DELITO
DELITO
DELITO
Docente Asesor:
Autores:
Higuera Jesús C.I 18768675
PNFA UNES
Proceso II -2022
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Hoy día, el reto del proceso penal, que ha permitido un nuevo horizonte jurídico
es el tratamiento de la víctima en éste, ya que por mucho tiempo permaneció
marginada en el proceso penal venezolano, por lo que, con el Código Orgánico
Procesal Penal se observa toda una serie de beneficios y derechos que le permiten tener
una participación real dentro del mismo. En este sentido, al verse expresado en
diversos instrumentos jurídicos los derechos inherentes a toda persona, existen así
mismo derechos para el imputado, por lo que es lógico que existan derechos para la
víctima.
A pesar de ello, la víctima dentro del proceso penal es afectada por diversas
circunstancias que le ocasionan un daño distinto al que se está juzgando, en razón de
ello, esta puede sufrir de dilaciones indebidas e injustificadas, malos tratos, abusos y
hasta poca atención en la defensa de sus derechos. De allí, que la victimología busca
ante todo que la víctima sea reconocida como un actor dentro del proceso penal con
acción propia y con toda una capacidad jurídica que le permita que sus derechos
sean reconocidos y respectados, así como poder identificarlo y contar con
procedimientos que ayuden a lograr esta tarea.
Asimismo como se habla de víctima también podemos decir el del delito que se
comete a esa víctima y la persona que lo comete que vendría a ser el delincuente sin
embargo hay que tomar en consideración la victimatización y el poder que ejerce el estado
sobre estos aspectos importantes de discernir temas que se entrelazan uno con el otro y dan
como resultado la verificación de un proceso penal acorde tomando en cuenta las acciones
sociológicas que describen la victimatización en varios aspectos a continuación se
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INDCE GENERAL
Introducción……………………………………………………………………… 3
Delito……………………………………………………………………………... 4
Victimización y Poder………………………………………………………........ 18
Delincuente……………………………………………………………………….. 22
Victima……………………………………………………………………………. 24
Conclusión………………………………………………………………………… 29
Referencias Bibliográficas………………………………………………………. 30
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1. Delito
Una definición universal del delito no ha sido posible de establecer ,pues al igual
que la ciencia del Derecho es cambiante constantemente todos sus elementos, pues en este
caso se pude observar que algunos delitos contemplan el elemento de punibilidad en sus
definiciones y otros en cambio solo mencionan una transgresión a la moral. Al encontrarse
en constante cambio no se puede establecer una definición universal, sin embargo se
considera que para el desarrollo de este trabajo la definición que más se adecua por parte
de los teóricos la de Jiménez de Asúa. El delito es la conducta típica, antijurídica, culpable
y punible. Y estos delitos pueden ser realizados por acción y por omisión.
La idea del delito toma su origen en la ley penal. Entre la ley penal y el delito existe
un nexo indisoluble, pues el delito es propiamente la violación de la ley penal o, para ser
más exactos, la infracción de una orden o prohibición impuesta por la ley; en
consecuencia, delito será todo hecho al cual el ordenamiento jurídico penal le adscribe
como consecuencia una pena, impuesta por la autoridad judicial por medio de un proceso.
Existen diversas concepciones formales del delito, sin embargo todas aquellas
coinciden en que el delito es aquella conducta legalmente "imputable"; esto quiere decir
que dicha acción se encuentra tipificada (descrita), en los distintos ordenamientos de la ley
penal. "Una vez admitido como axioma inconcuso que sin la ley no hay delito y que las
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conductas que quedan fuera de las leyes son impunes, solo se puede asegurar lo que el
delito es, interrogando la ley misma". Medina, P. (2001:29)
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Posiblemente el gran desarrollo que alcanzo en este siglo la teoría del delito, no ha
permitido subrayar toda la importancia que tiene la consideración del derecho penal como
parte del ordenamiento jurídico para esta teoría y ha desdibujado la configuración del
delito como participe por naturaleza del hecho ilícito en general. La mayor parte de los
penalistas tienen la tendencia a estructurar la teoría del delito dentro de sus propios límites,
sin insistir en los materiales de aquella procedencia, no solo la ha complicado, si no que
hasta ha llegado a veces a deformarla tornándola contradictoria. Medina, P (2001:30)
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reparación del daño esta no se relaciona de ninguna forma con el daño al bien jurídico
protegido, sino por la magnitud con que fue creado el daño.
