Consagración San José

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CO 33 DÍAS DE PREPARACIÓN EN HONOR A

LOS 33 AÑOS DE VIDA DE JESÚS

Día: 1 Horario: …………………………… Característica Musical: Himno a San José Tema: Consagración a San José
 Característica musical del programa
 Presentación del programa (Jingle)
Saludo Sean todos bienvenidos a este espacio, en el que realizaremos la Consagración a San
: José en este Año Jubilar dedicado a Nuestro Padre Espiritual, a través de las ondas
radiales de Radio María. Pero antes, es importante ponernos en sintonía con Dios a
través de la oración. Así que todos juntos digamos: En el nombre del Padre…………..
Oració Oh Espíritu Santo, Amor del Padre, y del Hijo, Inspírame siempre lo que debo pensar, lo
n: que debo decir, cómo debo decirlo, lo que debo callar cómo debo actuar, lo que debo
hacer, para gloria de Dios, bien de las almas y mi propia Santificación. Espíritu Santo,
Dame agudeza para entender, capacidad para retener, método y facultad para
aprender, sutileza para interpretar, gracia y eficacia para hablar. Dame acierto al
empezar dirección al progresar y perfección al acabar. Amén
Espacio musical dedicado al Espíritu Santo
Voz 1 Queridos hermanos, Nuestro Santo Padre Francisco, con motivo del 150º Aniversario
de la Declaración de San José como Patrono de la Iglesia Universal, declaró para este
tiempo como el año Jubilar a San José, según la carta apostólica Patris Corde; con
Coarazón de Padre. El Papa Francisco nos comparte sus reflexiones a través de esta
carta, sobre la figura extraordinaria de San José, tan cercana a nuestra condición
humana. En esta carta nos invita a que nos acerquemos más a San José para encontrar
en él un intercesor, un apoyo y una guía en estos tiempos de tanta dificultad.
Voz 2 A veces creemos que conocemos plenamente a San José, que comprendemos su grandeza
y el amor que nos tiene; sin embargo, esta consagración de los 33 días nos revelará sus
maravillas como nunca antes!. Nuestro Señor quiere dirigir de una manera más intensa
nuestros corazones, familias, parroquias, diócesis y a toda la Iglesia hacia San José.
Hoy es el tiempo de consagrarse a San José! Dios le está diciendo a su Iglesia que para
defender el matrimonio y la familia, elevar la moral, recuperar el terreno perdido y
ganar almas para Jesucristo, necesitamos traer a San José al campo de batalla. ¡Él es el
Terror de los Demonios! Con su poderosa paternidad espiritual, su increíble amor por
sus hijos espirituales, y su constante intercesión, ¡la Iglesia podrá renovarse como una
luz para las naciones, una hermosa ciudad sobre la colina!, tal como nos dice en Mt 5,14-
16.
Voz 1 Sin duda, se preguntarán ¿qué es exactamente consagrarse a San José? Bien,
básicamente significa que tú reconoces que él es tu padre espiritual y que quieres ser
como él. Para demostrarlo, te encomiendas por entero a su cuidado paternal para que él
amorosamente te ayude a adquirir sus virtudes y alcanzar la santidad. La consagración
total a San José significa que, mediante un acto formal de confianza filial, te
encomiendas a tu padre espiritual para que él pueda tomar bajo su cuidado tu bienestar
espiritual y llevarte a Dios. La persona que se consagra a San José quiere estar lo más
cerca posible de su padre espiritual, al punto de asemejarse a él en virtud y santidad.
San José, por su parte, dará a sus consagrados su amorosa atención, protección y
dirección.
Voz 2 No les parece fantástico hermanos consagrarnos a San José? Y los que hicieron su
consagración a María, quizás se pregunten…¿puedo también consagrarme a San José?
Claro que sí! Nada les impide también consagrarse a San José. Por el contrario, Dios
quiere que todos sus hijos estén bajo los cuidados amorosos de una madre y un padre….
