Dignidad de La Sexualidad Humana
Dignidad de La Sexualidad Humana
Dignidad de La Sexualidad Humana
FRANCISCO MORAZÁN
Asignatura: Filosofía
Presentado por:
Dignidad humana: la palabra proviene del griego “dignus” que significa valioso y cuando
hablamos de dignidad humana, estamos aludiendo al valor excepcional de los seres humanos por
encima de cualquier otro ser viviente.
¿Que es la dignidad sexual?
• La dignidad sexual del hombre y la mujer constituye el fin último de la sexualidad. El
noviazgo constructivo y las caricias bien llevadas proporcionan una dignidad temporal.
• La dignidad definitiva se alcanza siempre a través de una espera edificante o de un
matrimonio sano.
Su importancia es que puedan servir como base para poder desarrollar vidas sexuales más sanas y
placenteras, e iniciar un ciclo virtuoso donde cada principio promoverá a los otros. Cabe recalcar
que la responsabilidad ética en la sexualidad se da tanto con las otras personas, como con
nosotros y nosotras mismas.
La ética de la sexualidad tiene que ayudar a promover el respeto profundo de la dignidad del ser
humano. Finalmente, cuando se habla de sexualidad en esencia se refiere a un conjunto de
factores que la forman, como son el espíritu, la mente, el cuerpo, los deseos y necesidades.
En la ética naturalista de la sexualidad, los actos son intrínsecamente buenos cuando respetan el
orden interno de la naturaleza e intrínsecamente malos cuando no lo respetan. Además, la
sexualidad se hace moral cuando se ejercita con moderación. La modernidad planteó una
oposición entre lo natural y lo moral; el hombre pasó a ser por sí mismo la fuente de lo moral: el
hombre y no la naturaleza determina lo bueno y lo malo. El ser humano se convierte en fuente de
su propia moralidad, con la racionalidad como instrumento y la autonomía empieza a ser
protagonista en el ámbito ético, con el respeto a la dignidad del ser humano como valor
fundamental. (Montoya, La ética sexual del cuidado en el contexto de la salud sexual y
reproductiva, 2007)
En este contexto de ética y sexualidad, el ser humano como tal está lleno de principios y valores;
esta ética permite la reflexión sobre la moral permitiendo encontrar el sentido a lo que nosotros
somos o damos a notar frente a los demás. En el campo de la sexualidad, el criterio para
determinar qué es lo bueno o qué es lo malo es el mismo ser humano en cuanto persona que está
revestida de dignidad. Es bueno todo aquello que dignifica a la persona y es malo todo aquello
que atenta contra la dignidad del ser humano. En el ámbito específicamente sexual, será bueno lo
que conduce a la plena realización, a la vivencia del amor auténtico, a la comunión, a la entrega
incondicional, al placer constructivo; por el contrario, será malo lo que cosifique al otro
convirtiéndolo en objeto sexual, lo que desencadena las pasiones desenfrenadas, el placer por el
placer sin medida, la mercantilización del cuerpo y del sexo, le mera satisfacción de caprichos e
intereses egoístas. La ética de la sexualidad tiene que ayudar a promover el respeto profundo de
la dignidad del ser humano.
Dignidad de la Sexualidad Humana/ Medico
La Organización Mundial de la Salud (OMS) define la salud sexual como "un estado de bienestar
físico, emocional, mental y social en relación con la sexualidad". Incluye no solo la ausencia de
enfermedad o de una disfunción sexual, sino de "un enfoque positivo y respetuoso de la
sexualidad y las relaciones sexuales".
Sexología: Es la ciencia que estudia el sexo. No solamente el sexo que se practica, (relaciones
sexuales). También el sexo al que una persona siente pertenecer, con el que se identifica
(identidad de género); y el sexo hacia el que sentimos atracción mayoritariamente (orientación
sexual).
Sexología educativa
• Abuso y la violencia.
