GASTO PUBLICO y Crecimiento Economico

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GASTO PUBLICO

El gasto público es un componente financiero público que se encarga de estudiar el gasto,


déficit y tributaciones ejecutadas por el gobierno. Suele fusionarse con los ingresos
públicos con la finalidad de recaudar el capital necesario para beneficiar el bienestar
social y el equilibrio del uso de recursos.
el Estado Colombiano tiene por mandato del artículo 366 de la Constitución de 1991 la
obligación de invertir prioritariamente en gasto públicos sociales. La teoría del gasto
público es regulada por la Constitución, la cual asigna el papel principal al Congreso para
expedir tanto el Plan y el Presupuesto. Sin embargo, es a partir del Plan de inversiones
presentado por el gobierno que se llevan a cabo los actos de gasto público

Características del gasto público


A continuación, se muestran las características del gasto público más relevantes:
 Su inclusión crediticia de presupuestos requiere de la automatización por parte de
las cortes generales y de ese modo poder hacer uso de los recursos públicos para
cumplir con las programaciones presupuestarias.
 Debe ayudar a solucionar y favorecer las necesidades de la comunidad.
 Tiene que ejecutarse a través de las entidades públicas.
 Es de carácter limitada, debido a que no debe exceder la totalidad de gastos
autorizados por el Poder Legislativo.
 Tiene como finalidad ser de mucho apoyo y utilidad pública.
Tipos de gasto público
Dentro de la clasificación de gasto público se encuentran:
 Gasto de capital: Es el que puede optimizar o mantener la producción de
infraestructura del Estado.
 Gasto de inversión: Es el reparto estatal destinado para la producción de bienes o
adquisición de capital, que aumenta el activo fijo del país y mejora la productividad
de bienes y servicios públicos.
 Gasto corriente: Es la cifre monetaria que se destina a las diferentes operaciones
básicas del Estado.
 Gasto de transferencia: Es la cantidad de dinero que el país concede a las empresas
y hogares de la nación.
Ventajas del gasto público
El gasto público es un componente que cuenta con grandes beneficios como los
siguientes:
 Tiene la capacidad de optimizar la oferta macroeconómica, relacionada con el
mejoramiento de la capacitación laboral y los gastos educacionales.
 Ayuda en la redistribución de los ingresos y promueve el bienestar de la sociedad.
 Proporciona los bienes y servicios que no provee el sector privado como los
puentes, carreteras, hospitales, escuelas y prestaciones sociales que incluye el
desempleo y la discapacidad.
 Le ofrece subsidio a las industrias que necesiten del apoyo económico para realizar
sus operaciones y expandirse. Esto se debe a que el sector privado no tiene la
capacidad de cumplir con estos requerimientos económicos, a diferencia del sector
público que realiza un desempeño importante en la prestación de apoyo.
Ejemplos de gasto público
1. El gasto público se refiere al dinero invertido por parte del sector público para
obtener bienes y prestaciones de servicios de protección social, educación, justicia
y sanidad.
2. Este tipo de gastos permiten a los gobiernos llevar a cabo la producción de bienes
y servicios o comprar los que sean necesarios para lograr el propósito económico y
social del gobierno.
3. Gracias a estos gastos se estimula la macroeconomía en situaciones de crecimiento
bajo, ya que puede aumentar el nivel de la demanda agregada y compensar la falla
de diversos componentes como la caída de bienes de consumo o del capital
empresarial.