Pero ahora qué tal si nos vamos a una pausa musical, antes de iniciar con la consagración.
Pausa musical dedicado a San José
Voz 1 Ya de retorno al programa, iniciaremos con la consagración del Día 1: bajo el título de
¿Por qué consagrarse a San José? San Pedro Julián Eymard nos plantea la siguiente
reflexión: “Cuando Dios desea elevar a un alma a mayores alturas, la une a San José
dándole un gran amor por el buen santo”. Quieres ascender a mayores alturas en la vida
espiritual? La consagración a San José lo logrará. Muchos cristianos se han consagrado
a la Santísima Virgen María para unirse más a Jesús. Sin duda, la consagración a María
es una de las mejores cosas que puedes hacer por tu vida espiritual. Lo esencial de la
consagración mariana es que te ayuda a convertirte en “otra María” para Jesús; es
decir, en una compañía fiel, amorosa y confiable del Salvador. La consagración a San
José tiene un efecto similar.
Voz 2 La consagración a San José te ayudará a convertirte en “otro José” para Jesús y María.
Es decir, cuando te entregas totalmente a San José, ¡te conviertes en una compañía fiel,
amorosa y confiable de Jesús y María! En el Nuevo Testamento leemos que “Jesús iba
creciendo en sabiduría, en estatura y en gracia delante de Dios y de los hombres.” (Lc
2,52) bajo el atento cuidado de sus padres. Ese “crecimiento” puede también sucederte
si te encomiendas al cuidado paternal de San José. San Bernardo de Claraval explica en
qué consiste esto: Quién y qué clase de hombre fue este bendito José, que por su
nombre se puede deducir que — excepcionalmente — mereció ser tan honrado que se lo
reconoció y llamó el padre de Dios. Esto se puede inferir de su propio nombre cuyo
significado es “el que hace crecer.” San José es, pues, “el que hace crecer.” No sólo te
ama paternalmente, sino que tiene el poder de hacer crecer la presencia de Dios en tu
vida y elevarte a mayores alturas en tu vida espiritual. Durante siglos, este “secreto” de
San José estuvo oculto, aunque los Santos, los místicos y un puñado de Papas lo sabían.
Ahora te toca a ti descubrirlo.
Voz 1 ¡Ahora es el tiempo de San José! La Iglesia y el mundo tienen una gran necesidad de San
José. Lo necesitamos para que nos ayude a regresar al amor de Jesús y para llevar una
vida llena de virtudes. Asimismo, necesitamos desesperadamente la protección de San
José. La familia — que es el fundamento de la sociedad — se encuentra bajo ataque. La
familia de Dios — la Iglesia Católica — también sufre ataques violentos del mundo, de la
carne, del demonio y de algunos de sus propios hijos. Necesitamos que San José nos
proteja. Él es nuestro amoroso y misericordioso padre espiritual; un hombre santo,
fuerte y siempre dispuesto a ayudar. San José está unido eternamente a Jesús, a María
y a la Iglesia. Así como protegió a la Sagrada Familia, nos protegerá a nosotros siempre
que nos encomendemos a su corazón paternal y a sus cuidados espirituales.
Voz 2 San José es tu padre espiritual. Todos los hijos se parecen a sus padres, y si tú eres
hijo(a) de San José, tienes que parecerte a él, especialmente por la imitación de sus
virtudes y por su fidelidad a Jesús y María. San José cumple un rol vital (dador de vida)
en nuestro crecimiento espiritual y nuestro bienestar. Ésta es la esencia de la
consagración a San José. El Beato Guillermo José Chaminade lo explica muy bien.
Afirma: San José no fue un instrumento pasivo en la gran obra de nuestra salvación;
cumplió un rol muy activo, y por este motivo fue parte de los consejos misericordiosos
de la Sabiduría Encarnada. El amor misericordioso de Dios te dio a San José para que
sea tu padre espiritual. ¿Estás listo para ascender a mayores alturas en la vida
espiritual? ¿Estás preparado para acercarte más a Jesús y María, para vivir y crecer en
