8 Femenias 2007

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Subjetividades de mercado: "Marketing, Bestsellers" y subjetividades femeninas en

"Nosotras que nos queremos tanto y Antigua vida mía" de Marcela Serrano
Author(s): Claudia Femenias
Source: Confluencia , Fall 2007, Vol. 23, No. 1 (Fall 2007), pp. 72-81
Published by: University of Northern Colorado

Stable URL: https://www.jstor.org/stable/27923254

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Subjetividades de mercado: Marketing,
Bestsellers y subjetividades femeninas en
Nosotras que nos queremos tanto y Antigua
vida m?a de Marcela Serrano

Clouds Fememos
High Point University

En las ?ltimas d?cadas el panorama editorial latinoamericano se ha caracterizado por una


reestructuraci?n en la que las grandes multinacionales han ido adquiriendo las empresas
nacionales y poniendo en peligro, no s?lo a las publicaciones independientes, sino tambi?n
la manera en que el p?blico lector se acerca a la literatura.1 George Y?dice se?ala c?mo los
grandes conglomerados editoriales han restringido la diversidad del libro mediante la
b?squeda del bestseller, en un proceso de selecci?n basado exclusivamente en criterios
comerciales (650). La industria editorial chilena no est? ajena a estas transformaciones y
nuevas maneras de entender el mercado del libro.2 Las grandes editoriales trabajan
principalmente con criterio de marketing y las decisiones de publicaci?n se rigen, en su
mayor?a, por las leyes que buscan situar al libro como un producto de consumo masivo y
comienzan a privilegiar el bestseller ylas obras ya consagradas (Subercaseaux 170?72).
Uno de los efectos de esta b?squeda del bestseller y la concentraci?n de la
distribuci?n en los conglomerados que s?lo buscan el ?xito econ?mico, es que se aminora
el papel del editor como filtro de valores y como intermediario cultural (Yudice 651). Con
este nuevo panorama surge una nueva generaci?n de administradores editoriales. Una
generaci?n ?que tal como se?ala Subercaseaux?"tiene una formaci?n comercial y
mercantil y que no le concede tanta importancia a la funci?n social del libro o se toma
menos en serio la tradicional misi?n cultural' de los editores" (171). El problema es que al
ignorar la importancia que tienen las editoriales y los editores en la difusi?n de ideas en la
sociedad, se debilita la funci?n tradicional de las casas editoriales y de los editores como
garantes de la cultura simb?lica de la naci?n. Diamela Eltit en su ensayo "La compra, la
venta," donde reflexiona sobre la relaci?n actual entre literatura y mercado, se?ala que "el
problema del actual sistema es que ?ste produce unilateralmente, ?ticas, est?ticas, lecturas,
subjetividades, es el sistema el que las produce y las construye en un proyecto f?rreamente
hegem?nico, de acuerdo a un ?nico par?metro que es un trazado mercantil que intenta
oficializarse como hacer literario, destruyendo as? la pluralidad y la diferencia" (57). Esto

