Solís Durigo, María Paz - XXXV Jornadas ILH
Solís Durigo, María Paz - XXXV Jornadas ILH
Solís Durigo, María Paz - XXXV Jornadas ILH
Este es el caso de los poetas y líderes guaraní que estudio en este trabajo. Ambos
están vinculados a desplazamientos geográficos en lo que hoy se conoce como Paraguay:
salen de sus territorios, estudian en la Universidad y luego vuelven.
Como plantea Elisa Taber (2019), para leer esta poesía hay que problematizar la categoría
europea de literatura porque esta reduce estos materiales organizados verbalmente a una
variante desarrollada por culturas alfabetizadas.
Al ser heredera de una práctica oral, esta poesía tiende un puente intercultural:
conversa con su memoria ancestral transmitida de generación en generación a través de
la palabra de los abuelos y, al mismo tiempo, al trasladarla a la escritura hoy habilita la
escucha de otros interlocutores (Fall 1992). Tal vez debido a su aprendizaje tardío,
Brígido traduce teniendo especial cuidado en este diálogo intercultural. Un ejemplo claro
se ve en “Naturaleza y persona”. Allí, “tamoï ha jarý’i kuery” no se presenta como
“abuelos y abuelas” (su significado literal). Por el contrario, el poeta busca la
comprensión de sus nuevos lectores no guaraní. “Los abuelos y las abuelas” se muestran
como “los sabios y las sabias”, los transmisores. Por ello, se modifica la categoría de
autor. Ya no hablamos de algo individual, sino comunitario: “sería injusto que me olvide
de ti, mujer floreciente / (…) imposible olvidarme de tus palabras almas / (…) llevarás
contigo tu sabiduría / (…) tus sabios consejos viven en mí” (Eiragi, 2016:19).
Su escritura da voz a los imaginarios silenciados. Se vuelve resistencia. Sus auto-
traducciones son centrales para repensar nuestra literatura continental: su carácter
plurilingüe y pluricultural. Alba aspira crear una literatura paraguaya multicultural y
multilingüe. Para ello, plantea que la literatura debe ampliarse: debe incluir los
fundamentos ecológico-sociales que incorpora en su libro Ñe’ë yvoty. Ñe’ë poty. La flor
de la palabra, la palabra en flor (2016), vinculados a su Buen Vivir (su Teko porã), el
ethos de estas comunidades, que también se interioriza en la poesía de Brígido.
Para comprender esta ampliación de la categoría europea, es necesario explicar
que en guaraní poesía se dice “ñe’ë poty” cuya traducción literal es “palabra florecida” o
“palabra en flor”. Y, que esta noción tiene su origen en las historias sagradas guaraní de
la creación recopiladas en el Ayvu Rapyta1 (1946-1992).
Debemos remontarnos a la noche primigenia: desde la neblina, sentado en su
apyka (su asiento) y al mismo tiempo en que se abre en flor, surge el cuerpo del primero
de todos los dioses (Ñamandu Ru Ete Tenondegua). Ya producida esta escena de creación
conjunta, el dios se para: se hace palabra. De ella luego nacerán las palabras humanas de
sus hijos: los y las guaraní. Y, también, el amor al prójimo.
Para ellos, es imposible separar el concepto de palabra (ayvu o ñe’ë) de su vínculo
espiritual, fundacional, y amoroso con la naturaleza. La palabra es sagrada. Los dioses y
1
Este documento recoge dictados de los anales religiosos de los mbya guaraní del Guairá, cantos
íntimamente relacionados con su modo de vida (Teko porã: Buen vivir). Es el resultado de su traslado de la
oralidad a la escritura en su lengua original, de su función espiritual inicial a ser fuente de estudio en un
contexto diferente. También, incluye notas lexicológicas de León Cadogan -el investigador a cargo-, y una
traducción al castellano-paraguayo que él y los chamanes de estas comunidades realizan en conjunto.
las diosas envían palabras al mundo para que cada uno de los hombres y de las mujeres
las encarnen (se hagan palabra también florecida). Así, estos poseen a su vez una porción
divina. El modo en que un guaraní se dice da la dimensión de su modo de ser. La
identificación es tan plena que se habla de palabra-alma. Por eso, la palabra-alma en flor
es performativa, crea. Y, el territorio guaraní es un espacio cultural: “El camino hacia este
espacio (el del Buen Vivir), que lo predice y lo expresa, es el ñe´ë –la palabra- y -el
ñembo´e– hacerse palabra” (Melià 2017). La metáfora del título de Alba (“la flor de la
palabra, la palabra en flor”) proviene de estas historias de creación que unen el
surgimiento del lenguaje al de la vida vegetal (Melià 2017).