El sujeto activo del delito será toda persona que, en términos generales, infrinja la
ley penal, ya sea por su propia voluntad o sin ella; es decir, el delito puede ser cometido,
por el sujeto activo, con pleno conocimiento de la acción que va a realizar, esperando el
resultado de ése, o, en caso contrario, sin la voluntad de ese sujeto, cuando la acción, que
da origen al delito, no es deseada y se comete por imprudencia o sucede por un accidente.
Sin embargo, este sujeto será el que realice la acción de la conducta o la omisión de la
misma que están previstas y sancionadas por la ley penal.
En el caso del sujeto pasivo del delito, éste será toda persona que resienta el daño
que ocasiona la comisión del delito, la consecuencia de la conducta delictiva, ya se trate de
su persona, en sus derechos o en sus bienes. La persona a quien se le afecta en su
esfera personal de derechos e intereses.
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A mayor abundamiento, el objeto del delito es sobre lo que debe recaer la acción
del agente según la descripción legal respectiva y, por otra, el bien tutelado por las
particulares normas penales y ofendidas por el delito. De tal emunción aparecen dos
conceptos completamente diferentes, el de objeto material y el de objeto jurídico del delito,
que solo coinciden cuando la ofensa de un bien tutelado por el derecho penal consiste en la
modificación de aquello sobre lo cual precisamente se verifica el resultado.
Por lo que hace al objeto material del delito, éste puede ser la formulación que
antecede al que la descripción legal respectiva tiene por tal de donde se infiere que no
constituye objeto material, en sentido jurídico, las cosas materiales con que se cometió el
delito, o constituyen su producto, o son huellas de su perpetración, pues ellas conciernen al
episodio delictivo concreto y no a su abstracta previsión legal.
El objeto material del delito puede ser tanto una persona como una cosa.
El estado protege determinados bienes porque ello es necesario para asegurar las
condiciones de la vida en común: no protege el interés en la observancia de los preceptos
legales; es decir, se protege, por la norma penal, el derecho del particular, ya que no puede
considerarse lógicamente que la norma Jurídica, o sea el objeto de la protección, pues la
norma no puede proteger el interés en la protección, o sea, en definitiva, no puede
protegerse a sí misma.
Por lo que hace al objeto jurídico del delito, se conviene en que éste es el bien
jurídico penalmente protegido que el delito ofende. Un bien jurídico puede ser tanto una
persona, como una cosa, como una relación entre personas y una entre personas y cosas;
entre estos bienes hay algunos que, por ser vitales para la colectividad y el individuo,
reciben protección jurídica por su significación social y a los cuales el derecho acuerda su
especial tutela erigiendo en tipos delictivos algunas formas especialmente criminosas de
atentar contra ellos, por tanto, como objetos de interés jurídico vienen a constituir el objeto
jurídico que se halla tras cada delito.
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1.- Delitos De Acción: Se cometen haciendo algo que la Ley Penal prohíbe en forma
implícita, en ellos el resultado antijurídico se produce por una conducta positiva, haciendo
algo que el precepto de ley prohíbe. Ejemplo: matar a una persona, robar, hurtar, violar,
entre otros.
2.- Delitos De Omisión: Se consuman cuando el resultado antijurídico se produce como
consecuencia de una conducta negativa, abstención del sujeto activo, cuando deja de hacer
algo que el precepto de ley ordena. Por ejemplo: el tipificado en el artículo 207 del Código
Penal, cuando el funcionario público en el ejercicio de sus funciones, tiene conocimiento
de la comisión de un delito que debe ser castigado de oficio, omite denunciar o dar parte a
la autoridad competente.
