UNIDAD 2.análisis Literario y Redacción 1
UNIDAD 2.análisis Literario y Redacción 1
UNIDAD 2.análisis Literario y Redacción 1
FAU
Fórmulas descriptivas (Imágenes sensoriales, sinestesias, comparaciones, metáforas, personificaciones, onomatopeyas, etc.).
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profesora Elsa Beatriz Grillo
Material editado y diseñado por la Diseñadora Gráfica, Mariana G. Chiarelli Bagur,
bajo supervisión y coordinación de la Prof. Elsa Beatriz Grillo, para la Cátedra de
Análisis Literario y Redacción, perteneciente a la carrera de Diseño Gráfico, de la
Universidad Nacional del Nordeste.
Año 2014
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La Narración. Lo narrado (acción, personaje, lugar, tiempo). El narrador (persona gramatical en que se narra, punto de vista o
Fórmulas descriptivas (Imágenes sensoriales, sinestesias, comparaciones, metáforas, personificaciones, onomatopeyas, etc.).
La Descripción. Lo observado (situación, elementos, aspectos). El observador (perspectiva, situación).
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INTRODUCCIÓN
El lenguaje literario:
Todo texto literario supone una unidad de intención. El contenido, la significación del
texto, es inseparable de lo que solemos llamar forma.
Para elaborar su texto, el escritor emplea componentes (sonidos, ritmos, palabras, for-
mas y estructuras gramaticales...), que son comunes a la casi totalidad de los hablantes de
su lengua. Sin embargo, el texto literario es el resultado de un uso muy particular del lenguaje.
Las diferencias entre un texto literario y otro que no lo es, radican en la forma
específica de este, en el que se crea un mundo, a través de la palabra, con normas distintas
a las del uso normal de la lengua. Así, consideramos el texto literario como el resultado de
un uso artificial del lenguaje.
La finalidad de la literatura es esencialmente estética. Es decir que pretende producir
belleza. El texto literario se caracteriza, entre otras propiedades, por las siguientes:
1. Predominio de la función poética del lenguaje:
El texto llama la atención por sí mismo, por su original construcción, que lo distingue
del uso normal, que lo dota de una nueva y especial significación.
2. Por la connotación, que es especialmente relevante:
La palabra poética no se agota en un solo significado; no es, como e n e l l enguaje
común, simple sustituto del objeto al que se refiere, sino que su significado se ve
acom-pañado de distintas sugerencias y sentidos que solo pueden apreciarse en su
contexto.
3. Plurisignificación:
El texto literario siempre admite más de una lectura.
4. Ficcionalidad:
Los mundos literarios no son los reales, pero son “mundos posibles” Algunos autores
hablan de imaginación, expresividad o de artificio como valores igualmente literarios.
Dijo Aristóteles que hay una diferencia entre poesía (literatura) e Historia; pues la
literatura es la narración de aquello que podría pasar y la Historia es la narración de
aquello que ya ha pasado.
Como conclusión, señalamos que es imposible separar qué es lo que dice el autor
(el contenido, la significación) de cómo lo dice (la forma), aunque esta división pueda ser
útil en determinadas ocasiones como recurso metodológico. El comentario de texto: consis-
te en justificar cada rasgo formal como una exigencia del contenido, o desde un enfoque
complementario, el contenido como resultado de una determinada elaboración formal.
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1. tropos
La Narración. Lo narrado (acción, personaje, lugar, tiempo). El narrador (persona gramatical en que se narra, punto de vista o
Se conoce con el nombre de “tropo” al procedimiento por el que una palabra adquiere
Fórmulas descriptivas (Imágenes sensoriales, sinestesias, comparaciones, metáforas, personificaciones, onomatopeyas, etc.).
un significado que no es el suyo habitual y preciso. Los más comunes son:
d. Símbolo: Consiste en la asociación de dos planos, uno real y otro imaginario, entre los
cuales no existe una relación inmediata. Los símbolos pueden estar referidos a una cultura
concreta (para los judíos de época bíblica, la serpiente simbolizaba el mal y el pecado; para las
culturas occidentales de hoy, la justicia es simbolizada por una figura de mujer, con los ojos
vendados, una balanza en una mano y una espada en la otra), pero los escritores suelen ir a
añadiendo sus propios símbolos. Así, Unamuno nos cuenta:
Ejemplo:
“Este buitre voraz de ceño torvo // que me devora las entrañas fiero”
Explicación: El término, buitre, se asocia con “la angustia”
2. Las Figuras
Se llaman figuras aquellos procedimientos que alejan la expresión poética de la expre-
sión común, cambiando o desplazando no el significado de un término concreto, sino
el sentido global de la frase.
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2.1.2. Basadas en la repetición de palabras:
La Narración. Lo narrado (acción, personaje, lugar, tiempo). El narrador (persona gramatical en que se narra, punto de vista o
Temprano levantó la muerte el vuelo, temprano madrugó la madrugada,
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temprano estás rodando por el suelo. (Miguel Hernández).
b. Conversión o epífora: Los elementos que se repiten están al final de los versos o uni-
dades sintácticas.
Ejemplo:
No decía palabras acercaba tan sólo un cuerpo interrogante, porque
ignoraba que el deseo es una pregunta cuya respuesta no existe, una hoja
f. Epanadiplosis o Redición: Los elementos que se repiten están al principio y al final del
verso o unidad sintáctica.
Ejemplo:
Fuera menos penado si no fuera nardo tu tez para mi vista, nardo,
(Miguel Hernández).
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Ejemplo:
«y allí fuerte se reconoce, y crece y se lanza, // y avanza y levanta
espumas, y salta y confía, // y hiende y late en las aguas vivas, y canta».
(Vicente Aleixandre).
i. Poliptoton o Polipote: Repetición de palabras con el mismo lexema pero con diferentes
morfemas flexivos:
Ejemplo:
Se equivocó la paloma. // Se equivocaba. (Rafael Alberti).
La Narración. Lo narrado (acción, personaje, lugar, tiempo). El narrador (persona gramatical en que se narra, punto de vista o
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b. Paralelismo: Es la idéntica disposición sintáctica de dos o más unidades diferentes.
Ejemplo:
Cuando los trigos encañan // y están los campos en flor. // Cuando
canta la calandria // y responde el ruiseñor // Cuando los enamorados
// van a servir al amor (Romance del prisionero).
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b. Hipálage: Consiste en aplicar un adjetivo a un sustantivo de un sintagma que no le co-
rresponde.
Ejemplo:
El hombre andaba cansado por la tarde sudorosa.
