estuvo muy arraiga­
do mucho antes de la conquista incásica,
varias construcciones de la época dan tes­
timonio de ello, al igual que innumerables
representaciones que simbolizan el origen
de la luz y el calor.

A la llegada de los incas, a finales del siglo


XV, la veneración al Padre Inti se generalizó,
imponiéndose un variado sistema ideológi­
co - religioso, que normaba las expresiones
ceremoniales en torno a los ciclos de la tie­
rra. Para el efecto se erigió en Ingapirca, el
Templo del Sol.

Entre las ceremonias y festividades más im­


portantes realizadas en su honor, la de más
trascendencia fue el Raymi, la conmemora­
ción de los equinoccios que se realizaba en
el mes de junio, en ella participaban una
variedad de personajes que desempeñaban
múltiples prácticas rituales, muchas de las
cuales se manifiestan y reproducen en las
fiestas de Corpus Christi.
El Tayta Carnaval
El ser mítico, Tayta Carnaval, lleva zamarro,
pantalón de cuero, y un enorme sombrero
de piel; guaraca, honda, caja o tambor y
pigsha, bolsa de cabuya, visita casas de
“mesas bien puestas”, con comida chicha
y trago, mientras sus dueños están inten­
cionalmente fuera. Toma los alimentos y
deja suerte, salud, cosechas abundantes y
ausencia de robos, sequías, “lanchas” (hela­
das) y otras calamidades.

Las casas que no las reciben con abundan­


cia, son visitadas por Yarcay, el hambre.
Los hombres llaman a Taita Carnaval desde
los primeros días de febrero, con pingullos Sombrerera de Tayta Carnaval
(flautas) y tambores, que callan el resto del
año, porque invocarlo fuera de tiempo es
mendigar y eso avergüenza.

El carnaval, su sentido plurivalente


Es una de las festividades de más expresi­
vidad religiosa, en ella se conjugan cua­
tro aspectos o planos fundamentales: el
primero contiene un profundo sustrato
mítico que rememora la lucha de los
ancestros míticos, representados por los
cerros sagrados o urcuyayas. El segundo
marcado por lo cíclico, que determina el
tiempo y el espacio; “Taita Carnaval” o
Taita Carlito, camina seis meses para ve­
nir, igual tiempo para regresar, un año de
Tayta C arnaval
peregrinaje, de esto se deduce el período Guaraca de Tayta C arnaval
que tarda la Tierra en hacer germinar las
56

plantas. El tercer aspecto es el social;


en él se fundamentan los conceptos de
intercambio y reciprocidad, reproducién­
dose el fortalecimiento comunitario; y el
último, contiene un simbolismo que se
manifiesta en la visita anual que realiza
casa por casa Taita Carnaval, bueno y
generoso, que viene acompañado por su
contrarío el Musuy o Yarcay, que es espíri­
tu que personifica el hambre, la pobreza y
la mala suerte.

Las fiestas del Corpus Christi


En el ámbito de la fiesta se sintetizan to­
das las vivencias y expresiones de la vida
cotidiana del hombre andino. La profunda Faja Cañari
interrelación que existe entre el indígena y
el orden agrario, hace posible que en ella
se reproduzcan todos los aspectos que se
relacionan con la tierra; económicos, socia­
les y culturales, a la vez que se reafirman e
incrementan los vínculos familiares y comu­
nitarios, así como las tradiciones, formas de
organización y comunicación.
En el Cañar la celebración indígena más
importante es la fiesta de Corpus Christi,
que se conmemora en el mes de junio en
honor al Santísimo Sacramento y aglutina
a todas las comunidades de la región.

Participan en ella muchos personajes llama­


dos ‘cargos”, cada uno de ellos tiene dife­
rente jerarquía o categoría, los hay principa­ Rondador Mascara de Rucuyaya
les y secundarios, siendo el más importante
57

el Prioste, siguen luego el danzante, los ru-


cuyayas y otros de menor significación.

El Corpus, por las características especiales


que reúne viene a ser la síntesis de lo pa­
sado y lo presente.

5. - Otros elementos de la fiesta

La marcada religiosidad que existe en la


provincia, ha permitido la celebración de
numerosas fiestas, tanto indígenas como
mestizas, que son ofrecidas a los santos
patrones de cada una de las comunida­
des; sin embargo, hay otros acontecimien­
tos que propician la realización de feste­
jos como los ritos de pasaje, y otros de
índole popular.

Cada uno de estos sucesos reúne caracte­


rísticas distintas y tiene elementos propios
que los diferencia o imprimen un sabor muy
especial: vestimenta, música, bailes, pirotec­
nia, ofrendas, adornos y demás expresiones
de la imaginería popular, que prodigan la
magia, la variedad y el colorido a la fiesta.

6. - Sincretismo religioso

Manifestaciones del sincretismo


Desde el inicio de la época colonial se ori­
ginó en la América India, un proceso gra­
dual que buscaba conciliar y armonizar las
58

milenarias creencias y tradiciones autócto­


nas que yacían en la mente colectiva de los
aborígenes, con las traídas por los españo­
les, suscitándose una fusión, una “conviven­
cia" de sus símbolos. Es decir, las culturas
indígenas adoptaron un razonamiento inter­
medio uniendo o combinando elementos de
la nueva religión (Catolicismo), con los de
su cosmogonía. Así en muchas expresiones
de la religiosidad popular, en las fiestas o
en los diseños de ciertas artesanías se ad­
vierte esta combinación de elementos.
En la actualidad, aquí en la provincia de
Cañar, todavía es posible observar estas
manifestaciones de sincretismo cultural y
religioso en innumerables aspectos de la
cultura popular.
Tercera unidad 1.- Los bienes de la tierra. Producción artesanal de Cañar.
Lo indígena
Cultura Material Nativa Reseña histórica.
Históricamente el proceso de desarrollo
El dominio que tienen los artesanos sobre el
proceso de trabajo, y la unidad que mantie­
de la producción artesanal, se inicia como nen con sus instrumentos de labor, responde
respuesta al desafío del medio y a la ne­ a una actividad milenaria. En el caso de los
cesidad de satisfacer las exigencias más indígenas, quienes conservan una tradición
apremiantes del hombre. Al principio era tecnológica, basada en el conocimiento de los
la piedra, gracias a ella logró adaptarse al materiales de su propio entorno, y la inter­
medio, dominarlo, cultivar la tierra, crear pretación del mundo, evidenciada en formas
herramientas para procurar su vestido y diseños, que si bien, de alguna forma han
y proporcionarse alimento. Después, su variado por la introducción de nuevos ma­
innata capacidad inventiva y originalidad teriales y la incidencia de otras culturas, las
creativa, permitieron transformar la ma­ expresiones materiales vernáculas, mantienen
teria, dando forma a múltiples objetos su esencia, y se siguen realizando en torno a
que cumplían funciones, tanto de carácter su vivienda.
social, cotidianos y rituales, así como de
intercambio.
2.- “Jacuquina - Jacuquina”
Sin embargo, la aparición del artesano
como grupo, corresponde a un momento La cerámica tradicional, reseña histórica.
del incremento de las fuerzas productivas La técnica artesanal de elaboración de pie­
y a la división social del trabajo. Entonces zas de cerámica utilizando “golpeadores” o
surge el artífice como tal y las especializa- “huactanas” de barro cocido, fue empleada
dones artesanales. por los cañaris mucho antes que los incas
ocupasen estos territorios, evidencia de
Lo que los objetos revelan. ellos son los “golpeadores” encontrados en
Los objetos revelan más de la vida de los sitios arqueológicos cañaris.
pueblos que muchos otros elementos cultura­
les. Evidencian los materiales de los que una De su existencia da cuenta por primera
comunidad dispone, la forma como fueron vez Fray Gaspar de Gallegos en un docu­
imaginados y construidos, y expresan tam­ mento escrito en 1 582, en el que se alude
bién los valores estéticos y simbólicos de un a un centro alfarero situado cerca de Pe-
grupo humano, su identidad. lausí de Azogue.
Detalle de Pollera Cañari

Detalle defa ja Cañari E l Telar de cintura o M aquiaw ana


Sombrero cañan de mujer

Vestimenta de la mujer Vestimenta del hombre Sombrero Cañari de hombre


62

El color rojo característico de las piezas se


lo obtiene moliendo quina, arbusto que cre­
ce en los cerros cercanos, el polvo resultan­
te se lo mezcla con agua hasta conseguir
un líquido pastoso de color ocre rojizo con
el que se cubre o pinta las ollas y demás
piezas. Al proceso se lo denomina “quinar”,
que viene a ser propiamente el engobe.

La quema se lo hace al aire libre, utilizando


ramas (chamiza) y leña.