3.- Delitos de Comisión por Omisión: Son verdaderos delitos de comisión, cuyo
resultado antijurídico se produce por una omisión y que entran en la categoría de los
delitos de resultado, cuya noción analizaremos más adelante. Por ejemplo: la madre que no
suministra a su hijo alimento y le causa la muerte. La madre viola un precepto de ley
negativo, por ello se habla de omisión, que es el medio para lograr el resultado.
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convierte en delito de acción pública, como por ejemplo: la violación, cuando se comete en
algún sitio público o expuesto a la vista del público, o cuando la víctima se trata de un niño
o adolescente.
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2.- Delitos de Peligro: son los que, sin ocasionar lesiones materiales, crean una situación
de peligro, una probabilidad – no simplemente una posibilidad – de que se produzca un
daño. Lo probable está más cerca de que se produzca el daño: un hecho es probable cuando
el número de posibilidades de que ocurra es superior al de las posibilidades de que no
ocurra.
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2.- Delitos no Flagrantes: cuando no se dan ninguna de las hipótesis anteriores. Por
ejemplo: la estafa, cuando se detiene a la persona con posterioridad a la comisión del
hecho.
Delitos Individuales y Colectivos.
1.- Delitos Individuales: son los que pueden ser perpetrados por una sola persona física e
imputable. Por ejemplo: el homicidio, el robo, el hurto, entre otros.
2.- Delitos Colectivos: son aquellos que no pueden se cometidos jamás por una sola
persona física e imputable, sino que tienen que ser cometidos necesariamente por dos o
más personas físicas e imputables. Por ejemplo: el agavillamiento, la riña tumultuaria,
entre otros.
Delitos Principales y Accesorios.
1.- Delitos Principales: son aquellos cuyo contenido se manifiesta con independencia de
toda otra forma delictiva. Para su existencia jurídica no necesitan apoyarse en la
consumación previa de otro delito. Por ejemplo: el homicidio.
2.- Delitos Accesorios: son los que requieren como condición indispensable para su
existencia, el haber cometido previamente otro delito. Por ejemplo: el encubrimiento, el
cual no se puede cometer si antes no se ha cometido el delito que se va a encubrir.
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II- Trato justo. Las víctimas de delitos y/o abuso policial, serán tratadas con
consideración, respeto, equidad y sin discriminación alguna. Los Cuerpos de Policía
velarán porque los funcionarios y funcionarias policiales cuenten con la formación
adecuada, fomentando la receptividad y comprensión de las necesidades de las víctimas y
promoviendo directrices que garanticen la debida atención.
III- Asistencia. Los Cuerpos de Policía brindarán la asistencia necesaria a la
víctima según cada caso particular, atendiendo a las recomendaciones de un equipo
interdisciplinario.
IV- Celeridad. Los miembros de la Oficina de Atención a la Víctima, evitarán
demoras innecesarias en las actuaciones, agilizando los procesos y la asistencia integral de
las víctimas.
V- Información. Las víctimas de delitos y/o de abuso policial, tendrán acceso a la
información sobre las implicaciones que para ellas tienen los procedimientos policiales o
judiciales, las actuaciones, el estado de su causa y la decisión que se haya tomado respecto
a la misma.
2. victimización y Poder
En sociología, la victimización (o victimología) es el estudio de quiénes son las víctimas
de delitos, por qué algunos grupos de la sociedad tienen más probabilidades de ser víctimas
y si son más o menos vulnerables a serlo debido a determinadas características.
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Patrones de victimización
Los hombres corren más riesgo que las mujeres de ser víctimas de agresiones
violentas. Por ejemplo, los hombres representan la mayoría de las víctimas de
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Los grupos étnicos minoritarios corren más riesgo que los blancos de ser
víctimas de delitos en general, así como de delitos por motivos raciales. En concreto,
las personas mestizas son las que tienen más probabilidades de ser víctimas de todos
los grupos étnicos.2
En general, los jóvenes corren más riesgo de victimización que los mayores.
Los adolescentes son más vulnerables que los adultos a delitos como la agresión, el
acoso sexual, el robo y el maltrato doméstico.
