Pensamiento
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¿Qué es el pensamiento?
El pensamiento es una de las actividades abstractas que realiza la mente y que consiste en formar
ideas y representaciones de la realidad. La mente es un conjunto de capacidades cognitivas que
permiten desarrollar la inteligencia y el intelecto, es decir, aprender, razonar, percibir, imaginar,
tomar decisiones y comprender la realidad.
La mente es intangible y surge con el trabajo de las neuronas que se encuentran en el cerebro, un
órgano que centraliza las actividades del sistema nervioso del organismo y que cumple diversas y
complejas funciones. Una de ellas es el pensamiento, es decir, la capacidad de formar ideas,
representaciones y asociaciones entre todas ellas. La palabra pensar deriva del latín y significa
comparar o estimar.
La capacidad de pensar depende del desarrollo neuronal de cada ser humano y de su relación con
el entorno social y el medio ambiente. Por ejemplo: El lenguaje implica una relación entre el
pensamiento, la capacidad motriz controlada por el sistema nervioso, la lengua, los códigos y
costumbres sociales y el lugar en dónde se desenvuelve el individuo.
pensamiento características
El pensamiento es una capacidad que se puede mejorar con ejercicios de dificultad gradual.
Permite crear ideas y representaciones en la mente en base a lo que se percibe del mundo a través
de los sentidos.
Es una capacidad condicionada por el desarrollo neuronal, físico, motriz, el sistema nervioso, el
lenguaje y las costumbres del entorno.
Es una capacidad que se puede mejorar con la práctica de ejercicios mentales y con la
incorporación de contenidos nuevos, cada vez, de mayor complejidad.
Tipos de pensamiento
Pensamiento
El pensamiento analítico evalúa cada detalle para llegar a una solución lógica.
Pensamiento deductivo. Es un tipo de razonamiento que obtiene una conclusión luego de analizar
un conjunto de premisas lógicas o sucesos conocidos. Analiza situaciones generales para obtener
conclusiones particulares. Por ejemplo: Tras analizar decenas de árboles de limones se observó
que pueden desprender sus frutos cuando el limón se vuelve amarillo, aunque no siempre se caen
del árbol a pesar de alcanzar la madurez. La conclusión deductiva es que no todos los limones
maduros se caen de la planta.
Pensamiento histórico. Es un tipo de pensamiento lineal basado en la memoria, que no analiza las
partes de la información que recopila, sino que su esfuerzo está en la acumulación de datos.
Pensamiento y lenguaje
Pensamiento - lenguaje
La capacidad de pensar está condicionada, entre otras cosas, por los conocimientos adquiridos.
La acción de pensar está ligada a las capacidades neurológicas, físicas y la influencia del entorno de
una persona. El lenguaje es una estructura conformada por códigos lingüísticos que permiten
expresar las imágenes o representaciones mentales que crea el individuo en su mente, del mundo
que percibe con sus sentidos.
El lenguaje puede ser una limitación para la creación de ideas o para representar las emociones
que una persona pueda experimentar. Por ejemplo: La diferencia de significados que hay entre un
idioma y otro implica que, a veces, existen palabras en una lengua determinada, pero que no
tienen su significado equivalente o traducción en otra lengua.
Estas diferencias de significados entre las palabras o signos lingüísticos pueden influir en la manera
de pensar y, por consiguiente, de expresar y comunicar las ideas.
El ser humano piensa condicionado por los conocimientos que adquiere. El lenguaje es un sistema
adquirido que permite expresar los pensamientos y, también, es a través de ese sistema que la
mente elabora los pensamientos. Por lo tanto, el lenguaje condiciona la manera de pensar.
Para mejorar la capacidad de pensamiento es necesario mantener la mente activa, para esto se
pueden llevar a cabo tareas y razonamientos simples u otros más complejos como incorporar
nuevos conocimientos. Hacer siempre lo mismo no enriquece a la mente. El esfuerzo por asimilar
contenidos nuevos significa que la mente está entrenando, lo que le permitirá ampliar la facultad
de pensar.