la virtud? Entonces, ¡a buscar a José! Escuchemos las palabras de San Pedro Julián
Eymard: “Nos vamos a consagrar a San José. Pondremos a sus pies todo lo que somos y
todo lo que tenemos”
Pausa musical dedicado a San José
Voz 1 Continuando con este primer día de consagración a San José, veamos el título de ser
Ilustre descendiente de David: Los profetas del Antiguo Testamento siempre
mantuvieron que el Mesías surgiría de la semilla de David, el gran rey y héroe por quien
los judíos sienten tanto orgullo. El primero que declaró la profecía fue el profeta Natán
al mismo rey David: Pues bien, ahora el Señor te anuncia que te fundará una dinastía.
Cuando tu vida se acabe y descanses con tus antepasados, mantendré a tu
descendencia, a un vástago salido de tus entrañas, y consolidaré su reino. Él construirá
una casa en mi honor y yo consolidaré para siempre su trono real (2 Samuel 7:11-13)
Voz 2 José era descendiente de la sangre real de David. Los Evangelios de Mateo y Lucas
muestran que el linaje de José proviene del rey David. Aunque Jesús no es el hijo
biológico de José, él es el hijo de José por ley y por lo tanto, posee los derechos legales
para considerarse descendiente del rey David. El ángel que instruye a José que lleve a
María a su casa lo llama “Hijo de David” (Mateo 1:20). El ángel le recuerda sus
antepasados reales y el papel que Dios le ha dado en la venida del Mesías. Dios nos da a
cada uno de nosotros un papel en Su plan de salvación. Has nacido para este momento
(Esther 4:14). Reflexiona en el papel que Dios te ha dado y en las personas que te ha
confiado.
Voz 1 Oremos: San José, ora por mí para que pueda tener la gracia de llevar a cabo mi
papel y cuidar a las personas que Dios me ha confiado. Amén.
Hermanos, a partir de estas reflexiones tenemos un reto diario que nos dice: Reflexiona
en tu identidad glorificada como hijo de Dios Padre y cómo estás ayudando a que
aquellos que se te han confiado para su cuidado, estén más cerca de Dios.
Ahora rezaremos las Letanías de San José.
Voces Señor, ten piedad de nosotros. Celoso defensor de Cristo,
1y2 Cristo, ten piedad de nosotros. Jefe de la Sagrada Familia,
Señor, ten piedad de nosotros. José, justísimo,
Cristo óyenos. Cristo óyenos. José, castísimo,
Cristo escúchanos. Cristo escúchanos. José, prudentísimo,
Dios Padre celestial, ten misericordia de nosotros. José, fortísimo,
Dios Hijo, Redentor del mundo, ten misericordia José, obedientísimo,
de nosotros. José, fidelísimo,
Dios Espíritu Santo, ten misericordia de nosotros. Espejo de paciencia,
Santa Trinidad, un solo Dios, ten misericordia de Amante de la pobreza,
nosotros. Modelo de trabajadores,
Santa María, ruega por nosotros. Gloria de la vida doméstica,
San José, ruega por nosotros. Custodio de Vírgenes,
Insigne descendiente de David, Amparo de las familias,
Luz de los Patriarcas, Consuelo de los atribulados,
Esposo de la Madre de Dios, Esperanza de los enfermos,
Casto guardián de la Virgen, Patrón de los moribundos,
Terror de los demonios,
Padre nutricio del Hijo de Dios,
Protector de la Santa Iglesia,

Cordero de Dios, que quitas los pecados del mundo: Perdónanos, Señor.
Cordero de Dios, que quitas los pecados del mundo: Escúchanos, Señor,
Cordero de Dios, que quitas los pecados del mundo: Ten misericordia de nosotros.
V. Le estableció señor de su casa.
R. Y jefe de toda su hacienda.
Oremos: Oh Dios, que en tu inefable providencia, te dignaste elegir a San José por Esposo de tu Santísima
Madre: concédenos, te rogamos, que merezcamos tener por intercesor en el cielo al que veneramos como
protector en la tierra. Tú que vives y reinas por los siglos de los siglos. Amén
Voz 1 ( Invitación al Día 2 de consagración)
(Despedida)

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