Planificación Estratégica

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PLANIFICACIÓN

ESTRATÉGICA
La puesta en marcha y posterior crecimiento de un negocio requiere de un cuidado planteamiento a
través del que se determinan las metas a alcanzar y qué se va a hacer para lograrlas. Por eso, todas
las fases del proceso de planificación resultan igualmente importantes y no hay que saltarse ninguna.

Lo primero que hay que hacer es abordar la planificación estratégica para definir la misión, visión,
análisis y el planteamiento estratégico de la organización. Dicho de otro modo, a través de ella se
establecen los objetivos que la empresa quiere lograr a largo plazo, y los cursos de acción que son
necesarios para poder alcanzarlos.

Precisamente por ello, la planificación estratégica es un proceso integral que tiene en cuenta lo que
ocurre tanto dentro como fuera de la empresa.

A partir de un análisis DAFO se determinan las debilidades internas de la organización, las


amenazas que hay en el mercado, las fortalezas de la empresa, y las oportunidades que hay para ella
en el entorno empresarial. Con estos datos se pueden empezar a definir los objetivos
estratégicos que actuarán a modo de guía en todas las decisiones que deban tomarse en el negocio,
en la asignación de recursos, y en todas las actividades que se van a llevar a cabo.

Los objetivos marcados deben ser siempre SMART. Específicos (Specific), medibles (Measurable),
alcanzables (Attainable), relevantes (Relevant) y a tiempo (Timely).

FASES DEL
PROCESO DE
PLANIFICACIÓN
Nos encontramos inmersos en plena era digital donde la tecnología y la globalización tienen una
gran importancia en el mercado. En este entorno tan competitivo, optimizar las distintas fases del
proceso de planificación es indispensable para que las empresas puedan lograr sus principales
metas.

Gestionar de forma eficiente la cartera de proyectos e innovación es indispensable para garantizar un


alto nivel de competitividad en el mercado actual. Con un buen proceso de planificación, es mucho
más sencillo lograrlo y así alcanzar los principales objetivos fijados.
CÓMO GESTIONAR
LA CARTERA DE
PROYECTOS DE
INNOVACIÓN
 Redacción
 octubre 11, 2022
Saber cómo gestionar la cartera de proyectos de innovación es vital para las empresas. Hacerlo mal,
o directamente no hacerlo, puede tener un alto coste que se materializa en forma de pérdida de
importantes oportunidades en el mercado.

¿QUÉ ES LA INNOVACIÓN
EN LA EMPRESA?
La innovación es algo que puede darse de manera consciente y planificada, e incluso de forma
inconsciente. Se trata de un proceso que lleva a mejorar cualquiera de las actividades que se
llevan a cabo dentro de la empresa.

Por ejemplo, podríamos innovar en algunos de los productos que tenemos en el mercado, pero
también podríamos mejorar los procesos de gestión de personal, de marketing, etc.

Hay dos formas básicas de innovar:

 Mejorando los procesos corporativos y haciéndolos más eficientes.

¿POR QUÉ
Ideando nuevos productos o servicios para lanzar al mercado, o

ES TAN IMPORTANTE LA
INNOVACIÓN
EMPRESARIAL?
Las necesidades de los consumidores cambian a lo largo del tiempo, unas veces más rápido que
otras, y las empresas no pueden quedarse atrás. Si su forma de trabajar, o lo que ofrecen, no
puede satisfacer las necesidades del público, ese negocio está condenado al fracaso.
Pero no basta solo con innovar, hay que saber gestionar bien ese proceso para sacarle el máximo
partido posible.

LA CARTERA DE
PROYECTOS DE
INNOVACIÓN
Hay ideas que aparecen en la mente de quien las tiene de una manera muy definida, y hay otras que
son tan solo un esbozo. No importa, todas ellas son un ejercicio de innovación y deben ser tenidas en
cuenta.

La cartera de proyectos de innovación es el espacio en el que vamos a recoger las diferentes ideas
novedosas que hayan surgido en la empresa. Algunas provendrán de quienes están especialmente
encargados de la innovación, y otras pueden haber sido sugeridas por empleados cuya labor no está
relacionada directamente con la mejora de los procesos o los productos, pero todas las ideas son
importantes.

Como decíamos, en la cartera de proyectos de innovación vamos a dejar constancia de todas esas
ideas y luego las iremos analizando, determinando cuáles son viables de llevar a cabo y cuáles hay
que descartar. Es algo así como un banco de ideas.

Si las ideas no surgen de manera espontánea, o hace falta innovar en un determinado ámbito y no se
sabe muy bien cómo, se puede recabar la ayuda de especialistas externos a la empresa, como
una consultora innovación tecnológica.

Lo importante es que esa cartera nunca esté vacía. Aunque muchas de las ideas propuestas no se
lleven a cabo, es bueno que haya movimiento innovador, y que el equipo sea capaz de ir más allá de
su zona de confort. Además, incluso las ideas descartadas pueden servir luego como base de otras
que sí podrían convertirse en realidad.

¿CÓMO SE GESTIONA LA
CARTERA DE PROYECTOS
DE INNOVACIÓN?
La mejor guía la encontramos en el estándar ISO 56000 sobre la Gestión de la Innovación. En
resumen, dicha gestión de una cartera de proyectos de innovación implica:

Facilitar el acceso a la misma


Lo primero que debemos hacer es establecer los canales de comunicación necesarios para que
cualquier persona de la empresa que haya tenido una idea relacionada con la innovación la
pueda depositar en este banco de ideas.
Promover el Liderazgo y el apoyo
Tanto desde la Gerencia de la empresa como desde los trabajadores, se debe fomentar una cultura y
compromiso de empoderamiento de las ideas innovadoras, así como también un seguimiento cercano
de la estrategia de gestión de la innovación para poder sacar el máximo partido a las nuevas ideas.

