Fundamentos de Derecho Tributario
Fundamentos de Derecho Tributario
Fundamentos de Derecho Tributario
DERECHO TRIBUTARIO
(Adaptados al Programa de las oposiciones
de Magistrados Especialistas de lo
Contencioso-Administrativo)
COORDINADORAS:
Inés Huerta Garicano
Alicia Millán Herrándis
AUTORES:
Jesús Cudero Blás
Santos Gandarillas Martos
Diego Marín-Barnuevo
Begoña Sesma Sánchez
Germán Orón Moratal
1d
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FUNDAMENTOS DE DERECHO TRIBUTARIO
(Adaptados al Programa de las oposiciones de Magistrados
Especialistas de lo Contencioso-Administrativo)
COMITÉ CIENTÍFICO DE LA EDITORIAL TIRANT LO BLANCH
Coordinadoras
tirant lo blanch
Valencia, 2022
Copyright O 2022
Todos los derechos reservados. Ni la totalidad ni parte de este libro puede reproducirse
O transmitirse por ningún procedimiento electrónico o mecánico, incluyendo fotoco-
pia, grabación magnética, o cualquier almacenamiento de información y sistema de
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O TIRANT LO BLANCH
EDITA: TIRANT LO BLANCH
C/ Artes Gráficas, 14 - 46010 - Valencia
TELFS.: 96/361 00 48 - 50
FAX: 96/369 41 51
Email: tlbOtirant.com
WwWw.tirant.com
Librería virtual: www.tirant.es
ISBN: 978-84-1147-255-5
ANO 13
Tema 1
DERECHO FINANCIERO Y DERECHO TRIBUTARIO. FUENTES DEL DERECHO
TRIBUTARIO. PRINCIPIOS CONSTITUCIONALES EN ESTE ÁMBITO. LA LEY.
ESPECIAL REFERENCIA A LA LEY GENERAL TRIBUTARIA Y A LA LEY GENERAL
PRESUPUESTARIA .....oooccccncnccnccncnncnonncnncncnncnncncononnrnonorncrncnnonornrnnonocncnnruroncnncnocuranononaronos 15
Tema 2
EL PRESUPUESTO. CONCEPTO Y NATURALEZA JURÍDICA. LOS PRESUPUESTOS
GENERALES DEL ESTADO, DE COMUNIDADES AUTÓNOMAS Y ENTIDADES
LOCALES. ESPECIAL REFERENCIA AL IMPACTO DE GÉNERO EN LAS LEYES DE
PRESUPUESTOS GENERALES. ESTABILIDAD PRESUPUESTARIA Y SOSTENIBILI-
DAD FINANCIERA .....oooccccccnccncnncnncnononuconononnococoncnnoncnncncnncnncnonnrnnrnnrncnnononncnncncnncuncnccncunos 33
Tema 3
LOS INGRESOS PÚBLICOS. EL TRIBUTO: CONCEPTO Y CLASES. PRINCIPIOS DE
LA IMPOSICIÓN.IMPUESTOS.TASAS. CONTRIBUCIONES ESPECIALES.LOS PRE-
CIOS PÚBLICOS: ESPECIAL CONSIDERACIÓN DE SU NATURALEZA JURÍDICA 55
Tema 4
LA RELACIÓN JURÍDICO-TRIBUTARIA Y EL NACIMIENTO DE LA OBLIGACIÓN
TRIBUTARIA.LA DEUDA TRIBUTARIA.LA POTESTAD TRIBUTARIA DEL ESTADO,
COMUNIDADES AUTÓNOMAS Y ENTES LOCALES. LA POLÍTICA FISCAL DE LA
UNIÓN EUROPEA. .coocococonocononononononononnonnnononononononnnnn
nono nnnnn corn r nn naar nnnn nana nr narran rar rannnannnas 73
Tema 5
DERECHOS Y GARANTÍAS DELOS OBLIGADOS TRIBUTARIOS.LOS OBLIGADOS
TRIBUTARIOS: CONCEPTO Y CLASES. EL SUJETO PASIVO. LOS RESPONSABLES
DEL TRIBUTO. LA CAPACIDAD DE OBRAR EN EL ORDEN TRIBUTARIO. EL
DOMICILIO FISCAL .....ococcccnccncnncnccnononuccnononnococoncncononncncnncnornonnrnnrnorncnnonocncnncnccncuncnccncunos 93
Tema 6
EXENCIONES SUBJETIVAS. SOLIDARIDAD Y SUCESIÓN EN LA DEUDA TRIBU-
TARIA. RESPONSABLES Y SUSTITUTOS DEL IMPUESTO .....oocooocccncncncncncncnononanonos: 111
Tema 7
EL OBJETO DE LOS TRIBUTOS Y FORMAS DE SU DETERMINACIÓN. EXEN CIO-
NES POR EL OBJETO. DEVENGO DEL IMPUESTO. BASE IMPONIBLE. REGIMENES
DE DETERMINACIÓN. EL TIPO DE GRAVAMEN. oooooocnnnnonononnnnnnnnnnnnnnnnononanannnncnnnnns
10 Índice
Tema 8
LIQUIDACIÓN DE LOS TRIBUTOS: SUS FORMAS. PROCEDIMIENTOS TRIBUTA-
RIOS.LA DECLARACIÓN Y SU COMPROBACIÓN. INVESTIGACIÓN Y DENUNCIA.
LAS CONSULTAS TRIBUTARIAS. LA RECUPERACIÓN DE AYUDAS DE ESTADO
QUE AFECTEN AL ÁMBITO TRIBUTARIO .oococconconoconnonnonnconcnnonncononnnonnonnonncnncnacnnacnnss 145
Tema 9
EL PAGO DE LOS TRIBUTOS. EJECUCIÓN FORZOSA. CADUCIDAD Y PRESCRIDP-
CIÓN DE LA DEUDA TRIBUTARIA. OTRAS FORMAS DE EXTINCIÓN DE LA
DEUDA TRIBUTARIA ........o.oococcnononononononononononononononononononononononononononononononononononcncncncncncnss 163
Tema 10
INFRACCIONES Y SANCIONES TRIBUTARIAS. PROCEDIMIENTO SANCIONADOR
EN MATERIA TRIBUTARIA. MEDIDAS DE PREVENCIÓN Y LUCHA CONTRA EL
FRAUDE FISCAL: REFERENCIA A LA LEY 11/2021, DE 9 DE JULIO. EL DELITO
FISCAL. ESPECIAL REFERENCIA A LA PRESCRIPCIÓN DEL MISMO Y A SU INCI-
DENCIA EN LA APLICACIÓN DE LOS TRIBUTOS oooooooooccooncoonncnonnconnnnnnncnnncconnncnnnanno 183
Tema 11
REVISIÓN ADMINISTRATIVA DE LOS ACTOS Y ACTUACIONES DE APLICACIÓN
DE LOS TRIBUTOS. PROCEDIMIENTOS ESPECIALES DE REVISIÓN; CLASES DE
PROCEDIMIENTOS ESPECIALES DE REVISIÓN. EL RECURSO DE REPOSICIÓN;
LAS RECLAMACIONES ECONÓMICO-ADMINISTRATIVAS. RECURSOS EN VÍA
ECONÓMICO-ADMINISTRATIVA: RECURSO DEALZADA ORDINARIO, RECURSO
DE ANULACIÓN, RECURSO CONTRA LA EJECUCIÓN, RECURSO EXTRAOR-
DINARIO DE ALZADA PARA LA UNIFICACIÓN DE DOCTRINA, RECURSO EX-
TRAORDINARIO DE REVISIÓN ..ooooooooocooccooncooonconnnconnnononconnnonnnn
cnn nono nn carro cnn naar rnn nino 201
Tema 12
EL SISTEMA TRIBUTARIO ESPAÑOL: ESTRUCTURA BÁSICA. CLASIFICACIÓN
DE LOS IMPUESTOS. PRINCIPIOS DE LA IMPOSICIÓN ...oooooonnncnnononnncnncononannnnnnonnno 223
Tema 13
EL IMPUESTO SOBRE LA RENTA DE LAS PERSONAS FÍSICAS. HECHO IMPO-
NIBLE. SUJETOS PASIVOS. RÉGIMEN DE LA UNIDAD FAMILIAR. REGÍMENES
DE DETERMINACIÓN DE LA BASE IMPONIBLE. BASE LIQUIDABLE Y CUOTA
II 241
Tema 14
EL IMPUESTO SOBRE SOCIEDADES HECHO IMPONIBLE. SUJETO PASIVO. PE-
RIODO IMPOSITIVO Y DEVENGO DEL IMPUESTO. BASE IMPONIBLE: REGLAS
DE VALORACIÓN E IMPUTACIÓN TEMPORAL. DEUDA TRIBUTARIA DEL
IMPUESTO SOBRE SOCIEDADES. REGÍMENES TRIBUTARIOS ESPECIALES. LA
CONTORNO O
Índice 11
Tema 15
EL IMPUESTO SOBRE TRANSMISIONES PATRIMONIALES Y ACTOS JURÍDICOS
DOCUMENTADOS. IMPUESTO GENERAL SOBRE LAS SUCESIONES: CONCEPTO
Y BREVE EXPOSICIÓN SOBRE SU ESTRUCTURA ..oooooononnnononnnnnnnnnnnnncononnnoninonananonnno 281
Tema 16
EL IMPUESTO SOBRE EL VALOR AÑADIDO: CONCEPTO Y FUNDAMENTO.
SUJETO PASIVO. HECHO IMPONIBLE. BASE IMPONIBLE. EXENCIONES. TIPO
IMPOSITIVO. GESTIÓN DEL IMPUESTO ..coooooonnnnnonononononononononnnnnnonnnnnnonnnnnnnc
conan nnrcnnno 299
Tema 17
LAPOTESTAD TRIBUTARIA DELAS COMUNIDADES AUTÓNOMAS: SUS LÍMITES.
RECURSOS DELAS COMUNIDADES AUTÓNOMAS.FONDO DE COMPENSACIÓN
INTERTERRITORIAL.TRIBUTOS CEDIDOS POR EL ESTADO.PARTICIPACIÓN EN
TRIBUTOS ESTATALES NO CEDIDOS. LA FINANCIACIÓN DE LAS COMUNIDA-
DES AUTÓNOMAS DE RÉGIMEN FORAL: PAÍS VASCO Y NAVARRA. EL RÉGIMEN
ECONÓMICO-FISCAL DE CANARÍAS..0oooocoocccoonconnncoonoconnconnnonnnncnnnncnnnncnnncnnnncnnnncnn
nano 317
Tema 18
LAS HACIENDAS LOCALES. EVOLUCIÓN Y CARACTERÍSTICAS. RECURSOS.
LA POTESTAD REGLAMENTARIA DE LAS ENTIDADES LOCALES EN MATERIA
TRIBUTARIA: CONTENIDO DE LAS ORDENANZAS FISCALES, TRAMITACIÓN Y
RÉGIMEN DE IMPUGNACIÓN DE LOS ACTOS DE IMPOSICIÓN Y ORDENACIÓN
DE TRIBUTOS. EL ESTABLECIMIENTO DE RECURSOS NO TRIBUTARIOS......... 335
Tema 19
TASAS MUNICIPALES: HECHO IMPONIBLE, SUJETO PASIVO, CUANTÍA Y DE-
VENGO. CONTRIBUCIONES ESPECIALES: HECHO IMPONIBLE, SUJETO PASIVO,
BASE IMPONIBLE, CUOTA Y DEVENGO, IMPOSICIÓN Y ORDENACIÓN. LOS
PRECIOS PÚBLICOS .00oooooooccooncconnconnnononoconnonnnnonnnncnnnncnnncnnnnannn
nono nncnn nn cnn na nnn nana nn carr naar 353
Tema 20
IMPUESTOS MUNICIPALES: CLASIFICACIÓN.IMPUESTO SOBRE BIENES INMUE-
BLES: NATURALEZA Y HECHO IMPONIBLE, SUJETO PASIVO, BASEIMPONIBLE,
CUOTA, DEVENGOY PERÍODO IMPOSITIVO. GESTIÓN CATASTRALY GESTIÓN
TRIBUTARIA. IMPUESTO SOBRE ACTIVIDADES ECONÓMICAS: NATURALEZA
Y HECHO IMPONIBLE, EXENCIONES, SUJETOS PASIVOS, CUOTA TRIBUTARIA
Y PERÍODO IMPOSITIVO. GESTIÓN CENSAL Y GESTIÓN TRIBUTARIA ............. 369
Tema 21
IMPUESTO SOBRE VEHÍCULOS DE TRACCIÓN MECÁNICA: NATURALEZA Y
HECHO IMPONIBLE, EXENCIONES Y BONIFICACIONES, SUJETOS PASIVOS,
CUOTA, PERÍODO IMPOSITIVO Y DEVENGO, GESTIÓN. IMPUESTO SOBRE
CONSTRUCCIONES, INSTALACIONES Y OBRAS: NATURALEZA Y HECHO IMPO-
NIBLE, SUJETOS PASIVOS, BASE IMPONIBLE, CUOTA Y DEVENGO, GESTIÓN... 389
12 Índice
Tema 22
IMPUESTO SOBRE EL INCREMENTO DE VALOR DE LOS TERRENOS DE NATU-
RALEZA URBANA: NATURALEZA Y HECHO IMPONIBLE, SUJETOS PASIVOS,
BASE IMPONIBLE Y CUOTA, DEVENGO, GESTION. OTROS RECURSOS MUNI-
ITA A 405
Tema 23
CONTROL DE LA ACTIVIDAD FINANCIERA DEL ESTADO Y DEMÁS ENTES PÚ-
BLICOS. MEDIDAS PREVENTIVAS, CORRECTIVAS Y COERCITIVAS EN MATERIA
DE ESTABILIDAD PRESUPUESTARIA. INTERVENCIÓN GENERAL DEL ESTADO.
EL TRIBUNAL DE CUENTAS: EXAMEN DE SUS COMPETENCIAS. ÓRGANOS DE
CONTROL DE LA ACTIVIDAD FINANCIERA DE LAS COMUNIDADES AUTÓNO-
PRÓLOGO
la más relevante es la de los tributos. Tal es su importancia que la rama del De-
recho Financiero y Tributario que se ocupa de ella tiene una singularidad propia
dentro de la denominación de esta disciplina.
El derecho financiero y tributario, que como materia académica se configura
en nuestro país a partir de los años 60, hoy en día constituye, sin lugar a dudas,
una disciplina jurídica autónoma dentro del Derecho Público, lo que no impl-
de, por supuesto, que guarde estrecha relación con otras. Singularmente, con el
derecho constitucional (respecto de los principios constitucionales que ordenan
la actividad financiera de los entes públicos), con el derecho administrativo (es-
pecialmente en lo relativo a la ordenación de los procedimientos tributarios y de
ejecución del gasto público), con el derecho penal (en cuanto al régimen de los
delitos contra la hacienda pública) o con el derecho internacional y, en particular,
comunitario (en particular en lo referente a la limitación de las competencias tri-
butarias de los Estados miembros o a la imposición de reglas fiscales en materia
de gasto público y endeudamiento).
tributaria así como la del Tribunal Supremo en la medida en que, como señala el
artículo 1.6 del Código Civil, «La jurisprudencia complementará el ordenamiento
jurídico con la doctrina que, de modo reiterado, establezca el Tribunal Supremo
al interpretar y aplicar la ley, la costumbre y los principios generales del derecho».
Singularmente desde la reforma del recurso de casación en 2015, la jurisprudencia
del TS tiene un notable impacto en la interpretación del ordenamiento tributario.
Por último, aunque sin categoría normativa, cabría citar el llamado «soft law»,
esto es, aquellas pautas o reglas de conducta contenidas en comunicaciones, de-
claraciones, modelos, códigos de conducta, documentos de trabajo, entre otras
denominaciones, que careciendo de fuerza jurídica vinculante, tienen una especial
consideración en el ámbito tributario como criterio interpretativo o de aplicación
o, cuando menos, como pauta de conducta. Baste citar a título de ejemplo, el
Modelo de Convenio de Doble Imposición de la OCDE o las múltiples comuni-
caciones, declaraciones o códigos de conducta aprobados en el contexto europeo
vinculadas a la fiscalidad empresarial.
de forma expresa el artículo 2.1 de la LGT cuando dispone que «Los tributos,
además de ser medios para obtener los recursos necesarios para el sostenimiento
de los gastos públicos, podrán servir como instrumentos de la política económica
general y atender a la realización de los principios y fines contenidos en la Cons-
titución».
Resta por señalar que el TC ha relativizado el alcance del principio de capaci-
dad económico en el ámbito de las tasas, donde opera junto con el principio de
equivalencia a los efectos de cuantificar el importe de la tasa en función, no tanto
de la capacidad económica, sino en función del coste del servicio o actividad que
constituya su hecho imponible (STC 132/2001, artículo 7 LT'PP). En todo caso,
como dispone el artículo 8 de la Ley de Tasas y Precios Públicos, «En la fijación
de las tasas se tendrá en cuenta, cuando lo permitan las características del tributo,
la capacidad económica de las personas que deban satisfacerlas». Y prueba de ello
son las reducciones (v.gr., para familias numerosas) en el ámbito de ciertas tasas.
e Principio de igualdad:
El principio de igualdad, que informa todo el ordenamiento jurídico y se pro-
clama en diversos preceptos constitucionales (artículos 1, 9, 14), en el ámbito
tributario implica varias consideraciones que permiten interrelacionarlo con el
resto de principios constitucionales tributarios:
— Con el principio de capacidad económica, en el sentido de que el principio
de igualdad se opone a la discriminación en el tratamiento de situaciones
que puedan considerarse «económicamente» iguales, esto es, comparatl-
vamente homogéneas. Ahora bien, esta exigencia no impide que puedan
existir diferencias fiscales fundadas en criterios objetivos y suficientemente
razonables, esto es, no toda diferenciación fiscal es contraria al principio
de igualdad, sólo aquella que carezca de una justificación objetiva y razo-
nable y, además, se mantenga dentro de los límites de la proporcionalidad,
evitando resultados especialmente gravosos o desmedidos (STC 255/2004).
Así, por ejemplo, el "TC ha señalado que «en el ejercicio de su libertad de
configuración normativa, el legislador puede someter a tributación de for-
ma distinta a diferentes clases de rendimientos gravados en el impuesto, en
atención a su naturaleza, por simples razones de política financiera o de
técnica tributaria» (SSTC 46/2020, 194/2000 y 19/2012).
— Con el p principio
p de prog
progresividad, en el sentido de q que los p poderes p públicos
pueden promover con medidas fiscales la corrección de las desigualdades
existentes.
e Principio de generalidad
Está implícito en la referencia a «Todos» que encabeza el apartado 1 del artí-
culo 31 CE. Estrechamente relacionado con el principio de igualdad, el de gene-
Fundamentos de Derecho Tributario 27
IV, LA LEY
e El Título Ill regula «La aplicación de los tributos», esto es, los procedimien-
tos de gestión e inspección de los tributos.
e El Título IV regula «La potestad sancionadora» en materia tributaria (de
forma autónoma y separada de la deuda tributaria), refiriéndose tanto a los
aspectos materiales de tipificación de infracciones y sanciones, como a los
procedimentales.
e El Título V se refiere a la «Revisión en vía administrativa» y regula todas las
modalidades de revisión de actos en materia tributaria. Además, establece
una regulación más detallada de los procedimientos especiales de revisión y
del recurso de reposición e incorpora las principales normas de las reclama-
ciones económico-administrativas.
Desde su aprobación en el año 2003, la LGT ha sido modificada en varias oca-
siones (2006, 2012, 2015 y 2021, entre las más relevantes), reformas aprobadas
con el objetivo de articular nuevas medidas —lo que implica de facto, nuevas po-
testades administrativas— de lucha contra el fraude fiscal. Así, la última, llevada a
cabo por la Ley 11/2021, de 9 de julio, de medidas de prevención y lucha contra el
fraude fiscal, entre otras reformas, ha regulado la prohibición de amnistías fisca-
les, ha aclarado el régimen de devengo de intereses y recargos, ha establecido nue-
vas infracciones tributarias o ha modificado del régimen del listado de deudores
tributarios y el régimen de autorización judicial para la entrada en los domicilios
de los obligados tributarios.
Esta Ley se complementa, como normas de desarrollo reglamentario, con di-
versos Reglamentos: Reglamento General de Gestión e Inspección, Reglamento
General de Recaudación, Reglamento General de Régimen Sancionador Tributa-
ri0 y, Reglamento General de Revisión en vía administrativa.
Aparte existen, para cada figura tributaria O para varias de ellas cuando guar-
dan una cierta similitud (por ejemplo, la 38/1992, de Impuestos Especiales o la
Ley 8/1989, de 13 de abril, de Tasas y precios públicos), las distintas Leyes que
disciplinan los tributos o articulan el régimen de financiación de las CCAA (Ley
Orgánica 8/1980, de 22 de septiembre, de Financiación de las Comunidades Au-
tónomas y Ley 22/2009, de 18 de diciembre, por la que se regula el sistema de fi-
nanciación de las Comunidades Autónomas de régimen común) o de las entidades
locales (Real Decreto Legislativo 2/2004, de 5 de marzo, por el que se aprueba el
texto refundido de la Ley Reguladora de las Haciendas Locales).
1. Contenido y estructura
Las Leyes de Presupuestos Generales tienen un contenido complejo: de una
parte, el articulado de la Ley y, de otra, los estados numéricos de ingresos y gastos,
que constituyen el Presupuesto o los presupuestos propiamente dichos.
El articulado de las Leyes de Presupuestos presenta determinadas singularida-
des que pueden sistematizarse del siguiente modo:
— Dado que el artículo 134 de la CE contiene una regulación singulariza-
da de este tipo de Leyes fijando un contenido propio de las mismas (los
presupuestos) y un contenido prohibido («no podrán crear tributos y solo
podrán modificarlos previa autorización de una Ley tributaria sustantiva»,
Fundamentos de Derecho Tributario 39
ex. art. 134.7 CE), en nuestro país ha existido una amplia conflictividad en
torno a qué contenido podría incluirse o no en el articulado de las Leyes
de Presupuestos. Ante el abuso por parte de los sucesivos gobiernos de in-
cluir en estas Leyes todo tipo de regulaciones, el "TC, con fundamento en el
principio de seguridad jurídica, optó por una interpretación restrictiva del
artículo 134 CE señalando que no cualquier regulación podía ser incluida
en las Leyes de Presupuestos: son leyes singulares que tienen un contenido
mínimo, esencial, indisponible y necesario constituido por las previsiones
de ingresos y gastos y que pueden incluir aquellas normas que desarrollan o
aclaran tales cifras, guardan una relación directa con los estados numéricos
O sirven a una mayor inteligencia o mejor ejecución del Presupuesto (STC
76/1992). Así, por ejemplo, las normas que contienen regulaciones singu-
lares de determinados gastos (sueldos y pensiones) o las que se refieren a la
deuda y crédito público.
— Expresamente, la Constitución prohíbe a las Leyes de presupuestos crear
tributos y solo les habilita a modificarlos previa autorización de una Ley
tributaria sustantiva (art. 134.7 CE). El fundamento de esta restricción ha
sido proteger el principio de legalidad tributaria, asegurando un debate par-
lamentario íntegro que salvaguarde la garantía de autoimposición ponien-
do coto a la mala práctica de introducir significativas reformas tributarias
aprovechando las singularidades de las Leyes de Presupuestos. Al respecto
el TC ha señalado que son constitucionalmente admisibles las modifica-
ciones tributarias que supongan una «mera adaptación» del tributo a la
realidad, pero no así las que supongan «alteraciones sustanciales y profun-
das». Es necesario además que tales modificaciones hayan sido previamente
habilitadas por una «ley tributaria sustantiva» considerando por tal la ley
que regula singularmente cada tributo y excluyendo de dicho concepto a la
propia ley general tributaria (STC 76/1992).
— Acotado de este modo el articulado de las Leyes de Presupuestos por la
jurisprudencia constitucional, los gobiernos han acudido a la práctica de
elaborar y tramitar simultáneamente a las leyes de presupuestos las llama-
das «leyes de acompañamiento» en las que se han incluido todo tipo de
medidas administrativas, tributarias —incluida la creación de tributos—,
sociales y de toda índole. Respecto de las tales leyes el TC ha señalado que,
si bien son expresión de una técnica legislativa deficiente, no suponen en sí
mismas una vulneración del principio de seguridad jurídica ni del principio
democrático no estando limitadas constitucionalmente, por tanto, por ra-
zón de su contenido (STC 136/2011, 120/2014).
Con relación a la estructura de los Presupuestos, propiamente dicha, el artículo
39 de la LGP dispone que «La estructura de los Presupuestos Generales del Esta-
do y de sus anexos se determinará, de acuerdo con lo establecido en esta ley, por
40 Tema 2
menos tres meses antes de la expiración de los del año anterior». La atribución
en exclusiva al poder ejecutivo de la competencia para elaborar los presupues-
tos y el proyecto de Ley de presupuestos tiene toda la lógica en la medida en
que a él le corresponde la dirección de la política económica. Ahora bien, esta
iniciativa económica está sometida a algunas limitaciones: de una parte, las que
se derivan del necesario ajuste a los objetivos de estabilidad presupuestaria y
de deuda pública, así como al techo de gasto, parámetros aprobados por las
Cortes Generales (artículo 15 y 30 de la LOEPSF); de otra, a las limitaciones
que puedan proyectarse desde la órbita europea a través de la supervisión de la
Comisión Europea del Programa de Estabilidad y de Reformas de los Estados
miembros así como de los planes presupuestarios que deben remitirse antes del
15 de octubre de cada año.
Con el ajuste a estos parámetros, la elaboración del Proyecto se realiza confor-
me a las normas que cada año aprueba mediante Orden Ministerial el Ministerio
de Hacienda precisando las directrices generales para la distribución del gasto o
los plazos de remisión de las propuestas de presupuesto por parte de cada uno de
los centros gestores de gasto. Durante esta fase, las competencias se centralizan en
el Ministerio de Hacienda y en el de Seguridad Social, respecto de los presupues-
tos de esta. Confeccionado el Proyecto de Ley, este se aprueba por el Consejo de
Ministros para su remisión a las Cortes Generales antes del 1 de octubre del ejer-
cicio presupuestario —sin que esté prevista ninguna consecuencia jurídica en caso
de incumplimiento—, remisión que se acompaña de diversa documentación (artí-
culo 37.2 LGP) como memorias descriptivas de los programas de gasto, memorias
explicativas de los contenidos de cada presupuesto, especificación de los créditos
por centros gestores, anexos de inversiones plurianuales con desglose territorial,
la liquidación de los presupuestos del ejercicio anterior, los estados consolidados,
el informe de alineamiento de los Presupuestos Generales del Estado con los Ob-
jetivos de Desarrollo Sostenible de la Agenda 2030 (exigencia establecida en el
año 2020), así como informes económico financieros y una memoria de beneficios
fiscales, entre otros.
Desde la aprobación de la Ley Orgánica 3/2007, de 22 de marzo, para la igual-
dad efectiva de hombres y mujeres, se requiere un informe de impacto de género
entre la documentación que ha de acompañar la elaboración del anteproyecto de
PGE. Las sucesivas órdenes ministeriales que contienen las normas de elaboración
de los PGE recogen la estructura de este informe diferenciando tres apartados:
realidad, donde se recogen los indicadores más relevantes de diagnóstico de la
realidad de género en la sociedad española; representación, donde se analiza la
situación y representación de hombres y mujeres en la Administración General
del Estado y recursos-resultados, donde se recogen los informes de los distintos
departamentos ministeriales analizando el impacto de género de sus programas
de gasto.
42 Tema 2
ganos y autoridades fiscalizados (art. 140 LGP) ejerciendo sus funciones de forma
desconcentrada y conforme al principio de jerarquía interna; (2) no obstante, las
actuaciones de los órganos de control interno, que se instrumentan en escritos de
reparo o en informes, no trascienden al exterior estando obligado el personal que
realiza estas función de control interno a un deber de confidencialidad y secreto
respecto de los datos, informes o antecedentes que deduzcan de sus actuaciones;
(3) el control interno se realiza mediante el ejercicio de tres modalidades de actua-
ción: la función interventora (regulada en los artículos 148 a 156 LGP, consistente
en un control de legalidad que se ejerce con carácter previo al reconocimiento de
derechos o a la realización de determinados gastos en sus distintas fases, aunque
puede practicarse de forma limitada a los efectos de limitar la comprobación
a determinados requisitos pudiendo dar lugar a la formulación de reparos que
suspendan la tramitación del expediente), el control financiero permanente (que
puede sustituir a la función interventora a fin de agilizar la tramitación de los
expedientes en determinados organismos y entidades y que implica una compro-
bación de la gestión económico financiera más global examinando la ejecución
presupuestaria, el cumplimiento de objetivos así como la legalidad y racionalidad
económico financiera de las operaciones y procedimientos que desarrollan docu-
mentándose en informes cuyos resultados más significativos deben presentarse
anualmente ante el Consejo de Ministros, artículos 157 a 161 LGP), y la auditoría
pública (consistente en la verificación, realizada con posterioridad y efectuada de
forma sistemática, de la actividad económico financiera de determinados organis-
mos y entidades mediante la aplicación de procedimientos de revisión selectivos
contenidos en las normas de auditoría y de conformidad con un Plan anual de
auditorías cuyos resultados se plasman en informes escritos que deben remitirse
al Ministerio de Hacienda, al órgano gestor y, en su caso, al Tribunal de Cuentas,
artículos 162 a 175 LGP).
Con relación al control externo procede comenzar señalando que el artículo
136 CE proclama al Tribunal de Cuentas como el «supremo órgano fiscalizador»
de las cuentas del Sector Público. Sus funciones y regulación se encuentran en una
Ley Orgánica de 1982 y en su Ley de Funcionamiento de 1988. El Tribunal de
Cuentas, compuesto por doce Consejeros/as de designación parlamentaria, ejerce
su función fiscalizadora por delegación de las Cortes Generales en lo referido al
examen y comprobación de la Cuenta General del Estado, elaborada por la IGAE
e informada por el Tribunal de Cuentas, y que constituye el último hito del ciclo
presupuestario (artículos 130 a 132 LGP y 13 LOTCu). Junto a esta competencia
singular, su función es comprobar el sometimiento de la actividad económico
financiera del sector público a los principios de legalidad, eficiencia, economía,
transparencia, así como sostenibilidad ambiental e igualdad de género (art. 9.1
LOTCu). El resultado de esta fiscalización se recoge en memorias o informes que
se elevan a las Cortes Generales para su aprobación. En este sentido, el TCu actúa
Fundamentos de Derecho Tributario 45
como órgano auxiliar del Parlamento y se relaciona con él a través de una Comi-
sión Mixta Congreso-Senado para las relaciones con el Tribunal de Cuentas.
3. Principios presupuestarios
Los principios presupuestarios hacen referencia al conjunto de reglas que
informan la elaboración, aprobación y ejecución de los presupuestos. Están re-
cogidos tanto en la Constitución (artículos 134 a 136 CE) como en legislación
presupuestaria, que invoca determinados principios de programación y gestión
(artículos 26 y 27 LGP).
- Principio de legalidad presupuestaria (artículo 134.1 y 66.2 CE), implica
la aprobación de los Presupuestos, cuyo proyecto corresponde en exclusi-
va al Gobierno, mediante Ley, cuya naturaleza y significado ya han sido
explicadas. Baste añadir ahora que el TC ha señalado, con relación a una
Ley vasca que contenía normas de autorización de gastos tras no haberse
aprobado la Ley de presupuestos, que no puede considerarse ley de pre-
supuestos generales aquella que no es calificada como tal, que carece del
contenido propio, mínimo, indisponible y necesario que corresponde a esta
clase de leyes, y que vulnera por tanto los principios de legalidad, unidad y
universalidad presupuestaria (STC 3/2003).
- Principio de anualidad presupuestaria, expresamente formulado en el artí-
culo 134.2 CE al señalar que «Los Presupuestos Generales del Estado ten-
drán carácter anual». Dicha exigencia se predica de los estados numéricos
en el sentido que dispone el artículo 34.1 LGP, esto es: «El ejercicio presu-
puestario coincidirá con el año natural, y a él se imputarán: a) Los derechos
económicos liquidados durante el ejercicio, cualquiera que sea el período
del que deriven. b) Las obligaciones económicas reconocidas hasta el fin del
mes de diciembre, siempre que correspondan a adquisiciones, Obras, servi-
cios, prestaciones o, en general, gastos realizados dentro del ejercicio y con
cargo a los respectivos créditos». No obstante, procede señalar que la pro-
pia LGP habilita diversas vías para posponer la imputación de obligaciones
contraídas en un ejercicio al siguiente, para habilitar créditos plurianuales
o para aprobar créditos extraordinarios y suplementos de crédito que den
cobertura a gastos contraídos sin suficiente cobertura presupuestaria.