3. Figuras de pensamiento:
Afectan al sentido de la frase, a la idea que contiene.
3.1. Lógicas
Aquellas figuras cuyo efecto es poner en relieve una idea.
Si no tiene autor conocido y es de carácter popular recibe el nombre de refrán, proverbio o adagio.
Ejemplo:
“No por mucho madrugar amanece más temprano”
b. Símil o Comparación: Consiste en comparar dos términos, uno real y otro imaginario.
Los dos términos se encuentran presentes y entre ellos se coloca un nexo comparativo.
Ejemplo:
“Dientes como perlas”.
f. Paradoja: Se unen ideas opuestas en un solo juicio. Es la unión de dos ideas en apariencia
irreconciliables.
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Ejemplo:
“Vivo sin vivir en mí”/ y tal alta vida espero / “que muero porque no
muero”. (Teresa de Jesús)
La Narración. Lo narrado (acción, personaje, lugar, tiempo). El narrador (persona gramatical en que se narra, punto de vista o
3.2. Descriptivas
Fórmulas descriptivas (Imágenes sensoriales, sinestesias, comparaciones, metáforas, personificaciones, onomatopeyas, etc.).
a. Prosopografía: Es la descripción externa de una persona o de un animal.
Ejemplo:
“...Su nombre es Dulcinea; (...) su hermosura, sobrehumana, pues en
ella se vienen a hacer verdaderos todos los imposibles y quiméricos
atributos de la belleza que los poetas dan a sus damas: que sus cabellos
son oro, su frente campos elíseos, sus cejas arcos del cielo, sus ojos soles,
e. Enumeración: Se trata de la división de un tema en sus partes, las cuales se expresan con
detalle. Estos detalles van en contacto, ordenados mediante asíndeton o polisíndeton.
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Ejemplo:
Cuando Roma es cloaca, // mazmorra, calabozo, // catacumba,
cisterna, // albañal, inmundicias, // ventanas rotas, grietas, // cornisas
que se caen.
(Rafael Alberti).
Una variedad muy común de la enumeración es la llamada enumeración caótica; donde los ele-
mentos son, considerados por separado inconexos, con apariencia de incoherentes.
3.3. PATÉTICAS
Tratan de conmover los sentimientos y emociones que provocan las palabras:
a. Exclamación retorica:
Manifestación emotiva y sentimental de alegría, miedo, dolor, tristeza, etc. Va entre signos de
exclamación y da al texto gran expresividad.
Ejemplo:
“¡Hoy creo en Dios!”.
La Narración. Lo narrado (acción, personaje, lugar, tiempo). El narrador (persona gramatical en que se narra, punto de vista o
3.4. OBLICUAS.
Fórmulas descriptivas (Imágenes sensoriales, sinestesias, comparaciones, metáforas, personificaciones, onomatopeyas, etc.).
Expresan pensamientos de forma indirecta u oculta, según la intención del autor:
a. Perífrasis, Circunlocución o Circunloquio: Mediante esta figura se sustituye la
denominación inmediata por otra más amplia. En términos más coloquiales podemos definir la
perífrasis como “dar un rodeo” para decir algo. Las razones son muy variadas: evitar expresio-
nes tabúes o inapropiadas, evitar las repeticiones, etc.
Ejemplo:
b. Eufemismo: Consiste en dar un rodeo para no emplear una palabra malsonante, tabú o
c. Reticencia:
Se deja una frase sin acabar porque se sobreentiende la idea.
Ejemplo:
“Dime con quién andas y...”.
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Ahora leamos el siguiente artículo de opinión:
El Arte Literario
Camilo Valverde Mudarra (España)
Existen diferentes obras literarias y, por tanto, varias literaturas; la diferenciación literaria viene
dada por la existencia de una lengua propia, pues son textos lingüísticos, y por su pertenencia
a comunidades políticas y nacionales con problemas y tradiciones enormemente peculiares.
En ocasiones, predomina el factor lingüístico, en otras, el sociológico e ideológico diversos.
Toda obra aspira a la universalidad, que llegue a todo el mundo. El autor compone sus obras,
pero la Literatura es un proceso social de gran conflictividad, en que intervienen además de los
autores y lectores, el cúmulo de distribuidores, críticos literarios, los medios de difusión y hasta
los poderes políticos y sociales.
Se han aportado muchas interpretaciones, en la Historia, sobre la naturaleza del lenguaje
literario. Sintetizadas, son tres las más importantes: La Real Academia Española considera el
lenguaje literario un desvío, una variedad, del lenguaje común, del que se diferencia por el uso
de las figuras retóricas. Sostiene esta misma opinión R. Jakobson, para quien la Poética, cuyo
objeto es el lenguaje literario, es una parte integrante de la Lingüística.
Por su parte, F. Lázaro Carreter, opina que el lenguaje literario es independiente del común;
para él, la definición de la lengua literaria se halla en el marco de la historia, repartido en la
casuística de autores, obras, escuelas o épocas.
El uso literario es, según Lázaro, el léxico y la gramática de un escritor, que se vale del lenguaje
“estándar”, cuando le conviene, que pone en tensión sus posibilidades para extrañar, que lo
tiñe de connotaciones subjetivas y que lo contraría, si es esa su voluntad de artista.
“La obra literaria no es, si mi opinión parece cierta, un fruto más o menos aberrante del tronco
lingüístico común, sino un lenguaje aparte, sobre cuya independencia no puede engañarnos
el hecho de que comparta muchos caracteres léxicos y gramaticales con los demás frutos del
mismo árbol” (F. Lázaro, “Consideraciones sobre la lengua literaria”, págs. 46-47).
Según una tercera teoría, defendida por los cultivadores de la gramática textual, el lenguaje
literario no es independiente, pero sí autónomo, respecto al lenguaje usual. El lenguaje de la
literatura es distinto del estándar, pero específico dentro de un lenguaje que incluye a ambos.
Esta posición formula, por un lado, las reglas comunes al lenguaje corriente y al artístico, y por
otro, las reglas propias del lenguaje literario. Se reconoce así, el hecho de que ambos lenguajes
comparten un gran número de rasgos, pero que algunos son privativos del lenguaje literario.
El lenguaje literario no se refiere a la realidad objetiva, al propio mensaje, sino que configura
un mundo imaginario y ficticio fuera de la realidad empírica. El lenguaje usual, como el
histórico, filosófico y científico, presupone seres y hechos reales de los que transmite juicios
y conocimientos.