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se torna m?s serio cuando el mercado editorial de hoy busca principalmente entrar en el
consumo masivo por medio del bestseller ya. que ?ste tiende a homogeneizar gustos y pautas
de consumo.
Junto a estos cambios en el ?mbito editorial, el panorama literario latinoamericano
de las ?ltimas d?cadas se ha visto marcado por la constante presencia de autoras en la lista
de libros m?s vendidos. ?lvaro Salvador en su art?culo "El otro Boom de la narrativa
hispanoamericana: Los relatos escritos por mujeres en la d?cada de los ochenta" identifica
el momento inicial de este fen?meno con la publicaci?n de La casa de los esp?ritus, en 1982,
de la chilena Isabel Allende, y como el momento culmine con la publicaci?n de Como agua
para chocolate, en 1989, de la mexicana Laura Esquivel (165). Desde entonces se han ido
encaramando en el ranking una serie de escritoras que aunque tienen estilos y propuestas
muy diversas, se convierten en favoritas del p?blico lector. Esta es una literatura
denominada simplemente como "literatura escrita por mujeres," y en el caso chileno tiene
a Marcela Serrano entre sus mejores exponentes. 3 El surgimiento de estas autoras en la lista
de Best Sellers no es mera casualidad ni est? disociado de los cambios que se han producido
en el mundo editorial. En una entrevista con Sonia Lira, el ex-editor de Planeta en Chile
Carlos Orellana comenta: "en el mercado editorial tenemos claro que desde hace unos
cincuenta a?os las mayores compradoras de libros son las mujeres. Junto a esto, desde hace
tiempo que est?n m?s interesadas en los temas que le son propios y consideran que quien
mejor puede reflejar su condici?n de mujer es otra mujer" ("Perfume"). Por lo tanto, al
enfocarse en temas considerados como femeninos se garantiza un ?xito de ventas.
El nombre de Marcela Serrano surge en el ?mbito literario chileno en 1991 cuando
publica su primera novela Nosotras que nos queremos tanto, ganadora del premio Sor Juana
In?s de la Cruz como mejor novela latinoamericana escrita por una mujer. Para sorpresa de
todos, incluyendo la misma autora, la novela se convirti? en un ?xito de ventas sin
precedentes y super? los cincuenta mil ejemplares en la Editorial Los Andes.4 Despu?s del
lanzamiento de esta novela, Serrano cambi? de casa editorial y pas? a Alfaguara donde
public? sus siguientes tres novelas para luego emigrar a Editorial Planeta donde a?n se
mantiene.5 Las novelas de Serrano se han encumbrado en las ventas tras una cuidadosa
estrategia de marketing que relaciona su tem?tica exclusivamente con la problem?tica de la
mujer. La obra de la autora se asocia con una literatura de corte feminista y en diversas
entrevistas se la ha denominado como la portavoz del g?nero o el s?mbolo de lucha por la
emancipaci?n de la mujer en Chile.
Este ensayo analiza Nosotras que nos queremos tanto (1991) Antigua vida m?a (1995)
para explorar los modelos de conducta y subjetividades que se promueven tanto a un nivel
textual como en el marketing que las rodea. Su primera novela, Nosotras que nos queremos
tanto, cuenta la historia de cuatro amigas quienes se encuentran en el sur de Chile para
pasar unas vacaciones solas, lejos de maridos, hijos, casas y trabajos, Durante esas
vacaciones ellas reflexionan sobre sus vidas, los efectos que la dictadura militar ha tenido
en ellas, sus familias y juntas comparten sus problemas, miedos y angustias. La
imposibilidad de mantener una relaci?n de pareja que se base en la igualdad, la necesidad
de asumir la soledad, los mecanismos para escapar de la rutina de la vida diaria, son s?lo
alguno de los temas que se desarrollan a lo largo del texto y que toman un tono de denuncia
sobre la exclusi?n social y personal que sufren las mujeres en la sociedad chilena

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contempor?nea. En Antigua vida m?a, Serrano vuelve a los temas tratados en sus primeras
dos novelas y adem?s explora la relaci?n de pareja y la dificultad para la mujer de construir
relaciones satisfactorias dentro de los patrones tradicionales. En ambas novelas el contexto
socio-pol?tico juega un papel importante en la narrativa y la autora lo une al desarrollo de
las identidades de las protagonistas y as? tambi?n examina los efectos de la dictadura y
posterior transici?n pol?tica en el pa?s y la sociedad chilena. En Antigua vida m?a se narra
la historia de dos amigas, Violeta Dasinski y Josefa Ferrer. Aunque amigas ?ntimas de la
infancia, ambas son de car?cter e intereses muy diferentes. Violeta es una intelectual
preocupada por la justicia social y el estado de la sociedad en general. Josefa es una exitosa
cantante popular que est? enfrascada en su carrera art?stica sin importarle mayormente lo
que sucede a su alrededor.
Serrano presenta mujeres que buscan desesperadamente ser agentes de sus propios
destinos, pero que sucumben a las presiones sociales. M?s que mujeres, el lector se
encuentra con fragmento de ellas. Nosotras que nos queremos tanto comienza con las
palabras de Mar?a, una de las protagonistas, antes de llegar a la casa del lago, lugar que se
convertir? en su refugio por una temporada:

No s? muy bien por qu? estoy en la cl?nica. Me trajo Magda aquella noche,
pensando que hab?a intentado suicidarme. Trat? de explicarle al d?a siguiente que
no era mi intenci?n. Magda no entiende que yo s?lo estaba cansada [...] Estoy
bien aqu?. Todo es muy gris y se entorna conmigo misma. Las mujeres de las otras
piezas?las divis? hoy en la ma?ana?est?n peor que yo. Una lloraba, otra
vomitaba. Vi brazos y piernas colgando de camas y me pregunt? si estaban
muertas. (9)

Estas mismas palabras se repiten exactamente antes del ep?logo cerrando as? la parte
principal del texto con la imagen de mujeres desmembradas. Al mismo tiempo es un reflejo
fiel de lo que encuentra el lector a lo largo de la narraci?n, personajes femeninos mutilados
y fragmentados que luchan por encontrar sentido y significado a sus vidas. La novela no es
realmente la historia de estas cuatro mujeres, y Ana, la narradora/ protagonista lo aclara
desde el comienzo: "Yo no soy protagonista de estas p?ginas, si es que existe claramente
alguna. Aqu? s?lo hay mujeres, cualquiera de ellas. Somos tan parecidas todas, es tanto lo
que nos hermana. Podr?amos decir que cuento una, dos o tres historias, pero que da lo
mismo. En el fondo, tenemos todas?m?s o menos?la misma historia que contar" (15?
16). Es as? que, adem?s de las cuatro protagonistas, los lectores observan los pedazos de vida
de las secretarias, amigas de las mujeres, vecinas, viudas, divorciadas, solteras, es decir toda
la gama que podemos encontrar en la sociedad. Las lectoras se identifican con ellas porque
cualquiera sea su caso particular?excepto el de una mujer estable y realizada?se puede
ver representada en esta novela. Desde el nivel narrativo, el texto yuxtapone las voces de las
cuatro protagonistas creando una polifon?a de voces femeninas que crea la sensaci?n de
estar escuchando no el problema particular de una mujer en espec?fico, sino que ejemplos
de las vidas de muchas de ellas y abre as? la experiencia particular de una mujer a una
experiencia universal.

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Si en esta primera novela el lector se encuentra con trozos de mujeres, en Antigua
vida m?a Serrano presenta protagonistas que se sienten marginadas tanto de sus familias
como de la nueva sociedad de transici?n pol?tica. La exclusi?n y la imposibilidad de
compatibilizar sus vidas privadas con la p?blica tambi?n las lleva a una serie de trastornos
f?sicos y emocionales. El texto se divide en dos secciones principales, un intermedio y una
breve secci?n a modo de ep?logo. A lo largo de la primera parte, "Fin de fiesta," Josefa
organiza la narraci?n en torno a los diarios de vida de Violeta y as? se escuchan las voces de
ambas mujeres. La segunda parte, "El ?ltimo bosque," es narrada por Josefa y nos cuenta
su vida, su lucha por alcanzar el ?xito y c?mo se ha desarrollado su relaci?n con Violeta.
Adem?s de las voces de Josefa y Violeta en la primera parte de la novela se intercala una voz
identificada como "nosotras, las otras" que representa las voces de sus antepasadas: madres,
abuelas y bisabuelas. Esta voz abre la narraci?n de la historia personal de las protagonistas
a una colectiva de todas las mujeres y es la voz que cierra la novela en la secci?n titulada
"Ora Pro Nobis" que funciona a forma de ep?logo.
El relato de Antigua vida m?a se inicia con el arresto de Violeta por el asesinato de su
marido. Hasta ese momento el mundo de ambas protagonistas parec?a desarrollarse en una
aparente normalidad. Sin embargo, el crimen que comete la protagonista las saca a ambas
de golpe de ese mundo sin mayores sobresaltos y las hace cuestionar sus vidas privadas, sus
?xitos y su labor como artista, intelectual y mujer en la sociedad de hoy. Al enterarse, por
medio de los peri?dicos, del arresto de su amiga, Josefa va a su casa para rescatar los diarios
de vida de su amiga. Este es un intento no s?lo de proteger la privacidad de Violeta del
escrutinio p?blico pero tambi?n el ?nico contacto que tendr? con ella, y una manera de
comprender sus acciones: "No debo abrirlo en cualquier p?gina. Meticulosamente examino
las fechas, nada al azar. Si me falt? atenci?n para escucharla entonces, no puedo faltar ahora"
(35). A trav?s de los diarios Josefa revisa retrospectivamente la historia de la vida de Violeta
y, por consiguiente, su propia vida y la lleva a un viaje a su pasado para abrir su memoria lo
que la ayudar? en esta b?squeda de s? misma.
En la primera parte de Antigua vida m?a se muestra a Violeta doblemente
marginada. En primer lugar como intelectual en un pa?s que est? cambiando sus valores
por las nuevas pol?ticas econ?micas neoliberales implantadas en Chile y en segundo lugar,
se encuentra marginada como mujer en una sociedad que a?n mantiene las expectativas
tradicionales de los papeles sexuales. Los intelectuales como ella ya no encuentran espacio
en el nuevo Chile, el cual se encuentra obsesionado con entrar en la modernizaci?n y
obtener el ?xito econ?mico. El sentimiento de soledad y de paria que siente esta mujer en
un nivel p?blico tambi?n se ve en su matrimonio donde es relegada por el marido quien la
posiciona en un papel tradicional: "Eduardo se ha tomado mi casa, a pesar de que no fue
mi intenci?n de que lo hiciese. [...] Me dict? una lista de quehaceres que deber? realizar
durante la semana. Todos dom?sticos, como llamar al maestro, [...] Aqu? el intelectual soy
yo me advirti?. Supongo que s?lo puede haber uno para que la pareja marche" (80). El
abuso psicol?gico y la sumisi?n que exige el marido da paso a un abuso f?sico y sexual. Poco
a poco ?l va imponiendo en Violeta el papel tradicional de esposa y borrando su
personalidad lo que la lleva a cuestionar su identidad y a sentirse "desesperadamente
desdibujada" (87).