3.- La urdimbre del tiempo


Los textiles: historia
Los testimonios arqueológicos provenientes
de lugares como: Narrío, Tacalshapa, Inga-
Las olleras de Jatumpamba y otros luga­ pirca y otros, determinan que la producción
res de producción textil fue una actividad generalizada y de
En la actualidad este método de fabrica­ considerable desarrollo técnico, semejan­
ción prehispánico se sigue empleando en te al obtenido en otros sitios de América
tres localidades de la provincia de Cañar: Andina. Hallazgos tanto de segmentos de
Jatumpamba, Zhorshan y Olleros. huesos y telares como de agujas, pasadores
de hilo, fusayolas, etc., y los fragmentos y
El proceso de fabricación en su mayor parte huellas de tejidos impresos en cerámica,
es realizado por mujeres, a las que se les dan prueba de aquello.
denomina “alfareras”. Estas producen una
variadísima gama de formas y tamaños, que Emplearon el algodón y la lana como ma­
incorpora desde grandes vasijas y cántaros, teria básica, aunque también utilizaron
hasta objetos medianos y pequeños como: diferentes fibras vegetales y cuero como
jarras, cazuelas, shilas, pozuelos, olletas, elementos secundarios. El teñido de esos
Faja Cañari de hilo etc., todas realizadas con el procedimiento materiales lo hacían con pigmentos vegeta­
de golpear. les y minerales
i
I

5E 63

En el período colonial se incorporan nuevas 4.- Preñando a la tierra


técnicas y herramientas como el telar de
pedales u horizontal; además se introducen La agricultura en el Cañar
colores y diseños de origen europeo.
En el Cañar, al igual que muchos lugares
Las prendas de vestir autóctonas y de uso de la Sierra ecuatoriana, el trabajo en torno
más difundido entre otras fueron varios al agro sigue siendo la actividad mayor de
tipos de cushmas, túnicas, calzones cortos, la población, tanto indígena como mestiza.
paños y hermosas fajas.
En amplios sectores de la provincia (a pesar
Tecnología y producción actuales de la introducción de innovaciones técni­
La herramienta aborigen que subsiste, em­ cas), aún se continúa labrando la tierra, me­
pleada mayoritariamente por las comuni­ diante el uso de rudimentarias herramien­
dades indígenas de toda la provincia es el tas y sembrando los mismos productos
telar, conocido por ellos como Maqui Awa- tradicionales.
na (telar de mano), en el que se confecciona
las diferentes piezas textiles. La tecnología El yugo, el arado, la puya, la azada, todavía
tradicional se mantiene vigente; todo el constituyen los utensilios comunes para
proceso de trabajo se lo hace de forma ma­ cultivar el milenario maíz, la papa, el mello-
nual. El material empleado más frecuente co, el trigo, el fréjol, las hortalizas y demás
en la elaboración de prendas de abrigo es productos que son parte de la dieta habi­
la lana de borrego, aunque también se uti­ tual del pueblo. En algunos sitios se ven las
liza hilos fabricados industrialmente como antiguas terrazas de cultivo, y más allá los
el orlón, hilos de marcas Pinto, Singer, etc., grandes pastizales para el ganado, que sig­
que usan para hacer reatas, fajas y tapices. nifica el rubro económico más significativo
de la región.
La actividad de tejer la realiza generalmente el
varón mientras que la preparación preliminar El suelo natal para los campesinos mestizos
de los materiales está a cargo de la mujer. o para los indígenas, además de ser fuente
principal de subsistencia, es la raíz y fun­
Hoy en día existe una gran diversidad de damento de su vida; el hombre del Cañar
productos que conforman la vestimenta quiso “coserse" para siempre a la tierra, no
indígena, tanto para fiestas como para uso obstante el doloroso proceso histórico que
cotidiano. le tocó vivir.
64

5.- Huasi Pichana compadre todavía es posible encontrarlas desper­


La vivienda.- Historia digadas en varias parcialidades de Cañar.
Los antiguos cañaris disponían de centros Por lo general la vivienda familiar consta
administrativos en donde residían caciques de dos chozas: dormitorio y cocina edifi­
y shamanes. La vivienda de esos personajes cados con el material básico, la tierra, que
y los espacios de culto estaban construidos mezclada con paja sirve para los adobes,
con formas arquitectónicas y materiales apisonada para el piso, con carrizo para el
mejorados, que diferían de las del resto de enchacliado del techo o también para levan­
la población cuyos asentamientos estaban tar los poyos del descanso. Además como
relativamente dispersos. A la llegada de los elementos constructivos también se utiliza
incas se trastocó la arquitectura nativa con los pingos de madera o chaguarqueros para
la inclusión de nuevas concepciones forma­ armar la cubierta y sobre esta se pone la
les y tecnologías, especialmente en el traba­ paja de cerro como protección.
jo de la piedra, erigiendo verdaderas urbes
planificadas como en el caso de Tomebam- La cocina cumple un papel muy importante
ba e Ingapirca. en la vida del indígena por la serie de fac­
tores que reúne. El fogón o tulipa propor­
Posteriormente, con la conquista Ibérica ciona fuego para preparar los alimentos,
se imponen otros patrones urbanísticos, brinda el calor vital para contrarrestar
arquitectónicos y tecnológicos ajenos a el frío del páramo, el humo que produce
los que se habían mantenido en la Amé­ sirve para ahumar ciertos alimentos. En la
rica Prehispánica, lo que supuso cambios cocina también esta el cuyero y a veces,
verdaderamente radicales. El encuentro de los nidos o cushas de las pocas gallinas
dos mundos opuestos y el consecuente que poseen, además allí está instalada la
aporte, tanto español como andino, poco ashanga, especie de cesta plana donde se
a poco vieron el nacimiento de una nueva ponen a madurar los quesos y otras go­
arquitectura mestiza, así como el desarro­ losinas que de cuando en cuando se pe­
llo de ciudades y pueblos con personalidad llizcan. Afuera en el corredor se hallan los
muy singular. telares de cintura con los que se trabajan
los tejidos.
Arquitectura indígena
La vivienda tradicional indígena, construida En la actualidad este tipo de construcción
en base aviejas tecnologías prehispánicas tiende a desaparecer por los cambios socia­ Típica Vivienda Cañar i
y con los materiales propios del entorno, les y la utilización de nuevos materiales.
Cuarta unidad 1.- El color y el sabor de lo híbrido.
Los mestizos
Las Huellas
Dentro del ámbito de la cultura popular,
de un Proceso producto de la sensibilidad de sus crea­
dores y sustentadores: los mestizos, las
expresiones materiales ocupan un lugar
preponderante, en ella se advierte la
capacidad creativa de sus artífices y el
ancestral conocimiento de los materiales
con los que elaboran un sinnúmero de
objetos de uso cotidiano o para el deleite
de los turistas: sombreros y tejidos de paja
toquilla que se exportan a otros países, ce­
rámica trabajada con tecnología vernacular,
coloridos elementos en madera utilizados
en la arquitectura popular, cestería reali­
zada en suro, carrizo y totora, imaginería,
hojalatería. En suma, toda una constelación
de piezas elaboradas con habilidad y buen
gusto que ponen de manifiesto la riqueza
de la provincia.

Arquitectura mestiza
Una de las expresiones más sobresalientes
de la cultura material está representada en la
vivienda mestiza, que conjuga técnicas tradi­
cionales y elementos arquitectónicos traídos
por los españoles. Esta combinación ha dado
como resultado el desarrollo de una arqui­
tectura con color y sabor singulares.

La casa del mestizo varía según la con­


dición social y económica de sus propie-
66

tarios; sin embargo, por lo general se


siguen los mismos parámetros construc­
tivos, tanto en la utilización de materiales
como de espacio. El bahareque también
llamado encanizado, conjuntamente con
el adobe son las técnicas de edificación
más utilizadas. Materiales complementa­
rios son la teja para los techos, la madera
para las vigas, pisos y elementos decorati­
vos complementarios.

La tipología morfológica es muy variada,


existen casas de uno y dos pisos, no obs­
tante, es común el patio interior que es eje
para la distribución de las habitaciones.

Toda la provincia está “sembrada” de pin­


torescos Pueblitos, verdaderas joyas de la
arquitectura popular: Solano y Borma, Ho­
norato Vásquez, Taday y Pindilig, Socarte
y muchos otros reductos escondidos en la
geografía del Cañar.
67

Quinta unidad La feria, punto de encuentro y Los talleres de compostura.


relación comunitaria Uno de los rasgos más vivenciales que
Lleve, lleve, caserita... son parte de la cotidianidad del cañaren-
Nuestro país se caracteriza por la existencia se, constituyen los talleres de compos­
de múltiples pisos ecológicos (microvertica- tura, típicos lugares situados cerca de
lidad), que fueron utilizados desde épocas mercados o ferias en donde se “arreglan”
precolombinas, posibilitando el estableci­ y retocan santos, se tapan agujeros a bal­
miento de una amplia red de intercambio des y recipientes de hojalata o se cosen
y reciprocidad de variados productos entre nuevas suelas a los zapatos. Pero, eviden­
los distintos grupos culturales que vivían en temente son las sombrererías los lugares
las diferentes regiones. más pintorescos y peculiares. Por lo regu­
lar están instaladas en pequeñas habita­
Esto implica y sustenta la posterior estruc­ ciones, las típicas tiendas cuyas paredes
turación y funcionamiento (tal como ahora están literalmente forradas de sombreros
es) de una actividad muy especial de nues­ de paja o paño usados por los mestizos
tra cultura popular, la feria. o de lana prensada, infaltable prenda del
atuendo indígena y de multicolores cin­
Esta es una actividad fundamental del diario tillos y tafiletes. El resto del cuarto está
quehacer de la vida misma de cada cantón, de ocupado por las mesas de trabajo, las
cada pueblo de la provincia del Cañar. Su vi­ nada comunes herramientas y por gran
gorosa convocatoria, hace de ella un punto de cantidad de hormas de madera de tama­
encuentro de mestizos e indígenas, quienes ños y formas variados.
en un ambiente festivo ofrecen una profusión
de productos y artículos de la más variada Esta singular ocupación es realizada por
naturaleza, a la vez que atrae y reúne a pin­ numerosos “maestros” en varios lugares de
torescos personajes: mercaderes itinerantes, la provincia, especialmente en las ciudades
adivinos, payasos, etc., que mezclados con el de Cañar, Biblián y Azogues.
resto de concurrentes animan coloridamente
las transacciones. Entre las numerosas fies­
tas que se llevan a cabo en la región, la más
importante es la que se realiza en la ciudad
de Cañar el día sábado. Allí se dan cita vende­
dores de ganado, de comestibles, artesanos,
productos no elaborados, etc, etc.
69