Por otra parte, procede destacar que el artículo 134.4 CE admite expresamente
la prórroga presupuestaria señalando que «Si la Ley de Presupuestos no se apro-
bara antes del primer día del ejercicio económico correspondiente, se considera-
rán automáticamente prorrogados los presupuestos del ejercicio anterior hasta
la aprobación de los nuevos». Si bien no hay limitación al número de prórrogas
presupuestarias que puedan operar, lo habitual es que solamente se mantengan
46 Tema 2
4, Modificaciones presupuestarias
Toda planificación económico financiera precisa de un cierto margen de flexi-
bilidad para adaptarse a determinadas circunstancias e imprevistos que pueden
surgir durante la ejecución del plan presupuestario. Á tal efecto, la LGP habilita
determinadas modificaciones de los créditos presupuestarios estableciendo sus li-
mitaciones y su respectivo procedimiento dado que, en todo caso, se trata de alte-
raciones del contenido aprobado por las Cortes Generales que deben practicarse
con «prudencia». Las más relevantes son las siguientes:
— Transferencias de crédito (artículo 52 LGP), como su nombre identifica,
habilitan dentro de ciertos límites y con arreglo a determinados criterios
que fija la LGP o la respectiva LPGE, a trasvasar créditos de una determi-
nada finalidad a otra, nunca entre Secciones ni entre créditos previstos para
operaciones financieras a otro tipo de operaciones ni entre los de capital a
Operaciones corrientes.
— Créditos ampliables (artículo 54 LGP), son aquellos establecidos con tal
carácter en las LPGE cuya cuantía se recoge como mera estimación. Por ex-
preso mandato legal tienen este carácter los destinados al pago de pensiones
a cargo de la Seguridad Social.
Fundamentos de Derecho Tributario 49
texto constitucional que los créditos para satisfacer los intereses y el capital
de la deuda pública de las Administraciones se entenderán siempre inclui-
dos en el estado de gastos de sus presupuestos y su pago gozará de prioridad
absoluta. Estos créditos no podrán ser objeto de enmienda o modificación,
mientras se ajusten a las condiciones de la ley de emisión.
Que el volumen de deuda pública del conjunto de las Administraciones
Públicas en relación con el producto interior bruto del Estado no podrá
superar el valor de referencia establecido en el Tratado de Funcionamiento
de la Unión Europea (con carácter general, dicho límite de deuda se fija en
un 60% para el conjunto del Estado, distribuyéndose en un 44% para el
Estado, 13% para las CCAA y 3% para las EELL).
Que los límites de déficit estructural y de volumen de deuda pública sólo
podrán superarse en caso de catástrofes naturales, recesión económica o
situaciones de emergencia extraordinaria que escapen al control del Estado
y perjudiquen considerablemente la situación financiera O la sostenibilidad
económica o social del Estado, apreciadas por la mayoría absoluta de los
miembros del Congreso de los Diputados
La referida Ley Orgánica desarrolla estos conceptos y principios, así como
la participación, en los procedimientos respectivos, de los órganos de coor-
dinación institucional entre las Administraciones Públicas en materia de
política fiscal y financiera. En particular regula: a) La distribución de los
límites de déficit y de deuda entre las distintas Administraciones Públicas,
los supuestos excepcionales de superación de los mismos y la forma y plazo
de corrección de las desviaciones que sobre uno y otro pudieran producirse;
b) La metodología y el procedimiento para el cálculo del déficit estructural,
y C) La responsabilidad de cada Administración Pública en caso de incum-
plimiento de los objetivos de estabilidad presupuestaria.
Que, adicionalmente, el artículo 12 de la LOEPSF incorpora una regla de
gasto según la cual «la variación del gasto computable de la Administración
central de las Comunidades Autónomas y de las Corporaciones Locales no
podrá superar la tasa de referencia de crecimiento del Producto Interior
Bruto de medio plazo de la economía española» y una regla de control de
la deuda comercial (pago a proveedores) en el sector público conforme a la
cual las Administraciones públicas deben hacer público el período medio de
pago a proveedores y disponer de un plan de tesorería que garantice el pago
de este tipo de deudas en un máximo de 30 días (artículo 13.6 LOEPSF).
Finalmente, que para asegurar el cumplimiento de este conjunto de reglas,
en cuya supervisión intervienen tanto autoridades nacionales (Autoridad
Independiente de Responsabilidad Fiscal, Ministerio de Hacienda) como
europeas (Comisión Europea), se establecen determinadas medidas, tanto
Fundamentos de Derecho Tributario 53
LGP, 15 LGP) Es interesante destacar que el art. 5 LGP establece que «Son derechos
de naturaleza pública de la Hacienda Pública estatal los tributos y los demás derechos
de contenido económico cuya titularidad corresponde a la Administración General del
Estado y sus organismos autónomos que deriven del ejercicio de potestades administrati-
vas», que realmente tiene un contenido más claro y amplio que el concepto de «ingresos
públicos» utilizado por la doctrina. Quizás tendría sentido que el programa hubiera
utilizado esa expresión y, en orden a su clasificación, se hubiera seguido la misma clasi-
ficación económica utilizada para agrupar los ingresos en el presupuesto, separando los
corrientes, los de capital, y las operaciones financieras.
En el siglo XIX se obtenían muchos ingresos por la renta de bienes inmuebles, pero en
la actualidad los ingresos de esa naturaleza son prácticamente irrelevantes y el principal
ingreso patrimonial lo constituyen los dividendos y participaciones en beneficios, como
se advierte en el siguiente cuadro extraído de la LPGE del año 2022 (datos expresados
en miles de euros):
y su pago gozará de prioridad absoluta. Estos créditos no podrán ser objeto de enmienda
o modificación, mientras se ajusten a las condiciones de la ley de emisión.
El volumen de deuda pública del conjunto de las Administraciones Públicas en re-
lación con el producto interior bruto del Estado no podrá superar el valor de referencia
establecido en el Tratado de Funcionamiento de la Unión Europea.
4. Los límites de déficit estructural y de volumen de deuda pública sólo podrán supe-
rarse en caso de catástrofes naturales, recesión económica o situaciones de emergencia
extraordinaria que escapen al control del Estado y perjudiquen considerablemente la
situación financiera o la sostenibilidad económica o social del Estado, apreciadas por la
mayoría absoluta de los miembros del Congreso de los Diputados».
En efecto, aparte del análisis de los datos concretos, en la Memoria de los Presupues-
tos Generales del Estado de 2022 se puede encontrar la siguiente afirmación:
Los recursos más importantes son los impuestos y las cotizaciones sociales,
que representan en conjunto el 83,7 por ciento del importe total de ingresos no
financieros consolidados. El resto de recursos está compuesto, fundamental-
mente, por transferencias, tasas e ingresos patrimoniales.
Cuadro 1!1.1.2
PRESUPUESTOS GENERALES DEL ESTADO
INGRESOS CONSOLIDADOS NO FINANCIEROS
millones de euros
Presupuesto A Presupuesto % Variación
IV, IMPUESTOS
Los impuestos son los tributos más importantes de nuestro sistema tributaria
porque tienen una enorme relevancia recaudatoria y constituyen el principal re-
curso financiero del Estado.
Fundamentos de Derecho Tributario 65
El artículo 2 de la LGT los define como «los tributos exigidos sin contrapres-
tación cuyo hecho imponible está constituido por negocios, actos o hechos que
ponen de manifiesto la capacidad económica del contribuyente». Como puede ad-
vertirse, la definición es poco precisa, porque solo tiene sentido puesta en relación
con el concepto general de tributo y los demás tipos de tributos. De este modo,
podríamos decir que los impuestos:
Son prestaciones patrimoniales públicas establecidas por ley con la finali-
dad de financiar los gastos públicos.
Se caracterizan porque el supuesto de hecho que determina su exigibilidad
está disociado de cualquier actividad administrativa, a diferencia de lo que
sucede con los demás tributos.
Su régimen jurídico se concreta en la ley reguladora de cada impuesto en
particular, sin que resulte fácil identificar notas comunes a todos ellos. Por
ello resulta de utilidad conocer las distintas clases o categorías en las que se
suelen agrupar los distintos impuestos.
1. Clases de impuestos
Las principales clasificaciones de impuestos son las siguientes
a) Impuestos personales y reales. Los personales son los que no pueden ser
concebidos sin ponerlos en relación con una determinada persona (por
ejemplo, el Impuesto sobre Sucesiones o el IRPF); mientras que los reales
pueden ser pensados y definidos en la norma sin referencia a una persona
(por ejemplo, el IVA o el Impuesto sobre Transmisiones Patrimoniales One-
rosas).
b) Impuestos subjetivos y objetivos. Esta clasificación es similar a la anterior,
pero no idéntica. Se consideran subjetivos los que se cuantifican toman-
do en consideración las circunstancias personales del contribuyente (p.ej.
IRPF); y objetivos los que no toman en consideración ese factor (p.ej. el
Impuesto Especial sobre Hidrocarburos).
Impuestos periódicos e instantáneos. Los impuestos periódicos son aquellos
cuyo hecho imponible se realiza de forma continuada en el tiempo y por
ello es necesario fragmentarlo en períodos impositivos, que determinan el
nacimiento de obligaciones tributarias autónomas (p.ej. el IBI); mientras
que instantáneos son aquellos cuyo hecho imponible se agota en el mo-
mento de realización, que puede ser un mero instante (p.ej. Impuesto so-
bre Sucesiones) o un período de tiempo más largo (p.ej. el Impuesto sobre
Construcciones, Instalaciones y Obras).
66 Tema 3
V, TASAS
Las tasas son otra modalidad de tributo que en los últimos años ha adquirido
más protagonismo, especialmente en el ámbito de las Haciendas locales.
En 2018 las entidades locales recaudaron por tasas y precios públicos más de 6.486
millones de euros, lo que representa el 12% del total de ingresos no financieros, solo por
detrás del 1Bl y las transferencias corrientes.
Tal y como dispone el artículo 2 LGT, las tasas son «tributos cuyo hecho im-
ponible consiste en la utilización privativa o el aprovechamiento especial del do-
minio público, la prestación de servicios o la realización de actividades en régi-
men de derecho público que se refieran, afecten o beneficien de modo particular
al obligado tributario, cuando los servicios o actividades no sean de solicitud o
recepción voluntaria para los obligados tributarios o no se presten o realicen por
el sector privado».
Esta primera definición requiere alguna matización que haremos más adelante,
pero comenzaremos señalando que existen dos tipos de tasas: las exigidas por
ocupación del dominio público; y las exigidas por prestaciones de servicios.
Las tasas por ocupación de dominio público pueden ser por «utilización pri-
vativa» O por «aprovechamiento especial» del dominio público. La cuantificación
de las tasas debe realizarse «tomando como referencia el valor de mercado corres-
pondiente o el de la utilidad derivada de aquélla» (artículo 13 de la Ley 8/1989,
de 13 de abril, de Tasas y Precios Públicos; en sentido muy similar al artículo 24
de la Ley de Haciendas Locales), siendo importante destacar que la jurisprudencia
del Tribunal Supremo ha exigido que se establezcan criterios de cuantificación
Fundamentos de Derecho Tributario 67
trario, puesto que su cuantía debe cubrir, como mínimo, los costes generados por
la prestación del servicio (artículo 25 LTPP y art. 44 LHL).
Todo lo expuesto permite advertir la diferente naturaleza y régimen jurídico de
las tasas y los precios públicos. En todo caso, conviene precisar que la línea que
separa una y otra categoría de ingresos públicos es ciertamente imprecisa.
Ello significa que, a partir de la entrada en vigor de esa norma, una buena
parte de las prestaciones de servicios que legitimaban el establecimiento de tasas
perderán esa naturaleza y legitimarán la exacción de PPCPNT, lo que supone un
vaciamiento del concepto de tributo tal y como explicábamos al principio de la
exposición. Un ejemplo de esa situación es la tasa por recogida de basuras, que
pasará a tener naturaleza de PPCPNT en los supuestos —habituales— en que el
servicio sea prestado por un concesionario)
Fundamentos de Derecho Tributario 71
Además, el siguiente problema que se plantea es que esa nueva categoría (que,
según la STC 63/2019, no es inconstitucional) carece de un régimen jurídico su-
ficientemente caracterizado, por lo que resulta prácticamente imposible identi-
ficar su tipología y sus condiciones de aplicación. Por ello, los autores que más
han estudiado esta figura consideran que existen dudas razonables sobre distintas
cuestiones relacionadas con su régimen jurídico, entre las que cabe destacar las
siguientes:
1. Estando sometidas al principio de reserva de ley, no está claro cuál es el
alcance de esa reserva de ley en el caso de las P?PCPNT (que sí está claro en
los tributos).
. Resulta llamativo que unas «prestaciones patrimoniales públicas» sean per-
cibidos por entes privados (como serían los concesionarios).
. No está claro si estas P_PCPNT podrían recaudarse por el procedimiento de
apremio, ni quién sería el responsable de ello en los casos en que la recau-
dación hubiera sido asumida por un ente privado.
. No está claro que proceda la imposición de sanciones por incumplimiento
de las obligaciones derivadas de estas PPCPNT
. No está claro el régimen de recursos administrativos y el orden jurisdiccio-
nal que debe utilizarse para conocer los problemas derivados de su aplica-
ción.
Todo ello determina que esta nueva categoría no tributaria, en la medida en
que se integra por presupuestos que tradicionalmente integraron el concepto de
tasa, genere rechazo en la doctrina y, también, una considerable inseguridad ju-
rídica.
Tema 4
LA RELACIÓN JURÍDICO-TRIBUTARIA Y EL NACIMIENTO
DE LA OBLIGACIÓN TRIBUTARIA. LA DEUDA TRIBUTA-
RIA. LA POTESTAD TRIBUTARIA DEL ESTADO, COMUNTI-
DADES AUTÓNOMAS Y ENTES LOCALES. LA POLÍTICA
FISCAL DE LA UNIÓN EUROPEA
jeto activo (administración tributaria) como a los obligados tributarios. Cada uno
de estos vínculos dispone de su propio régimen jurídico y todos se interrelacionan
para hacer efectiva la prestación patrimonial que implica el deber de contribuir
mediante el pago de tributos.
Las diferentes situaciones jurídicas subjetivas inherentes a la relación jurídico
tributaria están sometidas a un principio general, el de indisponibilidad de la obli-
gación tributaria, que deriva a su vez del principio de legalidad tributaria y que
proscribe, con carácter general, que la Administración pueda renunciar, transigir
o transmitir la obligación tributaria salvo autorización legal. Así lo dispone el
artículo 18 LG'T: «El crédito tributario es indisponible salvo que la Ley establezca
otra cosa». Ello no impide, no obstante, que las Leyes pueden establecer supuestos
en los que la Administración pueda convenir algunos aspectos del crédito tribu-
tario (por ejemplo, en el caso de las actas con acuerdo ex. artículo 155 LGT o
en el marco de procesos concursales ex. artículo 10.3 LGP). Debe advertirse, no
obstante, que el referido principio afecta al crédito tributario entendido por tal el
que la Administración ostenta frente al obligado tributario o acreedor. En cambio,
desde la perspectiva del posible crédito que corresponda a este (por ejemplo, con
ocasión del derecho a la devolución de un ingreso indebido) la normativa tribu-
taria no le impone restricciones de disponibilidad, pudiendo cederlo a un tercero
o renunciar al mismo.
La indisponibilidad de la obligación tributaria tiene, además, un alcance sub-
jetivo, que da lugar al principio de inderogabilidad de la obligación tributaria.
Como dispone el artículo 17.5 LGT: «Los elementos de la obligación tributaria
no podrán ser alterados por actos o convenios de los particulares, que no produ-
cirán efectos ante la Administración, sin perjuicio de sus consecuencias jurídico-
privadas». Tal sería el caso, por ejemplo, de la repercusión del IBI en el contrato
de compraventa el comprador: podrá surtir efectos en el ámbito privado pero no
será oponible frente a la Administración.
Pues bien, a partir de estas consideraciones, podemos clasificar las obligaciones
y deberes que integran la relación jurídico tributaria del siguiente modo:
1” Obligaciones materiales que incumben a los obligados tributarios:
— La obligación principal, derivada de la realización del hecho imponible.
El artículo 17.3 LGT incluye, entre las obligaciones de carácter material, la
obligación tributaria principal. El artículo 19 LGT la identifica con su objeto, el
pago de la cuota tributaria, cantidad que, sin embargo, no es sinónima de deuda
tributaria pues, de conformidad con el artículo 58 LGT aparte de la cuota tribu-
taria también pueden formar parte de ese concepto otras prestaciones como los
intereses de demora o diversos recargos. Pues bien, a partir de este contexto ¿en
qué consiste exactamente la obligación principal?
Fundamentos de Derecho Tributario 75
Elemento material u objeto del tributo, esto es, el hecho, acto, negocio o
situación que revela la riqueza o manifestación de capacidad económica
incorporada al hecho imponible y susceptible de gravamen (por ejemplo, la
obtención de renta en el IRPF). Al respecto, y sin perjuicio de lo que expone
en otro tema, cabría diferenciar entre el objeto material en sentido imponi-
ble (o materia imponible) por referencia a la fuente de riqueza o indicador
genérico de capacidad económica (renta, patrimonio) y el hecho imponible
propiamente dicho, que se reserva para la concreta individualización del
hecho sometido a gravamen. Tal distinción es relevante a los efectos, por
ejemplo, de explicar el principio de prohibición de doble imposición (artí-
culo 6 LOFCA) que proscribe la duplicidad de gravamen sobre los mismos
hechos imponibles, pero no sobre la misma materia imponible.
Elemento subjetivo, esto es, el sujeto a quien se vincula la realización del
hecho imponible (sujeto pasivo, ya sea contribuyente o sustituto), materia
que se explica en el tema referido a los obligados tributarios.
Elemento espacial, esto es, el lugar o ámbito territorial en el que se entien-
de realizado el hecho imponible y que determina los criterios de sujeción
y aplicación de las normas tributarias establecidos en el artículo 11 LGT
(territorialidad y residencia, como reglas generales).
Elemento temporal o devengo, al que ya nos hemos referido anteriormente,
como el momento fijado en la Ley en el que se entiende realizado el hecho
imponible y que permite distinguir entre tributos instantáneos, en los que
el hecho imponible se agota con su realización, y tributos periódicos, en los
78 Tema 4
con abono del interés legal sin necesidad de efectuar requerimiento al efecto, así
como a la reducción proporcional de la garantía aportada en los supuestos de
estimación parcial del recurso o de la reclamación interpuesta.
d) Derecho a utilizar las lenguas oficiales en el territorio de su comunidad au-
tónoma, de acuerdo con lo previsto en el ordenamiento jurídico.
e) Derecho a conocer el estado de tramitación de los procedimientos en los que
sea parte.
f) Derecho a conocer la identidad de las autoridades y personal al servicio de la
Administración tributaria bajo cuya responsabilidad se tramitan las actuaciones y
procedimientos tributarios en los que tenga la condición de interesado.
g) Derecho a solicitar certificación y copia de las declaraciones por él presenta-
das, así como derecho a obtener copia sellada de los documentos presentados ante
la Administración, siempre que la aporten junto a los originales para su cotejo, y
derecho a la devolución de los originales de dichos documentos, en el caso de que
no deban obrar en el expediente.
h) Derecho a no aportar aquellos documentos ya presentados por ellos mismos
y que se encuentren en poder de la Administración actuante, siempre que el obli-
gado tributario indique el día y procedimiento en el que los presentó.
1) Derecho, en los términos legalmente previstos, al carácter reservado de los
datos, informes o antecedentes obtenidos por la Administración tributaria, que
sólo podrán ser utilizados para la aplicación de los tributos o recursos cuya ges-
tión tenga encomendada y para la imposición de sanciones, sin que puedan ser
cedidos o comunicados a terceros, salvo en los supuestos previstos en las leyes.
j) Derecho a ser tratado con el debido respeto y consideración por el personal
al servicio de la Administración tributaria.
k) Derecho a que las actuaciones de la Administración tributaria que requieran
su intervención se lleven a cabo en la forma que le resulte menos gravosa, siempre
que ello no perjudique el cumplimiento de sus obligaciones tributarias.
1) Derecho a formular alegaciones y a aportar documentos que serán tenidos
en cuenta por los órganos competentes al redactar la correspondiente propuesta
de resolución.
m) Derecho a ser oído en el trámite de audiencia, en los términos previstos en
esta ley.
n) Derecho a ser informado de los valores de los bienes inmuebles que vayan a
ser objeto de adquisición o transmisión.
ñ) Derecho a ser informado, al inicio de las actuaciones de comprobación o
inspección sobre la naturaleza y alcance de las mismas, así como de sus derechos
Fundamentos de Derecho Tributario 87
en otro tema con más detalle los elementos de cuantificación de la obligación tr1-
butaria (métodos de determinación de la base imponible, tipos de gravamen, base
liquidable y cuota tributaria), así que procede ahora limitarnos a resaltar que el
núcleo de la deuda tributaria, según el artículo 58 de la LG'T, está constituida por
la cuota o cantidad a ingresar que resulte de la obligación tributaria principal o de
las obligaciones de realizar pagos a cuenta, esto es, las que hemos identificado co-
mo obligaciones materiales tributarias directamente asociadas con la obligación
tributaria principal derivada de la realización del hecho imponible.
Á este núcleo esencial de la deuda tributaria que se identifica con la cuota
tributaria, pueden acumularse otras prestaciones accesorias como los intereses
de demora, los recargos por declaración extemporánea, los recargos del período
ejecutivo y los recargos exigibles legalmente sobre las bases o las cuotas a favor
del Tesoro o de otros entes públicos. A todos ellos ya hemos hecho referencia con
la salvedad de este último, que se relaciona con la posibilidad de que las admi-
nistraciones tributarias puedan adicionar un recargo a la base o la cuota de otro
tributo existente y que pertenece a otra Administración. Se trata de supuestos en
los que el recargo opera como un recurso tributario específico de una determina-
da administración (así, los previstos en el artículo 12 LOFCA o 38.2, 134 y 153
TRLRHL).
Una última precisión relevante con relación al concepto de deuda tributaria
es que las sanciones no forman parte de esta, sino que son el resultado de una
potestad sancionadora distinta a la que habilita la liquidación y cuantificación
de una deuda tributaria. Tal precisión es relevante a los efectos, por ejemplo, de
determinar las garantías de pago de una «deuda tributaria».
bilitación legal expresa para poder establecer y exigir esos «tributos pro-
pios». La Ley Reguladora de las Haciendas Locales (TRLRHL) cumple esta
función diseñando el régimen de financiación de las haciendas municipales
y, en materia tributaria, habilitando los impuestos (obligatorios y potesta-
tivos), las tasas y las contribuciones especiales que pueden establecer las
entidades locales así como los aspectos formales de su ordenación (potestad
reglamentaria ejercida vía ordenanzas fiscales). Por otra parte, al igual que
sucedía con el poder tributario autonómico, también las entidades locales
están sometidas a determinados límites (criterios de territorialidad, neutra-
lidad), aparte de los que constitucionalmente son exigibles a todo tributo
ex. artículo 31 CE.
IL. INTRODUCCIÓN
Como se estudia en el tema anterior, la relación jurídico-tributaria es un con-
cepto complejo que abarca un conjunto de derechos, obligaciones de contenido
material y formal así como de potestades o facultades que incumben tanto al su-
jeto activo (administración tributaria) como a los obligados tributarios.
Como elementos de esa relación, destacan cuatro:
1. Los sujetos, que pueden ser activos (los entes públicos que pueden exigir el
tributo) o pasivos, que son los obligados a satisfacerlos (contribuyente, sustituto
del contribuyente y los responsables del tributo).
2. El objeto, o comportamiento debido por el sujeto pasivo y exigible por el
sujeto activo O acreedor.
3. El vínculo entre el sujeto pasivo y el activo, que comprende el débito o deber
de realizar la prestación, y la responsabilidad en caso de incumplimiento.
4. La causa, que al derivar de una obligación ex lege está determinada por la
realización de ciertos hechos imponibles que la ley establece y que revelan una
capacidad económica o contributiva.
En lo que hace al elemento subjetivo de la relación jurídica, el artículo 35.1 de
la Ley General Tributaria define a los obligados tributarios como «las personas
físicas o jurídicas y las entidades a las que la normativa tributaria impone el cum-
plimiento de obligaciones tributarias». Y a continuación, en el número segundo
detalla once supuestos típicos de sujetos que entre otros son obligados tributarios,
concretamente:
«a) Los contribuyentes.
b) Los sustitutos del contribuyente.
c) Los obligados a realizar pagos fraccionados.
d) Los retenedores.
e) Los obligados a practicar ingresos a cuenta.
94 Tema 5
Por otra parte, el sustituto, según el artículo 36.3 de la Ley General Tributaria,
es «el sujeto pasivo que, por imposición de ley y en lugar del contribuyente, está
obligado a cumplir la obligación tributaria principal, así como las obligaciones
formales inherentes a la misma».
Según el propio precepto, «el sustituto del contribuyente podrá exigir del con-
tribuyente el importe de las obligaciones tributarias».
El precepto transcrito permite comprender sus características:
a) Es una modalidad de sujeto pasivo.
b) No realiza el hecho imponible, sino que lleva a cabo un presupuesto de he-
cho previsto por la ley distinto del hecho imponible.
c) Cuando se cumple ese otro presupuesto, el sustituto desplaza por completo
al contribuyente como deudor, colocándose en el lugar de éste.
d) Tiene derecho a resarcirse de la cuota tributaria satisfecha en lugar del con-
tribuyente.
El término sustituto fue acogido por la LGT de 1963 de la doctrina, que, a su vez, la
había recibido del ordenamiento italiano. En el nuestro, el fenómeno existía con ante-
rioridad, aunque no hubiera un término específico en la legislación para identificarlo.
Se hablaba de retención directa e indirecta, empleándose, en ocasiones, el término se-
gundo contribuyente. A partir de la LGT, la terminología se encuentra unificada, aunque
los casos más significativos de sustitución tributaria, que fueron los que inspiraron la
definición de la anterior LGT, desaparecieron con la reforma fiscal del año 1978.
2. La responsabilidad subsidiaria
Siguiendo a CAZORLA PRIETO, la responsabilidad subsidiaria presenta en
nuestro sistema fiscal cinco notas definitorias:
Fundamentos de Derecho Tributario 101
h) Las personas o entidades de las que los obligados tributarios tengan el con-
trol efectivo, total o parcial, o en las que concurra una voluntad rectora común
con dichos obligados tributarios, por las obligaciones tributarias de éstos, cuando
resulte acreditado que tales personas o entidades han sido creadas o utilizadas
de forma abusiva o fraudulenta como medio de elusión de la responsabilidad
patrimonial universal frente a la Hacienda Pública, siempre que concurran, ya sea
una unicidad de personas o esferas económicas, ya una confusión o desviación
patrimonial.
En estos casos la responsabilidad se extenderá también a las sanciones.
El número segundo de este mismo precepto se refiere a la responsabilidad sub-
sidiaria de «las deudas derivadas de tributos que deban repercutirse o de cantida-
des que deban retenerse», que se establece para «los administradores de hecho o
de derecho de las personas jurídicas obligadas a efectuar la declaración e ingreso
de tales deudas cuando, existiendo continuidad en el ejercicio de la actividad, la
presentación de autoliquidaciones sin ingreso por tales conceptos tributarios sea
reiterativa y pueda acreditarse que dicha presentación no obedece a una intención
real de cumplir la obligación tributaria objeto de autoliguidación».
Finalmente, el artículo 43.3 de la Ley General Tributaria señala que «las leyes
podrán establecer otros supuestos de responsabilidad subsidiaria distintos de los
previstos en los apartados anteriores».
3. La responsabilidad solidaria
Constituye la regla especial frente a la general que, como hemos dicho, es la
responsabilidad subsidiaria.
El responsable solidario responde junto al deudor principal desde el momento
en que éste no atiende la deuda en período voluntario sin que, a diferencia del su-
puesto de subsidiariedad, sea necesario aquí la declaración de fallido del obligado
principal.
El artículo 175 de la Ley General Tributaria establece la regla esencial en ma-
teria de procedimiento al distinguir dos supuestos:
«a) Cuando la responsabilidad haya sido declarada y notificada al responsable
en cualquier momento anterior al vencimiento del período voluntario de pago
original de la deuda que se deriva, bastará con requerirle el pago una vez transcu-
rrido dicho período.
b) En los demás casos, una vez transcurrido el período voluntario de pago ori-
ginal de la deuda que se deriva, el órgano competente dictará acto de declaración
de responsabilidad que se notificará al responsable».
104 Tema 5
d) Las personas o entidades depositarias de los bienes del deudor que, una vez
recibida la notificación del embargo, colaboren o consientan en el levantamiento
de aquéllos».
Además, la disposición adicional séptima de la Ley General Tributaria configu-
ra otros dos supuestos de responsabilidad solidaria. Se configura como responsa-
bles solidarios a las Comunidades Autónomas y a las Corporaciones locales de las
deudas tributarias contraídas por las entidades de derecho público dependientes
de ellas. Dice así el precepto:
«1. Las comunidades autónomas son responsables solidarias respecto del pago
de las deudas tributarias contraídas por las entidades de derecho público de ellas
dependientes, sociedades mercantiles cuyo capital social pertenezca integramente
a la comunidad autónoma o instituciones asociativas voluntarias públicas en las
que participen, en proporción a sus respectivas cuotas y sin perjuicio del derecho
de repetir que les pueda asistir, en su caso.
2. Las corporaciones locales son responsables solidarias respecto del pago de
las deudas tributarias contraídas por las entidades a que se refieren los párrafos b)
y c) del apartado 3 del artículo 85 de la Ley 7/1985, de 2 de abril, Reguladora de
las Bases de Régimen Local, así como de las que, en su caso, se contraigan por las
mancomunidades, comarcas, áreas metropolitanas, entidades de ámbito inferior
al municipio y por cualesquiera instituciones asociativas voluntarias públicas en
las que aquéllas participen, en proporción a sus respectivas cuotas y sin perjuicio
del derecho de repetir que les pueda asistir, en su caso».
Por último, la reforma de la Ley General Tributaria de 2015 incorpora un
nuevo supuesto (previsto en el artículo 258), declarando responsables solidarios
de la deuda tributaria a los causantes y colaboradores de los hechos que motivan
la liquidación prevista en su art. 250.2, referida a los elementos de la obligación
vinculados a un posible delito fiscal, y que se hallen imputados o condenados por
el mismo, así como a los ya mencionados por el art. 42.2 en relación con la deuda
de ese tipo de liquidación. Se declarará por el órgano recaudador, suspendiéndose
el procedimiento por el tiempo que medie entre la presentación de la denuncia o
querella y la imputación formal de los encausados y en caso de absolución o so-
breseimiento, se anulará la declaración de responsabilidad.
del representado, puede ser responsabilizado en concepto de autor por delito con-
table o delito fiscal, aunque no sea él personalmente el sujeto pasivo de la relación
jurídico-tributaria.
Si concurriesen varios titulares en una misma obligación tributaria, se pre-
sumirá otorgada la representación a cualquiera de ellos, salvo que se produzca
manifestación expresa en contrario; si bien la liquidación que resulte de dichas
actuaciones deberá ser notificada a todos los titulares de la obligación.
La falta o insuficiencia del poder no impedirá que se tenga por realizado el acto
de que se trate, siempre que se acompañe aquél o se subsane el defecto dentro del
plazo de 10, que deberá conceder al efecto el órgano administrativo competente.
El artículo 47 de la Ley General Tributaria se refiere a la representación de per-
sonas o entidades no residentes señalando que «a los efectos de sus relaciones con
la Administración Tributaria, los obligados tributarios que no residan en España
deberán designar un representante cuando lo establezca expresamente la norma-
tiva tributaria» y añadiendo que «la designación anterior deberá comunicarse a la
Administración Tributaria en los términos que la normativa señale».
Con la finalidad de atenuar las dificultades de acreditar la representación con quien
actúa por vía telemática e impulsar la actuación ante la Administración Pública en re-
presentación de terceros por este cauce, se ha creado un registro de apoderamientos
basado en una aplicación informática que permite inscribir los poderes otorgados por
los ciudadanos y empresas para la realización de aquellos trámites y actuaciones en
materia tributaria.
