Tema 2. El Arte Del Quattrocento Italiano

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Tema 2. El arte del Quattrocento italiano. Arte II: Moderno y Contemporáneo.

Miguel Gámez Ruiz. Grado en Historia. Curso 21-22.

Tema 2. El arte del Quattrocento italiano

1. Arquitectura

En el Quattrocento se produjo un fenómeno reinterpretativo de los elementos de la


arquitectura clásica. Como solución del espacio constructivo se utilizan bóvedas de
cañón, arcos de medio punto y cúpulas. Se buscan las proporciones, la perspectiva y la
racionalización de la luz. Entre los motivos decorativos destacan los medallones,
candelieri y hornacinas. Hay influencia de los tratadistas y una edificación preferente de
Iglesias basilicales, palacios urbanos y villas de recreo.

Filippo Brunelleschi: fue arquitecto, escultor y orfébre. Participó en dos concursos,


perdiendo el primero y alzándose vencedor en el segundo (1518); motivo por el cuál
construyó la cúpula de la Iglesia de Santa María del Fiore. En ella levanta una
monumental cúpula coronada por linterna, compuesta por dos cúpulas superpuestas, la
del interior esférica y la del exterior ojival. Pero la consolidación del nuevo lenguaje
renacentista se dará en el Hospital de los Inocentes, su Capilla Pazzi y Santo Espíritu.
Llegó a utilizar el arco de medio punto, columnas estriadas, bóvedas de cañón y la
cubierta plana de madera. Fue el creador del dado brunelleschiano, una solución
consistente en incorporar sobre el capitel de una columna un fragmento de entablamento
a modo de cimacio. Utilizó en las plantas centralizadas la contraposición de los
volúmenes elementales cubo-esfera, que lograron la armonía y la unicidad del espacio.

León Batista Alberti: fue el mayor exponente del tratado teórico sobre arquitectura.
Entiende la belleza como euritmia (armonía) y equilibrio (simetría), busca un tipo ideal,
y considera al hombre como medida de la arquitectura. También subordinó los órdenes
arquitectónicos a los muros. En 1446 realizó por encargo el Palacio Rucellai sobria
construcción de cuatro cuerpos en torno a un patio central, con galerías de arcos sobre
columnas y pilastras adosadas. En la fachada se percibe el almohadillado, vanos entre
pilastras y órdenes superpuestos, todo rematado por una cornisa en saledizo. El templo
fue para él, principal ornamento de la ciudad. Remodeló edificios medievales
enmascarándolos con portadas renacentistas. Así puede verse en Santa María Novella,
donde consigue un sentido musical de proporciones armoniosas con el módulo cuadrado.

También realizó la Iglesia Malatesta de Rímini de alternantes macizo y huecos, inspirado


en el Arco de Constantino. Un caso parecido es la Iglesia de San Andrés de Mantua donde
se simultanéan pilastras de orden gigante y normal, en las calles laterales, templo de
planta de cruz latina y nave única cubierta por bóveda de cañón y capillas entre los
contrafuertes. En el crucero coloca un tambor cilíndrico y cúpula sobre pechinas. En sus
últimos años de vida proyectó la Iglesia de San Sebastiano, inspirado en los martyria.

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Tema 2. El arte del Quattrocento italiano. Arte II: Moderno y Contemporáneo.
Miguel Gámez Ruiz. Grado en Historia. Curso 21-22.

2. Escultura

En el Quattrocento se utilizaron los materiales de mármol y bronce tanto para relieve


como bulto redondo. En contraposición a la época medieval se produjo una
independización de la arquitectura y se desarrolló el volumen en tres dimensiones. Todo
ello se consigue mediante el estudio de las proporciones del cuerpo humano, su anatomía
y equilibrio. Los temas son tanto religiosos como mitológicos y de retratos.