Sexta unidad 1.- Producción artesanal mestiza. En la intimidad de los hogares de la provin­
Expresiones más tradicionales cia, también se confeccionan tejidos de col­
Las formas La producción artesanal mestiza es el re­
chas, manteles, tapetes hechos con crochet
y palillos, además se tejen chompas de lana
de la sensibilidad sultante de la mezcla europea e indígena
lo que le confiere características únicas.
de borrego, producto de gran aceptación en
mercados extranjeros.
El mestizo produce una gran variedad de
piezas y artículos que satisfacen las nece­ Talabartería
sidades de los diferentes conglomerados Actividad artesanal que se desarrolla
locales, o que son enviados a otros lugares únicamente en las ciudades de Azogues
por la acción de instituciones que promue­ y Cañar. Los talleres por lo general fun­
ven el turismo. cionan como local de exhibición y venta
de los múltiples objetos trabajados en
El universo de los testimonios materiales, cuero, suela, ruso y materiales sintéticos.
evidencia la producción de artesanías que Los talabarteros elaboran gran variedad
a pesar de ser realizadas por mestizos, de piezas utilitarias y decorativas y prin­
las técnicas utilizadas responden a la cipalmente aperos para los caballos:
tradición indígena, entre estas se pueden frenos, cabestros, riendas, lazos y sillas,
nombrar las alfarerías de Jatumpamba, las estas últimas suelen ser trabajadas en
piezas de cestería elaboradas en Taday y dos estilos “cuenca” y “el vaquero”. Por lo
en otras localidades o las figuras en piedra general la mayor parte de estos artículos
talladas en Borma. tienen diseños grabados que se los hace
sirviéndose de cinceles y otros aditamen­
Bordados y tejidos tos especiales, también se los decora con
Existen dos poblaciones reconocidas por adornos metálicos como perillas, clavos,
la habilidad de sus mujeres en la reali­ hebillas o con tejidos de la zona.
zación de bordados: el cantón Biblián y
la parroquia de San Marcos, no obstan­ Tejidos de paja toquilla
te, en la ciudad de Azogues y en Cañar Representan sin duda el rubro artesanal
funcionan varios talleres en los que por más importante del sector mestizo, que
encargo se elaboran bordados en blusas trabaja gran variedad de piezas de adorno,
y camisas, polleras, rebozos, paños para utilitarias y escenas costumbristas de inten­
“guaguas” e innumerables piezas de la so colorido.
vestimenta popular.
71

Sin embargo, son los sombreros equivoca­ Conclusión


damente denominados “Panamá” el produc­ Significado de Patrimonio Cultural
to de más renombre internacional. Constituye el patrimonio cultural americano
la rica herencia de los pueblos precolombi­
Muchas son las familias que dependen eco­ nos, desde la más discreta cerámica hasta
nómicamente de esta dura labor, en cuyo las imponentes fortalezas y pirámides. Es
proceso de elaboración interviene sobre todo también la nueva realidad resultante de la
las mujeres, a quienes se las encuentra tejien­ mezcla europea e indígena. Con sus con­
do en zaguanes y patios, calles y mercados tradicciones internas, sus enfrentamientos,
mientras conversan con sus “conocidas”. el designio e imposición, la rebeldía, la
represión, la consolidación de expresiones
Un rasgo muy pintoresco relacionado con la propias y diferentes y la conciencia de iden­
venta de la materia prima, se observa los días tidad que se puso en cada una de ellas.
sábados en la feria de Azogues, cargas de co­
gollos de paja depositados en sacos de cabu­ El patrimonio se liga a la ceremonia: el
ya o los tallos dispuestos en forma horizontal cuenco de la ofrenda aborigen y el cáliz de
sobre el piso, bien en su color natural o teñi­ la Eucaristía. A la fiesta: la banda de músi­
dos en una increíble profusión cromática. cos y los cohetes. Y, por supuesto, a lo que
hace parte de la vida diaria, la casa campe­
En la actualidad las tejedoras están organi­ sina y los campos arados; la faja que sujeta
zadas en cooperativas, de esta forma consi­ el vestido indio y los ingredientes de la co­
guen mejores precios en la comercialización mida cotidiana.
de sus productos y su exportación, con este
mismo fin se ha establecido la Fundación El patrimonio se liga también a la memoria
Pérez Perazo que aglutina a varios grupos colectiva, a la forma de concebir y hacer
artesanales de toda la provincia. las artesanías, a los papeles amarillentos
de los archivos, a un gesto, a una mirada, y
también, por que no, a la esperanza de un
futuro promisorio.
72

Conjunto de piezas etnográficas en reserva


“Mandas” (ofrendas religiosas) metálicas
Su dimensión oscila entre los 2 y 3 centí­
metros
73

Sombreros y adornos
elaborados en paja toquilla
Pollera de mujer cañari

Telar Cañari o maqitiauana Poncho cañari Poncho cañari

Guallcarina o Reboso Pollera de mujer cañari Bolso cañari de lana


de mujer cañari
Los saberes ancestrales
Esta tierra rica en tradiciones y costumbres, importancia como componentes intangibles
atesora múltiples expresiones culturales, que forman parte del verdadero patrimonio
fruto de la herencia dejada por nuestros que nos identifica.
pueblos originarios, las que se traducen
como el gran legado cultural de lo que La Casa de la Cultura, Núcleo del Cañar, y
somos y de lo que tenemos. Parte sustan­ su Museo de Etnografía y Arqueología Re­
cial e importante, constituye la “Sabiduría gional, apegados a la política institucional y
Ancestral Medicinal”, atribuida sobre todo a a la misión de rescatar y revalorar nuestra
las comunidades autóctonas y que por ende identidad, ha considerado de trascenden­
involucra a los colectivos mestizo-populares, tal importancia la incorporación de estos
quienes han logrado mantener sus conoci­ nuevos espacios dedicados al salvaguardo
mientos sobre los procesos curativos que de la memoria acudiendo a alternativas
esencialmente tienen sus principios en la in­ museográficas en donde se pueda evocar,
teracción entre los grupos étnicos y la natu­ aprender y resaltar, las vivencias pasadas
raleza que los rodea. Este legado extenso de fijadas en el presente, que apuntan al enri­
saberes intrínsecos, sólo fue posible gracias quecimiento de formas y tradiciones, a tra­
a su condición de individuos que centraron vés del establecimiento e incorporación de
su empeño en el desarrollo de sus preceptos una dialéctica interactiva con la comunidad.
de reciprocidad, complementariedad, res­ En esta ocasión, mostrar estas prácticas y
peto a la naturaleza y la de la composición vivencias culturales que vivifican nuestras
mítica que de esta resulta, destacándose raíces y que conectan pasado-presente a
además el contexto ritual de las plantas través de los “Saberes Ancestrales Medici­
dentro de sus ceremonias tradicionales. Para nales” y ponerlas a disposición de nuestro
la actualidad, todo este conocimiento, ha colectivo, es razón para seguir trabajando
desembocado en un devenir intemporal en por mantener y mostrar la gran riqueza de
donde tiempo y espacio han sido transgredi­ nuestra cultura que como herederos de la
dos, pues como en épocas ancestrales y de sapiencia Cañari perdurará, sabiendo pro­
nuestros abuelos, para hoy nos dan muestra tegerla y vivificarla para honra de quienes
de su permanencia, los seguimos observan­ habitamos en ella.
do, practicando en la vida cotidiana arrai­
gados como parte de nuestra corporalidad Azogues, noviembre de 2009
y como reconocimiento del encuentro cons­
tante con la memoria y su retención en el
presente, cabe entonces resaltar su valiosa
78

Sala de
saberes ancestrales
79

Introducción y textos En recientes enunciados de la UNESCO se En el Cañar, tanto los grupos indígenas
manifiesta que, “El siglo XX fue el siglo de como mestizos aún conservan y utilizan
Francisco Alvárez Pazos la medicina homeopática. El siglo XXI será la medicina tradicional como parte funda­
sin duda el de la medicina natural.” Este mental de su cultura y de su propia vida,
pronunciamiento se lo hizo en considera­ por ello, la Casa de la Cultura Ecuatoria­
ción a datos estadísticos internacionales na, Núcleo del Cañar, representada por su
los cuales indican que, a pesar del desa­ Presidente, Dr. Eduardo Crespo Román y
rrollo científico y tecnológico de la ciencia los Miembros del Directorio, impulsaron
médica mundial, esta no ha sido capaz de de manera categórica la consecución de un
frenar el avance de las enfermedades y, proyecto integral orientado al rescate, difu­
por el contrario, los efectos secundarios sión y promoción de la medicina tradicional
por el uso de fármacos cada vez son más de la región. El proyecto está conformado
contraproducentes. por tres módulos complementarios: la Sala
de Exposición Permanente “Saberes de la
Esto es trascendental, enfatiza la UNESCO Medicina Tradicional”, El Jardín Etnobotá-
a través de la siguiente declaratoria, “...en nico y el Centro Documental de Medicina
un campo tan estratégico como es la salud Tradicional. En el espacio museográfico
pública y privada, se tienen elementos para tuvieron una especial participación los
formar un sistema propio de salud, menos destacados artistas: Jorge Chalco, pintu­
dependiente de tecnologías foráneas, un ra mural; Francisco Álvarez Pazos, pintura
sistema en el que se estaría propiciando mural; Quintín Paida, figuras en cerámica;
un nuevo modelo mundial de salud. En este René Pulla, maniquí de curandera; Gabriel
sentido, se afirma, que el saber andino es Méndez, escenificaciones, a quienes el Nú­
rico en propuestas científicas, conoci­ cleo expresa un profundo reconocimiento.
mientos transdisciplinaríos, visiones de De igual manera hace extensivo su agrade­
la medicina tradicional, y en general en los cimiento al Consejo Provincial del Cañar,
múltiples saberes sobre el ser humano y la por su valioso apoyo en la construcción
salud, que en la actualidad se están revi­ del espacio arquitectónico y del Jardín Et-
sando en gran escala.” En este contexto, nobotánico; asimismo a la Leda. Olga Ruth
se asegura que en los próximos 15 años Romero por su valioso apoyo al proyecto
las comunidades latinoamericanas revela­ y, de igual manera, a la Leda. Cecilia Ríos
rán y proyectarán los valores ancestrales Serrano.
autóctonos, sobre todo los de la medicina
tradicional holística y los de etnobotánica.
Jardín
etnobotánico
Tejido con representación de c ru z a n d in a o “C hacana ’
La ancestral sabiduría
la medicina autóctona
Al principio el hombre para subsistir cazaba un orden básico en el cosmos, pudieron con­
y recogía alimentos vegetales: raíces, hojas, solidar un cabal entendimiento del Universo
semillas y frutos. En aquel remoto pasado, que, sumado a la ancestral sabiduría res­
grupos de cazadores recolectores recorrían pecto a la naturaleza, y el saber sentir que
periódicamente un determinado territorio. formaban parte de la misma, les permitió
Ese continuo transitar permitió a los abo­ desarrollar una cosmovisión integral e in-
rígenes andinos acumular poco a poco un tegradora y articular un sistema de cultos
inmenso caudal de saberes relacionados religiosos que fueron enriquecidos con nu­
con su entorno natural. merosas celebraciones y prácticas rituales,
a cargo de sacerdotes, astrónomos y shama-
Posteriormente, con el surgimiento y de­ nes, quienes eran los intermediarios entre
sarrollo de la agricultura -proceso ocurrido los hombres, los dioses y los espíritus, los
entre los años 10.000 y 7.000 años-, acre­ que establecían el diálogo armónico entre la
centaron su conocimiento sobre los diver­ gente y la naturaleza, y los que sabían de
sos pisos ecológicos y su flora; descubrie­ los secretos curativos de ciertos minerales,
ron nuevas propiedades de los recursos de animales y, sobre todo, de las plantas,
vegetales, entre ellos de las plantas me­ que son parte del enorme aporte del hombre
dicinales; las modificaron genéticamente andino al desarrollo de la humanidad.
y las trasladaron a otras zonas geográficas.
Gran parte de este conocimiento se ha per­
Así, cuando los pueblos nativos alcanza­ dido; sin embargo, mucho de él permanece
ron un mayor grado de evolución, funda­ aún guardado en la memoria colectiva de
mentado en la comprensión de que existe los pueblos andinos
Deidad Andina
de la fertilidad
y la salud
83

