LOS HOYOS NEGROS Y LA CURVATURA DEL ESPACIO-TIEMPO

BIBLIOGRAFÍA: Hacyan, Shahen. Los hoyos negros y la curvatura del espacio-

tiempo. Fondo de Cultura Económica (colección La Ciencia para Todos; 50) 3a
Edición. México. 2003. Pp. 130.
INTRODUCCIÓN: Shahen Hacyan, hizo la licenciatura en física en la Universidad
Nacional Autónoma de México (UNAM) y es Doctor en Física Teórica por la
Universidad de Sussex, Inglaterra. Miembro de la academia Mexicana de Ciencias
e Investigador del Instituto de Física de la UNAM. Su libro “Los hoyos negros y la
curvatura del espacio-tiempo” está constituido por 130 pp., divididas en 7
capítulos, y en cada uno de estos están contenidos de 2 a 5 subtemas,
exceptuando el último capítulo, que es donde se encuentra el epílogo; también
contiene un índice y un apéndice en el que se encuentra un cuadro de masas y
radios de cuerpos celestes. En este libro, podemos apreciar la explicación y
narración de diversas teorías que explican el comportamiento, la formación y el
desarrollo de diversos cuerpo celestes; utiliza un lenguaje ordinario y claro pero
comprensible, lo que hace que sea más fácil de leer este libro.
RESUMEN:
CAPÍTULO I. La Gravitación Universal (pp. 11-19). En este capítulo el autor
explica el fenómeno de la gravedad, con la conocida anécdota de Newton, en el
que sentado debajo de un manzano, le cayó un fruto de éste y por esta razón se
descubrió la gravedad, que no es un fenómeno exclusivo de nuestro planeta, ya
que este fenómeno está presente en todos los cuerpos del Universo; gravedad
también es la razón del movimiento y desplazamiento de los cuerpos celestes.
Shahen también, nos explica “la velocidad de escape”, que es la velocidad
necesaria que requieren los cuerpos para alejarse o escapar, de la atracción
gravitacional que tiene otro cuerpo sobre este. Basándose en este principio, el
científico francés Pierre-Simon Laplace, se planteó la posibilidad de que si un
cuerpo llegara a ser de un tamaño excesivamente grande, y su velocidad de
escape fuera mayor a la velocidad de la luz, haría que los rayos de luz no lograran
escapar de este cuerpo. Y es así como estos cuerpos fueron nombrados por
Laplace como “cuerpos oscuros”.

