La Cultura Latinoamericana

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ESRN N71 "MARIANO MORENO"

TALLER DE CIENCIAS SOCIALES Y HUMANIDADES

La cultura latinoamericana

La construcción del discurso sobre la cultura latinoamericana ha sido mediada


por el discurso dominante de la cultura occidental, reduciendo la diversidad
cultural a lo exótico de la alteridad, a lo otro, lo distinto, lo salvaje. Nuestra
identidad cultural queda estigmatizada en una periferia cultural que representa
en sí el temor que tiene la
mismidad del yo
eurocéntrico frente a lo
misterioso de lo diverso.
Por eso, la cultura
dominante hegemónica
precisa la imposición del
pensamiento único para no
enfrentarse a su
desintegración. A propósito
de esto, José Martí, en su
libro Política de nuestra
América sostiene que:
TIC
En la actualidad, lo que ocurre es una reafirmación, como forma de resistencia,
de las culturas y de los saberes en las que están sustentadas, gracias en
buena medida a los medios de difusión y al proyecto de dominación
hegemónica abierto o implícito de norte americanización, como prolongación de
la occidentalidad europea […]. Si bien muchos especialistas coinciden en que
hay un riesgo de homogeneización cultural a favor de un solo mundo y una sola
economía, también es cierto que han surgido fenómenos no solo de resistencia
sino aún de revaloración de las culturas y saberes particulares paralelamente al
rechazo de las formas actuales de control y dominación económica y de
hegemonía política […]. Estos saberes son aquellos que podríamos llamar
culturales, en términos generales, y que se han originado y desarrollado en las
diferentes sociedades humanas.

Pensamiento andino

Los saberes ancestrales de los pueblos originarios de América han sido


relegados a lo irracional y mítico, se los ha categorizado como «salvajes» y
«primitivos». Sin embargo, la filosofía latinoamericana busca la revalorización
de esa sabiduría ancestral cuyo desarrollo iba a la par de la expansión cultural
en las civilizaciones prehispánicas. La presencia de conocimientos
matemáticos, astronómicos, arquitectónicos, medicinales y hasta literarios (en
el caso de los mayas) dan cuenta del desarrollo de una forma de racionalidad y
de la preocupación por temas similares a los que dieron origen a la filosofía
griega. En el caso particular de la civilización prehispánica andina, el filósofo
suizo Joseph Estermann identifica cuatro principios fundamentales de la
sabiduría de esos pueblos:

• Relacionalidad: El universo todo está relacionado, cada una de las partes del
todo están relacionadas con las otras, es decir, todo está interrelacionado, y
todo pertenece a todos, porque el universo es nuestro hogar, nuestra madre, la
Pachamama. Esto se conoce como la Pachasofía, por lo que cada una de
nuestras acciones tiene su relación con el universo en el que actuamos.

• Correspondencia: Siguiendo el principio anterior, todo tiene su


correspondencia con todo, existe una armonía cósmica entre el ser humano y
la naturaleza, cada elemento de la naturaleza tiene su correspondencia con
alguna realidad humana, por ejemplo, la mujer con la Luna o el hombre con el
Sol, etc.

• Reciprocidad: Todo lo que hacemos tiene su reciprocidad en el universo,


tanto como cuando sembramos cosechamos; asimismo, el ser humano no está
desligado de su entorno. Cada acto y pensamiento tiene su respuesta en el
universo, por eso en la naturaleza todo es recíproco.

• Complementariedad: Cada elemento en el universo tiene su complemento,


nada está aislado como un individual átomo solitario, todo tiene su par, en lugar
de su contrario. Para el pensamiento andino no existen los opuestos, sino los
complementos. Así, la noche se complementa con el día, la luz con la
oscuridad, lo femenino con lo masculino, etc.

La interculturalidad

El problema de la relación entre las culturas ha estado determinado por la


reflexión sobre la imposición de una cultura dominante, hegemónica, sobre la
diversidad cultural.
La realidad concreta
latinoamericana nos ha
demostrado que históricamente
el modelo colonizador de la
cultura occidental se impuso
sobre las culturas originarias
haciéndolas casi desaparecer.
La infravaloración de las
culturas autóctonas por parte
del modelo dominante y su
pretensión de validez universal
única, ha sido un grave peligro
para la existencia de la
diversidad cultural. De allí la
emergencia de establecer una
reflexión sobre la relación entre culturas que no sea determinada por la
hegemonía de una cultura dominante sobre otra, sino por una verdadera
interculturalidad que dignifique y valorice la diversidad cultural sin el aislamiento
y la falta de contacto con las demás culturas.
Se trata entonces de establecer una convivencia cultural universal, y para ello
es necesario que la pretensión de universalidad de una cultura en particular
sea rechazada por las demás culturas. Así como no existe un pensamiento
único y universal, tampoco existe una cultura única y universal. La
interculturalidad tiene los siguientes principios:
• La interacción de culturas se da de una manera respetuosa y tolerante frente
a todos los grupos culturales por igual.
• Se reconoce el derecho de los pueblos a una identidad cultural.
• Se forma una unidad en la diversidad; es decir, no se trata de aglutinar a
todas las culturas en una amalgama deforme y desordenada, lo que se trata es
de visualizar los elementos comunes en cada cultura que pueden servir de
puente intercultural.
• Las culturas se comprometen a una comprensión y conocimiento intercultural
bajo el principio de diálogo e igualdad, ninguna cultura es superior o inferior
a otra.
• Se asume positivamente la diversidad cultural como un elemento
enriquecedor de la humanidad para fortalecer los valores del respeto y
tolerancia a lo otro.

