LA REVOLUCIÓN INDUSTRIAL

CONCEPTO:

Proceso de cambio que supuso el tránsito de una economía agraria y artesanal a otra
basada en la industria mecanizada. La Revolución Industrial comenzó en Inglaterra en
la segunda mitad del siglo XVIII y se extendió por Europa durante el siglo XIX.
FACTORES QUE FAVORECIERON LA REVOLUCIÓN INDUSTRIAL:
Revolución Demográfica:
El régimen demográfico del Antiguo Régimen se basaba en unas tasas de natalidad y
mortalidad muy altas, por lo que el crecimiento de la población era bajo. En la segunda
mitad del siglo XVIII esto cambia y la mortalidad empieza a descender por varias
causas:
 Remite la peste
 Se producen avances médicos (como la vacuna de la viruela)
 Existe una mayor higiene
 Mejora la alimentación gracias a mejoras en la agricultura
La natalidad se mantiene alta, por lo que se produce un crecimiento importante en la
población.
A más población se produce una mayor demanda de alimentos, por lo que se hace
necesaria la revolución agrícola
Revolución Agrícola:
 Mejora en las técnicas agrícolas:

 Sustitución del barbecho por la rotación de cultivos

 Introducción del arado de hierro
 Perfeccionamiento de los sistemas de riego
 Introducción de nuevos cultivos
Más adelante se introducirá el uso de máquinas y de abonos químicos.

 Reformas en la ganadería: aumento del número de cabezas de ganado y se

desarrolla la estabulación, esto va a hacer que la población se alimente mejor.

 Cambio en las estructuras agrarias: desaparecen las tierras comunales y se

privatizan. La burguesía invierte en ellas e intenta sacar el máximo beneficio.
Estos cambios provocaron una mejora en el sector que enriqueció a los propietarios,
estos crearon un capital que después invertirían en la industria. Por otra parte, por la
introducción de máquinas empezó a sobrar mano de obra en el campo, se produjo un
éxodo rural trasladándose esa mano de obra a las nuevas fábricas.

Mentalidad burguesa:

Los burgueses siempre habían sido una clase social que buscaba el enriquecimiento.

Apoyaron el liberalismo económico, que defendía la iniciativa privada y la

libertad para crear su propia empresa. De igual forma, apoyaron la introducción de
continuas innovaciones tecnológicas para sacar productos mejores y más baratos.

Se consolidó una nueva forma de pensar no sólo en la burguesía, sino también en la

aristocracia, donde el trabajo era una virtud, se premiaba el trabajo emprendedor y la
búsqueda de beneficios.

LA PRIMERA REVOLUCIÓN INDUSTRIAL:

Hasta el siglo XVIII los productos manufacturados se hacían de manera artesanal,

con herramientas sencillas y en pequeños talleres. Cada obrero realizaba el proceso
completo de elaboración de los productos y llevaba su propio ritmo de trabajo.

En 1769 James Watt inventa la máquina de vapor que se adaptará en primer

lugar a la industria textil.

A finales del siglo XVIII aparecen las primeras fábricas, que empiezan a sustituir a
los talleres artesanales, en ellas la organización del trabajo cambiará
considerablemente:

 Habrá un horario fijo

 El trabajador deberá adaptarse al ritmo de trabajo que marque la máquina

 Se producirá una especialización del trabajo

Todos estos cambios aumentaron la producción y abarataron los precios, acercando

las manufacturas a mucha más población.
¿Por qué la industrialización se inicia en Gran Bretaña?

El crecimiento de la población hacía que hubiese suficiente mano de

obra y también un mercado amplio para adquirir los productos. Además
Gran Bretaña todavía poseía colonias que ampliaban más el mercado.

Existía abundante materia prima (yacimientos de hierro) y carbón, que

fue la fuente de energía de las primeras máquinas.

Por otra parte la mentalidad liberal inglesa favoreció la iniciativa privada y

las innovaciones en la organización del trabajo.

Primeros sectores en industrializarse:

En esta época se fue sustituyendo la lana por el algodón, que Gran Bretaña obtenía
de sus colonias a bajo precio. La industria algodonera fue la que primero
incorporó las innovaciones técnicas, como la hiladora mecánica de James
Hargreaves o la de Richard Arkwright, y el telar mecánico de Edmund Cartwright.

Tras la industria textil se desarrolló la industria siderúrgica, ya que la

fabricación de máquinas y más tarde el ferrocarril demandaba gran cantidad de
hierro. La calidad de este material mejoró haciéndolo más fuerte y refinado.