CAPÍTULO II. La Teoría de la Relatividad de Einstein (pp. 19-33). En el segundo

capítulo, el autor explica la teoría de la relatividad de Galileo, en la cual plantea
que todo movimiento o desplazamiento de un cuerpo es relativo dependiendo del
sistema de referencia en el cual se observa, pero dejando siempre claro que las
leyes de la física no cambian de un sistema a otro, sino que se mantienen iguales
en cualquier sistema. Explica también como a mediados del siglo XIX, el físico
escoces James Clerk Maxwell, demostró que las teorías galileanas, no eran
aplicables a fenómenos electromagnéticos, lo que generaba un problema con la
teoría planteada por Galileo, pero en 1905 el científico Albert Einstein, postulo una
nueva teoría aplicable a los fenómenos electromagnéticos, llamada “Teoría de la
Relatividad”, en la que se plantea que la velocidad de la luz es la misma en
cualquier sistema de referencia y que ningún cuerpo puede alcanzar esta
velocidad exceptuando la luz misma. Los efectos establecidos en esta teoría, son
casi imperceptibles en nuestra vida cotidiana y solo se manifiestan en velocidades
comparables a los de la luz.
La teoría de la relatividad especial, fue planteada, con el propósito de comprender
las fuerzas electromagnéticas; pero esta teoría no puede alcanzar medir otro tipo
de fuerza de la naturaleza, la gravitación, esta fuerza es incompatible, en casos
extremos, con la teoría de la relatividad especial. Poco tiempo después de que
Einstein, formulara la “Teoría de la Relatividad”, el formuló que vivimos en un
espacio-tiempo curvo, y que la gravedad es la manifestación de esa curvatura, se
entiende por espacio-tiempo, un espacio de cuatro dimensiones, tres espaciales
(largo, ancho y alto) y una temporal. Un punto de ese espacio tiempo será un
suceso, especificado por cuatro coordenadas.
CAPÍTULO III. La Muerte de las Estrellas (pp. 42-65). En este capítulo el autor
narra, el nacimiento, desarrollo y muerte de las estrellas. Aclara que la muerte de
estas depende fundamentalmente de su masa, ya que al estar hecha de átomos,
como todos los cuerpos materiales del universo, generan reacciones de fusión
nuclear en su centro, por esto es que las estrellas de masas gigantescas, brillan
más y producen más calor que otras de menor tamaño. Sin embargo esto causa
que gasten más energía nuclear en menos tiempo y por consiguiente que lleguen
a vivir menos. El autor concluye que dependiendo de la masa de una estrella, su
fin puede tomar 3 formas distintas: enana blanca, estrella de neutrones y hoyo
negro.
Hacyan comenta sobre las enanas blancas, estas son estrellas, que han
alcanzado la etapa final de su evolución y cuando agota su combustible nuclear,
la presión interna no puede contrarrestar su propia fuerza gravitacional y la estrella
se contrae hasta alcanzar una nueva forma. En una enana blanca, la materia se
comprime tanto que los núcleos atómicos se pegan, hasta que se forma una red
cristalina, en esta red los electrones se mueven rápidamente formando un “gas de
electrones”. Después de esto la enana blanca sigue agotando su calor, hasta
volverse enana roja y finalmente un cuerpo totalmente apagado al que se le llama:
enana negra.
Para las estrellas de neutrones el autor comenta que los electrones y los protones
que la conforman, al no poder detener la compresión se fusionan entre ellos,
formando neutrones, el resultado de esto es la llamada estrella de neutrones o
pulsares, llamados así porque en estas estrellas, su campo magnético es tan
intenso que acelera a los electrones a velocidades cercanas a la luminosa y los
hace radiar en formas de ondas de radio principalmente. Las enanas blancas, es
un cuerpo de solo unas decenas de kilómetros de radio y tan denso como un
núcleo atómico “una cucharada de la materia de una de estas estrellas pesa unos
cien millones de toneladas”.
 Por último el autor nos habla sobre hoyos negros y explica que se forman cuando
estrellas extremadamente masivas se contraen hasta comprimirse en un punto de
tamaño nulo, donde la fuerza gravitacional es infinita, a este punto se le llamó
singularidad del hoyo negro, por esto el colapso gravitacional de dicha estrella
debe terminar en la formación de un hoyo negro. La luz puede cruzar el horizonte
de un hoyo negro en un solo sentido: de afuera hacia adentro, y lo que ocurre
dentro del horizonte esta eternamente desconectado del resto de universo,
concluye el autor.
CAPITULO IV. La Detección de los Hoyos Negros (pp. 65-81). En este capítulo el
autor explica cómo es que se pueden detectar y localizar los hoyos negros; esto
se debe a que cuando un hoyo negro atrae materia, logra liberar enormes
cantidades de energía, ya que cuando un cuerpo cósmico “como una estrella que
está rodeada de gas”, es atraído por un hoyo negro, el cuerpo y el gas que lo
rodea se calienta por la fricción que se da entre los choques de sus moléculas y
genera una gran cantidad de energía, que liberada, es la que delata la presencia
de un hoyo negro. Por último el autor explica que al fenómeno de atracción en el
que un cuerpo cósmico atrae gravitacionalmente y absorbe el gas de sus
alrededores se le ha llamado acreción.
En cuanto a los hoyos negros en sistemas binarios, en varias ocasiones se
pueden encontrar un par de estrellas, amarradas entre sí por su mutua fuerza de
atracción gravitacional; también es muy común encontrar a estrellas en un sistema
binario, en el que cada una gira alrededor de la otra. Cuando una de las estrellas
que forman parte de un sistema binario empieza a crecer más rápidamente que la
otra, puede llegar a transformarse en un hoyo negro y si la otra de un tamaño
menor a su vez sigue desprendiendo gas y este gas es absorbido por el hoyo
negro, se puede llegar un disco luminoso alrededor del hoyo negro, a este disco
se le denomina disco de acreción. Se calcula que el gas que forma el disco de
acreción puede alcanzar temperaturas de millones de grados centígrados, debido
a la fricción que se da entre sus moléculas por la fuerza de atracción gravitacional
que se da en el hoyo negro e incluso se cree que este disco de acreción llega a
emitir rayos X.
Hay cuerpos cósmicos denominados cuasares, que se encuentran a miles de
millones de años luz de distancia. Estos cuasares son los objetos más misteriosos
que hayan descubierto los astrónomos, ya que a pesar de que se encuentran a
miles de millones de años luz de nuestra galaxia, es visible desde nuestro planeta
a través de un potente telescopio; para que un cuerpo cósmico que a está a tal
distancia sea visible se calcula que tiene que ser tan brillante como mil billones de
soles o mil galaxias. Y aún más sorprendente que el hecho de que un cuasar sea
visto desde la Tierra o de que este tan lejano, es el hecho de que un cuasar ni
siquiera excede el tamaño de nuestro Sistema Solar.
Un descubrimiento muy importante en la historia de la astronomía es la expansión
del universo, este descubrimiento se pudo dar gracias a que se ha observado que
las galaxias se alejan unas de otras a una velocidad proporcional a la distancia
entre ellas. Si este descubrimiento es verdadero se puede asegurar que
anteriormente el universo debió de estar concentrado a densidades mucho más
altas que actualmente, y por lo tanto el propio Universo debió tener un inicio.