En este sentido, en “Ayvu”, Brígido traduce ayvu (palabra) como “vida”:
“ayvu porã oguejy / ayvu ha’e ñe’ë / ayvu ha’e Ñande Ru Tupã / ayvu ha’e ñande
/ ayvu ha’e jerovia / ayvu ha’e ne ñe’ë”: “la vida que se hace tierra / la vida que
es vida / Vida es nuestro padre Tupã / vida somos nosotros / vida es el alma”
(Bogado, 2009:26-27).
Conclusiones
Como explica Marc Augé (2013), las cosmologías de origen pre-estatal se vinculan con
el futuro desde la profecía. En esta línea, Melià (1995) plantea que, para los guaraní, los
poetas son asimismo profetas. Frente a la crisis occidental, esta literatura (que aporta su
propia imaginación) provee una alternativa posible, un nuevo mapeo. Puede ayudarnos a
crear, a anticipar o inaugurar un futuro (Augé 2013) para todos y para todas (Pratt 2017).
El Buen Vivir se hace desde la palabra-alma encarnada. Es imposible separar el
ayvu (la palabra) de la creación, de lo divino, del equilibrio, de la tierra. Como es
imposible también para estos escritores concebir una literatura que no una lo ecológico
con lo social. La poesía guaraní permite ampliar este concepto europeo a través de la
inclusión de su imaginario ancestral del Teko porã.
Desde la escritura y la auto-traducción de una palabra que da vida, no sólo crean
un espacio de resistencia de una lengua y una cosmovisión de mundo. Cada uno desde su
lugar de enunciación y recorrido particular, también crea uno donde visibilizar sus
demandas hacia las políticas extractivistas, excluyentes y neo-coloniales actuales como
protección de su forma de vida espiritual (su utopía: su alternativa de futuridad ancestral).
En este sentido, las respuestas de ambas voces poéticas culminan construyendo escenarios
de esperanza de cara al futuro:
“Qué luego del invierno llegue la llovizna suave. / Qué los árboles rebroten,
florezcan y den sus / frutos, vayamos al bosque a cosechar los frutos maduros”
(Eiragi, 2016:63).
“La poesía es el sueño de la libertad / (…) Sin el grillete de las dominaciones / La
poesía (…) es la utopía de un mundo mejor / En la libertad de las palabras. (…)
No es tan solo un bello sueño. / Todo es posible en el espacio del bien”. (Bogado,
2019:81).
Bibliografía
● Cadogan, León (1992). Ayvu Rapyta. Textos míticos de los Mbyá-Guaraní del
Guairá. Asunción, CEADUC / CEPAG.
● Duarte, Alba Eiragi (2016). Ñe’ë yvoty. Ñe’ë poty. Asunción, Arandurä.
● Lustig, Wolf (1997). “Ñande reko y modernidad: Hacia una nueva poesía en
guaraní”. Guadalajara, Latin American Studies Association.Melià, Bartomeu
(2017). “El buen vivir se aprende”. Revista Sinéctica, Tlaquepaque, N° 45, 1-12.
● Parodi, Camila (2022). Defensoras: la vida en el centro. Ciudad autónoma de
Buenos Aires: Editorial Chirimbote.
● Pratt, Mary Louise (2017). Los imaginarios planetarios. Buenos Aires, Aluvión.
● Soluri, John, Leal, Claudia y Padua, José Augusto (2022). “Lo ‘latinoamericano’
en la historia ambiental de América Latina”. Un pasado vivo. Dos siglos de
historia ambiental latinoamericana. Ciudad autónoma de Buenos Aires: FCE.