[, EXENCIONES SUBJETIVAS
En ocasiones, a pesar de que se realice el hecho imponible previsto por el tribu-
to puede que no tenga lugar la obligación material del pago de la deuda tributaria.
Uno de estos supuestos tiene lugar cuando concurren las exenciones en tributarias
previstas por el Legislador.
Según Matías Cortés, la exención consiste en que una norma impide la vigen-
cia de otra reduciendo parcialmente su campo de aplicación. La exención resulta
de la unión de dos normas, la norma general y la norma de exención. Hay exen-
ción tributaria cuando la norma de exención establece que, a pesar de realizarse
el hecho imponible previsto en la norma general, no nace la obligación tributaria.
Sainz de Bujanda considera la exención como el «reverso del hecho imponi-
ble» donde concurren dos normas con sentido contrapuesto: la primera, la norma
tributaria que define el hecho imponible y le asocia el efecto de nacimiento de la
obligación tributaria principal, y la segunda, la norma de exención que enerva los
efectos de la anterior disponiendo que no se desarrollen respecto a determinados
sujetos que realicen el hecho imponible o respeto a determinados supuestos in-
cluidos en este que la propia norma exonerada precisa. No hay que confundir las
exenciones con los supuestos de no sujeción ya que estos se encuentran extramu-
ros del tributo de que se trate. En estos casos, no se realiza el hecho imponible o
la actividad del sujeto pasivo no está gravada.
Así pues, en cuanto a la no sujeción, el 20.2 de la LGT dispone que «La ley
podrá completar la delimitación del hecho imponible mediante la mención de
supuestos de no sujeción». Y respecto de las exenciones, el artículo 22 de la LGT
establece que «Son supuestos de exención aquellos en que, a pesar de realizarse el
hecho imponible, la ley exime del cumplimiento de la obligación tributaria prin-
cipal». Por su parte, la SIC 10/2005 se refiere a «la exención, como quiebra del
principio de generalidad que rige la materia tributaria al neutralizar la obligación
tributaria derivada de la realización de un hecho revelador de capacidad económi-
ca, es constitucionalmente válida siempre que responda a fines de interés general
que la justifiquen».
Albiñana realiza la siguiente clasificación de las exenciones tributarias:
a) Subjetivas y objetivas.
112 Tema 6
contramos con el resto de los obligados tributarios, que son aquellos a los que les
corresponde cumplir con los deberes y obligaciones tributarias, ya sean materiales
o formales.
El artículo 35.1 de la LGT dispone que «Son obligados tributarios las personas
físicas o jurídicas y las entidades a las que la normativa tributaria impone el cum-
plimiento de obligaciones tributarias», enumerando en su segundo apartado algu-
nos de los obligados tributarios y refiriéndose a la solidaridad en el punto séptimo
de dicho precepto «La concurrencia de varios obligados tributarios en un mismo
presupuesto de una obligación determinará que queden solidariamente obligados
frente a la Administración tributaria al cumplimiento de todas las prestaciones,
salvo que por ley se disponga expresamente otra cosa.
Las leyes podrán establecer otros supuestos de solidaridad distintos del previs-
to en el párrafo anterior.
Cuando la Administración sólo conozca la identidad de un titular practica-
rá y notificará las liquidaciones tributarias a nombre del mismo, quien vendrá
obligado a satisfacerlas si no solicita su división. A tal efecto, para que proceda
la división será indispensable que el solicitante facilite los datos personales y el
domicilio de los restantes obligados al pago, así como la proporción en que cada
uno de ellos participe en el dominio o derecho trasmitido».
1. Solidaridad
De conformidad con lo establecido en el artículo 35.7 de la LGT, la concurren-
cia de varios obligados tributarios en la realización del hecho imponible determi-
na que todos responden solidariamente frente a la Administración tributaria. Sig-
nifica que puede dirigirse contra cualquiera de ellos para exigirles el cumplimiento
de la obligación tributaria.
Por lo tanto, que dentro de cada una de las diferentes categorías de obligados
tributarios (sujetos pasivos, sucesores, responsables etc.), cuando han realizado el
mismo presupuesto de una obligación, la regla entre ellos es la de la solidaridad.
Estamos ante una particularidad tributaria si la comparamos con la regla general
de la mancomunidad característica de nuestro Derecho Civil, a la que se refiere el
artículo 1137 del CC.
2. Sucesión
Los sucesores se incluyen entre los obligados tributarios según el artículo 35.2
de la LGT. La primera distinción que se debe hacer es la que tiene lugar entre
personas físicas y la que ocurre entre personas jurídicas.
114 Tema 6
2.3. Procedimiento
El procedimiento de recaudación frente a los sucesores se contempla en el ar-
tículo 177 de la LGT y el mismo ha sido objeto de desarrollo en el artículo 127
del RD 939/2005, de 29 de julio, por el que se aprueba el Reglamento General de
Recaudación. Conforme al primer precepto citado, «Fallecido cualquier obligado
al pago de la deuda tributaria, el procedimiento de recaudación continuará con
sus herederos y, en su caso, legatarios, sin más requisitos que la constancia del fa-
llecimiento de aquél y la notificación a los sucesores, con requerimiento del pago
de la deuda tributaria y costas pendientes del causante.
Cuando el heredero alegue haber hecho uso del derecho a deliberar, se suspen-
derá el procedimiento de recaudación hasta que transcurra el plazo concedido
para ello, durante el cual podrá solicitar de la Administración tributaria la rela-
116 Tema 6
ción de las deudas tributarias pendientes del causante, con efectos meramente
informativos.
Mientras la herencia se encuentre yacente, el procedimiento de recaudación de
las deudas tributarias pendientes podrá continuar dirigiéndose contra sus bienes y
derechos, a cuyo efecto se deberán entender las actuaciones con quien ostente su
administración o representación.
Disuelta y liquidada una sociedad o entidad, el procedimiento de recaudación
continuará con sus socios, partícipes o cotitulares, una vez constatada la extinción
de la personalidad jurídica.
Disuelta y liquidada una fundación, el procedimiento de recaudación conti-
nuará con los destinatarios de sus bienes y derechos.
La Administración tributaria podrá dirigirse contra cualquiera de los socios,
partícipes, cotitulares o destinatarios, o contra todos ellos simultánea o sucesiva-
mente, para requerirles el pago de la deuda tributaria y costas pendientes».
III. RESPONSABLES
1. Aspectos generales
El Derecho tributario contempla el marco de los elementos subjetivos de la
relación jurídica tributaria con la figura de los sujetos responsables.
Recoge el artículo 35.5 de la LGT que «Tendrán asimismo el carácter de obli-
gados tributarios los responsables a los que se refiere el artículo 41 de esta ley».
Según el artículo 41 de la LGT: «La ley podrá configurar como responsables so-
lidarios o subsidiarios de la deuda tributaria, junto a los deudores principales, a
otras personas o entidades. A estos efectos, se considerarán deudores principales
los obligados tributarios del apartado 2 del artículo 35 de esta ley.
Salvo precepto legal expreso en contrario, la responsabilidad será siempre sub-
sidiaria.
Salvo lo dispuesto en el apartado 2 del artículo 42 de esta Ley, la responsabili-
dad alcanzará a la totalidad de la deuda tributaria exigida en período voluntario.
Cuando haya transcurrido el plazo voluntario de pago que se conceda al res-
ponsable sin realizar el ingreso, se iniciará el período ejecutivo y se exigirán los
recargos e intereses que procedan.
La responsabilidad no alcanzará a las sanciones, salvo las excepciones que en
esta u otra ley se establezcan.
Fundamentos de Derecho Tributario 117
de conformidad con las reglas del CC, como reconoce el artículo 41.6 de la LGT.
Como señala Ferreiro, si es el responsable el que efectúa el pago, este puede di-
rigirse con posterioridad al contribuyente o sustituto obligado para recuperar la
cantidad pagada. Esta acción de repetición del responsable tiene su base en el en-
riquecimiento injusto del contribuyente, que se libera frente a la Administración
tributaria de una deuda que solo él debería pagar.
Para que se produzca el nacimiento de la obligación del responsable se tienen
que producir dos circunstancias diferentes: (1) la realización de un presupuesto de
hecho (el hecho imponible), en virtud del cual queda obligado el sujeto pasivo,
(11) y la concurrencia de otro presupuesto de hecho por el cual queda obligado el
responsable. Esto implica que la responsabilidad debe ser fijada por Ley, de forma
que no se presuma nunca. Una vez establecida esta responsabilidad, se presume
que es subsidiaria salvo que se diga lo contrario. Esta subsidiariedad entre res-
ponsable y contribuyente no debe confundirse con el principio de solidaridad que
concurre entre cada una de la categorías de iguales de los obligados tributarios.
El principio de legalidad que impera, significa que la obligación que vincula al
responsable es que los sujetos pasivos no podrán, por medio de acuerdos, exten-
der, reducir o modificar los deberes de los responsables de la obligación tributaria.
Cuando concurren varios responsables en la misma deuda, queda a discrecionali-
dad de la Administración la elección particular entre cualquiera de ellos.
No debe confundirse la responsabilidad tributaria con las garantías del crédito
tributario ni con el posible afianzamiento de los deudores principales. Se diferen-
cia de las garantías de crédito tributario por cuanto la responsabilidad tributaria
nace de una determinada conducta del obligado. Se diferencia del afianzamiento
de los deudores principales, en que falta el componente de voluntariedad existente
en este último, no dándose tampoco el vínculo contractual entre el deudor prin-
cipal y el responsable.
En el caso de que haya un acreedor y varios deudores, si la obligación es man-
comunada, el acreedor únicamente podrá exigir al deudor una parte alícuota de
la deuda, en tanto que, si la obligación es solidaria, el acreedor podrá reclamar la
totalidad de la obligación a cualquiera de los deudores solidarios.
La distinción entre deudores principales y subsidiarios hace referencia a quié-
nes deberán responder primero de la deuda, es decir, ante quién deberá dirigirse en
primer lugar el acreedor y a quién podrá dirigirse supletoriamente. En el caso de
los deudores subsidiarios, puede distinguirse a los que gozan o no del beneficio de
excusión, que obliga al acreedor a demostrar que ha perseguido todos los bienes
conocidos de los deudores principales antes de dirigirse a los subsidiarios.
Así pues, los responsables solidarios y los subsidiarios tienen la naturaleza
supletoria o de segundo orden, de modo que únicamente responderán de la deu-
da tributaria cuando los responsables principales no la hubieran satisfecho. La
Fundamentos de Derecho Tributario 119
2. Alcance de la responsabilidad
Con carácter general, el importe exigible al responsable se corresponde con la
deuda tributaria exigida al deudor en periodo voluntario de pago. Significa que
no le son exigibles al responsable los recargos generados por el deudor para el im-
pago de la deuda; sin embargo, sí se extiende a los intereses y recargos generados
en el procedimiento de recaudación dirigido contra el responsable que no haga
frente a la deuda exigida en periodo voluntario de pago.
No alcanza al cumplimiento de las obligaciones formales del contribuyente
ni a las sanciones del deudor principal, salvo que expresamente la Ley señale lo
contrario, en cuyo caso la responsabilidad también se extenderá a las sanciones.
Cuando sea este el caso, el responsable también tendrá derecho a la aplicación
de las mismas reducciones sobre la sanción, como la conformidad o pronto pago,
que le hubieran correspondido al deudor principal.
3. Responsables solidarios
Como hemos anticipado, son dos los tipos de responsabilidad que podemos
distinguir.
Según el artículo 42 de la LGT «Serán responsables solidarios de la deuda tri-
butaria las siguientes personas o entidades:
a) Las que sean causantes o colaboren activamente en la realización de una
infracción tributaria. Su responsabilidad también se extenderá a la sanción. (...)»
De acuerdo con nuestro Derecho penal, pueden entenderse como causantes o
colaboradores en la realización de una infracción tributaria a: todas las personas
que tomen parte directa en la realización de la infracción; quien utilice la fuerza
sobre una persona que realice materialmente la infracción; los sujetos que hayan
inducido o instigado la realización de los hechos constitutivos del ilícito tribu-
tario; quien tenga la consideración de colaborador necesario y la de cómplice.
También debe existir una conducta culpable en quien participa o coopera en la
realización de la infracción tributaria, dada la necesaria concurrencia del princi-
pio de culpabilidad.
120 Tema 6
4. Responsables subsidiarios
En virtud del artículo 43 de la LGT, «Serán responsables subsidiarios de la
deuda tributaria las siguientes personas o entidades:
a) Sin perjuicio de lo dispuesto en el párrafo a) del apartado 1 del artículo 42
de esta ley, los administradores de hecho o de derecho de las personas jurídicas
que, habiendo éstas cometido infracciones tributarias, no hubiesen realizado los
actos necesarios que sean de su incumbencia para el cumplimiento de las obliga-
ciones y deberes tributarios, hubiesen consentido el incumplimiento por quienes
de ellos dependan o hubiesen adoptado acuerdos que posibilitasen las infraccio-
nes. Su responsabilidad también se extenderá a las sanciones.
b) Los administradores de hecho o de derecho de aquellas personas ¡jurídicas
que hayan cesado en sus actividades, por las obligaciones tributarias devengadas
de éstas que se encuentren pendientes en el momento del cese, siempre que no hu-
bieran hecho lo necesario para su pago o hubieren adoptado acuerdos o tomado
medidas causantes del impago.
c) Los integrantes de la administración concursal y los liquidadores de socieda-
des y entidades en general que no hubiesen realizado las gestiones necesarias para
el íntegro cumplimiento de las obligaciones tributarias devengadas con anteriori-
dad a dichas situaciones e imputables a los respectivos obligados tributarios. De
las obligaciones tributarias y sanciones posteriores a dichas situaciones responde-
rán como administradores cuando tengan atribuidas funciones de administración.
122 Tema 6
resulte acreditado que tales personas o entidades han sido creadas o utilizadas
de forma abusiva o fraudulenta como medio de elusión de la responsabilidad
patrimonial universal frente a la Hacienda Pública, siempre que concurran, ya sea
una unicidad de personas o esferas económicas, ya una confusión o desviación
patrimonial.
En estos casos la responsabilidad se extenderá también a las sanciones.
Serán responsables subsidiarios de las deudas tributarias derivadas de tributos
que deban repercutirse o de cantidades que deban retenerse a trabajadores, pro-
fesionales u otros empresarios, los administradores de hecho o de derecho de las
personas jurídicas obligadas a efectuar la declaración e ingreso de tales deudas
cuando, existiendo continuidad en el ejercicio de la actividad, la presentación de
autoliquidaciones sin ingreso por tales conceptos tributarios sea reiterativa y pue-
da acreditarse que dicha presentación no obedece a una intención real de cumplir
la obligación tributaria objeto de autoliguidación.
Se entenderá que existe reiteración en la presentación de autoliguidaciones
cuando en un mismo año natural, de forma sucesiva o discontinua, se hayan pre-
sentado sin ingreso la mitad o más de las que corresponderían, con independencia
de que se hubiese presentado solicitud de aplazamiento o fraccionamiento y de
que la presentación haya sido realizada en plazo o de forma extemporánea.
A estos efectos no se computarán aquellas autoliquidaciones en las que, ha-
biendo existido solicitud de aplazamiento o fraccionamiento, se hubiese dictado
resolución de concesión, salvo incumplimiento posterior de los mismos y con in-
dependencia del momento de dicho incumplimiento, no computándose, en ningún
caso, aquellos que hubiesen sido concedidos con garantía debidamente formali-
zada.
Se considerará, a efectos de esta responsabilidad, que la presentación de las
autoliquidaciones se ha realizado sin ingreso cuando, aun existiendo ingresos
parciales en relación con todas o algunas de las autoliquidaciones presentadas,
el importe total resultante de tales ingresos durante el año natural señalado en el
segundo párrafo no supere el 25 por ciento del sumatorio de las cuotas a ingresar
autoliquidadas.
Se presumirá que no existe intención real de cumplimiento de las obligaciones
mencionadas en el párrafo primero, cuando se hubiesen satisfecho créditos de
titularidad de terceros de vencimiento posterior a la fecha en que las obligaciones
tributarias a las que se extiende la responsabilidad establecida en esta disposición
se devengaron o resultaron exigibles y no preferentes a los créditos tributarios
derivados de estas últimas.
Las leyes podrán establecer otros supuestos de responsabilidad subsidiaria dis-
tintos de los previstos en los apartados anteriores.
124 Tema 6
5. Procedimiento
La responsabilidad puede ser declarada en cualquier momento posterior a la
práctica de la liquidación o, en su caso, a la presentación de la autoliquidación,
salvo que la ley disponga otra cosa. Los artículos 174, 175 y 176 de la LGT
establecen los elementos principales a tener en consideración a los efectos de la
declaración de responsabilidad. Estos artículos han sido objeto de desarrollo en
los artículos 124 a 126 del Reglamento General de Recaudación, aprobado por
Real Decreto 939/2005, de 29 de julio. Así pues, la regulación puede sintetizarse
en los siguientes términos:
— En el supuesto de liquidaciones administrativas, si la declaración de respon-
sabilidad se efectúa con anterioridad al vencimiento del periodo voluntario
de pago, la competencia para dictar el acto administrativo de declaración
de responsabilidad corresponde al órgano competente para dictar la liqui-
dación. En los demás casos, dicha competencia corresponderá al órgano de
recaudación.
— El acto de declaración de responsabilidad debe ser notificado a los respon-
sables previo trámite de audiencia de 15 días, integrándose en el mismo el
siguiente contenido: texto íntegro del acuerdo de declaración de responsa-
bilidad, debiendo indicarse el presupuesto de hecho habilitante así como las
liquidaciones a las que alcanza dicho presupuesto; medios de impugnación
que pueden ser ejercitados contra dicho acto; y, lugar, forma y plazos en que
deba ser satisfecho el importe exigido al responsable.
— En el recurso de reclamación contra el acuerdo de declaración de responsa-
bilidad podrá impugnarse el presupuesto de hecho habilitante y las liquida-
ciones a las que alcanza dicho presupuesto, sin que ello permita revisar las
liquidaciones que hubieran adquirido firmeza para otros obligados tributa-
rios, sino únicamente el importe de la obligación del responsable que haya
interpuesto el recurso o la reclamación.
No obstante, en los supuestos previstos en el artículo 42.2 de la LGT, no pue-
den impugnarse las liquidaciones a las que alcanza dicho presupuesto, sino el
alcance global de la responsabilidad.
— Si el responsable no realiza el pago en el plazo voluntario que se le concede,
la deuda será exigible en vía de apremio, devengándose entonces el corres-
pondiente recargo ejecutivo (artículo 174 de la LGT).
Fundamentos de Derecho Tributario 125
IV, EL SUSTITUTO
1. Sustituto del contribuyente
En la definición del artículo 36 de la LG'T se identifica al sujeto pasivo como
aquel que debe cumplir con la obligación tributaria principal, bien como contri-
buyente, bien como sustituto del contribuyente.
Por lo tanto, son sustitutos los obligados tributarios a los que la Ley coloca
en el lugar del contribuyente en sus relaciones con la Administración tributaria.
Implica el desplazamiento de quien realmente realizó el hecho imponible, pero
como la capacidad económica se manifiesta precisamente en el sujeto pasivo con-
tribuyente, el sustituto le podrá exigir el importe de las efectivamente satisfechas
al sujeto pasivo contribuyente.
Solo estamos ante un supuesto de sustitución cuando expresamente ha sido
previsto por la Ley. Aunque no son frecuentes, encontramos algunos ejemplos en
el Impuesto sobre el Incremento del Valor de los Terrenos de Naturaleza Urbana
(UVTNU), cuando la venta del inmueble la lleva a cabo un no residente en España
y la liquidación del Impuesto tiene lugar con el adquirente de conformidad con el
artículo 106.2 del Real Decreto Legislativo 2/2004 de 5 de marzo; o en el Impues-
to de Construcciones Instalaciones y Obras (ICIO), donde el artículo 101.2 con-
sidera sustituto del contribuyente a quienes soliciten las licencias o presenten las
correspondientes declaraciones responsables, comunicaciones o realicen las cons-
trucciones, siendo el sujeto pasivo el dueño de la obra, construcción o instalación.
126 Tema 6
2. Retenedores
No deben confundirse con los sustitutos aunque algún autor de la doctrina
como Ferreiro Lapatza los identifica o los incluye en la misma categoría.
Las retenciones, los ingresos a cuenta, o los pagos fraccionados constituyen un
anticipo de cuota cuyo ingreso lleva a cabo el pagador de renta, lo que además
constituye una fuente de información para la Administración tributaria. La dife-
rencia fundamental con los casos de sustitución es que el retenedor no desplaza al
sujeto pasivo contribuyente en la relación jurídica tributaria.
La retención constituye una obligación tributaria autónoma de la obligación
principal, sin perjuicio de la interpretación que ha dado el Tribunal Supremo so-
bre esta cuestión, velando sobre todo para que no se produzca un enriqueciendo
injusto por parte de la Administración cuando reclame los importes, por un lado
al retenedor y por otro al sujeto pasivo contribuyente, cuando se trata de la mis-
ma cuota tributaria. En este sentido, entre otras, la STS de 21 de enero de 2010,
recurso 1685/2004.
No obstante, el pago del sujeto contribuyente de la parte de cuota que debió
ser previamente ingresada por el retenedor no le exime de dos aspectos: primero,
de la exigencia por parte de la Administración tributaria de los correspondiente
intereses de demora a contar desde la fecha en que esta cantidad debió ser ingresa-
da, y segundo, de las posibles sanciones por su falta de ingreso en tiempo y forma.
Tema 7
EL OBJETO DE LOS TRIBUTOS Y FORMAS DE SU DETER-
MINACIÓN. EXENCIONES POR EL OBJETO. DEVENGO DEL
IMPUESTO. BASE IMPONIBLE. REGÍMENES DE DETERMI-
NACIÓN, EL TIPO DE GRAVAMEN
2. Hecho imponible
Para entender qué es la obligación tributaria principal debe acudirse a su pre-
supuesto de hecho generador que es, en una primera aproximación, el hecho gra-
vado, es decir, el presupuesto de hecho fijado por la ley y a cuya realización anuda
128 Tema 7
Esta autonomía se manifiesta cuando la Ley del tributo configura como impo-
nibles hechos ya regulados por otras ramas del ordenamiento, pero puede rede-
finirlos o alterar alguno de sus caracteres, bien en pro de una mejor proyección
sobre ellos de los criterios de justicia bien por razón de evitar la evasión fiscal.
Pese a la frecuencia de estos supuestos, la unidad del ordenamiento aconseja que
solo cuando esté justificado se proceda por la ley de esta manera, evitando un afán
desmedido por construir y alterar de forma autónoma los conceptos, las catego-
rías y los institutos jurídicos ya perfilados por otras ramas del Derecho.
La autonomía se proyecta a través del principio de calificación del artículo 13
de la LGT. Significa que cuando la ley describe y grava como hecho imponible
una determinada operación jurídica, el aplicador habrá de calificar el hecho, acto
o negocio efectuado por los particulares de acuerdo con su verdadera naturaleza
jurídica, atendiendo a su contenido y a sus pretensiones y efectos jurídicos, sin
tener que atenerse a la forma o denominación dadas por las partes, con el fin de
comprobar si se ha dado realmente la operación jurídica que la norma tributaria
quería gravar. Todo ello sin perjuicio de los supuestos en los que pueda apreciarse
fraude de ley, simulación u otras prácticas elusivas.
V. REGÍMENES DE DETERMINACIÓN
El artículo 50.2 de la LGT reconoce tres formas o métodos para la determina-
ción de la base imponible:
1) Estimación directa.
2) Estimación objetiva.
3) Estimación indirecta.
1. Estimación directa
Según el artículo 51 de la LGT «El método de estimación directa podrá utili-
zarse por el contribuyente y por la Administración tributaria de acuerdo con lo
dispuesto en la normativa de cada tributo. A estos efectos, la Administración tri-
butaria utilizará las declaraciones o documentos presentados, los datos consigna-
dos en libros y registros comprobados administrativamente y los demás documen-
tos, justificantes y datos que tengan relación con los elementos de la obligación
tributaria». Sus principales características son:
— Es el régimen general previsto en nuestro sistema fiscal para la determina-
ción de las bases imponibles, de forma que solo excepcionalmente se utiliza-
rá la estimación objetiva o la estimación indirecta (artículo 50.3 de la LGT).
— Puede ser utilizado tanto por la Administración como por el contribuyente.
— Es esencial que exista una perfecta correspondencia entre la definición de la
base imponible y su medición, por ello se suele decir que se sirve de datos
reales. Si las normas de los tributos exigen contabilidades, los datos reales
se derivarán de esta. En otros casos se derivarán de la declaración del sujeto
pasivo, en donde constará la descripción del objeto del tributo.
— No solamente ha de servirse de medios con soporte documental sino de cua-
lesquiera otros siempre que aparezcan suficientemente contrastados. Los
deberes formales de contabilidad y registro tienen una importancia fun-
damental por su valor instrumental, cuya observancia o cumplimiento no
Fundamentos de Derecho Tributario 139
2. Estimación objetiva
Establece el artículo 50.3 de la LGT que «Las bases imponibles se determina-
rán con carácter general a través del método de estimación directa. No obstante,
la ley podrá establecer los supuestos en que sea de aplicación el método de esti-
mación objetiva, que tendrá, en todo caso, carácter voluntario para los obligados
tributarios». Se puede destacar que:
— Su fijación será realizada por norma con rango legal, sin perjuicio de que
reglamentariamente se especifique la manera concreta como se determinará
la base en estimación objetiva.
— La aplicación del método resulta voluntario para los interesados, que en su
caso podrán optar por aplicar el método de la estimación directa.
— Simplifica las tareas que conllevan la estimación directa para el contribu-
yente y para la Administración, puesto que es más fácil tanto su determina-
ción como su comprobación.
— Con la utilización de la estimación objetiva se vendrán a obtener rendimien-
tos medios pero no rendimientos reales.
Añade el artículo 52 de la LGT que «El método de estimación objetiva podrá
utilizarse para la determinación de la base imponible mediante la aplicación de
las magnitudes, índices, módulos o datos previstos en la normativa propia de cada
tributo».
3. Estimación indirecta
De conformidad con el artículo 53 de la LGT, «El método de estimación in-
directa se aplicará cuando la Administración tributaria no pueda disponer de los
datos necesarios para la determinación completa de la base imponible como con-
secuencia de alguna de las siguientes circunstancias:
a) Falta de presentación de declaraciones o presentación de declaraciones in-
completas o inexactas.
b) Resistencia, obstrucción, excusa o negativa a la actuación inspectora.
c) Incumplimiento sustancial de las obligaciones contables o registrales.
140 Tema 7
1. Liquidaciones definitivas
En cuanto a las liquidaciones definitivas, son las practicadas por la Adminis-
tración cuando cuenta con todos los datos necesarios o posibles para liquidar el
tributo. Más que dar una definición, lo que el artículo 101.3 de la LGT hace es
enumerar los casos en que se adquiere la condición definitiva, «a) Las practicadas
146 Tema 8
2. Liquidaciones provisionales
El artículo 101.4 de la LGT tampoco lleva a cabo una definición o lo hace en
sentido negativo, cuando dice que «En los demás casos, las liquidaciones tribu-
tarias tendrán el carácter de provisionales». Por lo tanto, sus notas básicas son:
— Se basan normalmente en datos facilitados por el sujeto pasivo.
— Se giran sobre hechos y bases que solo presunta y probablemente son cier-
tos, por lo que es posible que en una fase ulterior de comprobación se pro-
ceda a su rectificación.
— Tienen la naturaleza de acto administrativo definitivo a efectos de impugna-
bilidad, siendo por tanto recurribles en vía económico-administrativa.
— Pueden darse tanto en el procedimiento de gestión propiamente dicho como
en el de inspección.
Pese al carácter residual de las liquidaciones provisionales, el citado artículo
regula los casos en que procederá dictar dichas liquidaciones en el procedimiento
Inspector:
a) Cuando alguno de los elementos de la obligación tributaria se determine
en función de los correspondientes a otras obligaciones que no hubieran sido
comprobadas, que hubieran sido regularizadas mediante liquidación provisional
o mediante liquidación definitiva que no fuera firme, o cuando existan elementos
de la obligación tributaria cuya comprobación con carácter definitivo no hubiera
sido posible durante el procedimiento, en los términos que se establezcan regla-
mentariamente.
b) Cuando proceda formular distintas propuestas de liquidación en relación
con una misma obligación tributaria. Se entenderá que concurre esta circunstan-
Fundamentos de Derecho Tributario 147
cia cuando el acuerdo al que se refiere el artículo 155 de esta ley no incluya todos
los elementos de la obligación tributaria, cuando la conformidad del obligado
no se refiera a toda la propuesta de regularización, cuando se realice una com-
probación de valor y no sea el objeto único de la regularización, y en el resto de
supuestos que estén previstos reglamentariamente.
c) En todo caso, tendrán el carácter de provisionales las liquidaciones dictadas
al amparo de lo dispuesto en el artículo 250.2 de esta ley (se refiere a las liquida-
ciones en caso de existencia de indicios de delitos contra la Hacienda Pública).
2. Aspectos comunes
El Capítulo 1 del Título MI de la LGT contiene las que denomina «normas
comunes sobre actuaciones y procedimientos tributarios» (artículos 97 a 116).
Dentro de los aspectos comunes, no podemos pasar por alto la prestación de
asistencia de la Administración tributaria a los particulares para el correcto cum-
plimiento de sus obligaciones y ejercicios de sus derechos, reconocido con carác-
ter general en el artículo 85 de la LGT, unida a la obligación de confidencialidad
de la información tributaria prevista en el artículo 95.3 de la LGT, sin perjuicio de
la publicación que se contempla a determinados deudores con la Administración
tributaria en el artículo 95 bis.
En términos generales, las fases del procedimiento son (i) el inicio regulado
en el artículo 98 de la LGT, que puede ser de oficio o a instancia de parte; (11) el
desarrollo previsto en el artículo 99 de la LGT, que exige la documentación de las
actuaciones a través de las comunicaciones, diligencias o informes, y el respeto a
los trámites de audiencia y alegaciones; (111) la terminación en las formas recogi-
das en el artículo 100 de la LGT, que tiene lugar habitualmente con la resolución,
siendo otras formas la caducidad, el desistimiento, la renuncia del obligado, la im-
posibilidad material de continuación, el cumplimiento de la obligación, el inicio
de otro procedimiento y las demás legalmente previstas.
Fundamentos de Derecho Tributario 149
3. Contenido
Los procedimientos y las actuaciones de gestión atienden a diversas funciones,
desde las de mantenimiento de censos y datos, información y asistencia, certifica-
ciones, consultas, hasta otras de comprobación y liquidación. Se encomiendan a
los órganos gestores de la Agencia Tributaria, sin perjuicio de que en algún caso
puedan desarrollarse por otros órganos y departamentos de la Agencia, y su desa-
rrollo se encuentra en el Título IV del Real Decreto 1065/2007, de 27 de julio, por
el que se aprueba el Reglamento General de las actuaciones y los procedimientos
de gestión e inspección tributaria y de desarrollo de las normas comunes de los
procedimientos de aplicación de los tributos (RGGI.
De conformidad con el artículo 123 dela LGT, «1. Son procedimientos de ges-
tión tributaria, entre otros, los siguientes:
a) El procedimiento de devolución iniciado mediante autoliquidación, solici-
tud o comunicación de datos (artículos 124 a 127 LGT y 122 a 132 RGGL, que
incluyen la rectificación de actuaciones del particular, como declaraciones, autoli-
quidaciones y comunicaciones de datos).
150 Tema 8
4. Verificación de datos
El procedimiento de verificación de datos recogido en los artículos 131 a 133
de la LGT, tiene por finalidad realizar un control a partir de los datos que obran
en poder de la Administración. Está limitado a supuestos en los que se detecte
en la declaración o la autoliquidación (i) defectos formales o errores aritméticos,
(11) datos que no coinciden con los que obre en poder de la Administración, (111)
aplicación indebida de la normativa, cuando resulte patente, (iv) necesidad de
aclarar o justificar algún dato, siempre que no se refiera al desarrollo de activida-
des económicas.
5. Comprobación limitada
El procedimiento regulado en el artículo 136 de la LGT permite la comproba-
ción de todos los hechos determinantes de la obligación tributaria, pero sus fa-
cultades son mucho más restringidas que en el procedimiento inspector. Se puede
Fundamentos de Derecho Tributario 151
calificar de una «mini inspección» donde al órgano que la lleva a cabo no le está
permitido (1) requerir la aportación de la contabilidad mercantil, aunque pueda
ser aportada voluntariamente por el obligado tributario, (11) no se puede requerir
a terceros información sobre movimientos financieros, (111) no cabe realizar actua-
ciones fuera de las dependencias de la Administración tributaria.