El uso literario indica de modo inmanente su propia situación comunicativa, sin verse
determinado inmediatamente por referentes reales o por un contexto externo. Sin embargo,
entiéndase, entre el mundo imaginario creado literariamente y el mundo real no existe un
completo divorcio: el mundo real es el germen primordial y mediato de la obra literaria, pero no
denota directamente esa certeza, sino que crea una realidad nueva, que guarda una relación
de significado con la existencia objetiva.
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La Narración. Lo narrado (acción, personaje, lugar, tiempo). El narrador (persona gramatical en que se narra, punto de vista o
Fórmulas descriptivas (Imágenes sensoriales, sinestesias, comparaciones, metáforas, personificaciones, onomatopeyas, etc.).
Este esfuerzo por librar la palabra de la anquilosis del hábito y del lugar común, tan frecuente
en la poética barroca, se ha hecho cada vez más frecuente en algunos poetas y prosistas
contemporáneos, que parecen complacerse alejándose más y más del idioma usual.
Veamos una clasificación más EXAUSTIVA de las Figuras retóricas, para completar
la que ya hemos visto al comienzo del desarrollo del tema, en virtud de que les resul-
tarán muy útil a la hora de realizar sus trabajos:
Alegoría: (del griego allegoría: álla, “otras cosas”; agoréuo, “yo hablo”)
Opera cuando una cosa significa o representa otra diferente. Aristóteles la denominó
“metáfora continuada”; de hecho, amplía la idea.
Ejemplo:
“La nave del corazón, combatida por los vientos de las pasiones
turbulentas, se estrella en las rocas del vicio; pero si es llevada por el
suave soplo de la virtud, arribará segura al puerto de la inmortalidad”.
Nota. Son también alegorías obras enteras, como La divina comedia, de
Dante, o Don Quijote, de Cervantes.
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Alución: (del latín allusio-onis, “retozo, juego”)
Referencia a cosa o hecho que se supone conocido.
Ejemplo:
“(...) y que, como entre poetas no llega la `sangre’ al río, y es gran
decidero el que `de herrero a herrero’ (...)”. (Gabriel y Galán, J.M., A
correo vuelto).
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Fórmulas descriptivas (Imágenes sensoriales, sinestesias, comparaciones, metáforas, personificaciones, onomatopeyas, etc.).
Anacefalcosis: (del griego ana, “de nuevo”)
Sumaria recapitulación de los pincipales puntos de un escrito o de un discurso.
Ejemplo:
“(...) respecto a la resurrección de Jesús, el orador mencionó tres datos
esenciales: se habían cumplido las profecías; se trataba, en efecto, del
Hijo del Señor; quien siguiera su camino obtendría la salvación”.
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Antanagoge: (del griego, “contra” y “lanzar”)
Hacer recaer sobre el adversario, retorciendo sus argumentos, la fuerza de una prueba o una
acusación.
Ejemplo:
“(...) Anastasia: -No, podría haberlo hecho... Eustaquio: -Tus propias
palabras te ordenan, mujer. Acabás de decir que no podrías haberlo
hecho, y es precisamente lo que yo decía. Sos una incapaz absoluta y
no quiero volver a verte”.
La Narración. Lo narrado (acción, personaje, lugar, tiempo). El narrador (persona gramatical en que se narra, punto de vista o
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(CERVANTES, Don Quijote).
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Ejemplo:
“(…) ¿A qué me lo decís? Lo sé: es mudable, es altanera y vana y
caprichosa; antes que el sentimiento de su alma, brotará el agua de la
estéril roca. Sé que en su corazón, nido de sierpes, no hay una fibra
que el amor responda; que es una estatua inanimada; pero... ¡es tan
hermosa! (…)”. (BÉCQUER, Gustavo Adolfo, Rimas).
La Narración. Lo narrado (acción, personaje, lugar, tiempo). El narrador (persona gramatical en que se narra, punto de vista o
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Repetir una palabra, dándole distinta significación.
Ejemplo:
“En la planta superior estaba el jardín de invierno; y ahí, esa maldita
planta”.
La Narración. Lo narrado (acción, personaje, lugar, tiempo). El narrador (persona gramatical en que se narra, punto de vista o
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Epítrope: (del griego, “concesión”)
Cuando quien habla finge permitir al arbitrio ajeno una cosa. También, cuando se otorga a
otro licencia para que empeore nuestros males. Se le dice, además, permisión.
Ejemplo:
Muertas sus abejas por hambre y enfermedad, el pastor Aristeo (hijo
de los dioses Apolo y Cirene) dijo a su madre: “Si no estás contenta,
destruí también mis árboles, mieses, viñas y ganados (...)”. (VIRGILIO,
Geórgicas).
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Hipérbaton: (del latín hperbaton y éste, del griego hipérbaton, “transpuesto”)
Inversión de la disposición que en el discurso deben tener las palabras según las leyes de
la sintaxis regular. En gramática, alteración en el orden de posición lógica de determinados
elementos de la oración.
Ejemplo:
“(…) pidió las llaves a la sobrina del aposento (…)”. (CERVANTES, Don
Quijote). Normalmente, la frase debe escribirse: “pidió las llaves del
aposento a la sobrina”.
Hipérbole: (del latín hyperbole, y éste, del griego hyperbolé; hiper, “más allá”, y
ballein, “arrojar”)
Aumentar o disminuir excesivamente la verdad de aquello de que se habla. Se trata de un
efecto natural de la viveza de la imaginación, del entusiasmo y de las pasiones.
Ejemplo:
“(...) Erase un hombre a una nariz pegado (...)”. (De Quevedo, Francisco).
Nota. El léxico mismo de las variadas lenguas, tanto muertas como
vivas, abunda en hipérboles, creadas no sólo por los autores y escritores,
sino también por el pueblo al querer expresar su admiración, ponderar
la bondad o la maldad de las personas o cosas, etcétera. En nuestra
lengua figuran, entre otras muchas: * “comerse los codos de hambre”;
* “no tiene dónde caerse muerto”. Si es norma evidente ajustarse a la
rigurosa verdad, no se falta a ella en las exageraciones “de convenio”;
es decir, admitidas y usadas hasta en la conversación: * más ligero
que el viento”.
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Interrupción: (del latín interruptio-onis, “reticencia”)
Tránsito rápido de unas ideas a otras dejando incompletas algunas frases, movido por la
rabia, el despecho u otro sentimiento.
Ejemplo:
“(…) Domínica: -¡Gracias a todos! ¡Míralo, está llorando! ¡Feliciano!