Las personas mayores también corren el riesgo de sufrir abusos, por ejemplo en
residencias de ancianos, donde la victimización es menos visible.
Victimización repetida
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Victimología crítica
Esta rama de la victimología se basa en las teorías sociológicas del conflicto, como
el marxismo y el feminismo, y trata de demostrar cómo determinados grupos sociales
son estructuralmente más vulnerables a la victimización.
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Según la victimología crítica, los que carecen de poder en la sociedad son los que
tienen más probabilidades de ser victimizados y, sin embargo, los que tienen menos
probabilidades de que el Estado se ocupe de ello, ya que a menudo se pone del lado de los
poderosos.
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Sin embargo, hace caso omiso de las medidas que las víctimas podrían tomar
para protegerse del delito, como hacer que sus hogares sean seguros, así como
del propio papel de la víctima en el delito, por ejemplo, si también cometió un
delito.
Los grupos sociales que están en el poder, como los hombres y los ricos,
también corren estadística y/o estructuralmente un riesgo de victimización.
Una víctima es cualquiera que haya sufrido daños o pérdidas físicas, mentales,
emocionales o económicas como consecuencia de un delito.
3. Delincuente
El delincuente es el sujeto activo del ilícito penal, es quién comete el delito o crimen
en un momento y en un lugar determinado. El concepto de delincuente ha ido cambiando
según variaba el concepto de delito y la ley penal estando ambas directamente relacionadas
con las estructuras sociales y la política criminal de cada momento.
Siguiendo a Álvarez (2012) y a Cela (2016) para determinar qué tipo de
delincuentes existen debemos tener en cuenta dos criterios objetivos: a) Que motivaciones
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son las que llevan a un sujeto a cometer un delito y b) el impacto que esas conductas tienen
en nuestra sociedad teniendo en cuenta la gravedad del delito o del hecho criminal, la
frecuencia con la que se cometen esos delitos, el nivel de especialización y organización
del delincuente y de sus características personales e individuales.
Tipologías
1.- Delincuente ocasional: sujeto que comete un ilícito penal actuando ante estímulos
externos, provocaciones ocasionales del medio o por oportunidad para la apropiación de
bienes ajenos. Confluyen una serie de variables ambientales y personales que provocan una
conducta delictiva, pero sin planificación, ni premeditación.
2.- Delincuente habitual: aquella persona que hace del delito su modus vivendi. La
conducta delictiva que lleva a cabo es el medio para lograr dinero y bienes materiales,
tratándose de una delincuencia instrumental.
Delincuente habitual profesional. Llevan una vida aparentemente normal y consideran
las actividades delictivas como su profesión, su trabajo. Implica una carrera delictiva
que necesita aprendizaje, especialización y profesionalidad, actuando con una
cuidadosa planificación. En estos casos existe una organización jerárquica que juega
un papel determinante en las tareas criminales que se han de llevar a cabo. La
actividad delictiva o criminal que llevan a cabo tiene gran impacto social: Trata de
personas, narcotráfico, corrupción, tráfico de armas, delincuencia financiera, crimen
organizado, etc.
Delincuente habitual asocial: carecen de cultura, de conocimientos avanzados y llevan
a cabo planes muy básicos. Suelen actuar solos o en pequeños grupos. Tienen
problemas para integrarse en la sociedad y el origen de su conducta delictiva viene
determinada por factores sociales vinculados a grupos humanos proclives a la
delincuencia mostrando cierta hostilidad hacia el orden establecido. Cometen delitos
menos graves, pero muy numerosos.
Delincuente habitual reincidente. Aquellos detenidos y condenados por delitos
anteriores.
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3.- Delincuente por convicción. Radbruch (2005) la denomina “delincuencia cometida con
base en un imperativo moral del autor”. Son aquellas personas que cometen un delito en
base a su ideología o a sus creencias. Consideran que su misión en el mundo está por
encima de cualquier norma moral o legal sintiéndose legitimado para llevarla a cabo.
Estaríamos ante delitos como el terrorismo, delitos de odio y la delincuencia expresiva que
trata de llamar la atención sobre la identidad de personas o grupos a través de las conductas
delictivas (Cela, 2016).