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Por medio del personaje de Josefa, la novela explora las dificultades que tiene la
mujer de ?xito para construir un v?nculo satisfactorio dentro de los patrones tradicionales
a?n vigentes en la sociedad chilena contempor?nea. La voz narradora se?ala al lector desde
un comienzo que su situaci?n no es ?nica y que es compartida por todas las mujeres en la
misma situaci?n: "la contradicci?n entre mi vida profesional y mi vida privada me
atravesaba como una lanza envenenada. No necesito extenderme sobre este punto. Para las
mujeres actuales es ya un lugar com?n" (69). Josefa representa el modelo de ciudadano de
los a?os noventa. Posee fama, dinero, tiene una familia aparentemente feliz y acceso a todos
los bienes de lujo y oportunidades que pudiese desear. Para ella lo m?s importante en estos
momentos es su carrera art?stica y mantener su ?xito por lo que comienza a resentir el
tiempo que le quita la casa y el hogar: "[...] empiezo a pagar cada minuto de soledad.
Reparto billetes: al cine todos, o al museo en el radio-taxi con helados a la salida, y cuando
se cierra la puerta saboreo el silencio que han dejado atr?s" (69). Josefa busca la soledad
para dedicarse a su m?sica, componer y mantenerse en la cumbre y todo lo que se pone en
su camino le estorba. Sin embargo, a pesar de su fama y ?xito personal, todav?a necesita de
la mirada masculina para validarse y sentirse segura de s? misma y la posibilidad de que esta
mirada le falte la lleva a una inseguridad que la paraliza: "El lado de Andr?s dibuja un
p?nico: que ?l ya no me ame, que me abandone, que est? enamorado de otra" (227). Esta
preocupaci?n literalmente la paraliza y la incapacita para escribir canciones o actuar frente
al p?blico. Su vida familiar comienza a desmoronarse y termina con bulimia y
dependiendo de tranquilizantes para sobrevivir. Josefa?al igual que todas las otras
protagonistas en estas novelas?todav?a necesita de la aprobaci?n de un mundo gobernado
por hombres para validarse como persona y mujer. Su negaci?n las inestabiliza
emocionalmente y las identidades de los personajes femeninos pasan a depender de la
mirada masculina. La presencia o ausencia de sus maridos, novios o amantes determina la
manera en como se comportar?n en relaci?n a sus trabajos, familias y, por sobre todo,
consigo mismas.
El viaje hacia un refugio es uno de los elementos unificadores en la novel?stica de
Serrano. Todas las protagonistas emprenden un viaje?ya sea simb?lico o literal?hacia un
espacio en el que se sienten seguras y c?modas: la casa del lago en Nosotras que nos queremos
tanto, y la ciudad de Antigua, en Antigua vida m?a. En este espacio se produce un acto de
descubrimiento que las lleva a explorar las limitaciones que la mujer enfrenta en la sociedad
contempor?nea y que las ayuda a tratar de encontrar una identidad m?s s?lida.6 En este
albergue las protagonistas adquieren una voz y comparten sus problemas y de este modo
establecen una comunicaci?n y una comuni?n con otras mujeres. Este espacio les permite
dejar de lado sus inhibiciones y compartir sin aprensiones sus miedos y angustias
articulando as? un discurso que cuestiona el papel de la mujer en la sociedad del momento.
Por medio de su discurso ellas cuestionan las normas sociales que rigen sus vidas y que las
posicionan en una situaci?n marginal e inferior. Las novelas adquieren un tono de
denuncia social sobre las limitaciones que enfrentan en el mundo de hoy. En este proceso
las protagonistas ampl?an el viaje personal para unir su experiencia a la de todas las mujeres
como colectividad. Es tal vez aqu? donde radica parte del ?xito de las novelas de Serrano.
Las lectoras escuchan una variedad de voces compartiendo problemas similares y por lo
tanto se perciben a s? mismas como parte de una comunidad mayor que comparte los