Elfloripondio o guantug fu e planta sacrada para los


antiguos cañaris. Pintura mural del artista Jorge Chalco.
Cosmovisión andina La concepción animista de las enfer­ armónicamente el mundo para mantener
medades y su origen. los ciclos de vida o para lograr la crianza
Los pueblos aborígenes americanos, en de una salud integral.
su largo proceso histórico fueron desarro­
llando procedimientos que evidenciaban
su sistema de ideas, su forma de ver y
entender al mundo, a la vida, al hom­
bre, a la enfermedad y a la muerte.

En este contexto, la medicina fue parte


fundamental de la trama de su cultura que,
interrelacionada con la gran urdimbre
de su pensamiento y cosmovisión entre­
tejieron sentimientos y vivencias de unión,
correspondencia y complementaridad
entre un mundo vivo organizado en tres
grandes comunidades, identificadas estas
en el mundo andino como: la comunidad
de las deidades o wacas; la comunidad de
la naturaleza o sallga y la comunidad
humana o runa. Esta última estaba repre­
sentada en el ayllu que, teniendo como
base a la pareja y a los parientes con­
sanguíneos, incluía además a gente de
colectividades cercanas.
Cuadro sintético de la mitología cañari
Sin embargo, se consideraban también
como parte del ayllu, el entorno propio,
los cerros tutelares y los lugares sagra­
dos, las piedras, los animales, las casas,
las semillas, los cultivos, las plantas sa­
gradas y las medicinales. Todos ellos se
relacionaban mediante procesos de diálo­ Shamán o Curandero, p ieza elaborada en cerámica por el artis­
ta Q uintín Paida
go y reciprocidad, y cuyo fin era recrear
85

Los testimonios de la
Salud - Enfermedad

Las culturas prehispánicas que vivieron


en nuestro continente en diversas épo­
cas, nos legaron un sinnúmero de ex­
presivas piezas modeladas en cerámica o
elaboradas en otros materiales, objetos que
constituyen significativas representaciones
de las dolencias o enfermedades que
aquejaban a los aborígenes americanos; no
obstante, también revelan elocuentemen­
te las prácticas terapéuticas ejercidas por
nuestros antiguos curanderos, varias de
ellas consideradas como precursoras de
los tratamientos médicos actuales.

En este sentido, tanto en Mesoamérica


como en la región andina existen muchos
objetos que testimonian la aplicación
de tecnologías autóctonas. En el Museo
Regional de Puebla (México), se exponen
mandíbulas en las que se observan dientes
elaborados en obsidiana; “las prótesis”
que tienen una antigüedad de 700 años,
solo cuenta con un pegamento que se ha
mantenido hasta el día de hoy. En los An­
des se hacían trepanaciones craneales e
intervenciones traumatológicas.

Los cronistas tempranos reseñan también


la sabiduría de los shamanes - médicos,
referente al llamado “mito huishol”, que
explica como se inventó la vacuna antes
86

de la llegada de la cultura europea; pues


cuando llegó la viruela los sanadores ya sa­
bían que hacer con la epidemia nueva. “.....
recibió la inspiración para atacar el mal.
Debía buscar un enfermo, extraer pus de
sus llagas e inocular a los sanos. Limpió la
piel, sacó pus con una espina de un árbol,
y con la misma espina marcó cruces a la
gente en los hombros, pecho y frente. To­
dos se salvaron, menos el enfermo del que
obtuvieron la pus”.
Vigencia de la medicina El saber médico prehispánico funda­ Guayaquil”. No obstante, el avance de la
Medicina Académica de influencia foránea
mentado en un pensamiento mágico,
autóctona en la época mítico y religioso, consolidado con ritua­
les propiciatorios, o para estrechar los
se produce gracias a sucesos especiales;
entre otros: la creación de la Facultad de
colonial vínculos de afinidad vivencial con los
elementos vivificados de la naturaleza:
Medicina, ocurrida en Quito en 1 593; por
los libros y textos traídos de Europa, por
el Sol, la Luna, la Tierra, el agua, etc., el las expediciones francesas en la que arri­
profuso conocimiento que los médicos o baron destacados galenos y científicos
shamanes nativos tuvieron del poder cu­ que con sus investigaciones contribu­
rativo de cientos de plantas medicinales, yeron al estudio de las enfermedades,
e inclusive ciertas prácticas quirúrgicas pero sobre todo a la divulgación uni­
que nuestros aborígenes desarrollaron, se versal de la enorme variedad y valor de
mantuvieron vigentes hasta muy entrada la las plantas medicinales.
época colonial.
Variedad de plantas medicinales empleadas
Posteriormente, la influencia de la medi­ tradicionalmente en la cura del espanto y
cina europea en la nuestra; o peor aún, en las “limpias”
la mezcla o mestizaje del saber abori­
gen con lo español no se produjo de Qhizha Mancharisca
inmediato con la conquista; la tradición Chuca, chuca, chuca,
terapéutica andina, sobre todo la herbo­ que no te vuelvan a ojear
laria conservó su validez, a tal punto que malos ojos que te han visto...
buena parte de la población española
se hacía curar por los indios, a pesar de Esta y otras frases, conjuntamente con
que en varias ciudades se construyeron oraciones y palabras en quichua son rei­
hospitales poco tiempo después de su teradamente repetidas por las numerosas
fundación; estos fueron más bien lugares curanderas, conocidas también como
cuya “única finalidad era ejercer la cari­ limpiadoras o hierberas, las cuales reali­
dad”, siendo atendidos por religiosos y zan su actividad en muchos centros ur­
personas piadosas. banos y también en sus propias casas en
el campo.
Al final de la Colonia ejercían una vein­
tena de médicos graduados “menos de En efecto, todavía es habitual encontrar to­
10 en Quito y menos de una docena en dos los martes y viernes a gente de diversa
L O S T R A T A N T E S . Grabados del Siglo X V I I I M a n iq u í de curandera, obra realizada por el artista Rene' Pulla
89

V ariedad de Q u in u a

E n la z o n a o rie n ta l de la p ro v in c ia d e l C a ñ a r e xistía n
bosques de esta p la n ta m edicinal.
M a m a Charito recoge. Curando el espanto. Mercado de hierbas medicinales

condición social haciendo “cola” para ser escupen al niño con carbón, sal o maíz blece niveles de gravedad, sustos mayores
atendida; la mayor parte son madres que y hacen una crema a base de carbón y menores. Para sanar al enfermo se le so­
traen a sus niños con el fin de que les apli­ molido, ruda y ajo, la que ponen dibu­ pla agua o trago al descuido, produciéndo­
quen una limpia, pues, afirman, existen en­ jando una cruz en su frente y en su le así otro susto “...se espanta y se cura...”
fermedades que los médicos estudiados no ombligo repitiendo “chuca, chuca...” Para También se le hace una limpia con montes
pueden curar. Son los trastornos del alma evitar el “mal de ojo” hay que poner una hediondos pronunciando repetidamente
o de Dios y los del campo, “males” que solo cinta roja en la muñeca. “Quizha mancharishca”.
ellos(as) saben tratar, entre los más impor­
tantes se pueden citar: el mal ojo, causado Otra de las enfermedades más generaliza­ Además de estas existen otras enfermeda­
por que una persona con “mucha fuerza das es el “espanto”, producido por sustos, des como el mal del arco iris, el mal aire, el
o electricidad en la vista ha mirado ai caídas fuertes, visiones aterradoras, el ex­ mal del cerro, y varios más, enfermedades
guagua (niño), para curarlo es necesario cesivo castigo, etc, son causa para que el que a nivel de toda América Andina son tra­
hacer pases y limpias con el huevo del día” niño se vuelva “irqui-yashca”, “mala gana”; o tadas por las respetadas curanderas
y hierbas frescas: ruda, Santa María, poleo, para que “se vaya secando, secando y solo
floripondio, etc; entre tanto, rezan oracio­ llorando, pellizca y pellizca las orejas...” La
nes para que no vuelvan a ojearlo; luego medicina tradicional andina del susto esta­
92

El patrimonio medicinal
Para los pueblos aborígenes de América
tiI »

Prehispánica, el conocimiento y utilización


de plantas medicinales tenía una larga tra­
dición; en efecto, en el Códice Martín de la
Cruz, de 1 552, se reporta el uso del toron­
jil; por otra parte, ratificando narraciones
de Cronistas tempranos, a ocho Km. de
la ciudad de México, se descubrieron los
restos arqueológicos Jardín Botánico, el
cual corresponde al Reino de Texcoco; de
forma análoga en los Andes Ciesa de León
comenta que el Inca y los Shamanes man­
tenían cerca de sus residencias jardines de
este tipo.