¿Qué lloras? Feliciano: -¡Qué sé yo! Mia tú esa copla, si la tendré oida
La Narración. Lo narrado (acción, personaje, lugar, tiempo). El narrador (persona gramatical en que se narra, punto de vista o
veces; pues hoy me ha parecío..., he pensao que tie que llegar a ese día...,
Fórmulas descriptivas (Imágenes sensoriales, sinestesias, comparaciones, metáforas, personificaciones, onomatopeyas, etc.).
pueo yo morirme antes, pues ser tú..., de cualquiera de las maneras es
separarse (...)”. (BENAVENTE, J., Señora ama).
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Metáfora: (del latín metaphora, y éste del griego metaphorá: “traslado, transporte”,
empleado figuradamente)
Cambio de nombre basado en la semejanza.
Ejemplos:
animado por animado: “zorro” (por hombre astuto); inanimado por
inanimado: “perlas del rocío”; inanimado por animado: “azote de los
hombres”; animado por inanimado: “devorado por las llamas”. Existen
cinco tipos: a) impura: usa elementos reales a imaginarios, los compara
sin nexo: “las perlas de sus lágrimas”; b) pura: usa sólo elementos
imaginarios, sobrentendiendo los reales: “las perlas que caían de sus
ojos”; c) encadenada: cuando se va traspasando el sentido de una
a otra: “hombre témpano”; d) radial: de varios sentidos, cuando el
objeto inicial ofrece varias características; “cabeza”: centro, altura,
forma, etcétera, de familia de trigo de alfiler e) compuesta: alegoría o
metáfora mixta.
La Narración. Lo narrado (acción, personaje, lugar, tiempo). El narrador (persona gramatical en que se narra, punto de vista o
Onomatopeya (del griego onomatopeiía; onoma, “nombre”, y poiein, “hacer”).
Fórmulas descriptivas (Imágenes sensoriales, sinestesias, comparaciones, metáforas, personificaciones, onomatopeyas, etc.).
Imitación del sonido de una cosa en el vocablo que se forma para significarla. Existen tres
modos: imitación de los sonidos; imitación del movimiento de los cuerpos; imitación de los
movimientos del ánimo. Cabe una imitación casi perfecta de los sonidos.
Ejemplo:
Maullar, croar, de las voces de los animales, cacarear, cecear, cuchichear,
acciones humanas, refunfuñar, trueno de la naturaleza, susurro.
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Ejemplo:
“El día en que lo iban a matar, Santiago Nasar se levantó a las 5:30 de
la mañana para esperar el buque en que llegaba el obispo.” (Gabriel
García Márquez “Crónica de una muerte anunciada”)
La Narración. Lo narrado (acción, personaje, lugar, tiempo). El narrador (persona gramatical en que se narra, punto de vista o
Fórmulas descriptivas (Imágenes sensoriales, sinestesias, comparaciones, metáforas, personificaciones, onomatopeyas, etc.).
Descripción del exterior de una persona o animal.
Ejemplo:
“(…) Este que véis aquí, de rostro aguileño, de cabello castaño, frente
lisa y desembarazada, de alegres ojos y de nariz corva, aunque bien
proporcionada, las barbas de plata, que no ha veinte años que fueron de
oro; los bigotes grandes, la boca pequeña (...)”.(CERVANTES, Novelas
ejemplares).
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•Abstracto por concreto: “el marfil de sus manos”
•Nombre común por propio: “el conquistador” (por Pizarro)
•Nombre propio por común: “un Nerón” (para caracterizar a un hombre cruel)
RECAPITULEMOS:
El lenguaje literario tiene una característica clave que le diferencia de los demás
lenguajes que hemos visto hasta ahora: tiene una función lúdica y, como objetivo, el
procurar un goce estético. Los otros lenguajes son fundamentalmente utilitarios.
1.El emisor: Es un creador. Sabe que elabora un mensaje desde un punto de vista subjetivo y lo
hace con la intención de perdurar.
2.El receptor: Es un receptor universal (multiforme y heterogéneo). Interpreta el mensaje y lo
recrea; de ahí que también se diga del mensaje que es plurisignificativo.
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3.La situación: Es intemporal y cambiante.
4. El código: Se adapta a las necesidades propias de los géneros, por lo tanto, se habla de
subcódigos (el de la poesía, el del teatro...). Por lo tanto, todos los subcódigos presentan una
especial formalización (métrica, rima, etc.).
5.El mensaje: Es unilateral y perenne. Además lleva una sobrecarga informativa, debido al
La Narración. Lo narrado (acción, personaje, lugar, tiempo). El narrador (persona gramatical en que se narra, punto de vista o
predominio de los valores estéticos.
Fórmulas descriptivas (Imágenes sensoriales, sinestesias, comparaciones, metáforas, personificaciones, onomatopeyas, etc.).
6.La función lingüística: Predomina la poética, ya que predomina también el carácter
connotativo en las palabras que forman los mensajes. En menor medida destaca también la
función expresiva o emotiva.
7.El canal: Habitualmente la impresión de los textos, o sea, el papel como soporte básico.
Características generales.
b. Nivel morfo-sintáctico: Parece habitual una cierta complejidad sintáctica. Suele respetarse la
normativa sintáctica, pero se buscan períodos amplios y equilibrados. Aparición de desvíos de los
usos habituales del lenguaje (usos estilísticos de los verbos, por ejemplo) en busca de la sugerencia.
En este sentido vale la pena recordar figuras como la anáfora, el quiasmo, la similicadencia, el
hipérbaton...
c. Nivel semántico: Precisamente porque es un lenguaje pensado para sugerir y connotar suele
ser frecuente el uso de figuras retóricas. En este lenguaje, pensado para halagar el intelecto, es
donde destaca la metáfora o cualquier otra figura de las denominadas de pensamiento. Siempre
vale la pena recordar que en este último apartado se debe pensar en qué tipo de género se está
analizando y adjudicar a cada uno de ellos una cierta tendencia. Así, por ejemplo, entre otras
posibles clasificaciones, podemos hablar de figuras descriptivas (retrato, prosopografía, etopeya,
enumeración, caricatura...); de figuras patéticas, más habituales en los diálogos novelísticos y
teatrales (el énfasis, el apóstrofe, la exclamación, la pregunta retórica...); de figuras lógicas (como
el símil, la antítesis, la paradoja...) y de otras más propiamente estilísticas (la alusión, la ironía, la
perífrasis, la hipérbole...).