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mismos dilemas y tribulaciones que las protagonistas. El lenguaje claro y sencillo, junto a
una descripci?n realista que acude a lugares f?cilmente reconocibles y a un contexto
hist?rico contempor?neo lo que aumenta el sentido de identificaci?n de las lectoras con las
protagonistas y sus problemas. La misma autora destaca el papel del refugio como un
aislamiento necesario que ayuda a la persona a enfrentarse consigo misma (Adonie Dracos
, 33).
Sin embargo, este albergue tambi?n act?a como un espacio que les silencia la voz.
Las protagonistas necesitan aislarse del mundo real para poder verbalizar sus problemas,
por lo tanto este retiro le quita trascendencia a su discurso. Este lugar que act?a como un
refugio en el que se escapan del mundo real s?lo las lleva a aumentar su incapacidad para
enfrentar la realidad en que viven. Violeta, la protagonista de Antigua vida m?a, logra crear
un mundo id?lico en Antigua, donde se ha retirado despu?s de ser absuelta por el crimen
de su marido. Aqu? ha comenzado una nueva relaci?n de pareja que est? basada en el
respeto mutuo y la igualdad. Sin embargo, para mantenerla corta lazos con el exterior y
vive encerrada en el para?so que ella ha creado para s? misma.7 Por su parte, en el ep?logo
de Nosotras que nos queremos tanto se informa al lector del futuro de las cuatro
protagonistas. Dos de ellas?Isabel y Sara?han sido nombradas por el nuevo gobierno
democr?tico para puestos ministeriales encargadas de asuntos de la mujer y de educaci?n
respectivamente. Sin embargo, sus situaciones familiares no han sufrido cambios ni
alteraciones significativas. La tercera protagonista?Sara?contin?a con su trabajo en un
instituto de investigaci?n. Mar?a, qui?n hasta entonces ha sido la m?s trasgresora de todas,
decide reparar su vida y hacer cambios significativos, entre los que se destacan rechazar un
puesto importante como periodista en el exterior; hacerse cargo de Esperanza, la hija de su
hermana muerta; preparar su cuerpo para quedar embarazada y, finalmente, esperar que
vuelva el hombre del que est? enamorada para intentar construir una familia con ?l. La
novela termina con las reflexiones de Ana cuando Mar?a le informa de sus decisiones: "La
abrazo. No s? que decirle. Tampoco yo estoy segura de nada ni tengo verdades que
ofrecerle. Con un nudo en la garganta, camino hacia la salida. Cierra bien la puerta, Ana.
El mundo puede ser tan fr?o all? afuera. Y Mar?a prendi? el fuego, se arrim? a ?l y se sent?
a esperar" (358). Con esta imagen se cierra la novela en donde se deja al lector con una
mujer pasiva y en un mundo en donde se ha vuelto a restaurar el orden establecido.
Despu?s de un tiempo en soledad en el lago, donde las cuatro amigas dieron rienda suelta
a sus angustias y frustraciones, vuelven renovadas para integrarse al mundo exterior sin
haber hecho ninguna transformaci?n de peso en sus vidas. El refugio, en el cual estas
mujeres encuentran un grado m?s satisfactorio de comunicaci?n y en el cual exploran su
mundo interior, parad?jicamente las separa y las aliena del mundo exterior anulando as?
cualquier posibilidad de que un cambio real sea posible. Extra?amente, en ninguna de las
dos novelas surgen alternativas o rupturas definitivas con la representaci?n tradicional de
la mujer. Tampoco abren la posibilidad a cambios reales o estructurales en la representaci?n
de los personajes femeninos.
Estas novelas se cierran con un regreso al orden y reafirman una subjetividad basada
en los roles tradicionales. En ambos textos las normas sociales, familiares, las presiones
profesionales y el mundo de la pol?tica act?an como fuerzas disciplinadoras que buscan
crear un modelo de conducta en la mujer con el cual las protagonistas entran en conflicto