En lo que respecta a nuestra región, exis­


ten numerosas referencias sobre la arbo­
laria empleada por los antiguos cañaris;
así, el Cronista español Hernando de
Pablos habla del empleo de la chilca,
el altamiso y el tabaco, como muy
buenas para enfermedades de frío; a su
vez el Padre Juan Gómez no solo alude al
nombre y a la acción curativa de las hier­
bas, sino también al modo de prepararlas
"... Y este chilco y este paico, las ponen
en una olla al fuego a hervir y después de
cocida beben de aquella agua y les quita
el dolor de barriga”. Y añade y en cuanto
al paico y chilca, se tuesta en una cazuela
o tiesto y es provechoso para sacar el frío,
el reumatismo.”
93

Posteriormente, en el Siglo XIX Fray Vi­


cente Solano; Luis Cordero Crespo, en
1911; M. T. Varea, en 1922; Luis A. León,
en 1955; Carlos Aguilar Vázquez, en 1970
y otros escritores se han ocupado del es­
tudio y descripción de las plantas me­
dicinales autóctonas, contribuyendo con
sus relatos e investigaciones a su divul­
gación. Sin embargo, la mayor fuente de
conocimiento provino de las propias comu­
nidades indígenas y mestizas, quienes de
generación en generación lo enriquecieron
hasta convertirlo en patrimonio de evidente
significación.

R egistro gráfico de p la n ta s
originarias d el Ecuador.
E xp ed ició n de A lv a r o M u tis
94

Antiguas farmacopeas
Los historiadores de la ciencia médica,
en su gran mayoría, concuerdan en que,
durante la época colonial y buena parte
del período Republicano, la medicina
herbolaria tradicional de raíz autóctona,
fue la que mantuvo el predominio y prefe­
rencia en todos los estratos sociales de la
colectividad, misma que, paulatinamente,
fue mestizándose con aportes terapéuticos
foráneos, en especial los provenientes de
Europa, traídos sobre todo por las congre­
gaciones eclesiásticas que se establecieron
en el Ecuador.

En este contexto, varias fueron las Ór­


denes Religiosas encargadas de atender
los hospitales y ejercer la práctica médica.
Pero, en realidad esos establecimientos
estaban destinados más bien a la cura
de almas que a la curación del cuerpo. En
cuanto a la segunda, esta no fue sino el
ejercicio rudimentario para “componer los
humores” e introducir técnicas médicas
artesanales, algunas de las cuales prevale­
cieron hasta las primeras décadas del Siglo
XX; como por ejemplo: sangrías, lavados
intestinales, aplicación de ventosas, etc.
De cualquier modo, a los conventos
llegaron desde el Siglo XVI numerosas
publicaciones relativas a la ciencia médica,
especialmente de farmacia, las que fueron
material de estudio y de guía para los reli­
95

giosos, especialmente betlemitas y jesuítas,


en cuyas bibliotecas se encontraron libros
editados en Europa desde 1 569 hasta 1868.
En ellos se encuentra una enorme y variada
cantidad de recetas que se preparaban en
las boticas de los “Centros Hospitalarios”
que existía en aquellas épocas, siguiendo
los lineamientos de preparación recomen­
dados, tales como: cocción, trituración, in­
fusión, linimentos, ungüentos, emplastos,
etc, y su aplicación.

Llama la atención que en algunos de


esos libros ya se reseñan las excepciona­
les cualidades curativas de algunas plantas
originarias del nuevo mundo, entre ellas
la Quina lojana, la zarzaparrilla, el “palo
santo” y muchos otros que, de acuerdo a su
criterio, “eran buenas para toda enferme­
dad.” Empero, aún resulta más curioso los
ingredientes utilizados en la composición
de los medicamentos que hacían con partes
de animales e insectos mezclados con cier­
tos polvos minerales y hierbas.
Mesa de curandero
97

El arte de curar

CURAR La medicina tradicional aún tiene


una alta cobertura en nuestro país; un gran
porcentaje de la población alguna vez acu­
dió a un curandero (a) para restaurar su
salud deteriorada, en especial la gente del
campo, porque existe un nexo de confian­
za y solidaridad, sentimientos que se mani­
fiestan en la certeza de saber que es uno
de los suyos y que tiene verdadero interés
en ayudar al paciente.

En sus prácticas medicinales utilizan ciertos


minerales, una extensa variedad de plan­
tas y algunos animales, especialmente el
cuy, pues, los verdaderos curanderos viven
en plena sintonía y tienen un arraigo por
la Pacha Mama, vínculo heredado de sus
ancestros, pues ellos les enseñaron a ver
y saber lo que hoy saben hacer. Además,
los curanderos dicen ser ejecutantes de
la voluntad divina y recomiendan el cum­
plimiento de los mandamientos cristianos.
Un curandero realiza rituales católicos,
cura con estampas e imágenes de santos y
Vírgenes, con rosarios y agua bendita. El
ambiente que le rodea es místico; siempre
hay un altar con los santos de la devoción
de la comunidad: Jesús del Gran Poder, Vir­
gen de la Nube, etc.

El curandero conoce y recomienda el con­


sumo de fármacos popularizados, Mejoral,
98

Finalín, Desenfríol, Píldoras de Valeriana,


Terramicina, etc. El sobador trata los
“saltados de vena”, o derrames articulares
“fregando con mentol y acomodando y,
luego colocando hojas de aliso o chilca ca­
liente y vendando fuerte”. En las heridas
pone barro o tela de araña, también utiliza
pomada de yodo u hojas de paico; cuando
se infectan aconseja lavados con agua de
matico. Todo el proceso terapéutico tie­
ne un ambiente sugestivo: silencio, se-
miobscuridad, objetos extraños...

Mediante la sugestión de aquellos ele­


mentos, de las palabras y de los con­
tactos físicos trata de llegar al senti­
miento del enfermo. Al salir el paciente se
siente seguro, limpio de culpa, estabilizado
dentro del ámbito de su grupo y con la per­
cepción de haber conseguido su mejoría y
estar en concordancia con la naturaleza.
Textos y comentarios de expertos en etno-
botánica y medicina tradicional
La Etnobotánica
Como disciplina científica, estudia e interpre­
ta la historia de las plantas en las sociedades
antiguas y actuales. Esta relación sociedad-
planta es siempre dinámica: Por parte de la
sociedad interviene la cultura, las actividades
socioeconómicas y políticas; y, por parte de
la planta, el ambiente con su flora.

Lo más destacable de esta ciencia, es su de­


dicación a la recuperación y estudio del co­
nocimiento que las sociedades, etnias y cul­
turas de todo el mundo han tenido y tienen
sobre las propiedades de las plantas y su
utilización en todos los ámbitos de la vida.
Constituye un completo marco para el estu­
dio de las complejas relaciones humanidad-
planta en sus dimensiones simultáneamen­
te, antropológicas, ecológicas y botánicas.

Este conocimiento tradicional se ha ido


conservando de generación en generación,
y ha permitido el florecimiento de diversas
civilizaciones a lo largo de la historia de la
humanidad sobre la tierra, constituyendo
una fuente valiosísima de información para
el futuro de la Agricultura y la Medicina.

Ing. Freddy Calderón Vaca


M u r a l realizado p o r F. Á lv a r e z
Etnobotánica del bosque petrificado del Puyango
100

Fitoterapia La práctica médica tradicional


Es la terapia de las enfermedades por me­ El hombre tiene la convicción profunda
dio de las plantas de la existencia de una gran solidaridad
de vida que traspasa todo límite. Por esta
“Procedimientos naturales de curación” consanguinidad tiene vida y sienten los ele­
o Medicina Natural fueron los términos mentos de la naturaleza: la Tierra, el agua,
empleados por primera vez por el médico la Luna, el arco iris, etc.
alemán L. Gleich, (1 798-1 865); otros cono­
cidos médicos precursores de la Medicina Sobre esta visión del mundo, en lo concreto,
Natural fueron Kneip Pipriessnitz. en la vida práctica, la sociedad campesina in­
troduce otros elementos que ayudan al hom­
La Organización Mundial de la Salud define bre a mantener el equilibrio de las relaciones
a la medicina tradicional como “la suma de interpersonales y su vínculo permanente con
todos los conocimientos teóricos y prác­ la comunidad: la reciprocidad y la solidaridad.
ticos, explicables o no, utilizados para el
diagnóstico, prevención y supresión de Sobre estos elementos conceptuales y esta
trastornos físicos, mentales o sociales, ba­ particular visión del mundo, el hombre an­
sados exclusivamente en la experiencia y cestral de austro, ha elaborado sus defini­
la observación y trasmitidos verbalmente o ciones sobre la salud y la enfermedad. La
por escrito de una generación a otra”. primera representa capacidad de trabajo,
alegría, un cierto modo de felicidad. La sa­
La fitoterapia lud se altera como consecuencia de la acción
Data de hace milenios y se la ejerció de for­ patógena de ciertos elementos sobre-natu­
ma paralela al crecimiento de la humanidad. rales, por la ruptura del equilibrio de las re­
Nuestros aborígenes clasificaban las plantas laciones sociales, o por la acción de ciertos
medicinales en frescas y cálidas, con sus co­ elementos nocivos que se presentan en el
nocimientos y hasta en los tiempos presentes ámbito de la vida práctica de los individuos.
las tienen perfectamente diferenciadas. Su
etnobotánica, aparentemente incipiente ha Dr. Eduardo Estrella
tenido una gran utilidad a través de los años La práctica médica tradicional.
y muchos de sus conocimientos, considera­
dos empíricos, continúan en plena vigencia El arte de curar
En tratándose del arte de curar, en primer
Dra. Magdalena Molina Vélez lugar, lo mágico como producto de la concep­
Fitoterapia ción animista de todos los pueblos primitivos.
101

de los pueblos de la región, a los cuales


consideraban intermediarios con las dei­
dades superiores, a las que pedían se les
conceda salud.

Dr. César Hermida Piedra.


