Contesto Demanda de Alimentos
Contesto Demanda de Alimentos
Contesto Demanda de Alimentos
I. PETITORIO
Que, por convenir a mi derecho y al amparo del Art.2 inciso 20 de la Constitució n Política
del Estado Peruano – Derecho de Petició n, concordante con lo señ alado en el inciso 14 del
Art.139° del mismo cuerpo Constitucional – Derecho a la Defensa, dentro del plazo de ley,
ABSUELVO LA DEMANDA incoada a mi persona; y, SOLICITANDO a su despacho que se
declare INFUNDADA, bajo los fundamentos fá cticos y jurídicos que a continuació n paso a
detallar:
OCTAVO: Con respecto al décimo fundamento, resulta relevante subrayar que hasta la
fecha el demandado ha mantenido un cumplimiento econó mico irregular y mínimo, que no
guarda consonancia con la verdadera situació n de mi hijo menor. En este sentido, su
NOVENO: Con relació n al undécimo punto, el demandante hace hincapié en una ocasió n
en la cual efectivamente solicité que asumiera el cuidado del menor durante un fin de
semana, en vista de un viaje que tenía planeado a México. Sin embargo, observo con
perplejidad el propó sito subyacente de esta alegació n por parte del demandante. Mi
desconcierto radica en el hecho de que este argumento respalda precisamente lo que he
mantenido en mis declaraciones: mi voluntad de fomentar el vínculo entre el demandante
y el menor.
Resulta llamativo que este fundamento, de hecho, refuerza mi posició n de que soy la parte
que impulsa y facilita la interacció n entre el demandante y el menor. Este aspecto es
confirmado por la abundancia de fotografías que e demandante ha incluido en su
demanda, donde se evidencia de manera incontestable el só lido acercamiento de un padre
hacia su hijo. Este conjunto de imá genes ofrece un testimonio tangible de la relació n
padre-hijo que he buscado propiciar, y este esfuerzo es ampliamente conocido por el
demandante.
En principio, situació n tal como sucedía cuando convivíamos, el horario de trabajo del
demandante es prá cticamente la mayor parte del día, ello sin considerar los viajes
recurrentes que realiza tanto al interior como fuera del país, propios de su trabajo.
En segundo lugar, y teniendo en cuenta la primera razó n, me da la grave sospecha que el
demandante cumpla con la amenaza que me propinó antes de rompiera la relació n
convivencial, es decir, quitarme a mi hijo y que la encargada de cuidarlo iba a ser su madre
o una persona ajena, situació n que resultaría poco razonable e inapropiada, dado que la
madre del demandante es una persona de edad avanzada que no reside en la ciudad de
Lima, asimismo, recalco que mi persona ha sido la ú nica comprometida en su totalidad con
el cuidado y bienestar del menor, pues no solo por el hecho que ha convivido mayor
tiempo conmigo, sino que también resulta que desde su nacimiento hasta la actualidad he
mantenido una dedicació n constante y abnegada a favor de mi menor hijo.
En tercer lugar, recalco que el demandante no conoce acerca de los cuidados rigurosos de
mi menor hijo, pues nunca ha demostrado interés en involucrarse en su enfermedad,
asimismo, cada que nuestro hijo tiene una crisis asmá tica, el demandante siempre me ha
pedido que lo automedique sin ser este un especialista en pediatría, lo que me deja con
mucho temor dejarlo al cuidado de nuestro hijo sin mi supervisió n, ya que la mayor parte
del tiempo soy yo la que ha velado por su salud y ha estado en cada atenció n y/o
emergencia médica.
En cuarto lugar, se recalca que el señ or a la fecha se encuentra demandado por alimentos
debido a los fundamentos ya señ alados, por tanto y en concordancia con el Art. 97 del
Có digo del Niñ o y del Adolescente, no cabría motivación alguna que dicho proceso siga
DECIMO CUARTO:
En lo que respecta a los restantes puntos presentados en la demanda en cuestió n, es
preciso señ alar que estos argumentos se caracterizan por ser desgastados, inveraces y
carentes de precisión. Resulta relevante destacar que, desde el inicio del presente añ o, a
raíz de las diversas acciones legales emprendidas por el demandante, se ha observado un
cambio en su conducta hacia mi hijo menor. Ha empezado a mostrar interés en sus
actividades académicas y ha establecido comunicació n telefó nica con el menor. Estas
actitudes son significativas, ya que contrastan de manera notable con el comportamiento
previo del demandante. En efecto, es importante recalcar que he sido yo quien ha asumido
la responsabilidad exclusiva del cuidado y bienestar del menor todos los días del añ o,
desde su nacimiento hasta la actualidad. He proporcionado un entorno propicio para su
desarrollo ó ptimo, atendiendo tanto a su salud física como emocional en cada etapa de su
crecimiento.
POR TANTO:
Pido a usted Señ ora Juez, tenga por contestada la demanda, tramítese con arreglo a Ley y
en su oportunidad sírvase declarar INFUNDADA la demanda interpuesta en mi contra.