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pero que no logran modificar. En un nivel textual, las protagonistas denuncian y
cuestionan las normas sociales que se les imponen. Sin embargo, nunca las desaf?an
abiertamente sino que buscan un espacio que les da cobijo y les entrega unos momentos
de escape para luego volver a su vida cotidiana sin producir grandes alteraciones y as?
aceptan de manera casi natural sus destinos. Los ?nicos cambios significativos ocurren en
las personajes que abiertamente han resistido el orden establecido. Desgraciadamente estos
cambios son de car?cter negativo para las protagonistas ya que al final las mujeres
transgresoras son castigadas y anuladas. En Antigua vida m?a Violeta logra encontrar un
equilibrio total en su vida, sin embargo termina enclaustrada en su casa viviendo una
existencia id?lica y sin ninguna intenci?n de volver a jugar un papel activo en la sociedad.
En Nosotras que nos queremos tanto, Mar?a acaba totalmente paralizada encerrada en su casa
y preparando su cuerpo para convertirse en madre. As?, se contin?an perpetuando los
papeles tradicionales y limitando las posibilidades de producir reformas importantes.
Las protagonistas de Serrano pertenecen a la clase medio-alta y la gran mayor?a son
profesionales de ?xito en sus respectivos campos profesionales. Sin embargo, en todas ellas se
nota una incapacidad para complementar la vida familiar y afectiva con la profesional. A
pesar de que los personajes de la escritora han aprovechado las nuevas oportunidades que se
le presentan a la mujer de hoy en el campo laboral, las dificultades que encuentran en el
?mbito familiar y social las han llevado a una frustraci?n que las inhabilita para actuar y que
ha detonado una serie de problemas emocionales en ellas. En ambas novelas, las protagonistas
son representadas como mujeres enfermas, inestables emocionalmente, incapaces de auto
realizarse y afectadas por una serie de trastornos tanto emocionales como f?sicos entre los que
destacan la bulimia, el alcoholismo y el uso de estupefacientes, entre otros. Junto a estos
problemas, las protagonistas son incapaces de relacionarse con sus familias, tanto sus madres,
sus hijos o sus esposos. Los problemas de comunicaci?n parecen ser la norma en sus
relaciones. Al mostrar personajes que pertenecen a una clase social privilegiada con acceso a
oportunidades vedadas para otras mujeres, Serrano unlversaliza la problem?tica de muchas
mujeres y transmite la idea de que ni el dinero, ni las oportunidades, ni la educaci?n pueden
cambiar la experiencia vital de las mujeres en la sociedad.
"Los hombres nos quieren poco" (Scantlebury), "El drama de ser mujer" (Andonie
Dracos), "Lo ?nico que vale en la vida es el amor" (Maack), "Mujer y novela. La mezcla
perfecta del ?xito" (Ochoa), son unos pocos ejemplos de c?mo la publicidad que rodea a
la autora se centra exclusivamente en proyectar una tem?tica relacionada con la mujer y
con t?picos comunes como el amor y los hombres. Sin embargo, la autora ha declarado
que ella no se siente una pieza de marketing y que todo lo que se relaciona con este tema es
un problema de las editoriales ya que su papel se limita a la escritura: "yo escribo y al
momento de publicar soy aplicada en hacer lo que las editoriales me piden: realizar giras"
(Soto 101). Sin embargo, es peligroso ver esta relaci?n de manera tan inocente. La cr?tica
literaria Raquel Olea destaca c?mo en los criterios editoriales y su actitud hacia la mujer es
posible constatar una pol?tica editorial de instalaci?n de un producto por una operaci?n
mercadista que desestima la cr?tica literaria y la lectura reflexiva como espacio de
legitimizaci?n cultural (75). Al mismo tiempo, comenta c?mo la mujer se ha vuelto un
"producto tema" que garantiza consumidoras cuyos efectos no responden necesariamente
a interrogantes feministas sino m?s bien a los intereses y necesidades de una pol?tica