La Práctica Médica Tradicional

La flora medicinal
Desde los tiempos más remotos el hombre
se ha interesado afanosamente para encon­
trar el medio de aliviar sus dolencias y curar
sus enfermedades, no quedándole en las
épocas pretéritas otra alternativa que la de
recurrir a la misma Naturaleza, que siempre
pródiga nos ha ofrecido una flora variada
cuyas propiedades terapéuticas sentaron la
base de aquella medicina empírica, y que
Los cañaris tuvieron deidades a las que se ha mantenido durante siglos sin que los
ofrecían sacrificios ya sea para impetrar conocimientos científicos del presente pu­
dones, entre ellos sería la salud lo prime­ dieran prescindir de ello.
ro; ya para agradecer beneficios. Dijimos
de su adoración al Sol, discutida en parte La aplicación de especies vegetales para ali­
y quizá más bien como imperiosa presión vio de dolencias y cura de ciertas enfermeda­
incaica; pero sobre todo, a la diosa Luna, des es considerado científicamente por mu­
la diosa Sí, cuya definición quedó en varias chos médicos actuales como una medicina
palabras toponímicas: Sayan-sí, en Cuenca; alternativa que utilizan en sus pacientes y se
Tocte-sí, en Paute, Peleusí, en Azogues; fundamentan a base de este arsenal de me­
Joyag-sí, en Cañar. dicamentos naturales, sencillos, de reconoci­
das virtudes y eficacia, cuyos conocimientos
El impulso totémico del ancestro hizo que prácticos se han trasmitido de generación en
se añadiera a los motivos de su veneración generación hasta nuestros días.
también la de los grandes montes vecinos:
el Guacayñán, el Abuga, el Cojitambo, etc. Baudilio Juscafresa
Estas entidades eran objeto de veneración Guía de la Flora Medicinal
Jardín etnobotánico
Fondo Institucional de Artes Plásticas
105

La gestión que viene cumpliendo la Casa de cual ha resultado la conformación de una


Colección de Arte M o­ la Cultura Núcleo del Cañar, en beneficio del considerable colección la que ha permitido
desarrollo de las artes plásticas es conside­ consolidar el fondo de arte con el que hoy
derno y Contemporáneo rable, por un lado la predisposición institu­ cuenta la entidad. Hasta la fecha, el fondo
cional para que los espacios de la entidad de artes plásticas institucional posee 205
(Pinacoteca y afines) estén abiertos y se posibilite la promoción y obras artísticas, en su mayoría de tipolo­
difusión de las artes y de los artistas plásti­ gía bidimensional y algunas de carácter
cos y por otro, la presencia de una política tridimensional. Así mismo, al considerar
que incentiva las nuevas propuestas de ta­ las tendencias en su totalidad, la colección
lentos jóvenes y afianza de los ya consagra­ se la puede catalogar dentro de los estilos
dos a través de certámenes y adquisiciones. moderno y contemporáneo, que abordan
En este lineamiento, cabe resaltar entonces, desde temas costumbristas hasta abstrac-
el compromiso que asume la entidad para cionistas y en otras en donde el arte con­
precautelar la integridad de los bienes ar­ ceptual ha hecho su presencia.
tísticos culturales, pertenecientes a sus
fondos artísticos, mediante la cual se da fiel Al referirnos a los Salones de Artes orga­
cumplimiento a la normativa patrimonial de nizados por el Núcleo, éstos se iniciaron
resguardo y conservación. Nuestra misión desde hace tiempo atrás específicamente
institucional, se ha encaminado hacia ese en el año de 1992, con el nombre de Pri­
propósito, así pues la Casa de la Cultura mer Salón Provincial de Pintura, sin embar­
Núcleo del Cañar, cuenta con una colección go no es sino hasta el año de 1997 cuando
de arte que se encuentra distribuida en las nuevamente se retoma y se convoca al Vil
diversas áreas del edificio y otras ubicadas Salón Provincial de Pintura, puesto que en
en un espacio físico debidamente adecuado, anteriores ocasiones únicamente el even­
denominado “PINACOTECA INSTITUCIONAL”, to fue concebido como exposiciones de
el cual garantiza la permanencia y conser­ Noviembre y no como certámenes, de ahí
vación de las obras artísticas que periódica­ hasta la fecha se ha ido consolidando este
mente son renovadas. evento como oficial durante el mes de no­
viembre, ciertamente, con algunas varian­
Por la Sala de Exposiciones “Daniel Mogro- tes en lo que respecta a su denominación:
vejo Narváez”, de la institución, durante Salón Provincial de Artes de Noviembre y
décadas han transitado numerosos expo­ actualmente como Salón Regional de Artes
nentes de las artes plásticas, maestros de de Noviembre, esto con el afán de ampliar
renombre nacional, provincial y local de lo la cobertura del certamen a nivel de las
Reserva de Fondo Artístico

provincias de la región, planteando como


premio adquisición a las obras triunfado­
ras. Otro aspecto que es digno de resaltar
es la presencia de obras de arte infantil
producto de los concursos realizados en
esta área, como es la Bienal Provincial de
Pintura Infantil, cuya sede es el cantón Ca­
ñar y la cual se inició en el año 2005.

En un compendio de imágenes, presenta­


mos lo más sobresaliente del fondo insti­
tucional de Artes Plásticas, las obras triun­
fadoras en los diversos Salones, autoría de
artistas plásticos nacionales, provinciales
y locales a fin de dar a conocer el valioso
acervo cultural que forma parte de nuestro
patrimonio institucional.

Este fondo artístico, está catalogádo in­


tegramente en fichas digitalizadas, y asi­
mismo se encuentra organizado técnica­
mente en estructuras metálicas con espe­
cificaciones apropiadas con el propósito
de cuidar la integridad de cada uno de las
valiosas obras.

maya*,
107

Pinacoteca
Obras premiadas en
Salones Provinciales y Regionales

Prim er Premio.
Prim er Salón Provincial de P intura (1992)
Titulo: ‘Peñolada”
Autora: Olga R u th Romero Argudo
Dimensiones: 124cms. * 85c/ns.
A C R ÍL IC O S O B R E M A D E R A
Segundo Premio.
Prim er Salón Provincial de P intura (1992)
Título: “Uyansando la ropa nueva”
Autor: Marcelo L itu m a Regalado
Dimensiones: 93cms. *124cms.
Ó L E O S O B R E L IE N Z O
"i

Tercer Premio.
P rim er Salón Provincial de Pintura (1992)
Título: Hom bre”
Autor: Marco Urgilés
Dimensiones: 93cms. * 123.5cms.
Ó L E O S O B R E L IE N Z O .
Premio Adquisición
Sexto Salón P rovincial de P intura (1997)
Título: “M inotauro San A ndrés”
Autor: Q uintín Alfonso Paida Verdugo
Dimensiones: 1 33cms. *162.5cms.
T É C N IC A M IX T A
Prim er Premio.
Séptimo Salón Provincial de Pintura (1998)
Título: “
A sedio”
Autor: Cléber A ntonio Vargas Castillo
Dimensiones: 154cms. * 103cms.
Ó L E O S O B R E L IE N Z O
112

Segundo Premio.
Séptimo Salón Provincial de Pintura (1998)
Título: “
A trincherado”
Autor: Julio Ludgardo Moscoso
Dimensiones: 12 7cms. * 102.5cms.
M IX T A S O B R E L IE N Z O
Tercer Prem io.
Séptimo Salón Provincial de Pintura (1998)
Título: “Ser libre"
A utor: Salvador Regalado
Dimensiones: 88.5cms.* 67cms.
Ó L E O S O B R E L IE N Z O
Primer Premio.
Noveno Salón P rovincial de Pintura (1999)
Título: “Lo que nos queda ”
Autora: A driana E spinoza Paida
Dimensiones: 84.5cms. * 94.5cms.
A C R ÍL IC O S O B R E L IE N Z O
115

Segundo Premio.
Noveno Salón P rovincial de P intura (1999)
Título: “L a Jungla”
Autor: Francisco Gallegos
Dimensiones: 145cms. * 1 90cms.
T É C N IC A : M IX T A S O B R E C ARPA
116

Tercer Premio.
Noveno Salón Provincial de P intura (1999)
Título: “Sin T ítulo”
Autor: Pablo Coronel
Dimensiones: 70cms. * 80 cms.
A C R ÍL IC O S O B R E L IE N Z O
117

Prim er Premio.
Décimo Salón P rovincial de Pintura (2000)
Título: “Externos Extraños"
Autor: Ludgardo Moscoso
Dimensiones: 105cms. * 160cms. (Díptico)
M IX T A S O B R E L IE N Z O
Segundo Premio.
Décimo Salón P rovincial de Pintura (2000)
Título: “Sin Salida"
Autor: E dm undo M ontoya N a rvá ez
Dimensiones: 121.5cms.* 122.5cms.
Ó L E O S O B R E L IE N Z O
119

Tercer Premio.
Décimo Salón P rovincial de Pintura (2000)
Título: “Sin T ítulo ”
Autor: Pablo Coronel
Dimensiones: 132cms.* 157’cms.
A C R ÍL IC O S O B R E L IE N Z O
Prim er Premio.
Undécimo Salón Provincial de P intura (2001)
Título: “Cuidado con lo que nos espera”
Autor: E dm undo M ontoya N a rvá ez
Dimensiones: 120cms.* 152.5cms.
T É C N IC A M IX T A
Segundo Premio.
UndécimoPrimer Salón Provincial de P intura (2001)
Título: “Los Retratos de m i A m ig a ”
Autor: Fernando Guerrero Suárez
Dimensiones: 149.5 cms. *260 cms. (díptico)
T É C N IC A : M IX T A S O B R E L IE N Z O
122

Tercer Premio.
Undécimo P rim er Salón P rovincial de P intura (2001)
Título: “Frágil Box E xp o rt”
Autor: Cléber Vargas Castillo
Dimensiones: 150 cms. * 120 cms. (díptico)
T É C N IC A : M IX T A S O B R E C A RP A
123

P rim er Premio.
Duodécimo Segundo Salón Provincial de Pintura (2002)
Título: “E ntre el H orizonte y elJahuay"
Autor: Nilo Sigüencia D ía z
Dimensiones: 54cms. * 98cms.
T É C N IC A : Ó L E O S O B R E L IE N Z O
124