En la actualidad la sociedad está llena de ideas liberales que dominan el comportamiento de las
personas, ocasionando muchas veces una incorrecta comprensión de la sexualidad y una
tendencia a confundir la ética con moralismo. Lo bueno y lo malo no depende de nuestras
valoraciones subjetivas o sociales, sino que cada persona es consciente de lo que es bueno y
malo, por ende, existen conductas sexuales buenas y otras malas; además, no se debe considerar
a la ética ligada a creencias dogmáticas o religiosas, sino como algo independiente. Al igual que
cada función que tiene nuestro cuerpo la sexualidad tiene sus funciones que no podríamos decir a
ciencia cierta que es buena o mala, depende de cómo cada persona la utilice, por ello el
determinar qué es ético y qué no, dentro de la sexualidad depende de la formación que se haya
obtenido. Si hablamos de conductas que no son éticas dentro de la sexualidad podríamos
mencionar temas como; el abuso sexual, la violencia sexual, el exhibicionismo con fines
comerciales, todo tipo de engaño o victimización, la utilización de la sexualidad de una forma no
responsable con riesgo para uno mismo o para nuestra pareja, el ejercicio del poder a través de la
sexualidad, la enseñanza de una sexualidad distorsionada, irreal y mentirosa. Es importante
reflexionar sobre este tema teniendo como base el amor, la responsabilidad, la confianza mutua,
el diálogo y por supuesto la acción más trascendente. La expresión de la sexualidad suele reflejar
los valores y creencias personales en cada momento vital. En nuestra sociedad, la vivencia de la
sexualidad está influenciada por los valores de la cultura judeocristiana y por los de otras
culturas, cada vez más presentes. Dichos valores suelen ir asociados a formas de culpabilizarían
y penalización de la persona que los transgrede. Por otra parte, vivimos en una sociedad de
consumo que ha hecho de la sexualidad un producto más y en la que las relaciones amorosas y
sexuales se banalizan. El consumo compulsivo de la sexualidad se identifica con la felicidad. La
sexualidad también se utiliza como reclamo publicitario y se relaciona, sobre todo, con el
atractivo físico de la juventud y con la seducción para buscar el propio placer,
independientemente del placer y bienestar de la otra persona. En todas las sociedades, las normas
y costumbres relacionadas con la sexualidad tienen que ver con cómo se entienden: El cuerpo y
el placer La finalidad de establecer una relación afectiva y sexual Las sociedades humanas, del
mismo modo que cada una de las personas que las integran, están en constante evolución. En la
actualidad, se observa una tendencia a dotar a las personas de libertad para decidir por sí mismas
sobre la forma cómo quieren vivir su sexualidad. A la moral sexual, la sexualidad banalizada y la
utilización de la sexualidad como instrumento al servicio del consumo, se contrapone otra forma
de entender la sexualidad y las relaciones, basada en los siguientes principios éticos:
Consentimiento Placer y bienestar compartidos Igualdad Honestidad Salud sexual Estos
principios, tal y como explica Félix López, pueden ayudarnos a cometer menos errores, evitar
sufrimientos y disfrutar más y mejor de nuestra vida sexual y amorosa. En definitiva, nos
permiten utilizar la libertad para tomar las mejores decisiones y disfrutar de la mejor salud,
individual y colectiva. La sexualidad en la sociedad actual ¿Qué rasgos presenta la sociedad
actual en relación con la sexualidad? Se ha trivializado y corre el peligro de perder su auténtico
sentido. Se usa para todo: publicidad, ganar adeptos, jugar, buscar el placer, etc. Esta situación
está cambiando las relaciones interpersonales, el matrimonio, además de toda la sociedad. .Existe
una inflación de la sexualidad. Ha sido tan empobrecida, banalizada y corporeizada que ya no
alcanza para satisfacer las necesidades físicas, psicológicas y espirituales de mucha gente. La
sexualidad, que debería ser un medio para la perfección del ser humano se ha convertido, en
algunos casos, en un lastre para el propio desarrollo. ¿No es bueno que la sexualidad haya dejado
de ser un drama, un misterio, un tabú? Hay gente que piensa que un logro de la sociedad actual
ha sido desmitificar la sexualidad, y que esa es una gran conquista. La realidad es compleja,
como lo muestra la aparición de bastantes problemas y situaciones difíciles: matrimonios
Destruidos, familias rotas…pero sobre todo gente que no es feliz, soledad, Corazones vacíos. Un
autoengaño. ¿Existen hoy otros tabúes sexuales? Claro. Algunos de ellos se podrían enunciar así:
¿Pero, si el sexo es algo bueno, por qué no asumir el sexo como algo divertido, placentero, con
naturalidad? Porque, en ningún orden de la vida, se atropella impunemente la naturaleza humana.
La sexualidad tiene implicaciones en toda la personalidad, en toda la vida. Cuando la sexualidad
se vive a la ligera ocurren, se quiera o no, una serie de consecuencias: importante que nos da la
sexualidad para una mejor valoración personal, familiar y social.