Un gasto público adecuado también puede ser eficaz para impulsar el crecimiento
económico, incluso a corto plazo, cuando las limitaciones de la infraestructura o la mano
de obra cualificada se convierten en una restricción efectiva para el aumento de la
producción.
Por lo tanto, el efecto del gasto público en el crecimiento económico puede ser un
indicador completo de la productividad del gasto público. Idealmente, los dos
componentes de dicho indicador deberían ser medibles: la contribución de los productos
del sector público al crecimiento económico y la eficiencia con la que estos gastos
producen sus productos. Al señalar un conjunto de productos del sector público como
especialmente propicios para el crecimiento económico, así como la eficiencia con la que
los gastos contribuyen a la producción del sector público, los estudios empíricos sobre
gastos y crecimiento pueden sugerir formas de mejorar la composición y la productividad
del gasto público. Sin embargo, hay que interpretar con cautela los resultados de estos
estudios, porque no todos los programas públicos están necesariamente orientados al
crecimiento económico y porque el gasto público no es lo único que importa para el
crecimiento económico. Además, la relación entre el gasto público y el crecimiento
económico no es necesariamente unidireccional. El gasto público afecta al crecimiento
económico, pero al mismo tiempo el crecimiento económico puede provocar cambios en
el gasto público agregado (por ejemplo, de acuerdo con la Ley de Wagner)30 o en algunos
de sus componentes (por ejemplo, a través de cambios en la demanda de determinados
servicios públicos).
Es decir, el análisis del gasto público está relacionado con sus impactos derivados de su
asignación a programas de mejoramiento educacional, salud o de infraestructura que
aumenten las capacidades productivas de los factores de producción para incidir
positivamente sobre el crecimiento económico de largo plazo. Sin embargo, hay que tener
en cuenta que este vínculo no es suficiente para asegurar el mecanismo de crecimiento
pues la composición de los presupuestos públicos, si no es adecuada, puede traducirse en
trabas para hacer posible que el gasto público se convierta en bienes y servicios efectivos
para la producción y, por tanto, para la generación de un producto mayor. Asimismo, es
importante destacar que en la práctica el ejercicio del gasto público debe estar
acompañado de medidas tales que refuercen el papel del Estado en cuanto a sus
funciones de supervisión y vigilancia, de manera tal que se eviten situaciones de desorden
en los mercados, además de incorporar aspectos éticonormativos los cuales permitan una
mejora en el accionar de los servidores públicos, a fin de no afectar los resultados
esperados del ejercicio de los presupuestos públicos y la incidencia sobre el producto
genere las externalidades positivas esperadas por el model.

UN POCO DE HISTORIA
la Carta protege y estimula los derechos a la iniciativa y propiedad privada pero, al mismo
tiempo, les impone obligaciones sociales y ecológicas y los sujeta al interés general. De
una parte, la Carta exige que “El Estado, por mandato de la ley, impedirá que se obstruya
o se restrinja la libertad económica y evitará o controlará cualquier abuso que personas o
empresas hagan de su posición dominante en el mercado nacional [2]” y establece la libre
competencia económica como un derecho colectivo que permite a cualquier ciudadano
interponer acciones populares contra cualquier actuación oficial o privada que limite la
concurrencia en el mercado, en detrimento de otros productores o del consumidor.
Pero, de otra parte, permite que la Ley delimite “el alcance de la libertad económica
cuando así lo exijan el interés social, el ambiente y el patrimonio cultural de la Nación”
Por esta razón, otorgo protección absoluta a “Los bienes de uso público, los parques
naturales, las tierras comunales de grupos étnicos, las tierras de resguardo y el patrimonio
arqueológico de la Nación”. Al amparo de esta norma Colombia ha restituido una parte
considerable de su territorio a la propiedad comunal de grupos indigenas y mantiene hoy
una vasta red de parques naturales para la proteccion de la biodiversidad. Y, en forma más
general, la Carta doto al Estado de amplios poderes de intervención “en la explotación de
los recursos naturales, en el uso del suelo, en la producción, distribución, utilización y
consumo de los bienes, y en los servicios públicos y privados” “con el fin de “conseguir el
mejoramiento de la calidad de vida de los habitantes, la distribución equitativa de las
oportunidades y los beneficios del desarrollo y la preservación de un ambiente sano”.
El control de la inflación y el manejo cambiario

La Constitución de 1991 otorgo autonomía al Banco de la República para “regular la


moneda, los cambios internacionales y el crédito”, pero dispuso también que todas estas
funciones “se ejercerán en coordinación con la política económica general”. Estas normas
son similares a las que rigen hoy a Bancos centrales autónomos en otros países
desarrollados y en desarrollo. Como en otras latitudes, buscaron aislar el manejo de la
política monetaria de la intromisión indebida de urgencias políticas del momento y del
beneficio de intereses particulares (a través de cupos de crédito especiales financiados
con emisión monetaria), como había sucedido con frecuencia en el pasado en Colombia y
en muchos otros países. Dos décadas después no cabe duda del éxito que tuvieron estas
normas en facilitar la transición de un régimen de inflación alta y volátil a uno de inflación
baja y estable, así subsista un debate legitimo alrededor del manejo cambiario. Este éxito
beneficia por igual al sector empresarial, que puede planear con mayor certidumbre sus
inversiones y operaciones, como a los asalariados, que antes sufrían con frecuencia
rebajas inesperadas en la capacidad adquisitiva de sus salarios nominales. El más
beneficiado resulto ser el salario mínimo, que aumento enormemente en términos reales
a raíz de la súbita desinflación que se produjo en 1999.

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