Jose Lopez Portillo Reforma Educativa.
Jose Lopez Portillo Reforma Educativa.
Jose Lopez Portillo Reforma Educativa.
1
Plan Nacional de Educación. México: Secretaría de Educación Pública, 1977, 6 vols.
EL ESTADO DE LA EDUCACION PUBLICA EN 1977 11
Con toda razón, Muñoz Ledo había dicho: “un plan de educación es en
el fondo un sistema nacional de compromisos. Compromisos del Estado, los
ciudadanos, los padres de familia, los maestros, los educandos, y los sectores
productivos” (Latapí, Proceso, marzo 5 de 1977).
Al sugerir el presidente López Portillo, en reunión con Muñoz Ledo y
otros funcionarios de laSEP , formular un plan nacional de educación, recomendó
“recoger todas las experiencias, aprovechar todas las estructuras administrativas
y ‘optimizar’ [sic] el empleo de nuestros recursos, de suerte que se satisficiera
el gran propósito de congruencia con nuestra filosofía política” ( PNE, 1977,
Vol. I, p. 5). El Consejo Nacional Técnico de Educación propuso al licencia-
do Muñoz Ledo los siguientes objetivos primordiales, cuyo logro debería pro-
pugnar la política educativa del país: congruencia con nuestra filosofía política:
Afirmar el carácter popular y democrático del sistema educativo, elevar la calidad
de la educación, estrechar su vinculación al proceso de desarrollo, y comprometer
la acción de la sociedad en el esfuerzo educativo nacional, la difusión de la cultura
y la capacidad para el trabajo (PNE, 1977, Vol. I, p. 6).
CUADRO 1
primaria podía terminarla. Por tanto, menos de la cuarta parte de los alumnos
de sexto año se localizaba en las regiones rurales.
Las posibilidades de proseguir estudios dependían fundamentalmente de
la capacidad económica de las familias y del desarrollo de las comunidades.
La mayor deserción en México se producía precisamente en la escuela pri-
maria. Así, se agudizaba la transformación intergeneracional de las desigual-
dades. La organización económica y las insuficiencias educativas tendían a
reforzar las diferencias sociales, o bien alentaban expectativas halagüeñas por
medio de la escuela.
Esta situación inducía a preguntarse si el carácter preferencial de la edu-
cación primaria se agotaba allí o bien había que extenderlo a la secundaria
para facilitar la productividad y el desarrollo compartido.
El documento deploraba el abandono prematuro de la escuela por razo-
nes de supervivencia, más temprano cuanto la situación hogareña era más
crítica. Para atacar este fenómeno urgía superar gradualmente la insuficiente
nutrición en los primeros años de la vida, condición primordial del desarrollo
de la inteligencia; la pobreza cultural del medio, freno de la asimilación de
conocimientos; y otros por el estilo.
La estratificación educativa correspondía en gran medida a la social. Los
grupos de mayores ingresos preferían la educación privada, sobre todo en los
niveles medios, en los que la oferta era más diferenciada. Así como el 12% de
los alumnos de educación superior estudiaba en establecimientos privados, el
23% lo hacía en el nivel medio superior, el 26% en escuelas secundarias, y en
primaria sólo el 5%.
A pesar del éxito de los libros de texto, su contenido uniforme hacía
difícil aprovecharlos con grupos e individuos de características distintas y per-
tenecientes a diversas regiones del país. La escasa vinculación con las viven-
cias del educando y las condiciones del medio, así como el poco énfasis en la
creatividad del alumno, influían en el bajo rendimiento del sistema.
El documento deploraba asimismo la deficiente formación del personal
docente y la falta de vinculación con la realidad del país en las carreras de
nivel medio, orientadas específicamente a formar técnicos.
El plan proponía objetivos y estrategias de política educativa, derivadas
del Art. 3o. Así, con el propósito de fortalecer el carácter democrático de la
educación, establecía:
14 TENDENCIAS EDUCATIVAS OFICIALES EN MEXICO
Por tanto, eran más los alumnos desertores que los finalistas en los estu-
dios. A pesar del esfuerzo del gobierno, no era posible garantizar a la mayoría
de los mexicanos la educación básica completa que les proporcionaría los
mínimos fundamentales de capacitación y cultura. Por otra parte, la desvincu-
lación entre los contenidos educativos y la realidad del país, la estructura
curricular poco flexible, los sistemas de evaluación rígidos y los calendarios y
horarios uniformes, constituían obstáculos para el mejor rendimiento de los
estudiantes. Consecuentemente, se requería cuestionar la concepción, el con-
tenido, y la longitud de estos ciclos educativos, para estudiar en qué medida
respondían a las necesidades del mundo actual y de la realidad mexicana.
Convenía también determinar la regionalización y diversificación del pro-
ceso educativo e integrar los primeros ciclos educativos (preescolar, primaria
y secundaria), pues se destinaban a proporcionar al individuo, de modo gra-
dual pero armónico, la formación básica sin la cual no podría incorporarse a la
vida productiva, social y cultural del país. Pero este propósito de integrar la
educación no se lograría cabalmente sin expandir lo más posible la educación
preescolar, medio indispensable para remediar las carencias de los niños de
las clases bajas, especialmente del medio rural y, sobre todo, la educación
inicial (materno-infantil), cuya importancia definitiva en el desarrollo mental
del niño en sus primeros años de vida demostraron los estudios de McVicker-
Hunt (1961, 1979).
Por tanto, la escuela primaria pública debería extenderse a las zonas de
menor desarrollo educativo y también las menos favorecidas económica y
socialmente. Con todo, no podría contentarse el gobierno con esta solución.
El servicio educativo debería proseguirse más allá de la escuela primaria, para
preparar adecuadamente a los niños a ocupar su lugar en la vida.
El documento recordaba un dato sorprendente por lo irracional: el país
destinaba poco más del 20% de su PIB a constituir el capital para obtener los
recursos materiales y apenas un 4% a formar los recursos humanos necesa-
rios para explotar aquéllos.
El PNE señalaba después los medios para impulsar la educación: crear un
consejo nacional de fomento de los recursos humanos para la producción, así
también como consejos estatales y locales; proporcionar un marco técnico
normativo para capacitar esos mismos recursos y brindar el apoyo técnico
necesario para desarrollar la tecnología de la capacitación. Esta sería de
16 TENDENCIAS EDUCATIVAS OFICIALES EN MEXICO
Sin embargo, se echaba de menos una más amplia referencia a las ten-
dencias de la reforma educativa del pasado sexenio: el uso del método histó-
rico y experimental en el proceso de enseñanza-aprendizaje; la promoción de
actitudes inquisitivas, científicas y críticas; o el empleo de científicos de alto
nivel en la elaboración de los libros de texto, etc. Estas tendencias de ningún
modo deberían interrumpirse.
Se hubiera deseado una actitud más enérgica respecto del poder
deseducativo de la televisión y la coordinación de este medio con la política
educativa, si bien se mencionaba el empeño por elevar los mensajes que di-
fundían los medios de comunicación y el empleo intensivo de los medios de
difusión impresa y electrónicos en programas que ayudaran a mejorar la cul-
tura.
2) El plan señalaba también un conjunto de medidas preventivas y
compensatorias de la desigualdad: protección materno-infantil, programas de
salud y nutrición, atención preferente a grupos marginados e indígenas y apo-
yo a estudiantes pobres.
3) No se olvidaba la necesidad de vincular la educación tecnológica con
las actividades económicas, reorganizando y fortaleciendo el plan escuela-
empresa y fomentando la investigación tecnológica.
EL ESTADO DE LA EDUCACION PUBLICA EN 1977 19