LA DESCRIPCIÓN
TIPOS DE DESCRIPCIÓN. RECURSOS
La Narración. Lo narrado (acción, personaje, lugar, tiempo). El narrador (persona gramatical en que se narra, punto de vista o
Hay varias definiciones empleadas en distintos contextos. Para los efectos que aquí
Fórmulas descriptivas (Imágenes sensoriales, sinestesias, comparaciones, metáforas, personificaciones, onomatopeyas, etc.).
nos interesan, podemos definir la descripción (oral o escrita) como el intento de representar,
utilizando mecanismos de expresión lingüística, la imagen de un animal, una cosa, una
persona, un ambiente, un evento, un problema o un proceso, como si el receptor lo tuviera
delante y lo estuviera percibiendo con sus propios sentidos.
La descripción pretende, en suma, provocar en la imaginación del receptor una impresión
similar a la que se percibe por los sentidos. En vez de ver la imagen física en una pintura, en
una escultura, en una fotografía, la “ve” en su mente (la representa) a través de las palabras
Al observar, la atención debe estar orientada para percibir color, forma, tamaño, grosor, textura,
temperatura, etc. Luego se seleccionan los datos, se disponen los elementos, llevando a primer
plano lo que interesa destacar. Finalmente, se busca una forma de expresar lo visto que dé una
imagen representativa de lo descrito. El producto es una descripción estática, y en esto contrasta
con la narración, que es esencialmente dinámica.
No obstante, se puede lograr introducir el movimiento en la forma de describir si se adopta una
técnica cinematográfica. De esta forma se va presentando los aspectos más llamativos del objeto
a medida que va desplazando el punto de mira, desde una panorámica general hasta lo más
concreto. Con esta técnica se consigue transmitir la sensación de movimiento.
Por otro lado, con la observación nos apoderamos de la realidad, la convertimos en
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palabra propia. Es decir, partimos de algo externo, pero quedamos implicados en el resultado
final. La expresión no puede prescindir de la aportación personal. Así pues, la descripción es
una aprehensión de la realidad, y esta supone una reorganización de la misma. No vamos a
comunicar una realidad, sino su imagen.
Dependiendo de la implicación que se produzca, nos encontramos con dos tipos de textos
descriptivos. Entre ambos hay muchas diferencias: el Texto Descriptivo Técnico busca la
representación objetiva y exhaustiva del objeto, dejando de lado las formas; y el Texto Descriptivo
Literario, en el que la fidelidad no es tan importante y si lo son la belleza de la descripción y su
emotividad, que toman un valor protagonista.
La descripción técnica
Con ella se pretende dar a conocer las características de la realidad representada: sus elementos,
composición, funcionamiento y utilidad. Es fundamental que la objetividad siempre sea respetada
para que la información no sea distorsionada por algún punto de vista u opinión. Predomina la
función referencial, en una prosa que ha de ser rigurosa y verificable.
El lenguaje que se utiliza es frío, con léxico técnico que sólo apunta a explicar una característica
de lo que se intenta representar, calificadores especificativos, y el tiempo verbal más empleado es
el presente de indicativo con valor intemporal.
Dentro de la descripción técnica podemos hablar de:
Textos científicos: su finalidad es mostrar el procedimiento para realizar una investigación o una
experimentación.
Textos técnicos: Muestran los componentes, la forma y el funcionamiento de cualquier tipo de
objeto, creación artística o instrumental: pintura, escultura, mecánica, deportes, medicina, etc. Entre
ellos se incluyen los manuales de instrucciones de uso y montaje de aparatos; las recetas de cocina
y los prospectos de medicamentos.
Textos sociales: Ofrecen datos sobre el comportamiento de las personas e instituciones. Son de
tipo prescriptivo.
La descripción literaria
En la descripción literaria se da lo opuesto, primando la subjetividad del autor, no se persigue el rigor
científico ni la exhaustividad, sino destacar aquellos aspectos que se consideran más relevantes para
sus fines.
Predomina el uso de palabras con la búsqueda agregada de generar una estética agradable, adjetivos
explicativos o epítetos, verbos en presente e imperfecto de indicativo y recursos expresivos como las
comparaciones y las metáforas. Importante también, es aclarar que la realidad que se nos describe
puede haber salido de su imaginación, y ser perfectamente un texto descriptivo, dado que, al fin y al
cabo, se trata de una realidad: la suya.
La lógica que rige el orden en este tipo de textos obedece a criterios artísticos propios de cada autor.
Esto no quiere decir que sea caótica, sino que se desarrolla según un plan bien estudiado y preciso,
aunque muchas veces huya del orden natural. La descripción literaria no suele cultivarse como
forma independiente, sino integrada en otras. Predomina la función poética. Dentro de la descripción
literaria podemos hablar de:
1. Descripción del mundo animado e inanimado.
2. Descripción de personas.
3. Descripción de sentimientos.
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sus aspectos físicos y morales, el paisaje puede ser presentado como producto geológico, o como trasunto de
una cultura y un modo de vida.
b) Cronografía: Consiste en la descripción de una época o una cultura a partir de los elementos
físicos y espirituales que la caracterizan frente a otra anterior o posterior.
c) Descripción de animales: Atendiendo a la objetividad buscada, los datos se organizarán yendo
de las características más generales a las más específicas, o por el contrario, el orden será más libre.
La Narración. Lo narrado (acción, personaje, lugar, tiempo). El narrador (persona gramatical en que se narra, punto de vista o
Respecto a la descripción del mundo inanimado, se destacan aquellas facetas que más sorprenden y
Fórmulas descriptivas (Imágenes sensoriales, sinestesias, comparaciones, metáforas, personificaciones, onomatopeyas, etc.).
caracterizan a lo que se describe.
3. Descripción de sentimientos:
1.Descripción científica:
La drosophila melanogaster es una pequeña mosca que coloniza hábitats ricos en productos de
fermentación: frutos en descomposición (mosca de la fruta) o bodegas (mosca del vinagre). En su
adaptación a estos hábitats ha adquirido una tolerancia al etanol única en el reino animal. [...].
La drosophila melanogaster presenta un marcado dimorfismo sexual en su fase adulta, lo que facilita
enormemente su utilización.
Los rasgos que pueden permitir una fácil y rápida identificación son los siguientes: machos, más
pequeños y activos, últimas bandas abdominales fusionadas formando una mancha negra en el
extremo del abdomen, final del abdomen redondeado y posesión de peines sexuales en el primer
par de patas; hembras, mayores y menos activas, últimas bandas abdominales sin fusionar, final del
abdomen más puntiagudo, sin peines sexuales.