La particularidad más relevante es el carácter preclusivo que tienen las liqui-
daciones provisionales dictadas con ocasión de una comprobación limitada. De
conformidad con el artículo 140.1 de la LGT, la Administración no podrá efec-
tuar una nueva regularización en relación con el objeto comprobado, salvo que
descubra nuevos hechos o circunstancias que resulten distintas de las actuaciones
realizadas y especificadas en la resolución.
6. Comprobación de valores
El procedimiento de comprobación de valores recogido en el artículo 134 de la
LGT, tiene por finalidad comprobar los valores declarados por los contribuyentes,
salvo que el obligado tributario se hubiera acogido en su declaración a los valores
publicados por la propia Administración. Los principales medios de valoración se
recogen en el artículo 57 de la LGT, (1) la estimación por referencia con Registros
oficiales de carácter fiscal, (11) los precios de mercado, (111) las cotizaciones en mer-
cados nacionales o extranjeros, y (1v) el dictamen de peritos. La valoración puede
ser rebatida a través de la tasación pericial contradictoria.
7. Procedimiento de inspección
En cuanto al procedimiento de inspección, conforme al artículo 145 de la LGT,
«tendrá por objeto comprobar e investigar el adecuado cumplimiento de las obli-
gaciones tributarias y en el mismo se procederá, en su caso, a la regularización de
la situación tributaria del obligado mediante la práctica de una o varias liquida-
ciones.
La comprobación tendrá por objeto los actos, elementos y valoraciones consig-
nados por los obligados tributarios en sus declaraciones.
La investigación tendrá por objeto descubrir la existencia, en su caso, de he-
chos con relevancia tributaria no declarados o declarados incorrectamente por
los obligados tributarios». De todos es el que tiene mayor intensidad y tiene un
régimen jurídico diferenciado del resto del procedimiento de gestión.
Puede tener un alcance general o parcial. El plazo tiene una duración de 18
meses con carácter general, que se puede extender a los 27 meses cuando la cifra
anual del volumen de negocios sea igual o superior al requerido para auditar
cuentas (5.700.000 de €). Se prevén en el artículo 150.3 supuestos de suspensión,
152 Tema 8
(1) remisión del expediente a la Fiscalía, (11) paralización por orden judicial, (111)
conflicto con las Juntas Arbitrales, (iv) remisión del expediente por conflicto en
la aplicación de la norma, (v) intento de notificación de la propuesta de liquida-
ción o del acuerdo ordenando completar las actuaciones. También se prevé la
extensión del procedimiento en los apartados 4 y 5 del artículo 150 de la LGT, (1)
60 días como máximo a solicitud del obligado tributario, (11) de 3 a 6 meses por
aportar tardíamente la documentación que fue requerida al inspeccionado, y (111)
6 meses cuando tras la apreciación de la estimación indirecta el inspeccionado
aportara datos, documentos o pruebas.
Otra particularidad relevante es que el incumplimiento del plazo no da lugar
a la caducidad, únicamente (1) desaparecen los efectos interruptivos del cómputo
del plazo de prescripción que provocó el inicio del procedimiento, (11) el obligado
tributario podrá acogerse a los efectos del espontáneo y los recargos del artículo
27 de la LGT, (111) y no se devengaran intereses de demora por el incumplimiento
del plazo. La inexistencia de caducidad le permite a la Administración dictar la
liquidación si el derecho para determinar la deuda tributaria no hubiera prescrito.
Las actuaciones del procedimiento de inspección se documentan en diferentes
tipos de actas, de conformidad (artículo 156 de la LGT), de disconformidad (artí-
culo 157 de la LGT) o con acuerdo (artículo 155 de la LGT).
— Las actas de conformidad tienen lugar cuando se acepta la propuesta de
regularización, que se transforma en liquidación transcurrido un mes des-
de la firma del acta, salvo que el Inspector-Jefe (1) ordene rectificar errores
materiales o completar el expediente, (11) aprecie errores en la propuesta de
liquidación y conceda al obligado tributario el plazo de audiencia previo
para que se practique una nueva liquidación. La conformidad produce una
reducción del 30% de la eventual sanción (artículo 188.1 de la LGT). Sin
embargo, la conformidad implica una restricción a la hora de impugnar la
liquidación, en la medida que solo podrán discutirse aspectos o «cuestiones
de derecho», o rectificación en caso de que se probara error de hecho.
— Las actas en disconformidad implican que la propuesta es rechazada, en
cuyo caso se abre un plazo de 15 días para que pueda formular alegaciones,
y antes de dictar el acto de liquidación, el Órgano competente podrá acor-
dar la práctica de actuaciones complementarias, tras lo que se dictará la
liguidación (en la actualidad ya no se exige el informe del actuario, tras la
modificación llevada a cabo por la Ley 11/2021, de 9 de julio).
— Las actas con acuerdo tienen un carácter transaccional en las que Admi-
nistración y Obligado materializan determinados elementos de la relación
jurídica tributaria. Se aplica en el caso de (1) conceptos jurídicos indetermi-
nados, (11) en la apreciación de hechos relevantes para determinar la deuda
tributaria, y (111) en las estimaciones, valoraciones, mediciones relevantes
Fundamentos de Derecho Tributario 153
2. Comprobación
La liquidación puede poner en marcha el procedimiento de liquidación y pa-
ra ello se pueden desplegar por la Administración las oportunas potestades de
comprobación, que se despliegan a lo largo de los diferentes procedimientos que
hemos visto.
En relación con el control, el artículo 153 del RGGI establece que «Corres-
ponde a la Administración tributaria el control del cumplimiento de la obligación
de presentar declaraciones, autoliguidaciones y comunicaciones de datos en los
siguientes supuestos:
a) Cuando resulten obligados a ello de acuerdo con su situación censal.
b) Cuando se ponga de manifiesto por la presentación de otras declaraciones,
autoliquidaciones o comunicaciones de datos del propio obligado tributario.
c) Cuando se derive de información que obre en poder de la Administración
procedente de terceras personas.
d) Cuando se ponga de manifiesto en el curso de otras actuaciones o procedi-
mientos de aplicación de los tributos.
Fundamentos de Derecho Tributario 155
3. La autoliquidación
No podemos cerrar el capítulo de la liquidación sin referirnos a la llamada
autoliquidación, conjunción de obligaciones materiales y formales que recaen so-
156 Tema 8
6. El interés de demora
Constituye una obligación accesoria que puede formar parte de la deuda tribu-
taria y que se exige al obligado tributario o a los infractores sin previa intimación
y sin necesidad de que éstos hayan incurrido en un comportamiento culpable,
pues el interés de demora no tiene naturaleza sancionadora.
Se regula minuciosamente en el artículo 26 de la Ley General Tributaria, según
el cual:
«1. El interés de demora es una prestación accesoria que se exigirá a los obliga-
dos tributarios y a los sujetos infractores como consecuencia de la realización de
un pago fuera de plazo o de la presentación de una autoliquidación o declaración
de la que resulte una cantidad a ingresar una vez finalizado el plazo establecido al
efecto en la normativa tributaria, del cobro de una devolución improcedente o en
el resto de casos previstos en la normativa tributaria.
La exigencia del interés de demora tributario no requiere la previa intimación
de la Administración ni la concurrencia de un retraso culpable en el obligado.
168 Tema 9
temporáneas y excluirá las sanciones que hubieran podido exigirse y los intereses
de demora devengados hasta la presentación de la autoliguidación o declaración.
Si la presentación de la autoliguidación o declaración se efectúa una vez trans-
curridos 12 meses desde el término del plazo establecido para la presentación, el
recargo será del 15 por ciento y excluirá las sanciones que hubieran podido exigir-
se. En estos casos, se exigirán los intereses de demora por el período transcurrido
desde el día siguiente al término de los 12 meses posteriores a la finalización del
plazo establecido para la presentación hasta el momento en que la autoliquida-
ción o declaración se haya presentado.
En las liquidaciones derivadas de declaraciones presentadas fuera de plazo sin
requerimiento previo no se exigirán intereses de demora por el tiempo transcu-
rrido desde la presentación de la declaración hasta la finalización del plazo de
pago en período voluntario correspondiente a la liquidación que se practique, sin
perjuicio de los recargos e intereses que corresponda exigir por la presentación
extemporánea.
No obstante lo anterior, no se exigirán los recargos de este apartado si el obli-
gado tributario regulariza, mediante la presentación de una declaración o autoli-
quidación correspondiente a otros períodos del mismo concepto impositivo, unos
hechos o circunstancias idénticos a los regularizados por la Administración, y
concurren las siguientes circunstancias:
a) Que la declaración o autoliquidación se presente en el plazo de seis meses
a contar desde el día siguiente a aquél en que la liquidación se notifique o se en-
tienda notificada.
b) Que se produzca el completo reconocimiento y pago de las cantidades resul-
tantes de la declaración o autoliquidación en los términos previstos en el apartado
5 de este artículo.
c) Que no se presente solicitud de rectificación de la declaración o autoliqui-
dación, ni se interponga recurso o reclamación contra la liquidación dictada por
la Administración.
d) Que de la regularización efectuada por la Administración no derive la im-
posición de una sanción.
El incumplimiento de cualquiera de estas circunstancias determinará la exigen-
cia del recargo correspondiente sin más requisito que la notificación al interesado.
Lo dispuesto en los párrafos anteriores no impedirá el inicio de un proce-
dimiento de comprobación o investigación en relación con las obligaciones tri-
butarias regularizadas mediante las declaraciones o autoliquidaciones a que los
mismos se refieren.
3. Cuando los obligados tributarios no efectúen el ingreso ni presenten so-
licitud de aplazamiento, fraccionamiento o compensación al tiempo de la pre-
Fundamentos de Derecho Tributario 171
2. La providencia de apremio
Como ya se ha dicho, es un procedimiento administrativo de ejecución fruto
de las potestades de autotutela de las que dispone la Administración y que hacen
que no necesite acudir al juez ni para declarar un derecho, ni —como ahora es el
caso— ejecutar el ya declarado.
Según el artículo 167 de la Ley General Tributaria, el procedimiento se inicia
mediante la providencia de apremio, que debe ser notificada al obligado tributa-
rio con expresión de la deuda pendiente, incluidos los intereses de demora y los
recargos a los que se refiere el artículo 28 de la Ley General Tributaria, y por la
que se requerirá formalmente el pago de dicho deuda.
El propio precepto señala que dicha providencia será título suficiente para
iniciar el procedimiento de apremio y tendrá la misma fuerza ejecutiva que la
sentencia judicial para proceder contra los bienes y derechos de los obligados
tributarios, añadiendo que frente a la misma solo serán admisibles los siguientes
medios de oposición:
a) Extinción total de la deuda o prescripción del derecho a exigir el pago.
b) Solicitud de aplazamiento, fraccionamiento o compensación en período vo-
luntario y otras causas de suspensión del procedimiento de recaudación.
c) Falta de notificación de la liquidación.
d) Anulación de la liquidación.
e) Error u omisión en el contenido de la providencia de apremio que impida la
identificación del deudor o de la deuda apremiada.
d) Bienes inmuebles.
e) Intereses, rentas y frutos de toda especie.
f) Establecimientos mercantiles o industriales.
g) Metales preciosos, piedras finas, joyería, orfebrería y antiguedades.
h) Bienes muebles y semovientes.
1) Créditos, efectos, valores y derechos realizables a largo plazo».
Según el artículo 170 de la Ley General Tributaria, cada actuación de embargo
se documentará en diligencia, que se notificará a la persona con la que se entienda
dicha actuación y al obligado tributario una vez efectuado el embargo y, en su
caso, al tercero titular, poseedor o depositario de los bienes si no se hubiesen lle-
vado a cabo con ellos las actuaciones, así como al cónyuge del obligado tributario
cuando los bienes embargados sean gananciales y a los condueños o cotitulares
de los mismos.
Como sucedía con la providencia de apremio, la diligencia de embargo puede
ser impugnada con escasos y tasados motivos de impugnación, lo cual deriva del
carácter ejecutivo del procedimiento. Tales motivos son (artículo 170):
a) La extinción de la deuda o prescripción del derecho a exigir el pago.
b) La falta de notificación de la providencia de apremio.
c) El incumplimiento de las normas reguladoras del embargo contenidas en
esta ley.
d) La suspensión del procedimiento de recaudación.
La enajenación de los bienes embargados se regula en el artículo 172 de la Ley
General Tributaria en los siguientes términos:
«1. La enajenación de los bienes embargados se realizará mediante subasta,
concurso o adjudicación directa, en los casos y condiciones que se fijen reglamen-
tarramente.
El acuerdo de enajenación únicamente podrá impugnarse si las diligencias de
embargo se han tenido por notificadas de acuerdo con lo dispuesto en el apartado
3 del artículo 112 de esta ley. En ese caso, contra el acuerdo de enajenación sólo
serán admisibles los motivos de impugnación contra las diligencias de embargo a
los que se refiere el apartado 3 del artículo 170 de esta ley.
2. El procedimiento de apremio podrá concluir con la adjudicación de bienes a
la Hacienda Pública cuando se trate de bienes inmuebles o de bienes muebles cuya
adjudicación pueda interesar a la Hacienda Pública y no se hubieran adjudicado
en el procedimiento de enajenación.
176 Tema 9
5. Las actuaciones a las que se refieren los apartados anteriores y las de natu-
raleza análoga producirán los efectos interruptivos de la prescripción cuando se
realicen en otro Estado en el marco de la asistencia mutua, aun cuando dichos
actos no produzcan efectos interruptivos semejantes en el Estado en el que mate-
rialmente se realicen.
6. Producida la interrupción, se iniciará de nuevo el cómputo del plazo de pres-
cripción, salvo lo establecido en el apartado siguiente.
7. Cuando el plazo de prescripción se hubiera interrumpido por la interposi-
ción del recurso ante la jurisdicción contencioso-administrativa, por el ejercicio
de acciones civiles o penales, por la remisión del tanto de culpa a la jurisdicción
competente o la presentación de denuncia ante el Ministerio Fiscal o por la recep-
ción de una comunicación judicial de paralización del procedimiento, el cómputo
del plazo de prescripción se iniciará de nuevo cuando la Administración tributaria
reciba la notificación de la resolución firme que ponga fin al proceso judicial o
que levante la paralización, o cuando se reciba la notificación del Ministerio Fiscal
devolviendo el expediente.
Cuando el plazo de prescripción se hubiera interrumpido por la declaración de
concurso del deudor, el cómputo se iniciará de nuevo cuando adquiera firmeza la
resolución judicial de conclusión del concurso. Si se hubiere aprobado un conve-
nio, el plazo de prescripción se iniciará de nuevo en el momento de su aprobación
para las deudas tributarias no sometidas al mismo. Respecto de las deudas tribu-
tarias sometidas al convenio concursal, el cómputo del plazo de prescripción se
iniciará de nuevo cuando aquéllas resulten exigibles al deudor.
Lo dispuesto en este apartado no será aplicable al plazo de prescripción del
derecho de la Administración tributaria para exigir el pago cuando no se hubiera
acordado la suspensión en vía contencioso-administrativa.
5. Interrumpido el plazo de prescripción para un obligado tributario, dicho
efecto se extiende a todos los demás obligados, incluidos los responsables. No
obstante, si la obligación es mancomunada y solo se reclama a uno de los obli-
gados tributarios la parte que le corresponde, el plazo no se interrumpe para los
demás.
Si existieran varias deudas liquidadas a cargo de un mismo obligado al pago, la
interrupción de la prescripción solo afectará a la deuda a la que se refiera.
La suspensión del plazo de prescripción contenido en la letra b) del artículo
66 de esta Ley, por litigio, concurso u otras causas legales, respecto del deudor
principal o de alguno de los responsables, causa el mismo efecto en relación con el
resto de los sujetos solidariamente obligados al pago, ya sean otros responsables
o el propio deudor principal, sin perjuicio de que puedan continuar frente a ellos
las acciones de cobro que procedan.
180 Tema 9
1. La compensación
Según el artículo 71, las deudas tributarias de un obligado tributario podrán
extinguirse total o parcialmente por compensación con créditos reconocidos por
acto administrativo a favor del mismo obligado, en las condiciones que reglamen-
tariamente se establezcan, precisando el precepto que la compensación se acorda-
rá de oficio o a instancia del obligado tributario y que los obligados tributarios
podrán solicitar la compensación de los créditos y las deudas tributarias de las
que sean titulares mediante un sistema de cuenta corriente, en los términos que
reglamentariamente se determinen. Cabe, pues, distinguir:
1. Compensación a instancia del obligado tributario (artículo 72): la petición
en período voluntario impedirá el inicio del período ejecutivo de la deuda concu-
rrente con el crédito ofrecido, pero no el devengo del interés de demora que pueda
proceder, en su caso, hasta la fecha de reconocimiento del crédito. El precepto
dispone que la extinción de la deuda tributaria se producirá en el momento de la
presentación de la solicitud o cuando se cumplan los requisitos exigidos para las
deudas y los créditos, si este momento fuera posterior a dicha presentación y que
el acuerdo de compensación declarará dicha extinción.
2. Compensación de oficio (artículo 73) si las deudas se encuentren en período
ejecutivo y, durante el plazo de ingreso en período voluntario, las cantidades a
ingresar y a devolver que resulten de un mismo procedimiento o de la práctica de
una nueva liquidación por haber sido anulada otra anterior. Aquí la extinción de
la deuda se producirá en el momento de inicio del período ejecutivo o cuando se
cumplan los requisitos exigidos para las deudas y los créditos, si este momento
fuera posterior, y que el acuerdo de compensación declarará dicha extinción.
182 Tema 9
I. INTRODUCCIÓN
Se ha analizado en temas anteriores del programa que la sanción tributaria no
forma parte de la deuda tributaria, de manera que tributo y sanción tributaria son
conceptos diferentes que responden a parámetros distintos y que presentan una
naturaleza jurídica claramente dispar.
Mientras que el tributo es la expresión —prevista y regulada en la norma— del
deber constitucional de contribuir a los gastos públicos, la sanción es el castigo
a la infracción del Derecho vigente sobre dicho deber cuando el legislador ha
considerado que el comportamiento correspondiente merece un reproche más o
menos relevante.
El artículo 178 de la Ley General Tributaria señala que la potestad sanciona-
dora en materia tributaria se ejercerá de acuerdo con los principios reguladores
de la misma en materia administrativa, con las especialidades establecidas en esta
Ley, añadiendo que, en particular, serán aplicables los principios de legalidad,
tipicidad, responsabilidad, proporcionalidad y no concurrencia.
Conviene traer aquí a colación la doctrina general del Tribunal Constitucio-
nal según la cual resultan aplicables al Derecho Administrativo sancionador, con
matices, los principios materiales y formales propios del orden penal, resaltando,
entre esos matices, la inaplicabilidad de la separación absoluta entre los órganos
de instrucción y enjuiciamiento y la reserva de ley orgánica, entre otros aspectos.
dades económicas, por las obligaciones contraídas del anterior titular y derivadas
del ejercicio de la actividad [artículo 42.1.c) LGT'], con algunas limitaciones (no
será exigible cuando se hubiera pedido a la Administración certificación detallada
de las deudas, sanciones y responsabilidades tributarias derivadas del ejercicio de
la explotación que han adquirido; tampoco se exigirá a los adquirentes de elemen-
tos aislados de una explotación económica, salvo que dichas adquisiciones, reali-
zadas por una o varias personas o entidades, permitan continuar el ejercicio de la
explotación económica, tampoco a los adquirentes de explotaciones o actividades
económicas pertenecientes a un deudor concursado cuando la adquisición tenga
lugar en un procedimiento concursal).
c) Son responsables solidarios del pago de las sanciones tributarias quienes
sean causantes o colaboren en la ocultación o transmisión de bienes o derechos
del obligado al pago con la finalidad de impedir la actuación de la Administración
Tributaria [artículo 42.2.a) LGT!].
d) Son responsables solidarios del pago de las sanciones tributarias quienes, por
culpa o negligencia, incumplan las órdenes de embargo [artículo 42.2.b) LGT!].
e) Son responsables solidarios del pago de las sanciones tributarias quienes,
con conocimiento del embargo, la medida cautelar o la constitución de la garan-
tía, colaboren o consientan en el levantamiento de los bienes o derechos embar-
gados, o de aquellos bienes o derechos sobre los que se hubieran constituido la
medida cautelar o la garantía [artículo 42.2.c) LGT!].
f) Son responsables solidarios del pago de las sanciones tributarias las per-
sonas o entidades depositarias de los bienes del deudor que, una vez recibida la
notificación del embargo, colaboren o consientan en el levantamiento de aquellos
[artículo 42.2.ad LGT!].
e) Son responsables subsidiarios tanto de la deuda tributaria como de las san-
ciones impuestas a sociedades o personas jurídicas sus administradores de hecho
o de derecho que no hubiesen realizado los actos necesarios que sean de su incum-
bencia para el cumplimiento de las obligaciones y deberes tributarios, hubiesen
consentido el incumplimiento por quienes de ellos dependan o hubiesen adoptado
acuerdos que posibiliten el que se hubiesen cometido las infracciones cuya respon-
sabilidad se les deriva subsidiariamente [artículo 41.1.a) LGT!].
h) Son responsables subsidiarios tanto de las obligaciones tributarias como de
las sanciones impuestas a personas jurídicas las personas o entidades que tengan
el control efectivo, total o parcial, directo o indirecto, de las personas jurídicas O
en las que concurra una voluntad rectora común con éstas, cuando resulte acre-
ditado que las personas jurídica han sido creadas o utilizadas de forma abusiva o
fraudulenta para eludir la responsabilidad patrimonial universal frente a la Ha-
cienda Pública y exista unicidad de personas o esferas económicas, o confusión o
desviación patrimonial [artículo 41.1.h) LGT!].
188 Tema 10
La sanción principal (la multa) puede ser fija o proporcional, cuando se cuan-
tifica en relación con otra magnitud. La sanción accesoria no tiene carácter pe-
cuniario y se aplica cuando se han cometido infracciones graves O muy graves y,
además concurren determinadas circunstancias.
Hay tres supuestos legales que dan lugar a la imposición de sanciones acceso-
rias no pecuniarias:
1. Cuando la multa sea igual o superior a 30.000 euros y la infracción se haya
cuantificado teniendo en cuenta la comisión repetida de infracciones tributarias
podrán imponerse las siguientes sanciones accesorias: la pérdida de la posibilidad
de obtener subvenciones o ayudas públicas y del derecho a aplicar beneficios e
incentivos fiscales de carácter rogado durante el plazo previsto o la prohibición
para contratar con la Administración Pública que hubiera impuesto la sanción
durante los plazos previstos.
2. Cuando la multa sea igual o superior a 60.000€ y se haya utilizado el crite-
rio de graduación de comisión repetida de infracciones tributarias, podrán impo-
nerse esas mismas sanciones accesorias, pero con un mayor período de vigencia.
3. Cuando las autoridades o las personas que ejerzan profesiones oficiales (No-
tarios, Registradores de la propiedad y Mercantiles y todos aquellos que, ejercien-
do funciones públicas, no perciban sus haberes directamente del Estado), cometan
infracciones derivadas de la vulneración de los deberes de colaboración y siempre
que hayan desatendido tres requerimientos, además de la multa que proceda, po-
drá imponerse como sanción accesoria la suspensión del ejercicio de profesiones
oficiales, empleo o cargo público
En cuanto a los criterios de graduación de las sanciones, el artículo 187 de la
Ley General Tributaria establece cuatro criterios que declara «aplicables simultá-
neamente» y que son los siguientes:
1. La comisión repetida de infracciones, que se entenderá producida cuando el
sujeto infractor hubiera sido sancionado por una infracción de la misma natura-
leza, ya sea leve, grave o muy grave, en virtud de resolución firme en vía adminis-
trativa dentro de los cuatro años anteriores a la comisión de la infracción.
2. El perjuicio económico para la Hacienda Pública, que se determinará por el
porcentaje resultante de la relación existente entre la base de la sanción y la cuan-
tía total que hubiera debido ingresarse en la autoliquidación o por la adecuada
declaración del tributo o el importe de la devolución inicialmente obtenida.
3. El incumplimiento sustancial de la obligación de facturación o documen-
tación, circunstancia que se entenderá producida cuando dicho incumplimiento
afecte a más del 20 por ciento del importe de las operaciones sujetas al deber de
facturación en relación con el tributo u obligación tributaria y período objeto
de la comprobación o investigación o cuando, como consecuencia de dicho in-
Fundamentos de Derecho Tributario 193
do 1 del artículo 181, con la siguiente redacción: es también sujeto infractor «h)
La entidad dominante en el régimen especial del grupo de entidades del Impuesto
sobre el Valor Añadido».
2. En el ámbito de la reducción de sanciones, se modifican los apartados 1 y
3 del artículo 188. La reducción prevista para las actas con acuerdo pasa del 50
al 65 por ciento. La reducción por pronto pago y no interposición de recurso o
reclamación contra la liquidación o sanción pasa de un 25 al 40 por ciento.
3. En relación con la infracción tributaria por no presentar en plazo autoliqui-
daciones o declaraciones sin que se produzca perjuicio económico, por incumplir
la obligación de comunicar el domicilio fiscal o por incumplir las condiciones de
determinadas autorizaciones (artículo 198 LG'T), se eleva a 600 euros el importe
de la sanción por no presentar en plazo de la declaración sumaria de entrada
prevista en el artículo 127 del Reglamento (UE) n* 952/2013 del Parlamento Eu-
ropeo y del Consejo, de 9 de octubre de 2013, por el que se establece el código
aduanero UE.
4, Respecto de la infracción tributaria por presentar incorrectamente autoli-
quidaciones o declaraciones sin que se produzca perjuicio económico o contesta-
ciones a requerimientos individualizados de información (artículo 199 LGT), se
eleva a 600 euros el importe de la sanción por la presentación de forma incom-
pleta, inexacta o con datos falsos la declaración sumaria de entrada prevista en
el artículo 127 del Reglamento (UE) n*? 952/2013 del Parlamento Europeo y del
Consejo, de 9 de octubre de 2013, por el que se establece el código aduanero de
la unión.
5. En cuanto a la infracción tributaria por fabricación, producción, comercia-
lización y tenencia de sistemas informáticos que no cumplan las especificaciones
exigidas por la normativa aplicable (artículo 201.bis), se establece un régimen
sancionador específico para la mera producción de los sistemas o programas que
permitan la manipulación de los datos contables y de gestión, o la tenencia de los
mismos sin la adecuada certificación. La infracción será grave. Se sancionará con
una multa pecuniaria fija de 150.000 euros en el caso de fabricación, producción
y comercialización de dichos sistemas informáticos, por cada ejercicio económico
en el que se hayan producido ventas y por cada tipo distinto de sistema o progra-
ma informático o electrónico que sea objeto de infracción. Por su parte, la infrac-
ción en caso de tenencia de los sistemas informáticos que no estén debidamente
certificados, se sancionará con una multa pecuniaria fija de 50.000 euros por cada
ejercicio. Este artículo entra en vigor transcurridos tres meses desde la entrada en
vigor de la Ley.
6. Y en relación con el inicio del procedimiento sancionador en materia tri-
butaria (artículo 209 LG'T), se amplía el plazo de inicio de los procedimientos
sancionadores, previsto en el apartado 2 del artículo 209, consecuencia de un pro-
198 Tema 10
El precepto contrasta con el artículo 107 de la Ley 39/2015, que prevé un plazo de
caducidad del procedimiento, también desde su iniciación sin que se hubiera declarado
la caducidad, de seis meses. La sentencia del Tribunal Supremo de 18 de mayo de 2020
(recurso de casación núm. 265/2018) ha señalado — interpretando el precepto idéntico
de la Ley 30/1992— que la expresión «desde la iniciación del procedimiento sin que se
hubiera declarado la caducidad» debe entenderse en el sentido de que tanto el dies a
quo como el dies ad quem del plazo de caducidad deben ir referidos al trámite adminis-
trativo (acto de iniciación y acto de finalización) y no a la notificación a los interesados.
legalidad y (ii) quienes asumen que cabe aplicar la institución por motivos de legalidad
y por motivos de oportunidad.
La mayoría de la doctrina se decanta por la legalidad como única opción de la Ad-
ministración para revocar sus actos (lo que implica la necesidad, para hacerlo, de que
concurra alguno de los tres supuestos tasados que prevé el artículo 219.1), aunque no
faltan autores que defienden que el segundo supuesto (las circunstancias sobrevenidas
que afecten a una situación particular) podría constituir una causa de oportunidad.
Pero la verdadera clave de bóveda de la cuestión estriba en determinar la naturaleza
jurídica de la institución; más concretamente, si la revocación resulta obligatoria para la
Administración cuando concurra alguno de los tres motivos previstos en la ley o si tiene
solo carácter facultativo por entrañar el ejercicio de una potestad discrecional.
Tan es así que están pendientes de resolución dos recursos de casación en la Sala
Tercera del Tribunal Supremo en los que los respectivos autos de admisión han entendi-
do que concurre interés casacional objetivo para la formación de jurisprudencia en la
siguiente cuestión:
Determinar, interpretando conjuntamente los artículos 219 de la Ley General Tributa-
ria y 38 y 40 de la Ley Orgánica del Tribunal Constitucional, si el órgano judicial puede
sustituir a la Administración competente, en sentencia, acordando la procedencia de una
solicitud de revocación —y accediendo a ésta—, presentada por un particular contra un
acto de aplicación de un tributo, o si por el contrario debe limitarse, caso de considerar
disconforme a derecho la decisión recurrida, por ser atribución exclusiva de aquella la
incoación de oficio y decisión del procedimiento de revocación.
4, La rectificación de errores
El único caso al que la ley anuda la iniciación del procedimiento de «rectifica-
ción de errores» es el previsto en el artículo 220.1, párrafo primero de la Ley Ge-
neral Tributaria: la concurrencia de «errores materiales, de hecho o aritméticos».
Según la jurisprudencia, el error material o de hecho se caracteriza por ser os-
tensible, manifiesto e indiscutible, implicando, por sí solo, la evidencia del mismo,
sin necesidad de mayores razonamientos, y exteriorizándose prima facie por su so-
la contemplación, por lo que se requiere: (1) que se trate de simples equivocaciones
de nombres, fechas, operaciones aritméticas, o transcripciones de documentos; (11)
Que se aprecie teniendo en cuenta exclusivamente los datos del expediente; (111)
Que sea patente y claro, sin necesidad de acudir a interpretaciones de normas ju-
rídicas; (iv) Que no se produzca una alteración fundamental en el sentido del acto
(pues no existe error material cuando su apreciación implique un juicio valorativo
o una calificación jurídica), es decir, la revisión no puede implicar una revisión
técnica o valorativa, esto es, no puede alcanzar a su contenido fundamental, de
modo que se pudiera dar un sentido y alcance contrario del acto originario.
En cuanto al procedimiento, se regula en el artículo 220 de la Ley General
Tributaria en los siguientes términos:
1. Puede iniciarse de oficio (en cuyo caso el acuerdo de inicio incluirá una pro-
puesta de rectificación) o a instancia del interesado.
2. Puede realizarse (la rectificación) en cualquier momento «siempre que no
hubiera transcurrido el plazo de prescripción».
3. Es órgano competente el que hubiera dictado el acto o la resolución supues-
tamente errónea.
4. El plazo máximo para resolver es el de un mes, transcurrido el cual se produ-
cen los siguientes efectos: a) La caducidad del procedimiento si se inició de oficio;
b) La desestimación por silencio si se inició a instancia del interesado.
Fundamentos de Derecho Tributario 211
4. Será competente para conocer el recurso el órgano que dictó el acto recu-
rrido.
5. El plazo de interposición es el de un mes contado desde el siguiente al de la
notificación: dicho plazo —según jurisprudencia relterada— ha de computarse de
fecha, de suerte que «el plazo termina en el día correlativo del mes posterior al
que se entienda hecha la notificación».
6. El interesado puede solicitar —antes de que concluya el plazo de interposi-
ción— que se le ponga de manifiesto el expediente para formular en su momento
alegaciones. Si presenta el recurso, no podrá ejercer aquel derecho.