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economica neo-liberal (74). El ?xito de Serrano se ha explicado aduciendo a que muchas
de las lectoras se sienten identificadas con los problemas que enfrentan las protagonistas.
Su novel?stica se ha comercializado como una literatura que intenta mostrar el mundo
femenino y en diversas entrevistas, la misma autora explica que, por medio de sus textos,
quiere aportar al problema de la mujer (Berger, Soto, Andonie Dracos). Al mismo tiempo
comenta que se siente c?moda en su papel de s?mbolo de lucha por la emancipaci?n de la
mujer (Serrano, "Odio el realismo m?gico C 9). Es tal vez por esto que esta relaci?n de las
novelas de Serrano con el mercado resulta problem?tica. Aunque no podemos ignorar que
las editoriales son empresas necesarias para que los escritores lleguen a un amplio p?blico
lector y transmitan sus ideas tampoco podemos dejar sin cuestionar los modelos de
conducta que se est?n transmitiendo y el efecto de estos en los lectores.
Las mujeres en la obra de Serrano son las narradoras y protagonistas de estas novelas.
Aqu? ellas adquieren voz propia y hablan desde su perspectiva y su experiencia personal. Al
mismo tiempo, las mujeres son las lectoras y el p?blico al que se dirigen los textos y el
marketing que los rodea. Las narraciones son realistas, recurren a lugares y espacios
f?cilmente reconocibles, sus tramas son f?ciles de seguir y plantean problemas familiares;
todo esto ayuda m?s a la identificaci?n que sienten las lectoras con estas historias. Hasta
cierto punto, los textos tambi?n funcionan como un refugio para ellas?igual al que
recurren las protagonistas de las novelas?que les ayuda a seguir adelante con sus vidas sin
esperar ning?n cambio ya que la lectura las hace sentirse parte de una comunidad mayor
que enfrenta los mismos dilemas pero para los que no hay soluci?n. Esto se ve reforzado
por las declaraciones de la autora quien explica que su intenci?n al escribir sobre el tema
ha sido "hacer un modesto aporte sobre nuestra problem?tica para que las mujeres se
sientan comunicadas entre ellas" (Berger 6) y que "el poder socializar las penas ayuda a
relativizarlas, por lo tanto a ponerlas en su justa dimensi?n" (Andronie Dracos 11). De este
modo tienden a aceptar como natural su situaci?n personal.
Aunque el ?xito de ventas de Serrano no es correspondido necesariamente con la
aprobaci?n de la cr?tica literaria, no se puede negar la importancia que esta autora tuvo para
traer a la luz p?blica algunos de los problemas que enfrentan las mujeres en el Chile
contempor?neo. Sus novelas representan un feminismo que busca denunciar la exclusi?n
social y la marginalizaci?n en una sociedad que todav?a busca moldearlas de acuerdo a roles
tradicionales. Su primera obra trajo a la luz p?blica temas que en ese entonces no se
discut?an abiertamente y a los que no se les daba mayor importancia. El ?xito sin precedente
de este texto puso al descubierto la necesidad de debatir de una manera m?s seria los
problemas que todav?a enfrentan muchas mujeres hoy en d?a. Sin embargo, a partir de
entonces Serrano continu? repitiendo la f?rmula del ?xito de Nosotras que nos queremos tanto
y la convirti? en un estilo prefabricado que le fue quitando fuerza y validez a su voz.
Suzana Reiz se?ala que estos relatos tipo best sellers, por el mismo hecho de ser de
f?cil acceso al p?blico lector, con personajes casi estereotipados y con una trama f?cil de
seguir, tienen un gran potencial de servir como instrumentos con una funci?n pedag?gica
y adoctrinadora (339). Esto junto al hecho de que las obras de esta autora se lanzan con
una gran campa?a de marketing pudiese convertir sus textos en un instrumento para
promover nuevas subjetividades femeninas y nuevas alternativas para la mujer. Lejos de
mostrar la posibilidad de alcanzar alg?n nivel de agencia por parte de la mujer, las novelas