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2. Descripción literaria de un lugar (topografía)
“Vetusta, la muy noble y leal ciudad, corte en lejano siglo, hacía la digestión del cocido y de la olla
podrida, y descansaba oyendo entre sueños el monótono y familiar zumbido de la campana de coro,
que retumbaba allá en lo alto de la esbelta torre en la Santa Basílica. La torre de la catedral, poema
romántico de piedra, delicado himno, de dulces líneas de belleza muda y perenne, era obra del siglo
diez y seis, aunque antes comenzada, de estilo gótico, pero, cabe decir, moderado por un instinto
de prudencia y armonía que modificaba las vulgares exageraciones de esta arquitectura. La vista no
se fatigaba contemplando horas y horas aquel índice de piedra que señalaba al cielo; no era una
de esas torres cuya aguja se quiebra de sutil, más flacas que esbeltas, amaneradas, como señoritas
cursis que aprietan demasiado el corsé; era maciza sin perder nada de su espiritual grandeza, y hasta
sus segundos corredores, elegante balaustrada, subía como fuerte castillo, lanzándose desde allí en
pirámide de ángulo gracioso, inimitable en sus medidas y proporciones. Como haz de músculos y
nervios la piedra enroscándose en la piedra trepaba a la altura, haciendo equilibrios de acróbata en
el aire; y como prodigio de juegos malabares, en una punta de caliza se mantenía, cual imantada,
una bola grande de bronce dorado, y encima otra más pequeña, y sobre esta una cruz de hierro que
acababa en pararrayos.”
Leopoldo Alas “Clarín”: La Regenta
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En las descripciones se utilizan diversos recursos, tales como:
La Narración. Lo narrado (acción, personaje, lugar, tiempo). El narrador (persona gramatical en que se narra, punto de vista o
Fórmulas descriptivas (Imágenes sensoriales, sinestesias, comparaciones, metáforas, personificaciones, onomatopeyas, etc.).
• Comparación: La comparación consiste en establecer relaciones de semejanza o parecido
entre varios elementos.
• Metáfora: La metáfora consiste en la sustitución de un elemento por otro con el cual tiene
un cierto parecido.
• Hipérbole: La hipérbole es un recurso que consiste en exagerar las características de una
persona o cosa.
Retrato:
“Su pelo castaño, espeso, y cortado en melena larga; cutis atezado y rostro en óvalo, con
labios finos y colorados, y dientes menudos, apretados y blancos; estatura regular; pechos
moderados, erectos y duros; esbelta y ágil; viva en sus movimientos y presta y delicada en sus
ademanes.”(Azorín, El escritor.)
Caricatura:
“Ella era larga más de siete pies; toda era anatomía de huesos, cubiertos con una piel negra,
vellosa y curtida; con la barriga que era de badana, se cubría las partes deshonestas, y aún
le colgaba hasta a mitad de los muslos, las tetas semejaban dos vejigas de vaca, secas y
arrugadas.”
(Cervantes, Coloquio de los perros.)
Topografía:
“El despacho de Cortabanyes estaba en una planta baja en la calle de Caspe. Constaba de
un recibidor, una sala, un gabinete, un trastero y un lavabo. Las restantes habitaciones de
la casa las había cedido Cortabanyes al vecino, mediante una indemnización. Lo reducido
del local le ahorraba gastos de limpieza y mobiliario. En el recibidor había unas sillas de
terciopelo granate y una mesilla negra con revistas polvorientas. La sala estaba rodeada por
una biblioteca sólo interrumpida por tres puertas, una cristalera de vidrio emplomado que
daba al hueco de la escalera y una ventana de una sola hoja cubierta por una cortina del
mismo terciopelo que las sillas y que daba a la calle.”
(Eduardo Mendoza, La verdad sobre el caso Savolta).
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Conozcamos también, esta clasificación más amplia de recursos semánticos o
de significación.
características técnicas.
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LA NARRACIÓN
El género narrativo es una expresión literaria que se caracteriza porque se relatan historias imagi-
narias o ficticias (sucesos o acontecimientos) que constituyen una historia ajena a los sentimien-
tos del autor. Aunque sea imaginaria, la historia literaria toma sus modelos del mundo real. Esta
La Narración. Lo narrado (acción, personaje, lugar, tiempo). El narrador (persona gramatical en que se narra, punto de vista o
relación entre imaginación y experiencia, entre fantasía y vida es lo que le da un valor especial a
Fórmulas descriptivas (Imágenes sensoriales, sinestesias, comparaciones, metáforas, personificaciones, onomatopeyas, etc.).
la lectura en la formación espiritual de la persona.
El narrador es la persona que presenta la narración; él es el encargado de dar a conocer el mundo
imaginario al lector, el cual está formado por personas que realizan acciones dentro de un espacio
determinado y que suceden dentro de unos límites temporales precisos.
La diferencia fundamental entre el mundo real y el de la narración, radica en el hecho de que
nuestro mundo es evidente, en cambio en una narración el mundo es también artísticamente
real, pero no existe verdadera y exteriormente, sino que es creado a través del lenguaje; es decir,
La Historia:
La mayor parte de los relatos presenta una acción principal y varias secundarias. Estas acciones
se combinan entre sí, alternando su aparición y entrecruzando sus desarrollos para conformar el
ritmo de la narración.
Un relato presenta distinto ritmo narrativo según el procedimiento de encadenamiento de
secuencias que se emplee:
Desde la 1 ª persona:
a) Narrador protagonista: El narrador es también el protagonista (autobiografía real o
ficticia).
b) Narrador personaje secundario: El narrador es un testigo que ha asistido al desarrollo de
los hechos. A veces, los testigos son varios (multiperspectivismo, punto de vista caleidoscópico).
Desde la 2 ª persona:
Supone un desdoblamiento del yo. El narrador crea el efecto de estar contándose la historia a sí
mismo o a un yo desdoblado.
Los personajes:
Los personajes son el elemento fundamental de la narración, el hilo conductor de los hechos.
Estos se organizan, según su grado de participación en la historia, en personajes principales,
secundarios y comparsas.
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a) El protagonista es el centro de la narración. Puede ser un individuo, varios o una
colectividad. Es un personaje redondo, es decir, evoluciona a lo largo de la novela. A veces, se le
opone un antagonista.
b) El secundario es un personaje plano que no evoluciona. La mayoría de las veces responde
a un arquetipo.
La Narración. Lo narrado (acción, personaje, lugar, tiempo). El narrador (persona gramatical en que se narra, punto de vista o
c) Los comparsas (o extras) son meros elementos presenciales.
Fórmulas descriptivas (Imágenes sensoriales, sinestesias, comparaciones, metáforas, personificaciones, onomatopeyas, etc.).
Existen dos maneras de caracterizar a los personajes:
a) La caracterización directa permite conocer a los personajes a partir de los datos que
proporciona el narrador u otro personaje del relato.
b) La caracterización indirecta permite deducir cómo son a través de sus
pensamientos, comentarios, acciones, reacciones, gestos, etc.