Pensamientos y emociones
pensamiento emocional
A veces, las emociones provocan determinados pensamientos. Otras veces, los pensamientos
generan determinadas emociones. En el momento en que un individuo es consciente de las
emociones que está experimentando o suele experimentar, las reconoce, las identifica con un
nombre y las ordena dentro de un contexto situacional. Este proceso se conoce como manejo de
las emociones o pensamiento emocional.
Fuente: https://humanidades.com/pensamiento/#ixzz83PxUzHIk
Aunque todas las ciencias que se conocen están relacionadas y existen a partir
del pensamiento, hay algunas que se dedican en particular a estudiarlo.
Fuente: https://concepto.de/pensamiento/#ixzz83PyxWlti
Un resumen de las características de los trastornos del pensamiento y sus síntomas asociados.
Dentro de las muchas enfermedades mentales que existen, las que afectan al pensamiento
representan una parte importante de ellas.
Vamos a tratar de condensar algunos de los datos más importantes para conocer cuáles son los
principales trastornos del pensamiento, cómo se pueden distinguir entre ellos y otra información
relevante para saber más sobre dichas patologías.
Para poder hablar de los trastornos del pensamiento primero debemos tener unas nociones muy
básicas acerca de la psicopatología y su clasificación diagnóstica.
Todas las enfermedades mentales se engloban dentro de unos manuales que son, principalmente,
el DSM-5 (Manual diagnóstico y estadístico de los trastornos mentales, de la Asociación de
Psiquiatría Estadounidense) y el CIE-10 (Clasificación internacional de enfermedades, de la OMS).
Dichos manuales clasifican todas las psicopatologías conocidas y se van actualizando cíclicamente
para realizar las modificaciones pertinentes según las nuevas investigaciones que se hayan llevado
a cabo en ese periodo. Por eso, en el año 2021, el DSM se encuentra en su versión número cinco,
mientras que la CIE lo hace en su décima iteración.
Una vez tenemos claro dónde se encuentra la clasificación de las enfermedades mentales,
podemos situar los trastornos del pensamiento como uno de los bloques de estos manuales de
diagnóstico. Otras de las tipologías más importantes que podemos encontrar son los trastornos
somatomorfos, los internalizantes, los externalizantes o los de desapego.
Tras esta introducción, ahora podemos centrarnos en los trastornos del pensamiento para conocer
las características de este tipo de patologías, para más adelante pasar a conocer algunos de los
ejemplos más claros de estas enfermedades mentales.
Clasificación y características
Los trastornos del pensamiento son alteraciones psicológicas cuyo principal síntoma es una
alteración en las cogniciones del sujeto. Dichas alteraciones tienen como consecuencia una
disfunción en la comunicación, tanto en el propio nivel de pensamiento como en el lenguaje.
Dentro de este tipo de dolencias, debemos hacer una distinción, pues el pensamiento puede verse
alterado tanto en su contenido como en su forma.
Cuando hablamos de los trastornos del pensamiento, en general, solemos referirnos a los que
tienen alterada la forma de estos. Una de las patologías más frecuentes en las que podemos
observar claros indicios de problemas en la forma del es la esquizofrenia. También se pueden
referir a los TPF como pensamiento desorganizado o habla desorganizada, pues es uno de los
síntomas clásicos de estas alteraciones.
Los trastornos del pensamiento formal son una muestra de psicosis y como tal ha de ser tenido
muy en cuenta como un indicador de patología grave en el individuo. Para poder evaluar el
alcance de esta enfermedad, Nancy Andreasen desarrolló dos escalas, la SAPS, para analizar los
síntomas positivos, y la SANS, para valorar los negativos. Volveremos posteriormente a estas
escalas para verlas en profundidad.
2. Trastornos del pensamiento de contenido
Ya adelantábamos que los trastornos del pensamiento también pueden referirse al contenido de
los mismos. Esta también sería una característica de la esquizofrenia, pues tiene que ver con los
delirios. También se observa en patologías como el Trastorno Obsesivo-Compulsivo. Pero no
necesariamente el TPC ha de traducirse en delirios. También se puede observar como un nivel de
preocupación u obsesión patológicos.
Otro síntoma de estos trastornos del pensamiento es el del pensamiento mágico, que consiste en
establecer relaciones arbitrarias e ilógicas sobre los propios pensamientos de uno mismo y las
repercusiones en el mundo. Sin llegar a ese extremo, también se pueden sobrevalorar las ideas,
exagerando nuestro propios procesos mentales y haciendo por lo tanto que pierdan realismo.
