El Amor

Descargar como docx, pdf o txt
Descargar como docx, pdf o txt
Está en la página 1de 3

El amor es un concepto universal que ha sido objeto de reflexión y análisis

por parte de diferentes autores a lo largo de la historia. Desde la antigüedad

hasta la actualidad, filósofos, escritores y pensadores han tratado de definir

y comprender este sentimiento complejo y multifacético.

El amor es un tema complejo que ha sido objeto de análisis, reflexión y


debate a lo largo de la historia de la humanidad. Diferentes autores han
intentado definir y explicar el amor desde sus perspectivas personales y
sus campos de estudio, aportando distintas visiones y enfoques.

El amor según Platón

Para Platón, el amor es un sentimiento que nos lleva a buscar la belleza y la


perfección en el mundo. En su obra «El Banquete», Platón describe el amor
como una fuerza divina que nos impulsa a buscar la unión con lo divino, y
que nos lleva a la contemplación de la belleza y la verdad. Según Platón, el
amor es una fuerza que nos eleva y nos hace mejores.

El amor según Aristóteles

Aristóteles entendía el amor como un sentimiento de amistad y compañía.


Según él, el amor surge cuando dos personas comparten intereses, valores
y proyectos comunes, y se apoyan mutuamente en su camino hacia la
felicidad. Para Aristóteles, el amor es una relación basada en la amistad y
la confianza.

El amor según Freud

Para Freud, el amor es un impulso instintivo que surge a partir de la


sexualidad. Según él, el amor romántico es una forma de sublimación de los
instintos sexuales, una manera de canalizar la energía sexual hacia la
creación de vínculos afectivos profundos. Freud también habló del amor
como una forma de regresión, un intento de volver a un estado de unión y
protección infantil.

El amor según Erich Fromm

Desde una perspectiva más psicológica y sociológica, Erich Fromm definió


el amor como un acto de voluntad y compromiso. Para él, el amor no es un
sentimiento pasivo, sino una elección activa de cuidar, respetar y valorar a
la otra persona. Según Fromm, el amor es un arte que requiere habilidad y
práctica, y que implica un proceso de maduración personal y de aprendizaje
constante.

Dimensión corporal

Es la dimensión más evidente a nivel sensible. Se refiere al otro en cuanto


«cuerpo-percibido», sin olvidar el primer dato acerca de él: su carácter
sexual, que permea toda la representación sensible del otro.
Experimentamos, entonces, sus valores sexuales en cuanto
complementarios con el propio cuerpo.

La atención de uno y de otro se centran en esta misma


complementariedad, que podemos considerar como una primera
aproximación al lenguaje del cuerpo por medio de la atracción sensible. El
acto hacia el cual se mueve esta dimensión es la unión sexual, la cual, una
vez alcanzada y en la mayoría de los casos, produce una satisfacción
sensual, un placer carnal.

Dimensión afectivo-psicológica

Nos adentramos, pues, en el impacto que produce la persona del otro en


nosotros, el modo en que permanece en nosotros por medio de la memoria
y la imaginación, motivadas por la atracción percibida al inicio.

A nivel psicológico, observamos una tensión recíproca hacia la comunión,


evidenciada, a su vez, en la primera dimensión. Aquella comunión entre las
personas cautiva por la posibilidad de ingresar al mundo interior del otro, o
sea, a su modo masculino o femenino particular de reflexionar sobre la
realidad.

Este descubrimiento de la intimidad personal del otro fascina y provoca el


deseo de tender un puente entre su mundo y el propio.
Dimensión personal

En esta dimensión nos maravillamos por la persona del otro. Si bien


partimos de una complementariedad sensual y afectiva, ahora intentamos
dilucidar que el amor que experimentamos hacia ella es, justamente, hacia
su «persona».

El cuerpo y los sentimientos que el otro provoca en mí impulsan el deseo


de la donación, así como la certeza de una cierta reciprocidad y el
establecimiento de una comunión de personas que permita, a través de la
reciprocidad, adquirir perfecciones subjetivas, según la vocación social e
inicial de los sujetos.

Dimensión religiosa
Se refiere a la capacidad de comprender que la relación en construcción
no sólo tiene como finalidad la entrega mutua y la procreación como fruto
de esa entrega sino que están llamados mutuamente a la santidad y a la
trascendencia. Es un amor que no es sólo intramundano, sino que va más
allá de este mundo pues tiene su sustento en Dios. Esta dimensión hace
su aparición cuando cada uno de los novios posee una relación con Dios
seria, estrecha y disciplinada. Vemos que en él hay algo que lo atraviesa,
trascendiendo su misma persona y, al mismo tiempo, confiriéndole sentido
y, por lo tanto, valor real y objetivo. Es un hijo de Dios y, como todo hijo,
es único.

Así llegamos al acto correspondiente a esta dimensión: la alabanza y la


acción de gracias por la persona del amado. Agradecemos a Dios por su
existencia, por su don para con nosotros, porque Él la hizo regalo para mí
en especial y para la humanidad entera.

También podría gustarte