7. La ejecución del acto recurrido queda automáticamente suspendida (artícu-
lo 224) si se garantiza la deuda mediante depósito de dinero o valores públicos,
aval o fianza de carácter solidario de entidad de crédito o sociedad de garantía
recíproca o certificado de seguro de caución o fianza personal y solidaria de otros
contribuyentes de reconocida solvencia para los supuestos que se establezcan en
la normativa tributaria. La ley prevé que pueda suspenderse la ejecución del acto
recurrido sin necesidad de aportar garantía cuando se aprecie que al dictarlo se
ha podido incurrir en error aritmético, material o de hecho.
8. La resolución debe resolver todas las cuestiones de hecho o de Derecho que
ofrezca el expediente, hayan o no sido planteadas en el recurso, aunque —en este
último caso— deberán ser oídos los interesados.
9. El plazo máximo para notificar la resolución es el de un mes a contar desde
el siguiente al de la presentación del recurso y rige la regla del silencio negativo,
de manera que transcurrido el plazo cabe deducir reclamación económico-admi-
nistrativa.
10. El artículo 225.3 prevé la regularización de la liquidación tributaria prac-
ticada por la Administración tributaria que incluye o prevea obligaciones conexas
que se vean afectadas por la estimación total o parcial del recurso de reposición.
La doctrina ha criticado que esa regularización se refiera solo a liquidaciones
giradas por la Administración y no a autoliquidaciones en las que también exista
esa conexión.
ción del recurso y se solicita la suspensión. Para ello, es necesario que la garantía
prestada extienda sus efectos a la vía contenciosa.
4. La Administración reembolsará, previa acreditación de su importe, el coste y
sus intereses de demora, de los avales y otras garantías aportadas para suspender
el acto o para aplazar o fraccionar el pago de la deuda, si el acto o deuda es decla-
rado total o parcialmente improcedente por sentencia o resolución administrativa
firme.
En relación con la resolución, podrá ser estimatoria, total o parcial y por ra-
zones de forma o de fondo, desestimatoria y declarativa de inadmisibilidad.
En todo caso, deberá resolver todas las cuestiones que suscite el expediente,
hayan sido o no planteadas por el interesado, y deberá dictarse en el plazo
de un año, transcurrido el cual el interesado podrá considerar desestimada
la reclamación e interponer el recurso procedente, sin perjuicio de mante-
nerse el deber de resolución.
2. Recurso de anulación
Según el artículo 241.bis de la Ley General Tributaria los mismos que estaban
legitimados para interponer el recurso de alzada podrán deducir el «recurso de
anulación» contra las resoluciones de las reclamaciones económico-administra-
tivas en el plazo de quince días ante el mismo tribunal que hubiera dictado la
resolución correspondiente cuando concurra alguno de los siguientes supuestos:
a) Cuando se haya declarado incorrectamente la inadmisibilidad de la recla-
mación.
b) Cuando se hayan declarado inexistentes las alegaciones o pruebas oportu-
namente presentadas en la vía económico administrativa.
c) Cuando se alegue la existencia de incongruencia completa y manifiesta de
la resolución.
El recurso tiene una evidente finalidad: garantizar la economía procedimental
y permitir que el propio órgano que ha dictado una resolución manifiestamente
errónea pueda subsanar el defecto sin que el interesado tenga que acudir a un
innecesario peregrinaje para que le solucionen lo que ya era obvio.
Para garantizar esa finalidad, el apartado quinto del artículo 241.bis dispone
que la interposición del recurso de anulación suspenderá el plazo para la interpo-
sición del ordinario de alzada que, en su caso, proceda contra la resolución im-
pugnada, cuyo cómputo se iniciará de nuevo el día siguiente al de la notificación
de la resolución desestimatoria del recurso de anulación o el día siguiente a aquel
en que se entienda desestimado por silencio administrativo.
Finalmente, el precepto prevé las consecuencias de la resolución del recurso de
manera que (1) si la resolución del recurso de anulación fuese estimatoria, el re-
curso ordinario de alzada que, en su caso, proceda se interpondrá contra la citada
resolución, iniciándose el cómputo del plazo para interponerlo el día siguiente al
de la notificación de la resolución estimatoria y (11) si la resolución del recurso
de anulación desestimase el mismo, el recurso que se interponga tras la resolu-
220 Tema 11
ción del recurso de anulación servirá para impugnar tanto esta resolución como
la dictada antes por el tribunal económico-administrativo objeto del recurso de
anulación, pudiendo plantearse en ese recurso tanto las cuestiones relativas a los
motivos del recurso de anulación como cualesquiera otras relativas al fondo del
asunto y al acto administrativo inicialmente impugnado.
Partiendo de esa premisa podemos decir que la estructura básica del sistema
tributario español se puede establecer en función de distintos criterios. El primero
de ellos atiende a al titular de la potestad tributaria, lo que permite diferenciar en-
tre tributos del Estado, de las Comunidades Autónomas y de las entidades locales.
En esta primera ordenación es importante señalar que el Estado tiene reconocida
en el artículo 133.1 CE la potestad originaria para establecer tributos, y que el
artículo 133.2 dispone que «las Comunidades Autónomas y las Corporaciones
locales podrán establecer y exigir tributos, de acuerdo con la Constitución y las
leyes».
Esta previsión constitucional justifica que el sistema tributario autonómico es-
té predeterminado por leyes del Estado (principalmente la Ley Orgánica 8/1980,
de 22 de septiembre, de Financiación de las Comunidades Autónomas; y la Ley
22/2009, de 18 de diciembre, por la que se regula el sistema de financiación de
las Comunidades Autónomas de régimen común). Asimismo, esta previsión cons-
titucional motiva que el sistema tributario local esté configurado en otra ley del
Estado, la Ley reguladora de las Haciendas Locales (actual Real Decreto Legis-
lativo 2/2004, de 5 de marzo, por el que se aprueba el texto refundido de la Ley
Reguladora de las Haciendas Locales) que configura el sistema tributario local
con un nivel de detalle especialmente alto, dada la exigencia de regular mediante
ley los elementos esenciales del tributo y la incapacidad de las entidades locales de
aprobar normas con rango de ley.
El segundo criterio de ordenación del sistema tributario tiene que ver con la
manifestación de capacidad económica sometida a tributación, lo que permite
diferenciar entre los tributos (1) que gravan la renta, (11) los que gravan el patri-
monio; y los que gravan el consumo. Las características básicas de unos y otros
las veremos en el apartado siguiente.
que esa exigencia se limita a los denominados «elementos esenciales del tributo»,
esto es: hecho imponible, exenciones, sujetos pasivos, base imponible, tipos de
gravamen y beneficios fiscales, tal y como ha recogido una reiterada jurispruden-
cia constitucional (por todas, STC 37/1981).
Según el propio Tribunal Constitucional, esa existencia de ley debe exigirse con
mayor flexibilidad en la regulación de las tasas y contribuciones especiales (STC
185/1995), en la regulación de los elementos de cuantificación de la obligación
tributaria (STC 221/1992), y, también, en la configuración de los tributos locales
(STC 233/1999).
La regulación de los tributos a través de la ley de presupuestos tiene una limi-
tación explícita. De un lado, porque el artículo 134.7 CE dispone que «La Ley de
Presupuestos no puede crear tributos. Podrá modificarlos cuando una ley tributa-
ria sustantiva así lo prevea». Y, de otro lado, porque la jurisprudencia del Tribunal
Constitucional limitó la utilización de la ley de presupuestos, disponiendo que
solo se pueden regular en esta ley otras materias si guardan relación directa con el
presupuesto (SSTC 109/2001 y 9/2013).
También tiene una limitación explícita la utilización del Decreto-Ley en la re-
gulación de los tributos, porque el artículo 86 CE dispone que solo puede utilizar-
se en caso de extraordinaria y urgente necesidad. Y, también, porque ese mismo
artículo 86 CE, establece que la regulación contenida en un Decreto Ley no podrá
«afectar al ordenamiento de las instituciones básicas del Estado, a los derechos,
deberes y libertades de los ciudadanos regulados en el Título I». Consecuente-
mente, como el «deber de contribuir» se encuentra regulado en ese Título 1, re-
sulta de aplicación esa limitación, que según el Tribunal Constitucional significa
que está prohibida «cualquier intervención o innovación normativa que, por su
entidad cualitativa o cuantitativa, altere sensiblemente la posición del obligado
tributario a contribuir según su capacidad económica en el conjunto del sistema
tributario» (STC 182/1997).
En relación con los principios materiales, es oportuno mencionar los principios
de generalidad, capacidad económica, progresividad y no confiscatoriedad.
2. El principio de generalidad
El principio de generalidad se reconoce en el artículo 31.1 CE, en donde se
establece la exigencia de que «todos» contribuyan al sostenimiento de los gastos
públicos, siendo en este punto irrelevante la nacionalidad o cualquier otra cir-
cunstancia personal del llamado a contribuir. Como se afirma en la STC 96/2002,
de 25 de abril, «La expresión “todos” absorbe el deber de cualesquiera personas,
físicas o jurídicas, nacionales o extranjeras, residentes o no residentes, que por sus
relaciones económicas con o desde nuestro territorio (principio de territorialidad)
228 Tema 12
nimiento de los gastos públicos solo existe a partir del momento en que el contri-
buyente tiene cubiertas sus necesidades básicas. Lo que resulta más difícil es de-
terminar cuál deber ser la cuantía de ese mínimo vital, aunque parece razonable la
tesis, defendida por algunos autores con base en la jurisprudencia constitucional
alemana, de considerar que esa cuantía debe ser, como mínimo, la que el Estado
social reconoce como ingreso mínimo vital a los ciudadanos sin recursos.
4, El principio de igualdad
El principio de igualdad también se reconoce de forma expresa en el artículo
31.1 CE, en donde se establece el sistema tributario deberá estar «inspirado en
los principios de igualdad y progresividad». Se trata de una igualdad de índole
objetiva, distinta de la igualdad subjetiva reconocida en el artículo 14 CE (discri-
minación por razón de nacimiento, raza, sexo, religión o cualquier otra condición
o circunstancia personal o social). Esta diferencia tiene relevancia jurídica porque
la eventual vulneración de la igualdad en materia tributaria recogida en el artículo
31 CE no es susceptible de recurso de amparo. Por ello el Tribunal Constitucional
obliga a diferenciar entre ambos principios y rechaza los recursos de amparo en
los que, pese a invocar el artículo 14 CE, lo que subyace es una vulneración de los
principios de capacidad económica, igualdad y progresividad del artículo 31 CE
(tal y como se afirma, por ejemplo, en la STC 53/1993, de 15 de febrero).
La STC 46/2000, de 14 de febrero, el Tribunal Constitucional señaló abierta-
mente esa diferenciación al afirmar que la vulneración invocada «no reside real-
mente en un trato desigual contrario al artículo 14 CE, por estar basada en una
diferenciación de índole subjetiva, sino en una desigualdad fundada en elementos
objetivos, que es la contemplada en el art. 31.1 CE», si bien, en ese caso, al tratar-
se de un procedimiento de cuestión de inconstitucionalidad (y no de un recurso de
amparo) la relevancia jurídica de la diferenciación es claramente menor.
En todo caso, de lo expuesto no cabe deducir que resulte totalmente inviable el
recurso de amparo en materia tributaria por vulneración del artículo 14 CE. Uno de los
supuestos más conocidos fue el recurso de amparo presentado por un contribuyente que
había contraído matrimonio el 27 de diciembre y consideró discriminatoria la obligación
de tributar conjuntamente por todo el periodo impositivo. Ese recurso fue estimado en
la STC 209/1988, de 10 de noviembre, en la que además se planteaba la cuestión de
inconstitucionalidad del régimen de tributación conjunta que finalmente fue declarado
inconstitucional en la STC 45/1989, de 20 de febrero.
Otro ejemplo se advierte en la STC 77/2015, de 27 de abril, que estimó el recurso de
amparo interpuesto por un contribuyente al que negaron la aplicación del tipo de gra-
vamen reducido del Impuesto sobre Transmisiones Patrimoniales Onerosas reconocido
para las familias numerosas porque, pese a estar posesión del libro de familia, carecía en
el momento del devengo del título acreditativo de la condición de «familia numerosa»
expedido por la Comunidad Autónoma de Madrid. En esa sentencia, el TC consideró
que se había producido una vulneración del principio de igualdad subjetiva, porque lo
Fundamentos de Derecho Tributario 233
Puede decirse por tanto que el principio de igualdad se opone a toda discrimi-
nación arbitraria, ya que obliga a dispensar un mismo tratamiento a quienes se
encuentran en situaciones jurídicas iguales y, a su vez, prohíbe toda desigualdad
que (1) carezca de justificación razonable y objetiva, o (11) resulte desproporciona-
da con dicha justificación.
La doctrina del Tribunal Constitucional también suele distinguir entre igual-
dad ante la ley e igualdad en aplicación de la ley. Ello significa que, además de la
exigencia de que la ley no establezca desigualdades carentes de justificación, es
necesario que en el momento de aplicar esa ley tampoco se produzcan desigualda-
des. Por ello, por ejemplo, resultaría inadmisible que un mismo órgano adminis-
trativo o judicial resolviera de forma distinta dos supuestos esencialmente iguales,
salvo que ofreciera una fundamentación razonable y suficiente de ese cambio de
criterio. Como ha especificado el Tribunal Constitucional, para apreciar la lesión
del principio de igualdad en aplicación judicial de la ley es necesario que concu-
rran los siguientes requisitos: (1) la acreditación de un tertium comparationis; (11)
la identidad de órgano judicial, entendiendo por tal, no sólo la identidad de la
Sala, sino también la de la Sección; (111) la existencia de alteridad en los supuestos
contrastados, es decir, de «la referencia a otro» exigible en todo alegato de discri-
minación en aplicación de la ley; y (iv) finalmente, la ausencia de toda motivación
que justifique en términos generalizables el cambio de criterio.
Esa doctrina jurisprudencial se recoge, entre otras, en la STC 13/2011, de 28 de febre-
ro, en la que se resolvía un recurso de amparo presentado por vulneración del principio
de igualdad porque se resolvieron de forma distinta dos recursos referidos a supuestos
idénticos. Se trataba de dos contribuyentes que habían recibido una donación de unos
derechos de explotación minera gravada por el ISD, que habían sido objeto de una com-
probación de valores que incrementó la deuda, que fue oportunamente recurrida ante
el TEAR primero y ante el TS) después, con una fundamentación jurídica esencialmente
idéntica. En ese caso, el TC apreció la vulneración del principio de igualdad en aplica-
ción de la ley porque «en la Sentencia impugnada en amparo, dictada con posterioridad,
no se alude en ningún momento a la anterior ni, por ello mismo, se justifica siquiera
mínimamente el cambio de criterio jurisprudencial. Las dos resoluciones judiciales fueron
dictadas por la Sección Primera de la Sala de lo Contencioso-Administrativo del Tribunal
Superior de Justicia de la Comunidad Valenciana. La alteridad, por su parte, viene implí-
cita en el hecho de que se trata de dos recurrentes distintos, siendo un requisito personal
que no alude al objeto del proceso sino a la persona que sufre el trato discriminatorio
frente a la otra a la que se refiera la Sentencia de contraste».
5. El principio de progresividad
El principio de progresividad, de acuerdo con lo dispuesto en el artículo 31.1
CE, es otro de los principios que debe inspirar nuestro sistema tributario. La
progresividad significa que el porcentaje de contribución al sostenimiento de los
gastos públicos aumenta a medida que lo hace la capacidad económica del con-
tribuyente, de tal modo que quienes más tienen contribuyan al sostenimiento del
gasto público en un porcentaje mayor que los que menos tienen.
Este principio no resulta exigible para todos y cada uno de los impuestos (de
hecho, hay varios impuestos proporcionales), sino para el sistema tributario en
su conjunto, como ha reconocido el Tribunal Constitucional en una reiterada ju-
risprudencia (que comienza con la STC 27/1981, de 20 de julio, y finaliza con la
182/2021, de 26 de octubre).
De todos esos pronunciamientos, merece ser destacada la STC 19/2012, de 15
de febrero, en la que se reitera que «la progresividad que reclama el art. 31.1 CE
es del “sistema tributario” en su conjunto, es decir, se trata de “la progresividad
global del sistema tributario” (...) Por esta razón, hemos tenido ya la oportunidad
de afirmar que “en un sistema tributario justo pueden tener cabida tributos que
no sean progresivos, siempre que no se vea afectada la progresividad del sistema”,
(STC 7/2010, de 27 de abril, FJ] 6), y, debemos añadir ahora, que el hecho de que
en la determinación de un tributo, un aspecto pueda tener un efecto regresivo, no
Fundamentos de Derecho Tributario 239
6. El principio de no confiscatoriedad
Finalmente, el artículo 31.1 CE menciona el principio de no confiscatoriedad,
que significa que la contribución de cada contribuyente al reparto de la carga tri-
butaria no puede ser de tanta intensidad como para implicar una privación de la
riqueza del contribuyente.
Como afirmara la STC 14/1998, de 22 de enero, «puesto que la prohibición
constitucional de confiscatoriedad tributaria se establece con referencia al resul-
tado de la imposición, este Tribunal ha declarado que la incorporación de esa
garantía al sistema fiscal “obliga a no agotar la riqueza imponible —sustrato, base
o exigencia, de toda imposición— so pretexto del deber de contribuir”, añadiendo
que ese efecto se produciría “si mediante la aplicación de las diversas figuras tri-
butarias vigentes se llegara a privar al sujeto pasivo de sus rentas y propiedades,
con lo que además se estaría desconociendo, por la vía fiscal indirecta, la garantía
prevista en el art. 33.1 de la Constitución”». Se reconoce de este modo la vincu-
lación entre este principio y el derecho a la propiedad privada.
Se trata de un principio íntimamente vinculado con el principio de capacidad
económica, como recientemente destacó la STC 182/2021, de 26 de octubre, en
la que abiertamente se recondujo la cuestión de inconstitucionalidad basada en
la vulneración del principio de no confiscatoriedad porque el Tribunal entendió
que la cuestión planteada «tiene su natural acomodo en el principio de capacidad
económica como criterio o parámetro de la imposición, puesto que lo discutido
es el propio método de cuantificación de la base imponible del tributo en tanto
que no calcula el incremento de valor del terreno urbano gravado en función de
la capacidad económica efectiva y cierta manifestada por el contribuyente con
ocasión de su transmisión».
El control de cumplimiento de este principio se refiere a cada figura tributaria,
individualmente considerada, como expresamente reconoció la SIC 59/2017
En todo caso, conviene destacar que es difícil extraer consecuencias concretas
del principio de no confiscatoriedad, porque es difícil imaginar supuestos en que
un tributo llegue a destruir la riqueza sometida a gravamen. Como se afirma en
la SIC 14/1998, de 22 de enero, en la que se declaró la constitucionalidad del
240 Tema 12
Igualmente estarán exentas las ayudas económicas otorgadas por instituciones públi-
cas a personas con discapacidad con un grado de minusvalía igual o superior al 65 por
ciento o mayores de 65 años para financiar su estancia en residencias o centros de día,
siempre que el resto de sus rentas no excedan del doble del indicador público de renta
de efectos múltiples.
J) Las becas públicas, las becas concedidas por las entidades sin fines lucrativos a las
que sea de aplicación el régimen especial regulado en el Título II de la Ley 49/2002, de
23 de diciembre, de régimen fiscal de las entidades sin fines lucrativos y de los incentivos
fiscales al mecenazgo, y las becas concedidas por las fundaciones bancarias reguladas
en el Título II de la Ley 26/2013, de 27 de diciembre, de cajas de ahorros y fundaciones
bancarias en el desarrollo de su actividad de obra social, percibidas para cursar estudios
reglados, tanto en España como en el extranjero, en todos los niveles y grados del sistema
educativo, en los términos que reglamentariamente se establezcan.
Asimismo estarán exentas, en los términos que reglamentariamente se establezcan,
las becas públicas y las concedidas por las entidades sin fines lucrativos y fundaciones
bancarias mencionadas anteriormente para investigación en el ámbito descrito por el
Real Decreto 63/2006, de 27 de enero, por el que se aprueba el Estatuto del personal
investigador en formación, así como las otorgadas por aquellas con fines de investigación
a los funcionarios y demás personal al servicio de las Administraciones públicas y al per-
sonal docente e investigador de las universidades.
k) Las anualidades por alimentos percibidas de los padres en virtud de decisión ju-
dicial.
Il) Los premios literarios, artísticos o científicos relevantes, con las condiciones que
reglamentariamente se determinen, así como los premios “Príncipe de Asturias” en sus
distintas modalidades, otorgados por la Fundación Príncipe de Asturias.
m) Las ayudas de contenido económico a los deportistas de alto nivel ajustadas a
los programas de preparación establecidos por el Consejo Superior de Deportes con las
federaciones deportivas españolas o con el Comité Olímpico Español, en las condiciones
que se determinen reglamentariamente.
n) Las prestaciones por desempleo reconocidas por la respectiva entidad gestora
cuando se perciban en la modalidad de pago único establecida en el Real Decreto
1044/1985, de 19 de junio, por el que se regula el abono de la prestación por desempleo
en su modalidad de pago único, siempre que las cantidades percibidas se destinen a las
finalidades y en los casos previstos en la citada norma.
Esta exención estará condicionada al mantenimiento de la acción o participación
durante el plazo de cinco años, en el supuesto de que el contribuyente se hubiera inte-
grado en sociedades laborales o cooperativas de trabajo asociado o hubiera realizado
una aportación al capital social de una entidad mercantil, o al mantenimiento, durante
idéntico plazo, de la actividad, en el caso del trabajador autónomo.
ñ) Los rendimientos positivos del capital mobiliario procedentes de los seguros de
vida, depósitos y contratos financieros a través de los cuales se instrumenten los Planes
de Ahorro a Largo Plazo a que se refiere la disposición adicional vigésima sexta de esta
Ley, siempre que el contribuyente no efectúe disposición alguna del capital resultante del
Plan antes de finalizar el plazo de cinco años desde su apertura.
Cualquier disposición del citado capital o el incumplimiento de cualquier otro requi-
sito de los previstos en la disposición adicional vigésima sexta de esta Ley antes de la fina-
lización de dicho plazo, determinará la obligación de integrar los rendimientos a que se
refiere el párrafo anterior generados durante la vigencia del Plan en el periodo impositivo
en el que se produzca tal incumplimiento.
246 Tema 13
Es difícil determinar en cada caso cuáles han sido las razones del Legislador
para establecer las exenciones, y qué responde a la clasificación de corte subjetivo
y objetivo que se desarrolla en los temas 7 y 8. Además, operan con distinta fre-
cuencia e intensidad como pueden ser las previstas para las indemnizaciones por
daños personales o resoluciones de contratos de trabajo, frente a otras de corte
más coyuntural como las que se contemplan para mutilados de la guerra civil o
los afectados por el síndrome de inmunodeficiencia.
Podemos distinguir:
1) Participación en fondos propios de cualquier tipo de entidad (dividendos).
2) Cesión a terceros de capitales propios (intereses y activos financieros).
3) Operaciones de capitalización y contratación de seguro de vida o invalidez
y rentas derivadas de la imposición de capitales (seguros de vida y operaciones de
capitalización).
4) Otros a modo de cajón de sastre: a) propiedad intelectual y propiedad in-
dustrial: cuando la explotación es realizada por una persona distinta del autor y
no es RAE; b) cesión del derecho a la explotación de la imagen, salvo que se haga
en el marco de una actividad económica; c) prestación de asistencia técnica, salvo
que sea RAE; y d) arrendamiento de bienes muebles, negocios o minas, así como
los procedentes del subarrendamiento percibidos por el subarrendador, que no
constituyan RAE.
Solo son deducibles los gastos de administración y depósito de acciones que no
sean abonados en contraprestación por la gestión personalizada de una cartera de
inversión, recogidos en el artículo 26.1.a) de la LIRPE
No se aplica ningún mecanismo para eliminar la doble imposición (se produce
doble imposición porque el beneficio con cargo al cual se paga el dividendo ha tri-
butado previamente en el IS de la sociedad pagadora. Cuando se reparte al socio
tributa en el IRPE produciéndose la doble imposición por la aplicación del IS y el
IRPF sobre la misma renta).
Se integran en la base imponible del ahorro salvo los del apartado 4) que se
integran en la base imponible general.
c) Rendimientos de actividades económicas (RAE)
Los RAE, como establece el artículo 27 de la LIRPE son aquellos que proce-
diendo del trabajo personal y del capital conjuntamente, o de uno solo de estos
factores, supongan por parte del contribuyente la ordenación por cuenta propia
de medios de producción y de recursos humanos, o de uno de ambos, con la fina-
lidad de intervenir en la producción o distribución de bienes o servicios.
En el caso de arrendamiento de inmuebles, solo se califican como RAE cuando
para su realización se utilice, al menos, una persona empleada con contrato labo-
ral y a jornada completa.
En el caso de los socios de sociedades profesionales se requiere, para que los
rendimientos obtenidos por la sociedad participada se consideren RAE, que el so-
cio esté incluido en el régimen de autónomos de la SS (RETA) o en la mutualidad
que actúe como alternativa a dicho régimen.
Para su cuantificación, el artículo 28 de la LIRPF se remite al régimen previsto
para el Impuesto sobre Sociedades.
Fundamentos de Derecho Tributario 251
183 días en el año natural; o que radique en España el núcleo principal o la base
de sus actividades o intereses económicos, de forma directa o indirecta, presu-
miéndose, salvo prueba en contrario, que el contribuyente tiene su residencia ha-
bitual en territorio español cuando, de acuerdo con los criterios anteriores, resida
habitualmente en España el cónyuge no separado legalmente y los hijos menores
de edad que dependan de aquel.
El artículo 10 LIRPF se refiere a los supuestos en que el contribuyente tiene
su residencia habitual en territorio extranjero, considerando contribuyentes a las
personas de nacionalidad española, con un cónyuge no separado legalmente e
hijos menores de edad que tuviesen su residencia habitual en el extranjero, por su
condición de: a) miembros de misiones diplomáticas españolas, comprendiendo
tanto al jefe de la misión como a los miembros del personal diplomático, adminis-
trativo, técnico o de servicios de la misión; b) miembros de las oficinas consulares
españolas, comprendiendo tanto al jefe de estas como al funcionario o perso-
nal de servicios a ellas adscritos, con excepción de los vicecónsules honorarios o
agentes consulares honorarios y del personal dependiente de ellos; c) titulares de
cargo o empleo oficial del Estado español como miembros de las delegaciones y
representaciones permanentes acreditadas ante organismos internacionales o que
formen parte de delegaciones o misiones de observadores en el extranjero; y d)
funcionarios en activo que ejerzan en el extranjero cargo o empleo oficial que no
tenga carácter diplomático o consular.
En cambio, no procede la aplicación de lo mencionado anteriormente cuando
las personas a que se refiere no sean funcionarios públicos en activo o titulares
de cargo o empleo oficial, y tuvieran su residencia habitual en el extranjero con
anterioridad a la adquisición de cualquiera de las condiciones enumeradas en
aquel, y en el caso de los cónyuges no separados legalmente o hijos menores de
edad, cuando tuvieran su residencia habitual en el extranjero con anterioridad a
la adquisición por el cónyuge, el padre o la madre, de las condiciones enumeradas
en el apartado 1 de este artículo.
Sin embargo, establece el artículo 8.2 LIRPF que no perderán la condición de
contribuyentes por este impuesto las personas físicas de nacionalidad española
que acrediten su nueva residencia fiscal en un país o territorio considerado como
paraíso fiscal. Esta regla se aplicará en el periodo impositivo en que se efectúe el
cambio de residencia y durante los cuatro periodos impositivos siguientes. Igual-
mente, el tercer apartado de dicho precepto traslada a los miembros que forman
determinadas entidades las rentas obtenidas por las mismas. Es el caso de las
sociedades civiles, tengan o no personalidad jurídica, herencias yacentes, comu-
nidades de bienes y demás entidades a que se refiere el artículo 35.4 de la LGT.
En relación con la individualización de las rentas, el artículo 11 LIRPF dispone
que se entenderá obtenida por los contribuyentes en función del origen o fuente
Fundamentos de Derecho Tributario 253
Las rentas de cualquier tipo obtenidas por las personas físicas integradas en
una unidad familiar que hayan optado por la tributación conjunta serán gravadas
acumuladamente.
Todos los miembros de la unidad familiar quedarán conjunta y solidariamente
sometidos al impuesto, sin perjuicio del derecho a prorratear entre sí la deuda
tributaria, según la parte de renta sujeta que corresponda a cada uno de ellos».
1. Base liquidable
De conformidad con el artículo 15.3 LIRPE, «La base liquidable será el resulta-
do de practicar en la base imponible, en los términos previstos en esta Ley, las re-
ducciones por atención a situaciones de dependencia y envejecimiento y pensiones
compensatorias, lo que dará lugar a las bases liquidables general y del ahorro».
Se regula en el Título IV la base liquidable y el artículo 50.1 LIRPF dispone que
«La base liquidable general estará constituida por el resultado de practicar en la
base imponible general, exclusivamente y por este orden, las reducciones a que se
refieren los artículos 51, 533, 54, 55 y disposición adicional undécima de esta Ley,
sin que pueda resultar negativa como consecuencia de dichas disminuciones». Se
refiere, por lo tanto, a:
a) Las reducciones por aportaciones y contribuciones a sistemas de previsión
social (artículos 51 y 52 LIRPF), modificadas por la Ley 11/2020 de PGE para
2021. Se trata de las cantidades aportadas a planes de pensiones, planes de pre-
visión asegurados, planes de previsión social empresarial, a mutualidades de pre-
visión social y primas satisfechas a seguros privados que cubran exclusivamente
el riesgo de dependencia severa o gran dependencia, que cumplan los requisitos
legales. El límite máximo conjunto para estas reducciones será la menor de las
siguientes cantidades: el 30% de la suma de los rendimientos netos del trabajo y
Fundamentos de Derecho Tributario 259
2. Cuota íntegra
Según el artículo 62 LIRPE, «La cuota integra estatal será la suma de las can-
tidades resultantes de aplicar los tipos de gravamen, a los que se refieren los ar-
tículos 63 y 66 de esta Ley, a las bases liguidables general y del ahorro, respecti-
vamente». El artículo 63 regula la escala general del Impuesto, el artículo 64 las
especialidades aplicables en los supuestos de anualidades por alimentos a favor de
los hijos, el artículo 65 la escala aplicable a los residentes en el extranjero y el 66
el tipo de gravamen del ahorro.
3. Cuota líquida
Para obtener la cuota líquida, el artículo 67 LIRPF prevé una serie de reduc-
ciones al resultado de la cuota íntegra obtenida tras la aplicación de las escalas a
las bases liquidables. Dispone que «La cuota líquida estatal del Impuesto será el
resultado de disminuir la cuota íntegra estatal en la suma de:
a) La deducción por inversión en empresas de nueva o reciente creación previs-
ta en el apartado 1 del artículo 68 de esta Ley.
b) El 50 por ciento del importe total de las deducciones previstas en los apar-
tados 2, 3,4 y 5 del artículo 68 de esta Ley.
El resultado de las operaciones a que se refiere el apartado anterior no podrá
ser negativo».
El artículo 68 contempla diversas deducciones: por inversión en empresas de
nueva o reciente creación, en actividades económicas, por donativos y otras apor-
taciones, por rentas obtenidas en Ceuta y Melilla, por actuaciones para la protec-
ción y difusión del Patrimonio Histórico Español y de las ciudades, conjuntos y
bienes declarados Patrimonio Mundial, por cuenta ahorro-empresa y por alquiler
de la vivienda habitual, aunque estas dos últimas han sido suprimidas por el apar-
tado 48 del artículo primero de la Ley 26/2014, de 27 de noviembre.
El artículo 69 regula los límites de determinadas deducciones y el artículo
70 la comprobación de la situación patrimonial. En cuanto a la cuota íntegra
autonómica, el artículo 73 LIRPF manifiesta que «será la suma de las cuantías
resultantes de aplicar los tipos de gravamen, a los que se refieren los artículos 74
y 76 de esta Ley, a la base liquidable general y del ahorro, respectivamente». Los
artículos 74 a 76 regulan, respectivamente, la escala autonómica del Impuesto, las
especialidades aplicables en los supuestos de anualidades por alimentos a favor
de los hijos y los tipos de gravamen del ahorro. Según el artículo 77 LIRPE «La
cuota liquida autonómica será el resultado de disminuir la cuota íntegra autonó-
mica en la suma de:
Fundamentos de Derecho Tributario 261
a) El $0 por ciento del importe total de las deducciones previstas en los aparta-
dos 2,3,4 y 5 del artículo 68 de esta Ley, con los límites y requisitos de situación
patrimonial previstos en sus artículos 69 y 70.
b) El importe de las deducciones establecidas por la Comunidad Autónoma en
el ejercicio de las competencias previstas en la Ley 22/2009, de 18 de diciembre,
por la que se regula el sistema de financiación de las Comunidades Autónomas de
régimen común y Ciudades con Estatuto de Autonomía y se modifican determi-
nadas normas tributarias.