Igualmente, pueden verse señales muy significativas para uno mismo en eventos totalmente
aleatorios, lo que se conoce como ideas de referencia. Pueden surgir también fobias hacia
determinados estímulos e incluso ideaciones autolesivas. Como podemos ver, la sintomatología de
los trastornos del pensamiento de contenido es muy amplia.
Regresando a la escala SANS que mencionábamos anteriormente como instrumento para evaluar
los síntomas negativos de los trastornos del pensamiento formal, vamos a ver de qué tipo pueden
ser.
1. Aplanamiento afectivo
Una de las primeras características que podemos observar en estos sujetos es el embotamiento
afectivo, es decir, la carencia de demostración de emociones. Esto puede captarse mediante la
falta de gesticulación facial o de expresiones, una realización muy escasa de movimientos
espontáneos, la no resonancia afectiva con los contenidos que se están tratando o la
demostración de un afecto no apropiado con los mismos.
En el propio contacto visual, o más bien en la carencia del mismo, también pueden verse indicios
de este síntoma.
Los trastornos del pensamiento formal también pueden traducirse en dificultades para emitir el
habla, o alogia. El vocabulario puede ser más pobre de lo habitual y también los contenidos. Puede
observarse que el sujeto tarda más de lo normal en responder a las preguntas y que se bloquea
durante el habla.
3. Apatía
También se pueden ver síntomas de apatía en estas personas. El propio cuidado de la higiene
puede verse afectado. Igualmente, puede darse una disminución anormal del rendimiento en sus
cometidos y una clara demostración de falta de energía física en el sujeto.
4. Atención
El cuarto factor que puede verse afectado en los trastornos del pensamiento formal es la atención.
El individuo tendrá problemas para concentrarse en la prueba que está realizando.
La otra escala desarrollada por Andreasen es la SAPS. Esta nos permite ver los síntomas positivos
de los trastornos del pensamiento formal, es decir, aquellos que se observan por su presencia y no
por su déficit, como ocurría con los negativos. Son los siguientes.
1. Descarrilamiento
2. Tangencialidad
El discurso de tipo tangencial es otro síntoma observable en los trastornos del pensamiento
formal. En este caso, la persona afectada puede estar hablando sobre una cuestión en concreto y,
en un momento dado, realizar un salto abrupto hacia otra cuestión totalmente ajena a la anterior
y no dar más explicaciones al respecto.
3. Incoherencia
4. Pérdida de la lógica
También se pueden observar trastornos del pensamiento formal en los que un síntoma es la
pérdida de la lógica. Ante una cuestión determinada, el individuo puede tratar de responder de
una forma que, gramaticalmente es correcta, pero que en realidad no está contestando a la
pregunta que se le ha hecho y por lo tanto no guarda una lógica.
5. Exceso de detalles
La presión del habla o discurso presionado es otro indicador que se puede evaluar en la escala
SAPS. En este caso, dicha característica se manifiesta por un discurso atropellado, sin pausa
alguna, que parece demostrar una urgencia en la persona por explicar la idea que está
exponiendo, aunque dicha urgencia no sea aparentemente observable para el interlocutor.
7. Distracciones al hablar
Los trastornos del pensamiento formal pueden también ser detectados mediante unas excesivas
distracciones durante el discurso. Si una persona está hablando sobre una temática concreta pero
cualquier estímulo ambiental le hace olvidar por completo lo que está diciendo para pasar a hablar
de ese otro tema, podremos pensar que estamos ante este síntoma.
8. Asociaciones sonoras
La última característica de los trastornos del pensamiento formal que podemos analizar mediante
el SAPS tiene que ver con las llamadas asociaciones sonoras, también llamadas clanging. Este
fenómeno ocurre cuando el sujeto comienza a introducir palabras en su discurso por el mero
hecho de su proximidad sonora con las que estaban utilizando, ya sea en forma de rima, o similar.
Esto hace que el discurso guarde una cierta armonía en cuanto a los sonidos, pero sin embargo sea
incoherente a nivel de contenidos, haciéndolo, por lo tanto, ininteligible para el interlocutor.