EL LIBERALISMO ECONÓMICO:

En esta época se extendió en Europa una nueva ideología económica: el

liberalismo económico, difundido por Adam Smith en su obra “Una
investigación sobre la naturaleza y causa de la riqueza de las naciones”. Él
defendía sobre todo la libertad en cualquier aspecto económico, esto suponía:

 La supresión de los gremios, que consideraba un obstáculo para el

crecimiento económico. Según este autor, cualquiera que tuviera los medios
necesarios, podía abrir un negocio y poner los precios que considerase
oportunos, decidir sobre el tipo de producto, etc.

 El Estado no debía intervenir en la economía ni fijando precios, ni

aumentado los aranceles; frente al proteccionismo (típico del Antiguo
Régimen), defendió el librecambismo. Según Adam Smith, el mercado se
regula sólo mediante la ley de la oferta y la demanda.
 LA REVOLUCIÓN DE LOS TRANSPORTES:

Las primeras innovaciones se produjeron en la navegación, así Fulton en 1807

realiza la primera travesía en un barco de vapor. Más tarde se incorporarán más
novedades, como el casco de hierro y el uso de hélices.

Otros avances fueron las mejoras en las vías de comunicación, así se construyó el
Canal de Suez que reducía la distancia entre Gran Bretaña y la India.

Una de las mayores innovaciones de la época fue la invención del ferrocarril.

En 1814 Stephenson construyó la primera locomotora de vapor que transportó

mercancías. En 1830 se puso en marcha la primera línea férrea para pasajeros entre
Liverpool y Manchester, alcanzaba una velocidad de 29 km/h.

El ferrocarril ayudó a la expansión de la Revolución Industrial, ya que demandaba

hierro a la industria siderúrgica, acortó las distancias entre las materias primas y las
industrias, abarató los precios de los productos, creó puestos de trabajo..

Pronto se crearon líneas de ferrocarril por todo el mundo, incluso se hicieron líneas
intercontinentales, como el transiberiano que comunicaba las ciudades de Moscú y
Vladivostok.

Consecuencias de la revolución de los transportes

a) Los transportes fueron cada vez más veloces y seguros

b) Se desarrolló la minería y la metalurgia
c) Creció el volumen de comercio ya que se redujo el tiempo de travesía
d) Se pudo llevar a cabo la especialización de la economía: los países industriales
realizaban las manufacturas y las colonias vendían las materias primas
e) La distancia entre el campo y la ciudad se acortó, incluso se acercaron las
mentalidades. La emigración se hizo más fácil.

LA 2ª REVOLUCIÓN INDUSTRIAL

Tras la primera fase de industrialización que afecta a Gran Bretaña, el norte de Europa,
EEUU y Japón, se inicia a partir de 1870 la 2ª revolución industrial, que tendrá como
características las siguientes:

 Inglaterra pierde su liderazgo a favor de potencias como EEUU y Alemania

 El carbón deja paso a otras fuentes de energía como el petróleo y la
electricidad

 El sector textil perdió importancia y la ganaron otros sectores como el

siderúrgico, la industria eléctrica o la química. Dentro de éstas:

 La industria eléctrica se desarrolló gracias a la aplicación de la electricidad a las

máquinas, a nuevos transportes, como el tranvía o el metro, a la comunicación,
como la radio o el teléfono, y también a la vida cotidiana, como el alumbrado
eléctrico

 En la industria siderúrgica se inventó el horno Bessemer, que producía una

gran cantidad de acero a bajo precio, esto favoreció que se usara el acero en la
industria armamentística y también en la construcción (la llamada arquitectura
del hierro).

 En cuanto a la industria química, se fabricaron nuevos productos farmacéuticos,

tintes…

Durante esta etapa aparecieron dos nuevos transportes: el automóvil, que inventó
el alemán Karl Benz en 1885, y el avión, que realizó el primer vuelo en 1903.

El nacimiento de la gran empresa y la banca moderna:

Al inicio de la Revolución Industrial, las empresas pertenecían a una sola persona, la

cual podía hacerse cargo de todos los gastos, sin embargo, a medida que van
creciendo se necesita una mayor inversión y una sola persona no puede ocuparse de
todos los costes. Así surgirán las sociedades anónimas.

En estas sociedades anónimas el capital de la empresa se divide en acciones que

otros inversores pueden comprar. Las acciones se compran y se venden en la bolsa.