El resultado de las operaciones a que se refiere el apartado anterior no podrá
ser negativo».
El artículo 78 LIRPF regulaba la deducción por inversión en vivienda habitual,
que fue suprimida, con efectos desde 1 de enero de 2013, por el apartado seis del
artículo 1 de la Ley 16/2012, de 27 de diciembre.
4, Cuota diferencial
Regulada a partir del artículo 74 de la LIRPE la cuota diferencial es el resulta-
do de minorar en la cuota líquida total del impuesto (que es la suma de las cuotas
líquidas estatal y autonómica) los siguientes importes: la deducción por doble
imposición internacional (artículo 80), y las retenciones, ingresos a cuenta y pagos
fraccionados (artículo 99).
Al resultado obtenido se puede descontar, en su caso y cuando proceda: la
deducción por maternidad (artículo 81), las deducciones por familia numerosa o
personas con discapacidad a cargo (artículo 81 bis).
Tema 14
EL IMPUESTO SOBRE SOCIEDADES HECHO IMPONIBLE.
SUJETO PASIVO. PERIODO IMPOSITIVO Y DEVENGO DEL
IMPUESTO. BASE IMPONIBLE: REGLAS DE VALORACIÓN E
IMPUTACIÓN TEMPORAL. DEUDA TRIBUTARIA DEL IM-
PUESTO SOBRE SOCIEDADES. REGÍMENES TRIBUTARIOS
ESPECIALES. LA CONSOLIDACIÓN FISCAL
1. Concepto y naturaleza
El Impuesto sobre Sociedades (IS) ¡junto al Impuesto sobre la Renta de las
Personas Físicas (IRPF) y el Impuesto sobre el Valor Añadido (IVA) constituyen el
vertebrador de nuestro sistema tributario.
El IS se regula en la Ley 27/2014, de 27 de noviembre, del Impuesto sobre So-
ciedades (LIS), cuya entrada en vigor se produjo el 1 de enero de 2015. Esta Ley
ha derogado, en particular, el texto refundido de la Ley del Impuesto sobre Socie-
dades aprobado por el Real Decreto Legislativo 4/2004, de 5 de marzo. El Regla-
mento del Impuesto sobre Sociedades, aprobado por el Real Decreto 634/2015
de 10 de julio, sustituye el anterior Real Decreto 1777/2004, de 30 de julio (RIS).
No se agota aquí el régimen jurídico por la relevancia que tiene el resulta-
do contable en la determinación de la base imponible, resulta de la aplicación
del Real Decreto 1514/2007, de 16 de noviembre, por el que se aprueba el Plan
General de Contabilidad. En el ámbito del Derecho de la Unión debemos desta-
car, entre otros, las Directivas 90/434/CEE (sustituida por la Directiva 2009/133/
CEE) Matriz filial y fusiones, 2003/49/CE, de 3 de junio de 2003, relativa a un
régimen fiscal común aplicable a los pagos de intereses y cánones, y 2011/16/UE
sobre intercambio de información, de especial relevancia en la lucha de la llamada
«planificación fiscal agresiva», foco de atención del proyecto BEPS (Base Erosion
and Profit Shifting) desarrollado en el entorno de la OCDE.
Por último, como recuerda el artículo 3 LIS, no menos importantes son los
CDIs firmados por España con el resto de países y territorios (están rubricados
103 convenios para evitar la doble imposición, estando en vigor 99), y el Con-
venio Multilateral para aplicar las medidas relacionadas con los tratados fiscales
para prevenir la erosión de las bases imponibles y el traslado de beneficios, hecho
264 Tema 14
2. Ámbito de aplicación
El artículo 2 LIS establece que «El Impuesto sobre Sociedades se aplicará en
todo el territorio español.
A efectos de lo dispuesto en el párrafo anterior, el territorio español comprende
también aquellas zonas adyacentes a las aguas territoriales sobre las que España
pueda ejercer los derechos que le correspondan, referentes al suelo y subsuelo ma-
rino, aguas suprayacentes, y a sus recursos naturales, de acuerdo con la legislación
española y el derecho internacional.
Lo dispuesto en el apartado anterior se entenderá sin perjuicio de los regímenes
tributarios forales de concierto y convenio económico en vigor, respectivamente,
en los Territorios Históricos de la Comunidad Autónoma del País Vasco y en la
Comunidad Foral de Navarra».
Por lo que respecta a Canarias, se aplica la legislación del Estado con ciertas
especialidades, que se establecen en la Ley 19/1994, de 6 de julio, de modificación
del Régimen Económico y Fiscal de Canarias.
Fundamentos de Derecho Tributario 265
primero y el último día del ejercicio (ingresos y beneficios menos gastos y pérdi-
das). No solo grava la renta real, también grava rentas presuntas, así: 1) presun-
ción de obtención de rentas en caso de descubrimiento de elementos ocultos, de
forma que se presumirá que han sido adquiridos con cargo a renta no declarada
los elementos patrimoniales cuya titularidad corresponde al contribuyente y no
se hallen registrados en sus libros de contabilidad (artículo 121 LIS); y 2) presun-
ción de onerosidad cuando la base imponible se determine a través del método
de estimación indirecta, de manera que las cesiones de bienes y derechos y las
prestaciones de servicios, en sus distintas modalidades, se presumirán retribuidas
por su valor de mercado (artículo 123).
La exención plena implica que estos sujetos pasivos no están obligados a pre-
sentar la declaración por el IS, que las rentas obtenidas por dichas entidades no
están sujetas a retención y que no forman parte del Índice de Entidades que se
lleva en cada delegación de la Agencia Estatal de la Administración tributaria.
La exención parcial se caracteriza porque solo gozarán de exención las rentas
relacionadas con la consecución del objeto o finalidad específica de la entidad, si
bien, estará obligada a declarar la totalidad de sus rentas, exentas y no exentas. El
citado precepto también se refiere a las exenciones parciales:
1) En los términos previstos en el título II de la Ley 49/2002, de 23 de diciem-
bre, de régimen fiscal de las entidades sin fines lucrativos y de los incentivos fisca-
les al mecenazgo, las entidades e instituciones sin ánimo de lucro a las que sea de
aplicación dicho título.
2) En los términos previstos en el capítulo XIV del título VI de esta Ley:
a) Las entidades e instituciones sin ánimo de lucro no incluidas en el apartado
anterior.
b) Las uniones, federaciones y confederaciones de cooperativas.
c) Los colegios profesionales, las asociaciones empresariales, las cámaras of1-
ciales y los sindicatos de trabajadores.
d) Los fondos de promoción de empleo constituidos al amparo del artículo 22
de la Ley 27/1984, de 26 de julio, sobre reconversión y reindustrialización.
e) Las Mutuas Colaboradoras de la Seguridad Social, reguladas en el texto
refundido de la Ley General de la Seguridad Social, aprobado por el Real Decreto
Legislativo 1/1994, de 20 de junio (actual RD Legislativo 8/2015 30 octubre).
f) Las entidades de derecho público Puertos del Estado y las respectivas de las
Comunidades Autónomas, así como las Autoridades Portuarias.
3) Los partidos políticos, en los términos establecidos en la Ley Orgánica
8/2007, de 4 de julio, sobre financiación de los partidos políticos.
2. Reglas de valoración
El artículo 17.1 LIS establece que «Los elementos patrimoniales se valorarán
de acuerdo con los criterios previstos en el Código de Comercio, corregidos por la
aplicación de los preceptos establecidos en esta Ley.
No obstante, las variaciones de valor originadas por aplicación del criterio del
valor razonable no tendrán efectos fiscales mientras no deban imputarse a la cuen-
Fundamentos de Derecho Tributario 271
Por último, el artículo 20 LIS regula una serie de reglas para la integración de la
diferencia entre el valor contable y fiscal de un elemento patrimonial o un servicio.
4. Gastos deducibles
No se puede cerrar el capítulo de la base imponible sin abordar el capítulo de
lo que se califica como gasto deducible y que supone una de las mayores recalifi-
caciones fiscales sobre ajustes contables.
En primer lugar, para que un gasto se considere fiscalmente deducible se exige,
de conformidad con el artículo 15: 1) su contabilización en la cuenta conforme al
Plan General de Contabilidad; 2) la justificación con factura completa con arre-
glo a los criterios del Real Decreto 1619/2012, de 30 de noviembre, por el que se
aprueba el Reglamento por el que se regulan las obligaciones de facturación; 3) la
imputación al ejercicio; 4) la preceptiva correlación con el ingreso, como dice el
artículo 11 de la Ley, criterio que supone un cambio respecto del clásico de «gasto
necesario».
No se consideran gastos no deducibles fiscalmente, entre otros: 1) la retribu-
ción de fondos propios; 2) las multas, sanciones y recargos; 3) las pérdidas en
el juego; 4) los donativos y liberalidades. Se establecen restricciones en otros,
recogidos como: 1) los generados en territorios calificados como paraísos fiscales
(artículo 15.g); 2) las denominadas operaciones híbridas (artículo 15.3); 3) gastos
financieros en sede del grupo mercantil, (art. 16) [se requiere un motivo económi-
co válido, y tiene un límite cuantitativo: 30% beneficio Operativo, importe neto
de 1.000.000 €]; 4) gastos extinción relación laboral [quedan limitados a los que
excedan del mayor de estos dos importes: a) 1.000.000 €; b) el importe que con
carácter obligatorio establezca el ET, sin que se admita el establecido en virtud de
pacto o contrato].
5. Imputación temporal
Dado que la vida de la entidad se divide en ejercicios económicos, es preciso
establecer normas concretas para atribuir los distintos ingresos y gastos a cada
uno de tales periodos. La regla general de imputación temporal coincide conta-
ble y fiscalmente: se aplica el principio del devengo. El artículo 11 LIS establece
que los ingresos y gastos derivados de las transacciones o hechos económicos se
imputarán al periodo impositivo en que se produzca su devengo, con arreglo a
la normativa contable, con independencia de la fecha de su pago o de su cobro,
respetando la debida correlación entre unos y otros. También se permiten otros
criterios de imputación temporal distintos del criterio del devengo, utilizados ex-
cepcionalmente por el contribuyente para conseguir la imagen fiel del patrimonio,
274 Tema 14
tenga durante el tiempo que sea necesario para completar un año. Esta deducción,
conjuntamente con la anterior, no podrá exceder de la cuota íntegra que corres-
pondería pagar en España por estas rentas si se hubieren obtenido en territorio
español, y las cantidades no deducidas por insuficiencia de cuota íntegra podrán
deducirse en los periodos impositivos siguientes. El derecho de la Administración
para comprobar las deducciones por doble imposición pendientes es el mismo que
en el supuesto anterior.
El artículo 33 LIS prevé una bonificación del 50%, la parte de cuota integra
que corresponda a las rentas obtenidas en Ceuta o Melilla por entidades que ope-
ren efectiva y materialmente en dichos territorios, regulándose cuáles son dichas
entidades (las que tienen domicilio fiscal en dicho territorio o establecimiento
permanente en el mismo o sucursales...) y qué son rentas obtenidas en Ceuta y
Melilla. Según el artículo 34 LIS «Tendrá una bonificación del 99 por ciento la
parte de cuota íntegra que corresponda a las arentas derivadas de la prestación de
cualquiera de los servicios comprendidos en el apartado 2 del artículo 25 o en el
apartado 1.a), b) y c) del artículo 36 de la Ley 7/1985, de 2 de abril, Reguladora
de las Bases del Régimen Local, de competencias de las entidades locales territo-
riales, municipales y provinciales, excepto cuando se exploten por el sistema de
empresa mixta o de capital integramente privado». También se aplica a las entida-
des íntegramente dependientes del Estado o de las Comunidades Autónomas que
presten Servicios.
Los artículos 35 a 39 regulan deducciones para incentivar la realización de
determinadas actividades:
a) actividades de investigación y desarrollo en las que la base de la deducción
estará constituida por el importe de los gastos de investigación y desarrollo y, en
su caso, por las inversiones en elementos de inmovilizado material e intangible
excluidos los edificios y terrenos, y la deducción es del 25% de los gastos efec-
tuados en el periodo impositivo por este concepto y del 8% de las inversiones en
elementos de inmovilizado material e intangible, excluidos los edificios y terre-
nos, siempre que estén afectos exclusivamente a las actividades de investigación
y desarrollo; b) actividades de innovación tecnológica en las que la deducción
es del 12% de los gastos efectuados en el periodo impositivo por los conceptos
especificados en dicho artículo; c) producciones españolas de largometrajes cine-
matográficos y de series audiovisuales de ficción en las que la deducción será del
20% respecto del primer millón de base de la deducción y del 18% sobre el exceso
de dicho importe, con el límite máximo de tres millones de €; d) para la creación
de empleo al contratar a emprendedores menores de 30 años la deducción es de
3.000 €, si se contratan a emprendedores desempleados es del 50% del importe
de la prestación por desempleo que el trabajador tuviera pendiente de percibir en
el momento de la contratación o del importe correspondiente a doce mensualida-
des de la prestación por desempleo que tuviera reconocida, según la cantidad que
Fundamentos de Derecho Tributario 277
El artículo 6 del texto refundido de la ley del impuesto, en efecto, dispone que
el impuesto se exigirá:
A) Por las transmisiones patrimoniales onerosas de bienes y derechos, cualquie-
ra que sea su naturaleza, que estuvieran situados, pudieran ejercitarse O hubieran
de cumplirse en territorio español o en territorio extranjero, cuando, en este últi-
mo supuesto, el obligado al pago del impuesto tenga su residencia en España. No
se exigirá el impuesto por las transmisiones patrimoniales de bienes y derechos
de naturaleza inmobiliaria, sitos en territorio extranjero, ni por las transmisiones
patrimoniales de bienes y derechos, cualquiera que sea su naturaleza que, efectua-
das en territorio extranjero, hubieren de surtir efectos fuera del territorio español.
B) Por las operaciones societarias realizadas por entidades en las que concurra
cualquiera de las siguientes circunstancias:
a) Que tengan en España la sede de dirección efectiva, entendiéndose como tal
el lugar donde esté centralizada de hecho la gestión administrativa y la dirección
de los negocios.
b) Que tengan en España su domicilio social, siempre que la sede de dirección
efectiva no se encuentre situada en un Estado miembro de la Comunidad Econó-
mica Europea o, estándolo, dicho Estado no grave la operación societaria con un
impuesto similar.
c) Que realicen en España operaciones de su tráfico, cuando su sede de direc-
ción efectiva y su domicilio social no se encuentren situados en un Estado miem-
bro de la Comunidad Económica Europea o, estándolo, estos Estados no graven
la operación societaria con un impuesto similar.
C) Por los actos jurídicos documentados que se formalicen en territorio nacio-
nal y por los que habiéndose formalizado en el extranjero surtan cualquier efecto,
jurídico o económico, en España.
A) Las adjudicaciones en pago y para pago de deudas, así como las adjudica-
ciones expresas en pago de asunción de deudas. Los adjudicatarios para pago de
deudas que acrediten haber transmitido al acreedor en solvencia de su crédito,
dentro del plazo de dos años, los mismos bienes o derechos que les fueron adju-
dicados y los que justifiquen haberlos transmitido a un tercero para este objeto,
dentro del mismo plazo, podrán exigir la devolución del impuesto satisfecho por
tales adjudicaciones.
B) Los excesos de adjudicación declarados, salvo los que surjan de dar cum-
plimiento a lo dispuesto en los artículos 821, 829, 1.056 (segundo) y 1.062 (pri-
mero) del Código Civil y Disposiciones de Derecho Foral, basadas en el mismo
fundamento.
C) Los expedientes de dominio, las actas de notoriedad, las actas complemen-
tarias de documentos públicos a que se refiere el Título VI de la Ley Hipotecaria
y las certificaciones expedidas a los efectos del artículo 206 de la misma Ley, a
menos que se acredite haber satisfecho el impuesto o la exención o no sujeción
por la transmisión, cuyo título se supla con ellos y por los mismos bienes que sean
objeto de unos u otras, salvo en cuanto a la prescripción cuyo plazo se computará
desde la fecha del expediente, acta o certificación.
D) Los reconocimientos de dominio en favor de persona determinada, con la
misma salvedad hecha en el apartado anterior
El precepto, además, equipara los contratos de aparcería y los de subarriendo
se equipararán a los de arrendamiento.
Finalmente, establece la regla de la incompatibilidad con el IVA en los tér-
minos vistos más arriba salvo (i) que las operaciones correspondientes gocen de
exención en el IVA o (11) que se trate de entregas de inmuebles que estén incluidos
en la transmisión de un patrimonio empresarial o profesional, cuando por las
circunstancias concurrentes la transmisión de este patrimonio no quede sujeta al
Impuesto sobre el Valor Añadido.
En relación con las operaciones societarias, el artículo 19 del texto refundido
considera sujetas:
1. La constitución de sociedades, el aumento y disminución de su capital social
y la disolución de sociedades.
2. Las aportaciones que efectúen los socios que no supongan un aumento del
capital social.
3. El traslado a España de la sede de dirección efectiva o del domicilio social de
una sociedad cuando ni una ni otro estuviesen previamente situados en un Estado
miembro de la Unión Europea.
Señala, por el contrario, que no estarán sujetas:
286 Tema 15
b) En los mercantiles, la ley señala como sujetos pasivos al librador, salvo que
la letra de cambio se hubiese expedido en el extranjero, en cuyo caso lo estará su
primer tenedor en España, y si se trata del resto de los documentos las personas o
entidades que los expidan.
c) En los administrativos, distingue los dos supuestos: en las grandezas y títulos
nobiliarios, sus beneficiarios y en las anotaciones, la persona que las solicite.
En relación con los bienes inmuebles, establece que su valor será el valor de re-
ferencia previsto en la normativa reguladora del catastro inmobiliario, a la fecha
de devengo del impuesto.
Muy sintéticamente, podemos decir que dicho valor es aquel que el catastro,
utilizando el flujo de información que recibe de operaciones inmobiliarias, conce-
de a todos los inmuebles del país, aplicando una reducción del 10% para evitar
que supere su teórico valor de mercado.
Lo relevante es que el contribuyente debe declarar por el valor de referencia,
salvo que el de la operación sea superior, de manera que ese valor actúa como
valor mínimo de todas las operaciones que se efectúen sobre inmuebles en lo
sucesivo. Y el contribuyente no puede aplicar otro valor inferior, aunque pueda
acreditar que el precio o contraprestación de la operación, o el valor de mercado
del inmueble, fuese inferior.
Según se desprende del artículo 46.1 del texto refundido, un valor declarado
por el contribuyente en la transmisión igual o superior al valor de referencia re-
sultante del Catastro excluye la comprobación de valores.
Y si el valor declarado es inferior al valor de referencia, la administración pue-
de considerar de oficio y sin actuación adicional alguna el valor de referencia co-
mo base imponible sin que ello constituya comprobación de valores: no estamos
ante un medio de comprobación de valores, sino ante la determinación de la base
imponible en ambos tributos. Secuela de lo expuesto, es que no puede instarse en
su corrección la tasación pericial contradictoria, reservada en el art. 57 de la LGT
y en la normativa de cada tributo para confirmar o corregir el valor comprobado.
En cuanto al tipo de gravamen de esta modalidad, hay que tener en cuenta
la competencia normativa que tienen atribuida las comunidades autónomas en
relación con los mismos. Así, por ejemplo, en relación con la transmisión de in-
muebles o la constitución y cesión de derechos reales sobre los mismos, excepto
los derechos reales de garantía que tributan al 1%, la normativa estatal tiene es-
tablecido un tipo del 6 % y las comunidades autónomas han elevado con carácter
general el tipo impositivo (la Comunidad de Madrid lo ha rebajado en 2014 al
6%, Cataluña lo ha elevado al 10% hasta 1.000.000 euros de base y al 11% a
partir de 1.000.000 euros y Andalucía ha establecido tipos entre el 8 y el 10%).
La transmisión de bienes muebles como, por ejemplo, un vehículo vendido por
un particular, tiene el tipo del 4 %, al igual que la constitución de concesiones ad-
ministrativas. En caso de arrendamiento se aplica una escala de gravamen, según
el importe del mismo. Todo ello, sin perjuicio de las especialidades autonómicas.
Finalmente hay que señalar que el Real Decreto-Ley 8/2012, de 16 de marzo,
que establece una nueva regulación del aprovechamiento por turno de bienes in-
muebles y su régimen fiscal, fija el tipo del 4 % para las transmisiones entre par-
290 Tema 15
En cuanto a la base imponible, en las primeras copias de las escrituras que ten-
gan por objeto directo cantidad o cosa valuable servirá de base el valor declarado,
sin perjuicio de la comprobación administrativa, pero existen reglas especiales:
— En las escrituras que documenten préstamos con garantía, el importe de la
obligación o capital garantizado, comprendiendo las sumas que se aseguren
por intereses, indemnizaciones, penas por incumplimiento y otros concep-
tos análogos.
— En las de declaración de obra nueva, el valor real de coste de la obra nueva
que se declare; en las escrituras de constitución de edificios en régimen de
propiedad horizontal se incluirá tanto el valor real de coste de la obra nueva
como el valor real del terreno.
— En las escrituras de agrupación, agregación y segregación de fincas, la ba-
se imponible estará constituida, respectivamente, por el valor de las fincas
agrupadas, por el de la finca agregada a otra mayor y por el de la finca que
se segregue de otra para constituir una nueva independiente.
En los documentos mercantiles, la ley se refiere a la base imponible de la letra
de cambio (la cantidad girada), de los certificados de depósito (su importe nomi-
nal), así como el coste del efecto timbrado.
Finalmente, respecto de los documentos administrativos, dice el artículo 42 de
la ley que servirá de base en las anotaciones preventivas, el valor del derecho o
interés que se garantice, publique o constituya con un tipo de gravamen del 0.50
por 100 y, en relación con la rehabilitación y transmisión, sea por vía de sucesión
o cesión, de grandezas y títulos nobiliarios, así como el reconocimiento de uso en
España de títulos extranjeros, se prevé el abono de los derechos correspondientes
en una escala que la propia ley prevé (satisfarán los derechos consignados en la
escala adjunta.
2. Naturaleza
Además de ser un impuesto al consumo armonizado, el IVA también se carac-
teriza por ser un impuesto neutral. Es quizás su nota más relevante y sobre la que
gira la interpretación y la mecánica de este impuesto, como se desprende de la re-
iterada jurisprudencia del TJUE. Significa que se trata de un impuesto multifásico
pero no acumulativo donde se van gravando todas las fases de proceso produc-
tivo, permitiendo a los diferentes sujetos pasivos que intervengan en la cadena la
deducción del IVA soportado en cada paso o proceso. La carga tributaria nunca
debe recaer sobre el sujeto pasivo del impuesto, que puede deducirse u obtener la
devolución del soportado, sino en el destinatario o consumidor final.
En definitiva, lo que se grava es el incremento de valor que experimentan los
bienes y servicios como resultado de su paso por cada una de las fases del proceso
productivo y de distribución hasta que llegan al consumidor final. Los empresa-
rios y profesionales repercuten sobre los adquirentes de los bienes o servicios la
Fundamentos de Derecho Tributario 301
1. Entregas de bienes
De conformidad con lo establecido en el artículo 8, «Se considerará entrega
de bienes la transmisión del poder de disposición sobre bienes corporales, incluso
si se efectúa mediante cesión de títulos representativos de dichos bienes. A estos
efectos, tendrán la condición de bienes corporales el gas, el calor, el frío, la energía
eléctrica y demás modalidades de energía». En el apartado segundo se recogen las
reglas especiales y, entre otras, la asimilación a la entrega de bienes en los casos
de las ejecuciones de obra en edificios, cuando el valor de los materiales utilizados
exceda del 40 por 100 de la base imponible; las aportaciones no dinerarias del
patrimonio empresarial; el arrendamiento con opción de compra; o el suministro
de material informático «normalizado».
Fundamentos de Derecho Tributario 305
2. Prestación de servicios
La definición se formula en términos negativos en el artículo 11, como «toda
operación sujeta al IVA que no tenga la consideración de entrega de bienes, adqui-
sición intracomunitaria o Importación». Constituyen ejemplos de regla especiales
del artículo 12: a) el ejercicio independiente de una profesión, arte u oficio; b) los
arrendamientos de bienes; c) las cesiones de derechos de autor, marcas y patentes;
d) las ejecuciones de obra (si el material no supera el 40% de la BI); e) los servicios
de hostelería; y f) el suministro de productos informáticos «personalizados». El
autoconsumo también se considera PS cuando el SP destina a uso particular los
bienes del patrimonio empresarial.
El devengo en la prestación de servicios, según el artículo 75 LIVA, se produce
cuando se lleven a cabo los que se presten o ejecuten. En los arrendamientos, su-
ministros y Otras Operaciones de tracto sucesivo: cuando resulte exigible el precio
(si no se hubiera pactado la fecha o se hubiera pactado una periodicidad superior
a un año, se entenderá devengado el 31 de diciembre). Todo ello sin perjuicio de
los devengos anticipados por pagos anticipados.
3. Adquisición intracomunitarias
En cuanto a las adquisiciones intracomunitarias de bienes, el artículo 15.1 LI-
VA las define como «la obtención del poder de disposición sobre bienes muebles
corporales expedidos o transportados al territorio de aplicación del impuesto, con
destino al adquirente, desde otro Estado miembro, por el transmitente, el propio
adquirente o un tercero en nombre y por cuenta de cualquiera de los anteriores».
El artículo 13 regula el hecho imponible de estas adquisiciones, mientras que el
artículo 14 está destinado a las no sujetas, y el artículo 16 establece las operacio-
nes asimiladas.
306 Tema 16
4. Importaciones
Respecto de las importaciones de bienes, de conformidad con el artículo 17
LIVA, «Estarán sujetas al impuesto las importaciones de bienes, cualquiera que
sea el fin a que se destinen y la condición del importador». El artículo 18 regula
el concepto de importación de bienes y el artículo 19 las operaciones asimiladas.
5. Supuesto de no sujeción
En el artículo 7 LIVA, se regulan los supuestos que no estarán sujetos al Im-
puesto:
1. La transmisión de un conjunto de elementos corporales y, en su caso, incor-
porales que, formando parte del patrimonio empresarial o profesional del sujeto
pasivo, constituyan o sean susceptibles de constituir una unidad económica autó-
noma en el transmitente, capaz de desarrollar una actividad empresarial o profe-
sional por sus propios medios. Quedarán excluidas de la no sujeción mencionada
las siguientes transmisiones:
a) La mera cesión de bienes o de derechos.
b) Las realizadas por quienes tengan la condición de empresario o profesional
exclusivamente conforme a lo dispuesto por el artículo 5, apartado uno, letra c)
y letra d) de esta Ley.
2. Las entregas gratuitas de muestras de mercancías sin valor comercial estima-
ble, con fines de promoción.
3. Las prestaciones de servicios de demostración a título gratuito efectuadas
para la promoción de las actividades empresariales o profesionales.
4. Las entregas sin contraprestación de impresos u objetos de carácter publicitario.
5. Los servicios prestados por personas físicas en régimen de dependencia de-
rivados de relaciones administrativas o laborales.
6. Los servicios prestados a las cooperativas de trabajo asociados por los socios
de las mismas y los prestados a las demás cooperativas por sus socios de trabajo.
7. Las operaciones previstas en el artículo 9, número 1 y en el artículo 12, nú-
meros 1” y 2” de esta Ley, siempre que no se hubiese atribuido al sujeto pasivo el
derecho a efectuar la deducción total o parcial del Impuesto sobre el Valor Aña-
dido, efectivamente soportado con ocasión de la adquisición o importación de los
bienes o de sus elementos componentes que sean objeto de dichas operaciones.
8. Las entregas de bienes y prestaciones de servicios realizadas directamente
por las Administraciones Públicas sin contraprestación o mediante contrapresta-
ción de naturaleza tributaria.
Fundamentos de Derecho Tributario 307
V. EXENCIONES
El Título ll lleva por rúbrica «Exenciones» y se compone de tres Capítulos.
El Capítulo I (artículos 20 a 25 LIVA) está dedicado a las exenciones de entregas
de bienes y prestaciones de servicios. Así pues, las exenciones que se recogen son
exenciones en operaciones interiores, en las exportaciones de bienes, en las opera-
ciones asimiladas a las exportaciones, las relativas a las zonas francas, depósitos
francos y otros depósitos, las relativas a regímenes aduaneros y fiscales, y las
exenciones en las entregas de bienes destinados a otro Estado miembro.
Como más significativas por su habitualidad y relevancia, podemos destacar
dentro de las contempladas en el artículo 20.1 de la LIVA: a) el servicio postal uni-
versal (1); b) los servicios hospitalarios y asistencia sanitaria prestados por enti-
dades de Derecho Público o concertadas (2%); c) la asistencia médica o sanitaria,
incluidos dentistas (3? y 5%); d) el transporte en ambulancia (15%); e) las prestacio-
nes de la Seguridad Social (79); f) determinados servicios de asistencia social (89);
e) los servicios educativos en general (9” y 10%) y algunas prácticas deportivas
(139); h) los servicios culturales prestados por entes públicos (14”); 1) las operacio-
nes financieras más habituales (189); j) las entrega de terrenos no edificables (209);
k) las segundas y ulteriores entregas de edificaciones (229); 1) los arrendamientos
de vivienda (237); y m) la entrega de bienes utilizados en operaciones exentas, por
los que no pudo deducir el IVA en el momento de adquisición (24).
En contra de lo que ocurre con las exenciones en el resto de los tributos, en el
caso del IVA no suponen ninguna ventaja o beneficio fiscal sino todo lo contrario,
por implicar una quiebra al funcionamiento del impuesto en sistema de deducción
o devolución del IVA soportado.
Cuando concurre una exención, el sujeto pasivo no repercute el IVA al desti-
natario de la entrega del bien o la prestación del servicio (cliente), y en la factura
debe especificar el precepto que establece la exención y por el que la aplica. Esto
implica que al no repercutir, pierde el derecho a deducir las cuotas de IVA sopor-
tadas. Si el sujeto pasivo solo realiza operaciones exentas, perderá todo el derecho
de deducción del IVA que soportó en las adquisiciones de bienes o prestación de
servicios vinculados con esta actividad. En el caso que realice operaciones tanto
exentas como no exentas, tendrá un derecho proporcional a la deducción del IVA
soportado, en cuyo caso entra en juego la regla de la prorrata del artículo 104 de
la LIVA.
Un ejemplo del perjuicio se refleja en las operaciones inmobiliarias, porque la
exención del IVA conlleva la exigencia de ITPO. Por ello, en estos supuestos reco-
gidos en los artículos 20.1.20 y 20.1.22, la LIVA permite renunciar a la exención
en su artículo 20.2, siempre que el adquirente sea sujeto pasivo del IVA con dere-
cho de deducción. La renuncia a la exención implica la inversión del sujeto pasivo,
que ya ha sido explicada en cuanto a su mecánica y finalidad.
Fundamentos de Derecho Tributario 311
2. Requisitos de la deducción
Se recogen en los artículos 93 y 95 de la LIVA. Se reconoce a los sujetos pasi-
vos, empresarios o profesionales, que realicen el hecho imponible en el TAL, por
las cuotas de IVA soportadas para dicha actividad. También pueden deducirse el
IVA soportado antes del inicio de la actividad, en los términos del artículo 111 de
la LIVA. En ese caso, el sujeto pasivo se aplicará un porcentaje provisional (del
100% o inferior) que será regularizado al 4” año de empezar la actividad a medi-
da que vaya realizando y repercutiendo operaciones sujetas y no exentas.
No podrán deducirse las cuotas de IVA soportadas: a) en las entregas de bienes
o en las prestaciones de servicios realizadas sin intención de utilizarlos en el hecho
imponible, incluso si luego afectan efectivamente a dichas actividades; b) en la
adquisición de bienes destinados simultáneamente a actividades empresariales o
profesionales y otras que no lo son, excepto (1) si se trata de bienes de inversión
(afectación parcial), (11) de vehículos automóviles, que se presumirán afectados al
50%, aunque se admite la prueba en contrario si hubiera mayor afectación. Se re-
quiere en todo caso estar en posesión de factura completa como requisito formal
para la deducción.