Dignidad de la sexualidad humana / religioso
Sin embargo, la aparición de Martin Lutero, en el año 1517, con su reforma protestante, significa
un cambio muy importante, pues rechaza las doctrinas sexuales de San Agustín de que el sexo
era pecaminoso, es decir, rompe el vínculo entre sexo y pecado original. Lutero declara que el
sexo entre un hombre y una mujer era un regalo de Dios, siempre que éste se diera dentro del
matrimonio.
Por ejemplo, algunas religiones consideran la sexualidad como un regalo divino que debe ser
disfrutado dentro del matrimonio, mientras que otras la consideran como un aspecto
problemático de la vida humana que debe ser restringido y controlado. En algunos casos, se ha
utilizado la religión como una herramienta para justificar la discriminación y la violencia en
contra de ciertas orientaciones y prácticas sexuales.
No hay leyes específicas que hablen de la dignidad de la sexualidad humana en Honduras, pero si
existe un marco legal que reconoce y protege los derechos sexuales y reproductivos de las
personas, incluyendo la prevención y el tratamiento de la violencia sexual y de género.
Artículo 11: Derecho a una sexualidad placentera. Todas las personas tienen derecho a
condiciones que les permitan la búsqueda y la expresión de una sexualidad placentera.
Este tipo de propuestas se alejan de las líneas, mucho más conservadoras, que se mantienen en el
ámbito internacional y nacional y por ello es fundamental que sean visibilizadas como
instrumentos alternativos y sobre todo como marco teórico de reflexión para la lucha por el
reconocimiento legal y la implementación de “otras formas” de concebir los derechos sexuales y
reproductivos que ponen en cuestión el actual paradigma.
Además, otros instrumentos como la Convención sobre la eliminación de todas las formas de
discriminación contra la mujer, la Convención sobre los derechos del niño y la Convención
internacional sobre los derechos de las personas con discapacidad, también reconocen la
importancia de proteger la dignidad de la sexualidad humana.
En el ámbito nacional, la dignidad de la sexualidad humana también ha sido protegida por medio
de leyes y regulaciones. Por ejemplo, muchas naciones tienen leyes que prohíben la
discriminación por orientación sexual o identidad de género, y garantizan la igualdad de acceso a
servicios de salud sexual y reproductiva.
“La salud reproductiva es un estado general de bienestar físico, mental y social, y no de mera
ausencia de enfermedades o dolencias, en todos los aspectos relacionados con el sistema
reproductivo y sus funciones y procesos. En consecuencia, la salud reproductiva entraña la
capacidad de disfrutar de una vida sexual satisfactoria y sin riesgos y de procrear, y la libertad
para decidir hacerlo o no hacerlo, cuándo y con qué frecuencia. Esta última condición lleva
implícito el derecho del hombre y la mujer a obtener información y de planificación de la familia
de su elección, así como a otros métodos para la regulación de la fecundidad que no estén
legalmente prohibidos, y acceso a métodos seguros, eficaces y aceptables, el derecho a recibir
servicios adecuados de atención de la salud que permitan los embarazos y los partos sin riesgos y
den a las parejas las máximas posibilidades de tener hijos sanos. En consonancia con esta
definición de salud reproductiva, la atención de la salud reproductiva se define como el conjunto
de métodos, técnicas y servicios que contribuyen a la salud y al bienestar reproductivos al evitar
y resolver los problemas relacionados con la salud reproductiva. Incluye también la salud sexual,
cuyo objetivo es el desarrollo de la vida y de las relaciones personales y no meramente el
asesoramiento y la atención en materia de reproducción y de enfermedades de transmisión
sexual.
La violación es tener relaciones sexuales usando la violencia. Esto ataca el derecho al respeto y a
la integridad moral y física de cada uno provocando una gran secuela que puede durar toda la
vida.
Conclusiones
La protección de la dignidad de la sexualidad humana es crucial para garantizar que todas las
personas tengan acceso a información, educación, servicios y recursos que les permitan tomar
decisiones informadas sobre su vida sexual y reproductiva. También es importante para prevenir
y combatir la discriminación, la violencia y el abuso sexual, y para promover la igualdad de
género y la diversidad sexual.
• https://feminicidio.net/author/feminicidio-net/
• https://www.nuevatribuna.es/articulo/historia/sexualidad-mundocristiano/
20170918143834143458.html
• https://www.eumed.net/rev/caribe/2018/01/sexualidad-sociedad-actual.html
• https://www.scielo.cl/scielo.php?script=sci_arttext&pid=S1726-569X2007000200003
• https://www.caib.es/sites/salutsexual/es/atica_en_las_relaciones_sexuales/