La Revolución Industrial dio más protagonismo a los bancos que concedían

préstamos a las empresas con los ahorros de los particulares. Así nació el
capitalismo financiero.

Nuevos sistemas de producción:

De acuerdo con la mentalidad burguesa de obtener el máximo beneficio, a finales

del siglo XIX surgieron nuevas formas de trabajo:

 El taylorismo: el obrero se especializaba en una tarea que se cronometraba,

se intentaban suprimir todos aquellos movimientos innecesarios que hicieran
perder tiempo.
  El fordismo, o producción en serie, los productos pasaban de un obrero
a otro a través de una cadena de montaje.

Debido a la mayor competencia entre las empresas, se inició un proceso de

concentración empresarial, así surgieron:

El Cártel: asociación de empresas de una misma rama que llegan a acuerdos en

cuanto a distribución, precios, etc. para eliminar la competencia entre ellas.

El Trust: agrupación de empresas que sin producir lo mismo pertenecen al mismo

proceso de producción; estas se unen para compartir ciertos servicios y abaratar
costes.

El Holding: agrupación de empresas dominadas por una de ellas que controla las
acciones de las demás.

LA EXPANSIÓN DE LA REVOLUCIÓN INDUSTRIAL

En el siglo XIX la Revolución Industrial se extendió a otros países. Los primeros

países en industrializarse fueron Bélgica y Francia.

En Alemania, aunque había surgido el Zollverein para que creciera el comercio en

dicha zona, no será hasta su unificación en 1871 cuando se desarrolle plenamente la
industrialización.

La Revolución Industrial llegó a Estados Unidos en la segunda mitad del siglo XIX
y pronto se convertiría en una gran potencia debido a una floreciente agricultura, la
abundancia de recursos naturales (materias primas), la existencia de un gran
mercado y la rápida aplicación de novedades técnicas.

En 1868 se inició en Japón la conocida como revolución Meiji. El nuevo

emperador impulsó la modernización de la economía japonesa importando las
novedades europeas, incluso fomentó la formación de técnicos japoneses en
universidades occidentales.

Uno de los últimos países en industrializarse fue Rusia, que lo hizo ya a finales del
siglo XIX. Basó su desarrollo en la industria pesada y en el ferrocarril.
 EL MOVIMIENTO OBRERO

La economía capitalista, organizada en torno a los principios del liberalismo,

ponía cada vez más de manifiesto la existencia de dos clases sociales antagónicas: el
proletariado, desprovisto de los medios de producción y forzado a vender su fuerza de
trabajo, y la burguesía, dueña de esos medios de producción e inclinada a incrementar
sus beneficios a costa de las condiciones salariales y laborales del proletariado.
El movimiento obrero se define como el conjunto de acciones que llevaron a
cabo los trabajadores de las fábricas para mejorar sus condiciones laborales.
Uno de los primeros movimientos protagonizados por los obreros fue el
Ludismo: consistía en la destrucción de las máquinas de las fábricas, a las cuales las
consideraban causantes de las precarias condiciones de trabajo y también del desempleo
que sufrían. Su líder fue un personaje que pudo ser real o legendario llamado Ned
Ludd.
Estas acciones se desarrollaron a principios del siglo XIX, pero no tuvieron
demasiado éxito, ya que los causantes de los destrozos eran duramente castigados y la
situación laboral no varió.
Otro de los movimientos obreros de principios del siglo XIX fue el Cartismo.
Se desarrolló entre 1838 y 1848 y tuvo índole política. Recibe el nombre de Cartismo
por el documento que presentó la Asociación de trabajadores de Londres al
Parlamento (la Carta del Pueblo), en ella se reclamaban derechos laborales y sobre todo
el sufragio universal masculino.
La Carta fue rechazada en el Parlamento, aunque se consiguieron ciertas
mejoras.
La total desprotección de los obreros frente a los abusos de los capitalistas
(empresarios): prolongadas jornadas de trabajo, empleo infantil, mujeres mal
remuneradas, fábricas insalubres, hacinamiento, despidos sin indemnización, miseria,
etc. los empujó a organizarse en asociaciones para protegerse en caso de enfermedad,
paro o inactividad huelguística.
A finales del siglo XVIII, en Inglaterra, nacieron las primeras asociaciones de
trabajadores, las llamadas sociedades de ayuda mutua (o “socorro mutuo”).
Pagaban una especie de cuota que se utilizaba en caso de que el trabajador enfermase o
se quedase en paro.
A finales de ese siglo, por medio de una legislación represiva, se prohibió todo
tipo de asociacionismo obrero, con lo que las organizaciones de trabajadores pasaron a
ser ilegales y hubieron de ejercer su actividad clandestinamente.
 El derecho de asociación se reconoció por primera vez en Inglaterra en 1824, a
partir de ese momento empezaron a surgir los sindicatos (trade unions).
Los sindicatos comenzaron a reivindicar la reducción de la jornada laboral, la
supresión del trabajo infantil, el aumento del salario, la mejora en las condiciones
higiénicas de las fábricas, la creación de seguros de enfermedad, paro o vejez…
La forma de luchar por conseguir estos logros era la huelga.
Las protestas laborales llevaron a reivindicaciones políticas, tales como la
petición del sufragio universal.