3. Exclusiones a la deducción
No podrán ser objeto de deducción, en ninguna proporción, las cuotas de IVA
soportadas en las siguientes entregas de bienes o prestación de servicios: a) en la
adquisición de joyas o alhajas; b) los alimentos, bebidas o tabaco; c) los espec-
táculos de carácter recreativo; d) los bienes y servicios destinados a atenciones
314 Tema 16
4. Regla de la prorrata
Se aplica la regla de prorrata cuando el sujeto pasivo realiza conjuntamente
operaciones con derecho a la deducción y otras sin dicho derecho.
Existe una regla de prorrata general y otra de prorrata especial. La prorrata
general es un porcentaje aplicable a las cuotas de IVA soportadas para determinar
la cuantía de IVA deducible recogida en el artículo 104 de la LIVA. La prorrata
se calcula multiplicando por 100 una fracción, en cuyo numerador se integra el
importe total de operaciones realizadas en un año con derecho de deducción y el
denominador al que van el importe total de operaciones realizadas en un año, con
y sin derecho de deducción.
Para el cálculo de la prorrata no se incluyen determinadas exenciones, las cali-
ficadas como exenciones plenas y las operaciones que por no tener carácter habi-
tual desvirtuarían el cálculo, como ocurre por ejemplo con las inmobiliarias que
no constituyan actividad habitual del sujeto pasivo.
La prorrata especial recogida en los artículos 105 y 106 de la LIVA consiste
(1) por un lado, en deducir íntegramente las cuotas de IVA soportadas en bienes
o servicios destinados a realizar actividades con derecho de deducción, (11) por
otro, en no deducir las cuotas de IVA soportadas en bienes o servicios destinados
a actividades que no generan derecho de deducción, y (111) por último, en deducir
en régimen de prorrata general las cuotas de IVA soportas en bienes o servicios
destinados parcialmente a realizar actividades con derecho de deducción.
La prorrata especial es de aplicación bien cuando lo solicite el sujeto pasivo, o
cuando el montante de las cuotas deducibles por aplicación de la regla de prorrata
general exceda en un 10% (o más) del que resultaría por aplicación de la regla de
prorrata especial.
1. Tributos propios
El artículo 9 de la LOFCA habilita a las CCAA al establecimiento de sus pro-
pios tributos «de acuerdo con la Constitución y con las leyes».
Con carácter general hay que señalar que, al margen de las tasas autonómicas
establecidas respecto de los servicios y competencias asumidas por las CCAA (y
la competencia limitada en el ámbito de contribuciones especiales), el proceso de
creación de tributos propios por parte de las CCAA ha sido lento y difícil. Dado
Fundamentos de Derecho Tributario 325
que la gran parte de hechos y materias imponibles ya está gravada bien por el
Estado o bien por las Entidades Locales, las CCAA han tenido escaso margen
para idear sus propios tributos, dando lugar en ocasiones a figuras tributarias
ciertamente atípicas u originales. Principalmente se han establecido en los ámbi-
tos de la fiscalidad medioambiental, el juego y la actividad turística (estancias en
establecimientos turísticos O, más recientemente, la tasa catalana sobre embar-
caciones de crucero). Sucede, además, que la conflictividad con relación a estos
tributos propios es muy significativa porque deben ajustarse tanto con el ordena-
miento comunitario (bien para respetar los criterios de amortización, bien para
preservar las libertades comunitarias o el respeto a las normas de competencia),
como acompasarse a la compleja interpretación de los límites del derecho interno
que configuran el poder tributario autonómico (principalmente al principio de
prohibición de doble imposición). Y, sin embargo, su capacidad recaudatoria es
muy reducida.
Sin duda, el mayor número de impuestos propios autonómicos son los esta-
blecidos con fines medioambientales. Así, numerosas CCAA tienen establecidos
diversos cánones o impuestos sobre el agua (con distintas denominaciones), bien
eravando el consumo real o potencial, bien el vertido de aguas residuales, la con-
taminación de aguas o con relación a infraestructuras hidraúlicas. Con carácter
general, se trata de tributos que responden al principio de recuperación de costes
por parte de las Administraciones públicas a los efectos de repercutir en los usua-
rios o consumidores los servicios relacionados con la gestión del agua, con su uso
eficiente o con la protección medioambiental. Para facilitar la gestión de estos
tributos es usual la designación a las entidades suministradoras del agua como
sustitutos de los contribuyentes consumidores. Por lo demás, se trata de tributos
que contemplan determinadas exenciones objetivas (aguas procedentes de plantas
desaladoras o de organismos de investigación, por ej.) y subjetivas (usos domés-
ticos en familias numerosas, por ej.) y utilizan como elementos de cuantificación
el volumen cúbico del agua articulando deducciones fiscales que promueven la
inversión en infraestructuras y bienes vinculados al control o prevención de la
contaminación hídrica.
Junto a esta categoría de tributos, también son destacables los tributos autonó-
micos establecidos sobre instalaciones o actividades de producción, almacenaje,
transformación, transporte o suministro de energía eléctrica y redes de comunica-
ciones (v.gr. cánones eólicos o relacionados con embalses), algunos de los cuales
han sido particularmente controvertidos en tanto que aparentemente penalizan
fuentes de energía renovables, se solapan con diversas tasas estatales y con im-
puestos locales (singularmente, IBI e IAE) y, en muchos casos, su configuración
arroja dudas sobre su verdadera finalidad medioambiental. Similares problemas
han planteado también los tributos autonómicos sobre emisiones de gases con-
taminantes a la atmósfera (dióxido de carbono, óxido de nitrógeno, óxido de
326 Tema 17
tributos estatales cedidos gestionados íntegramente por las CCAA, estas deben
ajustarse a la normativa estatal en el ejercicio de sus competencias de gestión,
inspección y recaudación.
Resta por señalar que la resolución de los conflictos que se susciten en la apli-
cación de los puntos de conexión de estos tributos cedidos, los artículos 23 y
24 de la LOFCA, regulan la competencia de una Junta Arbitral a la que pueden
acudir tanto el Estado como las Comunidades Autónomas afectadas por la con-
troversia derivada de la gestión, inspección o recaudación de un tributo cedido.
Este órgano, que actúa con diferente composición en función de las administra-
ciones implicadas en cada conflicto, resolverá conforme a derecho, de acuerdo
con principios economía, celeridad y eficacia, todas las cuestiones que plantee el
expediente hayan sido o no planteadas por las partes o los interesados en el con-
flicto. Sus resoluciones tendrán carácter ejecutivo y serán impugnables en la vía
contencioso administrativa. Este sistema arbitral busca sustraer del conocimiento
ordinario de los órganos jurisdiccionales contencioso administrativos los conflic-
tos interadministrativos de índole tributario, articulando un sistema más ágil, más
especializado y, también, más «discreto».
gasto de las entidades locales con mayor rigor que las demás Administracio-
nes (que sí pueden incurrir en déficit) lo que tuvo su correspondiente reflejo
en la Ley Orgánica 2/2012, de 27 de abril, de Estabilidad Presupuestaria y
Sostenibilidad Financiera.
II, RECURSOS
El art. 2 LHL dispone que la hacienda de las entidades locales estará constitui-
da por los siguientes recursos:
a) Los ingresos procedentes de su patrimonio y demás de Derecho privado.
b) Los tributos propios clasificados en tasas, contribuciones especiales e im-
puestos y los recargos exigibles sobre los impuestos de las Comunidades
Autónomas o de otras entidades locales.
340 Tema 18
4, El credito público
Las operaciones de crédito constituyen un recurso de la hacienda local, pero
deben diferenciarse de los demás porque los ingresos obtenidos por este concepto
tienen un régimen jurídico equiparable a los contratos de préstamo y, por tanto,
el perceptor de estos ingresos queda obligado a reembolsar al acreedor el importe
del capital recibido y los correspondientes intereses devengados por la operación.
Constituye, pues, un recurso que genera ingresos en el presente, con el correlativo
compromiso de gasto en el futuro.
La regulación básica de las operaciones de crédito se contiene en los arts. 48 a
55 LHL, aunque esa regulación se ha visto fuertemente condicionada por lo dis-
puesto en la Ley Orgánica 2/2012, de 27 de abril, de Estabilidad Presupuestaria y
Sostenibilidad Financiera (LOEPSF), y normativa de desarrollo.
El art. 13 LOEPSE al regular el cumplimiento del principio de sostenibilidad
financiera, establece que el volumen de deuda pública del conjunto de Adminis-
traciones públicas no podrá superar el 60 por 100 del Producto Interior Bruto
nacional, y dispone que ese límite se distribuirá de acuerdo con los siguientes
porcentajes, expresados en términos nominales del Producto Interior Bruto na-
cional: 44 por 100 para la Administración central, 13 por 100 para el conjunto
de Comunidades Autónomas y 3 por 100 para el conjunto de corporaciones
locales.
Las operaciones de crédito a corto plazo son aquellas que no exceden de un
año y se utilizan normalmente para atender necesidades transitorias de tesore-
ría. Su regulación básica se contiene en el art. 51 LHL, donde se dispone que
pueden realizarse sin necesidad de autorización del Estado o de las Comunida-
des Autónomas siempre que en su conjunto no superen el 30% de sus ingresos
liquidados por operaciones corrientes en el ejercicio anterior y no se formalicen
fuera de España.
Las operaciones de crédito a largo plazo son aquellas que exceden de un año.
Su regulación básica se contiene en el art. 53 LHL, donde se establece la necesidad
de recabar autorización del ministro de Hacienda en los siguientes supuestos: i)
cuando la cifra de ahorro neto de la entidad sea negativa; 11) en caso de que el
volumen total del capital vivo de las operaciones de crédito vigentes a corto y
largo plazo exceda del 75 por 100 de los ingresos corrientes; y 111) si la operación
se formaliza fuera de España.
Además, la LOEPSF añade otras limitaciones al crédito local orientadas a for-
talecer el cumplimiento de los principios de estabilidad presupuestaria y sosteni-
bilidad financiera.
Fundamentos de Derecho Tributario 345
7. Otros recursos
Los recursos anteriores constituyen la principal fuente de financiación de las
haciendas locales. Junto a ellos, existen otros recursos de distinta naturaleza que
resultan más difíciles de catalogar.
Si utilizamos como ejemplo los datos del presupuesto general del ayuntamien-
to de Madrid, podemos ver que los principales ingresos de este último grupo se-
rían: 1) las multas, con unos ingresos de que representan casi un 4 por 100 de los
ingresos totales; 11) el sistema de gestión de envases, y 111) los recargos devengados
en la gestión tributaria.
templa el régimen básico, que resulta de aplicación incluso en caso de que no exis-
tiera desarrollo reglamentario. No obstante, lo normal es que los ayuntamientos
aprueben también ordenanzas fiscales sobre los impuestos obligatorios porque, de
ese modo, concretan los aspectos de su regulación en los que la ley concede cierto
margen de decisión a las entidades locales, tal y como dispone el artículo 15 LHL.
De lo expuesto se desprende que las ordenanzas fiscales tienen un contenido
mínimo que, según el artículo 16 LHL, debe comprender al menos los siguientes
elementos
a) La determinación del hecho imponible, sujeto pasivo, responsables, exencio-
nes, reducciones y bonificaciones, base imponible y liquidable, tipo de gravamen o
cuota tributaria, período impositivo y devengo.
b) Los regímenes de declaración y de ingreso.
c) Las fechas de su aprobación y del comienzo de su aplicación.
Además, también es habitual que los ayuntamientos aprueben una ordenanza
fiscal general de gestión, inspección y recaudación porque, si bien es cierto que el
artículo 12.1 LHL dispone que «La gestión, liquidación, inspección y recaudación
de los tributos locales se realizará de acuerdo con lo prevenido en la Ley General
Tributaria y en las demás leyes del Estado reguladoras de la materia, así como en
las disposiciones dictadas para su desarrollo», inmediatamente después establece
el apartado 2 de ese mismo artículo 12 que «A través de sus ordenanzas fiscales
las entidades locales podrán adaptar la normativa a que se refiere el apartado
anterior al régimen de organización y funcionamiento interno propio de cada una
de ellas, sin que tal adaptación pueda contravenir el contenido material de dicha
normativa».
En relación con lo que en el programa se denomina «tramitación y régimen de
impugnación de los actos de imposición y ordenación de tributos», expondremos
primeramente la tramitación y ordenación de los tributos y, seguidamente, el ré-
gimen de impugnación de las disposiciones generales y de los actos singulares de
IMPposIicIiÓnN.
El art. 133 LPAC establece la obligación de sustanciar una consulta pública an-
tes de elaborar un proyecto de ley o reglamento, sin que resulte clara su aplicación
al ámbito de las ordenanzas fiscales. En un principio se consideró que la consulta
pública no era necesaria porque la regulación local en este punto es completa y
la LPAC es de aplicación supletoria al ámbito tributario, pero el Informe de la
Dirección General de Tributos de 19 de enero de 2018 concluyó que la consulta
previa «debe sustanciarse cuando se trata de la aprobación de una nueva orde-
nanza fiscal, mientras que en el caso de la modificación de una ordenanza fiscal ya
aprobada con anterioridad, puede obviarse dicho trámite».
Para la tramitación de las ordenanzas fiscales, el artículo 17 LHL dispone, en
primer lugar, que los acuerdos provisionales se expondrán en el tablón de anun-
cios de la Entidad durante treinta días, como mínimo, dentro de los cuales los
interesados podrán examinar el expediente y presentar las reclamaciones que es-
timen oportunas. Añade ese mismo precepto que las entidades locales publicarán
los anuncios de exposición en el boletín oficial de la provincia y, si tuvieran más
de 10.000 habitantes, deberán publicarlos además en un diario de los de mayor
difusión de la provincia.
Si se hubieran presentado reclamaciones deberá procederse a la aprobación
definitiva de la OF por el pleno de la entidad, por mayoría simple, estimando
o rechazando las reclamaciones (art. 17 LHL). Si no se hubieran presentado re-
clamaciones, los acuerdos provisionales quedarán automáticamente elevados a
definitivos sin necesidad de aprobación por el Pleno.
Seguidamente, como establece el artículo 17 LHL, se publicarán los acuerdos
definitivos en el Boletín Oficial de la Provincia, y deberán:
e El texto íntegro del acuerdo de imposición o supresión del tributo;
e El texto íntegro de la Ordenanza Fiscal correspondiente o su modificación.
e Los acuerdos no entrarán en vigor hasta su publicación.
A partir de ese momento se inicia el plazo de dos meses de impugnación en vía
contencioso-administrativa (art. 19 LHL).
texto de las ordenanzas fiscales, la entidad local vendrá obligada a adecuar a los
términos de la sentencia todas las actuaciones que lleve a cabo con posterioridad
a la fecha en que aquélla le sea notificada. Salvo que expresamente lo prohibiera
la sentencia, se mantendrán los actos firmes o consentidos dictados al amparo de
la ordenanza que posteriormente resulte anulada o modificada»
vistas para los recursos tributarios, como sucedió, por ejemplo, la STS de 28 de
septiembre de 2015, consideró que para la aprobación y la cuantificación de un
precio público local resulta imprescindible la existencia de un estudio económico-
financiero, pese a que la normativa reguladora solo establece ese requisito para el
establecimiento de tasas.
Tema 19
TASAS MUNICIPALES: HECHO IMPONIBLE, SUJETO PASI-
VO, CUANTÍA Y DEVENGO. CONTRIBUCIONES ESPECIA-
LES: HECHO IMPONIBLE, SUJETO PASIVO, BASE IMPONI-
BLE, CUOTA Y DEVENGO, IMPOSICIÓN Y ORDENACIÓN.
LOS PRECIOS PÚBLICOS
[. TASAS MUNICIPALES
Las tasas son una modalidad de tributo caracterizada porque su exigibilidad
—a diferencia de lo que sucede con los impuestos— está vinculada a la existencia
de una actividad administrativa previa, que puede ser una prestación de servicios
o una utilización privativa O aprovechamiento especial del dominio público.
Con las tasas se pretende que el coste derivado de la acción pública sea finan-
ciado por el beneficiado de dicha actividad; o, también, que quien se beneficia de
la utilización privativa o aprovechamiento especial del dominio público satisfaga
una contraprestación por el beneficio obtenido. Se dice por ello que es un tributo
basado en el principio de equivalencia (de costes) o en el principio del beneficio,
en el que el principio de capacidad económica cumple una función secundaria,
como luego veremos.
Las tasas municipales tienen una gran relevancia en la actualidad en la finan-
ciación de las entidades locales, porque su recaudación representa aproximada-
mente el 10% de los ingresos totales, lo que le convierte en el tributo que más
recauda después del IBI.
Finamente, el artículo 27.2 LHL dispone que «las entidades locales podrán
establecer convenios de colaboración con entidades, instituciones y organizacio-
nes representativas de los sujetos pasivos de las tasas, con el fin de simplificar el
cumplimiento de las obligaciones formales y materiales derivadas de aquéllas, o
los procedimientos de liquidación o recaudación».
La disposición transitoria sexta del TRLHL establece que «los ayuntamientos podrán
continuar exigiendo el Impuesto Municipal sobre Gastos Suntuarios en lo referente, ex-
clusivamente, a la modalidad que grava el aprovechamiento de cotos de caza y pesca»,
pero la relevancia de esa figura tributaria es mínima y por ello no suele ser objeto de
estudio en este tipo de trabajos.
1. Hecho imponible
El hecho imponible del IBI, tal y como establece el artículo 61 LHL, está cons-
tituido por «la titularidad de los siguientes derechos sobre los bienes inmuebles
rústicos y urbanos y sobre los inmuebles de características especiales:
a) De una concesión administrativa sobre los propios inmuebles o sobre los
servicios públicos a que se hallen afectos.
b) De un derecho real de superficie.
c) De un derecho real de usufructo.
d) Del derecho de propiedad».
Al establecerse varios supuestos que pueden ser concurrentes, el artículo 61.2
LHL dispone que la realización de alguno de los supuestos enumerados determi-
nará la no sujeción de los supuestos enumerados con posterioridad (ello significa
que, si se realizara el supuesto b, por ejemplo, ello determinaría ope legis la no
sujeción de los supuesto c y d).
El IBI grava, por tanto, la tenencia de distintos derechos sobre los bienes in-
muebles, tanto urbanos, como rústicos, como de características especiales (BICE:
bien inmueble de características especiales). Para la identificación de cada una de
esas categorías de bienes inmuebles, el artículo 61.3 LHL remite a lo establecido
en la Ley del Catastro Inmobiliario (LCI, Real Decreto Legislativo 1/2004, de 5
de marzo, por el que se aprueba el texto refundido de la Ley del Catastro Inmo-
biliario).
Según el artículo 7.2 LCI, se entiende por suelo de naturaleza urbana:
372 Tema 20
3. Supuestos de no sujeción
El artículo 61.5 LHL reconoce la no sujeción al impuesto de los siguientes
bienes inmueble:
Fundamentos de Derecho Tributario 373
«a) Las carreteras, los caminos, las demás vías terrestres y los bienes del domi-
nio público marítimo-terrestre e hidráulico, siempre que sean de aprovechamiento
público y gratuito para los usuarios.
b) Los siguientes bienes inmuebles propiedad de los municipios en que estén
enclavados:
— Los de dominio público afectos a uso público.
— Los de dominio público afectos a un servicio público gestionado directamen-
te por el ayuntamiento, excepto cuando se trate de inmuebles cedidos a terceros
mediante contraprestación.
— Los bienes patrimoniales, exceptuados igualmente los cedidos a terceros me-
diante contraprestación».
4, Supuestos de exención
El artículo 62 LHL establece una relación de supuestos de exención que, por su
extensión, no tenemos tiempo de detallar. Pero sí podemos mencionar los princi-
pales supuestos y destacar que pueden agruparse en distintas categorías de exen-
ción, que son las siguientes:
a) Exenciones obligatorias aplicables de oficio. Se aplicarán en todo caso y
son, por ejemplo, las referidas a:
— Los inmuebles que sean «propiedad del Estado, de las CCAA o de las
EELL que estén directamente afectos a la seguridad ciudadana y a los
servicios educativos y penitenciarios, así como los del Estado afectos a la
defensa nacional».
— Los de la Iglesia Católica, en los términos previstos en el Acuerdo entre
el Estado Español y la Santa Sede, y los de las asociaciones confesionales
no católicas legalmente reconocidas, en los términos establecidos en los
respectivos acuerdos de cooperación
b) Exenciones obligatorias y rogadas. Se aplicarán obligatoriamente por las
entidades locales, pero solo en caso de que hubiera mediado una solicitud
expresa por parte del interesado. Se incluyen aquí, por ejemplo:
— Los bienes inmuebles que se destinen a la enseñanza por centros docen-
tes acogidos al régimen de concierto educativo, en cuanto a la superficie
afectada a la enseñanza concertada.
— Los declarados monumento o jardín histórico de interés cultural, con
algunas condiciones (p.ej., no estarán exentos los afectos a actividades
económicas).
374 Tema 20
5. Sujetos pasivos
En relación con los sujetos pasivos, dispone el artículo 63 LHL que tienen la
consideración de contribuyentes «las personas naturales y jurídicas y las entidades
a que se refiere el artículo 35.4 de la LGT, que ostenten la titularidad del derecho
que, en cada caso, sea constitutivo del hecho imponible de este impuesto».
En el caso de BICEs, «cuando la condición de contribuyente recaiga en uno o
en varios concesionarios, cada uno de ellos lo será por su cuota, que se determina-
rá en razón a la parte del valor catastral que corresponda a la superficie concedida
y a la construcción directamente vinculada a cada concesión».
Además, el artículo 64 LHL establece un caso singular de «Afección real en
la transmisión» que también puede motivar la concurrencia de otro obligado
al pago de la deuda tributaria, porque dispone que, en los supuestos de cambio
en la titularidad de los derechos que constituyen el hecho imponible de este
impuesto, «los bienes inmuebles objeto de dichos derechos quedarán afectos
al pago de la totalidad de la cuota tributaria, en régimen de responsabilidad
subsidiaria».
Fundamentos de Derecho Tributario 375
6. Base imponible
La base imponible está constituida por el valor catastral de los bienes inmue-
bles, determinado conforme a lo dispuesto en las normas reguladoras del Catastro
Inmobiliario (art. 65 TRLHL), que son, básicamente, la Ley del Catastro Inmobi-
liario y otras normas de desarrollo reglamentario.
A tal efecto, el artículo 22 LCI dispone que el valor catastral será determinado
objetivamente para cada bien inmueble a partir de los datos obrantes en el Ca-
tastro Inmobiliario y estará integrado por el valor catastral del suelo y el valor
catastral de las construcciones. Seguidamente, el artículo 23 establece los criterios
de determinación del valor catastral, que son los siguientes:
«a) La localización del inmueble, las circunstancias urbanísticas que afecten al
suelo y su aptitud para la producción.
b) El coste de ejecución material de las construcciones, los beneficios de la
contrata, honorarios profesionales y tributos que gravan la construcción, el uso, la
calidad y la antigúedad edificatoria, así como el carácter histórico-artístico u otras
condiciones de las edificaciones.
c) Los gastos de producción y beneficios de la actividad empresarial de promo-
ción, o los factores que correspondan en los supuestos de inexistencia de la citada
promoción.
d) Las circunstancias y valores del mercado.
e) Cualquier otro factor relevante que reglamentariamente se determine».
El apartado 2 de ese mismo artículo 23 LCI dispone que el valor catastral no
podrá superar el valor de mercado, «a cuyo efecto se fijará, mediante orden del
Ministro de Hacienda, un coeficiente de referencia al mercado para los bienes de
una misma clase».
Esas normas generales han sido desarrolladas en distintas disposiciones regla-
mentarias, entre las que cabe destacar las siguientes:
a) El Real Decreto 1020/1993 de 25 de junio, por el que se aprueban las nor-
mas técnicas de valoración para determinar el valor catastral de los bienes
inmuebles de naturaleza urbana;
b) El Real Decreto 1464/2007, de 2 de noviembre, por el que se aprueban las
normas técnicas de valoración catastral de los bienes inmuebles de caracte-
rísticas especiales;
c) El Real Decreto 417/2006, de 7 de abril, por el que se desarrolla el texto
refundido de la ley del catastro inmobiliario; y
d) La Orden de 14 de octubre de 1998 sobre aprobación del módulo de valor
M y del coeficiente RM y sobre modificación de Ponencias de valores, que
376 Tema 20
fija en 0,5 el coeficiente aplicable para evitar que el valor catastral supere el
valor de mercado.
7. Cuota integra
La cuota íntegra del impuesto es el resultado de aplicar a la base liquidable el
tipo de gravamen (art. 71 TRLHL). El tipo de gravamen es distinto en función de
la distinta naturaleza de los inmuebles gravados:
a) Inmuebles urbanos. El tipo de gravamen mínimo y supletorio será el 0,4 por
100, mientras que el tipo máximo será el 1,10 por 100. Ese tipo máximo
puede verse incrementado en función de las circunstancias específicas de
cada municipio (si es capital de provincia o Comunidad Autónoma; si pres-
ta servicios de transporte colectivo; si presta más servicios de los que está
obligado; o si los terrenos de naturaleza rústica representan más del 80%
de la superficie total del término municipal).
b) Inmuebles rústicos. El tipo de gravamen mínimo y supletorio será el 0,3 por
100 y el máximo será el 0,90 por 100. Estos tipos se podrán incrementar en
función de concurrencia de algunas circunstancias mencionadas anteriormente.
c) Bienes Inmuebles de Características Especiales. El tipo de gravamen míni-
mo será el 0,4 por 100 y el máximo será el 1,3 por 100. Los ayuntamientos
podrán establecer un tipo diferente para cada grupo de BICE existente en
el municipio. Si el municipio no lo hubiera establecido expresamente en su
ordenanza, se aplicará el tipo supletorio que, en este caso, es de 0,6%
En el caso de los inmuebles urbanos, el artículo 71 LHL permite que se apli-
quen tipos diferenciados en función de los distintos «usos» establecidos en la
normativa catastral para la valoración de las construcciones, excluido en todo
caso los inmuebles de «uso» residencial. Esos tipos diferenciados sólo podrán
aplicarse, como máximo, al 10 por ciento de los bienes inmuebles urbanos del
término municipal que, para cada uso, tenga mayor valor catastral.
La diferenciación de los inmuebles en función de su «uso» se contiene en el RD
1020/1993, en donde se diferencian diez tipos de usos distintos: 1. Residencial; 2 Indus-
trial; 3 Oficinas; 4 Comercial; 5 Deportes; 6 Espectáculos; 7 Ocio y hostelería; 8 Sanidad
y beneficencia; 9 Culturales y religiosos; 10 Edificios singulares
También en relación con los inmuebles urbanos, pero ahora referido exclusi-
vamente a los que son de uso residencial, el artículo 71 LHL prevé la posibilidad
de que los ayuntamientos establezcan un recargo de hasta el 50 por ciento de
la cuota líquida del impuesto en caso de que «se encuentren desocupados con
carácter permanente, por cumplir las condiciones que se determinen reglamenta-
riamente». Esta medida tiene por objeto fomentar el mercado de alquiler, pero lo
Fundamentos de Derecho Tributario 377
cierto es que resulta muy costoso para los ayuntamientos establecer y aplicar un
procedimiento para apreciar la desocupación de la vivienda, por lo que son pocos
los ayuntamientos que realmente la aplican.
ticas de los bienes inmuebles a que afecte, duración, cuantía anual y demás
aspectos sustantivos y formales de esta bonificación, así como las condicio-
nes de compatibilidad con otros beneficios fiscales.
h) Una bonificación de hasta el 50 por ciento de la cuota íntegra del impuesto
«para los bienes inmuebles en los que se hayan instalado sistemas para el
aprovechamiento térmico o eléctrico de la energía proveniente del sol».
la impugnación de la liquidación del IBI. En ese caso, pese a que los valores
catastrales tienen su propio plazo y procedimiento impugnatorio y habían
devenido firmes, el Tribunal Supremo reconoció la viabilidad de ese recurso
con base en el principio de buena administración, porque la jurisprudencia
sentada en la sentencia del Tribunal Supremo de 30 de mayo de 2014 de-
terminaba la improcedencia de calificar como urbanos esos inmuebles que
carecían de instrumento de desarrollo urbanístico. Por ello estableció como
doctrina jurisprudencial que la «en supuestos en los que concurren circuns-
tancias excepcionales sobrevenidas análogas o similares a las descritas an-
teriormente, el sujeto pasivo pueda discutir el valor catastral del inmueble,
base imponible del impuesto, aun existiendo la valoración catastral firme en
vía administrativa».
. En la sentencia del Tribunal Supremo de 18 de mayo de 2020, se cuestiona-
ba si el ayuntamiento debe proceder a la anulación inmediata de las liqui-
daciones dictadas una vez que se anuló el valor catastral o, por el contrario,
debe esperar a que el Catastro haga una nueva valoración para corregir la
base imponible de dichas liquidaciones. La doctrina jurisprudencial esta-
blecida en esa sentencia fue que el ayuntamiento «debe atemperarse a la
decisión que adopte el órgano competente de “gestión catastral” y, si ésta
es anulatoria de la valoración que le permitió girar el tributo, debe dejar sin
efecto las liquidaciones correspondientes sin esperar a que se produzca un
expresa modificación del padrón, a salvo su derecho, en los términos que
legalmente procedan, a emitir nuevas liquidaciones conforme a los valores
que, finalmente, sean declarados ajustados a Derecho».
. La sentencia del Tribunal Supremo de 27 de mayo de 2020 y otras poste-
riores, establecieron la siguiente doctrina jurisprudencial en relación con la
impugnación del acto de notificación del valor catastral: el control judicial
puede comprender el examen tanto de las infracciones que se adviertan en
el propio acto impugnado, como las que eventualmente concurran en la
propia ponencia; por el contrario, el estudio de mercado y, en general, la
documentación que debe integrar el expediente administrativo correspon-
diente a la ponencia de valores (arts. 23 y 24 TRLCI) no debe figurar entre
los documentos que formen parte de sus actos de aplicación singular, con
ocasión de su impugnación administrativa Oo jurisdiccional.
. La sentencia del Tribunal Supremo de 3 de junio de 2020, estableció como
doctrina jurisprudencial que el hecho de que el valor catastral resultante de
un procedimiento de subsanación de deficiencias proyecte sus efectos hacia
el futuro en el ámbito puramente catastral no significa que quepa admitir la
licitud de una deuda tributaria basada en un valor luego declarado erróneo,
por lo que en esos casos procede la devolución de ingresos indebidos en
382 Tema 20
2. No sujeción
Tal y como aparece definido el hecho imponible, es posible advertir que no
están sujetas al impuesto las actividades agrícolas, las ganaderas dependientes,
las forestales y las pesqueras (art. 78.2 LHL). Además, el artículo 81 LHL regula
otros supuestos de no sujeción entre los que cabe destacar:
a) la enajenación de bienes integrados en el activo fijo de las empresas;
b) la venta de los productos que se reciben en pago de trabajos personales o
servicios profesionales:
c) la exposición de artículos con el fin exclusivo de decoración o adorno del
establecimiento;
d) la realización de un solo acto u operación aislada de venta al por menor.
3. Exenciones
4. Sujetos pasivos
Tal y como establece el artículo 83 LHL, «Son sujetos pasivos de este impuesto
las personas físicas o jurídicas y las entidades a que se refiere el artículo 35.4 de la
384 Tema 20
5. Cuota tributaria
En el IAE no existe base imponible ni tipo de gravamen y la cuota tributaria se
obtiene de la aplicación de las tarifas establecidas en el Real Decreto Legislativo
1175/1990, de 28 de septiembre, por el que se aprueban las tarifas y la instrucción
del Impuesto sobre Actividades Económicas, que diferencia entre cuotas mínimas
municipales, provinciales y nacionales, según el ámbito territorial en que se desa-
rrolla la actividad.
Esas cuotas se fijan a partir de elementos fijos y característicos de la respectiva
actividad (los denominados «elementos tributarios») que toman en considera-
ción, entre otros factores: 1) la potencia eléctrica instalada; 1i) número de trabaja-
dores; 111) el aforo de los locales en que se desarrolla la actividad; 1v) la población
de derecho del municipio de la imposición, y v) la superficie de los locales en que
se desarrolla la actividad.
Sobre el resultado obtenido se aplican dos coeficientes multiplicadores: 1) el
«coeficiente de ponderación», que es obligatorio e incrementa la cuota de for-
ma desigual en función de la cifra de negocio del sujeto pasivo (art. 86 LHL), y
11) el «coeficiente de situación», aplicable con carácter potestativo a las cuotas
municipales del IAE, y que pondera la cuota, al alza o a la baja, en función de la
relevancia económica de la calle en la que se sitúa el local en que se desarrolla la
actividad.