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de Serrano enfatizan la imposibilidad de quebrar con el modelo imperante, y promueven
la pasividad en las mujeres cuya ?nica opci?n es aceptar de manera natural la situaci?n en
que se encuentran. A Serrano todav?a le queda pendiente presentar una protagonista que
abra opciones diferentes y que presente modelos y alternativas que no se limiten a aceptar
pasivamente los problemas que enfrentan en el mundo de hoy.
Notas
1 V?ase el art?culo de Y?dice para un completo estudio sobre los efectos de la globalizaci?n en las industrias
culturales de Am?rica Latina.

2 Las editoriales m?s importantes en Chile durante la d?cada de los noventa son Planeta, Sudamericana,
Ariel, Alfaguara, Grijalbo, Ediciones B, Array?n y Santillana Chile. Todas ellas son filiales de editoriales
espa?olas o europeas. Algunas, como Alfaguara y Santillana, pertenecen a la misma casa matriz mientras
que otras han sido adquiridas por grandes multinacionales (Subercaseaux 194). En el a?o 2001 los grupos
Bertelsmann Random House y Mondadori unen sus operaciones en el mercado de lengua espa?ola. De este
modo se convierten en el grupo editorial m?s grande en Latinoam?rica. Mientras que Planeta se mantiene
como l?der en el mercado espa?ol (Aravena).
3 Sigo aqu? las ideas de Nelly Richard quien explica que no es lo mismo hablar de "literatura de mujeres"
que de "escritura feminista." Para Richard "la 'literatura de mujeres' designa un conjunto de productos
literarios firmados por mujeres (es decir, obras cuya firma tiene una valencia sexuada) sin que estas obras?
necesariamente?internalicen o se hagan cargo de una reflexi?n sobre la problem?tica de los g?neros, ni
sobre las construcciones de lenguaje que textualizan la diferencia gen?rico-sexual" (18).
4 El n?mero total de ejemplares no se puede calcular con exactitud ya que la novela se ha publicado en
diversas editoriales. Se estima que Nosotras que nos queremos tanto ha vendido alrededor de ciento cincuenta
mil ejemplares. De los cuales cincuenta mil ejemplares se han vendido en Chile y el resto en Am?rica Latina,
el Caribe y traducciones para Francia, Italia y Espa?a (Ayala 25).
5 Marcela Serrano dej? la editorial Andes por unos cien mil d?lares. Este adelanto que le hizo Alfaguara
sigue un patr?n que usan las transnacionales que consiste en fundar el ?xito de la editorial en best-sellers
seleccionados y en dar buenos adelantos a los escritores de ?xito garantizado aunque eso signifique
levant?rselo a una editorial m?s peque?a. (Lira, "La m?quina")
6 El refugio es una constante en casi todas las novelas de Serrano, adem?s de los que encontramos en las
novelas estudiadas aqu? tambi?n lo hallamos en la afasia de Blanca en Para que no me olvides (1993), el retiro
de mujeres en El albergue de Us mujeres tristes (1997), y Chiapas en Lo que est? en mi coraz?n (2001).

7 Rose Marie Galindo se?ala como al final de esta novela Serrano entrega al lector la figura de una mujer
que est? convencida de que ya no puede transformar el mundo y que por eso se aisla y vive su para?so
personal. Galindo destaca que con esta decisi?n la protagonista no considera una alianza con otras mujeres
oprimidas ni una inserci?n en la sociedad para as? modificar desde dentro las condiciones que causaron su
opresi?n en primer lugar.

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80 CONFLUENCIA, FALL 2007

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VOLUME 23, NUMBER 1 81

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