El Socialismo Utópico.
Fue uno de los primeros movimientos obreros, se desarrolló entre 1815 y 1848.
Esta corriente se oponía al capitalismo y pretendía la intervención del Estado en la
economía para mejorar las condiciones de vida de los trabajadores.
Se planteaba una sociedad ideal donde el ser humano se relacionase en paz e
igualdad.
El representante más importante fue Robert Owen, el cual habló también del
cooperativismo y la posibilidad de desarrollar un sistema económico alternativo basado
en la cooperativa.
Este tipo de socialismo no triunfó.

Las dos ideologías más importantes del movimiento obrero son el

marxismo y el anarquismo:

El Marxismo
Esta teoría debe su nombre a Karl Marx, filósofo alemán que, junto con su
colaborador Friedich Engels, enunció los principios del marxismo o comunismo
en varios escritos, uno de los más importantes: El manifiesto comunista.
La teoría marxista afirma que la historia de la humanidad es una continua lucha
de clases (libres y esclavos en Roma, señores feudales y siervos en la Edad Media…
propietarios de los medios de producción (burgueses) y proletariado en la sociedad
industrial).
Marx propone una nueva sociedad sin clases, sin antagonismos, sin luchas. Para
conseguir esto el proletariado debería acabar con el capitalismo llevando a cabo una
revolución.
 La revolución necesaria para acabar con el capitalismo conllevaría diferentes
“fases”:
 En primer lugar los obreros deberían conseguir el sufragio
universal para poder crear un partido político obrero y participar en las
elecciones.
 Conseguido esto el partido obrero conseguiría mayoría en las
votaciones (ya que este grupo social era el más numeroso) y formaría gobierno.
 Comenzaría entonces la etapa de la Dictadura del
proletariado en la que el Estado (en manos de los obreros) dominaría la
economía y la sociedad y conseguiría acabar con el capitalismo nacionalizando
los medios de producción y llegando así a una sociedad igualitaria, sin clases
sociales.
 Cuando la sociedad hubiese aceptado estas nuevas relaciones, el
Estado desaparecería, ya que no tendría sentido.

El Anarquismo:
Como el marxismo, es otra de las ideologías más importantes del socialismo.
El elemento más importante para los anarquistas es la libertad individual, por
eso rechazan cualquier tipo de autoridad, en especial la del Estado, ya que coarta esa
libertad. Luchan por la destrucción del Estado pero también por la de toda aquella
organización que suponga algún tipo de jerarquía (ya que conllevaría supresión de
libertad).
Anarquismo y marxismo, coinciden en la crítica al capitalismo y en la
necesidad de su eliminación, pero difieren radicalmente en cuanto a los métodos para
conseguirlo: mientras el marxismo defiende la participación en el sistema parlamentario
(a través de partidos obreros), el anarquismo rechaza este tipo de participación y
defiende la revolución violenta.
Según el anarquismo, la organización de la sociedad debe basarse en pequeñas
comunidades de personas que se asocien voluntariamente, donde todos serían iguales y
la propiedad sería colectiva.
Los anarquistas más importantes del siglo XIX fueron: Bakunin y
Proudhon.

Las Internacionales obreras:

En la segunda mitad del siglo XIX las organizaciones obreras que habían ido
surgiendo unieron sus luchas y crearon la Primera Asociación Internacional de
Trabajadores (AIT) en 1864.
 Sin embargo pocos años después fracasó y desapareció por los desacuerdos entre
marxistas y anarquistas.
En 1889 se creó la II Internacional o Internacional Socialista (solo con
ideología socialista). Aparecieron entonces algunos símbolos como la fiesta del Primero
de Mayo o el himno de la Internacional.
El movimiento obrero consiguió logros como la prohibición del trabajo infantil,
la aparición de seguros de accidente y la reducción de la jornada laboral.