Definir los criterios de evaluación


En el siguiente paso hay que comenzar el cribado, eliminar las propuestas de innovación que no son
viables y elegir aquellas que sí podrían llevarse a la práctica. Lo que se suele hacer en estos casos es
evaluar los proyectos por fases a fin de reducir su nivel de riesgo.

Si no hay criterios de elección objetivos, las ideas se elegirán utilizando criterios no adecuados. Por
ejemplo, escogiendo una opción solo porque le ha gustado al jefe, o descartando otra porque parece
muy cara.

Partimos de la base de que la innovación es una inversión, por lo que una buena forma de evaluar las
propuestas es partir de criterios financieros como VAN (Valor Actual Neto) y TIR (Tasa Interna
de Retorno).

Hay otros criterios muy útiles:

 Impacto estratégico: para determinar si innovamos porque sí o porque es una respuesta


frente a la competencia o a una necesidad de los consumidores.
 Viabilidad tecnológica: se examina si la empresa tiene tecnología suficiente para
desarrollar esa innovación, o si podría adquirirla en el mercado, o contratarla con un
proveedor externo.
 Viabilidad comercial: se centra en saber si un nuevo producto o servicio, o la mejora de
uno anterior, puede resultar de verdad interesante en el mercado.
 mejorando los que ya se están vendiendo.

PLANIFICACIÓN
OPERATIVA
La planificación estratégica tiene un carácter más general, mientras que la operativa es mucho más
específica. Se centra en lo que hay que hacer para alcanzar esos objetivos SMART que acabamos de
mencionar.

Consiste en convertir la estrategia de la empresa en un conjunto de acciones concretas y


detalladas que servirán para ir cumpliendo objetivos a corto plazo. Para ello, define la forma en
que se han de realizar las tareas diarias en la empresa, y determina la forma más óptima de
aprovechar los recursos.

Su puesta en práctica requiere, en primer lugar, convertir los objetivos estratégicos en objetivos
operativos más pequeños y cuantificables. Cuando estos están claros, se procede a diseñar planes
de acción que permitan su consecución, y a definir el sistema de monitorización para supervisar si se
están logrando los resultados esperados. Después, se hace una asignación de recursos humanos,
materiales y financieros, y se empieza a trabajar para alcanzar las metas marcadas.
5 DIFERENCIAS
PRINCIPALES
Seguro que ya tienes claro que planificación operativa y estratégica no son lo mismo, a pesar de estar
estrechamente ligadas entre sí y ser ambas imprescindibles para que las empresas logren sus
objetivos. A pesar de ello, no es mala idea profundizar un poco más en ambos conceptos para ver de
forma más clara las diferencias entre ellos.

Tiempo
La planificación estratégica se centra en los objetivos que la empresa quiere lograr a largo plazo, lo
que suele englobar un período de tres a cinco años. Por el contrario, la planificación operativa está
centrada en el corto plazo, normalmente se orienta a los objetivos que se desean conseguir dentro de
un año fiscal.

Objetivos
El plan estratégico habla de objetivos genéricos que son perseguidos por la compañía en su
conjunto. Mientras que el plan operativo va mucho más al detalle y establece metas para cada
departamento. La conjunción de los objetivos establecidos para cada departamento, permite
avanzar en el camino hacia el logro de las metas empresariales.

Responsables del diseño

El plan estratégico lo define la dirección de la organización, pero el plan operativo de cada


departamento lo define el líder o líderes responsables del mismo. Así, el departamento
de marketing diseña y aplica su plan operativo, el de finanzas, el suyo, etc.

Presupuesto
El plan estratégico se realiza a través del presupuesto definido específicamente para el mismo.
Luego, parte del presupuesto general se va destinando a los diferentes proyectos operativos.

Informes
Los informes sobre el plan estratégico se presentan de forma trimestral o anual, e implican de
manera directa al equipo ejecutivo de la empresa. Por el contrario, los informes sobre la
planificación operativa se elaboran en el correspondiente departamento, y se suelen revisar
de manera mensual y trimestral.

CARACTERÍSTIC
AS
Planificación estratégica
 Se orienta al largo plazo.
 Tiene un enfoque integral que engloba todos los aspectos relevantes de la empresa.
 Es flexible y adaptable. Si se produce un cambio en el entorno, la estrategia puede
ajustarse para hacer frente a los desafíos.
 Tiene un enfoque global y sistémico, no analiza los departamentos de forma aislada, sino
que quiere integrarlos y que haya coherencia entre las diferentes partes de la organización.
 Enfoque interno y externo. Analiza el entorno externo de la organización, pero también
valora los recursos y capacidades internas a la hora de fijar los objetivos.
 Involucra a diferentes actores dentro de la empresa.
 Su principal objetivo es obtener una ventaja competitiva que sea sostenible.
Planificación operativa
 Está orientada al corto plazo, entre uno y tres años.
 Su enfoque es muy concreto y detallado, centrándose en las acciones que hay que llevar a
cabo en cada departamento.
 Es el puente para implementar la planificación estratégica.
 Se centra en hacer un uso eficiente de los recursos.
 Requiere una supervisión constante de los progresos.
 Es flexible y se puede adaptar a los cambios si es necesario.
 Requiere una buena comunicación y una colaboración estrecha entre los encargados de
su aplicación.
Planificación operativa y estratégica son dos herramientas que resultan fundamentales cuando se
trata de llevar a cabo una gestión empresarial exitosa. Si quieres ayuda con tus proyectos, ponte
en contacto con nosotros y te ayudaremos a desplegar todo su potencial.

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