Lorenzo Ghiberti: orfebre medieval de impecable factura y melodioso ritmo gótico. Fue
el ganador del concurso para la elaboración de las Segundas Puertas del Baptisterio de la
Catedral de Florencia, siguiendo los modelos góticos establecidos por Andrea Pisano.1
Será tal su éxito que posteriormente las autoridades florentinas le confiaron las “Terceras
Puertas” de planteamientos clásicos y fondos arquitectónicos griegos. Están concebidas
desde la perspectiva medieval en que interviene el punto de vista variable2

Donatello: fue el más fecundo escultor del siglo que supo valerse a capricho de los polos
de lo ideal y lo real. Llegó a representar el desnudo y todos los estados del ánimo, sin
detenerse ante los temas grotescos y macabros. Destaca la expresividad de su obra. De su
primer periodo florentino tenemos San Jorge de Or San Michele y los Profetas del
Campanile de Santa María del Fiore. Posteriormente trabaja en Padua3 lugar en el cual
realiza el grupo ecuestre del Condottiero Gattamelata. Acometió la decoración del altar
mayor de la Basílica del Santo y realizó en estuco un impresionante Entierro de Cristo
donde prorrumpen incontenibles los lamentos y gesticulaciones.

Otra obra es la Cantoría de la catedral de Florencia, donde usa puttis que danzan
orgiásticamente como impulsados por frenesí báquico. En su segunda etapa florentina
ejecuta los púlpitos de San Lorenzo. De su etapa final son el San Juan Evangelista de la
catedral de Siena y la Magdalena Penitente del baptisterio de Florencia, ambas obras
expresan el espíritu de Donatello en su etapa postrera. Con el profundo lamento acético y
la representación suprema de la miseria humana de la Magdalena4 finaliza el arte
expresivo de aquel gran mensajero del espíritu.

3. Pintura

En los inicios hay una primera fase medieval encabezada por la obra de Fra Angélico
influida por la pintura gótica de Giotto. Será a mediados del siglo XV cuando se dé una
tendencia científica con la figura de Masaccio como representante.

Características

Temática: obras religiosas, mitológicas, retrato y temas históricos.

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La estructura es la siguiente: 28 tréboles de cuatro hojas de los cuales 20 son escenas del Nuevo
Testamento acompañadas de 8 que representan a los evangelistas y doctores de la Iglesia.
2 A este punto de vista variable Ghiberti lo llama la región del ojo.
3 Desde 1425 colaboró con Michelozzo realizando entrambos las tumbas del papa cismático Juan XXIII y del cardenal
Brancacci.
4 La Magdalena Penitente de madera policromada parece encarnar el dramatismo que sufrirá la obra de Miguel Angel

con sus Piedades en su etapa de vejez.

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Tema 2. El arte del Quattrocento italiano. Arte II: Moderno y Contemporáneo.
Miguel Gámez Ruiz. Grado en Historia. Curso 21-22.

Técnica: fresco y pintura al temple sobre tabla. A mediados del siglo se desarrolla la
pintura al óleo por influencia flamenca.

Solución compositiva: se aplican los conocimientos geométricos y matemáticos para la


construcción de la perspectiva a partir de la luz y el dibujo. La figura aparece en los justos
términos de la naturaleza y el número áureo cuantifica las proporciones armónicas al ojo.

3.1. Escuela de Florencia

Bajo Cosme de Médicis la ciudad florentina vive un momento supremo de actividad


pictórica. En ella se observa una primera generación de pintores a saber de Fra Angélico,
Fra Filippo Lippi, Masaccio, Paolo Uccelo y Piero della Francesca. La misma escuela
dará luz a una segunda generación protagonizada por Sandro Botticelli.

Fra Angélico: fue un monje dominico que se elevó hasta el cielo para traer a la tierra las
más sublimes creaciones del espíritu. En su obra todo es espiritual, prefiere temas gozosos
y cuando se sirve de los efectos trágicos los envuelve de un significado místico. Su amor
por lo curvilíneo, el preciosismo colorista y los dorados podemos considerarlo un sienés.
Es el representante del humanismo religioso y en los temas de esta índole busca la
trascendencia. El lenguaje renacentista lo adquiere de su estudio de la obra de Masaccio.