4.- Delincuente juvenil. Conducta delictiva determinada por la edad de los sujetos activos.
La responsabilidad penal del menor comienza a los 14 años y termina a los 18. Por debajo
de esta edad los jóvenes son inimputables.
7.- Delincuentes de cuello blanco. Aquellos sujetos que cumplen dos condiciones: a)
Sujeto respetable que disfruta de posición de dominio social y que genera un importante
perjuicio económico y b) Desempeña las actividades delictivas en su ámbito profesional.
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determinado molde establecido con anterioridad en la ley penal, y por efecto de aquello
surge un nexo obligacional que impone el cumplimiento de determinada sanción.
4. víctima
La Organización de las Naciones Unidas (ONU) ha señalado que las necesidades y
problemas de las víctimas de un delito, deben ser reconocidas en las leyes, las cuales
deben fundamentarse en los principios de derecho a la vida, la libertad, la seguridad
personal y bienestar de todas las personas, incluyendo las víctimas; específicamente
declara que uno de los principales objetivos del proceso de administración de justicia debe
ser la reparación del daño causado a la víctima, por parte de su agresor.
En opinión de González (1999), la víctima es la persona que padece un daño por
culpa ajena o por caso fortuito, pero para el Derecho Penal y Procesal Penal, se excluyen
los factores externos ajenos a la interacción humana y se concluye entonces, que la víctima
es la persona que padece daño o sufre la acción de otro. Sin embargo, hay que aclarar
que no siempre el sujeto pasivo que sufre el hecho delictivo es la víctima, puesto que el
daño al bien jurídico lo puede sufrir otro.
Por eso, cuando se habla de víctima no se puede circunscribir sólo a la persona
humana, sino que se refiere también a las personas jurídicas, quienes por su condición de
personas son titulares de derechos, pueden ser objeto de ataque, por lo que en definitiva, si
las personas jurídicas poseen un patrimonio y éste puede ser lesionado, deben y serán
consideradas víctimas.
Además, el derecho amplía el concepto de víctima a aquellas personas que aunque no
han sufrido personalmente la lesión, es decir, no son agraviadas, sin embargo, por su
condición de relación con la verdadera víctima, este concepto se extiende hasta ellos,
puede ser el caso de un homicidio, en donde el concepto de víctima puede extenderse a los
parientes del sujeto pasivo agraviado.
Así mismo, Sole (1997,21) considera que la víctima de un delito puede entenderse
como “aquel sujeto, persona física jurídica, grupo o colectividad de persona que padece,
directa o indirectamente las consecuencias perjudiciales de la comisión de un hecho”. En
el mismo orden de ideas, la Declaración de la Sociedad Internacional de Victimología,
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Afirma Guzmán (2001), que lo que sí está demostrado es que la víctima en raras
ocasiones desea el castigo cuando considera reparado el mal causado. Lo que se aspira
es integrar a la víctima a un sistema que está fundamentalmente basado en la relación
entre el delincuente y el Estado, por lo que, surge la interrogante de si es posible
transformar el derecho penal en un derecho específicamente orientado a dar
satisfacción a la víctima, a conseguir un acuerdo entre víctima e infractor y así lograr
obtener la solución del conflicto.
Clasificación de la víctima
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La indefensión de estas víctimas, que muchas veces llegan a sufrir además graves
daños psicológicos, aparece subrayada por la existencia al respecto de una muy
elevada cifra. Además constituye una problemática social grave que carece de
fronteras, si bien cada vez son más los países en que la respuesta social ante estos
hechos supera decididamente antiguas justificaciones o trivializaciones de los mismos.
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g) Falsas víctimas. Frente a los sujetos realmente victimizados, existen otras que
por diversas razones (ánimo de lucros, venganza, senilidad, auto exculpación o
simplemente deseo de llamar la atención), denuncian un delito que nunca
existió, estas víctimas falsas ofrecen una doble morfología.
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COCLUSION
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REFERENCIAS BIBLIOGRAFICAS
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