“La interculturalidad es una propuesta teórica y práctica que nace de las


exigencias que nos plantea la conciencia de la diversidad cultural que
caracteriza el mundo de hoy. En concreto se puede resumir su programa
señalando que es un intento de responder a la pregunta de qué hacer con
nuestro mundo multicultural, es decir, qué hacer con la diversidad de las
culturas. Y su propuesta, ya lo sabemos, es justo la de trabajar por una
transformación cualitativa de la multiculturalidad en interculturalidad, para que
por esa vía los seres humanos se puedan reconocer y desarrollar como sujetos
de procesos de universalización. Con esta perspectiva programática es lógico
que la interculturalidad tenga que representar un verdadero desafío para toda
filosofía que pretenda pensar inteligentemente nuestra situación histórica y
tratar de intervenir en su curso apoyando alternativas de un verdadero
mejoramiento humano. Pero representa también una oportunidad, ya que la
interculturalidad puede ayudar a la filosofía a redescubrir su propia actividad.”
(Raúl Fornet-Betancourt, La interculturalidad a prueba, tomado
de: http://www.uca.edu.sv/filosofia/admin/files/1210106845.pdf).

La multiculturalidad

Aunque parezca similar a la interculturalidad, la multiculturalidad se define


como la coexistencia de diferentes grupos culturales en un espacio y tiempo
determinados, pero no necesariamente se rigen bajo los principios de la
interculturalidad.
En los espacios multiculturales se pueden dar manifestaciones de
etnocentrismo, racismo, pretensión de superioridad, segregación,
discriminación, sin que exista un enlace cultural o algún tipo de diálogo entre
las culturas. Por ejemplo, en un espacio limitado como una escuela, puede
existir la multiculturalidad, pero la interculturalidad no está garantizada.
En este espacio multicultural se pueden dar actos de etnocentrismo entre los
estudiantes, sin que se pueda garantizar el respeto y la tolerancia entre las
diferencias. Lo multicultural solo adquiere un carácter descriptivo de la
diversidad cultural pero no un mecanismo de diálogo intercultural.
Actividades

Lee atentamente el siguiente texto.

El modelo de desarrollo occidental, moderno y científico, ha fracasado. Dos mil


millones de seres humanos pasan hambre y penurias en este planeta, porque es un
infierno y no necesitan morir para conocer el fuego y la maldad del diablo: eso está en
la tierra. La inminente destrucción de la naturaleza y el llamado cambio climático es
obra de ese desarrollo occidental. La pinta de la tecnología no puede tapar este
espanto y tragedia cotidiana. Millones de desplazados por las guerras financiadas y
empujadas por el egoísmo de la mentalidad occidental: guerrera e ideologizada hasta
los tuétanos. Millones de hambrientos, millones de niños y jóvenes que no tienen
esperanza alguna sino para saciar con algo su hambre del día, y así este mundo plagado
de desarrollo occidental desperdicia posibles talentos humanos, científicos, artísticos,
literarios, poéticos, matemáticos, que se mueren cotidianamente por la angurria del
poder y sus maléficos condimentos políticos mundiales. Promesas humanas que no
verán la luz de una sociedad más humana y solidaria. La incertidumbre mundial,
producto del fracaso económico occidental, afecta directamente a miles de millones de
seres humanos, en sus condiciones más básicas de sobrevivencia. Los defensores de
ese modelo siguen mintiendo descaradamente por sus medios de incomunicación,
rezando que ya llega el paraíso prometido, y que sabemos con toda certeza que nunca
llegará en este modelo, sino la reproducción del hambre y las penurias de miles de
millones. Dicho modelo se esfuerza cínicamente para mostrar todos los días fotos y
sonrisas de millonarios, sacadas en los países ricos como si sólo eso fuera el modelo a
seguir por todo el mundo» (2016). El enigma humano desde el mito occidental.
América Latina en movimiento.

Responder:

1. Degine qué es la libertad


según la perspectiva de la
filosofía latinoamericana.
2. ¿Cuál crees que es la mayor
riqueza de la cultura
latinoamericana?
3. ¿Cuál es la amenaza que se
cierne sobre la diversidad
cultural latinoamericana?
4. Elabora un cuadro
comparativo entre algunos
elementos de la cultura
occidental dominante y la
diversidad cultural.
5. Con ejemplos de la cultura latinoamericana explica cómo se refuerza su
identidad.
6. Comenta el cuadro de Jaime Zapata titulado El encuentro.

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