En su Anunciación del Prado, puede verse su deuda goticista en el tratamiento de la luz


y del color. Los Frescos del convento de San Marcos poseen un lenguaje renacentista,
librándose de un decorativismo que quiebre la pureza de la representación, lo que busca
no es el adoctrinamiento, sino el fervor de los monjes. La culminación de su clasicismo
llega con la serie de Frescos de Nicolás V del Vaticano, con soluciones compositivas que
influirán con posterioridad en un joven Piero della Francesca.

Masaccio: representa la conquista de los valores táctiles, superó a su maestro Masolino


da Panicale como puede verse en las Expulsiones del Paraíso, Masaccio modela
plásticamente las figuras y tienen un sentimiento de fuga inherente. Evita lo anecdótico y
acentúa el valor de lo sustancial. Sus Frescos de la capilla Brancacci situados en la Iglesia
del Carmine de Florencia son una serie de 12 frescos dedicados al ciclo iconográfico de
San Pedro con escenas flanqueadas por pilares de carácter pictórico.

Será tomado como modelo y referente por su obra Tributo de la Moneda, con una
perspectiva horizontal, cierta isocefalia y una figura bulto en primer término que dota de
movimiento a todo el cuadro con sus piernas arqueadas. Su pintura se caracteriza por
colores cálidos en primer término y fríos para la lejanía del paisaje, así como el
desenfoque de los contornos paralelo a la reducción de las escalas. Concluimos con La
Trinidad de Santa María Novella, caracterizada por la influencia de Brunelleschi y la
ubicación conmensurable y realista construida a partir de perspectiva matemática.

Piero della Francesca: pintor infravalorado por sus contemporaneos, se sirvió de los
conocimientos de Paolo Uccello para elaborar un tratado sobre pintura pospectiva. En sus
pinturas creó un mundo de figuras corpulentas, voluminosas y redondeadas. Solamente
persigue representar los sentimientos universales, no los personales ni de los personajes.
Para ello imprime estatismo en las figuras, restringidas a sus propios movimientos y en
ocasiones recortadas sobre una suerte de espacio telón. Suya es la decoración del templo
de Malatesta de Rímini. Pero la principal son los Frescos de la Leyenda de la Santa Cruz,

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Tema 2. El arte del Quattrocento italiano. Arte II: Moderno y Contemporáneo.
Miguel Gámez Ruiz. Grado en Historia. Curso 21-22.

en Arezzo. Por el empleo de la luz nocturna hay que resaltar El Sueño de Constantino,
precursor del tenebrismo. Recibió influencia flamenca, manifestado en su Retrato de los
Duques de Urbino, del tipo llamado retrato numimástico.

Sandro Botticelli: debe su gloria a los cuadros de caballete. Pintor de sensibilidad


exquisita, domina en él vocación de dibujante de líneas deliciosas que oscilan como ondas
que se desvanecen. Tiene un gusto especial por el tratamiento lineal de las figuras, los
rostros ovalados y las veladuras. Así como por el contraste de tonos azules y dorados, la
riqueza de los trajes y el desarrollo de la perspectiva lineal. Su arte es puro arabesco.

Pintó escenas religiosas de lírica significación como los Tondos de las Vírgenes del
Magnificat y de la Granada. El tema mitológico aparece en su Alegoría de la Calumnia.
También realizó la Alegoría de la Pimavera y el Nacimiento de Venus, ambos un bello
poema del desnudo femenino de fuertes ritmos melódicos y poéticos. Durante la famosa
quema de cuadros producida por la ira del monje dominico Savonarola se perdieron
muchas de sus obras, convirtiendose a la causa del monje realizó El Descendimiento, una
pintura sumamente patética que se conserva en el Museo de Milán.

Su obra Palas y el Centauro ha sido objeto de numerosas interpretaciones. Hay quien ve


una alegoría política de los triunfos de Lorenzo el Magnífico sobre Nápoles. O de la
victoria de la paz sobre el desorden (victoria de Lorenzo sobre la familia de los Pazzi).
También se interpreta como una alegoría moral, el Centauro evocación de los sentidos y
la fuerza bruta del hombre, y Palas encarnación de la razón, nacida del cerebro de Júpiter.
La última lectura es una alegoría del triunfo del amor casto sobre el amor lujurioso.

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