En un relato, las voces de los personajes se dejan oír a través de los modelos de cita conocidos
El tiempo:
Cuando se analiza el tiempo de la narración conviene tener en cuenta esta distinción:
a) El Tiempo externo o histórico: Es la época o momento en que se sitúa la narración.
Puede ser explícito o deducirse del ambiente, personajes, costumbres, etc.
b) El tiempo interno: Es el tiempo que duran los acontecimientos narrados en la historia.
Puede ser toda una vida o varios días. El autor selecciona los momentos que juzga interesantes y
omite (elipsis =saltos temporales) aquellos que considera innecesarios.
El espacio:
El espacio es el marco físico donde se ubican los personajes y los ambientes geográficos y sociales
en los que se desarrollan las acciones.
Así habrá que distinguir entre espacios exteriores o abiertos e interiores o cerrados.
Con frecuencia, el espacio no es un simple decorado, sino que llega a determinar el comportamiento
de los personajes, a reflejar el estado anímico de éstos e incluso a constituirse en eje central del relato.
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El receptor:
La consideración del receptor en el proceso comunicativo es importante, pues conviene distinguir
dos tipos de receptores:
Universo interno
Todo texto literario encierra un circuito de comunicación entre emisor (narrador) y recep-
tor (lector) vinculado mediante el universo interno de la obra.
El universo interno lo crea el autor a su arbitrio, de acuerdo con sus conocimientos y experiencias.
El autor es el auténtico soberano, únicamente se somete a las exigencias lógicas de la historia en
sí; pero, dentro de dicho universo puede alargar o acortar los acontecimientos, comenzar por el
final, introducir otros relatos, modificar el transcurrir del tiempo, brincar épocas, alterar retratos de
personajes, apegarse o no a la realidad porque él rige ese universo.
Cuando un lector se interesa por una obra, si el universo interno de ésta se encuentra bien
trazado, el lector penetra en ese mundo totalmente ficticio y e l c ircuito d e comunicación s e
cierra. A su vez, el lector debe estudiar lo indispensable para reconocer los distintos momentos
históricos, comprender las variantes provocadas por las diversas situaciones geográficas, interpretar
las modificaciones de conducta derivadas de los núcleos sociales.
El lector será capaz de acoger el mensaje estético enviado por un autor si en aquel se dan las
condiciones culturales, sociales y psíquicas requeridas en cada caso. Este lector ideal --o “lector
virtual”, según la lingüística-- será capaz de valorar los recursos técnicos empleados, la estructura
manejada y el sentido del mensaje contenido en la propia obra.
Al finalizar el análisis de la obra, conoceremos cuáles fueron los recursos usados, qué intención
abrigó el autor al redactarla, cuáles eran sus preferencias y habilidades para la elaboración
estructural del universo interno del texto literario. En este momento el lector puede interpretar
el anhelo del artista y proceder a juzgar si consiguió plasmar a través del arte verbal su objetivo.
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El texto narrativo
Una narración es un relato de hechos, pueden ser verídicos o imaginarios, que ocurren en un
tiempo y en un lugar determinado.
Los textos narrativos están regidos por el principio de la acción, es decir que los hechos que se
cuentan ocurren a lo largo de un tiempo y en un espacio y al ir encadenándose unos con otros,
logran una nueva significación.
La Narración. Lo narrado (acción, personaje, lugar, tiempo). El narrador (persona gramatical en que se narra, punto de vista o
Ahora bien, cuando hablamos de Narratología, nos referimos a la ciencia que estudia todo lo
Fórmulas descriptivas (Imágenes sensoriales, sinestesias, comparaciones, metáforas, personificaciones, onomatopeyas, etc.).
relacionado con los textos narrativos o relatos. Sus investigaciones están íntimamente relacionadas
con la literatura y con el folklore.
El estudio de los textos narrativos, se inició hacia 1928, cuando Vladimir Propp, un autor ruso,
publicó su obra Morfología del cuento. Como resultado de dicho estudio sobre un corpus de
cien cuentos maravillosos de la tradición rusa. Propp reconoció treinta y una funciones (31), que
aparecían casi siempre, en todos los cuentos, y que se relacionaban entre sí, mediante un vínculo
de necesidad lógica y estética y cuyo significado variaba en el decurso del relato.
El interés de los estudios de Propp radica en que tanto su metodología, claramente estructural,
como sus conceptos fundamentales, sirvieron de inspiración a las propuestas de algunos de los
más importantes narratólogos, entre ellos Bremond y Todorov.
Según Bremond, cada relato está dividido en secuencias, elementos superiores a las funciones
que distinguía Propp. Alega ese autor, que cada una de ellas cumple dentro del texto narrativo
tres oficios bien diferenciados:
RECURSOS NARRATIVOS
Es preciso que antes de exponer los recursos de la narración, establezcamos una distinción entre
dos conceptos fundamentales, que tienden a confundirse y que son:
1. Fábula o historia
2. Intriga, trama o narración.
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Tal como lo hemos señalado, los “hechos” son los que constituyen el material básico del relato y
por consiguiente, su descripción puede funcionar como punto de partida en el análisis del texto
narrativo.
En este sentido, la teoría literaria del siglo XX ha propuesto esta distinción metodológica de gran
trascendencia, aunque sus orígenes se encuentran en la Poética aristotélica.
En efecto, Aristóteles no sólo alude a dos momentos en la constitución del texto trágico-épico
(el material objeto de la mímesis, las acciones, y su configuración dentro de la fábula), sino que
aporta también, los criterios que van a regular la actividad de dicha constitución:
• causalidad o verosimilitud,
• paso de dicha a desdicha (o viceversa).
Constitutivamente, por lo demás, la fábula, para ser completa, ha de tener principio, medio y fin.
Ya en el siglo XX, entre los formalistas rusos, Tinianov, al exponer la noción de construcción,
comienza por establecer la diferencia entre el material y la forma que se le imprime, sentando las
bases de la distinción.
Tomachevski, partiendo de aquí, señalará que la historia representa el momento en que el material
no ha recibido todavía, una configuración dentro del texto narrativo. En ella los motivos, las
unidades narrativas mínimas, se organizan de acuerdo con un patrón lógico y cronológico.
La trama, por el contrario, alude a la etapa en la que el material se encuentra textualmente
configurado, esto es, provisto de una forma.
Pero historia y trama se oponen en un sentido más, a saber, en el proceso de producción textual
la historia se encuentra en el punto de partida; mientras que en el proceso de recepción la historia
se alcanza únicamente al final del trayecto de lectura.