Segundo Premio.
Duodécimo Segundo Salón Provincial de Pintura (2002)
Título: “Latinoamérica ”
Autor: Edgar Padilla Pina
Dimensiones: 59cms. * 72cms.
T É C N IC A : IM P R E S IÓ N D IG IT A L
Tercer Premio.
Duodécimo Segundo Salón P rovincial de P intura (2002)
Título: “Mujeres Andinas"
A utor: Q uintín Paida Verdugo
Dimensiones: 81cms. * 81cms.
T É C N IC A : T E R R A C O T A Y E N G O B E
Prim er Premio.
Décimo Tercer Salón Provincial de P intura (2003)
Título: "En la Trampa "
Autor: Edm undo M ontoya N a rv á e z
Dimensiones: 151cms.*227cms. (Tríptico)
T É C N IC A : M IX T A S O B R E L IE N Z O
127

Segundo Premio.
Décimo Tercer Salón Provincial de Pintura (2003)
Título: “Nonatos”
Autor: Fernando Guerrero Suárez
Dimensiones: 120cms. * 120cms.
T É C N IC A : M IX T A S O B R E L IE N Z O
128

Tercer Premio.
Décimo Tercer Salón Provincial de Pintura (2003)
Titulo: "La Pasión”
A utor: Wilson O rtiz
Dimensiones: 84.5cms. * 105cms.
T É C N IC A : Ó L E O S O B R E L IE N Z O
Prim er Premio.
Décimo Cuarto Salón Provincial de Pintura (2004)
Título: “Entierro Global '
Autor: Q uintín Alfonso Paida Verdugo
Dimensiones: 1 05cms. * 101 cms.
T É C N IC A : Ó L E O S O B R E L IE N Z O
130

Segundo Premio.
Décimo Cuarto Salón Provincial de Pintura (2004)
Título: “E n la línea del tiempo ”
Autor: E dgar Padilla Pina
Dimensiones: 74cms. * 99cms.
T É C N IC A : M A N IP U L A C IÓ N D IG IT A L
Tercer Premio.
De'cimo Cuarto Salón Provincial de Pintura (2004)
Titulo: “
A batidos"
Autor: Fernando Guerrero Suárez
Dimensiones: 119.5cms. * T20cms.
T É C N IC A : M I X T A S O B R E L IE N Z O
132

Registro de obras ganadoras en los salones


provinciales de artes plásticas

P R E M IO Ú N IC O
Prim er Salón Provincial al de Artes Plásticas. Noviembre 2005
Título: “Cambio R adical”
Autor: Edgar M olina
Dimensiones: lócms.* 12.5cms (cada elemento compositivo).
T É C N IC A : M A N IP U L A C IÓ N D IG IT A L .
P R E M IO Ú N IC O
Segundo Salón Provincial al de Artes Plásticas. Noviembre 2006
T ítu lo :“M ujer con Máscara ”
Autor: José' Cela
Dimensiones: 36cms * Slcm s
T É C N IC A : A C U A R E L A .
134

Registro de obras ganadoras salones regio­


nales de artes plásticas

P R IM E R P R E M IO
Prim er Salón Regional de Artes Plásticas. Noviembre 2007
Título: “Gritos Silentes”
Autor: Cléver A ntonio Vargas Castillo
Dimensiones: Variables
T É C N IC A : IN S T A L A C IÓ N
135

S E G U N D O P R E M IO
P rim er Salón R egional de Artes Plásticas. Noviembre 2007
Título: “Espera, llega y . .. ?"
Autor: E dgar M arín
Dimensiones: 66 cms. XIOOcms.
T É C N IC A : M IX T A
136

T E R C E R P R E M IO
P rim er Salón Regional de Artes Plásticas. Noviembre 2007
Título: “Grito A ndino"
Autor: Yorki Llacxaguanga
Dimensiones: 105c?ns. X120cms. (tríptico)
T É C N IC A : M IX T A S O B R E L IE N Z O
137

P R IM E R P R E M IO
Segundo Salón Regional de Artes Plásticas. Noviembre 2008
Título: “D e la Serie ángeles caídos”
Autor: E d w in M iguel Lluco O rtiz
Dimensiones: 198 c m s.xll5 .3 cms
T É C N IC A : M IX T A
S E G U N D O P R E M IO
Segundo Salón R egional de Artes Plásticas. N oviem bre 2008
Título: “L a Poesía de un artista transm itida por un corazón”
Autor: Wilson José Guarnan Correa
Dimensiones: 124 cms. x 85 cms
T É C N IC A : A C R ÍL IC O S O B R E L IE N Z O
139

T E R C E R P R E M IO
Segundo Salón R egional de Artes Plásticas. Noviem bre 20 0 8
Título: “De la Serie de las Novias: ¿Compromiso a siete años?"
Autor: D an i aba Montesinos
Dimensiones: 5 0 cms.x65 cms.
T É C N IC A : M IX T A
140

P R IM E R P R E M IO
Tercer Salón Regional de A rtes Plásticas. N oviem bre 2009
Título: 'Perlapara los Cerdos”
Autor: José M anolo M a rín Urdíales
Dimensiones: 1 8 0x120 cms.
T É C N IC A : M IX T A S O B R E L IE N Z O
141

S E G U N D O P R E M IO
Tercer Salón Regional de A rtes Plásticas. Noviembre 2009
Título: “La D iv in a O rfandad”
Autor: Aríosto Marcelo L itu m a Regalado
Dimensiones: 180 cms. x l 5 0 cms.
T É C N IC A : Ó L E O S O B R E L IE N Z O
142

T E R C E R P R E M IO
Tercer Salón R egional de Artes Plásticas. N oviem bre 2009
Título: “Las ratas que me hablan me dicen que es mentira, no
estoy loco el m undo es así”
Autor: Luis Enrique Quinde Tenecela
Dimensiones: 184 cms. x l4 9 cms. ( políptico)
T É C N IC A : M IX T A
143

Catálogo parcial de obras pertenecientes


al fondo pictórico institucional
Obras de A rtistas del País y de la Provincia

Autor: A L E J A N D R O B E L T R A N A u to r : L U IS F L O R E N C IO C A L L E M O L IN A
Título: R E T R A T O A L Ó L E O D R . C A R L O S A G U IL A R . Título: C A T E D R A L
Dimensiones: 78cms.68cms. Dimensiones: 92cms.*ólcms.
Técnica: Ó L E O S O B R E L IE N Z O . Técnica Ó L E O S O B R E M A D E R A
144

Autor: F A U STO A N D R A D E B A U T IS T A Autor: A LV A R O P R A D E R A


Título: R IN C Ó N D E A Z O G U E S (Q U IN T A S A N J O S É ) Título: A N G U S T IA Autor: M A N U E L J A R A
Dimensiones: 80cms. * 60cms. Dimensiones: 81cms.* ólcms. Título: L A C A L L E D
Técnica: Ó L E O S O B R E L IE N Z O Técnica: M ixta Dimensiones: 66.5cms. 91.5cms.
Técnica: Ó L E O S O B R E L IE N Z O
A u to r : L U IS ¡M IR A N D A Autor: J O R G E M O G R O V E JO Autor: N . M O N T E S IN O S
Título: D E S C A N S O Título: S U E Ñ O S D E SA L Título: R O S T R O
Dim ensiones: 103cms. * 93cms. Dimensiones: 66.5cms. *102 cms. Dimensiones 149.5cms.* 98cms.
Técnica: Ó L E O S O B R E L IE N Z O Técnica: Ó L E O S O B R E L IE N Z O . Técnica: Ó L E O S O B R E L IE N Z O E SP A T U L A
Autor: J O S É C E L A Autor: V ÍC T O R A R É V A L O Autor: P E D R O S A R M IE N T O
Título: PAISAJE Título: F U G A C ID A D D E L A VID A Título: D E V O T O
Dimensiones: 62.5cms. * 52cms. Dimensiones: 67.5cms. *86.5cms. Dimensiones: ólcm s. * 54.5cms.
Técnica: A C U A R E L A Técnica: Ó L E O S O B R E L IE N Z O Técnica: Ó L E O S O B R E S O P O R T E D E PAJA T O Q U IL L A
147

Autor: N E L S O N C A L D E R Ó N Autor: M . P R O A Ñ O Autor: Le. B O N O S H IL O R B A Z A N T E


Título: P AISAJE Título: Q U IT O N O C T U R N O Título: G R A N C IU D A D
Dimensiones: 3 3 .5crns. * 41 cms. Dimensiones: 40.5cms. * 80cms. Dimensiones: 63cms.* 94.5cms.
Técnica: A C U A R E L A Técnica: Ó L E O S O B R E T E L A Técnica: Ó L E O S O B R E L IE N Z O
Autor: M I L T O N N A V A S
Autor: R. G U T IÉ R R E Z Autor: M A X IM O C A S T R O Título: D E S P U É S D E L A J O R N A D A
Título: V E N D E D O R D E A N A Q U E L E S Título: M A S A L L A D E L SO L Dimensiones: 67cms.* 76.5cms.
Dimensiones: 85.5cms. * 65cms. Dimensiones: 102.5cms.* 121.5cms. Técnica: Ó L E O S O B R E L IE N Z O .
Técnica: Ó L E O S O B R E L IE N Z O Técnica: M IX T A
149

A utor: E D G A R C A R R A S C O Autor: R IG O B E R T O N A V A S Autora: R O S A R IO G O N Z A L E Z


Título: SO L Título: B O C IN A Título: M U J E R
Dimensiones: lOOcms. *52cms. Dimensiones: 91.5cms * 72cms Dimensiones: 98.5cms * 89cms
Técnica: O B R A T R A B A J A D A S O B R E U N A P L A N C H A Técnica: Ó L E O S O B R E L IE N Z O . Técnica: Ó L E O S O B R E L IE N Z O .
D E BRONCE
r
150

Autora: C A T A L IN A G O N Z A L E Z Autor: E U G E N IO C A L L E Autor: E D G A R M E N D IE T A


Título: PAISAJE M A P A SIN G U E Título: A M A N E C E R Y N O S T A L G IA Título: A L T IP L A N O
Dimensiones: 46cms. * 5 6cms. Dimensiones: 3 6cms. *46cms. Dimensiones: 66cms. * 76cms.
Técnica: Ó L E O S O B R E LIE N Z O . Técnica: A C U A R E L A . Técnica: Ó L E O S O B R E L IE N Z O
151