El coeficiente de situación está sujeto a ciertas limitaciones: no podrá establecerse
sobre las cuotas provinciales y nacionales; no puede aplicarse a aquellas actividades que
no se ejerzan en local determinado; no podrá ser inferior a 0,4 ni superior a 3,8; el núme-
ro de categorías de calles no podrá ser inferior a 2 ni superior a 9; la diferencia del valor
del coeficiente atribuido a una calle con respecto al atribuido a la categoría superior o
inferior no podrá ser menor de 0,10.
6. Bonificaciones
Una vez determinada la cuota tributaria conforme a lo expuesto anteriormen-
te, deberán aplicarse las bonificaciones previstas en la ley y en la ordenanza fiscal.
El artículo 88.1 LHL establece una serie de bonificaciones de aplicación obli-
gatoria para los siguientes supuestos:
a) Las cooperativas, así como las uniones, federaciones y confederaciones de
aquéllas y las sociedades agrarias de transformación tendrán la bonificación
Fundamentos de Derecho Tributario 385
3. Supuestos de no sujeción
Los supuestos de no sujeción son aquellos en los que se considera no realizado
el hecho imponible y, por tanto, no nace la obligación tributaria.
El artículo 92 LHL, después de definir el hecho imponible, recoge dos supues-
tos específicos de no sujeción:
a) Vehículos dados de baja en los Registros por la antiguedad del modelo,
autorizados para circular excepcionalmente con ocasión de exhibiciones o
certámenes.
b) Remolques y semirremolques cuya carga útil no sea superior a 750 kgs.
Junto a estos supuestos expresamente previstos en la ley, deben mencionarse
otros supuestos en los que el vehículo no es jurídicamente apto para circular,
como es el supuesto en que el vehículo no superó los controles establecidos en
la «inspección técnica de vehículos», como afirmó la STSJ de Madrid de 22 de
marzo de 2002, por considerar que, en ese caso, pese a que el automóvil seguía
dado de alta en el registro, no era apto para circular y correspondía a la entidad
encargada de realizar la ITV la obligación de notificar a la Jefatura Provincial de
Tráfico la propuesta de baja del vehículo.
Fundamentos de Derecho Tributario 391
4. Exenciones
Por otro lado, debemos mencionar las exenciones, que son los supuestos en lo
que sí se realiza el hecho imponible, pero existe una norma que determina el no
nacimiento de la obligación tributaria.
El artículo 93 LHL recoge los principales supuestos de exención, entre los que
debemos destacar los siguientes:
a) «Los vehículos oficiales del Estado, comunidades autónomas y entidades
locales adscritos a la defensa nacional o a la seguridad ciudadana».
b) «Los vehículos de representaciones diplomáticas, oficinas consulares, agen-
tes diplomáticos y funcionarios consulares de carrera acreditados en España, que
sean súbditos de los respectivos países, externamente identificados y a condición
de reciprocidad en su extensión y grado.
Asimismo, los vehículos de los organismos internacionales con sede u oficina
en España y de sus funcionarios o miembros con estatuto diplomático».
c) «Los vehículos respecto de los cuales asíse derive de lo dispuesto en tratados
o convenios internacionales».
d) «Las ambulancias y demás vehículos directamente destinados a la asistencia
sanitaria o al traslado de heridos o enfermos».
e) «Los vehículos para personas de movilidad reducida a que se refiere el apar-
tado A del anexo II del Reglamento General de Vehículos, aprobado por el Real
Decreto 2822/1998, de 23 de diciembre. Ese reglamento se refiere a los vehículos
“cuya tara no sea superior a 350 kg y que, por construcción, no puede alcanzar en
llano una velocidad superior a 43 km/h, proyectado y construido especialmente (y
no meramente adaptado) para el uso de personas con alguna disfunción o incapa-
cidad física” ». Esta exención, a diferencia de la siguiente, no exige que el vehículo
esté a nombre de la persona con movilidad reducida.
«Asimismo, están exentos los vehículos matriculados a nombre de minusváli-
dos para su uso exclusivo. Esta exención se aplicará en tanto se mantengan dichas
circunstancias, tanto a los vehículos conducidos por personas con discapacidad
como a los destinados a su transporte». Á estos efectos, se considerarán personas
con minusvalía quienes tengan esta condición legal en grado igual o superior al
33 por ciento.
Las exenciones anteriores (por movilidad reducida o minusvalía) son de carác-
ter rogada y no resultarán aplicables a los sujetos pasivos beneficiarios de ellas
por más de un vehículo simultáneamente.
f) «Los autobuses, microbuses y demás vehículos destinados o adscritos al ser-
vicio de transporte público urbano, siempre que tengan una capacidad que exceda
de nueve plazas, incluida la del conductor».
392 Tema 21
5. Sujetos pasivos
Tienen la consideración de contribuyentes del IV'I'M las personas físicas y ju-
rídicas y entidades del art. 35.4 LGT a cuyo nombre conste el vehículo en el per-
miso de circulación.
En este caso, a diferencia de lo que sucede en el IBL, no nos encontramos ante
una presunción de titularidad, sino que la Ley define al contribuyente por referen-
cia a los datos registrales y prescindiendo de la titular real.
Esta circunstancia ocasionaba algunos problemas específicos, porque el cam-
bio de titular en el permiso de circulación solo puede ser solicitado por el adqui-
rente. Por ello, aunque hay sentencias de distinto signo, la mayor parte de ellas se
decantan por considerar que no puede exigirse el impuesto al anterior propietario
que fue diligente y notificó a la Dirección General de Tráfico la transmisión de la
propiedad.
6. Cuota
La cuota del impuesto se determina a partir de un cuadro de tarifas contenido
en el artículo 95 LHL, en el que se establece la cuota correspondiente a cada tipo
de vehículo (turismos, autobuses, camiones, tractores, remolques y semirremol-
ques, ciclomotores y motocicletas) en función de su potencia, medida en caballos
fiscales.
El cuadro completo de las cuotas contenidas en el artículo 95 LHL es el si-
gulente:
Fundamentos de Derecho Tributario 393
Cuota
Potencia y clase de vehículo -
Euros
A) Turismos:
De menos de ocho caballos fiscales 12,62
De 8 hasta 11,99 caballos fiscales 34,08
De 12 hasta 15,99 caballos fiscales 71,94
De 16 hasta 19,99 caballos fiscales 89,61
De 20 caballos fiscales en adelante 112,00
B) Autobuses:
De menos de 21 plazas 83,30
De 21 a 50 plazas 118,04
De más de 50 plazas 148,30
C) Camiones:
De menos de 1.000 kilogramos de carga útil 42,28
De 1.000 a 2.999 kilogramos de carga útil 83,30
De más de 2.999 a 9.999 kilogramos de carga útil 118,64
De más de 9.999 kilogramos de carga útil 148,30
D) Tractores:
De menos de 16 caballos fiscales 17,67
De 16 a 25 caballos fiscales 27,77
De más de 25 caballos fiscales 83,30
E) Remolques y semirremolques arrastrados por vehículos de tracción mecánica:
De menos de 1.000 y más de 750 kilogramos de carga útil 17,67
De 1.000 a 2.999 kilogramos de carga útil 27,77
De más de 2.999 kilogramos de carga útil 03,30
F) Vehículos:
Ciclomotores 4,42
Motocicletas hasta 125 centímetros cúbicos 4,42
Motocicletas de más de 125 hasta 250 centímetros cúbicos 7,97
Motocicletas de más de 250 hasta 500 centímetros cúbicos 15,15
Motocicletas de más de 500 hasta 1.000 centímetros cúbicos 30,29
Motocicletas de más de 1.000 centímetros cúbicos 60,58
b) Las cuotas establecidas en la ley no superan, en ningún caso, los 150 euros,
lo que permite afirmar que la presión fiscal por este concepto no es alta. De
hecho, las tarifas no se han incrementado desde que se aprobó la Ley de
Haciendas Locales en 1988.
c) En todo caso, los ayuntamientos pueden incrementar esas cuotas mediante
la aplicación de un coeficiente multiplicador que no puede ser superior a 2.
Ese coeficiente puede ser distintos para cada una de las distintas categorías
de vehículos.
7. Bonificaciones
El artículo 95.6 LHL dispone que las ordenanzas fiscales «podrán regular»,
sobre la cuota del impuesto, incrementada o no por la aplicación del coeficiente,
las siguientes bonificaciones:
a) Una bonificación de hasta el 75 por ciento en función de la clase de carbu-
rante que consuma el vehículo, en razón a la incidencia de la combustión de dicho
carburante en el medio ambiente.
b) Una bonificación de hasta el 75 por ciento en función de las características
de los motores de los vehículos y su incidencia en el medio ambiente.
c) Una bonificación de hasta el 100 por cien para los vehículos históricos o
aquellos que tengan una antigúedad minima de veinticinco años, contados a par-
tir de la fecha de su fabricación o, si ésta no se conociera, tomando como tal la de
su primera matriculación o, en su defecto, la fecha en que el correspondiente tipo
o variante se dejó de fabricar.
9. Gestión
La gestión, liquidación, inspección y recaudación, así como la revisión de los
actos dictados en vía de gestión tributaria, corresponde al ayuntamiento del do-
micilio que conste en el permiso de circulación del vehículo, tal y como establece
el artículo 97 LHL.
El artículo 98.1 LHL dispone que los ayuntamientos podrán exigir este 1m-
puesto en régimen de autoliquidación, aunque parece una cláusula genérica con
poco significado práctico en este caso, porque en realidad se trata de un impuesto
periódico gestionado a partir del censo de vehículos elaborado por la Dirección
General de Tráfico.
El artículo 98.2 LHL dispone que los ayuntamientos, en las ordenanzas fisca-
les, «dispondrán la clase de instrumento acreditativo del pago del impuesto». Esta
cláusula se corresponde con un tiempo pasado, en que los vehículos tenían que
adherir una pegatina al parabrisas para acreditar el pago del impuesto, pero en la
actualidad existen métodos de control telemáticos mucho más eficientes.
El artículo 99 LHL contiene un último mecanismo de control del cumplimien-
to de la obligación de pago, pues dispone que «quienes soliciten ante la Jefatura
Provincial de Tráfico la matriculación o la certificación de aptitud para circular
de un vehículo, deberán acreditar previamente el pago del impuesto». Asimismo,
establece que las Jefaturas Provinciales de Tráfico «no tramitarán el cambio de
titularidad administrativa de un vehículo en tanto su titular registral no haya
acreditado el pago del impuesto correspondiente al período impositivo del año
anterior a aquel en que se realiza el trámite». Los ayuntamientos que quieran acti-
var este mecanismo de control, deberán comunicar informáticamente al Registro
de Vehículos de la Dirección General de Tráfico el impago de la deuda correspon-
diente al período impositivo del año en curso.
Ya para finalizar, querría señalar que uno de los principales problemas de ges-
tión de este impuesto está relacionado con la atribución de las competencias de
gestión, liquidación y recaudación, al ayuntamiento «del domicilio que conste
en el permiso de circulación del vehículo». Esta regulación ha posibilitado que
algunas empresas con grandes flotas de vehículos a su nombre hayan domiciliado
sus vehículos en municipios de baja tributación, aunque no tuvieran en ellos el
domicilio fiscal o la sede de dirección efectiva de la empresa. En realidad, es un
problema que solo puede resolver el legislador mediante un cambio normativo
que exija un vínculo más estrecho entre el domicilio del vehículo y el titular del
mismo.
En este sentido, según los datos de Automovilistas Europeos Asociados (AEA) para
el año 2018, algunos municipios tienen registrados más de 90 vehículos por vecino.
Así, por ejemplo, en Sarratella (Castellón) constaban domiciliados 9.718 vehículos para
una población de apenas 101 habitantes. Igualmente, existían 5.525 vehículos cuyo
396 Tema 21
3. Exenciones
Las normas de exención determinan que no resulte exigible la obligación tri-
butaria, pese a la realización del hecho imponible. Los principales supuestos son
los siguientes:
e Obras públicas. El art. 100.2 LHL reconoce la exención subjetiva en favor
del Estado, las Comunidades Autónomas y las Entidades locales, pero solo
respecto de las obras destinadas a carreteras, ferrocarriles, puertos, aero-
puertos, Obras hidráulicas, saneamiento de poblaciones y de sus aguas resi-
duales. La exención resultará de aplicación aunque la gestión de las obras
398 Tema 21
En relación con los sujetos pasivos, la ley no resuelve el problema planteado cuando
el contribuyente transmite el inmueble antes de la finalización de obra. En esos casos, la
Administración está obligada a dirigirse a quien ostentaba la condición de sujeto pasivo
en el momento del devengo, pero es cierto que esta solución no puede considerarse
satisfactoria.
5. Base imponible
La regulación de la base imponible es un poco confusa, porque identifica dos
bases imponibles con un contenido distinto: (i) la correspondiente a la llamada
liquidación provisional (que en realidad es un ingreso a cuenta, cuantificado en
función del presupuesto de obra) y la correspondiente a la liquidación definitiva
(cuantificada en función del coste real y efectivo).
En efecto, el artículo 102.1 LHL dispone que «La base imponible del impuesto
está constituida por el coste real y efectivo de la construcción, instalación u obra,
y se entiende por tal, a estos efectos, el coste de ejecución material de aquélla»
(con otros matices que luego veremos). Sin embargo, el artículo 103.1 LHL dispo-
ne que cuando se conceda la licencia o se inicie la construcción, se practicará una
liquidación provisional a cuenta, determinándose la base imponible:
a) En función del presupuesto presentado por lo interesados.
b) En función de los índices o módulos previstos en la Ordenanza (L 50/98).
Técnicamente, cabe afirmar que es incorrecta esa denominación de «liquida-
ción provisional» y «liquidación definitiva», porque según el art. 101 LGT unas
y otras se deben referir a una misma obligación tributaria. Por ello consideramos
más correcto llamar «ingreso a cuenta» a lo que la LHL llama «liquidación pro-
visional», lo que explica que tenga unas reglas de cuantificación distintas de la
liquidación definitiva (de forma similar a lo que sucede en el IRPF con el cálculo
de las retenciones y el cálculo de la cuota).
La confusa regulación ha generado problemas relevantes de interpretación, como el
apreciado en la STS de 13/12/18, en la que se establece la siguiente doctrina: «la Admi-
nistración gestora del impuesto no puede introducir en la liquidación definitiva, partidas
o conceptos que, figurando en el presupuesto aportado por el interesado, no se incluye-
ron, pudiendo haberse hecho, por tanto, en la liquidación provisional». Esa doctrina ha
sido reiterada en la STS de 18/06/20.
400 Tema 21
6. Cuota
La cuota es el resultado de aplicar el tipo de gravamen a la base imponible.
Fundamentos de Derecho Tributario 401
cuota resultante de haber aplicado las bonificaciones anteriores (es decir: si con-
curren los supuestos b y d), se aplicará primero la bonificación b) y después, sobre
la cuota resultante, se aplicará la bonificación d).
Por otro lado, el artículo 103.3 LHL establece que «las Ordenanzas fiscales
podrán regular como deducción de la cuota íntegra o bonificada del impuesto,
el importe satisfecho o que deba satisfacer el sujeto pasivo en concepto de tasa
por el otorgamiento de la licencia urbanística correspondiente». Se trata de una
regla curiosa, porque la tasa y el ICIO son tributos potestativos y, por ello, parece
evidente que los ayuntamientos que quieran exonerar del pago de la tasa pueden
hacerlo directamente derogando la ordenanza fiscal que la establece.
7. Devengo
El devengo es el momento en que nace la obligación tributaria y, según el artí-
culo 102.4 LHL, el ICIO se devenga «en el momento de iniciarse la construcción,
instalación u obra, aun cuando no se haya obtenido la correspondiente licencia».
Consecuentemente, los eventuales cambios en la ordenanza fiscal del ICIO no
producirán efectos en la determinación de la obligación tributaria de las obras ya
iniciadas.
La STS de 14/09/05, ECLI: ES:TS:2005:5282, sostiene en un desafortunado obiter
dicta que «en el ICIO estamos ante un devengo adelantado, que jurídicamente sólo se
le puede calificar de un ingreso a cuenta o de un adelantamiento de pago, y no como
el momento en que nace la obligación. Con lo cual ese devengo adelantado no puede
determinar la Ley aplicable, ya que ésta tiene que ser la vigente en todo el tiempo que
inescindiblemente va unido a la realización del elemento material y muy especialmente
cuando se haya terminado de realizar ese elemento objetivo del hecho imponible, ya que
sólo entonces puede situarse el devengo. La Ley aplicable ha de preceder en el tiempo
a la realización del hecho imponible, pero no es suficiente que la Ley reguladora del
tributo esté vigente al tiempo de iniciarse aquél, sino también en el momento de finalizar
el mismo, ya que sólo en este último instante se devenga el impuesto y nace, consiguien-
temente, la obligación».
8. Gestión
El ICIO tiene una doble fase de gestión: al solicitar la licencia (ingreso a cuen-
ta) y al finalizar la obra (liquidación definitiva).
El art. 103.4 LHL establece que los ayuntamientos «podrán exigir este impues-
to en régimen de autoliguidación». Según la opinión mayoritaria, el régimen de
autoliquidación solo es posible en la primera fase, porque el 103.1 LHL dice que
en la segunda fase «el ayuntamiento, mediante la oportuna comprobación admi-
nistrativa», practicará la correspondiente liquidación definitiva, lo que no parece
dejar margen para la autoliquidación.
Fundamentos de Derecho Tributario 403
9. Prescripción
En relación con la prescripción del derecho/potestad a liquidar el impuesto,
hay que destacar que el plazo de prescripción debe computarse a partir del mo-
mento de la finalización de la obra, y no desde el momento del devengo, como es-
tableció la sentencia del Tribunal Supremo de 14 de septiembre de 2004, dictada
en interés de ley.
Esa doctrina se reitera en la STS de 22/06/20, donde se reconoce que a tal
efecto es irrelevante la fecha del visado del certificado de finalización de las obras
(visado que puede no existir) y el conocimiento formal que tenga la Administra-
ción del fin de obra.
Por otro lado, en relación con la prescripción del derecho a solicitar la devolu-
ción de ingresos indebidos en caso de que la obra no se hubiera realizado (como
sucedió, en algunos supuestos, como consecuencia de la crisis de 2008-2014), el
plazo de prescripción se iniciará en el momento en que existe constancia de que la
obra no se realizará: bien como consecuencia de la renuncia del interesado, bien
como consecuencia de la caducidad de la licencia (así lo ha reconocido la STS de
4/11/2020)
Según el artículo 105 del texto refundido, estarán exentos de este impuesto
los incrementos de valor que se manifiesten como consecuencia de los siguientes
actos:
a) La constitución y transmisión de derechos de servidumbre.
b) Las transmisiones de bienes que se encuentren dentro del perímetro delimi-
tado como Conjunto Histórico-Artístico, o hayan sido declarados individualmen-
te de interés cultural, según lo establecido en la Ley 16/1985, de 25 de junio, del
Patrimonio Histórico Español, cuando sus propietarios o titulares de derechos
reales acrediten que han realizado a su cargo obras de conservación, mejora o
rehabilitación en dichos inmuebles. A estos efectos, la ordenanza fiscal establecerá
los aspectos sustantivos y formales de la exención.
Asimismo, estarán exentos de este impuesto los correspondientes incrementos
de valor cuando la obligación de satisfacer aquél recaiga sobre las siguientes per-
sonas o entidades:
a) El Estado, las Comunidades Autónomas y las entidades locales, a las que
pertenezca el municipio, así como los organismos autónomos del Estado y las en-
tidades de derecho público de análogo carácter de las Comunidades Autónomas
y de dichas entidades locales.
b) El municipio de la imposición y demás entidades locales integradas o en
las que se integre dicho municipio, así como sus respectivas entidades de derecho
público de análogo carácter a los organismos autónomos del Estado.
c) Las instituciones que tengan la calificación de benéficas o de benéfico-do-
centes.
d) Las entidades gestoras de la Seguridad Social y las mutualidades de pre-
visión social reguladas en la Ley 30/1995, de 8 de noviembre, de Ordenación y
Supervisión de los Seguros Privados.
e) Los titulares de concesiones administrativas revertibles respecto a los terre-
nos afectos a éstas.
f) La Cruz Roja Española.
g) Las personas o entidades a cuyo favor se haya reconocido la exención en
tratados o convenios internacionales.
2. Estimación directa (plusvalía real). Si, a instancia del sujeto pasivo, se cons-
tata que el incremento de valor, determinado por la diferencia entre los valores del
terreno en las fechas de transmisión y adquisición, es inferior al determinado por
el método objetivo, se tomará como base dicho incremento. Estos valores podrán
ser objeto de comprobación por los ayuntamientos.
A estos efectos, se deberán aplicar las siguientes reglas:
En el caso de bienes inmuebles en los que haya tanto suelo como construcción,
la diferencia entre el precio de transmisión y el de adquisición del suelo se obten-
drá aplicando la proporción que representa el valor catastral del suelo sobre el
valor catastral total.
Como valor de transmisión o de adquisición se tomará el mayor entre el que
conste en el título que documente la operación (o el declarado en el Impuesto
sobre Sucesiones y Donaciones en caso de transmisiones lucrativas) o el compro-
bado, en su caso, por la Administración Tributaria.
No se podrán computar en este procedimiento de cálculo los gastos o tributos
que graven dichas operaciones de adquisición o transmisión.
de la Corporación y se acordará, previa solicitud del sujeto pasivo, por voto favo-
rable de la mayoría simple de sus miembros.
V. DEVENGO
Según el artículo 109 de la Ley de Haciendas Locales, el impuesto que nos
ocupa se devenga:
a) Cuando se transmita la propiedad del terreno, ya sea a título oneroso o gra-
tuito, entre vivos o por causa de muerte, en la fecha de la transmisión.
b) Cuando se constituya O transmita cualquier derecho real de goce limitativo
del dominio, en la fecha en que tenga lugar la constitución o transmisión.
Cuando se declare o reconozca judicial o administrativamente por resolución
firme haber tenido lugar la nulidad, rescisión o resolución del acto o contrato
determinante de la transmisión del terreno o de la constitución o transmisión del
derecho real de goce sobre aquel, el sujeto pasivo tendrá derecho a la devolución
del impuesto satisfecho, siempre que dicho acto o contrato no le hubiere produci-
do efectos lucrativos y que reclame la devolución en el plazo de cinco años desde
que la resolución quedó firme, entendiéndose que existe efecto lucrativo cuando
no se justifique que los interesados deban efectuar las recíprocas devoluciones a
que se refiere el artículo 1.295 del Código Civil. Aunque el acto o contrato no
haya producido efectos lucrativos, si la rescisión o resolución se declarase por
incumplimiento de las obligaciones del sujeto pasivo del impuesto, no habrá lugar
a devolución alguna.
Si el contrato queda sin efecto por mutuo acuerdo de las partes contratantes,
no procederá la devolución del impuesto satisfecho y se considerará como un acto
nuevo sujeto a tributación. Como tal mutuo acuerdo se estimará la avenencia en
acto de conciliación y el simple allanamiento a la demanda.
En los actos o contratos en que medie alguna condición, su calificación se hará
con arreglo a las prescripciones contenidas en el Código Civil. Si fuese suspen-
siva no se liquidará el impuesto hasta que ésta se cumpla. Si la condición fuese
resolutoria, se exigirá el impuesto desde luego, a reserva, cuando la condición se
cumpla, de hacer la oportuna devolución según la regla del apartado anterior.
VI. GESTIÓN
A la gestión del impuesto se dedica el artículo 110 del texto refundido de la
Ley de Haciendas Locales, según el cual:
Fundamentos de Derecho Tributario 415
«1. Los sujetos pasivos vendrán obligados a presentar ante el ayuntamiento co-
rrespondiente la declaración que determine la ordenanza respectiva, conteniendo
los elementos de la relación tributaria imprescindibles para practicar la liguida-
ción procedente.
2. Dicha declaración deberá ser presentada en los siguientes plazos, a contar
desde la fecha en que se produzca el devengo del impuesto:
a) Cuando se trate de actos ínter vivos, el plazo será de treinta días hábiles.
b) Cuando se trate de actos por causa de muerte, el plazo será de seis meses
prorrogables hasta un año a solicitud del sujeto pasivo.
3. A la declaración se acompañará el documento en el que consten los actos o
contratos que originan la imposición.
4. Los ayuntamientos quedan facultados para establecer el sistema de autoli-
quidación por el sujeto pasivo, que llevará consigo el ingreso de la cuota resul-
tante de aquella dentro de los plazos previstos en el apartado 2 de este artículo.
Respecto de dichas autoliquidaciones, sin perjuicio de las facultades de compro-
bación de los valores declarados por el interesado o el sujeto pasivo a los efectos
de lo dispuesto en los artículos 104.5 y 107.5, respectivamente, el ayuntamiento
correspondiente solo podrá comprobar que se han efectuado mediante la aplica-
ción correcta de las normas reguladoras del impuesto, sin que puedan atribuirse
valores, bases o cuotas diferentes de las resultantes de tales normas.
En ningún caso podrá exigirse el impuesto en régimen de autoliquidación
cuando se trate del supuesto a que se refiere el artículo 107.2.a), párrafo tercero.
5. Cuando los ayuntamientos no establezcan el sistema de autoliquidación, las
liguidaciones del impuesto se notificaran íntegramente a los sujetos pasivos con
indicación del plazo de ingreso y expresión de los recursos procedentes.
6. Con independencia de lo dispuesto en el apartado 1 de este artículo, están
igualmente obligados a comunicar al ayuntamiento la realización del hecho impo-
nible en los mismos plazos que los sujetos pasivos:
a) En los supuestos contemplados en el párrafo a) del artículo 106 de esta ley,
siempre que se hayan producido por negocio jurídico entre vivos, el donante o la
persona que constituya o transmita el derecho real de que se trate.
b) En los supuestos contemplados en el párrafo b) de dicho artículo, el adqui-
rente o la persona a cuyo favor se constituya o transmita el derecho real de que
se trate.
7. Asimismo, los notarios estarán obligados a remitir al ayuntamiento respec-
tivo, dentro de la primera quincena de cada trimestre, relación o índice compren-
sivo de todos los documentos por ellos autorizados en el trimestre anterior, en los
que se contengan hechos, actos o negocios jurídicos que pongan de manifiesto la
416 Tema 22
realización del hecho imponible de este impuesto, con excepción de los actos de
última voluntad. También estarán obligados a remitir, dentro del mismo plazo,
relación de los documentos privados comprensivos de los mismos hechos, actos o
negocios jurídicos, que les hayan sido presentados para conocimiento o legitima-
ción de firmas. Lo prevenido en este apartado se entiende sin perjuicio del deber
general de colaboración establecido en la Ley General Tributaria.
En la relación o indice que remitan los notarios al ayuntamiento, éstos deberán
hacer constar la referencia catastral de los bienes inmuebles cuando dicha referen-
cia se corresponda con los que sean objeto de transmisión. Esta obligación será
exigible a partir de 1 de abril de 2002.
Los notarios advertirán expresamente a los comparecientes en los documentos
que autoricen sobre el plazo dentro del cual están obligados los interesados a
presentar declaración por el impuesto y, asimismo, sobre las responsabilidades en
que incurran por la falta de presentación de declaraciones.
5. Con arreglo a lo dispuesto en el artículo 8, las Administraciones tributarias
de las comunidades autónomas y de las entidades locales colaborarán para la
aplicación del impuesto y, en particular, para dar cumplimiento a lo establecido
en los artículos 104.5 y 107.5, pudiendo suscribirse para ello los correspondientes
convenios de intercambio de información tributaria y de colaboración».
Del precepto transcrito merece la pena destacarse dos aspectos:
El primero, que es facultad del ayuntamiento optar por el régimen de liquida-
ción o autoliquidación, aunque del tenor de la norma se infiere que para que este
último resulte procedente es necesaria una decisión expresa del municipio.
El segundo, que existe una limitación de las facultades de comprobación, pues
cuando el régimen es el de autoliquidación, «el ayuntamiento correspondiente
solo podrá comprobar que se han efectuado mediante la aplicación correcta de
las normas reguladoras del impuesto, sin que puedan atribuirse valores, bases o
cuotas diferentes de las resultantes de tales normas».
de dinero público, sea cual sea la finalidad prevista para la misma o el tipo de
gasto en que se traduzca.
En coherencia con ello, el ámbito subjetivo de la función de control abarca a
todos los sujetos que intervengan en el manejo de los fondos públicos. Así, junto
a la Administración del Estado, deben incluirse los Organismos Autónomos, las
Sociedades estatales, la Seguridad Social y, en general, todos los entes públicos.
Pero más aún, debe extenderse igualmente a aquellos entes privados que reciban
fondos públicos, como ocurre con las subvenciones.
En el ámbito de las Comunidades Autónomas y Entidades locales, también nos
encontramos ante la misma situación (control de la Administración territorial y
la institucional)
En su faceta temporal, el ámbito de la función de control guarda una relación
de íntima dependencia con el sistema de gestión presupuestaria que se haya ele-
gido. Siguiendo el ordenamiento español el criterio de competencia o de ejercicio
y no el de caja, es obvio que uno de los cometidos esenciales de la función de
control es la comprobación de que no se contraen obligaciones fuera del período
habilitado por las Leyes de Presupuestos, sin perjuicio de que se sometan igual-
mente a revisión por los órganos de control todas las fases del procedimiento del
gasto, así como las diversas cuentas del sector público a las que se refieren los arts.
128 y 129 de la Ley General Presupuestaria.
2) En cuanto al carácter de la función de control, hay que subrayar su doble
rasgo de constitucional y objetivo; constitucional en cuanto que el cumplimiento
de la Ley de Presupuestos no sólo afecta a la legalidad de la actuación admi-
nistrativa, sino, mucho más ampliamente, a las relaciones entre los poderes del
Estado, pues no en vano se trata de una ley de competencia, mediante la cual el
Legislativo habilita al Ejecutivo para la realización de gastos en la medida y con
el destino que las Cámaras han determinado. Esto es precisamente lo que justifica
la intervención parlamentaria en el control de la gestión presupuestaria, y pone de
relieve el carácter constitucional que abarca toda la vida del Presupuesto, desde su
inicial elaboración por el Ejecutivo hasta su liquidación y control, con tareas que
incumben tanto al Gobierno y a la Administración como al Parlamento.
Derivado de esta trascendente significación puede entenderse el carácter obje-
tivo que necesariamente ha de revestir la función de control. Si con ella se preten-
de garantizar el buen manejo de los fondos públicos, resulta innecesario insistir
en la exigencia de que sean órganos distintos a los gestores quienes examinen y
comprueben la actuación de éstos. Por ende, incluso si se trata del control interno
desarrollado por la propia Administración, éste debe ser ejercido por órganos no
integrados en la línea jerárquica de la misma. A ello responde la creación de cuer-
pos diferenciados que, si bien están orgánicamente adscritos al Ministerio de Ha-
cienda, como centro gestor de los Presupuestos, sin embargo quedan fuera de su
422 Tema 23
1. La función interventora
La función interventora tiene por objeto controlar, antes de que sean apro-
bados, los actos del sector público estatal que den lugar al reconocimiento de
derechos o a la realización de gastos, así como los ingresos y pagos que de ellos
428 Tema 23
3. La auditoría pública
Es un tipo más moderno de control, surgido al diversificarse los esquemas
jurídicos de actuación del Estado, especialmente cuando se adoptan formas del
Derecho privado, cuyas necesidades de gestión no se avienen con la rigidez y el
432 Tema 23
nomas. En el marco del mismo, el Tribunal cuenta con una serie de competencias
para el ejercicio de sus funciones que le permiten exigir la colaboración a todas
las entidades fiscalizadas, que vienen obligadas a suministrar los datos requeridos,
bajo sanción que impondrá el mismo Tribunal, así como para comisionar exper-
tos para inspecciones, comprobaciones, revisiones, etc., sean o no funcionarios
del organismo.
Finalmente, los efectos de la fiscalización son declarativos y se manifiestan en
la censura conforme o disconforme de las cuentas por parte del Tribunal. En este
segundo caso si se han detectado irregularidades, infracciones o delitos se somete-
rán a la jurisdicción contable o a la penal, según la materia. El Tribunal plasma los
resultados de la fiscalización en su Memoria anual a las Cortes, referida al sector
público estatal, pero también en informes, notas, mociones, ordinarias y extraor-
dinarias, que son elevadas a las Cortes y se publican en el BOE, así como —si se
refieren al sector público regional— son remitidas a las Asambleas legislativas de
las Comunidades Autónomas y se publican en el Boletín Oficial de éstas.