Sólo una vez finalizado el proceso de lectura, el receptor puede reordenar los acontecimientos y
dar con el material.
Resumiendo:
La fábula (historia), comprende aquellos elementos constitutivos del relato. Los materiales
sobre los que éste (el relato), se fundamenta.
Mientras que la intriga (trama o narración), es la forma de narrar dichos sucesos y no
necesariamente, mediante una ordenación lógica ni cronológica.
Otras nociones que convendría distinguir son las de autor y narrador.
El autor real es la persona física, el autor empírico. Es ajeno al desarrollo del texto. El autor se
convierte en escritor o autor literario cuando pone al servicio de su obra el bagaje cultural que
posee.
El narrador, sin embargo, es un ser ficcionalizado, inmanente al propio texto, es aquel que
“manipula” el texto.
Las categorías de autor implícito, narrador y autor real han encontrado su correlato en el marco
del enfoque comunicativo, en especial, por parte de la Estética de la Recepción, surgiendo los
conceptos de lector implícito, narratario y lector real.
El lector implícito se corresponde estrechamente con el autor implícito y alude al hecho de
que todo mensaje permite reconstruir la imagen del lector en términos de sistema de valores
(culto o poco instruido, de un determinado estatus social o económico, defensor de ciertas ideas,
etc.), al que se dirige
Cada mensaje, por tanto, selecciona un tipo de lector específico. Al igual que el autor implícito, el
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lector implícito puede estar o no representado en el texto y es reconstruible únicamente a través
del proceso de lectura.
Sin embargo, se encuentra permanentemente presente en la mente del autor real hasta el punto
de convertirse en uno de los factores que dirigen su actividad.
El narratario, por su parte, se corresponde con el narrador. Puede disponer o no de signos
formales, aunque siempre es una realidad cuya presencia se hace notar. Se trata de uno de los
La Narración. Lo narrado (acción, personaje, lugar, tiempo). El narrador (persona gramatical en que se narra, punto de vista o
Fórmulas descriptivas (Imágenes sensoriales, sinestesias, comparaciones, metáforas, personificaciones, onomatopeyas, etc.).
procedimientos por medio de los cuales el autor implícito orienta al lector real sobre cuál es la
actitud más adecuada ante el texto en cuestión. En ese sentido hay que interpretar los “vuestra
merced” del Lazarillo, el “lector carísimo” o “desocupado lector” del Quijote y el “señor” de La
familia de Pascual Duarte, por poner algunos ejemplos.
El narratario se sitúa en el mismo nivel diegético que el narrador y puede haber más de uno
en el texto: un personaje, alguien ajeno a la historia e incluso el propio narrador (como ocurre en
el caso del diario).
Entre las funciones del narratario cabe destacar la de ser el intermediario entre el narrador y el
Objetivo/Subjetivo.
Testigo directo/Testigo indirecto de los hechos.
Protagonista/no protagonista.
Se fundamenta en “su capacidad informativa” y en “el modo de introducir nuevos datos”, dentro
del relato. Así, por ejemplo, para los narratólogos franceses, el narrador se define preferentemente
por su grado de conocimiento de la realidad representada.
Para unos, esa capacidad depende directamente del punto de observación elegido para transmitir
la información (Pouillon, Todorov).
Para otros, ese hecho está asociado estrechamente a la presencia o ausencia de un filtro.
En este caso caben dos opciones: en la primera, el volumen de información transmisible se
ve condicionado por las posibilidades del foco; la segunda, en cambio, se decanta por una
información sin límites (omnisciencia).
En suma, para las corrientes estructuralistas (francesas), el narrador se comporta como un
“sabedor”, pero se insiste al mismo tiempo, en su papel de realidad configuradora de la estructura
narrativa.
Brevemente, señalamos a continuación, las diversas modalidades de puntos de vista narrativos,
que la mayor parte de la crítica ha reconocido:
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1. Narración en primera persona:
Es cuando se narra una acción utilizando el punto de vista de la primera persona gramatical, “yo”.
Aquí, el autor, el narrador y el protagonista están plenamente identificados.
Puede ocurrir que un personaje sea el que cuente la historia, como si le hubiese sucedido a él
mismo (Por ejemplo, las narraciones autobiográficas, como El Lazarillo de Termes) o como testigo.
En este caso, el narrador sólo conoce una parte de la historia, es decir, no es omnisciente. Las
crónicas o memorias (Verdadera historia de la conquista de la Nueva España, de Bemal Díaz del
Castillo), y las confesiones (Libro de mi vida, de Santa Teresa), son otros ejemplos de esta forma
de narrar, que encuentra uno de sus mayores pilares en el interés que suscita el relato, pues da la
apariencia de algo vivido y experimentado personalmente.
2.1. Punto de vista del autor omnisciente: cuando el narrador demuestra un conocimiento
total y absoluto de todo lo narrado, es decir, conoce los sucesos exteriores y también, los
sentimientos más íntimos de todos los personajes. Es como un dios que todo lo ve y todo lo sabe.
2.2. Punto de vista de la tercera persona limitada: el narrador es aún el que ve y cuenta
la acción, pero no con un conocimiento absoluto, como el del narrador omnisciente, sino que
asume sólo la función de un observador de los hechos y, como tal, está limitado por los naturales
medios de información.
En este punto de vista hay cosas que el narrador ignora, por no tener conocimiento personal de
lo sucedido, ni haber obtenido información sobre ellas.
2.3. Punto de vista del narrador-testigo: quien narra no es el narrador directamente, sino
que lo hace a través de un personaje que cuenta, en tercera persona, todo lo que ve y observa.
Ahora bien, en la narrativa contemporánea se observan otras modalidades:
Elementos de la narración.
Son, fundamentalmente, cuatro:
La Narración. Lo narrado (acción, personaje, lugar, tiempo). El narrador (persona gramatical en que se narra, punto de vista o
Fórmulas descriptivas (Imágenes sensoriales, sinestesias, comparaciones, metáforas, personificaciones, onomatopeyas, etc.).
1. Exposición (presentación de hechos, personajes y ambientes).
2. Nudo (desarrollo de los hechos en serie).
3. Desenlace (solución de la situación planteada).
Podemos ordenar, de este modo, los sucesos de acuerdo con un criterio cronológico y causal
(causas > sucesos > efectos), o podemos romper esta secuencia, empezando por el medio o el
final, o en forma zigzagueante.
A la primera forma de narrar, se le llama composición lógica; a la segunda, libre o artística.
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