Autor: T O A Q U IZ A H. Autor: J U L IO C É SA R P A L O M E Q U E Autor: V ÍC T O R M A T U T E


Título: C O R P U S C H R IS T I Título: A G U A M A R IN A Titulo: IN O C E N C IA P E R D ID A
Dimensiones: 30cms. * 40cms. Dimensiones: 45cm s. * 60cms. Dimensiones: lOlcms.* 75cms.
Técnica: O B R A T R A B A JA D A C O N E S M A L T E S SO B R E Técnica: T IN T A Técnica: Ó L E O S O B R E L IE N Z O
C U E R O D E O VEJA
Autor: A L B E R T O R O M E R O Autor: M A R C E L O A R A U JO
Título: C O N L A M IR A D A P E R D ID A Título: B U S C A N D O IL U S IO N E S Autor: H O M E R O S A R M IE N T O
Dimensiones: 5 7cms. * 38.5cms. Dimensiones: llO cm s.* 79cms. Título: R E L A M P A G O
Técnica: Ó L E O S O B R E L IE N Z O Técnica: A C R ÍL IC O S O B R E L IE N Z O Dimensiones: 38cms. * 32.5cms.
Técnica: A C R ÍL IC O
Autor: R A Ú L O R T E G A Autor: D IÓ G E N E S L E Ó N Autor: P A T R IC IO G O N Z A L E Z
Título: C A R A D E L I N C A Título: SIL U E T A S Título: D A N Z A
Dimensiones: 60.5cms. * 42 .5cms. Dimensiones: 52cms. * 42cms. Dimensiones: 95cms. * 65cms.
Técnica: Ó L E O S O B R E L IE N Z O Técnica: T IN T A Técnica: L Á T E X S O B R E C A R T Ó N
154

Autor: O SC A R T O L E D O Autor: X A V IE R S E R R A N O A utor: R A Ú L V T N T IM IL L A


Título: M A D E R O S Título: A R R O Y O E N C A N T A D O Título: C R IS T O E N L A C R U Z
Dimensiones: 54cms. * 42cms. Dimensiones: 49.5cms. * 70cms. Dimensiones: 67.5cms .*48cms.
Técnica: A C U A R E L A Técnica: M IX T A Técnica: Ó L E O S O B R E L IE N Z O
Autor: E S T U A R D O F IG U E R O A Autora: N E L L Y C A JA M A R C A Autor: F R A N C IS C O A V IL A
Título: A B S T R A C T O Título: L A V IR G E N D E L A S IL L A Titulo: G U IT A R R A
Dimensiones: 89cms. * 73cms. Dimensiones: llc m s. * 90.5cms. Dimensiones: 41.Sons. *31.5cms.
Técnica: M IX T A S O B R E L IE N Z O Técnica: Ó L E O S O B R E L IE N Z O Técn ica: A C U A R E L A
Autor: J U A N PABLO J A R A Autor: F A B IA N L A N D IV A R Autor: F A B IA N M O G R O V E JO
Título: F IE ST A Título: C A M IN O S D E L SO L Título: M A T O R R A L
Dimensiones: 74cms. * 54cms. Dimensiones: 71cms. *95.5cms. Dimensiones: 38.5cms. * 46cms.
Técnica: Ó LEO S O B R E L IE N Z O Técnica: M IX T A Técn ica: A C ü A R E L A
157

A utor: M A R C E L O P A D IL L A Autora: O LG A R O M E R O Autor: J O S É S A N M A R T ÍN


Título: C E N T R O Título: C O N V E R G E N C IA IR Ó N IC A Título: A P R O X IM A C IO N E S
Dimensiones: 152cms. * 122cms. Dimensiones: 113.5cms. * 152cms. Dimensiones: 97cms .* 85.5cms.
Técnica: L A T E X S O B R E L IE N Z O Técnica: A C R ÍL IC O S O B R E T E L A Técnica: A C R ÍL IC O S O B R E L IE N Z O
* yi
V

Autor: M A N U E L P ALAC IO S Autora: M A R IE T A C U E STA Autor: M A R IO C A Y A M C E L A


Título: S I N T ÍT U L O Título: SIL U E T A Título: B O D E G Ó N
Dimensiones: 60cms. * 60cms. Dimensiones: 122.5cms.* 82cms. Dimensiones: 61.5cms.* 74cms.
Técnica: M IX T A Técnica: Ó L E O S O B R E L IE N Z O Técnica: Ó L E O S O B R E L IE N Z O .
159

A utor: L U IS U Z H C A Autor: PAÚ L B A R Z A L L O Autor: V IN IC IO M O G R O V E JO


Título: M U J E R E S Título: S I N T ÍT U L O Título: V IO L ÍN
Dimensiones: lOócrns. * I56cms. Dimensiones: 30cms. * 40cms. Dimensiones: 130 cms. *110 cms.
Técnica: Ó L E O S O B R E L IE N Z O Técnica: Ó L E O S O B R E L IE N Z O Técnica: M IX T A
í
160

Autor: JO R G E C H A LC O Autor: J O S É C O R D E R O
Título: R E M IN IS C E N C IA S Título: O R ÍG E N E S D E L O S C A Ñ A R IS
Dimensiones: 50cms. * 65cms. Dimensiones: 165.5cms. * 136.5cms.
Técnica: O B R A A C R ÍL IC O S O B R E L IE N Z O Técnica: E S M A L T E S O B R E L IE N Z O
Autor: IS M A E L VARGAS Autora: F E R N A N D A S A L IN A S
Titulo: N IÑ O S S I N F A M IL IA ( I B IE N A L IN F A N T IL ) Titulo: U N A N O C H E D E L U C E S (B IE N A L IN F A N T IL )
Dimensiones: 85 CM S. * 70CM S. Dimensiones: 44 CM S. *54 CM S.
Técnica: M IX T A Técnica: M IX T A
Autor: J U A N C A R L O S IG L E S IA S Autor: C R IS T IA N D U C H E Autora: D E Y S I B E R M E J O
Título: M I T R O N C A L Título: D O M A N D O E L C A B A L L O G. Título: ID E N T ID A D
Dimensiones: 49 C M S. *75 CM S. Dimensiones: 60 CM S. * 70 CM S. Dimensiones: 46 CM S. *56 C M S,
Técnica: C R A Y O N E S. Técnica: A C R ÍL IC O S O B R E L IE N Z O Técnica: M IX T A
163

Ganadores Segunda Bienal Provincial de


Pintura Infantil —Cañar 2007—

Autora: D IA N A M A T U T E Autor: J U A N P L A B L O C O R O N E L
Título: M I D O R M IT O R IO Título: M I M U N D O A L R E V É S
Dimensiones: 60 CM S. * 70CMS. Dimensiones: 60 CM S. * 70 CM S.
Técnica: A C R ÍL IC O S O B R E L IE N Z O Técnica: A C R ÍL IC O S O B R E L IE N Z O
164

Autora: A N D R E A O R D Ó Ñ E Z Autora: A D R IA N A Z H IN G R E Autora: J U L IE T A G U E R R E R O


Título: M I F A M IL IA Título: N O M Á S C O R A Z O N E S A Z U L E S P E R D ID O S E N Título: J U G U E M O S A S E R F E L IC E S
Dimensiones: 50 CMS. * 70 CM S. EL M AR Dimensiones: 5 0 C M S. * 60C M S.
Técnica: A C R ÍL IC O S O B R E L IE N Z O Dimensiones: 3 5 C M S. *50 CM S. Técnica: C R A Y O N E S
Técnica: M IX T A
Autor: G E R M Á N J IM É N E Z Autora: E M IL IA G Á LV E S
Título: M I F A M IL IA Título: U N ID O S E N L O S M O M E N T O S L IB R E S
Dimensiones: 4 0 CM S. * 60 CM S. Dimensiones: 4 8 CM S. *58 CM S.
Técn ica: A C R ÍL IC O Técnica: T É M P E R A S
Ganadores Tercera Bienal Provincial de
Pintura Infantil —Cañar 2009—.

Autor: D A V ID M E N D E Z H U R T A D O Autor: C A M IL A C O R O N E L N IV E L O
Título: M I A M IG O Título: A M O A M I F A M IL IA
Dimensiones: 32*50cms. Dimensiones: 30*40 cms.
Técnica: L A P IC E S D E C O L O R E S Técnica: A C R ÍL IC O
Autor: J U A N J O S É A S T U D IL L O Autor: M A R ÍA C R IS T IN A M U Ñ O Z Autor: D O M É N IK A G U E R R E R O
Titulo: L A S E M O C IO N E S Titulo: L A V ID A Título: D IL E M A D E U N A D O L E S C E N T E
Dimensiones: 40*60 cms. Dimensiones: 40*50 cms. Dimensiones: 50*60 cms.
Técnica: A C R ÍL IC O Técnica: A C R ÍL IC O Técnica: M IX T A
168

Autor: L U IS A L F R E D O Q U IS H P I Autor: C A M IL A T E L L O O C H O A Autor: PA Ú L E D U A R D O V L N T IM IL L A


Título: P E R S O N A JE IN C A S IC O Título: L A H IP O T E R A P IA Título: A M B I E N T E S A N O
Dimensiones: 48*68 cms. Dimensiones: 30*40 cms. Dimensiones: 21*41 cms.
Técnica: T É M P E R A Técnica: M IX T A Técnica: M IX T A
169

Indice
P resen tació n 11

In tro d u c ció n 15

E l M u seo In stitu c io n a l 17

E tn o g rafía regional 35

L os saberes ancestrales 75

Fondo In stitu c io n a l de A rtes P lásticas 103


Museo de Arqueología y Etnografía Regional "Edgar Palo meque Vivar”
Sala de Saberes Ancestrales, Pinacoteca Institucional
s e t e r m i n ó d e i m p r i m i r e n el m e s d e o c t u b r e d e 2 0 1 0 ,
e n la E d i t o r i a l P e d r o J o r g e V e r a
d e la C a s a d e la C u l t u r a E c u a t o r i a n a
B en jam ín C arrión .

P residen te: M arco A n to n io R o d ríg u e z.


D irector d e P u b lica c io n es: F ab ián G uerrero O b a n d o .

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